Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Reescribiendo nuestro futuro por LirinSanzo

[Reviews - 24]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Una vez mas un capitulo nuevo!!

CAPITULO III
“Eres libre”

Harry abrió los ojos lentamente, sentía un suave dolor de cabeza así que volvió a cerrar los ojos lentamente, se sentía muy bien en ese lugar, era cálido y estaba acostado en una suave cama. Había un olor a menta y eucalipto en aquel lugar, el cual respiro profundamente cuando de pronto su sentido común le preguntó que estaba pasando. Harry abrió sus ojos de golpe cuando todo llego a su cabeza como un flash back, Snape, el huracán, su intento de suicidio, Snape, recordaba el decirle a su profesor que le amaba, el profesor Snape besando su frente... después se sintió flotar en los brazos de alguien que le hablaba con ternura, y luego ya nada recordaba. Trató entonces de encontrarle parecido a ese lugar en donde se encontraba, miro hasta donde sus ojos le dieron la oportunidad pero no lo logro, no traía sus gafas puestas, y justo cuando iba aponerse de pie descubrió donde se encontraba. Por alguna estúpida razón no había notado muchos detalles, como el echo de que no traía la ropa de la noche anterior, si no una suave y cálida pijama de franela y el echo de que había otra presencia a su lado. Llevo su mano hasta una mesita de noche que estaba cerca de la cama y encontró sus gafas, al calzárselas tropezó con una cosa que le hizo aguantar la respiración y sonrojarse.
La habitación era grande y espaciosa, con acabados rústicos y mucha madera rustica que la hacían ver como un lugar en otra época, a pesar de todo era agradable y bonito, se sentía como si al fin hubiera encontrado un hogar. Sus ojos verdes siguieron observando el lugar detenidamente cuando al final, casi sin desear mirar, giro su cabeza hacia un lado topándose lo que ya seria más que obvio, pero, no pensó que jamás lo vería de esa forma.
En la misma cama que el, pero sentado recargado en la cabecera de la cama, Severus Snape se encontraba con sus ojos cerrados y con el cabello cayendo por sobre su rostro. Harry podía verlo algo cansado pero tranquilo. Sintió unos deseos increíbles de abrazarle y despertarlo, pero la vergüenza y el temor lo invadieron así que simplemente se acercó y le puso una frazada encima.
Harry no contaba con una cosa. La ligereza del sueño de su profesor.
Severus abrió sus ojos con tan solo sentir el casi inexistente peso de una sabana en su cuerpo, al abrirlos encontró a un muy sonrojado niño de ojos verdes que estaba sentado en la cama mirándole con cierto temor y vergüenza.
-buenos días Potter... –dijo Severus poniéndose de pie en aquella cama. Harry se sonrojo aun mas al verlo fijamente, era un hombre realmente atractivo, llevaba un camisón negro ajustado a su cuerpo y un pants de dormir del mismo color, su cabello algo alborotado se mantenía en su cara de una forma que Harry encontró encantadora, y sus ojos, no mostraban ese rencor que siempre solían aparentar además de esa encantadora y hechizante voz ya sin el odio que se mezclaba en tu tono. –lamento no haberle llevado a sus aposentos pero no se me la contraseña de su casa, además; no quería que usted se quedara solo una noche como ayer. –
Harry en parte se sintió agradecido y quería decirlo, pero por otro lado no sabia como. Abrió la boca para decir algo pero las palabras no salieron, así que solo se dedico a bajar la mirada avergonzado cuando de pronto sintió un peso a su lado, Severus se había sentado cerca de el.
-¿de verdad... –Harry no sabia como empezar a formular una pregunta que lo venía atacando desde hacia unos segundos. -usted no me odia...? -
Severus miro fijamente al joven frente a el, sus ojitos verdes estaban mirando hacia las sabanas en la cama, realmente mirándolo así no se veía el joven que tuvo que crecer sin alguna infancia debido a los problemas que arrastraron su inocencia hasta la obligada madurez, suspiró profundamente y atrajo a Harry hasta sus brazos estrechándolo contra su propio pecho.
