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CONSECUENCIA (2DA PARTE DE DESEO) por sunshine

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Notas del capitulo: Mil gracias por leer}
Esper lo disfruten
solo una nota Ban emplea la palabra pequeño o pequeña cundo se dirige a alguien que quiere de manera cariñosa.
a Himiko le llama pequeña,
A Ginji tambien emplea el adjetivo idiota...pero en un capitulo lo llma pequeño idiota...En donde muestra su ternura un poco retorcida hacia el chico
Capitulo 17 Donde estas pequeño idiota? Parte 2





8 hrs. antes…..


Mido se encontraba frente a la barra de la cocina y empezaba a realizar el corte de las verduras y vegetales que iba a emplear en la preparación de los alimentos, ante la dulce mirada de su rubio. Se sentía como un famoso chef ante un programa de televisión.
El ojiazul apenas empezaba a rebanar en cuatro cortes la primera zanahoria cuando la música de su móvil le distrajo, casi ocasionando que se cortara.

La música continuaba ante la negativa del telépata y la mirada ansiosa del rubio.

Observo el nombre en la pantalla. Sabia se trataba de la negociadora. Aun así le tomo unos momentos decidir si estaba dispuesto a interrumpir su descanso. Sin embargo el castaño sabia que era probable se tratara de un contrato y sus financias no se podían dar el lujo de desperdiciar ninguna oportunidad.

Así que respiro profundo y tomo el móvil.

Ginji estaba más que seguro que la persona al otro lado de la línea al parecer se trataba de Heven.


Y por lo que su compañero respondía y los gestos en su rostro. Estaba seguro que era un trabajo.

Reflexiono sobre la indiferencia con la que tomo el móvil. Era obvio que su amado ojiazul había planeado quedarse a su lado en este día.


Con la intención que ese día descansaran. Mido estaba mas que conciente que su compañero necesitaba estar relajado.

Sin embargo el rubio, estaba seguro que se trataba de un trabajo y se esmero por no mostrarse desilusionado y aun más por hacer gestos y movimientos para animarlo.

Ban concluyo la conferencia, se alejo de la barra de cocina y con un beso tierno y la promesa de que regresaría pronto. Abandono el lugar.


El rubio suspiro después de verlo salir, le esperaba una tarde solo en el pequeño departamento, esta vez no lo llevo al Honky Tonk es probable por que en verdad su compañero pensara que no seria mas de un par de horas.

El rubio se derramo en el sofá extendió los brazos a lo largo del respaldo y echo la cabeza hacia atrás, fijo la vista en el techo, con pereza cuando escucho el timbre de su móvil.

- Es Ban pensó.

- Regreso por mi! Se dijo emocionado.

- Si.!!

Tomo el celular y escucho una voz que para nada era de la Ban.

- Ginji Amano?

-Si el habla. Respondió con curiosidad.


- Buenas Tardes Ginji le habla la secretaria del Dr. Kurogane.

- Tiene programada la cita para el día miércoles pero el Dr. acudirá a una convención.

- Si? Pregunto intrigado, en realidad si le cancelaba la cita se sentiría aliviado. Por el no había inconveniente.

La mujer continúo dando una larga explicación sobre la razón de la llamada. Después le comunico con el galeno quien para compensar su falta estaba dispuesto a verle esa misma tarde.

Esto último hizo que desapareciera la sensación de alivio de su corazón.

El medico fue realmente amable y hasta mandaría un taxi a la puerta.

Todos los pretextos que el rubio puso fueron solucionados y termino por acceder.

Hasta le llamarían a su compañero para que se le reuniera en la clínica. Y tuvieran oportunidad de tomar las decisiones que consideraran.

El rubio no podía dudar en lo mas mínimo que su medico era mas que excelente.


Media hora mas tarde el rubio abordo el taxi que lo llevaría a su destino.


Al entrar el no ver un solo paciente más le pareció extraño, pero era algo que no tenía ninguna importancia.

