CHISMES
No faltaron ni siquiera setenta y dos horas para que NG Records fuera bombardeada por una jauría de reporteros, tanto de espectáculos y de noticias del corazón, solicitando ser los dueños de una de las primicias más sonadas : su divorcio.
El cómo se habían enterado los medios aun era un misterio. Buscaría sin piedad a él o los responsables de la fuga de información, a los cuales despellejaría lenta y dolosamente aun vivos por ventilar lo que se suponía era su vida privada.
-Por enésima vez Rumiko NO DARE ENTREVISTAS- contestó con más fuerza de la necesaria por la línea.
-Sí señor, es solo que no han dejado de sonar los teléfonos y Tadashi san me ha…-
-Rumiko…- en un arranque de enojo en contra a su asistente arrojó su sombrero al otro extremo de su oficina, aunque en realidad deseaba agarrarla del cuello y arrojarla en lugar del pobre accesorio.
-¿S…sí Señor?- La chica titubeó al escuchar el tono lúgubre de su sempiterno tranquilo jefe.
-¿Para quién trabajas?-
-Para usted señor-
-En ese caso repito NO DARE ENTREVISTAS- riñó Touma –Y si me vuelvas a molestar con ese tema te juro que iras a trabajar con Tadashi san ya que eras tan esplendida y eficiente con ella ¿Comprendido? –
-¡Sí señor!-
Y el resto del día no mejoró. El celular que tenía reservado solo para aquellas personas muy cercanas no paraba de timbrar. Le dio un vistazo a la pantalla y revisó la larga lista de llamadas en espera por ser contestadas y las cuales ignoró indiscriminadamente. Decidió apagarlo, no tenía nada de ganas tener que responder las mismas preguntas una y otra vez a cada persona que le estaban llamando, más fácil sería hacer una cena o mejor aún, una conferencia reuniendo a familiares y amigos y allí explicarse una única vez y zanjar el asunto; pero no hoy, no ahora.
Las once de la noche y por el día de hoy había tenido suficiente, era tiempo de retirarse e irse al hotel en donde había rentado una lujosa habitación indefinidamente, darse un largo baño y después dormir como Dios mandaba, llevaba días sin un descanso reparador.
Los enérgicos toques en la puerta le sacaron de sus planes nocturnos para él, la almohada y la cama -Adelante- Habló mientras apagaba su computadora. Como imaginaba, solo había una persona que tocaba de esa manera y ese era K.
-Mr. Seguchi, tenemos un problema- Habló el rubio americano mientras se quitaba sus gafas de sol.
“Problema”, era serio, más cuando era el manager quien lo decía, después de todo para ese hombre no había problema o imposibles sin una solución.
-¿Qué sucede?-
-El gerente del hotel en donde ha reservado se ha comunicado- dijo muy serio Winchester- Alguien habló y los reporteros están apostados fuera del local.
-¿Qué?- Eso era inadmisible, había pagado una buena suma para que su estadía se manejara de la manera más discreta posible y ahora venían y le decían que eso no había servido de mucho.
-Y se pone peor. Al parecer su divorcio es la noticia del año y los medios están dispuestos a lo que sea por la noticia. He hablado con sus conocidos y familiares cercanos y también los tienen sitiados-
-Mierda- Así que por esa razón su celular había sonado como loco. Y él que había pensado que todas esas llamadas eran por su separación-Bueno, en parte está relacionado-
Se permitió golpearse la frente en un gesto de completo fastidio, a la basura se iban sus planes y ahora resultaba que estaba sitiado en su propia empresa.
-Mister, tengo un plan-
-Habla-
-He solicitado un helicóptero- dijo el rubio de la coleta- Para poderlo sacar de aquí fingiremos que lo hacemos por el aire y que lo llevamos a otro hotel como distracción -
-Eso no sirve de nada, aun así los medios estarán aquí para mañana, y ni que decir que me darán cacería como sabuesos –
-Ese lo he cubierto-
Seguchi arqueó su ceja ¿Qué plan loco había fraguado el americano?
-Lo sacaremos en auto y lo llevare a un lugar seguro mientras la tempestad pasa, déjemelo a mí-