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Secretos de un alumno y un profesor… por Masterred

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Hiroki dejó de leer un momento y se frotó los ojos. La historia estaba entretenida;
_ Me alegra que no sea una novela BL… _dijo en voz alta.
Que raro que Akihiko escribiera sobre personajes que se llamen “Nowaki” y “Hiroki” y no fuera una novela romántica. Sino, reaccionaría como la última vez que quiso intentar meterlo en una de esas novelas…*
En fin… Miró el reloj en la pared. Las dos de la mañana.
No podía leer hasta tan tarde, tenía trabajo mañana temprano...
Pasó algunas hojas rápidamente. Se detuvo en una parte que le llamó la atención. Se titulaba “el primer beso de Nowaki”. La curiosidad le picó automáticamente y se permitió leer un poco más:
_ Veamos… Cumpleaños número 14 de Nowaki… _leyó en voz alta_ Profesor y alumno salen a pasear al bosque. Hiroki se sienta a los pies de un árbol a leer y se queda dormido… _leyó algunos renglones más_ ¿¡Nowaki aprovecha para dar su primer beso?!

¿Qué demonios era eso???? ¿Entonces sí se trataba de una novela BL???

Pasó varias páginas más y leyó rápidamente:

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“Años después…
Nowaki se encontraba tocando una pieza en el piano. Sus dedos se deslizaban hábilmente sobre las teclas de marfil. Había logrado componer algunas canciones él solo, y tocar de memoria las canciones que se habían puesto de moda.
Hiroki lo observaba de lejos, mientras apilaba sus libros sobre la mesa de la biblioteca; pensando en que extrañaría leer con la música del piano de fondo.
Finalmente Nowaki acabó de ejecutar la pieza y lo observó:
_ ¿Estuvo bien…? _preguntó con una sonrisa.
El castaño lo observó un momento antes de responder. Trató de encontrar algo en el rostro de Nowaki que se pareciera a aquel niño flacucho y desalineado con el que había peleado hasta el cansancio la primera vez que llegó a esa casa. Y encontró muy poco…
Nada quedaba ya de su pobre estatura ni de sus brazos esqueléticos que trepaban árboles: Nowaki se había transformado en un hombre grandote, de hombros anchos y brazos fuertes a los que ya no les hacía ninguna gracia trepar unos insignificantes árboles. Su voz había cambiado para transformarse en la voz de un hombre.
Lo único que quedaba de ése niño era el cabello oscuro y abundante, que despeinaba con los dedos cuando le acariciaba la cabeza; el azul imposible de sus ojos y su sonrisa…
_ ¿Profesor…? _Nowaki lo trajo a la tierra nuevamente.
_ Sí, claro… Tocaste bien… _volvió la atención a sus libros otra vez_ Mejor imposible…
Nowaki se levantó y se acercó a él;
_ ¿En qué pensaba cuando me miraba? _preguntó, sonriente.
_ En nada… _suspiró. Pero seguía sintiendo la mirada azul aun clavada sobre él_ Pensaba en puras tonterías… _dijo por fin.
_ Comprendo… _Nowaki contempló los libros apilados y listos para empacarse y su sonrisa desapareció_ Profesor, ¿de verdad piensa irse…?
_ Ya no hace falta que me llames profesor, Nowaki… _le respondió dándole la espalda para recoger una enciclopedia_ Y sí, debo marcharme. Ya no necesitas más a un profesor…
_ Que todos los demás profesores se hayan ido no quiere decir que usted también…
_ Nowaki… _lo interrumpió_ Hace un mes cumpliste 19; eres prácticamente un adulto… _miró el suelo_ No me necesitas más, simplemente me he quedado aquí más tiempo del necesario…
Se quedaron en silencio. Hiroki seguía reuniendo sus libros y Nowaki lo observaba sin decir nada. No quería volverse a mirar al ojiazul; no quería arriesgarse a que notara lo triste que estaba…
Si él que era un adulto hecho y derecho no tomaba las riendas del asunto y hacía lo correcto, Nowaki no lo haría tampoco.
_ Hiro-san… _dijo por fin el más alto_ Podría llamarlo así de ahora en adelante… ¿Le agrada?
El castaño se encogió de hombros:
_ Llámame como quieras, de ahora en más sólo me escribirás cartas… _contestó. Al mirar sobre su hombro vio que el ojiazul le extendía un pequeño envoltorio_ ¿Um…? ¿Para mí…?
