Capitulo 14 Amigos parte 2
Se encontraba caminando por la playa sus pies descalzos sobre la tibia arena le daban un sensación feliz de bienestar.
Se recargo sobre una roca y lo observo allí a unos cuantos pasos se encontraba Makubex como siempre trabajando en su computadora personal. Le regalo una sonrisa cuando levanto la vista del teclado.
Siguió su camino y se despidió agitando la mano del chico genio que continuaba su trabajo arriba de una tortuga.
- Que raro estaba en la fortaleza ilimitada y allí no habían tortugas?
Se detuvo a ver los alto de los grises y derruidos edificios cuando lo sintió era Mozart no cabía duda se le había lanzado a saludarlo y empezó a lamer su cara.
- Mozart no lo hagas quítate. Externo mientras lanzaba golpes al aire aun dormido.
- MOZART!!!! Externo el telépata.
- El rubio abrió los ojos y se encontró con una almohada, que le había lanzado el castaño molesto.
- Ban?
- Como te atreves a compararme con ese animal. Externo de mala gana el ojiazul. Con un tono de reproche y enfado. Quien se había sentado al lado del chico mientras aun dormía.
- Es que….Sentía que me lamían. Externo el chico en tono bajo.
- Idiota era yo y te estaba besando. Reprocho e hizo el intento por levantarse.
Tan pronto como las neuronas del chico hicieron sinapsis, comprendiendo la situación se lanzo sobre su castaño y se le colgó al cuello.
- Te extrañe mucho Ban. Expreso con un tono lleno de alegría, mientras Atria hacia El al recuperador.
- Si mucho me debes de haber extrañado, cuando lo primero que pensaste es en ese perro pulgoso. Continuaba el telépata haciendo berrinche observándole solo de reojo con una mirada de reproche.
- Waaaa lo siento Ban.
- Pues no parece.
- En verdad Ban te extrañe mucho. Externo el rubio con los ojos llorosos. Sujetando al castaño por el cuello. Y después empezó a besarlo en la cara.
-Mozart……
- Ya olvídalo Ban.
- Mejor cuéntame como te fue?.
- Ah….Suspiro el castaño.
- Paso algo Ban? Pregunto e chico con curiosidad pero sin soltar a su pareja.
- El cliente nunca aparecio. Lo esperamos y nada… Externo el castaño con un tono de desilusión. Mientras veía al chico.
- Por eso hoy llegue muy temprano. Intentamos contactarlo y todo fue inútil.
- Lo siento Ginji.
- Nuestra economía esta muy mal.
El rubio no hizo ningún comentario, solo estrecho más su abrazo. Y lo atrajo hacia la cama en esa forma ambos quedaron acostado.
- Parecía un bien trabaja y la remuneración iba a ser buena.
- Yo tenia planeado que ahora regresando fuéramos a comprar un poco mas de lo que necesitamos. El castaño continúo externando como se sentía.
- No falta mucho y los gastos son altos.
- Hoy cuando venia de regreso, pensé que debía tragarme mi orgullo y conseguir otro trabajo.
El rubio continuaba escuchando a su compañero, y lo soltó para acomodarse en el pecho del mayor.
El telépata acaricio la cabeza del menor. Y le sonrío.
-Hoy saldré a promocionarnos Ginji no te preocupes, siempre salimos a delante.
El chico le sonrío mientras se acomodo aun más en el pecho de su pareja.
Un par de horas mas tarde el castaño salio con una actitud positiva para promocionarse.
El rubio vio alejarse el auto desde la ventana. Como extrañaba no ir y estar al lado de su amado compañero. Es verdad que algunas veces se sentía muy avergonzado de entregar papeletas mientras escuchaba cada cosa que terminaba diciendo el telépata.
Pero la realidad es que extrañaba no pasar todo el tiempo a su lado.
El día de hoy casi le rogó por que le dejase participar pero la respuesta fue un rotundo no. Y bueno siendo honestos en este momento el chico era más un estorbo que un apoyo.
Continúo observando por la ventana hasta que el auto desapareció. Lo único que le animaba era la promesa de regresar por El para ir a comer juntos.