-¿Debería tener alguna razón en especial para odiarle Potter? Eres la persona mas testaruda, dispuesto a romper toda regla posible y a meterse en mas problemas de los que una persona puede llegar a meterse en el bosque prohibido...es orgulloso como solo usted mismo puede serlo y siempre esta desacuerdo con el sistema de los profesores.. Incluyéndome... –Severus pudo sentir el cuerpo de Harry tensionarse, puso una mano en ese suave cabello negro azabache y se permitió perder sus dedos entre este hasta sentir como el cuerpo del mas chico se relajaba y hasta recargaba su cabeza en su pecho. - ... tiene usted Harry Potter tantos defectos... como los tiene de virtudes y tal vez estas le superan en numero y en acciones... –Severus se apartó ligeramente del chico aunque este no hubiera querido, llevo sus manos hasta las mejillas ruborizadas de Harry y se perdió entre sus ojos verdes. –Tal vez el echo de que eres es una criatura mágica demasiado curiosa sea el mayor factor para no poder odiarte...-
-¿criatura mágica demasiado curiosa? –repitió las palabras Harry con una sonrisa en sus labios. Si Severus fuera una persona que mostraba sus sentimientos y expresiones muy a menudo, esta vez seria una expresión de asombro, que obviamente no mostró pero realmente no pudo evitar asombrarse y en cierta forma alegrase, el chico de ojos verdes sonreía, tal vez era la primer sonrisa que salía de el desde todas aquellas cosas del pasado. Y su sonrisa se intensificó aun mas al ver entonces algo que jamás había visto en este Severus Snape, una cosa que vio en aquel pensadero, Severus emitió lo que parecía ser una sonrisa en sus labios, no aquellas muecas sarcásticas que su profesor solía hacer, era una sonrisa honesta y a su criterio, una muy bella.
-demasiado curiosa Potter –fue la última respuesta de Severus mientras bajaba las manos de aquellas sonrosadas mejillas.
Harry tomo las manos de Severus antes de que este las bajara de su mejilla. Eran ásperas, Harry imagino que se debía a todos aquellos años de manejo de pociones y de luchas interminables siendo un espía, pero a pesar de no ser tan suaves como las suyas, eran hermosas, dedos largos y blancos, Harry quedo mirándolos un rato antes de volverlas a poner en sus mejillas y cerrar los ojos lentamente.
-¿aun te sientes cansado verdad Potter? –interrumpió entonces la voz de Severus aquel bonito momento. Pero para Severus era lo mejor, no quería que Harry lograra sonrojarle y entonces su porte y su siempre simulada apariencia se desmoronaría.
Harry abrió sus ojos verde y miro a su profesor, sonrió muy levemente, jamás le diría ni le haría ver a su profesor que este estaba sonrojado, tal vez solo un poco, pero había un tono mas rojizo en su cetrina piel.
-Me duele la cabeza... –murmuró suavemente –creo que al final si me termine enfermando... -
-al menos no paso a mayores... –aquellas palabras se escuchaban tan sinceras en la boca de ese hombre que Harry se sintió de pronto apenado por aquel estúpido intento de suicidio. Pero la voz de Severus le hacia sentirse bien -... Tal vez, deberías descansar... -
-Si... por supuesto... –Harry se puso lentamente de pie pero antes de estar completamente erguido un mareo le invadió de pronto y dio un mal paso haciéndole perder el equilibrio.
Severus tomo al chiquillo rápidamente sobre sus brazos. Harry estaba enfermo. –Potter, ¿que crees que estas haciendo? –preguntó suavemente levantando una ceja mientras ayudaba al chico a recostarse en la cama otra vez.
-Iba a descansar a mi sala común profesor...siento que ya le moleste demasiado... –mencionó el ojiverde con una débil sonrisita en sus labios. Snape sintió unas extrañas y espontáneas ganas de besarle.