_ Sí…
_ No es mi cumpleaños… _bromeó mientras rompía el envoltorio.
_ Lo sé. Tal vez me ayude a convencerlo de que se quede… _repuso Nowaki.
Hiroki se quedó boquiabierto. Dentro del paquete había un costoso reloj de bolsillo. Tenía forma de esos simpáticos insectos comúnmente llamados “Mariquitas”, con lunares y todo; y cuando se le presionaban las antenas las alas se apartaban y se podía ver el reloj. Era todo de plata con incrustaciones de brillantes.
_ Nowaki… _sostuvo el refinado obsequio en su palma_ Debió haber costado una fortuna…
_ No quería uno de esos aburridos relojes de bolsillos dorados y redondos… …ste es especial… _con lentitud abrazó por detrás a Hiroki_ Como usted…
Hiroki vió los fuertes brazos de Nowaki cruzarse delante de su pecho, impidiéndole escapar. Sintió que lo jalaba hacia él, sin que pudiera poner resistencia alguna;
_ No se vaya, profesor… _susurró el ojiazul en su oído.
_ Pero… _Hiroki se retorció un poco entre sus brazos_ Nowaki, ¿para qué voy a quedarme…?
_ Podría quedarse para mí… Lo quiero, profesor…
_ ¿Q-qué estás diciendo…? _Hiroki se puso rojo e intentó apartarse pero sólo conseguía que Nowaki lo apretara más y más contra su duro pecho.
Los brazos fuertes de Nowaki lo mantuvieron prisionero en su lugar, haciendo que comenzara a desesperarse. De repente se sentía pequeño y vulnerable, expuesto a lo que Nowaki quisiera hacerle…
Extrañamente, ésa idea lejos de asustarlo, sólo provocó que un extraño calor surgiera en su estómago y se extendiera en forma de cosquilleo por todo su cuerpo:
_ Nowaki… _gimió, sintiéndose indefenso_ Déjame ir, no es muy de hombres abrazarse así… _le advirtió_ Mmmm… Nowaki…
La boca del más alto había descendido sobre la fina piel de su nuca, comenzando a besarlo y acariciarlo con los labios;
_ No… Mmm… _Hiroki tembló suavemente cuando toda su piel se erizó de placer. Aquello no podía estar sucediéndole a él: su alumno, cuatro años menor que él por cierto, lo tenía prisionero de sus besos_ Espera… No podemos…
Muy pronto las palabras dejaron de fluir a medida que la mente del profesor quedaba en blanco. Nowaki extendía sobre su cuello suaves y tentadores besos, despertándole todas las terminaciones nerviosas de su piel y acelerándole el pulso.
Más tarde cuando apartó un poco la tela de su camisa, descubriendo un hombro suave y dorado, Hiroki sintió que las piernas le temblaban al sentir allí también sus besos y la caricia tibia de sus labios. Cerró los ojos y se retorció un poco mientras el último ápice de fuerza de voluntad lo abandonaba...
El castaño hizo a un lado la cabeza para descubrir mejor el cuello. Nowaki no perdió el tiempo y comenzó a rozar con los dientes la piel de su garganta mientras que sus brazos se apartaban de su prisionero para acariciarlo por todas partes…
Alguien llamó a la puerta en ése momento y tanto Nowaki como Hiroki dieron un salto hasta el techo. Tsumori apareció en el umbral de la puerta:
_ Hola, ¡espero no interrumpir ninguna lección de piano ni nada por el estilo! _saludó.
Nowaki se alejó del confundido profesor para abrazar a su querido amigo de la infancia;
_ ¿Qué estás haciendo aquí? _le preguntó.
_ He venido de visita… _dijo simplemente el rubio_ Profesor Kamijou, ¿cómo está? No pensé que seguiría aquí…
_ Hola, Tsumori… _le saludó con frialdad.
Los dos amigos salieron de la biblioteca al poco rato, dejando solo a Hiroki que aún trataba de controlar su respiración y aclarar sus pensamientos.
_ Qué me está pasando… _se preguntó en voz alta.
Recordó cómo se había sentido entre los brazos de Nowaki minutos atrás y se le erizó el cabello. ¿Por qué Nowaki actuaba de ésa forma? Peor, ¿por qué él mismo había actuado de ésa forma, dejándose llevar, quedándose allí parado…?
Eso no podía ser… ¿Un profesor que deseaba a su alumno…? ¡Dios Santo!
Debía tomar distancia cuanto antes…
“Debo de estar loco…” pensó con un suspiro.