El telépata escogió un lugar que el pareció el mejor por el momento sobre la avenida principal a unos pasos de una plaza con especialidad en comida rápida.
Era un buen lugar mucha gente pasaría por allí, a su hora de la comida.
Recargo un cartelón sobre el auto. Esta vez no podía contar con la ayuda de su chico.
Tomo la bocina, y empezó su trabajo de promoción.
- A PERDIDO ALGO QUE CREE IRREMPLAZABLE...
- GET BACKERS ESTA PARA RECUPERARLO
-MI NOMBRE ES BAN MIDO…
- NUESTRA AGENCIA TIENE UN 99.9 DE EFECTIVIDAD…
Cuando algunas personas se habían reunido a su derredor. El castaño dejo la bocina para entregar la propaganda.
-Tomo Señorita, Soy Ban Mido y estoy para servirle…
- Tome abuela yo le puedo ayudar a recuperar aquello que perdió.
- Tome Señor soy Ban Mido mi teléfono por si requiere mis servicios están en la hoja.
El recuperador estuvo cerca de cuatro horas. Hasta que la ultima papeleta había sido entregada.
-Creo que es suficiente. El castaño recogió el cartelón que había recargado guardo la bocina y al ver algunas de las papeletas rodando por el aire sobre el piso. Se molesto por lo descuidada de la gente.
Recogió las dos hojas que huían de sus manos y se paro frente a los que era un bar.
“SE SOLICITA HOMBRE JOVEN PARA TRABAJAR COMO GUARDIA DE ENTRADA.”
Interesados pasar entregar solicitud.
El castaño se detuvo por unos minutos observando el cartel.
Después echo un vistazo a su propaganda. Y nuevamente al cartel.
- Ah es tentador pero no. Yo soy el increíble Ban Mido. Y se dio media vuelta.
Todo el camino a casa por Ginji se reprochaba si realmente era mejor esperara a que la fortuna le sonriera o aceptar el empleo.
Después de recoger al rubio se dirigió al Honky Tonk. Su estado moral no era para entablar una conversación así que el viaje fue en silencio. Además que discretamente observaba la medida del tanque de gasolina y hacia cuentas en silencio sobre lo que traía en la cartera.
Las campanillas de la puerta les dio la bienvenida el rubio dio un alegre saludo a Natsumi y a Paúl y ambos le respondieron de la misma forma a diferencia de Mido que paso y solo les saludo con la mano.
- Te comió la lengua el ratón en Osaka Ban?. Pregunto Wan desviando la mirada del periódico.
- El castaño solo lanzo un gruñido. Y tomo asiento en la barra.
- Por lo amena de tu conversación imagino que la diosa fortuna no te sonrío verdad?.
El telépata solo le lanzo una mirada de reproche.
- Debe haber una forma en que te disculpes, para que te sonría la diosa de la fortuna. O nunca tendrán suerte con el dinero. Externo Paúl para después volver a sumergir la nariz en el periódico.
Mientras el telépata estaba de mal humor el rubio no dejaba de reírse mientras platicaba con la chica.
- Hoy Paúl te hizo Teriyaki de carne espero lo disfrutes. La chica puso frente al joven un plato que olía delicioso con carne de color oscuro, salsa del mismo color y algunas verduras.
- Gracias Paúl huele delicioso. Y de inmediato empezó a devorar lo que tenia enfrente.
La joven después se fue al lado de Mido. Sonriendo.
Le sirvió un café y un emparedado. El castaño no alego. No estaba de ánimo ni para eso.
-Oye Ban ahora que termines necesito me vayas a comprar algunas cosas. Externo Paúl mientras le dejaba una nota con una larga lista de cosas.
Al terminar de comer tomo el papel y salio.
- A donde va Ban? Pregunto el rubio.
- A hacer las compras no te preocupes regresa mas tarde. Respondió Natsumi sonriendo sin darle mayor importancia.
Después de una hora el telépata regreso con todo lo que el dueño del bar le había pedido no se podía quejar.
- Aquí esta tu maldito encargo. Entrego de mala gana mientras el dueño del lugar solo río para si.
