Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

MANOS FINAS por Whisperyuki

[Reviews - 16]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!

Despues de siiiiiglos y siglos traigo un nuevo capitulo.

Ya entramos en la recta final ¿He dicho antes esto en este fic? No recuerdo ¬ω¬.

Gracias por la infinita paciencia. Espero les guste el cap.

A leer!

 

Eso era estar desesperado. Definitivamente, la próxima vez se lo pensaría dos veces antes de arriesgarse a ponerse en las manos de K.

Ciertamente la huida había resultado exitosa, pero esta había sido humillante.

Y es que al Claude montó un teatro fingiendo su escapada por el helicóptero, captando así la atención de los reporteros. Sin embargo, esa era solo una parte del plan. El hombre no quería dejar cabos sueltos así que le entregó el mono caqui que usaban los hombres de mantenimiento, una gorra en donde tuvo que esconder hasta la última hebra de su dorado cabello y unos horrorosos lentes de montura, que nada más ponérselos lo dejaron medio ciego de tanto graduación que tenían.

K lucía la misma indumentaria, pero agregándole una rara peluca café, con un flequillo de  mechas arcoíris, una barba (falsa) de tres días y mascaba chicle cual rumiante, era asqueroso.

Touma se ahorró el comentario, pero estaba de más decir que pensaba que se veía, mejor dicho, se veían ridículos, amén que estaba sudando como pollo en rosticería y eso que apenas se había puesto el conjunto.

Subieron a una camioneta de la compañía, una que servía para transportar equipo y que convenientemente en ese momento estaba cargada de un par de bocinas. No tuvieron problemas al salir de la disquera, ya que K previamente había avisado al guardia sobre el plan. Con un leve asentimiento el regordete hombre les reconoció y los dejó salir sin ponerles trabas. Con lo que no contaba era con el retén de reporteros que se había formado a la salida del estacionamiento y que les obligó a detenerse.

Unos suaves toques con los nudillos en la ventanilla del conductor levantaron sus alarmas. Años de experiencia controlando y manipulando sus emociones sirvieron en esos momentos para dibujar una mueca de verdadero fastidio.

-Disculpe señor ¿Ustedes trabajan en NG?- preguntó una voluptuosa reportera, que discretamente se deshizo los dos primeros botones de su blusa para enseñar un poco más de piel, y tal vez así sonsacarles información.

-¿No es obvio? Fue la respuesta de K, que luchaba para que no le delatara su acento, ya que sabía que se vería mucho más sospechoso que dos “simples” empleados evitaran ser cuestionados.

Engrosando su voz lo más que pudo, Seguchi  sacó el vocabulario más bajo que podía recordar- Hey Toshiki, deja a esa vieja y vámonos. Sí no llevamos esto ahora el alzado del jefe nos estarán jodiendo todo el  día de mañana– Ladeó la cara y vio a la reportera, arrugó  su  nariz y chasqueó la lengua de manera desagradable para hablar con ella después.-Mire “señorita”- tono de burla- de toda esa mierda del manda más y su divorcio nosotros no sabemos nada ¿Acaso cree que tomamos el té con él y nos ponemos a platicar como viejas chismosas? Eso pregúnteselo a alguien de adentro. Y quítese  a un lado que esta obstruyéndonos el camino y nosotros sí debemos trabajar. - K aceleró sin quitar el freno para apoyar sus palabras, tratando de presionar a la reportera- O sí no le pasaremos encima, no que se pierda mucho en realidad, pero no tenemos ni un maldito yen para pagar la demanda y eso si esta jodido .

La indignación e incredulidad pintada en la cara de la mujer, que los miraba partir,   fue bastante confortante para él.

A mitad del camino, o menos,  por una poco transitada carretera se ha quedado dormido. Ha sido demasiado lo vivido, aún cuando su férrea disciplina le ha ayudado a amortiguar los efectos del cansancio, su cuerpo ha dicho no más.

La leve sacudida que viene después de estacionarse lo ha despertado. No reconoce donde se encuentra, solo ve el mar y una hilera interminable de naves industriales, lo capta después de espabilarse un poco, es la bahía de Tokio.

Baja de la camioneta y estira las piernas. Extrañamente el de ojos cual esmeraldas se siente ligero, aunque ahora inquieto por el lugar en donde está. Teme preguntar, pero debe hacerlo.