*-*-*-*-*-*
En la noche…

Nowaki pinchó un poco de comida de su plato y se la llevó a la boca. …l, Hiroki y Tsumori se encontraban cenando en el enorme y elegante comedor. Su padrastro no se encontraba ya que estaba en medio de un viaje de negocios.
_ ¿Cómo está Aikawa…? _preguntó.
Tsumori sorbió un poco de vino de su copa:
_ Gracias al cielo, en una escuela para señoritas… _respondió_ Allí le enseñarán a comportarse con buenos modales y cumplir sus responsabilidades. Se la pasaba leyendo novelas románticas…
_ No tiene nada de malo apasionarse por la lectura… _oyó que protestaba Hiroki.
El ojiazul observó a Hiroki. Aquellas eran las primeras palabras que había pronunciado desde que se habían sentado a cenar.
Tsumori le sostuvo unos segundos la mirada al profesor. No le caía muy bien que lo contradijeran…
_ Como usted diga, profesor… _soltó y se limpió con una servilleta.
Siempre había notado que al castaño no le agradaba del todo Tsumori, era como si hubiese algo en él que no acababa de gustarle. Sin embargo nunca lo escuchó decir nada al respecto, seguramente porque sabía que él y el rubio eran buenos amigos…
_ No me imagino a Aikawa en una de ésas escuelas… _comentó para romper un poco el ambiente tenso que se había instalado_ Ella es muy alegre y divertida, y en ésos lugares sólo hay niñas consentidas y estiradas. Es todo muy aburrido…
Hiroki no dijo nada en absoluto. Tsumori se encogió de hombros y siguió comiendo. Nowaki suspiró dándose por vencido…
*-*-*-*-*-*

