Capitulo 2.
Un jalon de cobijas desperto a la morena, cuando se volvio a cubrir y lo volvio a sentir se levanto y vio a su mamá negando con la cabeza y mirandola seriamente.
"Ohaiyo mamá... Que pasa, por que me levantas, si el vuelo es hasta las doce de la tarde"
"Ohaiyo... Pero te tenia que despertar o ¿acaso querias que los del servicio te oyeran?
"¿Por que lo dices?"
"Por que Miss morbo, estaba diciendo "dale duro, partelo en dos" y cosas como esas y no hablando en voz baja si no en alta"
"¡Que estaba gritando eso!"
"Si, Miss morbo pero ya que, es normal eres adolecente"
"Bueno gracias por el honor, y por levantarme en verdad que cosas sueño, ¿verdad?"
"Dimelo a mi, yo soy la que te oigo"
"Gracias por aguantarme mamá"
"No hay por que... te quiero"
Se levanto y se dirijio hacia el baño para darse una refrescante ducha, y como la mamá ya no tenia nada mas importante que hacer ahi se fue al comedor a desayunar, cuando la morena salio del baño se dirijio al closet y se debatio como todos los fines de semana en que ponerse y se decidio por un vestido ligero de tirantes hasta las rodillas naranja, con unas zapatillas naranjas que la hacian verse muy femenina, no sabia por que se ponia ese vestido si el naranja casi no le gustaba, y ella acostumbraba pantalones de mezquilla pegados a su figura con blusas negras, pero se vio y se dio cuenta que le quedaba muy bien ese color.
Se peino con sus dos acustumbradas coletas pero con pequeños rizos al final, se veia una y otra vez en el espejo y realmente le gustaba como se veia.
"Hmm... debo recordar vestirme así de vez en cuando me veo bien"
Cuando bajo al comedor sus papás quedaron con la boca abierta al ver a su hija con ese vestido, que la hacia lucir tan femenina, su mamá se levanto para despues dirijirse a la morena, se detubo estando frente a frente y le toco con la mano la frente para ver si no tenia temperatura, y la morena al ver la reaccion de los dos sonrio.
"Mamá, no te preocupes no tengo nada... no se, me pego la loquera de ponerme este vestido y no me queda nada mal ¿no?"
"Es raro en ti, tu armario esta lleno de pantalones, faldas y tenis"
"Pero ya no, voy a regalar la mayoria y me vas a ayudar a comprar vestidos y zapatillas... pero no mucho de tu gusto eh, por que tus vestidos son azules marinos y negros con y bueno me gusta cuando son de los que estan ampones de abajo de la cintura, ¿ entonces me ayudas?"
"¿Hija en verdad te sientes bien?"
"Claro mamá"
Se fue a sentar al lado del lugar de su mamá y ella la sigio, donde les sirvieron de desayunar a los tres, despues de un desayuno se dirijieron a la sala.
"Hija volviendo al lo de los vestidos ¿estas segura?"
"si, mamá me gusta mas como me veo así a cuando uso pantalones"
"Ya dejala amor, aparte esta bien, por que se ve mas como una dulce jovencita y ya oiste algunos los va a regalar entonces va a seguir vistiendo pantalones y faldas"
"kaori, de que colores vas a querer tus vestidos"
"Hmmm... no lo habia pensado... me gusto mucho el negro, pero que te parece si los dejo para alguna fiesta de gala, entonces blancos... naranjas me gusto como este color me queda a la perfeccion y me hace ver un poco menos palida y de colores claros"
"Hmm, me parece bien"
"Entonces, vamos a comprar ahora"
Se levanto y levanto de un brazo a su mamá, se dirijio a su habitacion al rato con unas bolsas llenas que las dejo al lado de las enormes escaleras, se dirijio a un sirvienta que esta cerca.
