Capitulo 3..FRUSTRADOS.
El tiempo es algo que hagamos lo que hagamos no se detiene y los días fueron pasando convirtiéndose en meses. Y así llegaron al 4to mes.
La palabra correcta era llegaron por que ambos se esmeraban por desquiciar y frustrar al otro. En especial Amano era el tipo mas desquiciante del mundo al menos eso pensaba Mido.
Esa tarde se había tomado un tiempo libre estaba agotado. El tener que trabajar y además realizar labores domesticas por que su compañero seguía siendo igual de inepto que al principio y si a eso se le agregaban los cambios hormonales era con toda la extensión de la palabra todo un reto.
Esa tarde disfruto un poco del aire y el sol de la tarde tibio y calido sobre su delgado cuerpo. El tenia que ser el adulto en esa relación. Algunas veces sentía que terminaría en el diván del psiquiatra.
Pero esa tarde la tenia para fumar toda la cajetilla si deseaba, Le había costado salir, como cada tarde era una lucha con su chico y esa tarde no había sido la excepción.
Flash Back
Habían ambos llegado al pequeño departamento después de andar repartiendo panfletos y de gritar con el alta voz, en busca de un cliente. Pero ni un cliente, había sido tiempo perdido ambos estaban cansados, fastidiados sudados, sucios y hambrientos.
- Ginji corta las verduras en lo que yo empiezo a cocinar la pasta. Externo Mido con un tono que denotaba cansancio y a la vez responsabilidad.
Pero el rubio se estaba quedando dormido en la mesa.
- Ginji no te duermas, anda has lo que te digo, comes y te duermes.
Pero esa tarde el rubio entre el cansancio y las hormonas empezó a pelear con su compañero.
Ante los alegatos irrazonables del chico. Mido solo lo escuchaba, le costaba contar hasta cincuenta mentalmente su carácter era puesto a prueba a cada momento. Por fin el rubio cansado de alegar tomo el cuchillo y más que cortar la col la asesino.
Ante la mirada de su compañero que seguía contando para no explotar esa vez llego hasta novecientos cincuenta.
Por consiguiente la comida, en lugar disfrutarla y ser amena. Fue horrible y en silencio.
Se deslizo el telépata de la cocina dejando al rubio que lavara, alcanzo a escuchar que se rompió un vaso, Volvió a contar una vez más.
Después de su gran hazaña de lavar la loza. A la que el castaño le dirigió una mirada esos platos era un asco. Pero bueno con un trapo se limpiaban antes de comer o los pasaría por el chorro del agua y asunto arreglado.
- Ginji . Comento tratando de no enfurecer a su chico. El cual se había molestado quien sabe el por que, y ahora de la misma forma estaba sonriente y feliz.
- Si Ban.? Externo con un tono de dulzura, como si no hubiera pasado absolutamente nada. Hasta los corazoncitos flotaban en el ambiente.
-Hoy fue cansado para ti, descansa un rato. Externo el castaño con prudencia tratando de no decir nada que regresara a su chico a la ira.
- Yo no estoy cansado. Seguía tan sonriente y feliz.
El castaño que sentía que iba a estallar de un momento a otro tomo a su chico de la mano y lo llevo a la cama, lo acostó y lo arropo.
- Ginji duérmete.
- Que no me duermo, no quiero. Y ya te dije que no.. Externo el rubio mientras las chispas inundaban su cuerpo, como reflejo que estaba sumamente molesto.
- No me trates como un niño. No soy un niño…
El telépata sabiamente antes de un nuevo enfrentamiento le practico un jagan que lo puso a dormir de inmediato y asunto arreglado fin de la discusión.
Fin del flash back
Cada bocada de humo que emanaba de su boca le hacia sentir tan bien. Extrañaba los días en que a pesar de no tener un centavo en la bolsa era casi un dios para su chico. Lo admiraba lo amaba lo adoraba cualquier cosa que dijera para su chico era ley.
Y ahora su Ginji era un desborde de hormonas por que no podía ser tan dulce como siempre? El amaba y admiraba como su mirada color miel, se embobaba cada vez que le veía. Amaba a ese chico tan suyo.
Pero ahora no solo el chico estaba allí , además estaba el Dr. Jekyll y el Sr. Hyde y su comitiva. Podía de pronto explotar en forma iracunda por tonterías tan infantiles que solo eran propias del telépata no de su Ginji.
Pero aparte estaba su parte emocional, y le daba por llorar por las mas grandes niñerías, que pasaran frente a sus ojos era capaz de estallar en llanto.
Y no se diga del momento de hacer el amor. A Mido le encantaba el buen sexo, fuerte apasionado. En el que se corría y se llenaba como un búfalo en celo. Pero su chico podía no desear que le pusieran un dedo encima y no se dijera que lo abrazara oliendo a sudor o a tabaco por que el otro casi se vomitaba.