-aja... claro, a la sala común de Gryffindor donde no hay nadie mas que usted mismo... ¿se da cuenta que así enfermo si lo dejo ir y le pasa algo no me lo perdonaría ni Dumbledore, ni McGonagall y mucho menos Granger y Weasley? -
Pero Harry solo bajo la vista tristemente. –Ya lo volvió a hacer... -
-¿hacer que? - Severus frunció el ceño confundido.
-dejo de tutearme... –hace tan solo unos segundos me hablaba de tu, ahora ha vuelto a hablarme de usted... -
-¿Quieres que te hable de tu? –De acuerdo, para Severus era demasiado extraño hablar de Tu a las personas, mantenía una relación de “Tu” con Dumbledore que era como un padre para el, con Lily Evans quien fue la primer persona que le hablo de Tu, que le hablo por su nombre, y ahora su hijo, ese pequeño demonio quería que el le hablara de “tu” y lo mas espantoso es que realmente lo había echo involuntariamente. –Bien, de acuerdo... pero no se te ocurra a ti hablarme de tu, recuerda aunque soy tu profesor de pociones y que.... -
No pudo terminar la frase, tanto tiempo maquinando las cosas ni siquiera se percató de que Harry ya se había vuelto a dormir. Le miró dormir un rato mas, se veía realmente tan apacible y tranquilo, se arrepintió de haberle dicho demonio, verdaderamente el era un ángel muy bonito, Severus no pudo evitar recostarse al lado de Harry, tan solo observándole, hasta que ya no pudo mas y se quedo dormido también el.
No fueron muchas horas las que Severus pudo dormir, de echo, podría decirse que fue menos de dos horas, abrió los ojos cuando un no incomodo pero no natural peso se hallaba en su pecho. Miro hacia abajo y sintió un escalofrió dominar todo su cuerpo: Harry Potter, el chico que Severus odiaba con todas sus ganas se hallaba dormido recargado en el pecho de su profesor, con una tierna e inocente carita.
“Como es que estas cosas me suceden a mi...” se preguntó Severus tratando de soltarse del agarre del chico, pero cuando le toco para tratar de soltarse sintió al chico muy frió y la reacción de Harry cuando este trató de zafarse fue tomarlo con mas fuerza.
-hum... un poco mas... solo unos minutos mas... –balbuceó cariñosamente Harry aun dormido mientras sus manos inconscientemente abrazaban a Snape quien se sonrojo al instante. En todos aquellos años en los que el era joven e inclusive a la fecha, jamás había sentid un calor tan inmenso, nunca había despertado abrazado a nadie, ni siquiera se lo imaginaba porque el sentía desde la muerte de Lily que el ya no tenia razón de imaginar su vida al lado de otras mujeres. Pero ahora, abrazado del hijo de la mujer que el amaba, brindándole calor y comodidad sintió como si realmente fuera humano. Severus tomo con su varita y convocó un hechizo que hizo que la mazmorra comenzara a sentirse un poco más cálida hasta que vio que Harry comenzaba relajarse. Al cabo de unos minutos en los que aquellos ojos negros miraban al chico, este despertó lentamente.
Harry abrió sus ojos con pereza, milagrosamente ya no había dolor alguno en el. Miró hacia arriba y vio a su profesor de ojos negros mirándole fijamente, Harry sonrió débilmente.
-¿me volví a quedar dormido a que si? –preguntó mientras caía en cuenta de donde estaba el y sus manos que le abrazaban.
-efectivamente Potter, te has quedado dormido de nuevo... ¿quieres subir al gran comedor a almorzar algo? –Severus sabia que el debía alejarse un poco mas del chico, ese comportamiento de director-alumno no era nada bueno en esos momentos y menos con Harry Potter
-¿usted subirá a almorzar también profesor? –Harry se mantenía aun recargado en el pecho de Severus con una familiaridad (a criterio de Snape: muy descarada) –
-No acostumbro a almorzar en el salón comedor Potter... siempre me presento solo por compromiso, ingiero mi comida aquí... -
-¿profesor...? – la voz de Harry se escucho suave, casi inaudible. Severus enmarco una ceja.
