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Secretos de un alumno y un profesor… por Masterred

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Notas del capitulo:

 

Hola holaaaaaa!

Gracias por la espera tan paciente y por sus reviews =D, he aquí la continuación!

Este capítulo tiene un pequeño homenaje a Antique Bakery, vi el anime hace poco y me gustó muchoooo ¡quiero tener el manga! ¡Kyaaa!

Bueno espero que lo disfruten!

En la mañana…

 

Hiroki subió apresurado las escaleras y entró en la sala de profesores jadeando:

_ ¡Siento llegar tarde! _se apresuró a decirle a Miyagui, que estaba estirado sobre su silla fumando tranquilamente.

El pelinegro le sonrió:

_ Relájate, kamijou… La época de exámenes ya casi acaba, así que no tenemos tanto trabajo como siempre… _le comentó.

Hiro dejó su portafolio a un lado y se quitó la bufanda. Cuando fue a sentarse a su escritorio Miyagui lo interceptó;

_ ¿No has escuchado lo que dije? ¡No hay prisa por ponerse a trabajar! _le dijo animadamente_ ¿No te apetece echarte una siesta? Tienes ojeras…

_ ¡Profesor! _Hiroki lo apartó del camino con un empujón_ ¡Sea más profesional, por favor!

_ ¡Pero qué carácter! _se quejó Miyagui_ Se nota que no dormiste nada…

Hiroki no contestó mientras sacaba una pila de exámenes sin corregir de un cajón. En efecto, había dormido mal porque por un lado había estado escribiendo la continuación para Akihiko hasta muy tarde, y por el otro…

_ Te peleaste con Nowaki. _dijo Miyagui de repente.

_ ¿Qué? _Hiro salió de sus pensamientos y lo miró.

_ Eso. _Miyagui le dio otra pitada a su cigarro con toda la calma del mundo_ Estás molesto porque te peleaste con tu novio de nuevo ¿no es así, Kamijou?

El castaño volvió la vista a sus exámenes:

_ Usted qué sabe… _gruñó por lo bajo, pero aun así Miyagui lo oyó.

_ ¡Kamijou, no te das cuenta de que yo lo se todo sobre ti! _exclamó entre ofendido y divertido.

Miyagui apagó el cigarrillo y se acercó a él por detrás. Aprovechando que el castaño estaba sentado le puso ambas manos sobre los hombros;

_ ¿¡Qué hace!?

_ ¡Quédate quieto! _le pidió el pelinegro_ Adivinaré… Ummmm… veamos…

Hiroki estaba tan cansado y mortificado que se dejó tocar. “Así podré golpearlo el doble de fuerte cuando acabe…” pensó.

Miyagui comenzó a masajearle los hombros rítmicamente:

_ Cuerpo tensionado… Expresión macabra… _enumeró. Le tocó el entrecejo_ Frunces el seño con una presión capaz de aplastar una lata de refresco…

_ ¿Y bien…? _se impacientó Hiroki.

_ No parecen celos. Más bien es… ¿falta de sexo? _Hiroki se puso rojo y Miyagui contuvo la risa_ No, tampoco es eso… ¡Aja! Parece que hizo algo que te molestó mucho. ¿Es eso?

El castaño parpadeó un par de veces, sorprendido:

_ Vaya… Es muy bueno… _admitió.

_ Lo sé, lo sé… _Miyagui se pasó una mano por el cabello, sonriendo_ Tengo un don…

_ ¡O tal vez sean poderes mágicos! _exclamó Hiro.

_ Quizá…

El castaño lo miró fijamente con un codo apoyado sobre el escritorio:

_ O quizá lo que hizo fue leer la tarjeta del paquete que está sobre mi escritorio antes de que yo llegara… _dijo.

En efecto, las grandes letras en la tarjeta escritas con marcador negro delataron a Miyagui: “”Perdón por hacerte enfadar… Firma: Nowaki”.

El otro profesor, lejos de avergonzarse, se rió:

_ ¡De acuerdo, me has descubierto Hiroki! _se carcajeó_ La verdad es que me encontré con Nowaki esperándote en la puerta de la universidad, y le prometí que te daría su pequeña “ofrenda de paz”.

_ Ya veo…

_ ¿No lo vas a abrir? Tengo curiosidad por saber de qué se trata…  _confesó el pelinegro.

_ ¡Pero qué molesto! _se quejó Hiroki, aunque de todas formas tomó el paquete entre sus manos y tiró de la cinta.

Cuando rasgó el envoltorio y abrió la caja se encontró con seis encantadores…

_ ¿Pasteles? _observó Miyagui.