-¿Dónde me esconderé?-pregunta a K, quien ha ido a la parte trasera de la camioneta y lucha por bajar una  bocina suavemente.

- Un amigo de la Interpol me ha prestado una bodega- K señala la mencionada, que a simple vista parece estar a punto de caerse. Al ver la cara de desconcierto  de su jefe aclara- Don´t worry, es más segura de lo que aparenta.-Escupe la goma de mascar- Es un refugio secreto para misiones, tiene lo necesario para sobrevivir.

El lugar es oscuro y escalofriante, inclusive para un hombre hecho y derecho como él. La puerta de la entrada chirria de forma espeluznante, los ventanales rotos dejan pasar la luz en formas espectrales, el piso está cubierto de una gruesa capa de polvo y la basura pulula por todas partes. Aparte de eso, el lugar en sí no parece tener “lo necesario para sobrevivir”.

Entraron a la sala de máquinas, lugar igual de abandonado que el resto del local, aunque aquí hay algo extraño. A simple vista no se ve, pero lo intuye. K se adelanta llevando a cuestas la bocina, extraño. El norteamericano tantea por la pared, bajo un gran circuito de cables y metal hasta dar con lo que busca.

Un panel falso. Winchester sin dudar se adentra en el hueco que ha dejado, haciéndole señas a Seguchi, quien obedientemente lo sigue.

-Welcome.

El lugar en sí no debe de medir más de veinte metros cuadrados,  iluminado y equipado con una sencilla cama, un ropero, una pequeña sala con televisión y libros, una cocina equipada con víveres y un minúsculo baño.

No es el mejor sitio en donde ha estado pero es lo mejor en este momento.

-Solo podrá usar esta área y caminar por la bodega, mister Seguchi. Por seguridad no le mostrado lo demás, por respeto al trabajo de  mi amigo.

Asiente sin muchas ganas, comprende, aunque no quiera. Maldita la hora en que los reporteros se enteraron de su divorcio. Camina hasta la cama, sentándose en ella, calibrando su confortabilidad, es buena.

Se despoja en parte de su disfraz, sintiéndose ahora sucio. No le apetece nada más que ducharse y dormir hasta que el mundo gire como se debe, o despierte ya harto de tanto dormir, lo que sea primero.

Touma mira a K, ahora arrodillado junto a la bocina, situada en medio de cuarto,  que tan ligeramente cargó, a pesar de ser voluminosa. Intrigado por lo sospechoso del artefacto y su ahora manipulación, pregunta.

-K ¿Qué traes en…?-

Sus ojos abren desmesurados. Su voz no puede salir por la impresión.

En el interior de la bocina, hay algo, algo  que no son circuitos.

-Bueno sir, hay algo que no le dije.

-Esto no es solo un algo- Traga el nudo                que se formó en su garganta, que ahora ha corrido a su estómago, donde de tumbos hasta instalarse en el fondo como piedra.

Adentro, en el cajón esta un estático Suguru.

Fuera de si, los pocos metros que lo distancian de la bizarra escena son recorridos en grandes  zancadas, arrodillándose a un lado del aparato.

-¡¿Qué demonios es esto K?!-pregunta exaltado, es tan irreal ¿Cómo se le ocurrió semejante atrocidad a Winchester? Recorre con su mano la mejilla de su primo, quien ni siquiera reacciona por la acción. Sus nervios se crispan más y más a cada momento a falta de una reacción del chico, ni siquiera l leves bofetadas provocan algún efecto ¿Qué le pasaba? ¿Por qué no reaccionaba? ¿Acaso…acaso lo había drogado para lograr tal inercia?

-Tranquilo Mr. Seguchi.-El norteamericano habla con tal tranquilidad que Touma definitivamente pierde los estribos.

-¡Tranquilo! ¡Mi primo esta dentro de una caja cual títere y quiere que esté tranquilo!

-Tiene una explicación.

-Aaaauuhhh.

El quejido que brota de la bocina detiene sus ansias de darle su merecido al insensato norteamericano.

Los grades y oscuros ojos de Suguru parpadean confusos.

-¿Tou…Touma?

Notas finales:

Que tal ? Adivinan lo que viene en el siguiente cap...mmm...mejor no, como recompensa a su paciencia les adelanto ¡Abra lemmon!yujuuuuuuu!

Ejem, tome café, así que perdonen mis arrebatos e incoherencias.

Nos vemos, un besote y cuidense.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).