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ENCUENTRO ACCIDENTADO. por Whisperyuki

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Sorpresa en el inicio, ojalá les guste.

Pista,palabra que inicia con L y seis letras >.<.

 

 

Los azules ojos de Ron bailaban tras sus párpados, abriéndolos perezosamente después de dormir.  Permaneció recostado de lado, estaba tan cómodo en la deliciosa cama donde había descansado, que pena tener que despertar y levantarse.

Una apacible y cálida  respiración hormigueaba en su cuello. Unos fuertes brazos rodeaban su cintura envuelta entre sábanas, atrayéndolo contra el cuerpo desnudo de Viktor. Giró su rostro y sonrió bobamente ante la imagen durmiente de su amante. Su cuerpo se torció levemente mientras estiraba su mano para acariciar el rostro del búlgaro cuando lo sintió.

Un semi-erecto pene se presionaba contra su trasero.

Tragó saliva mientras bajaba su mirada para ver el miembro de Viktor. Era normal que se encontrara en ese estado en la mañana, a todos los hombres les pasaba, era la reacción natural de un hombre joven y sano, no era que deseara tener sexo ahora.

Miró fijamente el pene, hipnotizado. A pesar de no ser la primera vez que lo veía, si era la primera que lo detallaba a profundidad. Su grosor que  era más ancha que la suya y también más larga, su color acorde a la piel tostada de Viktor y una suave mata oscura lo revestía ¿Cómo se sentiría en su mano? Nunca la había sostenido, a pesar de las incontables veces que habían tenido sexo antes. Curioso, la tomó por la base con la mano que había estirado anteriormente, sopesando su peso. Su mano subió por el cavernoso miembro, notando su suave textura satinada, las venas que se marcaban por la hinchazón. Subió y bajó su mano repetidas veces deleitándose con la forma hasta que llegó a la punta que brillaba producto del pre semen que comenzaba a brotar por la pequeña hendidura gracias a la estimulación.

Un deseo extraño broto dentro de sí. Quería probar a Viktor.

Su boca salivó ante la perspectiva ¿Podría…? Solo un poco. No era como si  alguien más se fuera a enterar de su sucio deseo, no le hacía daño a nadie y terminaría antes de que Viktor despertara.

Fue difícil escaparse del férreo abrazo del búlgaro sin que este despertara amén de las sábanas que envolvían su cuerpo, pero lo logró después de una gran y sigilosa lucha y unas cuantas patadas para las sábanas. Vio hacia arriba a medio camino para cerciorarse del sueño de su novio, quien mudamente confirmó su estado al dejar escapar un leve ronquido, convenientemente para el pelirrojo que no quería ser atrapado in fraganti. Moviéndose Viktor entre sueños, quedó boca arriba para darle espacio de acción involuntariamente a Ron.

Acomodándose sigilosamente entre las piernas del búlgaro,  la meta estuvo frente a los ojos de Ron. Respiró profundo,  podía sentir sus manos temblar ligeramente mientras sostenía el miembro y acunaba el saco entre sus dedos. Abrió un poco su boca  y apenas pasó su lengua por el brillante pre semen que escurría por el pequeño orificio de la esponjosa cabeza del pene. El sabor explotó en su boca. No podía describir el sabor de Viktor, era simplemente él, pero Ron juraría que no podría vivir sin paladearlo de nuevo.

 

Era Viktor, su amor.

 

Que malditamente cursi había sido ese pensamiento, en serio.

 

Acarició el miembro de Viktor unas cuantas veces más, incitándolo. Tomando una profunda respiración, abrió la boca y la cabeza del eje cruzó  sus labios, desapareciendo una parte dentro de su boca,  lenta y repetidamente.  Enrollando su lengua alrededor, sus ojos se cerraron mientras paladeaba más el líquido pre seminal, la excitación y la travesura recorriendo su cuerpo. Sus labios se separaban más para darle mejor cabida al miembro que maravillosamente se había hinchado más aumentando su volumen.

 

Una mano pasó entre su rojizo y corto cabello, empujando su cara contra la entrepierna, provocando que por instinto abriera más su boca y garganta,  tragando por completo la hombría de su novio y su nariz rozara el corto pelo de la entrepierna. Atrapado, Ron abrió sus ojos azules y mirar hacia arriba. Viktor lo miraba intensamente, sus ojos imbuidos en lujuria y pasión -Lindo gatito.- Gruño presa del placer por la imagen de Ron rodeando con sus deliciosos labios su hombría, sus mejillas hundidas por la succión. Otro bajo gruñido se le escapó al moreno cuando  Ron se separó lentamente, su lengua raspando la larga vena de su miembro, reapareciendo mágicamente su pene.