_ Pasteles. _corroboró Hiroki observando el obsequio.

¡Tonto Nowaki! ¡Cómo se atrevía a pedirle disculpas así como si nada!

Además le había comprado un regalo, sólo conseguía hacer que se sintiera culpable por haberlo regañado…

¡Qué tontería! ¿Culpable? ¡Nunca!

_ ¿Me darás uno verdad? _pidió el profesor detrás de él_ Recuerda que hice de mensajero…

Hiroki sacó un pastel para comer él y le pasó la caja completa a Miyagui:

_ Coma los que quiera… _dijo y volvió la vista a los exámenes con cara de “no me importa nada”.

Miyagui tomó la caja entre sus manos:

_ Vaya manera de tratar un obsequio… _resopló antes de seleccionar un “choux a la creme” y morderlo.

Hiroki le respondió con un gruñido:

_ Los problemas no se solucionan regalando pasteles, se solucionan yendo de frente y pidiendo disculpas… _sentenció.

_ Pues si hubieras llegado un poco más temprano te lo habrías encontrado y podrían haber hablado de frente todo lo que quisieran…

El castaño se giró y lo fulminó con la mirada;

_ ¿¡O sea que yo tengo la culpa de él meta la pata?! _exclamó.

_ ¡Hey, cálmate Kamijou! No la tomes conmigo… ¿Qué fue lo que hizo para que te molestaras así? Apuesto a que no es tan grave…

_ Olvídelo… No tiene caso… _murmuró volviendo el cuerpo sobre sus exámenes.

Le dio una mordida a su pastel, mientras que Miyagui ya comenzaba a comerse otro:

_ Por lo menos se ve que se siente bastante mal. Porque te compra pasteles muy caros... _comentó leyendo la etiqueta de la caja_ ¿”Antique”? Me pregunto si será esa nueva pastelería que tanto comentan mis alumnas…

Hiroki no le respondió, estaba empeñado en terminar de corregir sus exámenes y en pensar qué le diría a Nowaki cuando se lo encontrara en el departamento.

No tenía ganas de hablar con él, sólo quería arrojarle un libro o dos. Se lo merecía por meter sus narices en lo que no le correspondía…

Aunque viéndolo de otra forma; él había accedido desde un principio a que Nowaki lo ayudara a pensar ideas. Y quizá, sólo quizá… Lo que escribió no estuviese tan mal… hasta quedaba bien con la historia…

Suspiró y se levantó, abandonando el pastelito a medio comer sobre las hojas:

_ Voy a buscar un poco de café… _anunció.

Cuando ya iba a salir sintió que Miyagui lo abrazaba por detrás;

_ Si quieres vengarte de él engañándolo, estoy disponible Kamijou… _susurró con sensualidad en su oreja_ Casualmente también estoy peleado con la persona con la que salgo…

_ ¡Profesor!!! _Hiroki lo empujó  y le hubiera arrojado un libro en la frente de no ser porque no tenía ninguno al alcance.

Miyagui estalló en sonoras carcajadas:

_ Jajaja ¡Sólo estaba bromeando, Hiroki! ¡Debiste de ver tu expresión de susto!

El sonrojo tiñó levemente las mejillas del castaño;

_ ¡Madure de una vez! _le gritó.

_ ¡Cálmate, cálmate! _Miyagui tomó aire_ Recuerda que le prometí mi ayuda a Nowaki para que lo perdonaras, no me gustaría que intentara golpearme otra vez… Aunque…

Miyagui se acercó una vez más a Hiro y con el pulgar le limpió un pequeño rastro de crema que tenía en la comisura de los labios:

_ Eres tan lindo cuando te enfadas… Que no sé si podré cumplir mi promesa…

Hiroki recompuso su cara de susto, y Miyagui volvió a reírse:

_ ¡No puedo creerlo, volviste a caer Hiroki!  _se burló.

Pero cuando levantó la vista vió que la expresión de susto de Kamijou no era por él. Era por…

_ ¡Shinobu…! _exclamó al verlo parado en la puerta, observando la escena.

Shinobu echó fuego por los ojos, dio media vuelta y se alejó a paso rápido, sin dar tiempo a Miyagui de explicar nada.

_ ¡Shinobu, espera! ¡Espérame, puedo explicarte! _Miyagui salió tras él_ ¡Sólo estaba jugando…! ¡Shinobu!

Hiro observó al profesor salir corriendo detrás de “su niño”. Suspiró fastidiado pensando que, importantes o no, todas las parejas del mundo tenían sus problemas.