Pero en algunas ocasiones en plena madrugada cuando el sueño esta en su mejor momento el rubio se convertía en tigre en celo, como si hubiera estado en abstinencia durante cinco meses. Y empezaba a arder y a como diera lugar su compañero tenia que darle lo que necesitaba. Necesitaba que lo poseyeran y no una vez mas de tres. Haciendo que al día siguiente para el castaño se estuviera tan cansado que se estaba durmiendo.
El telépata con cada pensamiento, valoraba si lo mejor hubiera sido que Ban Junior no existiera.
Pero el solo pensar en Ban Jr. Hacia que todo lo que pasaba valiera la pena.
- Ah pero ya pasara ya va entrar a cinco meses, ya no es tanto. El telépata dejo de estar recargado en el árbol en donde estaba se encamino al Honky Tonk al menos un lugar donde El era Ban Mido, no el que cocinaba y cuidaba de un chico que actuaba y pensaba como un mocoso, pero que eso si alegaba sus derechos.
El castaño entro al local. Las campanas de la puerta lo delataron.
- Ban ya no te veo tan a diario como antes. Externo Paúl, con una sonrisa.
- Hola Paúl.
- Anda siéntate externo, el dueño mientras le servia una taza de café.
El castaño se sentó y tomo la taza.
- Quieres un emparedado?
- Y por que tanta amabilidad. No hace mucho nos corrías a Ginji y a mí. Y siempre nos estabas cobrando.
- Ah no seas rencoroso Ban , que no me puedo alegrar por ver a un viejo amigo, antes siempre estaban los dos aquí. Ahora ya no vienes tan frecuente como antes.
El castaño le dio un sorbo al café. Y acepto de buena gana el emparedado que le sirvieron.
- Y dime Ban como esta Ginji?. Pregunto el dueño del local con la curiosidad y confianza que el daba el ser un amigo muy cercano al castaño.
- Ah como siempre bien. Respondió el telépata no era un hombre que externara lo que sentía a diferencia de su Ginji que no solo hablaba hasta por los codos, era amante de contar hasta los mas pequeños detalles y mostrar sus sentimientos. Así era de transparente su rubio y la razón por la cual socializaba con medio mundo y como casi todos lo apreciaban.
Paúl ante la respuesta de su amigo, mejor tomo su diario y se puso a comentar notas del periódico.
Al final de una buena tarde con una platica girando alrededor de trivialidades el castaño mas relajado, regreso al departamento.
Pasaban las nueve de la noche por lo que ya estaba oscuro, entro noto que en la casa no había ni una sola luz prendida, señal que su rubio seguía durmiendo. Entro a la casa y se dirigió a la recamara y se sentó en la cama, prendió la luz. Y de inmediato el chico se despertó.
- Hola Ginji como estas?. Externo el castaño con una sonrisa muy amigable.
- Ban.
Y después se acerco al rubio y le dio un beso en los labios. Paso sus manos por debajo de la remera de su chico y lo atrajo hacia el aprisionándolo sobre su pecho. Mientras lo tenía tan próximo a El mordió más que besar su cuello despertando un quejido en su amado.
Y tomo entre sus manos el cuello de la remera desgarrándola despertando deseo y pasión en su chico.
Y fue descendiendo sus besos del cuello al tórax lengüeteado y jugueteando con los pezones, estos juegos excitaban en forma volcánica su amado. Sus hormonas se desbordaban como una cascada.
Haciendo que el momento se revistiera de un deseo ardiente y desenfrenado.
Para estos momentos el rubio estaba colgado al cuello de su amado besándolo frenéticamente permitiendo y deseando ser poseído. Le importaba un comino para este momento los juegos preliminares y cualquier situación que prolongara el deseo y la pasión. El rubio solo deseaba ser poseído.
El castaño recorrió todo el cuerpo de su amante, esforzándose en prolongar la satisfacción de su amado. Mientras su amado solo deseaba llagar al clímax, los juegos sexuales de su compañero eran solo una tortura que alargaba su deseo. Con cada momento se sentía como una olla de vapor sentía que de un momento a otro iba a estallar.
Por fin fue penetrado y poseído y el rubio sintió como su corazón se acelero a tal grado que sintió que iba a explotar. Y abrazo con mayor fuerza el cuello de su compañero casi al grado de sofocarlo.
Ambos se corrieron al mismo tiempo ambos alcanzaron su clímax y despertaron las mas caprichosas pasiones. Lo que ambos nunca supieron es que El que se esmero por amar, y se sintió un rey por despertar tal pasión en su amado solo fue un desborde de hormonas. Y El que fue amado hubiera deseado experimentar todo sin las hormonas que lo dominaban.
Al final el resultado fue todo un festival de fuegos artificiales lo mejor de lo mejor. Y eso era lo único que importaba. Tendrían mucho tiempo por delante para repetir el festival.
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Continuara………………..
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