-si, ¿Potter? -
-¿No le incomoda mi presencia aquí? –Harry levantó su cabeza y miro con sus ojos verdes a Snape.
-Potter, si tu presencia me incomodara, desde ayer hubieras dormido afuera de tu casa, y si me incomodara tu presencia, dormirías debajo de mi cama, no abrazado a mi como koala... -
Severus guardo silencio al instante y sintió un sonrojo total en su rostro. “¿¡Koala!?” ¿De donde demonios había sacado esa frase tan estúpida? Por un momento juro que había sonado como Fred o George Weasley. Miró hacia Harry, este le veía con sus ojitos llenos de un brillo de alegría. Bueno... Valía la pena entonces si con eso podía ver al hijo de Lily Evans al fin feliz de nuevo, después de tantos años donde el chico estaba triste.
-¿puedo quedarme un momento mas así? –preguntó entonces con tanta soltura que Severus tardó en analizar aquella petición.
-No creo que sea correcto Potter, Mcgonagall te estará buscando como desquiciada, además, no deberías acostumbrarte tanto a mi ¿sabes? -
Harry frunció el ceño.
-¿porque no? -
“¿Por qué no?” Realmente era una pregunta que Severus se había echo mucho tiempo antes, ¿porque no tratar bien al chico?, ¿porque le había pedido a Dumbledore siempre esconder lo mejor de el mismo?, Albus tenía tanta razón al decir que Harry era un jovencito lleno de ternura y con una gran necesidad de amor. Pero ahora que le tenía ahí, abrazado a su pecho un miedo le embargo de pronto, ¿Y si llegara el a enamorarse de Harry Potter? Rápidamente suprimió ese pensamiento, ¿como carajos podría enamorarse del hijo de la persona a la que amaba?
“Lily hubiera deseado tu felicidad” escuchó entonces otra vocecita la cual el llamaba conciencia, cerro los ojos fuertemente.
-¿profesor? –la voz de Harry interrumpió sus pensamientos, Severus abrió los ojos de nuevo y miró al ojiverde.
-Veras Potter, a diferencia tuya, yo no me acostumbro a las personas fácilmente, a veces ni siquiera tengo el interés de convivir con las personas... –Con ello Severus suavemente se separó de Harry quien hizo un gesto de replica pero que no demostró.
Harry sonrió para si mismo, bien, tal vez era cierto, Severus no se llevaba bien con nadie, siempre se hallaba solo en su mundo, pero el estaba cambiando, aunque no lo demostrara, el simple echo de un Gryffindor en la habitación de un Slytherin lo decía todo. Miró a su profesor ponerse de pie y recorrió con sus ojos verdes el cuerpo de aquel hombre, Harry siempre imagino que debajo de esas túnicas estaba un cuerpo delgado, pero jamás pensó que realmente su profesor tuviera un cuerpo cuidado y al parecer fuerte. Un sonrojo evidente se mostro en sus mejillas cuando por su mente imagino que se sentiría acariciar el cuerpo de su profesor.
- Se divierte analizándome, ¿no Potter...? –aquella voz fue la que hizo salir de sus pensamientos a Harry, Severus recargado en el alfeizar de una puerta cruzado de brazos mirando fijamente, con una sonrisa burlona, a Harry quien no pudo mas que comenzar a tratar de explicar todo con ademanes exagerados y balbuceos fallidos.
-yo.. ah.. no... es que... puedo.. explicarlo... ah... -
Severus pudo haber reído ante las fracasadas explicaciones del chiquillo pero solo levantó una ceja ante tal acto.
-alístese Potter, su ropa limpia esta en aquella mesita, ya regreso... -
Harry se puso de pie aun con el sonrojo en su rostro, tomo la ropa que Snape había apuntado mientras escuchaba en el otro lado de la puerta una regadera abrirse y el caer del agua. Sabiendo que Snape estaría dándose un baño aprovechó para cambiarse de ropa aun temeroso de hacerlo o no.