La cena transcurrió sin otros contratiempos y luego cada uno se retiró a su habitación.
Hiroki iba camino a la biblioteca a buscar un libro que había dejado por la mitad y pasó frente a la habitación de Nowaki, que tenía la puerta cerrada.
Pensó sin querer en lo que había pasado esa mañana en la biblioteca y se sonrojó un poco. ¿Qué hubiese pasado si Tsumori no lo hubiese interrumpido…?
_ Hiro-san… _oyó a sus espaldas.
Se volteó y descubrió a Nowaki mirándolo desde la puerta de su habitación con su dulce sonrisa;
_ ¿Te he despertado…? _preguntó sin saber qué mas decir.
_ No… Pero reconocí sus pasos… _se le acercó. Hiroki siguió parado en el mismo lugar_ Quería hablarle respecto de lo que pasó hoy…
Hiroki pestañeó rápidamente y apartó la mirada;
_ Preferiría no hablar de ello por el momento… _dijo.
_ Iba en serio lo que dije… _insistió el ojiazul_ No quiero que se vaya de mi lado… Lo quiero, Hiro-san…
Cuando intentó tomarle una mano entre las suyas, Hiroki se apartó con violencia:
_ ¿Qué pasa contigo??? _protestó_ ¿Por qué me dices éstas cosas tan raras? ¡Tú y yo somos profesor y alumno!
_ Usted ya no es más mi profesor, me lo dijo esta mañana… _repuso Nowaki, y hablaba totalmente en serio_ Además ya no lo quiero como un alumno a su profesor. Yo lo quiero aún más…
_ Quítate estas ideas de la cabeza, por favor… No sabes lo que estás diciendo…
Se preparó para irse, pero Nowaki lo detuvo colocando una mano en la pared:
_ Sí que lo sé… _afirmó.
_ ¿Cómo te atreves??? _golpeó el brazo de Nowaki e intentó pasar; pero no lo logró.
Nowaki lo tomó con ambas manos por la cintura y lo acercó con brusquedad hacia él. Cuando sus caras estuvieron al mismo nivel, el ojiazul aflojó las manos en su cintura y le habló con suavidad;
_ Por favor… No me rechaces, Hiro-san… _rogó y era la primera vez que lo tuteaba_ Te quiero… Por favor, quiéreme también…
Hiroki lo observó a los ojos y no pudo ignorar la sinceridad en ellos. Nowaki realmente sentía algo más por él…
Inconscientemente cerró los ojos y los apretó, sin saber que decir. Nowaki acercó su cara a la de él y le presionó los labios.
Hiroki se sorprendió al descubrir que él también ansiaba que lo besara. Aún dudando, separó un poco los labios y el más alto tomó su boca por completo en un beso dulce, lento.
Colocó una pierna entre las del profesor y afirmó los brazos en su cintura delgada, acercándolo a él para que la parte baja de sus cuerpos quedara en contacto.
Hiroki se atrevió a tocar sus hombros, y más tarde a acariciar su cabello oscuro y abundante con los dedos. Antes de que se diera cuenta el corazón comenzó a latirle más rápidamente y la sangre se calentaba a fuego lento en sus venas…
Cuando se separaron; el castaño respiró con fuerza, agitado y acalorado, y lo apartó con un empujón;
_ No puedo hacer esto, Nowaki… _gimió.
Y antes de darle tiempo a algo más, se alejó corriendo.