 

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  Nowaki dio un respingo al escuchar el ruido de llaves en la cerradura. Su Hiro-san había venido algo más temprano que lo acostumbrado, sin darle tiempo a terminar de hacer la cena…

Lástima, con las ganas que tenía de complacer a su Hiro-san con una buena comida…

Reuniendo valor, fue hasta la sala de estar y se plantó allí, dispuesto a sobrevivir a la ira de Hiro-san. Cuando la noche anterior había terminado de atender las emergencias del hospital, se había parado a pensar en lo que pasó y se había sentido mal por haber escrito ése capítulo y enviarlo a Ahikawa sin permiso. Quería disculparse con Hiro, pero sabía que antes debía afrontar las consecuencias y recibir uno o dos libros en la cabeza.

Sin embargo, cuando Hiroki abrió la puerta y lo vio allí parado no hizo ningún comentario al respecto de lo ocurrido:

_ Hola… _saludó_ ¿Sigues despierto…?

_ Sí, claro… Estaba haciendo la cena…  _explicó el ojiazul, bastante desconcertado.

_ Oh… _Hiroki le dio la espalda y colgó su abrigo en el perchero_ ¿Tengo tiempo de bañarme? 

_ ¡Sí, por supuesto! Pero…

_ ¿Qué era la emergencia de anoche? _preguntó Hiro.

_ Em, bueno pues… Un niño pequeño tuvo un accidente andando en bici. Una fractura expuesta…

_ ¿Se pondrá bien…?

_ Sí, el niño estará bien… Fue un accidente feo pero ya está fuera de peligro…

_ Que bien…

Nowaki lo observaba ir de aquí para allá guardando el portafolios, colgando la bufanda, quitando libros del paso. No sabía cómo empezar;

_ ¿Recibiste el regalo que te envié? _preguntó.

_ Sí, gracias… Estaban deliciosos… _Hiroki sacó la caja del potafolios y se la dio a Nowaki_ Te guardé algunos para tí…

_ Ah, gracias… _Nowaki tomó la caja y observó cómo Hiro pasaba junto a él sin siquiera mirarlo._ ¡Hiro-san, espera!

_ ¿Qué quieres? _el castaño no lo miró.

_ ¿Sigues molesto conmigo, no? Por eso te haces el indiferente ¿verdad? _Nowaki dejó la caja de pasteles a un lado_ Me estás castigando…

_ No es eso…

_ ¡Sí, que lo es! _protestó el más alto_ Hiro-san, te pedí disculpas…

_ Ya lo sé, por algo recibí tu regalo… _lo esquivó Hiroki.

_ ¡Lo que te estoy preguntando es si aceptas mis disculpas!

_ ………

Ante su silencio, Nowaki trató de acercarse a él pero Hiroki se apartó rápidamente:

_ Hiro-san…

_ ¡No me pongas esa vocecita triste! _le advirtió frunciendo el seño_ ¡Ni esa cara! No pienso sentirme mal por no aceptar tus disculpas cuando fuiste tú el que metió la pata.

_ Lo sé… No debí haber hecho eso… _Nowaki se miró los pies_ Pero el tiempo para escribir el capítulo se te acabaría, y perdías tiempo batallando con Akihiko para que cambie la instrucción… _explicó.

_ Podrías haberme enseñado el capítulo antes de enviárselo… _le recordó el castaño.

_ ¡Hiro-san lo hubiera borrado!

_ ¡Otra vez con eso! _se enojó por fin Hiroki_ ¡Se acabó, voy a ducharme! ¡Termina de cocinar y luego hablamos…!

_ Pero… _Nowaki iba a detenerlo, pero cambió de opinión y lo dejó marchar.

Oyó azotarse la puerta del baño. Suspiró, algo triste. No pudo hacer las pases con Hiro-san como pensaba.

Se había prometido la estrategia de siempre: darle la razón a Hiroki, explicarse, aguantar un par de golpes y luego todo estaría bien, podría darle un beso y cenarían juntos como siempre…

“Hiro-san lo habría borrado”. ¿Por qué seguía insistiendo con eso? Por eso no había podido darle la razón a Hiro-san, le dolía que no apreciara su trabajo… ¡Después de tanto entusiasmo que había puesto al escribirlo!

_ ¡Tal vez quieras leer lo que escribí anoche para tí en la historia! _oyó que le gritaba Hiroki desde el baño.

Nowaki no hizo más preguntas. Abrió el portátil de Hiroki y buscó el capítulo correspondiente. Al parecer el castaño había seguido escribiendo luego de su capítulo…

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Jajajaja Miyagui clarividente… jajaja

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Minutos después…

 

Hiroki salió del baño secándose el cabello con una toalla. Se había puesto ropa limpia y unos vaqueros; quería estar cómodo antes de continuar batallando con Nowaki;

_ ¿Y bien? _preguntó al llegar a la sala de estar. Nowaki estaba sentado en un sofá, inclinado sobre el computador_ ¿Lo leíste?

