Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Secretos de un alumno y un profesor… por Masterred

[Reviews - 136]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Kyyaaaaaaa mañana me dan la nota del examen de Historia!!! D= ¡No se qué esperar...!

Hablando de lo importante, ¡gracias por tantos reviews y por el aguante! (es decir por la paciencia jeje) 

Las compenso con otro capítulo más, estoy llegando tarde a lo de una compañera de facultad porque tenemos q hacer un trabajo práctico, ¡pero bien valio la pena porque me pegó un ataque de inspiración y terminé el capítulo!!!

Como siempre escrito de a pedacitos todos los días y con el final recién salido del horno, y con mucho amor!! =) Besos a todassss Las quieroooo!!

0/0/0/0/0/0/0/00/

Nowaki no estaba, así que no habría problema en tocar un poco…

Se sentó frente a aquel piano que había visto todas y cada una de las lecciones que él le dio a Nowaki. Acarició las teclas de marfil un momento y comenzó a tocar una melodía que solo él y Nowaki conocían, pues la había compuesto para el menor.

Tocó... y tocó... y tocó...

No pudo evitarlo; comenzó a llorar. Recordó todas y cada una de las veces en que lo regañó, en que le sonrió... Aquella primera y última noche que pasaron juntos...

La melodía se detuvo bruscamente, y ahora Hiroki se encontraba llorando amargamente.

Pero su suerte definitivamente no estaba de su lado, porque por estar llorando no se dio cuenta de que Nowaki estaba detrás de él, observándolo en silencio. Viendo todo el dolor que su amado profesor destilaba…

Sin poderlo evitar abrazó al castaño, sobresaltándolo. Hiroki se quedó mudo unos segundos:

_ Nowaki… ¿Q-qué estás haciendo…? _Hiro intentó deshacer el abrazo.

_ Hiro-san…  _Nowaki lo apretó más contra él.

_ ¡Suéltame! ¡No me toques! _el profesor lo empujó con todas sus fuerzas pero no conseguía apartarlo_ ¡¿Por qué no te largas a abrazar a Tsumori?! ¡Déjame!  

_ Hiro-san… _ susurró en su cuello. El castaño notó que se sonrojaba al sentir el cálido aliento del más alto en su piel.

Siguió pateando, empujando, tratando de soltarse de algún modo. Gritándole que se largara a abrazar a Tsumori, que después de todo esa era la única persona en la que él confiaba...

Pero un beso de Nowaki lo detuvo. El más alto le presionó los labios y lo besó apasionadamente, hasta quitarle el aliento……………………………………………………………

 * * *

_ ¡Nowaki…! _Hiroki se incorporó en la cama de un salto, jadeando.

Cuando se vio en su habitación, con las sábanas por el piso y sobre todas las cosas: solo, entendió que sólo había sido un sueño.

_ Sólo… fue un sueño… _suspiró. Se pasó una mano por el cabello desordenado y procedió a recoger las sabanas y las almohadas del piso.

Había sido tan real… Nowaki, sus brazos fuertes, su voz, su boca…

Hiro se sonrojó. Qué vergonzoso el admitir que había despertado un poco acalorado de su sueño...

_ ¡Qué tontería! _refunfuñó mientras apoyaba la cabeza en la almohada.

Aún podía saborear las emociones que había experimentado en el sueño; ¡cómo se atrevía Nowaki a abrazarlo! Descarado, ¡si quería abrazar a alguien que abrazara a Tsumori…!

Los cabellos castaños se desparramaron contra las almohadas cuando se acurrucó y estrujó las sábanas entre sus manos. Había hecho bien en resistirse, aunque sólo hubiera sido un sueño.

¿Pero por qué ése tipo de sueño? ¿Tanto le había afectado lo que Nowaki le dijo antes de dejarlo solo ésa noche?

“Estoy harto de que acuses de mentiroso a la única persona en la que he confiado desde que tú te fuiste…”  había dicho.

Trató de convencerse de que no debía importarle… pero… pero…

¡Al diablo! ¡Sí que le importaba y mucho! Porque Tsumori era un sucio mentiroso y no dejaría sin aclarar el asunto con Nowaki. Si era necesario repetírselo mil veces al más alto lo haría, claro que lo haría. ¡O dejaría de llamarse Kamijuo Hiroki! 