*-*-*-*-*-*
Tsumori lo esperaba en la puerta de su habitación. Todo lo que Hiroki deseaba en ése momento era encerrarse en su cuarto, pero allí estaba otro obstáculo de la noche tan agitada que estaba teniendo;
_ ¿Qué quieres, Tsumori…? _preguntó tratando de aparentar que estaba calmado.
_ Hablar con usted… _el rubio se cruzó de brazos y lo miró fijo_ He estado esperando la oportunidad de hacerlo… ¿De dónde viene?
_ De la biblioteca… _mintió rápidamente.
_ No es cierto… _Tsumori alzó las cejas_ Acabo de verlo con Nowaki…
Hiroki se quedó de piedra. ¿Acaso los había visto besándose?
Tsumori leyó la expresión en su cara y volvió a hablar:
_ La verdad es que también los vi hoy en la biblioteca… _contó_ ¿Ha pensado siquiera en las consecuencias de lo que está haciendo…?
El castaño no dijo nada. Tsumori frunció el seño y suspiró cerrando los ojos:
_ Escuche, quiero mucho a Nowaki… …l es mi amigo de toda la vida… _dijo_ No puedo permanecer indiferente mientras usted lo arrastra hacia el desastre…
_ Y-yo nunca… _balbuceó_ ¿Por qué dice eso…?
_ Piense un momento… Piense en todo lo que va a heredar de su padrastro: ésta casa, dinero, una buena posición en la sociedad… Luego lo espera conseguir una esposa y tener hijos… ¿Usted cree que puede darle todo eso? ¿Se imagina lo que pasaría si saliera a la luz lo que ustedes los supuestos “profesor y alumno” hacen…?
El rubio hablaba con una total frialdad, demasiada para un chico de su edad; pero había pintado un cuadro muy realista… Tenía que reconocerlo, Tsumori tenía toda la razón.
_ Nowaki no se da cuenta ahora… _prosiguió_ Cree que está enamorado de usted, pero sólo es una idea pasajera, no lo tome muy en serio. Ya el sólo hecho de que sean hombres es bastante extraño ¿no lo cree?
Silencio.
_ Lamento que suene cruel…
_ Comprendo… _suspiró el castaño_ Tienes razón…
_ No quiero que lo tome como algo personal entre usted y yo… _finalizó ya retirándose_ Confío en que hará lo mejor por Nowaki… Y se irá…
Tsumori se alejó por un pasillo. Antes de desaparecer, se volvió e hizo un último anuncio;
_ Si decide hacer lo correcto, nos veremos mañana al amanecer en el salón principal. Yo le conseguiré un transporte de confianza para que vaya a donde quiera…
_ Muy bien.
_ Buenas noches…
*-*-*-*-*-*
Hiroki entró a su habitación y tras cerrar la puerta correctamente se dejó caer en su cama como si fuera un muñeco roto.
¿Por qué las cosas iban tan rápido…? Esa mañana estaba haciendo tranquilamente su equipaje con la música del piano acompañándole y de repente se encontraba en ésa situación…
¿Cuáles serían las consecuencias de dejarse llevar y explorar ése deseo que comenzaba a sentir por Nowaki?
Tsumori las había enumerado bastante bien… y de forma por demás cruel.
Pero al fin y al cabo, tenía razón. Maldita sea. Tenía razón.
_ Nowaki… _suspiró_ Nowaki…
Se frotó la frente. De repente, las lágrimas se habían agolpado en sus ojos.
Si debía ser sincero consigo mismo, no quería dejar a Nowaki tan pronto…
Pero debía hacer lo correcto. Si se quedaba por más tiempo irremediablemente se dejaría llevar.
Se sentó en la cama. Observó las maletas a medio hacer…
_ Perdóname, Nowaki… _suspiró mientras se levantaba y buscaba entre sus cosas. Encontró papel y una pluma y escribió a toda velocidad_ Sé que esto nos dolerá a los dos… Pero me iré por tu bien…
*-*-*-*-*-*
Cuando terminó de escribir y las maletas estuvieron terminadas y cerradas correctamente era muy tarde.
Hiroki se pasó una mano por la frente. Nunca había empacado tan rápido antes…
Salió en silencio de la habitación para tomar un poco de aire.
Comenzó a caminar por toda la casa. Deambuló como si fuera un fantasma silencioso por las habitaciones.
Fue a la biblioteca y pasó las manos por los libros. Se sentó en el piano y acarició las teclas pensando en Nowaki, en sus manos de dedos largos moviéndose sobre el marfil, en sus ojos azules y su sonrisa…
De repente una lágrima se deslizó por su mejilla y antes de que se diera cuenta estaba llorando.
No quería dejar a Nowaki… ahora lo entendía…
Se levantó y fue hasta la habitación del ojiazul. Recordó las veces que de niño, había tenido que ir a dormir con él o revisar bajo su cama para convencerlo de que no había nada que temer.
Cuando su mano giró el picaporte descubrió que estaba temblando. Respiró hondo antes de empujar y abrir la puerta…
Notas finales: *Estuve viendo en you tube la primera vez que lo quiso meter en una novela gay =) de ahí lo molesto que está Hiroki jeje aquí guardé para encontrar el video, se los dejo aunque seguro ya lo han visto y llenaron de baba el teclado (como yo)
Junjou Egoist Manga Vol.1 Cap.4 Español

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