Severus salió de la ducha unos minutos después, ya arreglado y cambiado, busco con su mirada al chiquillo que había dormido en su habitación, pero no encontró rastros de Potter. Por un momento imagino que tal vez el ya se había ido a almorzar cuando este le dijo que el no subiría a comer, per cuando abandono su habitación dirigiéndose hacia la otra sala donde se hallaba una mesita y una pequeña sala encontró al chiquillo sentado ante la mesa, en esta había todo un almuerzo que logro que el estomago de Snape comenzara a gruñir.
Severus observó aquellos huevos fritos, salchichas, tocino, algo de carne, también había fruta, pan tostado con mermelada de fresa, jugo de naranja y una tetera. Harry quien se hallaba sentado, se puso de pie con una suave sonrisa.
-Le prepare el almuerzo... –dijo con tanta seguridad que por un momento Snape creyó que realmente lo había echo.
-tu sabes tan bien como yo que eso Potter es una descarada mentira... –fue lo único que pudo salir de sus labios entre la lucha de no sonreírle y mantener su inexpresivo rostro ante el chico.
-es verdad... –Harry saco la lengua y se llevo una mano a la nuca en expresión de disculpa –pero estoy cien por ciento seguro que me saldría igual de bien, ¡se cocinar desde los 6 años! -
-por lo menos alguna habilidad deberías saber hacer Potter –mencionó sarcásticamente Severus mientras tomaba una de las sillas y le ofrecía a Harry el asiento.
Hubo un momento de silencio total, algo incomodo, Harry un poco asombrado de que, su profesor de pociones, director de Howgarts, y el hombre mas frío de todos los que había conocido, ahora le movía la silla en un acto.. ¿caballeroso?, por un momento Harry temió que esa silla estuviera hechizada.
Severus por otro lado también guardó silencio, ¿qué había sido aquello? No estaba con una señorita, comúnmente así fuera la peor de las mujeres el se mostraba educado, tal vez hablando expresaba su mala forma de socializar, pero mal educado con una mujer jamás, no seria como su padre. ¿Pero Potter?, ¡el no era una chiquilla!. Severus trató que eso no pasara a mayores y miro a Harry con irritación. – ¿Vas a sentarte o no Potter? -
-¿eh..? ¡ah..! si.. –el sonrojo en las mejillas del chiquillo eran evidentes, Severus por un momento agradeció haber echo tal cosa si con eso podía ver la cara de timidez del jovencito. –gra..gracias... -
Se mantuvieron un rato en silencio mientras comenzaban a comer, Harry se dio cuenta que no era esta vez un silencio incomodo, tal vez la presencia de su profesor a veces no tenía que ser necesariamente molesta. Aunque se preguntaba si Severus sentía lo mismo, probablemente no le odiaba como el creía, pero por un instante su sentido común le preguntó si no estaba realmente perturbando al profesor invadiendo su intimidad.
-en absoluto Potter, a veces no eres tan molesto como creía que lo eras... –interrumpió entonces sus pensamientos Severus al hablar con una suave voz. Harry levantó su mirada hasta el, con una tranquilidad el maestro de pociones sirvió un poco mas de te en su taza y miró a Harry quien se hallaba un poco pálido.
-Legeremencia Potter... tal vez si aprendieras algo de Oclumancia podrías decirme que estoy errando... -
Harry frunció el ceño un poco molesto. –Profesor, mi mente no es del dominio publico, no debería hurgar entre mis pensamientos... -
-si, podría ser molesto, pero realmente sería interesante que aprendieras a utilizar Legeremencia y Oclumancia... –
Harry abrió los ojos algo asombrado y un brillito de felicidad le recorrió. – ¿usted cree que yo podría ser un buen oclumante? -
-No lo se Potter, probablemente si. –Severus vio al chico quien se podía ver alegre y emocionado, sonrió muy levemente mientras daba otro sorbo a su te. –Podría hasta pensarme el volver a darte clase, esta vez ya seria sin presiones, ahora que todo acabo y ya no tienes a un mago oscuro tras de tu pellejo... -
Hubo un silencio que para Snape fue eterno, levantó sus ojos negros hasta Harry y solo le encontró una mirada perdida, como si el chico estuviese maquinando lentamente todo a su alrededor.
