-¿Eh?- fue lo más ecuánime que pudo pronunciar.
Viktor aprovechando el desconcierto de Ron bajo primero y lo halo para bajarlo. Rió divertido al ver es desastre que produjo la corriente de aire provocada por las hélices en el cabello de Ron, aunque debía admitir que le daba un toque sexy –como si hubiera tenido una salvaje sesión de sexo-se dijo.
Lo tomo de la mano y sin soltarlo entro al elevador del la torre sin decir palabra.
-¿A qué te refieres con cita? – Ron rompió el silencio después de que su cerebro acabara de procesar el significado de la palabra.
-Pues que a partir de este momento estamos saliendo para divertirnos y conocernos- Viktor se encontraba muy entretenido en ver los números iluminarse conforme bajaban, no quería mirar a Ron pues estaba avergonzado y aun excitado de la situación del helicóptero y no quería pensar lo que le podría hacer a Ron en tan reducido espacio estando los dos solos.
-¿Y en qué momento acepte?--Solo digamos que me tome la libertad de decidir-
Ron se molesto en sobremanera ¿Qué se creía el tipo para decidir por él? Le iba a decir unas cuantas verdades cuando una idea le llego de momento.
-Lamento desilusionarte pero no me encuentro presentable para la ocasión- Señalo la gran mancha de sopa que adornaba su chamarra y parte del pantalón.
Viktor arqueo una ceja. Si Ronald pensaba que con esa simple excusa podía zafarse de él estaba my equivocado.
-Lo podemos solucionar-
No pudo replicar pues llegaron al lobby y salieron a la calle no sin cierta vergüenza del pelirrojo que veía pasar a la gente muy bien vestida (aunque algunas de maneras bastante peculiares) y que uno que otro curioso lo miraba cuando choco con la espalda de Viktor. Se sobo la nariz que le dolía por el golpe ¡Vaya que era fornido el tipo! Mira que provocarle semejante dolor solo por chocar con él cuando le dio un vistazo a lo que tenía a Viktor tan entretenido.
Este miraba insistentemente el reloj y la calle con un dejo de molestia cuando doblando la cuadra apareció un Honda gris plata que se estacionó justo frente a ellos.El chofer del auto se apeo del auto y se dirigió a Viktor.
–Lamento la demora señor Krum, había un poco de tráfico. Espero no haberle ocasionado molestias- Se disculpo el hombre entregándole las llaves del auto.Viktor no tenía ni ganas ni forma de reprocharle al hombre su tardanza; después de todo eran cosas que pasaban sin que uno pudiera evitarlas. Lo despidió rápido y el hombre así como llego se fue.
Ron no entendía nada de nada cuando la voz de Viktor le hizo molestarse de nuevo.
-Adelante, puedes subir- le dijo abriéndole la puerta para que subiera.
-No pienso ir a ningún lado contigo-
-¿Piensa ir por la calle con esa pinta?-Señalo la mancha en la ropa. Bien si Ron ponía como excusa su ropa pues Viktor lo aprovecharía a su favor.
Ron enrojeció ante lo obvio. No quería ir a ningún lado con ese pero tampoco pasearse por allí vestido de esa manera. Se subió a l auto aunque un poco cabreado por ser tratado como una princesa ¡No necesitaba que le abrieran la puerta por Dios!
-Me podrías llevar a mi casa- Ron más que preguntar le ordeno.
-Ya te dije que era una cita-
-Y yo que en ningún momento aceptaba-
-¿Qué te parece poder cambiarte esa ropa? Así podrías marcharte sin tener que soportarme- A Viktor le incomodaron sus propias palabras pero tenía que jugar con todas las cartas que poseía.
Ron cruzo sus brazos y se puso a pensar. No sonaba tan mal, podía pedirle que lo llevara a una lavandería, lavar su ropa y luego abandonarlo-Esta bien- no comprendió porque esas palabras le dolieron un poco.
Viktor doblo por unas cuadras y entro a un centro comercial, dejaron el auto y caminaron un poco.
