Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Secretos de un alumno y un profesor… por Masterred

[Reviews - 136]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

*****************************

 

El licor se agitaba dentro de la pequeña botella por el movimiento del carruaje en el que viajaban Hiroki y su antiguo alumno. Estaba estratégicamente escondida entre la ropa, como si alguien fuera a revisar por sorpresa la maleta del profesor.

Éste viajaba con un codo sobre la ventanilla del carruaje, fingiendo que miraba el paisaje, cuando en realidad estaba hecho un lío por dentro. Además de furioso.

Aún le resultaba difícil de creer que Nowaki lo estuviese secuestrando ¿y para qué además…?

“Para obtener las respuestas que me merezco…”  había dicho el muy engreído.

Pues él no le iba a decir más de lo que ya le había dicho. Jamás. Es más, ni siquiera pensaba hablarle, ni mirarlo siquiera, como lo estaba haciendo en ése momento. Y si tuviera ganas de hablar hablaría con los muebles… Sí, eso haría…

Si tantas ganas tenía Nowaki de tener un invitado de más en su casa ¡que así sea! Sólo se limitaría a comer, dormir y leer los libros que había llevado.

“Perfecto, serán como unas vacaciones”  pensaba. “Y cuando Nowaki se aburra de tenerme encerrado volveré a mi casa. Bueno, más bien volveré al trabajo, si es que me perdonan el faltar tantos días…”

Había tenido tiempo antes de empacar para preparar una nota explicando adónde iba, y había designado a un profesor para que quedara a cargo de sus clases.

“Dos profesores desaparecidos en tan poco tiempo…” pensó, interrumpiendo su ridícula venganza contra Nowaki un momento. “Espero que no se levanten sospechas…”.

_ ¿Te encuentras bien, Hiro-san…? Estás haciendo muchas muecas… _comentó el ojiazul.

Hiroki se sobresaltó:

_ Claro que estoy bien, idiota… _gruñó, sin mirarlo_ Dejando de lado el hecho de que me estás secuestrando…

_ Yo no te estoy secuestrando; secuestrarte sería taparte la boca con una mordaza, atarte y arrojarte dentro del carruaje sin darte explicación alguna… _repuso el más alto con toda calma_  Yo hasta te he dado tiempo de empacar…

_ ¡Sigue siendo un secuestro porque me extorsionaste para que viniera!!!

_ Fue Hiro-san quien no quiso venir por las buenas…

El castaño sintió deseos de echarle las manos al cuello y estragunlarlo. Además lo decía todo tan serio y calmado… ¿¿Quién demonios se creía…??

_ Y otra cosa, deja de llamarme “Hiro-san” todo el tiempo. ¡Me molesta!

_ Me temo que no estás en condiciones de exigir nada.... Pero si tanto te molesta, te llamaré Hiroki de ahora en adelante. _Nowaki se pasó una mano por el cabello_ No me gustaría que alteres la paz de mi hogar con tus gritos…

Hiroki frunció el seño ante el comentario;

_ Hablando de la paz del hogar, ¿tu esposa sabe que traes un desconocido a…?

_ La verdad es que soy viudo… _le cortó Nowaki.

El profesor dejó de hablar al instante y su expresión se suavizó:

_ ¿Q-qué dices…? ¿Viudo?

_ Ella falleció hace 5 años. Mientras daba a luz a su hija… 

La expresión del más alto había cambiado de una seriedad inmutable a una profunda tristeza. No miró a Hiroki en ningún momento a los ojos, sólo los mantuvo fijos en el suelo.

Hiroki tragó saliva, sintiendo una punzada de culpa por ser tan bocón:

_ Lo siento, Nowaki… No tenía idea…

_ No lo sientas tanto. _dijo Nowaki de manera cortante. Luego volvió la mirada a la ventana y contempló el paisaje dando por terminada la conversación.

Hiroki hizo lo mismo, pero ya no con una actitud de víctima ofendida. En cambio, pensaba en lo diferente que estaba Nowaki; tan serio, orgulloso, autoritario… ¿tantas cosas habían cambiado en él…?

Pronto volvió a sentir curiosidad sobre lo que el ojiazul habría vivido todos ésos años. Pero lo que más lo desconcertaba era el Nowaki que tenía frente a él. Siempre se había aferrado a la idea de que había hecho lo correcto al abandonar a su alumno de la manera en que lo hizo, para poder resistir la soledad. Cuando pensaba en él lo había imaginado feliz y tan sonriente como lo recordaba, rodeado de niños, una esposa…

Realmente lo había sorprendido encontrarse con ésa persona tan seria y… y…

¿Triste…?

Con disimulo volvió a observarlo de reojo. ¿Se aclararían sus dudas en los próximos días? ¿Habría muerto el Nowaki que él recordaba?

“Pero en el baile de disfraces el… él me sonrió…” recordó con algo de angustia “pero no sabía que era yo… Tal vez… Sólo está resentido conmigo por lo que hice…”.

_ ¡Llegamos! _anunció el chofer y Hiroki volvió a la tierra repentinamente.

Ante el carruaje las rejas de la casa se habrían para que éste pudiera ingresar. Hiroki contempló el jardín inmenso que rodeaba la casa tan lujosa, y casi no lo reconoció.

Todo estaba tan cambiado. Para empezar parecía muy cuidado, y había unas estatuas con formas angelicales a cada lado de la casa.

El profesor se dio cuenta de que el corazón le latía apresuradamente…

Contempló la fachada de la residencia. Había vuelto al lugar al que había jurado no volver jamás…

 

 

Unos criados les abrieron las puertas y cargaron las maletas del profesor.

Nowaki y Hiroki ingresaron en la amplia sala sin más preámbulos.

