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CONSECUENCIA (2DA PARTE DE DESEO) por sunshine

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Notas del capitulo: En este capitulo cuando Ban recuerda su niñez basado en el manga no 3 la fortaleza infinita ( lo pueden leer en manga fox).
Los barrios mencionados en el fic existen y se encuentran en Shinjuko.
No son inventados solo la trama..Por que ya saben los personajes no me pertenecen. lamentablemente.
Capitulo 16 Donde estas pequeño idiota? Parte 1



Abrió los ojos aun estaba oscuro, sin embargo era de esas veces que ya no podía continuar durmiendo. Esta vez no se trataba de aquellas pesadillas que durante tanto tiempo eran parte cotidiana de su vida y no le permitían descansar, sintiéndose un anciano a sus dieciocho años.

Se froto el ojo derecho y estiro el brazo izquierdo a la mesa de noche hasta alcanzar el celular, lo tomo le dio send y aunque medio deslumbrado con la intensa luz azul que emanaba se esforzó en ver la hora.

- cuatro cincuenta y nueve.

Al ver la hora un gesto de disgusto se reflejo en su rostro. Y se tiro una vez mas sobre la cama, azotando la cabeza contra la almohada un par de veces.

- Ah deseaba seguir durmiendo. Expreso con un tono que revelaba cansancio.

- Rayos ya no me voy a poder volver a dormir. Poniendo su mano derecha sobre la cara. Se dijo a si mismo con un tono de frustración.

Giro el rostro a la izquierda y allí seguía durmiendo con la tranquilidad de un niño su chico.

Por una décima de segundo le paso por la mente la idea de lanzarle un almohada al chico de la paz reflejada en el rostro, aun llego a tomar la almohada en la que anteriormente descansaba, pero desistió. Hubiera sido injusto y su frustración hubiera sido al doble. Era casi seguro que el rubio no se despertaría. Sabia de ante manos que el chico, tenia un sueño pesado en contraste con el rubio su sueño era ligero y después de despertar le era muy difícil conciliarlo de nuevo.

- Ah no vale la pena. Desistió. Se sentó del lado derecho de la cama. Al tocar con la planta de los pies el piso, dio un pequeño salto.

- Rayos esta helado. Externo con un tono malhumorado. Pero se levanto.

Se dirigió a la cocina, prendió la luz. Abrió la puerta de la alacena. Empezó a remover.

- Donde quedo aquella caja de te?

-No creo que se la haya tomado?

El castaño seguía removiendo entre las cajas de cereal, una que otra lata...

- Ese Ginji no creo que se haya acabado el te. No le gusta. Continúa refunfuñando.

Por fin apareció la dichosa caja, maltrecha pero allí estaba. La tomo y la abrió y saco una pequeña bolsita.

Se giro tomo de la alacena una pequeña olla. Abrió la llave del agua y le lleno hasta la mitad. Luego la puso sobre la hornilla y espero a que hirviera.


Mientras esperaba, tomo una cajetilla de cigarrillos que guardaba en la cocina.


Eran las cinco de la mañana estaba solo en aquella cocina. No tenia por que limitarse. Después de todo su rubio estaba en la recamara durmiendo.

Dio unos pasos a la ventana, la abrió y se acomodo para fumar, sin ningún remordimiento. El humo ya no se quedaría en la casa.

Observo las luces de la ciudad y los vehículos transitar por la calle.



Recordó años atrás cuando era un pequeño de ocho años, vagando solo en aquellas oscuras calles, durmiendo en cualquier rincón que le diera refugio, protegiéndose contra el frío con lo que podía.



A la incomodidad de dormir a la intemperie y pasar hambres, se sumaban aquellas pesadillas que le atormentaban.

- Que triste niñez Solo en Tokio.

Sin embargo a pesar de todo era una especie de libertad. Ya lo habían intentado de matar varias veces a su corta edad. Y mientras vivía a la par de un mendigo sus perseguidores le habían perdido la pista.



