Disclaimer: Estos personajes no me pertenecen y por lo tanto no gano dinero haciendo esto, solo la satisfacción de recibir sus comentarios, quejas o sugerencias…
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Resumen: En la aldea de Konoha se dice que un Jounin debe salir con otro Jounin y los Chuunin con los demás Chuunin, mezclarse es como sí un cisne saliera con un pato, sin embargo, Iruka esta dispuesto a mostrarles que él puede seducir a su cisne.
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Avisos: Este fic es Slash, si no te gustan las relaciones homoeróticas no seas grosero, simplemente no lo leas.
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De cisnes y de patos.
Iruka estaba enamorado, loca e irremediablemente enamorado, moriría por él, por tenerlo entre sus brazos, por susurrarle palabras en el odio, por marcar esa piel y oler su cabello después de haberlo hecho suyo.
Cada noche soñaba con lo mismo, su cuerpo desnudo, su voz gimiendo su placer al ser poseído, sus manos aferradas a su espalda mientras que sus piernas rodeaban su cintura, su sexo hundiéndose en ese pasaje calido, su nombre pronunciado con amor y deseo.
Cada mañana despertaba solo en una cama fría y manchada de semen a causa de su sueño húmedo reencarnado en varón, el cual tenía un nombre que no osaba pronunciar por miedo a ser rechazado, después de todo sólo se trataba de un Chuunin.
El era un Jounin, un hombre atractivo y misterioso que llamaba la atención de quien lo miraba, o por lo menos eso había escuchado decir de personas tan diversas como sus rangos.
Iruka temía que cuando su sueño húmedo hecho realidad se diera cuenta de sus deseos dejara de hablarle, no sólo eso, que lo despreciara por ser hombre o por ser un Chuunin y en la aldea decían las voces a sus espaldas, muchas de ellas personas que pensaba eran sus amigos, cuando creían que no se daba cuenta, que él era demasiado bueno para prestarle atención.
Cada mañana lavaba sus sabanas, se daba un baño de agua fría y salía en dirección de su oficina tratando de ignorar la realidad que comenzaba a detestar, se trataba de un instructor de la academia cuyo chacra no era comparado al suyo, su cisne nunca le prestaría atención.
A veces cuando le entregaba su reporte detallado, con una hermosa caligrafía y en perfecto orden le miraba de reojo, imaginándose lo que sería conversar con él, sí acaso podría verlo como algo más que un instructor.
Era en ese momento en el que podía escuchar los cuchicheos, las sonrisas burlonas que le evitaban acercarse a él sin temor, cuando pensaba que tenían razón, que él se trataba de un pato y un pato no puede seducir a un cisne.
Iruka estaba tan sumergido en sus propios pensamientos que no escucho lo que él cisne le preguntaba arqueando una ceja – ¿Iruka sensei?
El pobre chuunin inmediatamente se sonrojo, no era posible, su cisne le estaba hablando y no le había prestado atención, ahora pensaría que se trataba de un idiota – ¿Qué… que me decías?
El jounin respondió con una sonrisa o eso pensó, no podía estar muy seguro de ello – ¿Mi reporte esta en orden, Iruka sensei?
Iruka leyó el reporte con detenimiento, no había ningún error, el único problema era que se trataba de una misión anterior – Esta perfecto como siempre… pero, es una misión atrasada, necesito que me entregues el de esta también.
El cisne, uno de plumaje plateado, le respondió con lo que no podía ser una insinuación velada – ¿Por qué no me ayudas a redactarlo? Siempre me cuesta trabajo decidir que debo escribir en el.
Iruka trato inútilmente de pensar en otra cosa que no fuera el departamento de su objeto de deseo, en donde podrían hacer mucho más que trabajar en un aburrido reporte que a nadie le importaba y mucho menos leían – Yo estoy seguro que podrás hacer un gran trabajo por ti mismo…
Su jounin, aunque solo en su imaginación, por un instante pareció desilusionado, como sí realmente deseara que lo acompañara a su casa y le ayudara a escribir un reporte que podía hacer perfectamente bien sin él.