El castaño abrió grandes los ojos al ver lo mejorada que estaba la casa por dentro, bastante más lujosa de lo que él la recordaba. Su expresión cambió cuando clavó la vista en la escalinata que había descendido la noche en que fue. Los recuerdos se sucedían unos tras otros, sin darle tregua.

Nowaki, que estaba muy atento a la reacción del profesor, vio esto y dijo secamente:

_ Bienvenido de nuevo… 

Pero había una obvia muestra de rencor en ésa frase.

Hiroki abrió la boca para responderle algo pero una vocecita infantil lo interrumpió:

_ ¡Papiii!!! _exclamó la niñita que corría hacia ellos.

El profesor la observó boquiabierto, la pequeña había salido de la nada…

Tenía largas trenzas rojizas y un mono vestidito blanco. Nowaki sonrió ampliamente al verla y abrió los brazos cuando la pequeña llegó hasta él:

_ ¡Hola! _exclamó alzándola en brazos y llenando su dulce carita de besos_ ¡Aquí está mi pequeña bebé! ¿Te has portado bien?

Hiroki observó a la niña y a su padre mientras se abrazaban. Notó cómo Nowaki volvía a ser el de antes durante ése momento: los ojos se le iluminaron, y la sonrisa gigante volvió a ocupar el lugar en su cara…

Ahí estaba el Nowaki que él recordaba, no había desaparecido después de todo.

Una mujer llegó corriendo a la sala;

_ ¡Aquí estás Himeko! _la niñera de la pequeña suspiró aliviada_ Sr. Kusama… Bienvenido. Siento haber perdido de vista a la pequeña, es que ha salido corriendo al ver que usted llegaba…

_ No hay problema, últimamente juega a escaparse y esconderse…  _Nowaki retorció una de sus trenzas cariñosamente_ Tienes que obedecer a tu niñera, Himeko…

Se volvió hacia Hiroki con la niña en brazos:

_ Ésta es mi hija… _anunció_ Saluda a Hiroki, será nuestro invitado durante unos días…

_ Hola… _sonrió tímidamente la pequeña.

_ Es un placer conocerte… _dijo Hiroki con sinceridad y esbozando una sonrisa casi tan tímida como la de la pequeña.

Himeko no respondió y ocultó la cara en el cuello de Nowaki mientras reía.

_ ¿Desde cuándo eres tan tímida con los extraños…? _Nowaki le hizo cosquillas.

_ ¡No me hagas cosquillas papi!!! _protestó Himeko riendo.

El ojiazul dejó a su hijita en el suelo y dio instrucciones a la niñera para que la ayudara a cambiarse para la comida. La mujer y la pequeña se fueron por donde vinieron.

_ Es una niña encantadora… _comentó Hiroki con timidez.

Nowaki recuperó la seriedad en su rostro en cuanto quedaron a solas:

_ Sí, lo es… _respondió caminando hacia la escalera_ Te llevaré a tu habitación para que puedas ponerte cómodo hasta la hora de la comida…

_ ¿Cuántos años tiene…? _insistió el profesor, rompiendo su promesa de no hablar más de lo necesario a Nowaki.

_ Cumplirá 5 en unos meses… _Nowaki comenzó a subir los escalones.

_ Oh. _Hiroki lo siguió y observó la escalera cubierta por una nueva y lujosa alfombra_ Todo está muy cambiado aquí… _comentó casi para sí mismo.

Para su sorpresa, Nowaki le respondió;

_ ¿Te refieres a que es mucho más lujoso que antes? _preguntó secamente.

_ Creo que estaba pensando en voz alta… _le respondió el castaño_ Pero sí, la casa hasta parece más grande.

_ Lo es. Tiene muchas reformas y habitaciones nuevas… _el más alto dobló en un pasillo_ Mi padrastro no quería que su nieta creciera en una casa que se estuviese cayendo de a pedazos…

_ Comprendo. ¿Y en dónde está él ahora...? ¿Vive con ustedes?

_ Falleció. Hace como tres años… Himeko es mi única familia…

“¡Maldición!” pensó Hiroki apretando los puños. ¿Cómo se suponía que iba a evitar meter la pata si no estaba enterado de nada???

_ Lo siento mucho… _dijo. Pero el más alto no le respondió.

Volviendo a darle la espalda, abrió la puerta del cuarto asignado para el invitado:

_ Éste será tu cuarto Hiro-san… _anunció dejando que entrara.

La habitación era realmente bonita. El sol entraba de frente y a raudales por un gran ventanal por el que se veía todo el jardín, la cama era gigantesca y se veía muy confortable, y sus maletas ya estaban todas ubicadas allí. Incluso tenía su propio baño.

_ ¿Crees que estarás cómodo? _preguntó el ojiazul desde la puerta.

_ Claro. Por supuesto que estaré cómodo…

_ Pondré a tu disposición a unas criadas si gustas, para que te ayuden a desempacar. _le ofreció.

_ No hace falta, no traje demasiadas cosas…

_ Bien. Te veré después Hiroki, tengo algunos trabajos que hacer… _se despidió_ Puedes pedirle lo que quieras a los sirvientes e ir a donde gustes en la casa, pero recuerda que hay muchas reformas, ten cuidado de no perderte…

_ ¡No me voy a perder, no soy un niño! _se molestó  el profesor_ ¡Nowaki, aguarda!

_ ¿Qué?

_ ¿En dónde está Tsumori? Tengo que hablar con él…

_ Está en un viaje de negocios… Volverá el mes que viene… _respondió.

Luego cerró la puerta y Hiroki oyó sus pasos alejándose.

 

Notas finales:

Quisiera saber por qué me aparecen esas fucking letras raras en la parte de arriba?! >=(


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).