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CAFE COSPLAY. por Whisperyuki

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Notas del capitulo:

Hola!

Se que no tengo perdón por actualizar hasta ahora, cuando me di cuenta ya había pasado un mes ¡Un mes,pueden creerlo! Aah, he estado ocupada en el trabajo que ni tiempo de revisar mi correo tengo. Aun así les pido encarecidamente una disculpa.

Ok, este cap no será el epílogo,sino que veremos los despertares de cada pareja y el próximo capítulo ahora si sera el final.

Ok, a leer.

En la enfermería del colegio Hogwarts  el  sol entraba a raudales por los ventanales de la estancia. Un travieso rayo de luz le daba en los ojos a un castaño que se encontraba en aquel lugar ocupando  una de las camas desde la noche, haciendo que se removiera intentando esquivar el intruso que perturbaba sus sueños quedando de costado.

 

La conciencia poco a poco llegaba a Neville, los recuerdos de la tarde-noche pasada le llegaban a cuentagotas cuando uno especialmente feliz (y vergonzoso) lo despertó  completamente;  se giró rápidamente al lado contrario para encontrarse con nadie. Una mueca de desilusión  se dibujo en su rostro ¿Ese recuerdo había sido un sueño?

 

-¿Me buscabas?- Theo sonrió desde su posición.

 

Neville se incorporó quedando sentando  en el colchón al escuchar la voz mirando hacia el frente; tan perdido y adormilado se encontraba antes que no había reparado en la figura que se encontraba delante suyo. Completamente feliz se lanzó a los brazos del chico que lo recibió gustoso en un abrazo protector.

 

Theo apretó a Neville contra su pecho posesivamente. Después de que arreglara cierto asunto con un…ejem, pajarraco había ido a su recámara a buscar el presente que le daría a su niño. Regresó temprano a la enfermería (Sabía que la enfermera habría armado un escándalo sí lo hubiera encontrado allí en  la noche y no quería turbar el descanso de Neville) llevando consigo una cajita lacada, la cual sostenía en su regazo pese a lo precaria de la posición.

 

 

-Pensé…pensé que todo había sido un sueño- Dijo Neville en un susurro.

 

Theodore alejó de su pecho al castaño, lo suficiente para poder verlo a los ojos.

 

-¿Y pensaste que no eras mío?- su mirada se había endurecido ante solo ese pensamiento.

 

Neville desvió su mirada y asintió avergonzado. Era conciente que el no despertaba ningún tipo de reacción en su entorno. Tan acostumbrado  estaba a ello que la idea de que todo hubiera sido un sueño no era tan disparatada.

 

-Me perteneces-Theo dijo tomándolo de la barbilla para volver a conectar sus miradas   -Nunca lo pongas en duda- Notó el furioso sonrojo que se apoderaba del rostro del chico ante la declaración.

 

 -Dilo –  El entrecejo fruncido por la confusión de Neville hicieron que volviera a repetir la petición  –Di que eres mío- lo apremió; su corazón se contraía a cada segundo por las dudas.

 

-Solo tuyo- musitó Neville convencido. Ese sentimiento era el único que en su vida nunca dudaría.

 

El alma del pelinegro volvió a su cuerpo al escuchar la seguridad en la afirmación de su amor. Recordó la pequeña cajita en donde guardaba el regalo que le había preparado a su niño.

 Apartó reticente a Neville y lo dejó sentado en la cama; tomó la cajita  abriéndola y sacando su contenido: Una delgada esclava de oro blanco  con finos grabados  en nórdico antiguo. Se sentó en el colchón  dejando en el la cajita, tomó la muñeca izquierda de Neville y le puso la esclava.

 

 

 –Esto ha pertenecido a la familia por generaciones; antes de morir mi madre me la dejó para que se le entregará en su momento a la persona que amo - Aspiró antes de proseguir-  Desde hace mucho tiempo ha esperado por estar en tus manos- Bien, esa mañana había hablado y abierto su corazón como pocas veces lo había hecho antes. Sus esfuerzos fueron recompensados cuando Neville le dio un beso  cerrando con el un pacto tácito entre ambos.