“¿Pero y si no me cree pese a todo…?”  Ante esa desalentadora posibilidad el profesor volvió a abrir los ojos y dio una vuelta en la cama. Después de todo Nowaki no parecía muy dispuesto a entrar en razón y… Tsumori había podido tejer todas sus mentiras gracias a que él le dejó el camino libre primero. 

“Pero por otro lado, yo no sabía que Tsumori iba a armar toda esa historia sobre mi muerte… Me fui para hacer un bien, no para hacerle daño a Nowaki…”  pensó y volvió a revolverse entre las sábanas.

Sin poder evitarlo, evocó la imagen de Nowaki. Lo imaginó años atrás, cuando sonreía más a menudo, cuando tocaba el piano para él, cuando apoyaba la cabeza en su regazo para descansar...

Escuchaba muy quedamente el sonido del tic-tac de los relojes de la casa, pero lo que más escuchaba era la voz del más alto en su cabeza resonando una y otra vez: “En un tiempo, recuerdo que me sentía así… como si todos se hubieran ido… Primero tú, luego Aikawa, luego mi padrastro. Me sentía abandonado…”.

Se sentó en la cama. El único culpable de la transformación de Nowaki no era Tsumori ni sus mentiras. La culpa era solamente suya.

“Si yo hubiera estado junto a él cuando le pasaron todas ésas cosas…” pensó. “Nowaki me necesitaba más que nunca, y yo le di la espalda creyendo que estaba haciendo bien las cosas…”.

Cómo no iba a confiar en Tsumori... Había cometido un terrible error...

Debía pedirle perdón a Nowaki. Aunque ya fuera demasiado tarde, y aunque requiriera de todo su valor y tuviera que dejar de lado su orgullo. Además, la fiesta de té de Himeko era la ocasión perfecta para ello…

“¿Aún seré capaz de recuperar al viejo Nowaki…?” pensó. Al ocurrírsele aquello, el corazón de Hiroki latió con fuerza.

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

 

Esa tarde…

 

Himeko cambió de parecer sobre qué sitio ocuparía su fiesta de té unas 20 veces; y Nowaki tuvo que llevar el mantel, las tazas, la tetera y los invitados de peluche a rastras por todo el jardín hasta que su hijita se decidió.  

Al fin ella eligió un estratégico lugar entre unos arbustos de florecillas y dio por finalizada la búsqueda tendiendo el mantel a cuadros bajo la sombra de un pino:

_ Soportas esto muy bien… _se rió Hiroki por lo bajo, mientras procedía a poner las tazas y las cucharas.

_ Es que no tendrá cinco años para siempre… _sonrió Nowaki acomodando a los invitados de peluche_ Una mañana se levantará y ya no tendrá mas ganas de tomar el té conmigo… _explicó.

Hiroki observó a los otros dos invitados “de carne y hueso” además de el y Nowaki. La niñera de Himeko y el jardinero –un chico rubio y bastante más joven que la niñera- ocuparon su lugar a un lado del mantel.

El profesor agradeció que los pasteles no fueran imaginarios y disfrutó de la pequeña fiesta de té más de lo que había esperado. Cuando todos hubieron tomado té y comido pasteles a gusto la niñera le propuso a Himeko jugar a las escondidas:

_ Nosotros jugaremos… _anunció el jardinero refiriéndose a él y a la niñera.

_ Yo iré en un minuto mi amor… _Nowaki le dio un beso en la frente a Himeko.

_ ¿Jugarás también…? _Himeko recogió un oso de peluche y miró con ojos brillantes al profesor.

_ Sí, claro. Enseguida voy… _prometió Hiroki “apurando” su taza de té.

La niñita corrió en dirección a un árbol cercano, seguida de cerca por los otros dos participantes que se tomaron de la mano con disimulo.

Nowaki los observó en silencio mientras jugaban, con una sonrisa perezosa. Mientras tanto, Hiroki tragaba saliva y sudaba intentando encontrar una frase con la que comenzar:

_ Una mujer mayor con un chico joven… _comentó_ Es un tanto extraño, ¿no crees?