Por fin, al quedarse solo, Iruka sello el reporte y lo guardo con los demás, suspirando, imaginándose lo que sería recorrer su cabello plateado con sus dedos bajo la luz de la luna – Estas perdido…
Ese era Genma, quien parecía realmente divertido con todo ese asunto y nunca dejaba de torturarlo después, cuando su objeto de deseo lo abandonaba a su suerte – No sé de que hablas…
Genma imitando su voz y su postura le dijo – Eso es perfecto… eres maravilloso… que letra tan linda tienes…
Iruka prefirió ignorar sus palabras por el momento, él tenía razón, estaba comportándose como un adolescente enamorado y no como lo haría una persona de su edad – ¿Por que no lo olvidas? Nunca se fijara en ti…
Guardo los demás reportes con un suspiro y se levanto para llevárselos al Hokage diciéndose una vez alejado lo suficiente de Genma, quien no le ayudaba en lo absoluto con su situación – ¿Por qué me molesto? Nunca se fijara en mí.
- ¿Quién nunca se fijara en ti? – preguntaron a sus espaldas, esa persona parecía bastante divertida.
Al voltearse no pudo pronunciar ni una sola palabra, inmediatamente sus mejillas se pintaron de color rojo y tuvo que tragar un poco de saliva, su garganta se había secado.
- ¿La conozco? – finalizo con esa enervante sonrisa y comportamiento despreocupado.
- ¿Por qué me sigues? – pregunto recuperando su compostura, aunque no del todo, ya que en esta ocasión estaba prácticamente gritando.
El intruso ni siquiera se inmuto al escuchar esa pregunta, ni le presto atención a su tono de voz para nada educado, después de todo sólo le había hecho una inocente pregunta – Debo ver al hokage…
Iruka, quien no sabía como comportarse junto al jounin de sus sueños carraspeo un poco y decidió seguir su camino en silencio, no sólo le había ignorado hace poco, ahora también le gritaba, después de eso pensaría que estaba loco o que lo odiaba. - ¿En este preciso momento?
El jounin, quien leía uno de sus libros anaranjados respondió con su calma característica – ¿Qué?
- ¿En este preciso momento tienes que ver al hokage? – pregunto Iruka, tratando de conversar con el jounin.
Este le miro fijamente y después le respondió guardando su lectura y escondiendo sus manos en las bolsas de su pantalón – No, eso fue hace dos horas…
- ¿Dos horas? ¿Lo dejaste esperando dos horas? – trato de entender Iruka, bastante sorprendido, el Hokage a pesar de ser una persona amable y comprensiva, era un héroe en aquella aldea después del ataque del zorro de nueve colas, dejarlo esperar por tanto tiempo era el colmo.
- Encontré a una mujer que estaba siendo acosada por tres ninjas y tuve que hacerme cargo de ellos, después llevarla a su casa en donde me obligo a tomar una taza de te para que pudiera tranquilizarse… - finalizo el cisne para nada arrepentido – y Pakkun dejo que le acariciara las almohadillas de sus patas.
Decir que aquella excusa era terrible era un malentendido, era la peor que había escuchado hasta el momento, haciendo que Iruka se preguntara como un genio, supuestamente, podía inventar historias tan absurdas, es más, decirlas con tanta naturalidad que esperaba le creyeran.
Al ver que su jounin esperaba una respuesta ante su mentira comenzó a maldecirse mentalmente, ¿Por qué una persona tan inteligente a veces actuaba de esta forma? Se pregunto suspirando – ¿Cómo es que te obligo a eso?
- Porque se ponía a llorar cada vez que me despedía… - respondió como si aquello fuera especialmente obvio.