Por un momento su rostro se ilumino, mientras exhalaba el humo. Recordó cuando conoció a Yamato y posteriormente a Himiko y como sintió desaparecer su soledad, con ellos tenia una familia.

Pero nada es para siempre y al final solo otra vez.

Hasta hace tres años que conoció aquel chico, rudo y agresivo, confuso y atormentado y allí su vida cambio.

Desde que conoció al rubio desaparecieron las pesadillas, pero lo mas importante su soledad se fue.


Recordó que iba a prepara una taza de te, fue a la cocina el agua estaba en plena ebullición. Tomo la olla y vertió el contenido sobre su taza.

De inmediato el agradable perfume del te, le llego a la nariz.

No le apetecía quedarse sentado, taza en mano se dirigió a la recamara y observo con mejor estada de animo a su rubio durmiendo placidamente.

Un sentimiento de alegría y bienestar lleno su corazón.


- Hoy es un buen día. Pensó.

- Le haré el desayuno y si no aparece ningún trabajo me quedare a su lado.

- Hoy nos quedaremos en pijama y le leeré.

- Realmente el día de hoy lo quiero pasar con El. Continuo pensando mientras se encontraba recargado en el dintel de la puerta.






Eran cerca de las nueve cuando un agradable aroma a hot cakes. Despertó al rubio.

De inmediato el chico se levanto y menos de tres segundos estaba sentado en la barra esperando el desayuno.

- Hola Ban. Huele delicioso.

El telépata le paso un plato y le sirvió tres piezas. Le alcanzo la mantequilla y un vaso de leche. Y mas tardo en servir que el otro en engullir el desayuno.


- Deberías de comer más despacio.

- Lo...haré. Respondió el chico aun con la boca llena.


Media hora después de terminar de desayunar y hacer el aseo de la cocina el castaño se acomodo en el sofá al lado de su rubio.

El chico tomo la mano de Mido y la puso sobre su abdomen sonriendo.

- Sientes como se mueve?

- Si lo siento. Externo el telépata. Para después aproximar su oído intentando escuchar. Mientras el rubio le acariciaba el cabello a su compañero.


- Como ira a ser? No tienes curiosidad?

- Si mucho. Me gustaría que tuviera tu sonrisa Ginji.

- Y a mi me encantaría que tuviera unos ojos como los tuyos. Azules.

- Si pero sin jagan.

- Por que sin jagan?

- Por que por esa maldición lo van a intentar matar. Externo el castaño con un rostro serio contrastante con la alegría que mostraba hacia un minuto.

- Pero nos tiene a nosotros Ban y lo cuidaremos.

- Tienes razón no permitiremos que nadie le haga daño. Externo el castaño mientras jugueteaba con la melena del rubio.



-Te amo Ban.

- Yo también te amo pequeño idiota.


-Hoy tienes algo que hacer Ban?

El telépata observo directamente a ese par de ojos color miel. Quien le observaba con una mirada curiosa y llena de esperanza.

- No hoy nos quedaremos en casa.

- Genial. El rubio abrazo efusivamente a su compañero.

- Al rato te haré de comer y más tarde te leeré un libro.

- Estas de acuerdo?

- Si Ban.

- Hoy solo quiero que descanses. Y pasar el día a tu lado.

El rubio se sintió inmensamente feliz.




Unas horas mas tarde el castaño salio a hacer unas compras y se disponía a cocinar cuando el timbre de su celular le saco de su concentración.

Tomo el celular y vio el nombre de Heven. Pensó en ignorar la llamada, pero era un lujo que no se podía dar.

- Si diga?

- Ban tengo un trabajo para ti. Y con muy buena ganancia. Expreso Heven desde el otro lado de la línea. Con un tono cargado de energía.

El rubio sentado frente a El sacaba sus propias conclusiones. Y le sonreía a la vez que le hacia gestos para animarlo.