_ No es la primera vez que veo algo como eso y tú tampoco… _Nowaki se desperezó un poco.

Hiro entendió que se refería a ellos.

_ Es verdad… _suspiró.

Siguieron en silencio un rato. El viento despeinó a Hiroki, que clavó la vista en el suelo antes de comenzar a hablar otra vez. Lo mejor era ir directo y sin vueltas al asunto:

_ Nowaki… Emm… _carraspeó_ Estuve pensando mucho anoche… Y quería decirte que entiendo que estés tan enojado conmigo…

Nowaki lo miró directamente. No sonreía. Ni siquiera se movía un músculo de su cara:

_ ¿Cómo dices? _preguntó.

_ Digo que tienes toda la razón del mundo para…  odiarme. _ésa palabra le había costado.

_ Yo no te odio.

_ Primero déjame terminar de hablar, ¿sí? _Hiroki trató de huir de su mirada azul_ Cometí un error al abandonarte así esa noche. Y lo lamento…

Nowaki lo miró con ojos muy abiertos:

_ ¿Te arrepientes de lo que pasó entre nosotros esa noche…? _preguntó.

_ ¡No! ¡No me arrepiento de haber dormido juntos esa noche, yo…! _respondió el profesor de inmediato y luego se sonrojó por la respuesta tan enérgica_ ¡Quiero decir…! ¡No me entendiste, me refiero al haberme marchado de aquí sin decirte nada…!

El rostro del más alto se endureció:

_ Entiendo. _dijo. Luego le dio la espalda para seguir observando jugar a Himeko_ ¿Qué hay de tu supuesta carta…?

_ La carta ya no importa… _Hiroki hizo a un lado su orgullo_ No importa nada de lo que dije anteriormente. Me marché y tú me necesitabas… sólo eso importa…

Nowaki no le respondió. El profesor deseó arrojarle una taza de porcelana en la cabeza pero no se atrevía a dañar el hermoso juego de té.

Suspiró y se arrodilló para estar más cómodo. Quizá sí se merecía el silencio de Nowaki…

_ Sé que carece de sentido pedirte perdón a éstas alturas… _susurró clavando la mirada en su taza de té vacía_ Pero aún así lo lamento, Nowaki… Espero que algún día puedas perdonarme por no haber estado junto a ti cuando Ahikawa murió, o cuando…  

_ Está bien. _el más alto lo interrumpió y se encogió de hombros_ No tenías manera de saber que pasarían todas esas cosas…

El castaño apretó los puños. Nowaki lo estaba lastimando con su indiferencia ¡y él que le estaba pidiendo perdón! ¡Cómo se atrevía…!

Tú lo lastimaste primero…” le recordó una pequeña voz interior.

_ ¡En verdad pensé que te hacía un bien al marcharme...! _se desesperó_ ¡Cometí un grave error!

Nowaki seguía en silencio. Un mechón de cabello proyectaba una sombra sobre sus ojos azules. El castaño se rindió;

_ Está bien, no me respondas nada ahora. Éstas cosas requieren tiempo… _susurró_ Si hay algo que pueda hacer para compensártelo solo tienes que decirlo... Voy a jugar con Himeko.

Ya iba a levantarse, cuando Nowaki volvió a hablarle:

_ Hiroki… Lo que me dolió no fue eso. _le aseguró.

_ ¿Disculpa…?

Nowaki lo miró a los ojos y el profesor advirtió que estaba enfadado;

_ Cuando descubrí que estabas vivo… _dijo con firmeza_ Lo primero que hice fue pensar en por qué te habías ido. Pero más allá del motivo… lo que no puedo entender es cómo pudiste olvidarte de mí tan fácilmente, Hiroki…

El castaño estaba tan sorprendido por lo que había escuchado que no supo qué responderle. Aún así el más alto no esperó a que dijera nada para seguir hablando:

_ Te fue tan sencillo marcharte y te olvidaste de mí como si nada, pese a todo el tiempo que pasamos juntos… ¡Creí que yo significaba algo más para ti!

_ Nowaki, por favor, no digas eso… _suplicó el castaño.