- Voldemort... el ya no volverá... después de tanto... –alzó su mirada hasta Severus, era como si después de tantas semanas hubiera regresado a la realidad. Sus ojos se pusieron de pronto llenos de lagrimas que ni siquiera Harry pudo explicar a que se debían, toco sus mejillas cuando sintió que estas comenzaban a rodar, y apenado se puso de pie dispuesto a irse.
Severus no tardo mucho en ponerse de pie y sujetar a Harry por una muñeca cuando este se disponía a salir corriendo del lugar, Harry le miró, en sus ojos verde esmeralda se encontraban un montón de sentimientos chocando entre si y aun dudando si hacerlo o no, su característica en Legeremencia le hizo ver un montón de palabras colisionando en el, de entre tantos Severus pudo distinguir una profunda conmoción, con mucha alegría, un alivio incontrolable como si le hubieran quitado el mundo de su espalda, y sobre todo, un desconcierto absoluto acerca de que pasaría en el futuro.
Severus se sintió por primera vez en los zapatos de Harry Potter, miró al chiquillo y lo encontró tan vulnerable, y juro ya no solo en el nombre de Lily Evans, si no en el de cualquier entidad divina que los observaba que el protegería a ese niño, ante cualquier circunstancia. Tomo un poco de fuerza y tiró de Harry hasta el estrechándolo con fuerza contra su cuerpo, podía sentir el cuerpo del niño de cabello negro azabache temblar bajo sus brazos.
-Potter... ven un momento... –murmuró guiándolo hasta la sala que se hallaba cerca del comedor. Sentó a Harry y el se situó a su lado, volvió a abrazarle escondiéndole su rostro en sus túnicas negras. –No te voy a pedir esta vez que seas fuerte y que no llores... Quien-tu... Vol.. Voldemort se ha ido para siempre Potter, peleaste hasta el final con el como el héroe que todos ven en ti ahora, pero hasta los mas grandes héroes tienen el derecho a asustarse por que va a pasar mas adelante, todos los héroes tienen el derecho de llorar las perdidas y de volver a sonreír... Así que, Harry Potter, es tu turno de derrumbarte, deja de guardarte las cosas ahí, hacen tanto daño...-
Harry sollozo suavemente, tomo con sus manos la túnica de Severus como si este fuera a huir y comenzó a llorar, rompió en llanto como jamás lo hubiera echo antes, recordando a Sirius, a Dumbledore, Tonks, Remus, Fred Weasley, sus padres... todas y cada una de aquellas personas que dieron tanto por el y que al final desgraciadamente habían perdido la batalla, lloro por un sentimiento de alivio, porque ahora todo iba a ser diferente, lloro por esos siete años donde dejo a un lado su infancia para dedicarse a sobrevivir del Mago Oscuro mas fuerte de los tiempos, lloro porque se sentía libre, lloro porque el hombre que ahora lo abrazaba estaba vivo, a su lado.
Severus recargo su rostro en la cabeza de Harry mientras le abrazaba con fuerza sintiendo al chiquillo responderle con la misma intensidad. Cerro los ojos recordando aquella ocasión cuando todo “había terminado” o al menos eso había creído el como todo el mundo, cuando Dumbledore le había dicho que Lily Potter había fallecido junto a James Potter, la impotencia, el dolor y la soledad le habían consumido el alma, jurando jamás volver a amar a nadie con el mismo ímpetu con el que amo a Lily, pero ahora, se hallaba abrazando a Harry James Potter, ofreciéndole protección, sin que el mismo Harry se lo pidiera.
Cerca de muchos minutos después Harry dejo de llorar y su tristeza se convirtió en un suave sollozo casi inaudible, Severus desde hacía unos minutos antes había estado acariciando el cabello de Harry con suavidad, probablemente eso seria un método efectivo para apoyarle.
