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Tres... son multitud por _yaoista_

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Notas del capitulo:

Ups... lo había olvidado... el primer capi era mas que nada para uvicar los hechos ^^', algo asi como una intoducción muy larga ^^'...

 

en este es donde abordaba el meollo del asunto jejejeje.

 

y komo no me gusta que me dejen con las ganas, pues había decidido poner estos dos juntos ( solo esta vez ^^ ). y a la mera hora se me olvido jajajajaja... kon eso que los escribí hace ya un rato =P

 

disculpen la molestia ^^

 

ahora si, venga la lectura ^o^... y las guarradas >=)...

 

ejem ^_~

 

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One piece, ni ninguno de sus personajes me pertenece, son propiedad de su autor Eiichiro Oda y sus distribuidores. Este Fanfic esta hecho sin ánimo de lucro, unicamente con el afán de entretener.

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Advertencia: Este fanfik contiene Hentai, pero es necesario para el desarrollo de la historia... y juro que hay un trasfondo homoerótico en el.

Advertencia: palabrotas, lenguaje soez, rubios psicologicamente maltratados ^_~


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***Portada cap2 Front***

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***Portada Cap Back***

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Como ven hay dos opciones para cada imágen, si no funciona el link directo, solo coloquen la primera d las direcciones (http://....) en su barra de direcciones directamente ( no en el buscador ) y los dirigirá directamnte a la imagen ^w^

 

 


Capitulo 2



El inicio de una aventura...

¿o de dos?



La mañana llegó al Going Merry, y no pasó mucho para que la pelirroja estuviese ya levantada y comenzara a despertar a la tripulación. Extrañamente, esta vez no había sido como siempre; normalmente Sanji se levantaba temprano y gracias al aroma de la comida Ruffy se despertaba solo y corría a la cocina, los demás se le unían no mucho después. Pero esta vez, por alguna razón, el cocinero de abordo aun no había empezado con el desayuno por lo que despertar a Ruffy le había resultado imposible a Nami.


La pelirroja se dirigió furiosa a la habitación del rubio, abrió la puerta de una patada y ya con los pulmones hinchados para soltar un grito... se dio cuenta de que Sanji no se encontraba dormido, de hecho, ni siquiera estaba en la habitación.


Subió rápidamente a cubierta, y apenas se asomó por el castillo del barco, vio como Sanji abordaba.


-¿Y ahora?... ¿Ocurrió algo Sanji-kun, donde estabas?


Sanji subía al Merry algo distraído, no reaccionó hasta escuchar la voz de su pelirroja, levantando el rostro y corriendo de inmediato a su lado.


-¡¡Nami-swaaaaaaaaaaaaaannnn!!... ¿estabas preocupada por mi preciosa?... no te preocupes que ya estoy de vuelta.... me tienes aquí, tooooodo para ti- Canturreaba mientras le revoloteaba alrededor con sus palpitantes "ojos corazón".


-ya ya... estate quieto- decía Nami con su típica cara de "no me toques" mientras hacía ademan de espantarse un molesto mosquito. -¿Que ocurre.... le pasó algo al mascarón del barco?.


Sanji detuvo su "danza". -¿he?... a no... no, yo solo fui a la ciudad-. Contestaba el rubio.


-¿A la ciudad?... por que... ¿hay algo mal?-.


-No.... nada... es solo.... asuntos míos, nada especial- Decía mientras adoptaba una pose bastante sumisa y reía nerviosamente.


Nami se mostró inquieta... curiosa, y hasta le pareció a Sanji que preocupada.


-Solo fui a comprar algunas cosas... ayer me llevé poco dinero y lo gasté todo... y me quede con ganas de comprar algunas cosillas que vi. Es todo-.


-O, bien- dijo Nami ya convencida. -Entonces apresurate a hacer el desayuno, que tenemos que prepararnos para partir.



-Si, si... claro mi preciosa... en seguida voy- Y dicho y hecho, Sanji se dirigió directo a la cocina y comenzó a preparar el desayuno... un momento después, ya tenía a su capitán sobre los hombros reclamándole su plato.


La mañana transcurrió tranquila, todos desayunaron y de inmediato pusieron todo en orden para partir a su expedición en busca del tesoro del mapa. Sería un viaje largo, y seguro tardarían mas de un día asi que se aseguraron de llevar suficiente equipo para acampar. Sanji por su parte, se dedicó a preparar las reservas de comida que llevarían; que conociendo a Ruffy, sabía que serían enormes. Aun asi, si por alguna razón Ruffy se terminara la comida, siempre podían atrapar algo y comerlo. Aunque Sanji no fuera con ellos para hacer una de sus comidas, los demás podían apañarselas solos.



Finalmente, el momento de la despedida llegó.


-¡Muy bien muchachos!... ya es hora. ¡¿Están todos listos?!- Gritaba una muy entusiasmada Nami. Nada ponía mas feliz a la pelirroja que la idea de poner sus manos en un nuevo tesoro.


Todos respondieron afirmativamente igual de animados, alzando sus manos mientras gritaban.


-¡Excelente!...¡A la aventura entonces!- Gritaba nuevamente la pelirroja uniéndose a la algarabía.


Dicho esto, Comenzó a descender del Merry la tripulación del sombrero de paja, listos a encaminarse en otra de sus grandes aventuras.


Nami lideraba el grupo, seguida por Chopper y Ussop que ya estaban fantaseando en como Ussop salvaría el día y sería el héroe que reclamaría el tesoro, Robin los seguía de cerca, divertida de las reacciones del renito a las historias de Ussop; Ruffy se atrasó un poco hablándole a Sanji, que permanecía en el Barco viéndolos bajar.


