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Sñegurochka por octavaluna

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12. El final del principio del verdadero cuento de hadas: deseo… (capítulo de Sñegurochka)





Mi corazón latía desenfrenadamente. El fuego abrazaba mis mejillas y todo mi cuerpo. Ahora que todas mis preguntas fueron respondidas y todas mis dudas eliminadas, lo único que quedaba en mi interior era un deseo ardiente. La tristeza, el dolor y la amargura desaparecieron sin rastro. Todas las heridas estaban siendo sanadas por las manos que acariciaban apasionadamente todo mi cuerpo. Nos apretábamos cada vez más, él besó mis mejillas y después mi ojo derecho. Hundí mi mano en su pelo y me senté en sus rodillas, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al sentir el húmedo y caliente toque de sus labios en mi cuello, ojalá el beso en la boca no fuera mortal…ambos lo anhelábamos más que a nada. La temperatura de ambos estaba subiendo, Jadeé a causa del calor y de la falta de aire…

-¡ALTO! ¡Hey dulce parejita! ¿Qué no aprendéis nunca o qué? – ¡Maldita sea! Nos habíamos olvidado de Oksana-san. -¡Qué bien que hice no dejándoos a solas! ¡Sois unos irresponsables! Sñeg a tu cama.

=Pero… -Tratamos de protestar los dos a la vez, pero ella se acercó, me agarró del codo y arrastró con ella tirándome a mi lecho.

-Jooo… -Oksana-san eres muy bruta.

-No te quejes que te lo mereces.

-Pero…

-¡Nada de peros!

-¡¡¡ JA Ja Ja ja ja ja!!! –Ambos nos giramos sorprendidos hacía Vladimir-sama. Estaba riendo estrepitosamente. Y es que de verdad, mirándola bien la
situación era muy cómica, así que yo también comencé a reír involuntariamente.

-Yo no os entiendo. –Se rascaba la nuca la gitana

-Está bien. –consiguió tranquilizarse Vladimir-sama y me miró sonriendo alegremente. –Esperaremos. ¿Verdad?

-Sí.

-Bueno, me parece muy bien. Pero por ahora será mejor que intentéis dormir. Mañana nos esperan tres horas en autobús y luego como mínimo cuatro a pié, sin contar el bosque que hay que atravesar siguiendo a Vladimir, unas dos horas… Y salimos del hotel a las siete, o sea, de aquí a cinco horas. –Hizo un gesto hacía el reloj colgado de la pared –Yo de vosotros intentaría conciliar el sueño.

Mi último pensamiento antes de cerrar los ojos fue: ¿Y cómo se las habrá arreglado para no repetir ningún número?







*******************************************************************




Si algo no puede salir mal seguro que saldrá mal. Esta sencilla regla funciona siempre. Y ahora lo acabábamos de comprobar:

-¡AAAAaaaaay! Duele…

-¡Princesa!, ¿está bien?

-¡Ay!

-Curiosa pregunta, Shaoran, sobre todo teniendo en cuenta que le han metido un balazo en la pierna.

-¿Oksana-san por qué no nos dijo que estaba prohibido el paso al territorio natural?

-Es que la última vez que estuve aquí no lo estaba.

-¿Has estado aquí antes?-Toda la atención se centró en ella. La aludida sólo apretó más fuerte la venda que estaba poniendo en la pierna de la chica y no se apresuró mucho en contestar la pregunta de Vladimir-sama, se tomó su tiempo.

-Bueno, dos veces, la última hace unos 10 años más o menos. Pero es que entonces no habían vigilantes borrachos con escopetas merodeando por aquí.

-¿Llegaste hasta el árbol?

- Sí, claro. Me sorprendí mucho si he de decir verdad, no creía que toda esa historia fuera cierta hasta que lo vi bien con mis propios ojos.

-¿Quién te la contó, y cómo si se puede saber pasaste a través de la espesura?

-No se puede saber.

-Tú…

-No comiences… Será mejor que nos apresuremos en entrar a la zona protegida, quien sabe si no se les ocurrirá a nuestros amigos los guardias a venir a inspeccionar esta cueva. Shaoran, ¿puedes llevar a la princesa?

-Sí, claro.

-¿Pues a qué estamos esperando?

