Cerré los ojos por última vez, sabía que esa era la última. Me sobrevino la oscuridad tan solo unos instantes, pero entonces mis ojos casi fueron cegados por una luz azulada. Estaba envuelto en una extraña niebla que llegaba hacía donde podía divisar. Sentí una presencia a mi espalda. Al girarme por poco pego un grito de sorpresa, el hombre que estaba a unos metros era igualito a mí. Al principio creí que era un espejo, pero entonces él habló con una voz idéntica a la mía:
-Por favor ayúdame.
-¿Qué? –Me sorprendí
-Sñegurochka. La única manera de salvar a Fye es salvándolo a él. Y solo tú puedes hacerlo.
-¿Qué? ¿Sñeg? ¿qué le pasa…? Pero espera…está muerto… ¿Y quién es Fye? ¿Quién eres tú? -retrocedí un par de pasos. Pero el hombre sólo sonrió, era una sonrisa triste y melancólica, casi suplicante.
-Parece que no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos. –Mí alrededor comenzó a volverse oscuro, y mi interlocutor se fue desvaneciendo poco a poco. -Por favor, ayuda a Fye… -Oí cuando ya veía más que oscuridad.
Abrí los ojos. ¿Eso, significaba que no estaba muerto? Me senté en la cama y observé el cuarto en el que me encontraba. Tal fue mi sorpresa que por poco me da algo… Todo era muy extraño, muebles decoración, e incluso las paredes…
-¿Ya se ha despertado?-oí una voz y me giré. Una chica muy bonita, vestida de una manera que no había visto nunca estaba en la puerta con una bandeja en la mano.
-¿Dónde estoy? ¿Quién eres tú? –Me puse a la defensiva.
-Ah… No se asuste. Quizá todo esto le parezca extraño. Este es Kiev, año 2009. Yo soy Sakura. Siento que le hayamos tenido que llamar aquí, pero necesitamos de su ayuda…
-¿Qué? ¿El sur... y en el futuro?
-¡Vladimir-sama!- piel pálida como la nieve, pelo rubio claro, casi blanco, complexión delgada, voz cristalina y unos enormes ojos azules llenos de tristeza… No era posible, el joven que entró detrás de la chica se le parecía demasiado, mejor dicho, era idéntico, pero no era posible que fuera… Pero esa mirada profunda, no dejaba lugar a dudas. Mi mente se nubló y me sentí muy mareado.
-Sñegurochka… -Los ojos celestes se inundaron de lágrimas.
-¡Vladimir-sama lo siento! ¡Todo es culpa mía! Yo…yo… ¡Perdóneme por favor señor! –Cayó de rodillas al lado de mi lecho y hundiendo el rostro en sus manos comenzó a llorar desesperadamente. Le puse la mano sobre la cabeza acariciando los sedosos cabellos. Sonreí; su tacto prácticamente no ha cambiado. Ni siquiera sabía cómo reaccionar en aquellos momentos.
-Tranquilo Sñeg, ¿Qué ha ocurrido?
-snif, snif…Yo no sé… creí haber muerto… y entonces desperté aquí… y…y…snif,snif… y aquella mujer dijo que poseí el cuerpo de un mago… snif… y que haría venir a usted aquí… y… -Suspiré, no me quedó nada claro de todo lo que me ha explicado.
-Esto…-habló la chica que permaneció callada todo el rato. -¡Por favor ayude a Fye-san!
-Eso es lo que dijo aquel tipo – el recuerdo del hombre en la niebla penetra en mi cabeza junto con un fuerte dolor de sienes. –Oye, Sakura te llamabas ¿verdad?, explícame de que va todo eso. Yo también debería de estar muerto ahora.
-S…sí. Sñegurochka-san, será mejor que vayas a lavarte la cara, y también puedes comer algo en la cocina.
El obedeció sin rechistar y cuando nos quedamos solos la chica se sentó en una silla y comenzó a hablar. De todo lo que me contó sólo me ha quedado claro que de alguna manera Sñeg poseyó a su compañero y como yo, de alguna manera, era el único que lo podía convencer para que se fuera, otro compañero suyo, que era mi otro yo de otro mundo, me prestó su cuerpo para que les ayudara.
-¿Y por qué tengo que hacerlo? Hablad con él y convencedle vosotros mismos de ello. Sñeg es demasiado bueno, seguro que accede.
-Pero es que él no quiere permanecer aquí, por lo menos su mente no lo desea. Pero su corazón está muy herido y su alma no ha quedado en paz. Por eso no puede morir y descansar tranquilo. Fye-san conocía la historia (aunque un poco diferente) y también estaba sufriendo mucho. Ese fue el vínculo que provocó el incidente. Si tan solo se rompiera este lazo en uno de los extremos…
-¡Tsk! ¿Y por qué me tenéis que meter en esta historia? Yo no tengo nada que ver. Además, no puedo hacer lo que esperáis de mí, Sñeg ya no me va a hacer caso.
-Pero…
-Hagamos una cosa. Ahora me siento muy cansado, (debe de ser por el cambio de cuerpo y las fuertes emociones) quisiera descansar. Déjame sólo, ya hablaremos luego.
Está bien, pero…-ella se levantó y se dirigió hacia la salida, pero antes de cerrar la puerta se giró y dijo con una sonrisa muy triste en el rostro. –Sñegurochka-san tiene siempre una mirada muy triste y muy distante.