 

 Completamente avergonzado de su proceder el inglés se incorporó, quedando en medio de las piernas de su amante -Yo…- No tuvo oportunidad de justificarse, fue halado dentro de los brazos de Viktor, sus manos apoyando en el fornido pecho, su cabello fue jalado a un lado y su boca fue devorada en un beso arrasador.

 

-Linda manera de despertar- murmuró Viktor sobre los labios de Ron, una semi sonrisa en su rostro se dibujaba. Con su mano derecha apoyada en las nalgas de Ron, acariciándolas con deseo, sus dedos repasando la grieta de su trasero; la mano izquierda con la que había halado las mechas rojas de Ron tonteaba entre su espalda, deleitándose con la cremosa piel. Su hombría siendo aplastada por el cálido cuerpo le estaba llevando al borde. –Ron ¿Puedo hacerte el amor?- preguntó, rogando por que la respuesta fuera positiva, sino, su mano y él tendrían otra linda y deprimente sesión de autoayuda.

 

-No… -La respuesta del pelirrojo desinfló un poco a Viktor -…yo te haré el amor a ti.- Ron enrojeció hasta las raíces de su cabello, al contrario de Viktor que su pasión se incendió ante la intriga de la declaración de su minino.

 

Ron se acomodó a horcajadas sobre las caderas de Viktor, sus manos apoyadas en el fuerte pecho con firmeza, su hombría quedaba en pleno contacto  con el pene de Viktor. Con timidez y, hasta cierto punto inexperiencia pues él nunca había tomado la iniciativa, Ron onduló sus caderas, provocando una  fricción entre ambos cuerpos, rozando una contra otro sus miembros. Viktor echó su cabeza hacia atrás, fascinado y caliente, sus manos buscaban desesperadamente donde asirse, enganchándose en los redondos glúteos de Ron, presionándolos con fuerza y haciendo con ello más íntimo y caliente  el contacto –Ron…oh Ron….- murmuró.

 

-Viktor…- El movimiento era bueno, inclusive para un principiante como Ron. Imbuido por las sensaciones, el pelirrojo continuó con el ondulante movimiento, pero deseaba más, quería más. Quería a Viktor dentro de él, sentirse unido a él, era el momento.

 

Se detuvo, para el gran disgusto de Viktor, inclinándose hacia adelante, apoyando solo una mano para sostenerse de Viktor. La otra mano fue tras suyo, bajando a la entrepierna de Viktor para tomar el miembro de su novio y sostenerla firmemente, apuntando hacia su estrellada entrada. Lentamente descendió sobre el pene, sintiendo la punta pugnar por entrar. Un pulsante dolor le impidió seguir, no estaba preparado, pero no le importó a Ron, él quería todo de Viktor, dolor y deseo. Empujó sus caderas hacía abajo sin importarle, tomando todo de  Viktor dentro de sí. Dolor y ardor le hicieron apretar los dientes fuertemente, echando su cuerpo sobre Viktor, su cabeza sobre el corazón del búlgaro. Necesitaba calmarse para continuar, respiró profundo, sabía que era cuestión de tiempo para acostumbrarse a la intrusión, espero. El sonido del corazón de Viktor le llegaba claramente a su oído, latía desbocadamente mientras los brazos cruzaban su cintura.

 

-Ron…Ron…dime que puedo moverme…por favor…-Viktor imploró con su voz teñida de urgencia. En lugar de responder, Ron hizo algo mejor, se movió hacia afuera y luego hacia adentro lentamente, sin ningún dolor, solo un poco de molestia en su túnel, estaba listo.

 

-Ron…oh Ron…más por favor…- a Viktor no le importaba si tenía que  rogar para que su pareja subiera y bajara por su eje, él quería más de la sensación de ser montado por Ron voluntariamente.

 

Ron respondió enderezándose, plantando sus manos a los costados de la cabeza de Viktor y subiendo y bajando sobre la hombría de su novio consistentemente. Su pelvis se estrellaba una y otra vez en las caderas de su búlgaro, quien sostenía con firmeza su cintura, ayudándolo a subir y bajar. De los labios del moreno salían bajos gruñidos llenos de lujuria y palabras inconexas en su lengua natal.

