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MANOS FINAS por Whisperyuki

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Notas del capitulo:

Ejem, pues una disculpa por la tardanza, no se que más decir, merezco ser linchada, sniff.

Ojalá les guste.

 

A leer:

 

 

 

LIMITE.

 

Ser presidente de NG Records significaba estar sometido a grandes presiones, por ejemplo, entrevistar a aspirantes a cantantes y músicos, organizar eventos que promocionaran su disquera, tratar con inversionistas o con promotores extranjeros. Y no,  no era por eso el que  su humor a últimas fechas peligraba en caer a pésimo.

 

Sus problemas familiares (mejor dicho los problemas de la familia Uesugi), además de su frustración  por tener que controlar sus instintos se hacia insoportable. Y ni que decir de los celos que le carcomían por dentro cada vez que veía a Suguru kun  alegre y sonriente por alguien más que no fuera él.

 

Fastidiado por completo, con la cabeza a punto de estallar, esa noche Touma había decidido irse temprano a su casa a relajarse. No que fuera su mejor opción, pero era muy tarde y su secretaria ya había salido y no tenia ganas hablar personalmente para concertar una cita a algún spa; no quería escuchar la diatriba de algún fan declarándole su gran admiración por él y su grupo al preguntarle sus datos, de verdad no gracias.

 

Llegó a la mansión, estacionó su auto en la cochera y se adentro a su casa. La servidumbre de seguro ya se había retirado a descansar; así que en lugar de llamar a alguno de ellos para que lo atendiera, fue al bar y se sirvió una buena dosis de coñac. Se quitó el sombrero, el cual dejo a su lado en el espacioso sillón   de su sala, se sentó cómodamente y empezó a beber de su copa. Sabía que el alcohol solo aumentaría su migraña, aunque esto no le importo para nada. Quería sentir el estupor que provocaba   el licor y olvidar sus problemas, así que se dedicó a  disfrutar de su pequeña fracción de paz, cuando esta se vio cortado por la repentina entrada de su esposa.

 

-¡Touma! ¡Yuki se fue! ¡Qué vamos a hacer! ¡El no esta bien! Y si le sucede algo…- Gritaba histérica Mika al saber de la repentina huida de su hermano menor.

 

La cabeza de  Seguchi reventó en una explosión de dolor de dimensiones exorbitantes, se aguantó las ganas de aventar la copa con toda su fuerza presa de la furia. En su lugar,  masajeo su frente tratando de alejar el horrible dolor de cabeza que lo poseía y con ello, el estallido de su mal humor pues no quería desquitarse con la castaña ¿Pero es que acaso tenía que solucionar todos los problemas de Yuki y su familia? Sabía muy bien (además que la presencia de Mika no lo dejaba olvidar) que el cambio del escritor fue a raíz de lo de Kitazawa. Que el no tenía la culpa en forma directa, pero había sido su error tener plena confianza en el hombre. Ese era uno de esos errores con los que uno cargaba toda la vida tras sus espaldas, y vaya que la carga era pesada.

 

Se levantó del sillón, dejó la copa en la barra del bar y se enfrentó a su mujer.

 

-Tranquilízate Mika ¿Estás segura que desapareció? ¿No iría a algún evento de su editorial?- La abrazó para tratar de tranquilizarla.

 

-No. Me llamó su editora para preguntar por él, tenían una cita pero nunca llegó- sollozó la inconsolable mujer, victima de la inquietud.

 

-No te preocupes, llamaré a un investigador para que lo encuentre; también llamaré a los lugares que frecuenta para ver si esta allí-

 

-¿En serio?- Los ojos de Mika se iluminaron esperanzados.

 

-De verdad ¿Por qué no vas a prepararme un café y algo de cenar? Nos espera una larga jornada- Touma se desembarazo del abrazo a la vez que suavemente empujaba a su mujer a que fuera a hacer lo que le había sugerido, ella asintió y se fue a la cocina dejando solo a el rubio.

 

-Adiós a mi noche tranquila-Touma movió su cuello que tronó por la presión y empezó a hacer llamadas  para buscar a su cuñado -¿En verdad es mucho pedir un poco de paz?-

 

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Una simple ducha, la enésima  taza de café, además de un frugal  desayuno fue lo que tomó Touma en esa madrugada  antes de ir a su oficina, para poner sus papeles en orden antes de partir a buscar a su cuñado. En el camino conducía temerariamente no importándole las grosería que le gritaban los otros conductores a su paso.

 

¿Acaso no podía irse Yuki más cerca para perderse? ¿No podía irse a Hokkaido u Okinawa? ¿O a China o Corea? No, el señor tenía que irse al otro lado del mundo ¡Y precisamente A New York! ¡De todos los lugares del mundo tenía que ir allí! Solo rogaba que no llegara a cometer alguna imprudencia, por que sí no. Un escalofrío  le recorrió, ¿Qué cara le pondría a Mika al darle la noticia? Paró ante la luz roja de semáforo y espero impaciente.  

 

Arribó a NG Records bastante molesto aunque sin demostrarlo. No respondió el saludo del guardia de seguridad y se fue directo a su oficina.  En ella arrojó el maletín a su escritorio y empezó a trabajar frenético en su computadora soltando bufidos e improperios a diestra y siniestra (Gracias a Dios su secretaria aun no había llegado así que podía soltar la pataleta a gusto.)

 

Transcurrido el tiempo, unos suaves toques lo sacaron de su enajenación laboral. Estuvo a punto de chillar un “Maldita sea, adelante” cuando supo que no era nada propio y menos cuando escucho una suave voz al otro lado.

