-¡No! ¡No quiero irme!-Vocifero un Hufflepuff castaño que era arrastrado a la salida por sus compañeros.
-Pero Milo, ya es muy tarde. Hemos tomado té por mucho tiempo, no vamos a poder dormir por tanta azúcar- Le replico una de sus amigas.
-¡Váyanse ustedes yo me quedo!- Forcejeo zafándose del agarre de sus amigos chocando con la razón por la que no deseaba abandonar el lugar.
-Ouch- Neville se sobo la nariz que le dolió por el golpe.
Volteo espantado al escuchar de quien provenía la voz-Ne..Neville ¿Te encuentras bien?- Tomo una de sus manos cubriéndola con las suyas angustiado.
-Sí Crown, no fue nada. No te preocupes-Lagrimeo un poco, no era nada pero aun así no lo ´pudo evitar.
-Lo lamento, no era mi intención, cualquier cosa que necesites…-Buscaba por todo los medios una forma de no caer de la gracia de Nev.
-De verdad, no es nada- Le sonrió para tranquilizarlo.
-Yo…yo quisiera que nos viéramos…- balbuceo el chico atontado por la presencia del inocente Gry.
-Claro Crown- Los ojos del Huffle brillaron esperanzados-Nos seguiremos viendo en los pasillos, me gustaría platicar contigo como amigos- Neville dijo ingenuo.
¡Crash! Si se pudiera, los presentes hubieran escuchado el corazón del chico romperse. Perdido en el cándido rechazo del mesero fue remolcado a su sala común.
-Disculpa las molestias Longbottom- se disculpo uno de los compañeros.
Neville asintió aun sin entender muy bien del todo lo ocurrido. Agito su mano en despedida.
-Disculpa ¿Podrías tráeme otro café?- Le pregunto una chica.
-Ah, sí, un momento por favor-Se apresuro a atenderla-Qué extraño, es la tercera vez en lo que va de la tarde que me pasa esto-No le dio importancia y se fue a preparar el café.
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Toda la escena fue seguida por unos ojos bermellones cubiertos por unas gafas. Theodore llevo la taza con su té a sus labios muy a disgusto con toda la situación. Draco con sus tontas discusiones con Potter que por poco provocan que los echaran de allí, así como el contraataque del Gryffindor ¿De dónde rayos sacaba esas actitudes? Su rubio amigo estaba que cruciaba a los infelices que veían a ojiverde con deseo. Blaise molestando al Weasley y este que casi se le tiraba encima para molerlo a golpes y de milagro no los habías corrido pues no tenían prueba de que Blaise hubiera sido el causante del desastre(también tratando de compensar la actitud violenta del pelirrojo) y Pansy que histérica por su comportamiento decidió por su bien (y a la desgracia de Theo) dejarlos para irse a sentar junto a las Gryffindor que no dejaban de mandarles miradas recelosas esperando atraparlos en otra jugada(O eso creía él).
Pero lo que lo tenía dolido era que en todo lo que iba de la tarde su castaño amor ni una sola vez le había dirigido una mirada mientras que a todos esos idiotas les sonreía. Desilusionado veía como atendía las otras mesas mientras que sus dos compañeros ya los habían atendido un par de veces; como detrás de sus discusiones en los ojos de Potter con Draco y su actitud “soy un servil mesero” se podía ver algo especial, un anhelo disfrazado de desafío; ni que decir del Weasley que detrás de la furia en sus ojos podía divisar cariño por su amigo; pero él nunca podía saber que se escondían en los ojos de Nevlle.
Theo recordó como le miraba escondido detrás de sus inseparables libro siempre. Desde la primera vez que hizo explotar un caldero en la clase de pociones y no pasaba de ser el desastroso y regordete Gry por el que nadie daba un knut no lo perdió de vista. Nadie le notaba, nadie reparaba en su pequeño león; todos lo catalogaban tan poca cosa sin que nadie viera lo maravilloso que era. Como trataba tan delicadamente a sus amadas plantas en las clases de Herbología, como se esforzaba tratando de ser un perfecto alumno y compañero, como ayudaba en los momentos más críticos; y ahora que había surgido como una hermosa mariposa todos esos quienes le ignoraban se abalanzaban a él como las moscas a la miel y Neville en su eterna inocencia no se daba cuenta de las intenciones de todos esos lobos hambrientos.