Fue recibido primero por la secretaria y segundo por el Dr. Kurogane.

- Pasa Ginji….

-No hubo ningún problema con el viaje.? Le pregunto con amabilidad.

- No ninguno. Respondió con una sonrisa.

Tomo asiento se sentía extraño ante tanta amabilidad. Pero con anterioridad Mido le había comentado que cuando el fuera el cliente las personas debían de darle un trato amable.

Por lo que se esmero por no mostrar su nerviosismo y se relajo.



- Debes tener sed. Y le ofreció un vaso de agua fresca. El rubio lo acepto como parte de la amabilidad que Mido comentaba. Y lo bebió.


Cada paso era algo rutinario a lo que se había acostumbrado y el cambiarse y la exploración era algo que conocía de memoria. Después la parte de las preguntas. Era una cita común y corriente.

Todo el tiempo se esforzó por dar la mejor respuesta y sonreír.


- Estas perfecto Ginji.

- Gracias.

- Ahora te voy a explicar lo que vamos a hacer, para que tú bebe nazca.

- No ha llegado Ban…. Comento mientras giraba hacia atrás buscando a su compañero con la vista.

- Ya llegara no te preocupes.

-Prefiero que El este aquí.

- Además El es muy inteligente y comprenderá todo muy fácil…..

-Esta bien lo esperaremos. …

- Quieres aquí o en la sala de espera.?

- En la sala de espera esta bien. Respondió el chico sonriendo aliviado, confiando en la llegada de su compañero.



Al momento de ponerse de pie, tuvo la sensación de perder el equilibrio. Y la rápida intervención del galeno impidió que se cayera.


- Gracias….

- Estas bien?

- Si eso creo…..

- Eso crees?

- Bueno en realidad no, me siento algo mareado y….

- Mareado y…?

-Además tengo sue…….ño…..

-No hay problema. El galeno paso el brazo del joven sobre su hombro para darle un mayor apoyo.

- Siento darle problemas….Pero con cada momento me siento peor. Externo el joven mientras recibía la ayuda.

-Necesito que llegue Ban. Tomo su celular esforzándose por fijar una vista que hacia que las imágenes se distorsionaran hasta llegar a ver tres imágenes en una. Dificultando reportarse con su compañero.


- Yo lo llamare. Respondió el medico mientras le quitaba el celular de las manos al joven.

- Voy a ayudar a llevarte a mi auto, para llevarte al hospital.

- No gracias Prefiero esperara a Ban. Respondió mientras sentía cada vez más pesados los parpados. El cuerpo sin nada de fuerza, si no fuera por el apoyo, se sentía incapaz de detenerse por si solo. Y la lengua empezaba a sentir que se le atoraba para hablar.

- Te voy a ayudar a bajar y te voy a meter en mi auto.

- Necesito ayudarte.

El chico por más que intentaba resistirse era inútil, sintió que era arrastrado por el elevador y luego al estacionamiento subterráneo y de allí el galeno abrió la puerta y lo metió.

Una vez en el asiento, ya sin el esfuerzo físico, le era cada vez más difícil mantenerse despierto.

-Ya no luches, ríndete de una vez. Externo el galeno con un tono diferente al que estaba acostumbrado.

-Ban….

- Creo que no vendrá. Comento el galeno encogiéndose de hombros mientras lanzaba el móvil del rubio por la ventanilla del auto, después de abandonar el estacionamiento e ir sobre la venida.

El rubio, no pudo más y termino perdiendo la conciencia.






Cerca de las diez de la noche, luchaba por despertar su cuerpo se negaba a salir del adormecimiento pero su voluntad era mayor.

El abrir los ojos, le costaba trabajo sentía los parpados tan pesados.

- En donde estoy.? Se pregunto.



Recorrió el lugar con la vista.

- Paredes blancas, una ventana….Esta oscuro debe de ser de noche.