-Oi Sanji... te encargo nuestro Merry... ¡¡¡y quiero un enoooorme banquete cuando regresemos!!!- gritaba entusiasmado, extendiendo sus manos y dejando ver una amplia sonrisa, sello característico de la familia *Monkey D.


-A la orden mi capitán- Respondía Sanji sin poder evitar la sonrisa que le arrancaba la actitud de su amigo y capitán.


Zoro iba de último, detrás de Ruffy.


-Mas te vale que cuides el barco cejas de caracol... no vaya a ser que lo incendies contigo a bordo- dijo Zoro al pasar al lado del rubio.


-Y tu concentrate en no perderte Aho-ronoa... no sea que tengamos que regresar a buscarte al final.


Ambos sonrieron... por alguna razón, ninguno de los dos se sentía realmente ofendido por el comentario... mas bien, lo sentían como una despedida amistosa... una muy a su estilo; un cuidate mucho y un regresa a salvo, muy al estilo de esos dos. Quizás la chala de ayer, no había sido tan infructuosa después de todo.



Con esto en mente, Zoro por fin dejó el barco y se dispuso a alcanzar al resto de la tripulación, apresurándose tras Ruffy.


Sanji permaneció observándolos hasta que les perdió de vista. Cuando ya estuvo seguro de que nadie regresaría, puso manos a la obra... se apresuró a los camarotes, encendió un nuevo cigarrillo, le dio una profunda calada y sacó de su bolsillo un *Den den mushi portátil (de esos mega pequeños).


-¿Si?... así es, ya esta todo listo... puede enviar a alguien digamos en... ¿cuarenta minutos?.


-- Respondió la voz al otro lado del Den den mushi.


-Muy bien... gracias- Y cortó la comunicación.


Ya con todos sus "pendientes" arreglados, se dispuso a darse un baño. Necesitaba refrescarse un poco.



No mucho tiempo después un Sanji fresco, aseado y listo se encontraba en la cubierta del Merry, apoyado en la barandilla de estribor, fumando tranquilamente, cuando escuchó una voz llamarle.


-Es esta... ¿la embarcación Going Merry?-. La voz era bastante agradable... una de esas voces femeninas suaves y melodiosas de las que le sacaban sonrisas al cocinero.


Sanji se giró en dirección a la voz. Topándose con una delicada y hermosa joven. -Efectivamente señorita... ese es el nombre que tiene escrito justo aquí- Contestaba Sanji con una sonrisa leve mientras apuntaba con aire coqueto a las letras que deletreaban el nombre del Merry, para después tender su mano a la joven chica, invitándola a abordar. La chica no se hizo esperar; inmediatamente abordó la carabela aceptando la ayuda que Sanji le ofrecía, tomando su mano para equilibrarse.


La joven iba vestida bastante casual, pero sin duda encantadora. Llevaba un vestido sencillo te tirantes, de tela bastante ligera, que revoloteaba con los vientos del muelle sobre su esbelta y bien proporcionada figura y dejaba al descubierto sus finas y bien torneadas piernas. Su cabello era rojizo, de un tono mas cereza, diferente al de Nami, largo hasta casi mitad de su espalda y ligeramente ondulado. Llevaba poco maquillaje, resaltando en su fino rostro unas mejillas naturalmente sonrosadas y unos labios color durazno y todo su ser despedía un dulce y perfumado aroma a fruta fresca. Sin duda era un chica exquisita... del tipo que a Sanji le gustaba. Se felicitó a si mismo por su acertada decisión del día anterior.


-Es usted muy amable señor...- Decía la joven en una media sonrisa, mientras Sanji le miraba. - para ser un pirata- concluía la frase mientras encontraba sus ojos con los del cocinero. -¿Es usted Kuroashi, Sanji-san?.


Sanji besó su mano y le dedicó una sonrisa pícara. -Puede llamarme solo Sanji madam. Es un placer contar con su presencia-.


La chica sonrió levemente y se sonrojó por los tratos tan delicados del rubio, definitivamente que podía acostumbrarse a esto.


-El placer es mio Sanji-san... puede llamarme Arashi... y seré su acompañante por esta noche- decía la chica mientras hacía una leve reverencia.


Sanji continuó sonriendo, mientras con un ademán, invitaba a la joven a pasar... esta iba a ser una buena noche.


~***~


Una hora mas tarde, ya con el sol oculto se pudo divisar una figura tambaleante encaminarse hacia el Merry.


-¿que?... ¿y esto?-. Decía la figura cercana, al detener su marcha frente a la embarcación




Mientras tanto, muy, muy lejos de ahí, los piratas en expedición del sombrero de paja hacían un leve receso de su búsqueda, encendiendo una fogata y sacando de la bolsa de alimentos la que sería la cena de la noche.


-¿he?... mmmm... oigan... ¿alguien a visto a Zoro?- Decía Ussop mientras miraba por todos lados.


-¡Que!... hay por dios.... ¡Zoro... no esta Zoro!- Gritaba alterado el renito, mientras corría por todos lados buscando a su compañero.


-¿heeeeeeee?.... que raro.. ¿tu no lo has visto Robin-san?- preguntaba la pelirroja a la morena.


-Me temo que no lo he visto desde hace un momento navegante-san... pero si me permites, puedo buscar-. Decía la morocha mientras usaba su habilidad y hacía aparecer ojos por todas partes. Por un momento hubo una pausa, pero pronto respondió. -Me temo que no puedo encontrarlo navegante-san. Debe estar bastante lejos-.