-Cuando nos reunimos con el cliente?

- Esta justamente a mi lado. Expreso la rubia en voz baja, tapando la bocina con la mano.

El castaño suspiro.

- Ah esta bien ahora voy.

- Solo que no estamos en el Honky Tonk.

- Nos vemos en media hora en el bar luna, se encuentra en el vecindario de kabukicho. Externo La rubia con un tono animado


El rubio atento a la conversación no dijo nada. No tenia derecho, necesitaban el dinero y el lo sabia.


- Ah me tengo que ir Ginji. Externo mido con un tono de desilusión y cargado de responsabilidad.


- Al rato a mi regreso cocinare la cena.


El castaño se retiro el delantal. Le dio un beso al chico y salio.




El rubio le vio cerrar la puerta al salir con un sabor amargo de desilusión. En verdad le había encantado la idea de pasar el día en el departamento sin hacer nada más que descansar.


Permaneció acomodado en el sofá con la mirada al techo sin buscar nada específicamente cuando el timbre de su móvil lo saco de entre sus pensamientos.

-Ban. Respondió con un tono que parecía sonreír. El rubio imagino se trataba de su compañero que le llamaba para regresar por El.


-Ginji Amano? Externo una voz desconocida para El del otro lado de la línea.

- Si? Respondió el chico intrigado.






Mido después de aparcar en una calle que le pareció segura camino por la acera de la avenida principal de Kabukicho el vecindario conocido en el Japón como el barrio rojo por la cantidad de bares, restaurantes, prostitutas y otro tipo de comercio sexual.

Al encontrarse con la marquesina que tenia letras blancas en un fondo azul que decía Bar Luna, entro. El lugar para ser aun de día se encontraba a media luz. Había pequeñas mesas redondas propias de un bar, en una esquina un hombre tocaba un teclado para enfatizar el ambiente íntimo.

Desde la puerta pudo ver a la rubia con una de sus ajustados y escasos atuendos platicando con un hombre de mediana edad.


Se aproximo a ellos. Espero que la rubia los presentara y después se sentó.

El Sr. Nakamo le comento a Mido que podía ordenar una copa a su salud. A lo que el castaño se negó.

El telépata no acostumbraba mezclar el negocio con la bebida.

La rubia tuvo que interceder por el castaño, para que el Sr. Nakamo comprendiera que no era una grosería por parte del recuperador solo que El tomaba cada contrato con suma seriedad.

Después de la intervención de la rubia el cliente contó su historia y lo que deseaba recuperar.

Contó abiertamente como su madre era irlandesa y la situación que impera en la lucha eterna que se presenta por la intolerancia en la religión.

Después hablo cuando tuvieron que abandonaron la isla y viajaron a la tierra de su padre Japón.

El telépata le escucho con suma atención, toda la historia que el cliente contaba debería de tener alguna finalidad.

Al final toda la historia concluyo en que el Sr Nakamo quería ponerse en contacto con su hermano menor el cual, regreso a Irlanda por unos documentos y a la fecha no tenia idea que había pasado con su apreciado hermano.

Y la misión consistía en viajar a Irlanda y realizar una labor de búsqueda hasta dar con el hermano.


El Sr. Nakamo prometía una importante y nada despreciable suma con varios ceros. Además de pago de viáticos. Y aun un bono extra si lo hacia en un menor tiempo.


- Que opina Sr Mido?

-La Srta. Heven dice que es el mejor en el área.

- Discreto y eficaz.

Externo el Sr Nakamo con un brillo en los ojos. Mientras sacaba la cartera del bolsillo interior de su saco.

El castaño había permanecido en silencio valorando la situación.

- Por que yo?

- Creo que este trabajo lo realizaría mejor la policía sin ningún problema.

- Por discreción Sr. Mido.

- No quiero que nadie se entere.

- Entiendo…..

- Pero? Cual es su pero.?

- Ya le informe estoy dispuesto a pagar una enorme suma por su trabajo y su discreción….