- Oye donde esta Ginji?
- Se fue con Natsumi.
-Ahora voy a tener que ir por El. Externo de mala gana. Saco un cigarrillo había estado tan desanimado que hasta de su amado vicio se había olvidado. Lo prendió y le dio una bocanada con ansiedad y después saco el humo lentamente.
- Y con permiso de quien se fue la anguila eléctrica con Natsumi?.
Wan prefirió no responder y mejor empezó a sacar los víveres y a guardarlos en la despensa.
Unas dos horas más tarde el telépata toco el timbre la joven le recibo sonriente. –Llegas a tiempo Ban. Entra.
El castaño entro de mala de mala gana. Y se encontró con el rubio que estaba tan cómodo como en su propia casa viendo una película.
El telépata guardo silencio y se sentó a su lado. No había razón para desperdiciar una oportunidad de descansar un rato.
- Que película es esa?
- Es Alien el Octavo pasajero. Es una película del espacio.
- Ah ya se cual es y creo que no te conviene verla.
- Tu siempre sabes todo por eso te adoro, y se recargo en el hombro de Mido. Mientras ambos continuaban mirando la cinta.
El timbre sonó y la chica corrió a abrir la puerta.
- Parece que Natsumi tiene visitas, se le ve emocionada. Externo el castaño.
-Hola Señor Ginji por lo que veo se la esta pasando bien.
- KAAAAZUUUKIIIIII. Chibi Ginji salto con abanicos saludando.
-Que haces aquí fenómeno de los hilos?
-Tan amable como siempre verdad Ban. Respondió Kazuki.
- Pero también esta aquí mi amado Juubei. Comento el pelilargo con un tono meloso refiriéndose a su amado.
- O sea que Juubei y tu son pareja. Externo Ginji muy emocionado.
- Kazuki y yo somos pareja desde que éramos casi niños. Respondió el medico.
-Si la verdad es que Juubei y ya estábamos destinados el uno para el otro desde antes de nacer. Externo Kazuki mirando con amor a su pareja sin soltarle la mano.
- Tanta miel me empalaga. Externo el castaño con fastidio.
Su rubio estaba acostumbrado a su forma de actuar cuando no estaban solos. A su amado Ban le encantaba que los demás creyeran que era el ser mas odioso del planeta.
- Yo no sabia que fueran tan amigos de Natsumi. Externo el castaño con curiosidad.
- Natsumi nos invito. Externo el maestro de los hilos.
Los recuperadores se quedaron con cara de intriga.
El timbre volvió a sonar y la joven se lanzo corriendo a la puerta.
Y esta vez fue otro de los ex subordinándoos del emperador relámpago.
- SHIDOOOOOOOOOOO.!!!! Chibi Ginji salto con abanicos una vez más.
-Hola Ginji. Nos vemos de nuevo.
- De nuevo? Pregunto el telépata. Con un gesto de molestia y curiosidad cuando le había visto.
- No te contó Ginji que ayer pasamos el día juntos.
- Shido fue muy amable conmigo y además me hizo de cenar. Externo Chibi Ginji.
-Imagino que también te invito Natsumi verdad? Pregunto en forma sarcástica el castaño.
El timbre sonó varias veces más y así fueron llegando Heven, Paúl, Himiko, Madoka que en realidad venia con Shido pero se había quedado platicando con Natsumi.
Así que Chibi Ginji tuvo que dar nuevos saludos con abanicos. Hasta quedar agotado.
Todos habían tomado lugar en la sala de la joven. Y se veían tan sonrientes. El castaño pensó que no era casualidad el que tantos amigos estuvieran reunidos.
Ginji se veía tan feliz rodeado de sus amigos. Y todos se veían bastante animados charlando entre si.
De pronto Natsumi se levanto de su asiento, se puso en medio del grupo y se dirigió a los recuperadores que se encontraban muy juntos no por romanticismo, sino por que la llegada de los otros les había reducido su espacio personal.
- Ban y Ginji les tenemos una sorpresa. Comento la anfitriona muy emocionada.