-¿Zoro?- Decía Ruffy con la boca llena. -Zoro se atrasó hace un buen rato- continuaba él muy quitado de la pena, después de haber tragado. -Lo vi por un rato después de pasar las ruinas, pero después se perdió-. Continuaba antes de dar otro gran bocado a un trozo de carne.


-¡¡Pero si serás Bestia!!- Gritaba Nami mientras le daba tremendo coscorrón en la cabeza, haciéndolo atragantarse con el mega-bocado que tenía en la boca y haciendo que Ussop y Chopper se alejaran de ellos al instante, arrinconándose abrazados al lado de Robin.


-¡Por que no avisaste!.


-Yo que iba a decirle... yo creí que iba al baño- decía Ruffy en un puchero mientras sujetaba su cabeza en el lugar de su enorme chichón.


-¡¡los dos son un par de brutos!!- Gritaba la navegante ya mas resignada.


-Navegaste-san, no te enfades con el capitán... ademas espadachín-san sabe cuidarse solo. Seguro lo encontramos de regreso-. Decía Robin en una pacífica sonrisa.




-ya que hacerle... en fin...- soltaba la pelirroja resignada mientras ponía los brazos en jarras. - menos mal que preví algo como esto y no le dí a ese bruto a cargar nada de valor...- Decía Nami mientras regresaba a su sitio junto al fuego y por fin comenzaba a comer.



Y de vuelta al Merry...


-... ahora si que la hice... ¿como rayos termine aquí?-. Comentaba un Zoro agotado recargándose en el casco de la pequeña carabela y planteándose si subir o no abordo.


Y es que la cosa era, que Zoro había perdido de pista al grupo hace ya un muy buen rato. Cuando ya habían avanzado un buen tramo, y se encontraban ya entrados en la isla, lejos de la ciudad, habían hecho un leve desvío para evadir un montón de lo que parecían escombros para Zoro, y justo ahí... como era de esperarse, Zoro ya no volvió a saber de ubicaciones.


Había intentado alcanzar al grupo, y había corrido en todas direcciones durante horas... finalmente, había acavado de vuelta en el barco. ¿como rayos?, ni el mismo los sabía... No era tan malo; pudo ser peor, y terminar perdido en el bosque como había dicho el rubio... pero la alternativa no le convencía del todo.


-Ese estúpido cocinero no me va a dejar estar, cuando se de cuenta de que me perdí- se decía cabizbajo mientras se decidía a abordar.


Una vez en cubierta, le desconcertó un poco el silencio... le sorprendió no encontrar al rubio a su llegada. Esperaba que apenas abordo, Sanji comenzaría a molestarle. Dio una vuelta por la cubierta,vio luz en la cocina y se dirigió a ella, pero no vio rastro del rubio... solo un par de platos de comida de lo que parecía haber sido una deliciosa cena... para dos. Salió del lugar y se dirigió directo a la torre del vigía, pero nada. Solo le quedaban los camarotes... ya era de noche, pero le parecía que era aun demasiado temprano para que el cocinero se hubiera ido a dormir, no muy seguro decidió revisar. Total, nada perdía... lo mas seguro era que Sanji había salido del barco por un momento... aunque sabía que no debía hacerlo... digo, por eso se iba a quedar alguien a cuidarlo, ademas de que según los trastos que vio en la mesa estuvo seguro de que Sanji había recidivo visitas, aunado a que no era común que el rubio no alzara la mesa después de comer.


Zoro se dirigió al castillo, entró sigiloso... no estaba seguro de porque, pero sentía que debía andarse con cuidado. Quizás el Merry había sido atacado, quizás el cocinero había tenido que salir de emergencia por algo... quizás... no, no debía dejar volar su imaginación, Sanji podía defenderse perfectamente, aun si ya estuviera cómodamente dormido en su camarote, si a algún desgraciado se le ocurría abordar la nave e intentar atacarla, Sanji le iba a mandar de una patada al otro lado de la isla. Si, no tenía por que preocuparse. Decidió dejarse de cautelas y avanzar rápido para descartar posibilidades... pero justo en ese momento pudo escucharlo...


Un sonido proveniente del final del pasillo. Era un sonido agudo, constante... definitivamente, esa no era la voz de Sanji.


Se acercó, siguiéndolo. El sonido se acrecentó conforme avanzaba y se volvió mas claro para el peliverde. Eran... ¿quejidos?... No, eran gemidos... gemidos y ¿jadeos?. Zoro continuó avanzando, lenta y sigilosamente por el pasillo mientras un sudor incómodo comenzaba a hacerse presente. Mientras mas se acercaba, mas claramente podía escucharlos, Zoro no podía dar crédito a lo que escuchaba... acaso... Sanji...


Finalmente se detuvo, frente a la puerta de la "alcoba" del rubio... no había duda. El sonido provenía de dentro... se acercó a la puerta, y colocó una oreja apenas pegada a ella para escuchar claramente, cuando de repente un fuerte grito lo hizo retroceder alterado.


-¡Ahhhhh!... Ahí... Sanji-san... ¡Así!... asi es... perfecto....- Gritaba la voz femenina ahogada al otro lado de la puerta.


Zoro no cabía en si... abrió lo ojos a todas sus anchas... ¿había escuchando bien?. Esa era un mujer... y sin duda que estaba con Sanji.