A veces Iruka pensaba que le divertía hacerlo enfadar, nadie como el podía provocar que perdiera el control, ya fuera por su despreocupada actitud o por una palabra en el momento oportuno, o como en este caso, seguirlo como si se tratase de algún perrito perdido en busca de un hogar.
El cual, si no supiera que se estaba engañando, se lo daría sin pensarlo un instante, en realidad lo encerraría en su casa y nunca, nunca lo dejaría ir.
Al llegar a la torre del hokage ambos entraron al mismo tiempo, anunciándose pronunciaron ligeramente sorprendidos viendo al siempre jovial Minato completamente furioso – Hokage sama…
Minato Namikaze, antiguo maestro de su cisne no se encontraba para nada de buen humor, había recibido una visita del consternado patriarca de los Uchihas y esa junta tenía que ver con el ninja copia, quien para variar había llegado varias horas tarde, aun recibiendo su orden de presentarse directamente – ¡Dos horas! ¡Llegas dos horas tarde!
Iruka nunca había visto a Minato tan molesto, mucho menos con el ninja copia, quien seguía en la línea de sucesión para el puesto de Hokage por su heroica tarea protegiendo a su aldea durante la guerra ninja, el golpe de estado de los ancianos del clan Uchiha y por su poder, que para esos momentos superaba al del legendario Sakumo.
Ignorando momentáneamente la presencia de Iruka, el hokage se acerco al ninja copia diciéndole furioso – ¿Por qué te tardaste tanto?
Kakashi coloco una mano detrás de su cabeza e intento comenzar con sus terribles excusas, siendo silenciado por su antiguo maestro inmediatamente – ¡Olvídalo! No quiero escuchar tus excusas…
Iruka intento llamar la atención del Hokage, no pensaba que ser testigo de un regaño a su objeto de deseo fuera a servirle de mucho para ganarse su amistad y después su amor – Hokage Sama…
Minato siguió ignorándolo, toda su atención estaba centrada en el ninja copia, quien parecía tan serio como él cuando escucho lo siguiente – Fugaku vino para charlar conmigo esta mañana… ¿Tienes alguna idea sobre que?
Kakashi respondió, ignorando la presencia de Iruka, parecía un tanto confundido por la seriedad de su antiguo maestro, no era posible que Itachi continuara con su extraña obsesión, esta ya comenzaba a molestarle – ¿El entrenamiento de Sasuke?
- No, en realidad tiene que ver con una propuesta de matrimonio, en realidad, una serie de rechazos que su heredero ha estado recibiendo… de ti. ¿Por qué no me informaste de eso? – finalizo un muy consternado Minato, después de todo era de su ultimo alumno de quien estaban hablando.
Iruka más que nada en ese momento deseaba desaparecer en una nube de humo, esfumarse ignorando el regaño al ninja copia y que este desconociera su presencia en aquella oficina – Pensé que Itachi lo olvidaría con el tiempo.
Otra parte de su persona deseaba escuchar esa conversación – ¿Por qué no discuten sobre esto en otro momento? Están asustando al pobre Chuunin de muerte…
Ese era Jiraiya, quien había estado presente durante la conferencia con Fugaku y le había tratado de convencer que todo eso era completamente normal para una persona como Kakashi.
Minato intentando recuperar el control respiro profundamente, contó hasta diez y le dijo al instructor de la academia ninja con su mejor sonrisa – Gracias por traerme los reportes Iruka, déjalos en el escritorio.
Kakashi también recupero la compostura y regreso a guardar sus manos en las bolsas de su pantalón al mismo tiempo que parecía aburrido.
Iruka deposito con cuidado los reportes en el escritorio del Hokage y pregunto, tratando de permanecer por más tiempo en aquel lugar - ¿Necesita algo más Hokage?
- No Iruka, ya puedes retirarte y lamento mucho que hayas tenido que ver esto – finalizo conduciéndolo a la salida, tratando de ser amable con el Chuunin al que Kakashi gustaba hacer perder los estribos.