_ Si te hubieras ido por alguien hubiera tenido sentido para mi, aunque me doliera... _afirmó estrujando el mantel a cuadros sin darse cuenta_ Pero ni siquiera eso has querido responderme. ¡Yo simplemente no puedo entenderlo! _exclamó.

_ ¡Basta! _Hiroki le dio una bofetada_ ¡¿Cómo me dices esas cosas, en serio me crees tan cruel?! _le gritó.

Nowaki se tocó la mejilla donde había recibido el golpe;

_ Yo me culpaba por lo que había pasado…  _le respondió. Luego se irguió y miró a los ojos del profesor_ ¡Llegué a creer que era el culpable de que hubieras muerto! 

Hiroki lo contempló boquiabierto. La situación se le estaba yendo de las manos, incluso lo había golpeado. Pero lo que Nowaki acababa de decir era… era…

_ ¿Q-qué dices…? _balbuceó.

_ Creí que al confesarte mis sentimientos te había asustado… y que por eso te habías ido. _le contó Nowaki tratando de disimular el dolor que los recuerdos le provocaban_ Si yo no te hubiera dicho nada, no te hubieras marchado de mi lado nunca, y ésos ladrones no se habrían topado contigo…

El castaño se cubrió el rostro con las manos;

_ Por qué pensaste algo tan horrible… _murmuró. Sentía que los ojos se le llenaban de lágrimas y luchaba por contenerlas. ¡Cuánto debió de haber sufrido su Nowaki!

_ No me cabía otra explicación. _aseguró el más alto simplemente_ Por suerte Tsumori estuvo allí para evitar que yo me suicidara…

Hiro se limpió los ojos enérgicamente. No planeó que la conversación fuera tan lejos, no tenía ensayada una respuesta para lo que Nowaki le estaba diciendo… Sólo podía ir de frente y decir la verdad;

_ Nowaki… Pensé que me olvidarías rápidamente cuando me fuera, que sólo sufriría yo… _confesó_ Pero fue egoísta pensar eso… ¿La herida se abrió también para ti, verdad?

El ojiazul bajó la vista:

_ Hiroki… _murmuró_ No tiene caso que lo hablemos ahora…

_ ¡Claro que tiene caso! _le aseguró_ ¡Yo pensé en ti cada día de mi vida…!

Sin pensárselo dos veces, sacó el reloj de plata de su bolsillo y se lo enseñó. Nowaki abrió muy grandes los ojos;

_ ¿Ese es…? _el ojiazul tomó el reloj en sus manos_ No puedo creer que aún exista…

_ Fue mi tesoro más valioso durante todos éstos años. _le contó_ Pasé por muchas necesidades económicas, pero me negaba a venderlo… Y una vez me puse como loco cuando Miyagui lo sacó de entre mis cosas sin avisarme… _recordó sonriendo tristemente.

Nowaki apretó las antenitas de plata del reloj y las alas se abrieron. Las agujas marchaban, el reloj aún funcionaba…

_ Siempre que lo observaba pensaba en ti…  _admitió el profesor.

_ ¿En serio… en serio has pensado en mí…? _murmuró el ojiazul apartando la vista del reloj para mirar a Hiroki.

Hiroki tragó saliva:

_ No he pensado en nadie más… _afirmó.

El ojiazul lo contempló en silencio un momento, como si quisiera descubrir algún signo, alguna señal de que Hiro le estaba mintiendo… Pero el profesor estaba siendo totalmente sincero, por mucho que le costara.

Al final bajó la mirada y sin decir una palabra volvió a dejar el reloj en la palma de Hiroki. Luego se levantó y caminó en dirección a Himeko para participar del juego como prometió, abandonando al mayor sin dedicarle una sola mirada siquiera.

El profesor se quedó a solas, sentado en el mantel en compañía de los animales de peluche y algunas muñecas sonrientes. Miró el reloj en la palma de su mano y suspiró tristemente, deseando como muchas otras veces que se pudiera volver el tiempo atrás…

Olvidar el presente…

Regresar a la época en la que todo estaba bien…

“¿Por qué las cosas no pueden ser como en el pasado, Nowaki…?” se lamentó.

0/0/0/0/0/0/0/0/0

 

En la mañana…

 

El sol de la mañana se colaba por entre las cortinas de la habitación. Hiroki dormía boca abajo, abrazado a su almohada y sin saber que Nowaki lo observaba fijamente.