Zoro se incorporó de nuevo... Él no era muy brillante que digamos, pero tampoco era un completo idiota... y hay cosas que simplemente no se pueden pasar por alto. Ésta definitivamente no había sido una buena noche para perderse... ni para encontrar el camino de regreso al Merry. No tenía dudas... tras esa puerta, Sanji se la estaba montando de lo lindo con alguna chica y vaya que parecían estarlo disfrutando.


Los gemidos no cesaban, la voz de la chica pedía mas y mas, mientras continuaba gritando.


-bien, bien- Decía el moreno en voz baja mientras se recargaba cómodamente en el marco de la puerta aun cerrada con sus brazos cruzados. -Asi que en esto se entretiene este cocinero pervertido cuando le dejamos la guardia...- sonreía por lo bajo, incorporándose con la intención de ir a cubierta y dejar al rubio atender sus "asuntos". Pero entonces lo escuchó...


Un sonido gutural, grave y profundo... esa si que era la voz de Sanji... como nunca antes la había escuchado.


Zoro paró en seco. No pudo evitarlo... la curiosidad lo estaba matando. ¿Como sería ese cocinero de pacotilla en la cama?... ¿con que tipo de chica estaría? ¿Cómo se vería?... ¿Cuál sería su expresión cuando...


El moreno tensó los puños a sus costados, apretó los labios y cerró fuertemente los ojos . Quería verlo...solo quería ver un momento. Giró su vista a la puerta a sus espaldas.


Digo... ese cocinero de segunda siempre presumía de ser un semental ¿no?. ¿Y que si Zoro quería corroborarlo?. Se giro completamente y se acercó a la puerta, plantándose frente a ella mientras una gota de sudor frío escurría desde su cien hasta su barbilla; tomo el pomo, y lo giró con cuidado... ... estaba abierta... claro, ¿Porque habría el rubio de molestarse en poner llave? si no habría nadie mas en el barco almenos por un par de días. Entreabrió un poco, lentamente... solo lo suficiente para asomarse; solo una ojeada, para ver de que tanto presumía ese chiflado y ya... era solo...


Los pensamientos de Zoro se detuvieron de golpe... y su mente quedó en blanco... sintió que las piernas le fallarían. Menudo espectáculo se montaba frente a él. Zoro pudo verlo todo, desde un ángulo privilegiado. Sanji se encontraba tendido de espaldas en la cama, mientras una bella chica pelirroja lo montaba frenéticamente, tomando su cabello largo para mantener ocupadas sus manos, arañando levemente sus pechos y pasando de cuando en cuando sus manos por el torso y cabello del rubio. Gimoteando entre gritos y suplicas.


Ahí estaba Sanji... ese cocinero pervertido haciendo mas que honor a su apodo. Tomaba las caderas de la chica, pasando las manos por su trasero y jugando con sus pechos cuando la pelirroja los dejaba estar. Con cada movimiento la empalaba mas profundo en él, moviendo igualmente sus caderas en un frenesí agotador, en un vaivén que el moreno podía ver desde primera fila, casi a espaldas de la mujer, viendo perfectamente como era penetrada por el rubio.


Zoro no se dio cuenta de en que momento había abierto mas la puerta, traicionado por su cuerpo, que parecía haberse desconectado de su cerebro; pero los amantes ni siquiera lo escucharon, pronto se encontró prácticamente dentro del cuarto. Sin darse cuenta, buscaba el rostro del rubio... se mantuvo a distancia, casi pegado a la pared, pero sin duda ya era bastante cerca... la chica le daba la espalda, ademas de que tenía los ojos cerrados y se encontraba bastante... ocupada. Y Sanji por su parte no difería mucho en estado, solo que éste se dedicaba a contemplar de cuando en cuando a la mujer sobre él... ni siquiera reparó en la parecencia del peliverde.


Por momentos Zoro pudo ver el rostro de Sanji... sudoroso y sonrojado... la manera en que entreabría su boca en busca de mas aire, como sus manos se asían fuertemente a la cadera de la chica, haciendo resaltar su musculatura, la forma en que las hebras de su cabello se pegaban a su frente humedecida por el sudor...


Zoro estaba estupefacto... hipnotizado viendo la escena... nunca imaginó poder ver a Sanji en ese estado... tan vulnerable... tan... erótico.


-"al demonio"- pensó finalmente, mientras desviaba un poco la vista... si no le habían notado hasta ese momento... al demonio... que bien ganado se lo tendrían.



Sanji estaba extasiado, profundamente concentrado en su "labor"... la chica que le habían mandado había resultado ser toda una fiera en la cama. El rubio estaba a mil... y es que realmente le hacía falta. Ya tenía un buen rato que no tocaban tierra, y no conforme, en la última isla que atrancaron no había tenido oportunidad de "desahogarse", ya que por falta de dinero, todos tuvieron que dormir en el barco, y para Sanji, que era bastante discreto en sus encuentros, eso solo significaba noches de abstinencia. Y ni hablar de recurrir a "esa" práctica, para desahogarse... a saber de Sanji, solo si se extinguían las mujeres del planeta... y de los planetas mas cercanos, se daría un poco de auto-satisfacción. Desde que tuvo a su primera mujer, no había tenido que recurrir a ello ( y no es que lo hubiera hecho muy a menudo antes tampoco). Ya que para Sanji el masturbarse ( almenos cuando no tenía a una linda compañera que le "apoyase" ) era una práctica por demás denigrante e inutil.


Repentinamente un agudo grito sacó a Sanji de sus pensamientos, trayéndole de vuelta; grito al que le siguió una deliciosa sensación para el rubio, una que recorrió su entrepierna, subiendo desde su bajo vientre y extendiéndose por todo su cuerpo como una descarga eléctrica lo que lo provocó a embestir a su "dama de la noche" fuertemente, para después volver a recibir esa exquisita sensación de regreso.


