Capitulo 15 Amigos parte 3
Habían pasado cerca de dos semanas los Get Backers se sentían mas que felices con todo lo sucedido en su vida.
Desde el momento en el que había declarado a Ginji que era mas que un amigo para su vida. Y le había hecho por primera vez el amor su vida dio un giro drástico como pareja alquilaron un pequeño departamento y dejaron de pasar las incomodidades de dormir en el asiento delantero del auto.
Su vida paso de ser amigos y socios a ser una pareja, con todas las alegrías y problemas cotidianos que eso conlleva.
En el departamento por muy pequeño que fuera se podían amar a libertad o podían reñir para después volverse amar con la experiencia de que después de la reconciliación el amor sabe aun mejor.
Y cuando ambos se enteraron de que había un bebe de por medio su vida fue aun mas plena. Eran contra viento y marea una pareja en toda su extensión.
Mido volvió a la realidad cuando su Pequeño Idiota le saco de sus pensamientos para preguntarle si estaba de acuerdo en el sitio donde habían colocado la cuna por décima vez.
- Que opinas Ban se ve bien junto a la ventana?
-Ginji van tres veces que la pongo junto a la ventana, que diferencia hay de las otras dos.
- Es que no se……Crees que se vea bien?
- Crees que le guste a nuestro bebe?
-Ginji no hay tantas alternativas o es junto a la ventana o es junto a la pared o es en la sala. Pero solo tenemos una recamara.
- Decídete por favor. Ya me canse de tener que mover todo.
- Al lado de la ventana me parece bien. Externo el rubio mientras le regalaba una sonrisa.
- Además podrá ver el cielo cuando amanece y las nubes. …. Externaba el rubio lleno de emoción.
-Además……..
_ Además que? Pregunto Mido.
El rubio le miro con la fascinación como si su pareja estuviera rodeada de luces de colores.
- Te amo Ban.
El telépata le sonrío. – Yo también a ti Ginji. Después camino hacia El rodeando la cuna. Le tomo del mentón y le dio un tierno beso.
El rubio se aferro a los labios del castaño. Deseaba tanto amarlo.
-Espera Gin. Externo el castaño cuando se separo sus labios de la hambrienta boca del chico y pego su frente a la del joven mientras ambos mantenían contacto visual.
- Ginji tengo temor de lastimarlos.
- Pero Ban….
- Son ocho meses Ginji, aunque me muero por tomarte, tengo temor de lastimarte. El castaño separo su frente del rubio, seco una lágrima que emergía del ojo derecho del rubio. Le sonrío y lo abrazo.
- Después cuando nazca el bebe nos desquitaremos y haremos el amor como locos. Externo el castaño como un susurro sobre el oído derecho del joven mientras le abrazaba.
Ambos vistieron la cuna con lo que les había regalado Natsumi, Y se veía preciosa. Al final Mido monto el colgante que hizo la chica con tres borreguitos sobre la cabecera de la cuna.
- Le falta algo no crees Ban?
- Si Ban Jr.
-No me refería a El. Y acomodo a kuma Chan y al osito que les había regalado la dama veneno.
- Ahora si creo que esta lista. No crees Ban?
El rubio después se quedo mirando la calle y el cielo por la ventana el sol que se apreciaba aunque tímido generaba un clima mas calido. Las personas por la calle ya no se veían tan abrigadas como al principio y había uno que otro osado que se arriesgaba solo a llevar una bufanda al cuello.
- Me gusta el calor Ban, cada vez hace menos frío. Externo el rubio girando el rostro para ver el de su compañero, sonriéndole.
- Por cierto pequeño Idiota en menos de una hora tenemos cita.
- Ya nos tenemos que ir.
- Cuando regresemos pasaremos al Honky Tonk.
El rubio le sonrío.
Una vez mas se repetía la misma escena llegaron y entraron a la sala de espera.
Mido se aproximo para confirmar la asistencia con la secretaria. Mientras el rubio tomaba asiento.
Después el telépata se aproximo a su pareja y cuando iba a tomar asiento junto al chico le llamaron para que pasara.
Entraron al consultorio ambos recibieron el saludo de bienvenida por el galeno la rutina de cada vez se repetía se cambiaba por la bata que le pasaban, acto seguido le pesaban y tomaban la presión por la enfermera mientras el medico anotaba y comentaba si había variaciones importantes.
Una vez mas saco a relucir que el aumento de peso era menor del esperado el chico inicialmente pesaba 62 Kg. Y en los ocho meses solo había llegado hasta 70 Kg. Y una vez más recibió la letanía sobre la importancia de tomar una dieta que incluyera tres comidas.
Mido fue el que recibió la amonestación y no externo comentario el sabia que su situación económica sufría variaciones y en estos últimos meses estas variaciones eran a la baja. Solo el apoyo de Paúl hacia que su chico tomara al menos una comida balanceada al día.