Una sonrisa se dibujó en los labios del más alto. Su Hiro-san era tan lindo cuando dormía… Era casi una adicción contemplar su hermoso rostro relajado, sus largas pestañas que lo hacían ver adorable y lo mejor: sus hombros desnudos que asomaban bajo la sábana.

En efecto, Hiroki estaba desnudo y se había dormido así, sin ropa, debido a que la noche de pasión que ambos habían compartido lo había dejado exhausto…

Nowaki se inclinó sobre el y lo besó suavemente en la nuca, ése punto tan sensible de la anatomía del profesor que él conocía tan bien. Luego jugó a apartar los mechones de cabello castaño que coronaban su nuca con la nariz, y acarició suavemente su espalda cubierta de sábanas:

_ Hiro-san… Despierta, Hiro-san… _le habló suavemente_ Te traje el desayuno a la cama…

_ Mmmhh… _Hiro sólo se retorció un poco y luego siguió roncando como si nada. 

El más alto al no obtener resultados procedió a acomodarse nuevamente en la cama –aunque ya estaba vestido- y se dedicó a acariciar con deleite el cuerpo de su Hiro-san…

Primero peinó el cabello castaño con sus dedos…

Luego pasó los nudillos por la piel de los hombros perfectos y desnudos…

Después la suave curva de la espalda…

Y más tarde delineó la forma de los glúteos que se insinuaban bajo la sábana…

_ ¡Nowaki! ¡Pervertido! _gruñó el profesor sacudiéndose la mano de Nowaki_ ¡No hagas tan temprano cosas que no vienen al caso…!

El ojiazul le sonrió con una sonrisa de “buenos días”;

_ Solo pensé en despertarte de una manera diferente, Hiro-san… _se excusó.

_ ¡Hmp..! _Hiroki se sonrojó y le dio la espalda al tiempo que se acurrucaba_ ¿No estarás intentando aprovecharte de mí porque hoy entro más tarde a dar mis clases, verdad…?

_ No. Pero son pocas las veces que tengo a Hiro-san desayunando conmigo y no a las corridas porque llega tarde… _respondió el más alto_ Es algo que me hace muy feliz, y quiero disfrutarlo al máximo…

_ ¿Eso implica toquetearme mientras duermo…? _refunfuñó poniéndose rojo.

_ Sólo un poquito… _bromeó el más alto tratando de abrazarlo.

_ ¡Nowaki…! ¡Quieres parar un momento, vas a tirar ésa bandeja…! _protestó Hiroki que no pudo evitar el ser atrapado por los brazos de Nowaki.

_ La bandeja no importa ahora, Hiro-san… _el más alto se puso sobre él y le besó el cuello con besos húmedos y tibios.

_ Mmmm… N-Nowaki… _el castaño se sonrojó ante tanto “cariño” matutino_ ¿En serio te hace tan feliz tenerme aquí… contigo…?

Nowaki paró de besarlo un momento para mirarlo con una dulce sonrisa;

_ Creí que había dejado en claro eso anoche apenas terminaste de hablar por teléfono con el profesor Miyagui… _repuso.

Hiroki recordó la manera en que le había hecho el amor la noche anterior y comprendió el comentario. Desvió su ruborizada cara;

_ Es verdad… Anoche me lo dejaste bastante claro… _murmuró y se estremeció sin querer bajo las sábanas, lo que hizo que los ojos de Nowaki brillaran de deseo.

_ Te ves tan lindo así, Hiro-san… Enredado con las sábanas y todo ruborizado… _comentó, lamentándose por haberse vestido.

_ ¡No me veas de ésa forma, ya me imagino lo que estarás pensando pervertido!!

Nowaki volvió a sentarse a su lado:

_ Tranquilo Hiro-san… No dejaré que hagas nada con el estómago vacío… _se rió y le pasó una tostada untada con manteca_ ¿Quieres café y leche?

_ Sí… Gracias… _el castaño aceptó la tostada y se quedó observando al más alto en silencio, mientras éste preparaba el café.

Nowaki se percató de que lo miraba fijamente:

_ ¿Ocurre algo Hiro-san…? _preguntó_ ¿Prefieres que tengamos sexo primero y desayunemos después?