Pudo escuchar la voz de Arashi, gimiendo agotada mientras rendida se dejaba caer sobre su torzo escondiendo su sonrosado rostro en el cuello del rubio y mordiéndolo levemente, mientras continuaba gimiendo descontrolada.


Sanji le abrazó, posando las manos en su nuca, hundiendo los dedos en sus suaves hebras rojizas, y entreabrió los ojos, nublados por el éxtasis... y vio una figura borrosa... detrás de su chica.



-¡Que carajos!- Dejó escapar el grito cuando pudo enfocar con claridad la silueta de Zoro justo ahí... en frente de él... ¡mirándolo de frente por dios! ¡y estaba tan cerca!... y que demonios... ¡¡estaba desnudo!!.


Sanji había quedado paralizado, veía a Zoro a la cara, petrificado... pero Zoro no tenía intención de detenerse, no señor... si esto apenas se ponía bueno.


Zoro tomo a la chica por los dos brazos y la alzó... quedando la chica nuevamente montada en la cadera de Sanji, y entonces el moreno le proporcionó un lametón en el hombro, para luego dedicarse a morderle el cuello sin dejar de mirar al rubio a la cara... y reanudar las embestidas.


Entonces Sanji lo sintió, con el grito suplicante de la pelirroja, vino de nuevo esa sensación en su miembro... no fue hasta entonces que el rubio se percató de que Zoro se encontraba también en el interior de Arashi. Y que la envestía salvajemente.


Sanji hizo una mueca... no de desagrado... sino resistiéndose a esa placentera sensación que le invadía... Arashi, ajena a la situación, disfrutaba de lo lindo, empalada entre los dos hombres, moviéndose como loca, ocasionando que el rubio no pudiera contenerse por mucho mas tiempo.


-Ca...cabrón... que estas... ¿que estas... haciendo?...mgh- Sanji hablaba apenas, entre muecas y quejidos, conteniendo como podía sus gemidos.


Zoro, antes de responder, le dedicó una sonrisa, desconocida hasta entonces para el rubio, una sonrisa por demás sensual. -¿Que no vez casanova?- habló antes de dar una fuerte envestida a la chica, provocando que ésta se contrajera, logrando arrancar un sonido gutural de la garganta de Sanji. -Estoy follando-. Terminó la frase para luego acelerar el vaivén de sus caderas mientras aun mantenía presa por las muñecas a la extasiada pelirroja.


-Ahhh... ¡para!... no...- trataba Sanji de detenerle. Pero sus "ordenes" no sonaban nada convincentes entre esos sensuales gemidos.


-Aaaa... Aahhh... Zo... Zoro... ¡basta!-. Apenas podía articular palabra. El condenado de Zoro, no dejaba de restregársele en el interior de Arashi... y Sanji no podía dejar de sentir sus fuertes embestidas entre la piel interior.


Zoro por su parte no tenía intención de hacer caso al rubio... al contrario, parecía estar aumentando el ritmo... una y otra vez... en cada estocada se enterraba mas en las entrañas de la chica, que recibía gustosa el miembro del moreno en su interior.


-Zo...ro...- Finalmente no pudo mas... Sanji posó sus manos nuevamente en las caderas de la chica y volvió a embestirla con fuerza... acoplándose rápidamente al ritmo del moreno.


Zoro se dejó llevar... perdido en la sensación... cerró los ojos finalmente, perdiendo por un momento la visión que le ofrecía el rubio. Podía sentirlo... podía sentir el miembro de Sanji moviéndose "junto" al suyo en el interior de la mujer, separados apenas por una delgada capa de tejido. El ritmo salvaje que tomaba, la manera tan perfecta en que embonaba con el suyo... sonrió al ver logrado su cometido.


-No querías... que parara... ¿Ero-cook?- hablaba entrecortado, pero divertido.


-Vete... vete a la... mierda... desgraciado- Decía el rubio molesto, pero sin dejar de embestir.


-¡Aahhhh!... ya... ya no puedo mas...me ... me vengo, ¡me vengo!-. Gritaba la pelirroja agitándose entre ambos cuerpos masculinos y soltando finalmente una alarido al descargarse, sin poder mas que tensar los dedos de sus manos que continuaban presas del Moreno, y arquear su espalda sublimemente, recargando su cabeza en el hombro de Zoro, dejando a su disposición su cuello para el entretenimiento del peliverde.


Ambos sintieron como el interior de la chica se contraía en deliciosos y repetidos espasmos, envolviéndolos en una ajustada prisión de carne. Sanji se incorporó sin pensar, quedó sentado en la cama, tomando rápidamente el rostro de la pelirroja entre sus manos, mientras que Zoro, que continuaba envistiendo con algo de dificultad contemplaba la escena. Vio su propio rostro a centímetros de el del cocinero cuando éste se levantó y Zoro notó el curso que tomaba. Se entretuvo de nuevo en el cuello que amablemente le había cedido la chica... subiendo a su mentón y jugueteando en el lugar, quitando una de las manos del rubio de su mejilla para hacerse espacio y sorprendiéndose un poco al notar como la mano con la que había retirado la del cocinero, era apresada por los pálidos dedos del rubio en respuesta, apretándola fuertemente. Fue entonces que Sanji devoró con hambre la boca durazno de la agotada chica, para finalmente, terminar por venirse copiosamente en su interior, dejando escapar un gemido ahogado en la boca de la pelirroja, que apenas parecía poder mantenerse despierta, pero que recibía con habilidad el beso exigente del rubio y lo devolvía con experiencia. Por un momento los labios de ambos se separaron... y Zoro pudo sentir el tibio aliento de Sanji cerca de su propia boca... no le tomo mas que un par de embestidas mas, el terminar por fin, y derramarse en las entrañas de la chica. Aprisionándola por completo en sus fuertes brazos, mientras apoyaba su rostro en el femenino hombro que Sanji le había dejado libre y los últimos espasmos de su orgasmo pasaban.... sintiendo aun como Sanji apretaba su mano con fuerza.