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Una vez solos Minato trato de comprender porque los dioses le odiaban tanto, siempre supo que tendría que lidiar con esta clase de problemas, pero nunca pensó que sería con Kakashi con quien lo haría.
Kakashi parecía bastante tranquilo después de la información que le había dado, como si esperara que con esa actitud su enfado por mantenerlo ignorante de sus problemas se disipara y estaba completamente equivocado – ¿Cuándo se supone que ibas a decirme?
Su antiguo alumno, quien parecía eternamente aburrido, se encogió de hombros diciéndole despreocupado, lo peor era por supuesto que conociendo a Kakashi era completamente cierto – Nunca…
Jiraiya no comprendía porque Minato estaba tan enojado, no era como si esta información fuera nueva, Kakashi se dedicaba inconscientemente a recibir atención de personas tan diversas como sus rangos, estaba acostumbrado a ello y lamentablemente ni siquiera se daba cuenta de eso – ¿Nunca? ¿Esperabas que Itachi simplemente se aburriera y dejara de proponerte matrimonio?
Una vez más la respuesta de Kakashi fue indiferente, ganándose una sonrisa de Jiraiya, a quien realmente le parecía muy productiva esa situación, su próxima novela sería todo un éxito – En realidad esperaba que Fugaku lo hiciera reaccionar…
- ¿Fugaku? – Pregunto Jiraiya sorprendido, sí había algo que el mayor de los Uchihas hiciera bien era otorgarle todos sus deseos a su primogénito – Fugaku le concede a Itachi todo lo que desea… Aunque no esperaba que esto también…
Kakashi arqueo una ceja preguntándole a su escritor favorito, el que aparentaba encontrar divertida esa situación, por lo menos su sonrisa lo delataba – ¿Qué dijo Fugaku?
Minato fue quien respondió aun molesto por el descaro y falta de respeto que Fugaku Uchiha presento por su persona, quien le había exigido que tomara cartas en el asunto y le ordenara al ninja copia que dijera que sí, como una mansa ovejita – Que te hiciera reaccionar, prácticamente que tú deberías agradecerle a Itachi sus atenciones… ¿Cuáles son esas?
Kakashi cruzando sus brazos delante de su pecho respondió recordando la primera vez que Itachi, con sus quince años de edad se había presentado ante él, pidiéndole, aunque más bien eso era una orden, que fuera su esposa – Comenzó en ANBU, uno o dos años después de ingresar Itachi…
Minato no podía creer lo que escuchaba, habían pasado por lo menos seis años desde eso y nunca había visto ninguna señal, en realidad pensaba que los dos se complementaban perfectamente en el campo de batalla, los dos eran genios, estrategas capaces, poderosos y parecían poder leer el siguiente movimiento de su contrincante.
Probablemente esa fuera una razón por la que el heredero de los Uchihas había decidido que debían casarse, y sí él fuera otra clase de persona, Kakashi o Itachi una mujer, probablemente le vería una razón a las exigencias del patriarca Uchiha.
En este momento no las veía, Kakashi era una persona libre y como cual sería su decisión, no la del Hokage, la del patriarca Uchiha, o la de su heredero, aunque decidiera juntarse con la ruidosa y llamativa bestia verde de Konoha aprobaría su decisión.
Kakashi continuo con su explicación, por lo menos eso pensó ya que se había perdido en sus propias conclusiones – Obviamente no le preste atención y no le prestare atención…
- Parece que Itachi habla en serio… Fugaku le exigió a Minato que rectificaras… De todas formas… ¿Cada cuanto te hace esa propuesta? – pregunto Jiraiya un tanto más serio, los Uchihas aun tenían poder y podían presionar lo suficiente para que Minato le diera alguna clase de orden para que Kakashi aceptara esa unión.