 

-Señor Longbottom, veo que se encuentra mejor así que lo daré de alta. Espero que sea prudente con su salud- Madame Pomfrey había salido por la puerta de su despacho no hace mucho pudiendo ser espectadora de la escena entre su paciente y el otro chico. Había decidido no dar a conocer su posición por un momento, aunque mejor si los interrumpió no fuera a ser que usaran su santuario como hotel  (Nunca imaginaría que ya lo habían usado)

 

Theodore recompuso su sempiterna pose fría y asintió a la indicación; él se encargaría que Neville descansara y comiera como era debido hasta que se recuperará.  Le ayudó al castaño a levantarse y lo cubrió con su capa cerrándola con parsimonia a pesar de la incomodidad del Gryffindor al ser tratado con tanta delicadeza. Recibieron las instrucciones de la enfermera  y se retiraron para ir a la torre del Gryffindor a que se cambiase pues iba en pijama, ya que su ropa se había quedado en el Café y ni modo de que usara el traje desecho (Impensable para ambos) y después al Gran Comedor.

 

El Slytherin llevaba sujeto a Neville por la cintura despreocupadamente e ignorando olímpicamente  las miradas curiosas de  los pocos alumnos que deambulaban por el castillo a esas horas.

 

-Emm, Theo- Neville habló tentativo.

 

-¿Sí?-

 

-¿Cómo explicaremos lo nuestro?-

 

-No tenemos que dar explicaciones a nadie. Con que estemos de acuerdo tú y yo es suficiente-

 

De nuevo una sonrisa enamorada afloró en Neville, se acomodó en el abrazo del Slytherin y siguió caminando sin importarle nada más.

 

********************************************

 

La espalda Blaise Zabini se quejaba adolorida por la posición en la que se encontraba así que se movió tratando de encontrar una mejor pose para poder descansar.

 

Frunció el ceño aun en sueños ¿Por qué la cama se sentía tan dura? Sintió un suave cosquilleo en su pecho, llevó su mano para rascarse cuando  sintió las hebras de un suave cabello. Abrió los ojos para luego sonreír ladino ¡Bendito Merlín y toda su corte! Definitivamente despertar en un lugar extraño con dolor de espalda no era la mejor manera de comenzar el día, pero si lo era levantarse con el dueño de tus sueños a un lado después de una gran noche.

 

Extendió su mano para acariciar un verdugón bastante grande en el hombro de Ron,  acariciándolo suavemente tratando de no perturbar el sueño del pelirrojo. Había sido la mejor noche de su vida; la pasión del Gryffindor era evidente por su cabello rojo fuego pero nunca imagino que fuera tan fogoso. Tanto andar detrás de Ron se había compensado con creces

 

Recorrió el camino para llegar al níveo cuello del durmiente, tomó entre sus dedos el dije de ámbar en forma de gacela que pendía  de éste y su sonrisa se ensanchó. Ese dije era especial, se caracterizaba por tener un hechizo que solo permitía que la persona que lo entregará pudiera quitarlo, además de repeler a todo aquel que se acercara con intenciones amorosas al portador.

 

Contemplo la imagen completa de Ron: acurrucado en el piso sobre su capa, la ropa completamente desecha y marcas de pasión esparcidas por todo su cuerpo; manchas de su semilla y la del león se vislumbraban tanto en su ropa, el vestido de Ron y su túnica.

 

Recordó que  con sus amoríos de una noche solo podía estar dos o tres veces, lo normal; pero con el león era diferente, no solo su libido se incrementaba  a niveles insospechados, sino que además su corazón latía con tanta furia que podía sentir que se le saldría del pecho en un momento a otro.

 

Su amigo empezaba a despertar víctima de las reacciones que  solo su pelirrojo podía provocar, sus manos empezaron  ha recorrer el cuerpo acostado y suaves besos eran repartidos por el sendero abandonado por sus dedos que se estaban encargando de complacer al dormido Ron.

 

 

Ron se encontraba en el séptimo sueño, estaba tan cansado que si una bandada de hipogrifos pasaba por encima de él ni se enteraría, aunque un calorcito que empezaba a recorrer su cuerpo lo estaba inquietando. Se despertó cuando el calor aumento gradualmente hasta hacerse insoportable y un gemido escapo de su boca al sentir como su cuerpo se convulsionaba tras un arrollador orgasmo ¿Acaso un sueño húmedo?