~*~


Momentos después ambo se encontraban sentados en la cama, uno a cada lado, cubiertos solo por seccionoes de las sábanas arremolinadas en la cama. El único sonido que se escuchaba en la habitación era el de la ducha que se encontraba en la habitación contigua y la respiración entrecortada que aun tenían ambos. Sanji tenía un cigarrillo en la boca, y miraba el piso de la habitación. Zoro... solo estaba ahí.


Por fin, Sanji se decidió a romper el silencio, tomo una bocanada de humo de su cigarrillo, lo exhaló rápidamente, y se giró de vista al pelivede; cuando repentinamente la puerta se abrió; dejando ver a una Arashi lista para partir que recogía sus últimas pertenencias mientras se paseaba tranquila por el cuarto.


El sonido de la puerta al abrirse, había asustado un poco al Rubio, pero no parecía haber afectado al moreno, que aun daba la espalda a la puerta, a la chica... y a Sanji. Solo estaba ahí, sin decir ni una palabra.


-Me tengo que retirar señores- Hablaba Arashi mientras se acercaba a Zoro y le plantaba un muy profesional beso en la mejilla para despedirse. Zoro por su parte, solo se dejó hacer, mientras que Sanji lo veía de reojo.


Arashi caminó hasta el otro extremo de la cama para despedirse de Sanji. -Fue un placer acompañarlo esta noche, señor Kuroashi-. Decía mientras le daba un beso en la mejilla también.


Se alejó un poco de él, para luego sonreír y decirle:


-Normalmente cobro extra por cosas como estas... pero como ha estado tan bueno y me ha recibido como todo un caballero, lo dejaré pasar esta vez- Decía mientras guiñaba un ojo. -Solo no vayan a decirlo o me meterán en problemas.-



Sanji la miró sorprendido, mientras la chica se dirigía a la puerta y antes de salir les mandaba un beso volado a ambos. Aun después de que la chica se fuera, Sanji se quedó miando a la puerta como si las respuestas a todas sus dudas y al significado del universo, fueran a entrar repentinamente por ella.



Volvió en si... ahora si era hora de hablar con ese Marimo infeliz... volteó su mirada a Zoro, que se encontraba a sus espaldas; con el rubio ceño fruncido y con justas y buenas razones para matarlo ahí mismo.



-¿Que fue eso, desgraciado espadachín de cuarta?-


-¿he?... ¿eso?... eso se llama trío- decía Zoro como quitándole importancia al asunto, omitiendo cualquier tipo de mote ofensivo y deshaciéndose de las sábanas que lo cubrían, preparándose para levantarse.


-Que carajos- Gruñía Sanji entre dientes, mientras terminaba por destrozar entre los mismos el tabaco que fumaba, que sin culpa alguna callo al piso partido y sin haber sido terminado. -Serás infeliz... marimo de mierda...- Sanji se preparaba para estallar una tercera guerra mundial...


-¡Y que te crees que te puedes meter en los cuartos de la gente y hacer teatritos como ese!... ¡¿que clase de acosador, maníaco sexual eres?!


-Oi, oi pelos de elote... no es para tanto, no te alteres-.hablaba aun sereno.


-Que no me... ¡¿Que no me altere?!... - Sanji no daba crédito. -¡¡Por que razón creíste que podías hacer algo como eso... y no me salgas con estupideces!!- Gritaba Sanji, no muy seguro de que obtendría una respuesta.


Pero para su sorpresa... Zoro respondió... con una enhervante tranquilidad.


-Era... del tipo que me gusta- Dijo en voz baja, mientras comenzaba a andar por el cuarto y tomaba sus calzoncillos para comenzar a ponérselos.


Sanji se descolocó un poco, pero finalmente guardó silencio... que tonterías estaba diciendo ese neandhertal ahora.


-Asi es... como me gusta- Terminó la frase, dirigiendo su vista a la del Rubio...


Sanji no cabía de la sorpresa... ¡¿estaba escuchando bien?!. ¿Eso era?... ¿El animal ese lo había visto y se le había antojado? ¿Así nada mas?. Estaba a punto de respondele al moreno, cuando de nuevo le interrumpió.


-Ademas... ¿anoche querías invitarme o no?- Decía Zoro muy quitado de la pena mientras se dirigía al pequeño lavabo que Sanji tenía en ese cuarto, pero cuidando de voltear su rostro, para que así, Sanji no notara el leve sonrojo que le invadió.


Sanji enmudeció y se sonrojó hasta las orejas.


-No...no era eso... bueno... no así...- decía el cocinero apenado.


-¿Mmmm?- Preguntaba Zoro mientras abría la llave del agua.


-Solo, te iba a invitar al burdel...a buscar algo de compañía, esparcimiento... cada quien por su lado o algo asi... no era, como si fuéramos a compartir a una chica...- decía mientras desviaba la vista, en busca de su cajetilla de cigarros, y sintiendo como su rostro continuaba al rojo vivo.


