Capitulo 13 Amigos.
A finales del invierno el frío amenazaba con continuar. El joven observo por la ventana y el cielo seguía de color gris. Añoraba esos hermosos días de mediados de primavera y sobre todo verano con un cielo azul brillante, y calor que hacia muchas veces sentir que se derretía y a veces llegaba a odiar la ropa y el calzado.
Y el deseo de darse un chapuzón era un sueño. Las escasas ráfagas de aire que llegaban a circular eran una bendición por que aunque pocas no por eso menos valiosas pues al contacto con la piel se sentían increíblemente refrescantes.
De nada de servia añorar, así que lanzo un suspiro y se concentro en el momento. Busco entre sus ropas su celular y lo encontró en el bolsillo de su pantalón.
- Es la una y cuarenta cinco minutos. Expreso para si.
-Ah me tengo que dar prisa, es tarde y me muero de hambre. Externo después de un suspiro.
Tomo el buzo, los guantes y se enrollo la bufanda aquella que Shido le había regalado y se encamino a la puerta observo una vez mas a la ventana y suspiro una vez mas.
Salio cerró la puerta y echo a bajar las escaleras una vez más que salio el golpe del aire frío le dio sobre la cara y este empezó a agitar el cabello golpeando sobre la cara.
Mientras caminaba empezó a meditar en como desde que conoció a Ban siempre le ha admirado y deseado ser como El.
Recordando
El sol era calido se encontraban aparcados en la avenida principal en Shinjuko a orillas del parque y disfrutaban de una hamburguesa ambos estaban recargados en Lady bug era un momento de descanso que se habían tomado para luego seguir promocionando sus servicios.
- Ban?
- Dime Ginji? volteo el castaño para ver al chico que se encontraba sentado en el suelo.
-Como puedo ser mas fuerte?
-Mas fuerte? Respondió el castaño sorprendido por la pregunta.
- Si siempre te he admirado y he querido ser como tu.
El castaño sonrío complacido.
- Yo creo en ti Ginji y se que hay una gran fortaleza dentro de ti, solo que ahora eres como un bebe.
- Un bebe?
- Si siempre estas compitiendo.
- Pero llegar el día en que encontraras esa fortaleza en ti, Y yo creo en ti lo sabes. Externo el telépata mientras acariciaba la cabeza del chico.
……………………………
El joven había avanzado apenas avanzado cuando mucho un kilómetro o sea unas diez cuadras.
Ban siempre a creído en mi pensó. Pero en realidad nunca he logrado ser ni la mitad de lo que El es,
Y no solo físico, desearía ser mas como El, que no me afectaran tanto las cosas que suceden, como ahora que me siento triste por que Ban no esta conmigo y hoy tengo una cita.
Nunca le he mencionado a Ban cuanto me esfuerzo para caminar esta distancia que me separa del Honky Tonk. Creo que lo tomaría como una debilidad y ya demasiado se preocupa siempre por mí. Para salir con que hacer este viaje solo me hace sentir miserable y me siento terrible.
No puedo creer que caminar unos cuantos kilómetros me haga sentir tan mal. Externo el rubio mientras se recargaba en la pared con el brazo derecho. Mientras su frecuencia cardiaca y respiración se recuperaban Sus lágrimas se desbordaban de sus ojos. Se odiaba a si mismo por ser tan débil.
Una anciana se aproximo al joven.
- Se siente mal? Le puedo ayudar en algo?.
El chico volteo sin externar una sola palabra, la pregunta de la mujer le hizo sentir peor de lo que estaba. Debía de lucir patético.
- No se preocupe yo me encargare.
Esa voz le era conocida….
- Shido!
- Ginji.
-Que haces aquí Ginji?
- Ah me dirijo al Honky Tonk. Externo el joven esforzándose por que el maestro de las bestias no notara nada.
- Estas bien? Pregunto el mariudo con curiosidad.
- Si genial. Le respondió sonriendo.
- Ginji la verdad es que llevo prisa y necesito tomar un taxi. Tengo una cita con Heven el Honky Tonk...
- En verdad? Pregunto el rubio aliviado.
- Si. El maestro de las bestias paro el taxi y se llevo al rubio con El.
- No me lo vas a creer Shido. Es la tercera vez que cuando me dirijo donde Paúl, me encuentro con alguien. Externo el chico mientras veía por la ventana,
- Si?