No entendía de qué serviría dicha unión, tomando en cuenta que ambos eran varones, no se imaginaba a Itachi como una persona romántica o siquiera tachada a la antigua, no habría descendencia y Fugaku obviamente deseaba que su primogénito continuara con la línea de sucesión de su familia, y para que esto se cumpliera su primogénito debía forzosamente tener un hijo.
La respuesta del ninja copia fue sencilla, aunque perturbadora para el Hokage y el ermitaño – Por lo menos una vez al día…
- ¿Qué? – pronunciaron al unísono, era demasiado inquietante, cualquiera diría que se trataba de un acoso constante y no de un inofensivo amor de juventud, como Fugaku había insinuado.
- Pero… pero… ¿Cómo no nos dimos cuenta? – pregunto Minato, Jiraiya aun trataba de recordar alguna ocasión en la cual los hubiera visto juntos, no podía encontrar ninguna.
Kakashi que para ese momento ya estaba acostumbrado a tener dos visitas diarias, una de Gai con sus constantes retos y otra de Itachi Uchiha con sus interminables propuestas de matrimonio respondió - Itachi elige el momento oportuno, cuando sólo estamos él y yo…
Minato fue el primero en romper aquel silencio, pronunciando una verdad que Kakashi nunca había deseado imaginar, era suficiente con saber que el primogénito de la familia con mayor influencia en la aldea, cuyo chacra era mayor al suyo, tenía una fijación “amorosa” con su persona, otra muy distinta saber que dicha persona te observa sin que te des cuenta – Eso quiere decir que debe seguirte a cualquier parte… Itachi Uchiha te esta asechando…
Un escalofrió recorrió el cuerpo del ninja copia, Jiraiya observo la ventana de reojo tratando de encontrar alguna sombra que delatara la presencia del joven Itachi, Minato sujeto a Kakashi por los hombros preguntándole – ¿Quieres que haga algo al respecto?
Kakashi sonriéndole respondió tranquilamente – No, Itachi es inofensivo…
- ¿Inofensivo? – Pregunto Minato ligeramente horrorizado - te sigue a todas partes y te acorrala cuando están a solas… ¿Cómo puede ser eso inofensivo?
La lógica de Kakashi podía ser sorprendente en ciertas ocasiones, en otras, Minato se preguntaba cuanto de Obito conservaba en ese ojo, porque realmente no entendía como una persona tan inteligente podía ser tan despistada en ciertas situaciones – Sí fuera un criminal clase S me preocuparía, pero es un ninja de la aldea, ya se le pasara…
Jiraiya trataba de tomar anotaciones mentales, esto era oro para sus novelas y pensar que todavía podía ir a los baños termales a buscar inspiración, la vida era buena con se trataba de su persona – No se le ha pasado en seis años…
Kakashi le pregunto a su maestro, quien a veces podía ser toda una mama gallina, tratando de tranquilizarlo – ¿Qué otra cosa puede hacer?
Esta vez Minato trato de hacerle razonar – Puedo darte una larga lista de lo que puede hacerte… debo recordarte que es mucho más fuerte que tu…
Kakashi sabía perfectamente de que hablaba su maestro y había pensando en esa posibilidad durante algún tiempo, esa fue una de las razones por las cuales dejo ANBU, para no estar a solas con él fuera de la aldea – Pero no puede lastimarme dentro de la aldea, lo atraparían, y cuando salgo de ella estoy acompañado de su hermano menor y no creo que Sasuke quiera perder una oportunidad de vencer a Naruto sólo porque su hermano mayor quiere propasarse con su sensei.
- Kakashi tiene un punto – comento Jiraiya cruzando de brazos, seguro que Minato únicamente se preocuparía más con la lógica del ninja copia.
- ¡No le des la razón! – grito Minato, quien para esos momentos trataba de pensar en una forma de proteger la virtud de su alumno, a quien había cuidado desde que se trataba de un niño pequeño, aunque Kakashi nunca fue un niño realmente.