Nowaki se volvió hacia él con el seño fruncido:

_ ¿Cuándo lo escribiste? _le preguntó.

_ Anoche. _Hiroki dejó la toalla a un lado.

_ No me gusta, Hiro-san… Bórralo. _le pidió.

_ Imposible. Ya está en poder de Akihiko, se lo envié anoche por correo electrónico…

Nowaki se levantó y a punto estuvo de tirar el aparato al suelo:

_ ¡Pero… pero…! _protestó con ojos muy abiertos_ ¡Me haces ver como un malvado!   

_ ¡Y tú en tú capítulo me hiciste ver como un idiota dominado! _contraatacó Hiroki.

_ Yo no soy así. _se quejó.

_ ¡Yo tampoco! _respondió el castaño_ ¡Y te merecías una cucharada de tu propia medicina!

_ ¡Pero yo no soy… no soy…!

_ ¿Un idiota celoso? _completó Hiroki por él.

_ No lo soy… _afirmó Nowaki ya no muy convencido. De repente comenzaba a recordar las escenas de celos que había hecho frente a Akihiko y el Profesor Miyagui._ ¡Pero de todas formas no debiste haberme relatado así como un malvado y mandárselo a Akihiko sabiendo que me iba a molestar! ¡No es justo!

_ ¡¿Justo?! ¡Si tú hiciste lo mismo! _Hiroki le arrojó una revista.

_ Yo no dejé como un idiota al Hiro-san de la historia, ¡hice que la culpa fuera de Miyagui!

_ ¡Me da igual! ¡Eres un entrometido! _gritó el castaño arrojándole un libro.

_ ¡Creí que me dejarías ayudarte! _protestó el ojiazul esquivando el golpe.

_ ¡No necesitas hacer cosas heroicas por mí, mocoso! ¡Yo puedo arreglármelas solo!

_ Tal ves no tanto como Hiro-san cree, ¡porque a Ahikawa le gustó más lo que yo escribí que todas las protestas y quejas que…! _Nowaki no terminó la frase porque Hiroki comenzó con la artillería pesada: libros, enciclopedias, cuadernos. Todo voló por el aire, incluso los cojines y un zapato que estaba perdido por allí, y los dos jóvenes egoístas seguían discutiendo y peleando, y no pararon hasta que la vecina de abajo golpeó el techo con la escoba y les gritó que se callaran y la dejaran dormir.

Al final Nowaki se sentó en un extremo del sillón para palparse el chichón que un diccionario le había hecho, y Hiroki se sentó el apoyabrazos del otro extremo, cruzado de brazos y con los labios apretados del enojo.

Ninguno decía nada. La sala de estar estaba hecha un desastre, con los libros y cojines tirados en el piso, y las revistas abiertas que habían aterrizado sobre el sillón y la mesilla del centro.

Hiro suspiró:

_ Nunca nos vamos a poner de acuerdo… ¿verdad? _dijo bajito.

Nowaki no respondió. Hiroki lo espió por encima del hombro;

_ Sabes que ya no podemos echarnos para atrás y borrar los capítulos que escribimos. Porque Akihiko ya los tiene en su poder… _dijo.

_ Lo sé… _respondió Nowaki.

Volvieron a hacer silencio. Hiroki se miró sus pies desnudos y contempló el desorden de la sala:

_ No me gusta que nos peleemos por culpa de Akihiko y sus encargos… _suspiró.

_ A mi tampoco me gusta… _respondió Nowaki_ Creo que…  sí estoy un poco celoso después de todo. Muy celoso. Akihiko hace cosas comos estas todo el tiempo, pero si yo meto la pata recibo más libros en la cabeza que él… _se quejó.

_ El también ha recibido algunos libros a veces… _protestó Hiroki no muy convencido de lo que decía. La verdad era que Nowaki tenía razón_ Lo siento… Siento haberme enojado…

_ Está bien, Hiro-san… Yo te hice enojar después de todo… _propuso el más alto, conciliador.

_ Pero tienes razón en lo que dices… Akihiko me obligó a continuar escribiendo su historia, y sin embargo no me enojé con él tanto como lo hice contigo... Discúlpame…

_ No te preocupes… _Nowaki sonrió_ Tal vez si soy un idiota celoso…

_ Y tal vez yo sea un idiota dominado… _concluyó el castaño apoyando la cara sobre una mano y suspirando tristemente.