 

Sudor goteaba de la frente de Ron, el calor alrededor de su cuerpo era insoportable. Sus caderas rotaban, hundiéndose con mayor vigor hasta que el miembro de Viktor tocó su punto dulce, haciéndole ver estrellas y gemir fuertemente.

 

El búlgaro no pudo resistir más su inactividad. Frenó los movimientos de Ron que gimoteó por el abandono. En un rápido giro, Viktor se colocó encima de su pelirrojo sin salir de él. Depositó un beso sobre el pezón del lado izquierdo de su minino, cubriendo e blanco cuerpo con el suyo,  inhalando y exhalando aire  cerca de la oreja de Ron para calmar su casi orgasmo. Reacomodó su cuerpo entre las piernas de Ron mientras este, con sus piernas, se enganchaba de su cintura levantando y moviendo su pelvis ofreciéndose al moreno.

 

-Viktor…dame más, por favor…

 

¿Cómo hacer oídos sordos a semejante  ruego?

 

Sus caderas se movieron adelante y atrás, movió su mano derecha y acunó  el trasero  de Ron mientras jalaba las caderas de su novio contra su entrepierna para penetrarlo mejor. Apartó su rostro del hueco del cuello del pelirrojo y tomó los labios de Ron en un profundo beso. Él no iba a resistir más tiempo, los pasados días habían sido una completa tortura para su corazón y su cuerpo.

 

-Viktor…- Ron empujó sus caderas presionando su miembro contra el abdomen de Viktor. Su cabeza cayó hacia atrás y sus dedos se clavaron en los hombros del búlgaro, empujándose con fuerza hacia arriba-Viktor…más duro.

 

Viktor, en honor a Ron y su éxtasis, empujó más duro y profundo, procurando atacar el justo punto que había enloquecía a su minino después que este lo había encontrado, dando rienda suelta a sus deseos.

 

La recamara estaba llena de el característico olor a sexo. El sonido reinante era una mezcla difusa de gruñidos, gemidos y cuerpos húmedos chocando uno contra otro. Viktor sentía su pronta culminación pulsando a través de su miembro. Bombeó más fuerte dentro del pasaje de Ron, que no soportó más, se arqueó hacia Viktor y descargó su pasión entre sus cuerpos sin necesidad de más toque que la fricción de su pene y el abdomen de su amante. El raciocinio del moreno que había sido poco desde el comienzo, al sentir su hombría oprimida por el orgasmo del inglés, se esfumó. Lanzó su cabeza hacia atrás, un estremecedor gritó liberador salió de su garganta anunciando su liberación, bañando el interior de Ronald con su semen.

 

Sin fuerzas para seguir sosteniéndose, Viktor dejó caerse sobre Ron, quien le recibió con brazos abiertos. Importándole un bledo mancharse de la blanca semilla del pelirrojo, total, Ron también estaba sucio de su simiente, pero en un lugar mucho más íntimo. Se rió suavemente por eso, ese mucho menos le molestaría, es más, estaba más que dispuesto a contribuir a ello. Deslizándose a un lado arrastrado a Ron consigo, envolviéndolo entre sus brazos en “cucharita”. Su mente estaba nublada por el abrumador sentimiento que siempre le recorría por Ron.  Se acurrucó más cerca del pelirrojo, depositó  un suave beso en el hombro de Ron, y luego apoyó su cabeza entre este y el cuello.

 

-Te amo, Ron.-susurró a la oreja.

 

-Te amo Viktor.-respondió Ron, cansado y satisfecho.

 

-Me gusto el despertador, no me importaría conservarlo.-comentó búlgaro.

 

-Puedes conservar el despertador, pero no te acostumbres a la alarma.- Respondió Ron, encogiéndose dentro del abrazo, profusamente abochornado y rojo hasta las orejas.

 

Viktor rió, encantado por la respuesta. Quería permanecer todo el día así. Estaba adormilándose otra vez. Se arrellenó dispuesto a dormir otra vez cuando un recuerdo le llegó – Demonios…- gruñó mientras le daba un vistazo al verdadero despertador. Al ver la hora con renuencia, se separó del pelirrojo.

 

 -¿Qué pasa?- preguntó Ron, sentándose en la cama.

 

-Debo encontrarme con unas personas en dos horas.- Respondió Viktor saliendo de la cama y yendo al armario.

 

-¿No puedes cancelarlo?