-¿mejor? –preguntó entonces cuando dejó de escuchar ruido alguno en Harry.
-todo... a terminado esta vez... ¿verdad? –la voz de Harry se escuchó suave y casi inaudible por el echo de seguir fuertemente abrazado de Severus.
-si... ya nadie va a hacerte mas daño nunca mas... –Severus separo a Harry con lentitud, tomándole el rostro por la barbilla mirando aquellas gemas verdes de las cuales sentía una fuerte atracción –no al menos si no soy yo, reprobándote en pociones Potter... -
Snape hizo una media sonrisa a Harry quien rió al instante de escuchar aquello y se limpio sus ojos con su antebrazo.
El ojiverde miro a su profesor quien aun le sostenía por el mentón, realmente estaban muy cerca el uno del otro, Severus podía jurar que por un instante leyó el pensamiento de Harry con una sola palabra: “béseme” pero trato de pensar que simplemente era una alucinación mas, pensamiento que fue frustrado cuando sintió una suave mano tocar su mejilla y el paso de unos finos dedos por su cabello negro. Podría ser simplemente involuntario o mecánico, no se lo explicaba, pero la cercanía se hacia cada vez mas evidente, ¿se estaban acercando sin siquiera saberlo acaso? Severus miró a Harry tan cerca y pudo sentir su respiración golpear su propio labio, sus ojos verde esmeralda se cerraron suavemente...
-Potter... –susurró Severus en los labios de Harry, tratando demostrar toda la indiferencia posible ante lo que estaba a punto de pasar. –Minerva debe estar total y completamente preocupada por ti... –Harry abrió los ojos y con un respingo se separo de Severus un poco asustado y un poco sonrojado. Snape quien vio la reacción del chico le revolvió el pelo tratando de animarlo, solo consiguiendo una sonrisa apenada de Harry –anda, subamos a informarle que sucedió anoche... bueno, entre líneas... -
Harry tardo mucho en reaccionar y en tratar de analizar que estaba pasando, si, el no dudaba que estaba totalmente enamorado de Severus desde hacia ya mucho tiempo atrás, mucho menos podía negar que el realmente deseaba ese beso, y que nunca había estado tan feliz con alguien como ahora... pero.. Entre soñar y querer que pase ay una pared tan gruesa. Suspiro resignado, había sido tan bonito ese momento. – ¿Profesor quiere que lo espere para que termine su almuerzo? -
-No Potter, te alcanzare en un instante, tengo que arreglar esto y sacar una poción que deje conservándose, ve primero... -
Harry asintió y salió de la habitación.
Severus espero hasta que ya no escuchara nada del chico, y una vez que también su mente había dejado de escuchar los pensamientos de Harry se dejo caer en el sofá tapando su rostro con sus manos.
-esto...no...Puede...ser cierto... –gruñó frustrado. – ¿Potter, Potter, Potter! ¡Porque de todos los profesores y profesoras de Howgarts terminaste enamorándote de mi...!? –Severus maldijo a Harry, a McGonagall por no ser hermosa, a Flitwich por ser tan feo y hasta a la señora norris por ser una gata y al final rendido solo cayo en cuenta que el chico le amaba. De nuevo sintió un estremecimiento en todo el cuerpo, Potter, el hijo de James y Lily, el niño que vivió, el salvador del mundo mágico, el irrespetuoso, malcriado, dispuesto a romper las reglas... Potter, el niño tierno, el jovencito dulce de bonitos ojos... Harry...
-¡Maldita legeremencia!... –exclamó Severus alterado. Si de por si antes de encontraba confundido, ahora estaba peor... Y estuvo a punto de besarle, ¡besarle! Si bien, Harry realmente lo quería, pero ¿y el? Severus acarició su labio inferior, donde sintió la respiración de Harry y cerro sus ojos remembrando el momento. Ahora no sabia si se detestaba a si mismo por llegar hasta tanto o por haber interrumpido ese beso.