"Ves esas bolsas... regalaselas a los podres"
"Mi hija si se volvio loca, casi vacia su armario"
"No, lo que pasa es que gusta como me veo con vestido... ya vamonos que solo tenemos dos horas antes de irnos"
"Si es verdad, vuelvan pronto... tengan dinero que yo tengo unos asuntos que hacer"
La jaloneo hasta su auto, donde se dirijieron al contro comercial, cuando entraron, la mamá ya sabia donde entrar para comprarse los vestidos y se dirijieron a esa tienda primero, sin darse cuenta ya tenian muchos vestidos que entre todas, cada una con su montón, los de la morena eran naranjas o de colores como azul rosa o blanco y uno que otro negro, los de la mamá eran de colores oscuros cuando terminaron se dieron cuenta que ya habian pasado mas de media hora así que se fueron a comprar las zapatillas, cada una con un montón de volsas, cuando terminaron con la tienda de zapatos se fueron a la joyeria y ahi se la pasaron comprando en exceso, cuando se dieron cuenta ya faltaba media hora para irse.
"Mi niña, lo siento mucho pero es hora de irnos"
"Bueno mamá, vamonos o no llegamos"
Se fueron a toda prisa con multiples bolsas en las manos, las subieron al coche y arrancaron a toda marcha, cuando por fin llegaron el padre estaba afera de la casa viendolas con desaprobacion.
"Lo sentimos amor, se nos paso volando el tiempo"
"Si mi madre tiene razón"
"El problema no son ustedes, si no que tengo un mal presentimiento en la cuenta de la targeta de credito... ya las maletas ya estan en el yet, y bueno solo faltan las que trageron esas se las llevan ahora ala limosina"
"Si papá"
Subieron las maletas ala parte tracera del carro, pero como no cabian todas tubieron que llevarselas en la parte de los pasajeros, cuando llegaron al aeropuerto esperaron a que las volsas extra las subieran en la zona de equipaje y se sentaron en sus respectivos lugares, donde las dos se quedaron profundamente dormidas a mitad del vuelo.
Cuando llegaron el señor Namida las desperto, en cuanto bajaron de avion, se sorprendieron por lo bella que era la ciudad y la señora de Namida queria aprobechar para ir de compras otra vez, sin sabes que su esposo la conocia muy bien y se le habia adelantado y los habia mandado a comprar.
"Bien, cariño nos vamos a comprar los uniformes"
"Lo siento pero ya los mande a comprar"
"Mooo... Que malo"
Dijeron en unisono las dos al ver que el plan de la mayor habia sido arruinado, se fuero resignadas ala limosina que las esperaba para que se fueran a su nueva casa.
Cuando llegaron se sorprendieron un poco la jovencita pues la mansion era mas grande y muy hermosa, cuando se bajaron se dieron cuenta que la mayoria de los muebles ya estaban ahi en su respectivos lugares, solo faltaban los muebles de las habitaciones, que estaban en cajas afuera de los pasillos del segundo piso, con sus nombres grabados, revisaron que habitacion les gustaba mas y esperaron a que llegaran los de mudanzas, primero llegaron los de los padres, el cuan la mamá decidio probarse y guardar los vestidos y otras cosas que habia comprado y al ultimo el de la chica los cuales les dijeron en que habitacion.
Cuando ya estaban instalados se fueron al comedor a cenar con risas por los relatos de las dos que solo hacian reir al papá, por las ocurrencias de las dos personas que queria, en eso entro una sirvienta.
"Disculpe señor Namida, ¿ya le traigo los uniformes que me pidio?"
"Si, por favor"
Se retiro por un momento, cuando entro tenia unas ropas dobladas con una cinta.
Cuando se termino la cena los papás de la morena se retiraron a dormir, por que mañana se tenian que ir muy temprano a trabajar como lo solian hacer desde que tenian memoria, despues la chica se fue ala habitacion
"Quiero ver el uniforme"
Los desboblo y se sorprendio al ver que si le habian gustado por que se trataba de una falda corta negra una camisa de manga corta con una corbata negra y un saco del mismo color.
"Genial, no voy a parecer monja"
La morena se decidio meterse a duchar y ponerse su pijama, pensando en el resto del deseo.
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