_ ¡Idiota! _Hiroki le arrojó la tostada con manteca_ ¡Sólo estaba pensando en la historia! _le gritó con una vena en la cabeza.

 

::::::::FLASH BACK DE LA NOCHE ANTERIOR::::::::

 

_ Es algo tan triste… _comentó Nowaki mirando la pantalla de la portátil.

Estaba apoyado sobre un codo leyendo la historia que Hiro había seguido mientras él cocinaba la cena.

Al otro lado de la mesa estaba Hiroki, preparando un té;

_ Sí… _respondió_ Pedir perdón es algo que siempre duele…

_ ¿El Nowaki de la historia lo perdonará? _preguntó el ojiazul levantando la vista.

El castaño se quedó en silencio unos segundos:

_ No lo sé… _dejó la taza sobre la mesada y se quedó observándola_ La verdad es que llegué hasta allí y me estanqué… No sé qué hacer para que le pruebe a Nowaki que sólo ha pensado en él. _admitió.

_ Comprendo… _Nowaki cerró el computador.

_ Pensé que mostrarle el reloj de plata sería suficiente, pero tiene… ¿Cómo lo llamaría…?

_ ¿”Gusto a poco”? _finalizó el más alto por él.

_ Sí, exacto. Necesitamos una prueba más importante que ésa. _puso el agua a calentar_ ¿Pero qué podrá ser…? Pasará un tiempo antes de que algo se nos ocurra… 

Nowaki dejó el aparato en su lugar y aprovechó el estar de pie para colocarse detrás de Hiro-san:

_ Ya se te ocurrirá algo, estoy seguro. _le masajeó los hombros.

_ Mmm… ¿Por qué estás tan seguro?

_ ¿Por qué no lo estaría? _sonrió y acercó la cara al oído del castaño_ Hiro-san es una persona increíble…

Hiroki se estremeció al sentir el rostro de Nowaki tan cerca. El más alto jugaba a tocar el cabello que caía sobre su cuello con la nariz y le masajeaba los hombros rítmicamente;

_ Tonto… _murmuró muy bajito.

El más alto le tomó el mentón y giró su cabeza suavemente para darle un dulce beso en los labios. El profesor no se resistió y permitió que su Nowaki lo besara un largo rato…

_ Hmmm… _cuando acabaron de besarse, las mejillas de Hiro estaban muy rojas_ E-espera creo que mi celular está sonando…

:::::::::::::::::END FLASH BACK::::::::::::::::::::::

 

Nowaki se limpió la manteca que tenía en la comisura de la boca con el dorso de la mano:

_ Dicen que la almohada en buena consejera… _comentó.

_ ¿Sí? Pues a mí no se me ocurrió nada… _se quejó el profesor.

Se quedaron en silencio unos segundos. Hiroki tomaba café y comía tostadas tranquilamente, pero al más alto se le acababa de ocurrir una idea;

_ Hiro-san… ¿Qué tal si…? _pensó un momento las palabras correctas_ ¿Y si el Hiro-san de la historia expresa lo que siente no con palabras sino con…? Ya sabes…

_ ¿Ya sabes qué…?

_ No con palabras sino con hechos… _terminó Nowaki.

_ No te entiendo. _repuso el profesor terminando el café.

_ Bueno… Para citar un ejemplo cercano: Hiro-san me dijo que anoche le había dejado muy en claro lo feliz que estaba… _dijo_ Aunque no lo expresé precisamente con palabras…

Hiroki captó el mensaje;

_ ¿¡Puedes parar un segundo?! ¡No has parado de hablar del tema desde que me desperté! _gruñó.

_ Pero… Lo digo en serio… _se entristeció Nowaki.

_ Mira, Nowaki… _comenzó a decir muy serio_ No es que yo no aprecie tu idea, pero no escribiré la escena de cama hasta que las instrucciones no lo digan. ¿Comprendes?

_ Sí, está bien… Comprendo. _el ojiazul se quedó mirando la tostada a medio comer que sostenía_ ¿De verdad te apena tanto escribir ese tipo de cosas conmigo, Hiro-san…?