- Si el otro día también iba solo y Emishi iba manejando un camión y me recogió y me llevo al Honky Tonk.
-Puedes creerlo? Externo a la vez que giraba su rostro para ver frente a frente al maestro de las bestias sonriendo.
-Y hace dos días apenas llevaba unas cinco cuadras y me tope con Kazuki. También estaba apurado y tomamos un taxi como hoy.
El maestro de las bestias escuchaba indiferente. Con su vista fija al frente. Procurando no mostrar nada.
- Y hoy me encuentro contigo, eso es ser afortunado no crees? Externo una vez mas el ex volt.
Shido no comento nada solo lo observaba, En este momento su ex líder se veía relajado y sonriente. A diferencia de su encuentro estaba pálido y se veía agotado. Y se sintió tan culpable, haberlo hecho caminar tres y medio kilómetros cuando el pudo haberlo evitado.
Fuyuki sabia que los encuentros no eran casualidad en lo mas mínimo. La razón era solo que sus amigos estaban preocupados Por El.
Makubex investigaba cuando Mido no se encontraba y sabia que su apreciado Ex líder tenia que salir y recorrer cerca de diez kilómetros. Así que cada encuentro estaba mas que planeado. Solo se las ingeniaban para que el chico no lo descubriera.
- Ah si? Fue lo único que respondió el maestro de las bestias.
- Si Shido te digo soy afortunado no lo crees?
- Si creo que tienes razón.
Ambos arribaron al Honky Tonk y las campanillas le dieron la bienvenida.
- Hola Paúl.
-Hola Natsumi.
-Hola Ginji, debes estar hambriento verdad? Pregunta la joven.
El chico corrió y tomo su lugar en la barra, mientras la chica le sonreía y le ponía la manteleta y los cubiertos.
- Que te trae por aquí Shido? Pregunto el dueño del lugar. En realidad Wan le pasaba la información directamente a Makubex pero el poner en apuros al mariudo le divertía.
- Ah, este…..Yo tengo una cita con Heven…
-Yo pensé que Heven estaba en Osaka con Ban. Externo Paúl mientras veía sufrir a Shido.
Pero aunque hubieran dicho que era un plan con un rol ya escogido el chico que era el causante de todo estaba tan feliz devorando la pizza que le habían servido y no ponía atención a ninguna otra cosa.
- Ni modo creo que Ginji no se da por enterado. Expreso Paúl con un tono de frustración.
El maestro de las bestias solo esbozo una mueca parecida a una sonrisa. Y le dio un sorbo al café que le había servido Paúl.
Después que el rubio devoro dos pizzas y medio comió el plato de ensalada. Se derramo sobre la barra completamente satisfecho.
-Ginji.
- Si Shido? Respondió el joven quien empezaba tener sueño después de todo lo que había devorado más que comido.
- A que hora vendrá Ban por ti?
- No vendrá hoy esta en Osaka. En un trabajo que le consiguió Heven
- Si?
-Si.
- Y supongo que te quedaras aquí verdad?
- No, además hoy tengo una cita.
- Una cita?
-Ah si, y si no voy Ban se va a enojar conmigo y si eso sucede me pondría triste y como nadie quiere que eso pase, es mejor ir.
- Te acompañare.
- Lo harás? Pregunto el rubio abriendo los ojos como plato.
- Si lo hare. Es mejor a ir solo no crees?
- Supongo.
Un hora mas tarde el maestro tomo de nuevo un taxi y viajaron hacia la clínica donde se le atendía.
Durante el viaje el rubio se sentía feliz de evitar caminar otros cinco kilómetros. Y se relajo de tal manera que se quedo dormido en lo que llegaban.
El mariudo se sintió complacido de verlo descansar tan tranquilo. No podía negar en su corazón cuanto apreciaba al chico, le tenia un enorme cariño, en realidad el sabia que era mas que cariño, solo que esa parte el mismo no la aceptaba era imposible reconocer para El que en realidad le gustaba el rubio.
-Anda Ginji despierta ya llegamos.
El maestro de las bestias observo el lugar una vez que estaba dentro mientras el rubio confirmaba su asistencia Con la secretaria.
Los pacientes en la sala se sintieron un poco intimidados ante la mirada escudriñadora del joven. Y era lógico, el chico de apariencia ruda y rara. Era un poco llamativo.
El rubio se sentó junto a su amigo.
- No te incomoda que pase contigo verdad o si? Pregunto el mayor.