 

-Seguchi san ¿Estás ahí? Soy yo-

 

Raudo se levantó del asiento y prácticamente voló a abrir la puerta.

 

-Suguru kun ¿Qué haces aquí?- Preguntó aun sosteniendo la perilla  sin invitar al de ojos chocolate pasar.

 

-Buen día Seguchi san. Traigo el reporte de las calificaciones tal como quedaran madre y usted anteriormente. Tenía la intención de dejarlas con su secretaria,  pero que aun es muy temprano para encontrarla; así que me aventure a  ver sí se encontraba aquí- explico Suguru a la interrogante.

 

-Esta bien, pasa- Se hizo a un lado para permitirle la entrada. Queriendo escapar aunque fuera por un poco de tiempo de sus obligaciones. Tomó la boleta que le extendía el adolescente y en lugar de sentarse en su silla, se sentó en el sillón.

 

-Por favor Suguru kun, siéntate mientras reviso esto –

 

Obediente, el chico se sentó en el otro extremo del sillón y esperó.

 

-¿Qué haces tan temprano Suguru kun?- preguntó a  bocajarro sin dejar de mirar la boleta.

 

Esta pregunta tomó por sorpresa el chico que disimuladamente detallaba al rubio. Recuperándose del susto inicial contestó-He venido a ensayar para el próximo concierto. Es mejor a estas horas pues no hay tanto escándalo-

 

-Oh- fue la simple respuesta. Su primo tan responsable como siempre, invariablemente desde que recordara el niño era el primero en llegar y el ultimo en salir, además muy dedicado en todo lo que hiciera.

 

-Disculpe Seguchi san ¿Se encuentra bien?-

 

El presidente volteó a la dirección de su primo sorprendido. Antes de abrir la puerta había compuesto su rostro para no reflejar sus emociones y aun así, parecía que de nada había servido ya que Suguru se había percatado que algo iba mal.

 

Todas sus defensas se quebraron al ver la preocupación en los ojos chocolate,  así que abandono su pose de seguridad y confesó –No, no lo estoy- Y habló como hace años no lo hacía. Desahogó sus preocupaciones que brotaron de su pecho a borbotones, que a cada palabra este se aligeraba.

 

Tras un largo tiempo de confesiones ahora una nueva duda le llegó ¿Qué estaría pensando Suguru de su debilidad? Recargó sus codos en sus rodillas, y en sus manos posó su frente tratando de alejar este nueva inquietud. Oyó como la puerta era abierta y se asustó ¿Su imagen había terminado tan deteriorada que sin ninguna palabra se iba? El pánico rápidamente se evaporó al ver de regreso al pianista, cuando este regreso con un vaso de agua.

 

-Tome Seguchi san-

 

Recibió el vaso apenas percatándose que tenía la boca seca de tanto hablar.

 

El chico se sentó muy cerca de él, carraspeó inseguro pero aun así habló –Estoy seguro que todo se arreglará. Usted es una persona capaz que siempre encuentra la mejor solución a todo, desde componer un arreglo musical, hasta cerrar negocios importantes. Sé que sabrá tomar la mejor decisión, como siempre –Al terminar, Suguru se revolvió inquieto ¿Pero que más le podía decir a un hombre con más experiencia en la vida que él?

 

Touma, quien se estaba recuperando de su verborrea escuchó fascinado las palabras del adolescente, que le llegaron como un bálsamo para su atribulado corazón. ¿Cómo hacia el chico para llegar a su lado más humano sin ningún esfuerzo? 

 

 

El silencio cayó entre ambos haciendo que la incomodidad de Fujisaki se incrementará. Creyendo que  el mutismo del rubio se debía al deseo de estar solo se levantó y se despidió –Me tengo que ir Seguchi san. Espero que sus problemas se solucionen pronto-

 

Cuando el de los ojos verdes escuchó la despedida un impulso lo llevó a tomar el brazo de chico e impedir que se levantara. Lo estrechó entre sus brazos y hundió su rostro en el rosado cuello de Suguru. No le importó que el vaso que sostenía entre sus manos terminara en el suelo mojando la alfombra (que amortiguó la caída impidiendo que se rompiera).

 

-¿Touma san?- Confuso el adolescente susurró.

 

-Solo un momento, por favor- Y apretó el abrazo que sostenía sobre su primo tratando de evitar que este se fuera. Se relajó cuando sintió que el abrazo era correspondido así que se sumergió en la tranquilidad que despedía el calor del pequeño cuerpo.

 

Esa era paz, solo rogaba no llegar a su limite  mientras la candidez de Suguru lo reconfortaba.

 

Notas finales:

Ok. Pues en este cap vimos a Touma más humano que anteriormente y quiero explicar un punto que creo es importante.

Habrá a quien le parezca que el personaje se aleja  de su estereotipo, inclusive que puede llegar a caer al OOC. Touma en una persona muy seguro de si mismo y que sabe manejar sus emociones llegando a ser una especie de dos cara. Sin embargo a mi punto de vista cualquier persona llega a un momento que se "quiebra" por mucho autocontrol y seguridad que tenga. Regularmente estas rupturas suceden en la soledad, donde nadie se percata de ellas, aunque también las hay cuando nos acompaña una persona significativa para nosotros, eso es lo que pienso, ojalá hayan comprendido mi intención.

Bueno, gracias por leer el capitulo, espero que comente si les gusto o si lo odiaron, ciao.


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