No sé cuánto tiempo pasamos rondando por el bosque con Oksana-san de guía (llevaba un aparato circular llamado brújula que la ayudaba a orientarse). Vladimir-sama se quejaba que la vegetación había cambiado y no reconocía nada, ella se reía diciendo que para ser un hombre de antigua enseñanza de orientaba muy mal, El chico con su amiga a espaldas nos seguían de cerca y se reían de su conversación. Y yo, me sentí de repente muy contento… todo saldría bien.

-¡Tsk! No puedo pasar por aquí… ya estamos. ¿Reconoces algo, Vladimir?

-No, pero no hay duda de qué este es el bosque… es la misma sensación de muerte y de vacío.

-Es verdad, parece totalmente abandonado… -musité y me acerqué mas a mi amado. Un escalofrío recorrió toda mi columna vertebral dejando una sensación muy desagradable. Pero desde donde estaba comprobé que los espesos matorrales y las gruesas ramas bajas de los árboles no dejaban posibilidad de pasar más adelante.

-Será mejor que tomemos un descanso. –Constató nuestra guía mirando a los niños. –Tampoco estaría mal comer algo antes de seguir. –Sacó de su bolsa unas cajitas con comida. Mentalmente le agradecí su preocupación ya que tenía mucha hambre.

-¿Pego como jabemoj que el bojque gejagá pajar a Vladimir-jama? –Preguntó el chico intentando pelear con un trozo de pollo que no se dejaba masticar. – Después de todo ese no es su cuerpo. –continuó tras tragar.

-Bueno, pero la esencia es la misma. Ella rodea el cuerpo y aunque este no sea el suyo sirve de identificación. Bien, si ya estamos será mejor que nos pongamos en camino. –La mujer comenzó a recoger los restos de la comida y los recipientes. Al finalizar y comprobar que todos estaban listos, las princesas subidas, los conejos en su bolso y todo el mundo con un gorro y una bufanda, se giró hacia mí:

-Sñeg, trata de ir tu primero.

-¿Eh? ¿Yo?

-No, mi abuela montada en un canguro fucsia.

Tratando de reprimir el deseo de preguntar que es un “canguro” me acerqué a la espesura, y suspirando empujé una de las ramas. Estuve sorprendido, se apartó demasiado fácilmente, y al dar un paso hacía donde crecía un ennegrecido matorral, mi pié toco suelo.

- Lo sabía, también debería de permitirle el paso a Sñeg, ya que fue él quien creó esa barrera.

-¿Qué? ¿Yo? Yo no hice nada.

-Bueno, quizá tu subconsciente en los últimos momentos de tu vida deseó dejar algo para que tu querido Vladimir te recordara. Y la pluma cumplió ese deseo a su manera. Además, es posible que una parte de tu esencia hubiera quedado atrapada en la pluma y se materializó en forma de árbol.

-Eso explicaría mucho, ¿Verdad Sñeg?

-S…sí –asentí, pero no estaba tan seguro. Miré la espesura muerta y solitaria que se alzaba ante nosotros. No era posible que yo hubiera creado algo parecido…

-Bien, arrimaos lo máximo que podáis Por si acaso será mejor que Vladimir vaya cerrando la procesión y asegurándose de que nadie se quede atrás.

-Pero… no se hacia dónde ir. –Aparté la vista.

-Tranquilo, yo te guio.

-Sí, pero es que…

-¿Eh? ¿Es que tienes miedo? –La miré incrédulo. Me había pillado.

-Bueno, entonces yo iré delante. –salió en mi defensa Vladimir-sama. –Los chicos detrás de mí, luego Oksana y por último Sñeg. –me pellizcó ligeramente la nariz. -No te preocupes, allí no hay ni hormigas.