- Bueno…este…un poco. Respondió el menor en tono bajo.
- Por que?
- Me siento un poco avergonzado de que me revisen frente a ti.
-No tienes por que sentirte mal. Yo soy tu amigo.
- Si lo se.
La recepcionista llamo al chico para que pasara.
El rubio se levanto y había apenas dado un paso cuando se giro ciento ochenta grados y fijo su mirada en el rostro de su ex subordinado regalándole una de sus mejores sonrisas.
- Esta bien Shido anda pasa conmigo.
- Estas seguro?
- Si anda ven.
Una vez que llego el medico les dio la bienvenida y los saludo y le entrego una bata al rubio y lo invito a pasar a un pequeño cuarto para que se cambiara.
Una vez que regreso la enfermera le invito a pasar a una bascula para pesarlo.
El medico atento a lo que la enfermera le informaba empezó llenar un formato en la pantalla de la computadora el peso y medidas.
- No has subido realmente mucho, en mi opinión diría que es un peso menor al esperado. Externo el galeno con un tono reflexivo.
-El rubio solo sonrío y se encogió de hombros.
El maestro de las bestias permanecía callado solo seguía con la mirada cada detalle como paso a la bascula y después la enfermera le tomo la presión arterial. Cada acción la informaba la enfermera y el galeno anotaba y comparaba con los datos obtenidos en citas anteriores
- Cien sobre 70. Externo la joven
- Cien sobre 70. Persiste baja pero es normal. Comento una vez mas el medico.
- Aunque no te sientas del todo bien. Esa presión es la normal para tu estado. Hizo un nuevo comentario al joven.
El rubio se encontraba relajado, acostumbrado a que con cada sesión se realizaba cada acción en forma rutinaria y solo le sonreía. Era difícil negar que el chico no fuera encantador.
- Pasa a la mesa de exploración.
- Si quiere me salgo. Externo el maestro de las bestias un poco incomodo.
- No hay problema es solo una revisión de rutina, nada mas, No creo que sea incomodo para tu amigo. Externo el galeno.
El mariudo siguió con curiosidad la exploración no tenia nada de especial, le exploro el cuello y el tórax, solo hasta el momento en el que le midió la altura de fondo uterino, bueno aquí no se podía llamar igual. Aunque la finalidad era la misma, valorar el tamaño del bebe que fuera acorde con la edad gestacional.
- Tienes ahora treinta y tres o treinta y cuatro semanas. Volvió a comentar una vez que retiro la cinta métrica.
Antes de alejarse escucho con su mismo estetoscopio el corazón del bebe. Solo le sonrío ante la mirada curiosa del chico.
- Te gustaría escucharlo?
Tomo un extraño aparato lo puso sobre el abdomen y aumento el sonido de la frecuencia cardiaca del bebe para que ambos pudieran escuchar.
- Que te parece? Es tu bebe. Externo el profesionista con una sonrisa.
- MI BEBE!!
- Lo escuchas Shido! Externo el rubio impresionado y lleno de júbilo.
- Si. El maestro de las bestias no se caracterizaba precisamente por su emotividad.
- Ban no lo ha escuchado. Y le encantaría….
- Anda Ginji ya te puedes levantar.
El rubio estaba tan emocionado que quería saltar, pero el medico no el permitió.
- Ahora déjame hacerte unas preguntas?
- Como te has sentido, algún problema.
-No ninguno.
-Me alegro. Entonces cámbiate y eso es todo.
El rubio se levanto, dispuesto para cambiarse.
- Yo no estoy de acuerdo. Externo el maestro de las bestias.
- Como? En que no esta de acuerdo?
- Hoy le vi., estaba pálido y sudaba frío, estaba agitado. No creo que eso sea estar bien. Externo Fuyuki molesto.
- Te dolía la cabeza Ginji? Tenias nauseas. O sueño.
Si….Algo así. Respondió el rubio molesto.
- No habías desayunado verdad?
- Como lo sabe!
- Presentaste una hipoglucemia.
- Una que?
- Una baja de azúcar, si no desayunas en tu estado es peligroso.
El maestro de las bestias sintió una furia contra Mido. Por lo que escuchaba.
Después de escuchar por unos diez minutos haciéndole una vez mas hincapié en que debía de hacer tres comidas, la razón por la cual el peso era inferior a la esperado en la importancia de hacer algo de ejercicio aun hasta en el cambio de posición para dormir. El rubio no alego. Solo se deprimió un poco. Procuraba verse saludable.