 

Con los ojos entrecerrados pudo ver a Blaise con el torso descubierto, el pantalón desabrochado y en el rostro una sonrisa lobuna y de su boca viajaba un hilo de líquido blancuzco.

 

-¡¿Que crees que estabas haciendo Blaise?!- se incorporo por la sorpresa de ver al italiano delante suyo en esas condiciones, no importándole que su cuerpo protestara adolorido por el brusco movimiento.

 

-Dándote los buenos días- Contestó Blaise como si nada, relamiendo sus labios.

 

Ron enrojeció a límites insospechados. Se sintió mareado al recordar todo lo que hizo con la serpiente italiana y enrojeció si cabía aun más ¡Lo había hecho en un lugar público! ¡Y nada menos que con Blaise Zabini! ¡Un Slytherin! Un gemido de decepción abandono sus labios ¡Le había entregado su virginidad a Zabini! ¡Al condenado acosador! –Pero bien que no te negaste- pensó –Pudiste haberlo detenido- meditó -¿En realidad lo hubieras hecho?- se pregunto -NO- y este pensamiento lo aterrorizo aun más.

 

Una idea fugaz cruzo rápidamente por su mente haciendo que su semblante se tornara de sorprendido a lúgubre. Su espalda fue cubierta por unos morenos brazos, su espalda y cuello eran víctimas de suaves besos; se movió rápidamente alejándose del abrazo y empujando al moreno lo más lejos posible.

 

-Ya obtuviste lo que querías ¿No Zabini?- lo acusó alejándose poco a poco del otro.

 

-¿Zabini? ¿Dónde quedo Blaise?- el Sly  empezó a acortar la distancia que lo separaba del pelirrojo.

 

-En donde terminará tu obsesión esto ahora que ya obtuviste lo que querías- Se detuvo cavilando en lo triste de esa verdad.

 

-No le he obtenido todo- Blaise aprovechó  la momentánea pausa del pelirrojo para acorralarlo entre el piso y su cuerpo –No te tengo para lo que resta de esta vida y de la otra-llevó una de sus manos a los labios de Ron acariciándolos y separándoles levemente - ¿Te quedarías conmigo para siempre?-y lo besó de manera brutal y apasionada sin esperar respuesta.

 

La razón de Ron se nublo por completo y ninguna contestación pudo ser dicha; aunque ¿Como negarse a ese pedido? Y se volvió a entregar a esa serpiente por completo.

 

-Ha todo esto, solo espero que nadie nos encuentre- Fue el pensamiento de ambos.

 

****************************************************

 

 

No hace mucho Draco había despertado  al sentir una opresión sobre su pecho; hubiera gritado de felicidad si no fuera que de hacerlo hubiera despertado a el pelinegro que sostenía en sus brazos y acostado completamente sobre él. De eso ya hace media hora, no es que le incomodará el peso sobre él pues Harry era muy ligero, además que podía contemplar a sus anchas la figura que descansaba tranquilamente ajena al mundo; sino que se estaba sintiendo inquieto.

 

Una de sus manos acariciaba los rebeldes cabellos negros así como la espalda alternativamente mientras que la otra rodeaba la pequeña cintura en un gesto protector y posesivo. Podía sentir la respiración suave del Gryffindor en su cuello y como sus cabellos jugaban sobre su mejilla; un ronroneo de puro gozo por parte de Harry le hizo saber que se encontraba completamente a gusto en sus brazos.

 

-Mmmbrrr-

 

De nuevo escuchó uno de esos ronroneos tan sensuales que soltaba Harry; ahora que recordaba esa era la razón  por la que se sentía incmodo –Tranquilo Draco – se dijo –Recuerda que tu no eres como esa chusma que a la primera se calienta.- Y es que ya no sabía que hacer;  en la noche Harry había acabado tan exhausto que solo al cerrar sus ojos se había quedado dormido y a el le remordía despertarlo solo para poder seguir “jugando”.

 

Siguió con su tarea de acariciar al pelinegro  mientras contaba puffkins mentalmente hasta una de dos: A él se le pasara la “inquietud” o Harry se despertara, lo que fuera primero. Iba en el puffkins número mil quinientos diecinueve y contando cuando vio que unos hermosos ojos verdes empezaban a abrirse.