Ron buscaba con la mirada alguna lavandería 24 horas a la vista pero por donde mirara solo veía tiendas.-Eeh ¿En donde hay alguna lavandería por aquí?-
Viktor con las manos en los bolsillos del pantalón siguió caminando
-¿Quién dijo que íbamos a una lavandería?-
-Yo pensé que me iba a cambiar la ropa-
-Precisamente a eso vamos-
-¿Quieres decir que vamos a comprar ropa?-
-Esa es mi intención-Ron se detuvo de golpe. No iba a tolerar que quisiera manipularlo.
-En ese caso yo pagaré- En un acto reflejo tanteo su hombro buscando el asa de su mochila para darse cuenta que no la traía con él.
-¡Mi mochila!-Ron se llevo las manos a la cabeza tratando de recordar donde fue donde la había visto por última vez-¡La deje en el auto del señor Zabini! ¡Allí traigo mi cartera! ¡Mis apuntes! ¡Las llaves del depa!–abrió los ojos con espanto-¡Mi móvil! ¡¿Qué voy a hacer?!-
Viktor frunció el ceño ante la mención del otro pero oculto su enfado recordándose que debía aprovechar todas las oportunidades que se le presentaran y esta era otra más que le llegaba; agradeció a quien fuera que estuviera allá arriba ayudándolo y continúo.
-Entonces yo pagaré-
-De ninguna manera-
-¿Cómo piensas pagar entonces?-Ron se mordió el labio meditabundo. No tenía su celular para poder llamar a alguno de sus amigos para que lo pudieran recoger y para lo que le servía, no tenía ni idea de donde estaba y no tenía dinero para poder contratar un taxi o poderse subir al metro y para rematar no quiera ir por la calle así.
Respiro resignado ante su suerte –Qué sea un préstamo- Ya que más da, yo no tengo dinero por el momento y él está dispuesto a pagar.
Viktor sonrió un poco ante la pequeña victoria que se ceñía. Entraron al centro comercial curioseando los escaparates de las tiendas para encontrar alguna de su gusto.
Pararon en una que rezaba “Nabari” en donde Ron vio una camiseta azul rey con el logo de un águila que le llamo la atención hecho que noto Viktor quien lo tomó de nuevo de la mano para entrar.
Ron reacio lo siguió. En verdad la ropa que había en el local era cool pero también de precio alto y el no podía gastarse tanto dinero en ropa; bien decía su hermano Charlie: un estudihambre no podía darse lujos sino terminaba primero la carrera.
-¿Qué te gusta?- Ron no contesto, veía a todos lados evaluando la ropa. De verdad le gustaban muchas piezas pero no podía decidirse por alguna.
Viktor seguía la mirada de Ron anotando mentalmente cuales eran las que llamaban la atención de pelirrojo. Sospechaba que solo elegiría lo básico en ese momento pero él se encargaría de comprarle todo lo que el quisiera pero mientras tanto daría otro paso.
Se acerco a un estante donde tomo un pantalón negro, de un perchero varias camisas y se las entrego a Ron.
-Creo que esto te quedaría bien, si quieres pruébatelos-
Ron los tomó entre renuente y aliviado. No quería ponerse nada que le sugiriera Viktor sin embargo debía admitir que las piezas que le había entregado a probar le gustaban. Se encogió de hombros, entre más rápido mejor.
Busco los probadores pero todos estaban ocupados así que opto por lo más fácil. Empezó a quitarse la ropa fuera de los probadores sin pena; tenía cinco hermanos varones y una casa pequeña así que la palabra timidez para mostrar su cuerpo era prácticamente nula.
Viktor había estado buscando algunos abrigos, chamarras y zapatos que le pudieran agradar a su minino. Llevando en su brazo varias muestras se acerco a los probadores donde la visión de Ron ligero de ropas (en bóxers verdes para ser más exactos) lo dejo sin aire.
Podia ver en vivo y en directo la suave piel del pelirrojo, sus pecas que le cubrían los hombros, pero lo que le llamo más la atención fue un tatuaje que se encontraba en su baja espalda o para mejor descripción muy cerca de donde la espalda pierde su nombre.Tan atento estaba en el tatuaje que no se dio cuenta que el ojiazul lo miraba atreves del reflejo del espejo viendo sus reacciones.