Precisamente eso era lo que más mala espina me daba. Pero seguimos como planeamos, y mientras avanzábamos a paso de caracoles yo rezaba para que todo acabara rápido. La oscuridad reinaba impenetrable, no oí ni un solo ruido que no provocábamos nosotros y la tierra húmeda emitía un potente olor a ultratumba. Una sensación muy desagradable, como si una mano invisible apretara mi cuello impidiéndome tragar la saliva, hacía que mi respiración se cortara periódicamente. El suave, casi imposible de notar, roce de las ramas provocaba terribles escalofríos a causa de los cuales todo mi cuerpo temblaba como una hoja al viento.
Poco a poco la espesura fue cediendo y mis pies notaron algo suave… ¡Flores! A medida que nos adentrábamos había cada vez más, los árboles y los matorrales he hacían más escasos y pequeños y la luz anaranjada del crepúsculo comenzó a penetrar a través de ellos. Me sentí aliviado ya que a pesar de que el sepulcral silencio, solo interrumpido por el sonido de nuestros pasos y nuestra respiración, permanecía colgado en el ambiente, la sensación de muerte se estaba difundiendo.

Y entonces lo vi. El bosque acababa tan inesperadamente como comenzaba, dejando paso a un espacio circular que envolvía la cima cuyo suelo estaba cubierto de pequeñas flores blancas como si de una alfombra se tratase. Y en medio de todo ello… Vladimir-sama me había hablado tantas veces del árbol mágico que creía que no me sorprendería al verlo. Pero en aquel momento mi cuerpo se paralizó y mi respiración se cortó, no podía apartar los ojos de lo que tenía delante de mí, una belleza sin igual:

No hacía nada de viento, pero unos finos pétalos blancos, casi transparentes, danzaban alrededor de una planta de una finura y una elegancia extraordinaria que emitía una tenue luz inmaculada que cegaba la luna llena.

-¿No es hermoso? –La voz brava de Vladimir-sama me sacó de mi trance y, aunque era consciente de que no se daría cuenta de mi respuesta, asentí con un leve movimiento de cabeza.

-Yo no veo nada. -Todos nos giramos hacía el chico que miraba en la dirección correcta con la mirada vacía. Completamente vacía… de esta manera nadie podría mirar a semejante belleza.

-¿Qué estás diciendo mocoso?

-Es verdad.

-Etto… -los interrumpió la lesionada- yo tampoco puedo ver nada. ¿Y tú Oksana-san?

-Mmm… ahora delante de mí solo hay un espacio vacío, pero en una ocasión tuve el honor de contemplar esa maravilla, que elige quienes son los que pueden verla.

-¿Y por qué la eligió aquella vez?

-Bueno, fue la primera vez que vine aquí, hace 25 años, tuve un sueño en que mi otro yo me dijo que debía hacerlo. En aquella ocasión vi el árbol y lo demás, aunque no me eligió a mí…

-¿Oksana-san se encuentra bien? ¿Le duele algo?

-No, ¿por qué?

-Es que como tiene la mano sobre su barriga pensé que le dolía el estomago.

-No, solo es un acto reflejo… Bueno, acerquémonos a la cima. –reanudamos el camino. Como más me acercaba más hermoso me parecía al árbol. Me paré para intentar adivinar cuanto debía de medir, y me quedé atrás.

-¡Ah! –La exclamación de la princesa me sacó de mis cavilaciones y me apresuré gritando:

-¿Qué ocurre?

-Aquí hay… un cadáver…

Pero yo que ya había llegado hacía donde estaban ellos dejé de oírlos. Si bien pensaba que aquel día ya nada podría sorprenderme había cometido un enorme error. Delante de mí, sobre el manto de flores, apoyado en el tronco dorado y envuelto en las brillantes ramas descansaba el cuerpo de un hombre. Parecía estar sumido en un profundo letargo, en su rostro se leía paz y armonía.

Mi vista se nubló. Sentí como las lagrimas humedecían mi rostro y se congelaban en mi piel a causa del frío. Pero yo perdí la posibilidad de pensar en algo. Conocía demasiado bien la figura tendida delante de mis ojos. Era el hombre del cual me enamoré.

Sentí que iba a desmayarme de un momento para otro, mis piernas de volvieron de algodón y pensé que me caería. Pero unos brazos fuertes me sujetaron y me abrazaron fuertemente ayudándome a sentarme en el suelo. Hundí mi rostro en su pecho intentando que su calor me tranquilizara.

-Tranquilo, no pasa nada. ¿Cómo lo veis vosotros? –La última pregunta era dirigida a los demás.