 

Extrañamente para Harry, esa noche  había descansado como pocas veces ya hace tiempo; se sentía calientito y cómodo, no deseaba despertar pero algo en su subconsciente le apremiaba para levantarse. Su mirada se enfoco hacia arriba pudiendo distinguir unos ojos grises.

 

-Buenos días-  dijo adormilado levantando un poco la cabeza.

 

-Buenos días dormilón- contesto Draco ¡Que hermoso se veía Harry por las mañanas! Con esa aura de pureza infantil que era tan sensual.

 

Harry se restregó los ojos para ahuyentar el sueño cuando recordó algo de suma importancia haciendo que se incorporará asustado para quedar en cuclillas sobre el cuerpo de Draco.

 

-¡Merlín! ¡Mione me va a matar! ¡No solo abandone el trabajo, sino que además no llegue a dormir! ¡Y no he llegado a clases!- Tanteó a su alrededor buscando sus lentes aunque no pudo encontrarlos; estuvo a punto de salir corriendo a pesar de no poder ver bien  cuando sus muñecas fueron apresadas en un fuerte agarre impidiéndole abandonar su posición.

 

-Draco, suéltame ¿Qué no ves que arderá Troya sino me apresuro?- dijo Harry inquieto.

 

-Sino te tranquilizas no verás que hoy es sábado Harry, no hay clases-

 

-Oh- musito Harry por haber olvidado en que día vivía –Pero si no llego a la torre Hermi me armará un escándalo- pronto volvió a la carga revolviéndose para zafarse.

 

-¿Es más importante la Granger que estar conmigo?- espeto molesto Draco.

 

La pregunta descolocó por completo  a Harry.

 

-¿Estás celoso?-

 

-¿Debería?-

 

-No es eso- Harry dejó de moverse como gusano para centrar su atención en el rubio; cosa que agradeció infinitamente Draco ya que con tanto movimiento todo su esfuerzo de mantenerse tranquilo contando estaba yendo por la borda.

 

-¿Entonces qué es?-

 

-Es solo que no conoces a Hermione; es tan estricta y… - ¿Cómo describiría a Hermi sin provocar un malentendido?

 

-¿Maniática?- Sugirió Draco.

 

Harry le lanzó una mirada molesta aunque esta se borró rápidamente –Perfeccionista y responsable – aclaró –Y se preocupa mucho por nosotros-

 

-Claro; tanto que los mando a atender una horda de depravados- se quejó Draco.

 

Harry sonrió enternecido. Nunca pensó que Draco fuera tan posesivo. -¿Que somos?-  pregunto dudoso. Aunque le doliera no ataría a Draco a él.

 

Draco tomó el pequeño rostro entre sus manos, junto sus frentes – ¿Necesitamos una definición?- la mirada suplicante de Harry pidiendo una respuesta lo motivó a contestar.

 

 –Somos lo que tú quieras, somos el uno para el otro, somos novios, somos amantes; pero por favor no me hagas decir cursilerías, no es mi estilo-

 

Harry acortó la distancia y besó a Draco tiernamente.

 

 

Draco sonrió dentro del beso ¿Quién hubiera vaticinado que a causa de un evento muggle por fin tendría a Harry? Nadie lo hubiera imaginado por la aversión que le tenía a lo que no fuera mágico, sin embargo ahora estaba más que agradecido con Pansy por haberlo llevado.

 

Notas finales:

Ok, ahora las explicaciones.

Mmm, la esclava que le regalo Theo a Nev va con lenguaje nórdico, se me ocurrio pues si mal no recuerdo el apellido/nombre Nott es de origen nórdico.

La forma del dije de Ron no es mi idea,debo aclarar que esto lo leí ya hace tiempo en otro fic aunque no puedo recordar el nombre de la escritora; si alguien sabe del fic o de la escritora ¿Me podrían avisar para pedirle permiso apropiadamente? Solo tome prestada esta idea pero si se me pide que quite esta referencia lo hare, aunque quiero decir que lo hice  como tributo pues me gusto este animal como estandarte de los Zabini.

Aun no puedo definir  que leregalará Draco a Harry ¿Es mejor un reloj o un anillo?

Ok,muchas gracias por tenrme paciencia y leer y les agradecere  más si dejan comentarios así como su voto por cual fic deberia subir primero (Ver notas finales capítulo anterior)

Ciao,besos y cuidense.

 


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