 

Viktor volteó para responder. Sonrió enternecido al ver el gesto suplicante y deseoso de Ron. Se aproximó a la cama, tomó la barbilla de Ron entre sus dedos y depositó un suave beso en los labios. Ron lo apartó, luego cubrió su boca con sus manos – No hagas eso, tengo mal aliento.- El búlgaro rió- No es cierto.-Se sentó en el colchón – Y por desgracia, no puedo cancelarlo.

 

-¿Puedo acompañarte?- Ron preguntó temeroso. Tal vez Viktor no quería que le vieran con él, o tal vez...Basta de hacer dramas, mejor esperar la respuesta de Viktor.

 

-Por supuesto.- Viktor le robó un beso- ¿Te parece para ahorrar tiempo nos bañamos juntos?- propuso en tono sugestivo.

 

-Oh no señor, si entramos juntos no saldremos a tiempo.- Ron se escapó de Viktor interponiendo una sábana entre su cuerpo y las manos del búlgaro. ­­Alcanzó su bolso tirado en el piso he hizo una mueca –Rayos, mi ropa está húmeda.

 

Viktor se acercó, quitándole la bolsa-No te preocupes, lo arreglaremos. Ahora ve a ducharte rápido.

 

Ron asintió. Le dio una mirada preocupada a Viktor y bailó de un pie a otro- Hem, Viktor, cuando salga ¿Puedo llamar a Harry? Me pidió que lo llamara cuando llegara aquí, pero no lo hice, debe estar preocupado.

 

-Por supuesto ¿Te parece mejor sí le hablas ahora mientras me baño? Así tendrá noticias tuyas antes. Cuando salgas tendré arreglado lo de tu ropa.

 

Ron sacudió su cabeza aliviado. Viktor se fue a bañar y el marcó a recepción y pidió le comunicaran. Pobre Harry, de seguro debía estar trepándose a las paredes por no saber de él los pasados días.

 

************************************

El asunto de la ropa húmeda de Ron se había solucionado con una rápida visita a la boutique del hotel. Ron casi se fue de espaldas a ver los precios de la ropa, pero como anteriormente había pasado, de nada sirvieron sus protestas. Viktor le calló con un beso y diciendo que luego se lo pagaría. Sí como no, lo mismo le había dicho la otra vez y era hora que no se lo había pagado. El conjunto que compró (camisa, pantalón y zapatos) era oscuro, al igual que el de Viktor, muy formal y por eso se sentía extraño y nervioso.

 

Para cuando salieron, el brillante sol de mediodía les recibió. Tomaron un taxi que los esperaba fuera del hotel, la puerta del vehículo siendo sostenida por uno de los tipos que había tacleado a Ron, sonriendo condescendiente. El pelirrojo no pudo evitar rodar los ojos y maldecir por lo bajo. Con dinero baila el perro, confirmado.

 

El automóvil se tragaba las calles de Sofía, mostrándole una ciudad variada a Ron, pero mientras más calles recorrían y su destino no parecía estar cerca, los nervios de Ron seguían aumentando ¿A dónde iban? Viktor había mencionado una dirección al taxista y, obvio, él no tenía ni idea donde era.

 

-¿Cómo está Harry?- preguntó el moreno.

 

-Bien, aunque se escuchaba nervioso. Me reprochó por no haberlo llamado antes. Sino fuera porque se cortó la llamada estoy seguro que me hubiera dado una paliza por teléfono. –Explicó Ron. Sabía que no había sido muy prudente marcarle a esa hora a Harry, era cuando estaba con Snape y este no toleraba las interferencias, solo esperaba que su amigo no se hubiera metido en problemas.

 

-Es porque te quiere.

 

-Lo sé.

 

Esta fue la corta plática que tuvieron, después Viktor se dedicó a ver por la ventana durante el trayecto, acariciando con delicadeza las flores de un ramo de lirios y asfódelos  sobre su regazo; las había comprado en la pequeña floristería del hotel. Ron había querido preguntar para quien era, pero el semblante serio del moreno lo cohibió ¿Había sido oportuno pedirle acompañarlo?  El moreno parecía profundamente perdido en sus pensamientos, también triste, tal vez Viktor quería estar solo, o tal vez sólo no sabía cómo pedir consuelo. Ron tomó la mano de su novio y la apretó con fuerza, diciéndole mudamente que él estaba a su lado. Viktor correspondió el gesto entrelazando sus manos.