Con cada momento su conciencia le daba nueva información.

Sintió el contacto de la sabana y manta sobre su cuerpo. Y la hizo a un lado. Hacia un poco de frío.

Se empezó a incorporar hasta quedar sentado, a pesar de sentir que la cabeza le daba mil vueltas.
Cada momento era una victoria su cuerpo sentía una combinación entre pesado y a la vez sin fuerzas.

- Tengo que salir de aquí. Se dijo mientras sus ojos amenazaban con volverse a cerrar.

-Vamos salir juntos de aquí. Externo mientras se acariciaba el abdomen. El sentir el movimiento de su bebe le dio calor en su corazón.

Logro saltar al suelo. La cama era más alta de lo normal. Sintió que volvía a la vida al contacto del helado piso sobre sus desnudos pies, esta sensación negativa le trajo de regreso un poco más su conciencia.

- Esta helado. Respiro un poco más rápido.

Con la molestia que le ocasionaba el helado piso se percato que no traía su ropa era una pijama clásica de hospital. Sintió los amarres sobre la espalda. Fue cuando comprendió por que el frío.

-tenemos que irnos…. Tenchi……Perdón Ban jr.

Camino por la penumbra llego a la puerta giro la manecilla y la abrió al salir un pasillo había luz que emanaban lámparas en el techo.

Al parecer no había nadie, era su oportunidad.

En su camino en medio del pasillo había un elevador. El tomarlo era mas que obvio que lo descubrirían, por lo que desistió y continúo caminando no se percato de que las luces de los pisos en la parte superior del elevador se venían encendiendo una a una. Señal de que alguien venia a los pisos superiores.

La amenaza de perder la conciencia continuaba, por momentos la vista le daba imágenes dobles dificultando su camino. Lo que le obligaba a continuar. Si se detenía, terminaría cediendo ante el cansancio.

En un momento al final del pasillo se encontró con una puerta que daba a las escaleras de emergencia. La abrió y observo hacia el interior.

Allí no había luz era el único inconveniente pero si era cuidadoso no tenia por que pasar nada.

Empezó a descender poco a poco en la oscuridad.

Alcanzo a escuchar el grito de una mujer que alertaba sobre su fuga, seguido de ruido de pasos corriendo.

- Nos tenemos que apurar y buscar algún escondite. Le hablo a su bebe con cariño. Continuo su descenso, cuando un intenso dolor que nunca había experimentado le recorrió el abdomen acompañado de la sensación de que se ponía duro.

El dolor le hizo descuidarse piso mal y termino cayendo los últimos escalones.

Cuando Chibi Ginji abrió los ojos era inútil estaba rodeado. Lo levantaron entre dos hombres probablemente guardias o enfermeros y lo arrastraron de nuevo al cuarto de donde había escapado. Sin tomar en cuenta las suplicas del chico.

Lo recostaron y aseguraron a la cama para evitar que huyera de nuevo. Con brazales de cuero en las muñecas.

Había una enfermera a su lado izquierdo a la cual no le puso atención hasta que sintió como le pincharon la vena y después le conectaban una solución. La cual observo desde su lugar en la cama como goteaba.

El Dr. Kurogane ingreso al cuarto.


- Ginji no creo que quieras que le pase algo a tu bebe. Externo mientras se aproximaba al joven. E inspeccionaba que los brazaletes estuvieran bien colocados.

- Perdón ( se aclaro la garganta) mejor dicho a mí bebe.

- QUE RAYOS QUIERE DECIR! Respondió el joven furioso, limitado por los brazaletes. No pudo hacer nada.

-Déjame que te explique brevemente…

- Primero tengo toda tu información y me servirá para ganar un premio.

- Toda tu información física, todo el estudio. Tengo de ti hasta tu ficha genética.

- No quiero que te quedes con la idea de que cada vez que te tomaban sangre era para descartar si tenias anemia.?

- No era parte de un estudio genético.

-Pero contigo me saque la lotería.