Jiraiya se rasco la barbilla pensando en las posibilidades que aquella conversación tendrían en la vida de Kakashi, Fugaku continuaría insistiendo en que Minato encausara al ninja copia a tomar la decisión correcta, Kakashi seguiría ignorando todo el asunto pensando que tal vez perdería importancia o desaparecería como por arte de magia si no pensaba en eso, e Itachi, nadie sabía que pasaba por la mente de ese joven ninja – Oye… ¿No era ese el Chuunin que te gusta?
Kakashi agradeció mentalmente a Jiraiya por cambiar el tema de conversación, Iruka era una persona de la cual podría hablar durante horas o molestar durante horas, su sonrojo era simplemente adorable, al igual que sus gritos exasperados cuando le había ganado en su combate verbal, el único problema con aquella conversación por supuesto se trataba de la ignorancia de su maestro en ese delicado tema.
Minato al escuchar esa pregunta observo a Kakashi con enojo, ¡Su alumno jamás le contaba sus aventuras amorosas! – ¿Chuunin, cual Chuunin?
Jiraiya riéndose de la expresión en el rostro del Hokage pronuncio burlándose de los otros dos – Acéptalo, nuestro Kakashi ha crecido…
Kakashi ante aquel comentario no pudo evitar sonreír, aunque estaba seguro que Minato intentaría que confesara todo lo que pasaba entre él y su Chuunin, el cual ni siquiera le prestaba atención, sería una larga vida de preguntas constantes – ¿Eso es todo Hokage sama?
Minato al tardarse en responder le dio la oportunidad al ninja copia de desaparecer inmediatamente, siempre hacia lo mismo cuando trataban de hablar de algo remotamente cercano a su vida personal – ¡Maldito! Volvió a irse…
Jiraiya una vez a solas le pregunto muy serio, esta vez enfocándose en la conversación que habían tenido con el patriarca Uchiha – ¿Crees que Fugaku lleve a cabo su amenaza?
Minato regresando a su escritorio pronuncio – Fugaku no es una persona que hable o actué a la ligera…
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Iruka todo ese tiempo había permanecido detrás de la puerta de la oficina del Hokage, ocultando su chacra perfectamente, escuchando como Itachi Uchiha estaba interesado en Kakashi y como el padre del primero había intentado forzar una respuesta afirmativa del segundo.
- ¿Ahora que haré? – se pregunto alejándose de la oficina del Hokage, pensando que Minato podría dar esa orden y que Itachi era mucho mejor partido que él.
Sin embargo, una simple pregunta le hacia pensar que aquello no era un imposible, no podía creer su suerte, le gustaba a Kakashi Hatake, por lo menos eso era lo que dijo Jiraiya “Oye… ¿No era ese el Chuunin que te gusta?”- ¡Si le gusto! – grito emocionado.
No obstante, su grito murió en su garganta al ver un par de ojos rojos mirarlo fijamente, su uniforme oficial escondía un cuerpo atlético, su apariencia ligeramente enfermiza escondía un poder incomparable en la aldea y su corazón aparentemente sentimientos por el ninja copia.
Itachi Uchiha cuando lo deseaba podía verse demasiado atemorizante, al principio intento ignorarlo, pasarlo de largo y esperar que no lo asesinara por la espalda – Umino Iruka.
Perfecto, ahora se encontraba caminando a su lado, con esa expresión insensible que todos los Jounin poseían – Yo lo vi primero.
Iruka se detuvo en seco y le comento mostrando un valor que no sabía que poseía – Pues Kakashi esta interesado en mí.
Itachi ignorando su respuesta pronuncio como si aquello fuera suficiente – Soy su mejor opción.
Iruka no podía creer la forma de comportarse de Itachi Uchiha, en que pensaba, tal vez que si presionaba suficiente el ninja copia aceptaría su petición de matrimonio - Pues Kakashi ya tomo la decisión, ¿Cuántas veces tendrá que decirte que no?