_ No es culpa tuya si te extorsionan…

Hiroki se encogió de hombros:

_ ¿Eso fue lo que trataste de escribir, verdad? Para que el Hiroki de la historia no se viera mal, hiciste que lo extorsionaran…

_ Algo así…

_ No quedó tan mal…

Silencio. Nowaki dejó de tocarse el golpe que tenía en medio de la frente y observó a Hiroki, encorvado en el extremo del sillón y sentado en el apoyabrazos:

_ El Nowaki de la historia se comporta de esa manera… porque sufrió mucho extrañando a su Profesor… ¿verdad? _reflexionó_ Como Hiro-san cuando yo me fui a los Estados Unidos…

El castaño no contestó por un rato;

_ Lamento haber vuelto a tocar ese tema y haber abierto ésas heridas otra vez… _dijo sin volverse a verlo_ No se qué me pasó…

_ Está bien… Ahora lo entiendo… _Nowaki se acercó a él gateando en el sofá_ Hiro-san, se sentía muy desolado en ese entonces…

_ Nowaki…

_ ¿Las heridas nunca cierran verdad Hiro-san…? _susurró.

Hiroki lo miró por encima del hombro. El ojiazul sintió que se le encogía el corazón al ver su mirada angustiada y sus dulces ojos tristes. Cuando el castaño no pudo reprimir un sollozo, no se detuvo a pensar en lo que hacía y lo rodeó con sus brazos, atrayéndolo hacia él en un abrazo cálido y reconfortante.

El castaño permitió que lo abrazara y se dejó rodear por los brazos de su Nowaki, pegándose a él lo más que pudo. Su trasero resbaló del apoyabrazos y se deslizó sobre el regazo del más alto, que hundió la cara en su cuello y lo besó cariñosamente cerca de la nuca.

Permanecieron así largo rato, hasta que Nowaki presintió que su Hiro-san ya se sentía mejor y se atrevió a hablar;

_ Hiro-san… No podemos dejar que ellos dos sigan peleados… _sugirió con una sonrisa_ Debemos reconciliarlos…

_ Creo que sí… _Hiroki se acomodó mejor sobre el regazo del más alto_ Nowaki…

_ ¿Mh? _el ojiazul se había distraído aspirando el perfume de su pelo.

_ En realidad… Lo que escribiste estaba muy bien… _confesó_ Me refiero a la manera de redactar y eso… No pensé que tendrías tan buenos dotes de escritor…

_ No fue nada en realidad… Sólo lo escribí con ganas y entusiasmo y quedó así…

_ Lo que quiero decir es que quiero que me sigas ayudando. _afirmó Hiroki poniéndose un poco rojo_ Aceptaré todas tus ideas y… sugerencias…

Nowaki sonrió ampliamente:

_ Será un placer ayudarte, Hiro-san…  _declaró.

El castaño se giró un poco y Nowaki aprovechó para rodearle la cintura con sus brazos. Hiroki observó el chichón en su frente y se sintió mal:

_ ¿Te duele? _preguntó.

_ Un poco… Casi nada… _sonrió Nowaki restándole importancia.

_ Ya veo… _Hiroki se giró del todo y colocó una rodilla a cada lado del cuerpo del ojiazul, quedando frente a frente_ Creo que puedo hacer que te sientas mejor…

Antes de que Nowaki pudiera preguntarle algo, Hiroki lo besó suavemente en la frente, cerca del golpe. A continuación le besó una mejilla, rozando antes la piel con sus labios:

_ Hiro-san… _le advirtió Nowaki_ Estás jugando con fuego, ¿sabes…?

Hiroki no atendió a la advertencia y poniendo sus manos sobre los hombros de Nowaki lo besó también en la barbilla;

_ Hiro-san… _Nowaki pronunció su nombre en un susurro y sus manos levantaron la ropa y comenzaron a acariciar la suave piel de su espalda.

El castaño lo beso en los labios y Nowaki le correspondió el beso, dejando que su Hiro-san lo empujara sobre el sofá y se sentara sobre sus caderas.

En el momento en que la cabeza del más alto se apoyaba en el sofá, Hiroki dejó sus labios un momento para mirarlo a los ojos:

_ Nowaki, quiero que sepas… Que si me molesto contigo es porque te quiero… _dijo y volvió a besarlo, antes de que Nowaki le respondiera algo que lo apenara.

 

Notas finales:

Bueno, está recién salido del horno el capitulo, acá llueve mucho y como tengo la computadora portátil en mi poder escribí a toda velocidad... Así que no se asusten si encuentran algún errorcito jejee

Besos a todasss!!! =)


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