Sus cifras tensiónales se encontraban bajas pero en esta situación era lo normal.
Una vez mas le invito a subir a la mesa de exploración, primero le realizo la exploración rutinaria para ver su estado general. Mientras el galeno lo exploraba el rubio le sonreía a su compañero. Que permanecía en silencio al fondo del consultorio.
- Tienes treinta y seis semanas. Externo el galeno mientras le guiñaba el ojo y escuchaba con el estetoscopio el foco fetal para comprobar el estado del bebe.
Después le ayudo a bajar y continuo con sus preguntas de rutina sobre cualquier sintomatología que pudiese presentar.
-Estas bastante bien.
- Eres un chico sano.
- A partir de hoy te voy a revisar cada semana y en dos semanas mas programaremos para que nazca tú bebe.
- En dos semanas tan pronto? El rubio se mostró emocionado.
- Escuchaste Ban en dos semanas. Solo dos semanas! Se giro para ver a su amado compañero.
- Nacerás en dos semanas bebé. Le hablo directamente a su barriguita mientras le acariciaba.
Mido observo a su chico, era tan lindo, ocurrente y torpe. En verdad amaba al rubio.
-Entonces en dos semanas programaremos la cirugía.
- En la próxima cita te daré todas las indicaciones. A que hora llegaras sin tomar nada de alimento desde la noche anterior.
El rubio estaba tan emocionado, que no puso ninguna atención a las indicaciones.
El castaño se sintió aliviado por la distracción de su chico. Lo conocía de sobra para saber que el rubio le tenia pánico a las agujas y a los bisturís, y si hubiera sabido que tenia una cirugía programada lo mas seguro es buscaría la forma de huir. Ya después se las arreglaría cuando llegara el momento.
El medico se levanto de su asiento para abrirles la puerta, con la promesa de regresar la próxima semana.
Desde que abandonaron el consultorio todo el viaje en auto al Honky Tonk el rubio no dejaba de hablar sobre lo emocionado que estaba en conocer a su bebe.
Preguntándose de que color seria el cabello, bueno si es que tenía cabello, el color de los ojos. Si seria tan increíblemente guapo como su adorado Ban. O si seria una preciosa niña?
En dos semanas le conocerían y se moría por abrazarlo.
Una vez que arribaron al bar. El rubio antes de saludar externo que en dos semanas, solo dos semanas conocerían al pequeño y nuevo miembro de los Get Backers.
- Que alegría Ginji. Me muero por conocerlo. Externo la joven muy emocionada. Hasta derramo el café de la taza favorita de Mido. Por estar viendo al rubio mientras le servia el café al telépata.
- Lo siento Ban. La joven tomo un pedazo de servilleta de papel y empezó a limpiar
- Es que me emocione. Externo la chica ruborizada.
- Bah no importa. El telépata tomo la taza y le dio un sorbo al café para quitar el excedente.
- Imagino que tu también te encuentras emocionado, verdad Ban? Comento Paúl sacando la nariz del periódico y se aproximo a la barra, para quedar muy próximo al ojiazul.
El recuperador no respondió solo le dio otro trago al café. Mido no era un hombre que demostrara sus emociones abiertamente.
-Ban por cierto hay algo que quiero tratar contigo. Externo Wan frente al castaño mientras observaba a Natsumi y a rubio charlando amenamente en un rincón.
El comentario atrajo de inmediato a atención del recuperador.
- Bueno cuando tienes una misión, Ginji se tiene que venir caminando.
- Pensé que lo puedes dejar acá conmigo cuando salgas recogerlo a tu regreso. O se puede llegar a quedar a dormir, si es necesario. De esa forma no estará solo.
- De ante mano sabes que tengo una habitación de sobra, se puede recostar si se siente cansado.
- Mmm... no es mala idea. Externo el castaño mientras sacaba un cigarrillo con la boca de la cajetilla.
- Y no debes fumar tanto y menos frente a Ginji o al bebe. Paúl retiro el cigarrillo de La boca. Y el recuperador solo se quedo pasmado.
Sabía que su amigo tenía razón de sobra.
- Bah esta bien, de ahora en adelante, evitare fumar frente a Ginji y solo lo haré en la calle.
-Y como necesito fumar iré a dar una vuelta te encargo a la anguila parlante.
Mido saco otro cigarrillo de la caja con la boca y se levanto y empezó andar hacia la puerta.
Se recargo en el auto, sacó el mechero lo prendió y le dio una buena inhalada, dejo pasar el humo hacia sus pulmones y después de unos segundos regreso el humo por la boca sacándolo lentamente mientras abría los ojos.
Para el portador del jagan este placer se encontraba entre los más importantes de su vida.
Si le hicieran una encuesta seria difícil para el telépata escoger que tenia el primer lugar si escogiera la comida, el café siempre lo acompañaba de un cigarrillo.