 

El taxi paró por fin, Ron dio un vistazo de reconocimiento al lugar, era un viejo camposanto, ahora sabía el porqué de sus ropas. Ambos bajaron después de pagar el viaje, y aun con las manos entrelazadas entraron.

 

Como era de esperar, el halo del cementerio era melancólico, pero hermoso. Caminaron por el sendero entre las tumbas, algunas recientes y algunas viejas y con los nombres desdibujados, muestra muda del tiempo transcurrido en el lugar. Llegaron a un sector bañado por el sol, donde dos personas, un castaño y un pelinegro,  estaban parados al lado de una cripta.

 

Eran Dimitar Pirinkova y Matei Bervatov.

 

-Ya era hora.- Gruño Matei.

 

-Matei, no seas grosero ¿Qué no vez que hay otra persona presente?- amonestó suavemente el chelista.

 

-¿Y? Pensé que esto era solo nosotros tres.- Bervatov estrechó sus ojos fijos en Ron, haciendo que este se revolviera incómodo y amagara con retirarse.

 

-Ronald es mi pareja.- Viktor sujetó con fuerza a Ron - Si su presencia te molesta y quieres que se vaya, yo me iré con él.- Planteó Viktor. Podía soportar el agrio humor de Matei sobre él, pero no dejaría que se desquitara con Ron por nada del mundo.

 

-Él no me molesta, es más, puede quedarse, es lindo. Al que no tolero es a ti.- gruño el pelinegro.

 

-¡Matei! ¡Basta! Estamos aquí por Stara, así que deja de ser egoísta y preséntate.- El gesto del Dimitar decía claramente que no aceptaría réplica de su amigo, quien se encogió refunfuñando. –Disculpa a Matei. Aunque parezca un gruñón es amable en el fondo. Soy Dimitar Pirinkova y el energúmeno de allá es Matei Bervatov, es un placer.

 

-Ronald Weasley-Ron extendió su mano y estrechó la mano ofrecida del chelista. La soltó cuando detrás del otro escuchó un gruñido amenazante de parte del pelinegro. Abrió muy grandes sus ojos al notar la mirada del hombre.

 

-Bueno, creo que es el momento.- El castaño planteó mientras se colocaba cerca de la tumba, los otros dos hombres asintieron y se pusieron a los costados. Ron permaneció al lado de Viktor, separado a una distancia prudente, pero sin soltar a Viktor.

 

Por turnos, los tres hombres hablaron en su lengua natal a la persona yaciente en la cripta. El inglés fijó sus ojos en la foto de la lápida. Una hermosa chica rubia y sonriente le puso triste, era una pena que la vida de una persona tan joven terminara.

 

Sintió un jalón tenso en su mano, así que viró para ver a Viktor. Su pareja luchaba por mantener a raya sus emociones, más una lágrima traicionera rodó por su mejilla. Ronald posó su mano libre en el hombro de Viktor y arrimó su cuerpo brindándole apoyo.

 

Viktor se inclinó y puso el ramo de flores en la tumba, rozó con sus dedos la foto de la chica y dijo unas últimas palabras. Se irguió y exhaló con fuerza – Está hecho.

 

-Bien.

 

Ron respingó al escuchar la voz rasposa de Matei, se había olvidado de los otros dos.

 

En silencio, le dieron la espalda a la sepultura, tomando el camino de regreso a la entrada. El humor de todos aunque triste, se notaba más ligero. Los compatriotas se despidieron con escuetas palabras. Matei tenía tomado a Dimitar por el codo de manera protectora, tomaron otro camino al llegar a la puerta sin mirar atrás.

 

-¿Estás bien?-preguntó Ron, consciente del difícil momento que había pasado Viktor.

 

-Ahora lo estoy.- El moreno  abrazo a Ron por los hombros, una sonrisa tranquilizadora surcó su rostro.

 

-Vayamos a casa.- Sugirió Ron.

 

-Sí, volvamos a casa.

 

Notas finales:

Aclaraciones.

El lirio significa valor de trascender uno mismo, cambio.

El asfódelo significa mi remordimiento te sigue hasta la tumba, se pide perdón.  

 

Por fin ¡LEMMON! *-*

Personalmente, a mi me gusto,no por ser la autora, aunque la última opinión y la que cuentas es la suya, querid@s lector@s.

 

Con este cap, entramos en la fase final de este fic, al que le quedan solo dos capitulos más.

 

Gracias por su paciencia y leer.

 

Opiniones del capitulo, click en review.

 

Besos

 


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