-Mmmmm. Pues... no salió tan mal asi ¿he?- Decía Zoro, ahora divertido, con una sonrisa socarrona adornándole, mientras se enjuagaba las manos y se remojaba también los brazos y hombros.


Sanji al escucharlo casi se ahoga con la bocanada de humo que había calado... después del ataque de tos, se viró hacia Zoro, y lo contempló por un momento, parecía tan, tranquilo... finalmente se levantó y tomó sus calzoncillos también, colocándoselos rápidamente, dando la espalda al peliverde.


-donde... ¿Donde lo pusiste?...- preguntó como quién no quiere, sin ver a la cara a Zoro, mientras buscaba ahora sus pantalones.


Escuchó la llave de agua cerrarse, pero nada mas... Giró su vista, y para lo que vio no podía dar crédito... Zoro le devolvía la mirada y en su rostro podía ver claramente esa sonrisa tan característica del espadachín...


Sanji abrió los ojos como platos.


-¿Acaso había mas donde ponerlo?...- soltaba una risilla -Y me dices que tu eres el experto en mujeres cejas de caracol-


-Se...¡Serás animal!... ¡eso ya lo se!... ya se que solo quedaba...- bajó el tono de voz gradualmente.


Zoro continuó. -Si solo hay dos lugares donde ponerlo... y tu lo tenias adelante... es obvio que yo lo metí por...


-¡Que ya se carajos!-. Calló a Zoro antes de que terminara la frase.


Y es que para el rubio no era nada común este asunto ¡Nada de este asunto!... primero que fueran tres en la cama, por dios que Sanji jamás había contemplado a un tercero mientras estaba con una de sus damas... fuese cual fuese el tiempo que ella sería "suya". Claro amenos que ese tercero fuese una señorita también, o dos... ya antes se había dado el lujo de atender a mas de una chica a la vez. Pero ¿otro barón?... ¡¡y con una sola chica!!. No era un ignorante, sabía que eso era mas que posible... pero en su mente...


-Ese... ¡¡Ese no es modo de tratar a una dama!!- Gritaba Sanji mientras pasaba las manos por su frente y cabello, parecía estar hablando mas para si que regañando al moreno. Aun asi... no tardó en escuchar la respuesta del peliverde.


-ja... esa no era una dama... era una prostituta tarado- Contestaba con un tono burlón. -Y ya vez... a tu "dama" le gustó tanto que me la dejó gratis-. Dijo Zoro despreocupado mientras abría la llave de nuevo y tomaba una toalla de un mueble de al lado, que colocaba en sus hombros para después lavarse la cara.



Sanji quedó en una. No pudo mas que dirigir su sorprendida vista a Zoro y seguirlo mientras se paseaba por el cuarto; mojándose la cara, el cuello, recuperando su ropa desbalagada. Y el problema era que... tenía razón.


Sanji pudo verlo a la perfección; el rostro de satisfacción de Arashi, ese nuevo aire que pareció haberse dado cuando Zoro la penetró, la manera en que alcanzó el orgasmo... en que ambos lo hicieron.


Sanji pudo sentir perfectamente como el miembro de Zoro se movía en ella... y continuó moviéndose en su interior mientras ella tenía su orgasmo y Sanji se encontraba penetrándola, sin alcanzar el propio... como parecía rozar su miembro, mientras los espasmos en el interior de su "acompañante" secundaban ese delicioso compás del moreno. Fue simplemente sublime... el mejor orgasmo de su vida...


Ese era el pensamiento que mas le aterraba...


Lo había disfrutado; lo había disfrutado como nunca... El haber hecho algo así, aunque fuera algo que hasta esa noche habría considerado inconcebible preguntarle a alguna de sus acompañantes; el haber metido a un tercero, ¡un hombre mas!, en la cama...


...El haber metido a Zoro en la cama...


Aunque claro, con una pequeña variante... el marimo, se había invitado solo.



-Oi... que tanto piensas cejas de molino... ¿no te vas a vestir?- Decía el peliverde mientras le lanzaba al rubio su camisa a la cara. Sanji lo miró, y pudo ver como estaba acomodándose ya la faja.


Sanji lo miró por un momento... si saber realmente que decir o hacer.


-Oi Bruto... eso te lo pones encima... Termina ya que me muero de hambre-. Continuaba Zoro al ver la inmovilidad del cocinero.


Sanji dejó escapar el aire contenido... que diablos... lo hecho, hecho estaba; y la verdad que Zoro le estaba facilitando mucho las cosas con su actitud. Finalmente dejo escapar una sonrisa aun incómoda y se vistió rápidamente.



De camino a la cocina ambos iban por el pasillo, cuando de repente Zoro dejo escapar una risilla. Sanji volteó a verle, con obvia curiosidad...


-Ahora se porque decidiste comprarte tu propia cama...- Respondía Zoro a la pregunta muda de su nakama. -ya se me hacía raro que de repente salieras con que querías cambiar la hamaca... por eso habías estado ahorrando ¿he?-


Sanji enrojeció. -¡Y eso a ti que te importa cabeza de césped!-


Ciertamente Sanji al principio estaba acomodado igual que los demás chicos, amontonado en el "cuarto de barones". Pero repentinamente, Sanji había alegado que requería de una cama propia, y ya que él había ahorrado para comprársela, no hubo objeción por parte de nadie ( léase Nami ), en que la tuviera; se limpió una de las bodegas mas despejadas del barco y así Sanji obtuvo un espacio para él mismo. ¿La excusa?... no hubo problemas, se quejaba de que la bola de monstruos en la habitación compartida era demasiado ruidosa, tanto en el día como en la noche, como para que pudiera dormir correctamente. Y eso nadie se lo pudo discutir, ademas de que tomaron en cuenta que Sanji se levantaba siempre muy temprano para preparar el desayuno antes de que todos despertaran. No fue difícil realmente.