Si fuera hacer el amor con su chico, para culminar el placer siempre terminaba fumando.
Aun si estaba molesto fumaba, si estaba nervioso fumaba. Eran sentimientos encontrados reconocer que sobre la comida, sobre el amor, sobre el dinero, sobre la salud sobre todo el tabaco era lo más importante en su vida.
Fue a la conclusión a la que llegaba mientras caminaba por el parque.
Observo a unos pequeños en bicicleta. Que habían pasado rodeándolo.
Se detuvo a descansar recargado contra un árbol mientras seguía con su vista a los pequeños.
Como se sentiría en unos años cuando su bebe llegara a la edad de los crios que siguió hasta perderlos.
Se saco el cigarrillo de la boca con la mano derecha y por unos momentos lo observo mientras se preguntaba como había sido que algo tan pequeño y tan costoso había llegado a dominarlo?
Sintió por un momento que su corazón se aceleraba algo así como una sensación de pánico ocasionada por el pequeño monstruo que lo dominaba y por una centésima de segundo tuvo la intención de tirarlo sacarlo de su vida, deshacerse de ese intruso que cada vez solicitaba mas que lo inhalara, que lo disfrutara, que reconociera que lo necesitaba.
Mido permanecía con el cigarrillo entre sus dedos pensando como seria de triste su vida sin el tabaco.
Seria un buen padre? Seria un buen compañero, seria bueno en algo, sin la inmensa felicidad que le ocasionaba el cigarro?
- Volvió a inhalar y a sentir la sensación del humo entrando por su garganta y llegando a los pulmones. Y dejo una vez más salir lentamente ese humo como quien exhala bióxido de carbono, después del refrescante oxigeno llenando de vida. Para Mido el tabaco era vida y no tenia la suficiente fuerza para deshacerse de alguien tan querido y amado, después de todo era su vicio. El primero entre otros.
Después de reflexionar se sintió liberado, era un esclavo del vicio otro infeliz que había mordido el polvo. Pero al fin y al cabo era su vicio. Solo cuidaría de no dañar a Ginji y a su bebe. Por que vicioso y todo era responsable.
El castaño continuo caminando eran cerca de las cinco de la tarde se encontraba en marzo cerca de la primavera, el frío era menor y el sol brillante.
Observo las nubes como contrastaban con el azul del cielo. Nunca le había dado importancia quizás eso de ser padre le da a uno una nueva perspectiva de la vida pensó para si.
En una tarde estuvo a punto una milésima de segundo de dejar de fumar y ahora observaba la naturaleza eso era algo que no se le daba con facilidad al telépata.
Decidió aspirar y llenar un poco de aire sus pulmones cuando algo contra El le hizo perder el equilibrio y sus intenciones de llenar de oxigeno sano sus pulmones contra el veneno del tabaco.
Cuando se dio cuenta de lo que pasaba ya se encontraba en el suelo.
- Que rayos!.Giro se esforzó para ver que tenía sobre la espalda.
- Ginji!!!
- Hola Ban. Le sonrío el chico que permanecía sobre de El.
- Idiota que crees que estas haciendo? Externo mientras se levantaba una vez que el chico se lo quito de encima.
- Es que te vi. Y me emocione. Te veías tan lindo observando el cielo. Comento el chico con la mirada llena de luces.
Por un momento el poseedor del jagan dejo de regañarlo le encantaba esa linda mirada que tenia su compañero cuando le veía.
-Idiota que crees que estas haciendo?
- Es que te extrañe.
- No me refiero a eso.
- No debes lanzarte así te puedes lastimar o dañar al bebe.
- tienes que aprender a ser mas responsable.
Los ojos del chico perdieron su brillo y se llenaron de tristeza.
- Ginji me alegro que estés aquí. Externo el castaño abrazándolo arrepentido en parte por sus palabras.
- Lo siento Ban.
- Solo ten un poco mas de cuidado.
- Por favor.
- No quiero que les pase nada.
El rubio le sonrío.
- Anda ven te comprare un helado. El telépata le paso el brazo izquierdo por los hombros y lo acarreo hacia la heladería.
Mientras veía sonreír a su chico, sabia lo importante que era para su vida.
El pensar perderlo era algo que le seria muy difícil de soportar, en una ocasión había perdido a Yamato y lo peor es que el mismo lo había matado. La vida le había dado una segunda y gran oportunidad nunca pensó que alguien como El tendría en su vida a un chico tan alegre tan lindo y que lo amara con locura. Que afortunado era.
- Pasa algo Ban.? Pregunto después de darle una lamida al helado.
- No solo que soy un tipo con mucha suerte.
El rubio no comprendió nada no respondió solo volvió a lamer el helado mientras le sonreía.
Esa tarde el rubio vio su pareja como si fuera le hombre mas guapo del mundo. Y pensó que el de la suerte no cabía duda se trataba de El.
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