Una vez fuera Shido le comento que tenia la tarde libre Madoka no estaba y como no tenía nada que hacer le acompañaría a su casa.
Antes de llegar al departamento Shido pasó a comprar un poco de despensa ante la mirada interrogante de su ex líder.
Fuyuki desde que culpaba a Ban de la salida de Ginji siempre le encontraba mil y un defectos. Y el escuchar que su apreciado amigo era común que hiciera una sola comida al día. Le hacia hervir la sangre.
Después de las compras ambos entraron al pequeño departamento, era la primera vez que el mariudo se encontraba allí. Lo comparo con la habitación que habitaba en la mansión de Madoka y todo el departamento era menor a su cuarto.
El volver a sentir pena por su amigo le volvió a irritar.
- Ginji por que no te pones cómodo y descansas un rato.
El rubio le miro con cara de interrogación.
- Es que voy a hacer la cena, calculo que estará en unos cuarenta y cinco minutos.
- Yo te ayudo. Respondió el rubio en forma enérgica.
- Pero no es necesario….
- Solo te quiero ayudar. Me voy a cambiar y ahora regreso. Externo el chico con esa encantadora sonrisa que el Mariudo adoraba.
Después de cinco minutos aproximadamente el rubio se había puesto un pijama de franela. Para sentirse más cómodo y no sentir tanto frío. Y se acomodo en la barra interesado en lo que Shido iba a preparar.
El maestro de las bestias ya había lavado las zanahorias, las calabazas y el apio para córtalos y empezaba a cortar en pequeños trozos la carne y el pollo.
Había puesto a cocer el arroz a fuego lento en la estufa.
-Que estas haciendo? Pregunto el rubio con curiosidad mientras tomaba entre sus dedos una zanahoria.
- Es Yakimeshi es comida japonesa, espero te guste.
- Por que siempre estas comiendo pizzas y emparedados y hamburguesas etc. etc.
-Si, si me gusta…..Pero por que se te ocurrió hacer algo así?
- El Yakimeshi es delicioso y es una comida muy balanceada. No como lo que acostumbras.
- Anda corta estas verduras en pequeños cuadritos.
El maestro de las bestias enseño pacientemente al chico como hacerlo tal y como el quería y después las echo al sartén con la carne el pollo y los camarones. Y en una media hora aproximadamente, ambos estaban cenando.
- Te quedo muy bien. Expreso el rubio después de llevarse el primer bocado.
- No tenia idea que cocinaras?
- Hay muchas cosas que no sabes de mí. Respondió el mariudo con un atmosfera de misterio.
Al rubio le vino a la memoria una ocasión que Mido respondió igual la noche que se entero que su amado tocaba el violín. Cielos el único que no tenia nada de especial era el mismo.
Después de disfrutar de una cena deliciosa y de platicar mas de dos horas. Era una velada muy amena. Pero Fuyuki noto el cansancio en su amigo, claro mas de tres bostezos en unos diez minutos, significaban que su apreciado amigo estaba algo cansado.
-Anda Ginji. Shido se levanto y tomo al chico por la mano y lo condujo a la recamara.
Acomodo las sabanas y las cobijas, tomo tres almohadas y lo acomodo y después lo arropo.
- Gracias, pero no soy un niño Shido. Reclamo el rubio, pero sin un tono de enfado.
- Lo se Ginji…..
El mariudo observo lo realmente lindo que se veía el rubio, se veía tan vulnerable, tan deseable.
- Pasa algo Shido?. Pregunto el chico en un tono inocente. Ante la mirada embobada de su antiguo subordinado.
- No es nada Ginji es que Tu…….Tu……
- Es que yo que?
- Nada no importa que descanses Ginji.
- Mañana quiero que desayunes, promételo.
- Si respondió el rubio con ternura.
- Me tengo que ir. El Mariudo abandono el departamento y se fue caminando hasta su casa. Tenia mil cosas en que pensar. En realidad le gustaba el chico y sentía un gran deseo de protegerlo. Sentía envidia que Mido fuera el hombre que el chico amaba y no solo eso tendría un bebe con El.
En realidad que daría por que fuera su situación. Se sentiría muy orgulloso de ser padre. Y de tener a Ginji a su lado.
Pero después de todo, solo era un sueño. Aunque le hubiera abierto su corazón al rubio. El nunca dejaría a esa serpiente tarada.
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