- Hasta que me diga que si – Itachi generalmente obtenía lo que se proponía, ya fuera en cuestión de días o años como en este caso, solo era cuestión de tiempo.
Itachi Uchiha había tomado la decisión de seducir al ninja copia después de trabajar con él en una misión, durante ese momento se dio cuenta que se complementaban, ambos eran genios, eran poderosos, podían adivinar el siguiente movimiento del otro, podían conversar durante horas sin decir mucho realmente, ¿Quién más podría entenderlo como lo hacia Kakashi? Obviamente no el Chuunin – Nos complementamos.
Iruka dio un paso en dirección de Itachi preguntándole asombrado – ¿Eso es suficiente para estar juntos? ¿Qué hay del amor?
Para Itachi, el amor era comparado con lo que sentía por el ninja copia, que más se necesitaba para estar juntos que complementarse mutuamente – Para mí es suficiente.
- ¿Me estas amenazando? – pregunto Iruka tratando de comprender lo que deseaba.
La respuesta de Itachi sorprendió demasiado a Iruka, el que esperaba recibir una amenaza de muerte o una advertencia – No… sólo estoy tratando de hacerte entender lo que ocurre entre nosotros.
- No ocurre nada entre ustedes…
- Todavía no, pero Kakashi se dará cuenta que nos pertenecemos mutuamente, solo es cuestión de tiempo… - su seguridad era impresionante.
Tanto como la inseguridad de Iruka Umino, quien le pregunto – ¿Por eso Fugaku visito al Hokage? ¿Por qué es cuestión de tiempo para que acepte ser tu esposa?
Itachi no sabía que su padre había visitado al Hokage, le había dicho mil veces que era asunto suyo y que no permitiría que se entrometiera entre ellos cuando le ordeno que dejara ese absurdo y buscara una mujer con la cual tener descendencia, aparentemente lo había ignorado – Mi padre visito al Hokage…
- ¿No lo sabías?
Su silencio fue su respuesta y su retirada su despedida, estaba cansado de hablar con ese Chuunin, parecía no entender lo que era obvio para Itachi, en realidad para la mayor parte de sus compañeros de trabajo, Kakashi no podría fijarse en él.
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El único problema era por supuesto que Kakashi sentía cierta predilección por las personas tímidas e introvertidas e Iruka Umino entraba en las dos descripciones, le gustaba llamar su atención y hablar con él, aunque sólo fuera para recibir sus constantes gritos.
Cualquier clase de atención que recibiera de Iruka era bienvenida y con esa idea en mente decidió buscarlo, todavía tenía que saber que persona nunca le haría caso, esperaba que no fuera nadie que conociera, porque después de hablar con ella se sentiría muy culpable.
Después de algunos minutos lo encontró inmóvil a la mitad del camino en dirección de La Torre del Hokage, al ver como no se había percatado de su presencia le saludo asustándolo ligeramente – Hola.
Iruka volteo sonrojado, esperaba que Kakashi no hubiera escuchado su conversación con Itachi, no deseaba presionar su suerte ni al ninja copia – ¿No tenías una reunión con el Hokage?
Kakashi observándolo detenidamente le respondió – Ya término de reprenderme… ¿Te encuentras bien Iruka sensei, te ves muy sonrojado?
Y colocando una mano en su frente pregunto – ¿Tienes fiebre? ¿Te acompaño al hospital?
Iruka retrocediendo por temor a restregarse con aquella mano como si se tratase de un gato y respondió con mucha más brusquedad de la que esperaba – No… estoy bien.
Kakashi alejándose de Iruka se mantuvo observándolo durante algunos segundos, preguntándose porque siempre era tan arisco con él, no recordaba haberle hecho nada malo en el pasado, aparte de incomodarlo todo los días desde que el equipo siete se había formado, pero no era intencional – ¿Seguro? Puede ser una reacción alérgica…
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