Hiroki pensó la respuesta un momento:

_ N-no lo tomes como algo personal, Nowaki… _dijo muy bajito y sin mirarlo a los ojos_ Sólo… Me apena…

Nowaki se sirvió más café;

_ Está bien, Hiro-san. _sonrió suavemente_ No me expliques nada si no quieres…

_ No puedo decir el por qué en realidad… _le aseguró.

_ No importa… _Nowaki le tomó el mentón con una de sus grandes manos_ No insistiré más, lo prometo. Y a Hiro-san se le ocurrirá algo mejor de seguro…

Antes de que el castaño respondiera lo besó suavemente. Y Hiroki suspiró en su boca, feliz y aliviado, ya que había conseguido patear la escena de cama para más adelante...

**********

* * * * * * * * *

O al menos así lo creyó, porque a media mañana –cuando el ojiazul ya estaba en el hospital por cuestiones sorpresivas como era la costumbre- Akikawa llamó anunciando buenas y malas noticias.

La buena: Akihiko regresaría pronto.

La mala: Había que apurar la historia así que le dio nada menos que tres instrucciones más a Hiroki, entre las que estaba la temida escena de cama.

 

Hiroki colgó el teléfono con una expresión un tanto macabra… ¿Tan pronto tenía que escribir aquello…?

Ya que el tiempo para escribir se agotaba, no podía pensar en otra cosa. Para seguir rápidamente la historia debía tomar la sugerencia de Nowaki: que el Hiro de la historia se disculpe con “hechos”, no con palabras…

Se sentó en el sillón de la sala y se dispuso a prender el aparato.

“No hay problema, yo puedo manejarlo…” reflexionó tratando de pensar con calma. “Al menos estoy solo, ¿verdad…? Puedo hacerlo si no tengo público mientras escribo, ¿verdad…? ¿verdad…?”

Sólo tenía nada más que un poco de tiempo antes de partir hacia la universidad a dar sus clases, pero se convenció de que podía hacerlo en ése tiempo así que temblándole un poco las manos, comenzó a escribir la introducción. Hiro-san se daría un baño primero… sí, ése era un buen comienzo, uno muy relajante, correcto...

Las teclas hacían ruido a medida que avanzaba en la historia. Luego… luego… Se envolvería en una bata y saldría del baño para encontrarse con Nowaki, quien estaba esperándolo para hablar con él.

“No puede ser, estoy comenzando a sudar…” pensó el profesor mirando fijo la pantalla. “¡No debo ponerme así, ni que fuera tan difícil! Puedo hacerlo, hasta podría disfrutarlo…” se convenció.

Escribió un par de renglones más y consultó el reloj de pared. ¡Maldición! ¡Si no se apuraba llegaría tarde! ¡Qué inoportuna era Ahikawa con sus avisos!

Muy bien… Entonces…

“Nowaki tomó en sus brazos a Hiroki y… y… ………………”

Kamijou Hiroki estaba totalmente frustrado. Las ideas no venían a su mente, estaba totalmente en blanco y se había puesto nervioso en vano… No podía solo con eso, necesitaba ayuda…

Pero no podía llamar a Nowaki en medio de su trabajo, y menos para eso… ¿Qué haría?

Pensó con calma y luego apagó el computador. Arrancó una hoja de un cuaderno y escribió a toda velocidad con las mejillas rojas:

 

“Nowaki: ¡No te emociones! Ahikawa llamó y me dijo que debíamos apurar un poco la historia ya que Akihiko regresará pronto de su viaje. Para continuar más rápidamente tomé tu idea y comencé la escena de… bueno ya sabes de qué.

Ya comencé el capítulo, continúalo hasta donde puedas. Llegaré tarde, no me esperes a dormir. Firma: Hiroki.”

 

Luego se levantó, se cambió y antes de irse dejó la nota y el computador sobre la mesa de la cocina para que Nowaki pudiera verlos cuando volviera.

Ése día Kamijou Hiroki se quedaría haciendo algunas horas extras para dejar a Nowaki trabajar tranquilo…

 

* * * * * * * *

 

 

Notas finales:

Continuará!!!

Hasta la prooximaaa!! (Prometo la escena de cama para la próxima lo juro!) bessin ^///^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).