- Una sorpresa? Respondieron ambos al unísono.
-Si todos estamos muy emocionados de ser tíos. Y te hicimos un Baby Shower.
- Una Baby Shower? Respondió el rubio.
- Si es una fiesta con regalos para nuestro sobrino.
La chica corrió al cuarto de al lado y regreso con una hermosa caja decorada con papel metálico y un enorme moño de colores rosa y azul.
Se acerco al rubio le dio un abrazo y después le acaricio la barriguita y le dijo, dirigiéndose al bebe – Espero que te guste.
-Anda Ginji ábrelo.
El chico como todo un salvaje arranco el listón y lo lanzo hacia atrás y le cayó a Kazuki en las manos.
- Si fuera una boda eso quiere decir que serias el que sigue amor. Externo Juubei al oído a su pelilargo.
En la caja había todo para vestir una cuna. Un paquete con sabanas blancas y verdes, una almohada con una funda verde decorada con un bordado de unos borreguitos en color blanco. Una colcha con una enorme aplicación de un bebe borrego. En un fondo verde. Y además había dos preciosos mamelucos uno de color amarillo y el otro azul ambos decorados con borreguitos y para terminar un colgante decorado con tres borreguitos.
- KYAAAAA. Todo es muy lindo. Externo el rubio mientras sacaba cada cosa.
- Yo hice los borreguitos del colgante. Externo la chica. Con un tono de orgullo.
- Gracias Natsumi me encantan. Externo Chibi Ginji mientras abrazaba a los borreguitos
- Espero le queden las pijamas. Externo la chica.
- Yo estoy seguro que si. Respondió el joven sonriendo y se coloco cada mameluco por turno sobre el abdomen.
-Ahora es mi turno Natsumi. Heven se paro y fue por su regalo a la habitación de junto y regreso con dos cajas amabas decoradas en color dorado propio del centro comercial donde había comprado los regalos.
- Espero te guste Gin.
- Lo compre con mucho amor para ustedes.
La rubia le entrego ambas cajas a los recuperadores.
Chibi Ginji actúo de la misma forma las abrió salvajemente. En la primera caja había todo un ajuar media docena de camisetas de ropa interior que se abotonaban con broches al nivel de la entrepierna. Media docena de medias. Tres mamelucos de diferentes colores. Media docena de baberos.
En la segunda caja había dos pequeñas frazadas. Y un precioso vestido de color rosa y blanco. Con todos los accesorios para lucir preciosa en caso de ser una niña.
El rubio lo tomo entre sus manos y le encanto- Gracias Heven!
- Es que pensé por que no darle rienda suelta a mis impulsos y compre el vestidito. Externo la rubia mientras se encogía de hombros.
Nuevamente el rubio puso sobre su abdomen la ropa. Para medirla
La negociadora se acerco al abdomen del chico y dijo en voz baja- Si eres niña desde ahora tienes que lucir hermosa.
- Es nuestro turno expreso el maestro de los hilos. Y trajo rodando una carriola de color rojo. E interiores en blanco.
- Espero le guste a nuestro sobrino. Externo sonriendo en forma coqueta el pelilargo. Ocasionando que su medico le tomara la mano y la besara en forma tierna.
- OH Juubei siempre eres tan… Y un beso evito que el maestro de los hilos continuara hablando.
- Bah váyanse a un hotel. Par de fenómenos. Externo el castaño. Con fastidio.
- No seas grosero Ban. Le reprocho el rubio.
-Bueno es mi turno. La dama veneno camino sin gran entusiasmo hacia el rubio y le entrego un peluche de oso.
- Espero le guste a tu bebe. Es que a mi las ideas no le llovieron mucho que digamos. Y se alejo no sin antes echar una mirada a Mido de reproche.
El rubio abrazo emocionado el oso. Y se lo presento al bebe.
La joven solo pensó que a ese chico se le ocurría cada tontería. Rayaba entre la estupidez y la ternura. Pero quizás por eso era encantador y todos sus amigos lo amaban.
- Es mi turno Shido?. Pregunto en forma tímida la joven que estaba a su lado.