-No acepto el trato, lo siento.

- Si yo lo aceptara tendría que viajar e invertir mucho tiempo…

- Y en este momento no dispongo del tiempo.

- Quizás en otra ocasión…

El telépata se levanto y se alejo.



Mido abandono el bar y fue en busca de su auto, mientras pensaba que tenía que haber gato encerrado.

Al llegar al auto le marco al rubio para avisar que iba de regreso.

- Lo sentimos el teléfono que Usted marco se encuentra apagado o en reparación.-


- Ese idiota de Ginji olvido cargar el móvil y se le bajo la batería.

- Cuantas veces le tengo que repetir que debe ser cuidadoso. Hablaba para si mientras manejaba de regreso.




Al llegar al departamento lo único en lo que pensaba era la amonestación que le iba a dar a su chico por descuidado. Pero para su sorpresa no se encontraba en el lugar.

Lo busco por todos lados y nada. El pensar que había salido le molesto mucho.

- Salio sin avisar y su teléfono apagado.

- Que no le entra en la cabeza que debe ser precavido.

- Y para colmo ahora lo voy a tener que ir a buscar.



Una hora después un Mido enfadado e irritado entro al Honky Tonk.

Paúl se dio cuenta por el sonido de las campanas.

- Ban.

- Donde esta el irresponsable de Ginji?.

- No viene contigo?. Pregunto Wan.

Mido se le quedo viendo con un gesto, que daba a entender que no estaba para bromas.


- Ban habíamos quedado en que tú lo ibas a traer acá si salías.

El castaño tomo un cigarrillo.

- Solo Salí por un par de horas, no tenia caso.

- Me estas intentando de decir que Ginji no esta aquí?.

-No.

- Ese irresponsable, que terquedad la suya de no avisar. Externo Mido molesto.

-Puede que este con Nat sumí, ella hoy se fue temprano mañana tiene examen.

- Pero para salir de dudas le hablare por teléfono. Wan saco su celular y busco en sus contactos. Y entablo una pequeña charla con la joven. Mientras el castaño fumaba molesto.


- No esta con ella. Externo Paúl al aproximarse al joven.

El castaño cada vez se veía más molesto y preocupado.

- Déjame hablar con Makubex el se puede contactar con cualquiera de sus amigos. Externo Paúl y una vez más se alejo para hablar por teléfono. Después de unos minutos regreso al lado del joven.

-Y bien?

-Makubex me comento que el mismo se comunicaría con Kazuki Shido. Por que en la fortaleza tampoco esta.


El mostrar sus emociones y temores era algo que el telépata se esmeraba en ocultar, por lo que no externo una palabra solo se mantuvo con el cigarrillo colgando en la boca. Pero sin fumar.


Veinte minutos después sonó el celular de Paúl.


Ban le siguió con la mirada sin mover un músculo y los tres o cinco minutos que dura la conversación le parecieron una eternidad. Por fin corto. Pero el dueño del local. No se aproximo.

No necesitaba palabras, sabia que algo no estaba bien.


Por fin Wan se apiado del castaño y se aproximo.

- Makubex hablo con Kazuki. El maestro de los hilos no lo ha visto. En cuanto a Shido logro hablar con El. Y dice que Shido y Madoka viajaron fuera del Japón.


- Donde estas pequeño Idiota? Se pregunto en su corazón. Mientras continuaba con el cigarrillo colgando de los labios. Sin expresar palabra.









En otra parte al norte de Tokio en la ciudad de Adachi cerca del río Arakawa en una habitación aislada le costaba abrir los ojos a Amano los parpados los sentía tan pesados.


- En donde estoy? Se pregunto.



Notas finales: Mil gracias por leer.
Espero en una semana actualizar el capitulo.

En estas hermosas fechas abrazen y mucho, sonrian todo el tiempo y den mucho amor y recibiran el doble
besos pre navideños
con cariño Sunshine

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