Suspiro cansino; acercarse a él le era imposible y se lo atribuía a su sempiterna apariencia fría e imperturbable que daba la impresión de estar siempre molesto e indiferente, además que ser una serpiente no le ayudaba. Neville les tenía pavor por las bromas absurdas que le jugaban y cuando Theo se le acercaba un poco por cualquier pretexto (“Longbottom, la profesora Sprout te está buscando”) Este agachaba la mirada, asentía y salía pitando frustrando sus intentos.
Perdido en sus pensamientos y tratando de ahogar sus desdichas en su taza de té no vio lo que pasaba con Neville.
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Neville estaba cansado pero feliz, había podido ser de ayuda a sus amigos y no había causado ningún desastre.; su felicidad fue momentaneamente opacada por el recuerdo de su querido Theo y la vergüenza de que lo mirara vestido así. Estaba recogiendo los platillos y las tazas que habían dejado unos chicos al retirarse.
-Hey Longbottom ¡Tráeme otro eclair! - Le dijo un Ravenclaw tratando de que el castaño centrara su atención en él.
-Permíteme por favor, cuando termine de recoger en un isntante te atiendo– dijo amable cargando la charola con la loza sucia.
El Rave irritado por ser ignorado le grito -¡Hey, te estoy hablando! ¡Qué no escuchas que quiero un eclair!-
Neville se sorprendió por la grosería con que era tratado ¡El no lo había ofendido! Solo le había pedido paciencia.
-Estas sordo o es que acaso estar vestido así te afecto el cerebro- Se molesto aun más por la inactividad del castaño.
La voz se le quedo atorada en la garganta ¿Qué hacía? Sus amigos se percataron del problema y fueron acercándose para ayudar cuando Hermione apareció veloz.
-De la manera más atenta te pido por favor que abandones el Café- Le dijo con un tono que no permitía replicas.
El Revenclaw molesto se para haciendo que la silla terminara en el suelo. A grandes zancadas se dirigió a la puerta profundamente dolido en su orgullo. Se detuvo en un arrebato de furia, saco su varita apuntando con ella al Gryffindor y soltó un hechizo.
-¡KYAAAA!- Fue el grito en unisono de las clientas.
Fue un caos, Hermione saco su varita y redujo al Ravenclaw, Parvati y Lavander trataban de tranquilizar a los clientes que asustados abandonaban el local a tropel.
Neville estaba paralizado; las tazas y los platillos que se encontraban en la bandeja se quebraron en añicos produciéndole cortes en las manos y en los brazos, así como el vestido que cubría fue seccionado dejando ver su cuerpo. No podía reaccionar, el miedo y la vergüenza se apoderaron de su cuerpo pues en lugar de ayudarle muchos de los presentes lo miraban con morbo.
-¡Neville!- sus amigos prestos corrieron en su auxilio cuando alguien ya se les había adelantado.
Nev cayó de rodillas empezó a llorar avergonzado cuando sintió una capa que le cubría y era levantado en brazos.
Theodore se había puesto en alerta al primer grito que soltara el bastardo; había estado a punto de levantarse a defender a Nev cuando la sabelotodo se le adelanto. No espero la reacción tan idiota del Ravenclaw ni su ataque. Su cuerpo se lleno de furia al ver el estado en el que dejaban a Neville sin que nadie lo socorriera, todos más atentos a verlo semidesnudo que auxiliarlo. Lo cubrió con su capa cargándolo en sus brazos y corrió a la enfermería.
Neville no lo podía creer, su querido Theo era quien lo cubrió y le llevaba cargando suponía a la enfermería.