El fuego ardía poco a poco en el rincón, una tranquilidad tan deseada, después de un viaje tan largo por fin estaba de vuelta en mi castillo. Afuera sin compasión aullaba el helado viento, pero dentro de mi habitación el hipnótico calorcillo y el cansancio estaban venciendo mis parpados, casi me había dormido en el sillón cuando alguien tocó a la puerta. Esperaba que fuera quien fuera desistiera de su intento. Pero resultó ser un visitante insistente.
-Pasen. –me rendí
-Siento molestarle a esas horas señor.
-¿Sñeg? –reconocí su voz sin girarme para mirarlo. Todo claro… La duquesa de Volga y su afeminado hijo seguían de visita. -¿Qué quieres tu ahora?
-He oído que ha vuelto de su viaje y quise darle la bienvenida.
-Pues si ya la has dado lárgate. –me mordí la lengua. Eso fue muy grosero, y el chiquillo era demasiado sensible. Era tan fácil hacerle daño que necesitaba de constante protección, y aunque yo más que nada deseaba protegerle, mi carácter siempre me jugaba malas pasadas. Pero en esa ocasión sólo apartó la vista mientras cruzaba la habitación y se apoyaba en la pared en frente mío. –Perdona, pero es sólo que estoy muy cansado y quiero dormir.
-¿Puedo hacerle antes unas preguntas?
-Venga, va… Pero rapidito.
-¿Qué haría si yo de repente muriera?
-¡¿Qué estás diciendo sicópata?! – El sueño desapareció de repente. Era más fácil gritarle que pensar en la respuesta. No tenía ninguna gana de descubrirla.
–Tú todavía aguantarás medio siglo como mínimo.
-No lo creo – el sonrió pero era más bien una mueca de tristeza. –ya es marzo, pronto llegará el sol.
-¿Qué?
-No importa, olvide lo que le acabo de decir por favor, señor.
-No me llames señor, ¿somos amigos, no? Llámame Vladimir, te lo he dicho mil veces.
- Lo siento Vladimir-sama, es la costumbre. –Se rio por lo bajo. Perecía que había recuperado el buen humor. Me tranquilicé y bostecé. –Por cierto una cosa más.
-¿Ahora qué?-bostecé otra vez.
-¿Qué piensa de mí, y qué significo para usted?-Dejó de reír y me clavó una mirada seria y persistente. Y yo como estaba con la boca abierta, así me quedé, digiriendo la información aportada por mis oídos. Al final me devolvió a la realidad un nuevo ataque de rabia.
-¡¿Se puede saber qué clase de pregunta es esa?! ¡Eres un pesado! ¡Un mocoso irritante, rarito y encima estás mal de la cabeza! Eso es lo que pienso.
¡Maldita sea! Otra vez… No era suficiente el haberle mentido pues ahora encima romperá a llorar y a mí me desgarrará la culpabilidad. Pero él no se puso a sollozar ni apartó la vista. Al revés; me miró de una manera muy diferente, tierna y cálida. Me estremecí. Así miraba mi madre a mi padre cuando estaba en vida.
-Pues yo a usted… le amo de veras.
Abrí los ojos y me levanté de la cama. Me acerqué a la ventana y miré el extraño paisaje nocturno (ya dejé de sorprenderme). Mi corazón latía rápidamente y tenía la garganta seca. Salí del cuarto sin hacer ruido en busca de agua. ¿Un sueño?
No. Un recuerdo.
“no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos” Las palabras del hombre cuyo cuerpo ocupaba atravesaron mi razón sin compasión. Lo sabía, lo sabía muy bien. Ya lo había comprobado por mí mismo.
^o^____________________________________________________~Rinconcito de luna~_______________________________________________________________^-^
Hola queridas lectoras ^^
Vaya, este capítulo ya ha comenzado a desarrollar un poco la historia ^^
Aviso ahora que no es tarde de que a la historia de Vladimir y Sñegurochka le dedicaré un cacho bieeeen largo XD ya que son dos personajes que me gustan muchissimo, y de hecho su historia es vital solo para una frase que será pronunciada el el ultimo capitulo
Jo jo jo (es que ya lo tengo todo muy planeado)
Pero si a vosotros no os gustan, sorry...
Bueno, pues aqui tenemos un cacho de lo que pesó entre ellos... Vladimir nos deja bien claro aqui que para él, sñegurochka era un amigo importantissimo, y raramente algo más... pero para devolver a fye y kurogane, el corazón de sñeg tiene que sanar(Vladimir le llema así porque es una abreviatura, que significa "nieve")
Pero... ¿todo el mundo desea que sea así? ¿Qué sinificado tiene el sól en esta historia? ¿y cuales són los verdaderos sentimientos de Sñeg? ¿Y de Vladimir?
¡¡¡¡¡¡¡todo eso lo descubrireis en los próximos capítulos!!!!!!!
Y por ultimo:
os agradezco de todo corazón los reviews que me mandais!!! Me encnata saber que alguien lee esta cosa tan rara (inner: es rara de lichis, ¿eh?¬¬) ¡Cállate inner!!!
Me encantan vuestros mensajes de animo y pedidos de continuación ^0^ Pero estoy preperada para recibir criticas constructivas, porque eso significa avanzar y corregir los errores que para una misma son invicibles ^^
gracias a todas de todo mi alma! de verdad...!!!