El rubio le seguía con la vista. Por que mientras el galeno exponía sus ideas les daba un toque de dramatismo y se desplazaba por toda la habitación. Hablando y gesticulando. Enfatizando cada una de sus palabras como si se tratara de una obra de teatro.

-La lotería?

- Si la lotería Ginji.!

-Primero el tener todo el expediente de tu embarazo me volverá famoso.

Segundo Mi esposa perdió a nuestro hijo en un accidente. Pero como ella ya no puede tener otro embarazo…

- Adivina quien va a experimentar ser madre de nuevo?

- Ah y tercero…..hay un tercero lo quieres saber?

El rubio permaneció en silencio.

- Bueno el tercero es que no hay registro tuyo en Japón.

- No existes.!!

- Por lo tanto cuando mueras.

El rubio abrió los ojos como platos. El hombre estaba loco.

- Como te decía cuando mueras, no me podrán culpar de un asesinato, por que tú no existes.

-Si crees que te vas a salir con la tuya, Ban te va a cazar ….

-Perdón….

- que si me voy a salir ……ya me Salí Ginji Amano!. Externo con un tono de emoción semejante al que se saca un premio.

- Pero basta de tanta charla tú tienes que descansar. Esta fue la última vez que hablamos. El medico se aproximo a la cama. Tomo una jeringa la purgo una gota se derramo por la punta de la aguja.


El rubio no perdía de vista al medico.

- Ah tampoco creas que te voy a hacer sufrir. Te he tomado cariño.

- Le voy a poner una droga en el suero y solo te vas a dormir.

- No sentirás nada.

- Yo te haré una cirugía obtendré a mi bebe.

- Te mantendré con vida un par de días mas, para experimentar con tu cuerpo y ya.

El medico aplico directamente sobre el suero el contenido de la jeringa. La droga se difumino como una gota de tinta entre el agua. El galeno después tomo la botella y la agito un poco para que se mezclara uniformemente. Tomando un tomo azul aguamarina.


- Descansa… Sin mas abandono la habitación.

El rubio observo como una a una iban desfilando las gotas y de allí se deslizaban por aquella manguera. Para después pasar directamente a su sangre.

- Tengo que hacer algo.

Se esforzó los músculos y tendones de ambas muñecas se tensaron ante el esfuerzo inútil por soltarse.

- Malditos brazaletes no me puedo soltar.

Con cada gota la sensación de somnolencia le embargaba de nuevo. Sabia que contaba con poco tiempo antes de perder de nuevo la conciencia.

Un dolor parecido al que sintió en las escaleras le ataco una vez más. Era tan intenso que una vez mas le dio la lucidez que tanto necesitaba.

- Ban …





El telépata conducía por las calles de Shinjuko peinando la zona en busca del rubio. No descansaría hasta agotar todas las posibilidades.


Daba vuelta a la izquierda cuando escucho la voz del rubio.

- Ginji?

-Un vez fue suficiente. Para darse cuenta que se encontraba al norte de Tokio. Y no solo eso sabía que no estaba herido, y que lo habían secuestrado.

La relación entre ambos era tan fuerte, que Mido era capaz de sentir al rubio y escuchar al chico como si estuviera a su lado.

El lazo invisible que los unía era resultado de su estrecho e intimo compañerismo.


La primera reacción fue manejar hacia el norte e intentar encontrarlo. Pero decidió ser más cerebral.
Era difícil encontrarlo a esas horas de la noche. Pediría ayuda, muy a su pesar buscaría apoyo , necesitaba de un transportista y tenia que ser el mejor y no le importaba si era el más sanguinario en esta misión le importaba poco si al rescatar al rubio, alguien moría.

En este momento su principal preocupación eran Ginji y su hijo. Nadie ni nada más.




Notas finales: Mil gracias por leer.
Si a mi me parecio triste..
Pero en el proximo capitulo mejorara

besos.
Sunshine

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