- Si. Si quieres. Respondió el maestro de las bestias.
- Ayúdame por favor Shido. Externo la joven con una sonrisa coqueta que embrujaba al Mariudo.
El joven tomo a la chica de la mano para evitar que se tropezara y la guío de ida a la habitación contigua y de regreso a la estancia.
- Espero que te guste. Y sonriendo le entrego un sobre al chico. Este al abrirlo encontró vale por una recamara para bebe había una foto. Y una nota que decía ya esta pagada pueden recogerla cuando gusten. Y después venia la dirección del centro comercial.
- Gracias Madoka es muy linda.
-De nada yo les pedí a la vendedora que me escogiera la más linda.
- Y de seguro aquella se llevo una buena comisión. Gracias Madoka. Externo el telépata. Nunca perdía oportunidad para sacar a relucir su sarcasmo.
- Bueno ahora sigo yo. Externo Paúl y le entrego una caja que no estaba envuelta. Y sin necesidad de abrirla se veía que era.
-Es una vaporera para esterilizar los biberones. Y aquí hay otra caja
- En esa están los biberones. El dueño del bar le entro al rubio una caja con tres biberones para recién nacido de cuatro onzas decorados con Chibi animales del zoológico una jirafita, un elefante y un león.
- Kyaaaa que lindos. Externo Chibi Ginji mientras intentaba descifrar como liberar los biberones.
-Mmm... falto yo. Externo el maestro de las bestias.
- Ven conmigo Mido. Y lo llevo a la habitación contigua.
-Que quieres chico mono? Externo el castaño.
- Te quiero dar esto. El Mariudo saco un cheque de su cartera.
- Que significa esto? Externo Mido con un tono irritado.
-Esto es un préstamo serpiente tarada.
- Y no te atrevas a rechazarlo, no quiero que ni mi sobrino ni a Ginji, les vaya a pasar algo por falta de economía.
- Entiendes? Externo en forma imperativa Fuyuki.
-Esta bien lo acepto solo con la condición de regresarte hasta el último centavo.
Después ambos abandonaron la habitación.
- Que paso Ban?
-No paso nada.
Después del reparto de regalos, disfrutaron de una cena con bocadillos cortesía de Madoka. Y un pastel de frutillas que hizo Natsumi.
Cerca de la media noche todos se fueron retirando poco a poco. Los últimos fueron los Get Backers.
- Gracias Natsumi. De parte de Ginji y mía. Mientras cargaba en su espalda al Chibi Ginji que se había quedado dormido, mientras abrazaba el oso.
Mido tuvo que hacer cerca de tres viajes incluyendo en el que llevaba a su chico para guardar todo en el auto.
Acomodo con cuidados a su chico y lo cubrió con la frazada con la que originalmente dormían en el auto.
Mientras conducía de regreso observo al joven, dormía con la paz de un niño. Era envidiable. Además se veía tan hermoso.
El telépata amaba realmente al chico que viajaba a su izquierda. Lo amaba a tal grado que daría su vida por El. Y era reconfortante como sus amigos estaban a su lado y se esmeraban por satisfacer sus necesidades.
Al llegar al departamento despertó al chico. Aunque subió como un zombi por el sueño que se cargaba.
Mientras el castaño se hacia pelotas para subir los regalos.
Tan pronto como entraron el rubio se tiro en la cama.
- Pequeño Idiota. Te puedes lastimar. El telépata corrió para acomodar al chico.
- Te amo Ban… Expreso mientras se le empezaban a cerrar los ojos.
- Yo también te amo.
- Eres el que le da sentido a mi vida.
-Entre tantos millones de personas te encontré, eres como mi ángel personal.
Te amo. Y le dio un beso en los labios.
Su chico hacia más de tres minutos que se había dormido profundamente no alcanzo a escuchar ni una sola de las palabras que el telépata había pronunciado.
Pero no tenia importancia mientras siguieran juntos había mil y una oportunidad para expresarle cuan importante era el rubio para El.
Hoy había sido un buen día. Y con ese pensamiento Mido cerro los ojos y se durmió mientras abrazaba a su chico.
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