-je... solo recordaré no usar tu cama cuando quiera dormir una siesta- decía Zoro burlón, ensanchando aun mas su sonrisa al notar el terrible Sonrojo en la cara de Sanji.


-¡¡No digas Sandeces!!... ¡mi cama esta limpia marimo de mierda!...- Hacía una pausa algo apenado. -...yo... siempre lavo mis sábanas y cobijas cuando acabo... ¡y eso no te importa! ¡no tienes por que dormirte en mi cama!- Volvía a gritar, adelantando al espadachín y sin poderse deshacer del sonrojo en su cara.



Cuando llegaron a la cocina, todo parecía normal. Sanji preparó una cena abundante y esta vez, acompañados de otra botella de sake, la charla fue por mucho mas amena, dedicándose ambos a bromear entre bocados... dejando el tema de lo ocurrido de lado.


-Y ahora que lo pienso marimo... ¿¡Que leches haces tu aquí?!- Gritó de repente Sanji, tras una gran trago de sake.


Zoro se atragantó con el trago que tenía en la boca y se hecho a reír. -¡Pero si ya te habías tardado animal! .... pues la cosa es...- Hizo una pausa dramática. -Me perdí de ida... y mientras buscaba a los muchachos, para cuando supe ya estaba en el Merry-. Decía ahora en un tono totalmente serio.


Sanji lo miró en silencio y fijamente por un momento para luego estallar en carcajadas.


-¡Si serás Bruto! Hahahahaha.... debí suponerlo... eres todo un caso, lechuga-. Continuaba con la burla mientras las lágrimas amenazaban con salir de la risa.



La cena concluyó de lo mas tranquila. Entre risas, bromas y alcohol, pareciera que ambos hubieran sido amigos de toda la vida. Ya era tarde cuando ambos decidieron irse a dormir... ya cuando el grupo regresara seguro que Nami se encargaba de dar una paliza a Zoro... mejor dejarlo por la paz.


Ambos bajaron a los camarotes, caminando por el pasillo, totalmente en silencio. Cuando llegó el momento de separase ( cada quien a su cuarto ) hicieron una pequeña pausa, y por alguna razón, no pudieron evitar mirarse...


... silencio... pareciera que el volver a esa área, había incomodado un poco al rubio.


-...yo....-


-Hasta mañana Ero-cook- Decía un poco cortante el moreno, mientras abría la puerta del camarote, que esta vez... tendría para él solo.



-... hasta mañana...- fue todo, Sanji no dijo nada mas, solo se dirigió rápidamente a su habitación, y al entrar, notó la cama revuelta y las sábanas regadas. Resopló hastiado; con el shock, la cena y la charla, había olvidado arreglarla... quitó el montón de tela sucia del colchón y tomó un juego nuevo del armario... y mientras lo colocaba, una sonrisa se coló con lentitud en su cara, enarcando sus labios...


Que mas daba... si lo que quería era estrechar relaciones con el espadachín, ya podía decir que estaba mas que hecho... mas de lo que en un principio supo asimilar... almenos ahora habían podido hablar, y vaya que habían charlado... a final de cuentas... no había sido tan malo el asunto... extraño, pero no malo. Este era sin duda el inicio de una interesante... "aventura".



Mientras tanto, en su habitación, Zoro se encontraba tirado en el sofá. Por un momento se permitió divagar en sus pensamientos... Se acomodó en su sillón con los brazos cruzados en su nuca e inhaló hondo, dibujando una sonrisa ladina en su rostro, y sin darse cuenta... lentamente dirigió una de sus manos hacia su cara... para finalmente rosar su boca con un par de dedos...


Como lo suponía... el aliento de Sanji venía acompañado de un sutil aroma a tabaco...



TZUSUKU...


 

Notas finales:


* Monkey D. :  ok... nadamas por no dejar... claro que aki me refiero a la familia de Ruffy... Monkey D. Ruffy para ser precisos jejeje.

* No lo pude evitar... el insulto de “Aho-ronoa”  se lo tomé prestado a mi sempai Roronoa Yuria-sama... esque desde que lo leí en uno de sus fiks me enkantó ^w^, no pude evitar usarlo. Espero no te moleste sempai *w*:
Aho ( de idiota), ronoa ( pues de Roronoa ^^' )

*Den den mushi: pequeños “artefactos” que sirven como teléfonos en el universo de One Pice. Consisten un caracoles ( de distintos tamaños ) por los que las voces de los interlocutores es transmitida ( no me pregunten como rayos O_O ).

*Kuroashi Sanji: traducido como “pierna-negra Sanji”, es el nombre con el que se le conoce a Sanji en los carteles de “Se busca”. Esto haciendo alusión al hecho de que Sanji usa las piernas para pelear y siempre viste sus pantalones de vestir negros ^w^ (uf...sexy). Ademas de que es el aprendiz del pirata conocido en sus tiempos como Pierna-roja Zeff.  

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 Ahora si, el meollo del asunto en todo su esplendor ^w^

comenten que les parece la propuesta... mmm, y si hay algun problema con el contenido del fik... me disculpo -_-...

 

 

ahora si, los veo el prox fin ^o^


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