Ron se estaba quitando el pantalón que momentos antes se había probado cuando levanto su vista y distinguió a el moreno viéndolo atentamente, en especial su tatuaje -Mierda- Se cubrió presto el dibujo con una de las camisas y trato de ocultar su sonrojo-¿Por qué?- se pregunto desconcertado ante la repentina muestra de timidez -¿Por qué me molesto que me mirara así?-
-Eumm… ¿Se te ofrece algo?- Evito por todos los medios verlo a los ojos.
Viktor sacudió levemente la cabeza para quitarse el estupor. –Oh Dios, definitivamente debí haber sido muy malo en mi otra vida para que me castigues así- La imagen de Ron repentinamente tímido aunado al recuerdo del tatuaje tan sensual en su coxis provoco que su sangre hirviera.
-Quería saber si ya te has decidido por algo-
-Sí, claro- señalo una camisa de manga larga blanca con finas rayas lilas- El pantalón me queda perfecto-
-Toma-le paso los zapatos y el abrigo en gris Oxford - ¿Te parecen bien?- pregunto recibiendo un asentimiento.
-Muy bien, le diré a un dependiente que haga la cuenta y que te lo llevaras puesto.- Ron volvió a asentir.
Ron suspiro, repentinamente se sentía mareado y volvió a mirar el montón de ropa pensando que había sido un desperdicio de tiempo habérsela probado toda para al final acabar con solo un pantalón, una camisa, un par de zapatos y el abrigo cuando todo le había gustado pero al final solo podía costearse le que llevaba puesto y que en conjunto le saldría a un ojo de la cara.
-Se lo pagaré, no sé cómo, pero no quiero deudas con él- cerro el puño con determinación.
Salió de los probadores con todo puesto y alcanzo a Viktor.
Viktor había estado hablando con el dependiente y arreglando las cuentas con él. Tantos años en su negocio le daba la ventaja de poder determinar las tallas de los clientes y saber que le quedaba bien (la culpa la tenía su amigo que lo arrastraba literalmente que lo acompañara de compras con los clientes) y no le fue necesario que Ron se probara toda la ropa que le había comprado, las que le había pasado eran simplemente para hacer tiempo.
Lo vio salir y simplemente se sintió muy orgulloso tanto de su trabajo como del pelirrojo ya que los que estaban en la tienda quedaron deslumbrados del porte de Ron pero sobre todo que lo veían a él con celos pues se habían dado cuenta que el chico iba con él, que le pertenecia.Se le dibujo una sonrisa de satisfacción.
Ron llego a lado de Viktor -¿Cómo me veo?- le pregunto extrañamente tímido.
Viktor ensancho su sonrisa ante las miradas envidiosas de los demás clientes no pudiendo evitar rodear su cintura y susurrarle al oído -Perfecto-
Ron sintió escalofríos; estaba tan apenado que no pudo siquiera reaccionar hasta que salieron del local.
-Me podrías soltar- Ron aparto su brazo de su cintura.
-Demasiado bueno para ser verdad- Viktor resignado ante el final de su pequeño momento de suerte se alejo.
-Muy bien, ahora me harías el favor de poderme prestar dinero para irme y también tu tarjeta para localizarte cuando tenga tu dinero para pagarte-
-Mmm, primero comamos algo, luego si quieres te llevo a tu casa-
-No gracias estoy bien-
-Gruuur- el sonido de su estomago lo contradijo haciendo que se pusiera rojo hasta las orejas.
-Creo que tu estomago opina lo contrario-
-Aggh, está bien pero después de esto me iré- Su estómago vacío reclamando comida se anteponía ante el obvio desagrado que le provocaba el hombre.
Viktor tomo su brazo y se alejo con el buscando un restaurante.
Podía ser que Ron no lo estuviera acompañando de buena gana pero a fin de cuentas continuaba a su lado y todavía no la había golpeado lo que ya era una buena señal. Definitivamente no lo dejaría ir ese día, ni de su vida.