-Gracias- Neville se sonrojo por la pose y su pecho se inflo de esperanza.
-No hables- Theo andaba veloz, esperaba que madame Pomfrey estuviera desocupada y si no él se encargaría que lo estuviera. Apreto contra su pecho la preciada carga y prácticamente voló al servicio médico.
Neville se desinflo por lo cortante respuesta. De seguro era una molestia para Theodore ayudarle y solo lo hacía por lastima. Se arrelleno en el abrazo triste pues seria la única vez que se encontraría tan cerca de su Theo.
Theodore irrumpió en el hospital llamando a la enfermera a todo pulmón-¡Madame Pomfrey!- Esta salió furiosa por ser profanado su lugar de trabajo de esa manera. Sorprendida por ver quién era el que irrumpía el lugar de esa manera era uno de los alumnos más serios.
Espantada vio quien era el herido-Rápido, ponlo aquí- Señalo una cama.
Theodore dejo a Neville donde le señalaban. La enfermera presta corrió un biombo y empezó a atender a su paciente.
Se sento en una cama, no iba a abandonar el lugar hasta que confirmara que Nev estaba bien. Le echo un vistazo a la desértica enfermería (los últimos pacientes ya habían sido dados de alta) y espero lo que a su parecer fueron los minutos más angustiosos de su vida.
Poppy había terminado de curar las heridas de Neville. Salió a su despacho para reportar el caso cuando reparo en la presencia del chico .
-Es mejor que te vayas a descansar muchacho, Longbottom está fuera de peligro- le dijo.
-Quisiera verlo, por favor- rogo.
La enfermera se sorprendió por el pedido,.No le pudo negar el permiso al ver la desesperación en los ojos bermellones del Slytherin-Esta bien, pero no lo agites- y se retiró dajandolo completamente solo con Nev en la efermería.
Theo traspaso el biombo que lo separaba de su león. Allí estaba sentado en la cama, llenas sus manos de vendas, vestido con una pijama que le quedaba grande y sus ojos llenos de temor y confusión; se veía tan desvalido que no pudo evitarlo, se acerco a él y lo abrazo.
-Nev, mi Nev-beso su mejilla con ternura.
Los ojos de Neville soltaron lágrimas ante la demostración de cariño por parte del Sly.
Se separo del abrazo y tomo entre sus manos su rostro limpiando las lágrimas que caían por sus mejillas–No llores, todo está bien, yo estoy aquí- Atrapo sus manos entre las suyas con cuidado tratando de no lastimarlas y los llevo a sus labios prodigándole besos como si con esto pudiera sanar los delgados dedos cubiertos de vendaje.
Neville estaba anonadado ¿Qué estaba pasando?
-Tú…- Su pregunta fue callada por unos labios que tomaban los suyos con amor.
-Shhh- Theo le recostó en el colchón suavemente -No dejare que nada te pasa- lo acaricio los costados de Nev tiernamente.-Tú eres mío-dijo mirándolo a los ojos- No dejare que nadie te haga daño de nuevo. Antes tendrá que pasar por mi cadáver- En los ojos bermellones se vio un brillo maniático; en la mente el Sly estaba planeando su venganza contra el pajarraco que había herido a su niño.
Neviile dirigió sus manos temblorosas al rostro de Theo, acaricio sus rasgos para confirmar que era real.
-No- Nev susurró.
Theo arque su ceja confundido ¿A qué se refería?
-No le hagas nada- dijo
-¿Por qué?-Theo se molesto por la prohibición.
-Porque si no fuera por él no estarías aquí conmigo- quito los lentes del pelinegro y lo beso.
Theo siguió el beso, por el momento dejaría en paz al Rave. Era más entretenido besar a Neville pero que ni creyera que se salvaría de su varita.
Ansioso, coló sus manos por debajo de la camisa de la pijama dispuesto s pasar una muy agradable noche haciendo ronronear a su leoncito.