Harry corrió sin detenerse hasta llegar al salón comedor, tal vez corría tratando de huir de lo que había pasado, había tratado de besar a un profesor... No, ¡a un director!, sacudió su cabeza una vez llegar al comedor y trato de no pensar mas en ello. Había sido un impulso, un impulso al verle ahí, tan serio y tan dulce con el... ¿Y si estaba confundiendo sus sentimientos como siempre? Harry lo sabia, el estaba totalmente enamorado de Severus Snape. Pero ¿y el? Realmente Harry nunca terminaría de conocer a su enigmático profesor.
Llegó hasta el salón comedor, una vez ahí encontró a McGonagall quien al verlo suspiro aliviada y algo desesperada como cuan madre lo haría si su hijo se extraviara.
-¡Potter! ¿¡Dónde demonios te habías metido toda la noche!? –Le replicó molesta – ¡te busque por todos lados! -
-Yo... Estaba... Es que... –Harry no sabia realmente que decirle, no esperaba que le dijera que trato de terminar con su vida y el profesor Snape lo salvo, dejándole dormir a su lado abrazándole. McGonagall no solo no le creería, si no que probablemente lo vería de mala manera.
-te escuchó Potter... –le saco entonces de sus pensamientos a profesora cruzándose de brazos.
-Paso la noche en la enfermería Minerva... –le interrumpió de pronto una voz seria e indiferente. Harry miró hacia atrás, su profesor favorito venía entrando al comedor con su típica túnica negra que ondulaba de manera misteriosa, una manera que Harry siempre admiro. –al parecer a Potter le gusta bailar en la lluvia y terminó enfermándose, trate de buscarte pero no te encontré Minerva... -
-me encontraba terminando todos los detalles de las cartas e invitaciones para el colegio Severus, pero cerca de la madrugada me di cuenta que no había nadie en la casa de Gryffindor, y Harry... Desde que estas aquí tu y yo sabemos muy bien que te quedas hasta altas horas de la madrugada mirando al fuego, pensando... -
Harry sonrió tímidamente ante aquel comentario y por su cabeza giro la mirada de Severus y su suave sonrisilla, recordó como se ponía ante el fuego a pensar en aquel pensadero, cuando su madre y el eran buenos amigos. De seguro Severus hubiera sido un gran amigo, Harry desde aquella ocasión en que entró en los pensamientos de Snape, hubiera deseado haber estado en esa generación. Pero entonces se arrepintió de haber estado pensando eso en ese momento, miró a Severus, este le miraba con una expresión de asombro y una ceja levantada.
-¿Severus te encuentras bien? –peguntó de pronto la profesora de Transfiguraciones. –tu rostro se ve muy colorado... Raro en tu típica pali... -
-estoy bien... am.. Harry si realmente quieres continuar las clases estaré después de la comida en la mazmorra... Minerva, tengan buen día, tengo que hacer los últimos preparativos antes de comenzar a enviar las cartas y las lechuzas... –Y tras eso dio la media vuelta y comenzó a caminar rumbo a la oficina del director.
-¿clases Harry? –Minerva miró a su alumno quien se sonrojo totalmente y luego suspiro resignado.
-si... quiero realmente aprender a cerrar mi mente... Que no para de confesar sentimiento tras sentimiento... –murmuró el jovencito con una sonrisilla divertida al haber visto el rostro de su profesor sonrojarse.
Probablemente Snape había estado leyendo la mente de Harry de nuevo. Esto estaba comenzándole a divertir.




------------------------------------------------------------------------------

jajajaja mil gracias por sus reviews *-* esperaba uno mas para hacer el nuevo capitulo publicado... y por portarse bien pondre dos de un solo golpe!

besos a todas!!!
Notas finales:


jajajaja mil gracias por sus reviews *-* esperaba uno mas para hacer el nuevo capitulo publicado... y por portarse bien pondre dos de un solo golpe!

besos a todas!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).