-Un esqueleto humano… una clavera y unos cuantos huesos… parecen unos restos muy antiguos, y están…

-¡Ya está bien! No quiero saber que pintas tiene mi cuerpo ahora.

= ¡¡ ¿Eh?!!

-Sñeg y yo vemos otra cosa… ¿Estás bien?

-S…sí. Pero… ¿qué pasó?

-No preguntes. Pero pasaron tres años desde que te fuiste, y como sabía que iba a morir vine aquí… bueno, me escapé… el doctor prohibió salir afuera.
¡Bah! No tiene importancia. ¿Y bien? ¿Donde está vuestra pluma?

El bolso de Oksana se movió ligeramente y habló con una vocecilla aguda.

-Está en el centro de la cima, la noto pero no la veo.

-¿Mokona donde estabas? –La recogió la chica que ya había bajado de las espaldas de su amigo y estaba sentada en el suelo.

-Antes Mokona puso carita rara, pero nadie la vio.

-Bueno, -Oksana se metió en la conversación -Lo importante es que está aquí. Creo que es el cuerpo del árbol. ¿Estáis listos? –se giró hacia donde estábamos Vladimir-sama y yo.

Levanté la cabeza y me topé con dos ojos rubíes mirándome fijamente. ¿Cuándo fue que aprendimos a entendernos sin palabras? ¿Fue en esta vida o todavía en la otra? Nos levantamos del suelo y nos acercamos más al árbol. Los guantes cayeron al manto cubierto de flores y entrelazamos nuestros dedos; mi mano izquierda con la suya derecha. La palma que tenía libre puse sobre el tronco y enseguida fue cubierta por la suya. Eché un vistazo a nuestros acompañantes, que por el tiempo y las experiencias que pasamos juntos llegamos a considerar nuestros amigos. Todos aunque sonreían parecían estar algo tristes. Supongo eso es lo que se siente al despedirse de alguien…

-Gracias, espero que nos volvamos a ver algún día. –Vladimir-sama expresó mis sentimientos en palabras. Yo, solo pude susurrar: “adiós”


Vladimir-sama y yo nos miramos. Ambos íbamos a cometer ahora un acto imprudente y peligroso. Un experimento que solo podíamos realizar una vez y que nos podía costar no solo la vida que ya no teníamos, sino también algo mucho peor: la separación eterna. …l pareció leer esos pensamientos en mis ojos, porqué susurró apenas audible “confío en ti” y se agachó lentamente. Nuestros rostros estaban a una distancia mínima, podía sentir su cálida respiración acariciar mis labios. El recuerdo de la pasión de la noche pasada atravesó mi mente vagamente cuando sentí la misma reacción sofocante que entonces. Mis labios ardieron al entrar en contacto con los suyos y el sabor de su boca me pareció ser el elixir más delicioso del universo, nuestras lenguas se rozaron y luego se entrelazaron… Por fin lo había recibido: el tan esperado beso de mi amado, era la confirmación de sus palabras de amor hacía mí. En medio de un torbellino de emociones que inundaban mi cuerpo y mi mente reuní toda mi consciencia restante en formular un pensamiento:




“deseo…”






















^o^__________________________________________~Rinconcito de luna~_______________________________________________^-^


Hola hola hola!!!!!

bueno, como podeis ver me he retrasado bastante, pero tengo excusa!! estaba muy enferma y antes de eso habia el salon del manga de Barcelona!!

por cierto, ¿hay alguien por aqui de Barcelona o sus alrededores?



respecto al capi:

Bueno, aqui tenemos el final de la historia de estos queridos personajes que nos acompañeron durante tanto cacho del fanfic... ¿el final?
por lo menos no es el final del fanfic!!! todavia quedan un par de capitulos bastante intensos ^^
espero que sigais leyendo mi fanfic!!







ah, y por cierto: ESTE ES EL ULTIMO CAPI DE FECHA LIMITE PARA EL CONCURSO DE OKSANA!!!!!

osease, hasta el proximo sabado (o cuando sea que cuelgue el otro capi) todavia se aceptan revievs, pero desde entonces ya no)

y hablando del tema ^^
en este capi di una pista muy clara ¿a ver quien sabe cual es?



bueno, chauu~
espero rewievs ^^




p.d.: ¿os gusta el fanart que hice especialmente para el fic?




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