-Oye, oye…-
-Y lo encontraron colgando cerca de la Sala de Trofeos…-
-Lo has escuchado…-
-Ya te digo que yo los vi…-
-Sí, sí…-
-Y dicen que se veían monísimos…-
-¡No puede ser! Y yo que no quise ir… -
-Dicen que fueron los fanáticos de Longbottom…-
-Ella me dijo que los vio en la mañana…–
-¿Hablas en serio?-
-A mi me lo dijo Stepanhie Simpson, ella estuvo allí cuando sucedió…-
El caminar de Pansy Parkinson en esa hermosa tarde de sábado era pausado y majestuoso, tal como la instrucción lo marcaba para alguien de su cuna, sin embargo tal despliegue de elegancia no se debía a esta. Con los ojos fijos en el camino como si nada más le importara que su destino, nadie se percataba que iba atenta a las voces y cuchicheos que se expendían por los corredores de la escuela como una onda expansiva.
El primer rumor surgió después de que se le viera muy temprano en la mañana a Theodore Nott acompañando a Neville Longbottom a su torre, nada raro sino fuera que el Slytherin llevaba tomado de la cintura al león. Los cuchicheos eran vagos al principio, pues fueron muy pocas personas las que los vieron (principalmente los madrugadores) pero estos tomaron fuerzas al verlos entrar al Gran Comedor en la misma pose que en los corredores; ganándose así Theo la animadversión del los pretendientes de Neville que querían lincharlo con los cuchillos para la mantequilla y los tenedores, aunque todas esas ansias asesinas se disolvieron cuando Theodore se sentó junto a un abochornado Neville en la mesa de los leones y le ayudaba a comer pues el castaño tenía las manos vendadas, dejando a más de uno con la boca abierta ante la muestra de ternura del supuestamente frío Slytherin.
Y cuando apenas algunos salían de su estupor, la desaparición de los profesores provocada por una niña de primer año que entró corriendo espantada pidiendo ayuda volvió a disparar el alboroto general.
Se filtró por allí que cerca de la Sala de Trofeos pendía de una columna un chico semidesnudo, y que al momento de bajarlo e interrogarlo sobre si conocía quien o quienes le habían hecho eso solo repetía como un mantra “fueron ellos, fueron ellos” sin especificar a quien se refería. Las versiones más disparatadas salieron al saber él quien y que había provocado el chico.
¡Merlín! ¡Y ni que decir cuando vieron a Draco Malfoy y Harry Potter sentados cerca del lago muy juntos a mediodía a la mar de tranquilos! Casi parecía el día después del gran final de una telenovela muggle (Quien sabe que serían esas cosas, pero sonaba bien).
Decían los testigos que una lechuza había llegado con un paquete para Malfoy, el cual rápidamente despidió al animal, abandonó su lugar a un lado de Potter arrodillándose frente suyo, tomó la delicada mano de Gryffindor y le había colocado una sortija para después besarle y volverse a sentar a su lado tomándose de las manos. A todo esto ¿Cómo habían visto esta escena sin ser descubierto? Ya hubiera querido la Skeeter tal manejo del cotilleo.
Y cuando pareciera que Hogwarts tendría suficiente tela de donde cortar en materia de chimes por una gran temporada, van llegando a la hora de la comida un sonriente Blaise Zabini junto a un Ron Wesley (quien caminaba de manera extraña) quien lucía en su cuello el emblema de los Zabini, levantando las sospechas que se confirmaron cuando a la entrada del Gran Comedor el moreno le diera un arrasador beso al pelirrojo quien solo atinó a agachar la cabeza y correr a refugiarse a su mesa. Muchos de sus compañeros se morían por preguntar qué pasaba, sin embargo sus dudas se quedaron sin resolver pues nadie se aventuraba a preguntarle a alguno de trío el sobre que ocurría.
Definitivamente, los pasillos del colegio eran un hervidero de chismes y rumores, el ir y venir de la información se entremezclaba a tal grado que no había ni un solo habitante del colegio que no comentara su versión de los hechos, algunos distorsionando la información más que otro, creando así las versiones más inverosímiles que se pudieran escuchar, queriendo aportar su granito de arena al ultimo chisme bomba del momento; sin embargo, solo unas pocas personas sabía toda la verdad ¡Qué bueno que ella se encontraba entre ese grupo! pensó Pansy aun en su andar.
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Hermione se encontraba sentada en uno de los jardines interiores del castillo buscando un poco de privacidad, la sala común no era opción pues estaba saturada de personas y no le dejaban concentrarse, al contrario de aquel lugar que no era muy frecuentado. Estaba un tanto pensativa, con un libro en una mano y su varita en la otra con la que jugueteaba dando ligeros golpecitos en su barbilla; sintió una presencia atrás suyo.
-Hola, sabía que estarías aquí- saludó Pansy.
-Hola-respondió Hermione sin despegar la mirada de lo que estaba leyendo.
-¿Qué haces?- la pelinegra se sentó a su lado viendo sobre el hombro de Hermione que era lo que estaba captando su atención.
-Buscando un hechizo adecuado para guardar esto- señalo una especie de tarjetitas blancas que se tenía en una cajita sobre su regazo.
Pansy tomó una de ellas y la observo con detenimiento -¿Aquí está todo?-
-Sí, fue un tanto recuperarlas sin que se dieran cuenta- Mione seguía concentrada en lo suyo.
-He paseado por los corredores, no te imaginarias la cantidad de mentiras que circulan por allí – vio al cielo donde marchaba nubes perezosamente.
-Ajá-
-Blaise le dio al Weasley la gargantilla de su abuelo-
-Ajá-
-Y Theo a su niño su preciada esclava -
-Ajá-
-¿Sabes qué le dio Draco a su león?-
-Le vi un anillo con una estrella-
-Ajá- Pansy palmeó al escuchar eso.
-¿Es importante?- pregunto Hermione sin dejar de leer.
-Ese anillo representa a Thuban; Draco juró que se lo daría a su prometido cuando fuera el momento-
-No entiendo- confesó Al fin, la castaña dirigió su atención a la Slytherin.
-La antigua estrella polar, la que conduce el camino; en este caso al corazón de Draco-
-Vaya, no imaginé que Malfoy fuera tan…romántico –
-Los Sly no somos tan fríos, es solo que así nos educaron – se defendió Pansy.
-Me consta; creía que eras una insufrible-
-Lo mismo digo, después de conocerte bien no puedo vivir sin ti-
La Slytherin dejó de ver al cielo para empezar a jugar con el enmarañado cabello y hacer una trenza.
-Así es como te vez mejor- al terminar, Pansy depositó un suave beso en la mejilla.
–Ni creas que te los dejare-
La Slytherin sonrió encantada por la perspicacia de laque hacía gala Hermione-No pido eso, solo quiero verlos-
-¿Y alimentar tu vena voyeur?-
-Me lo dice la artífice de todo esto – Pansy abrazó a Hermine, su mano empezó a bailar por el cuerpo de la Gryffindor.
-Era necesario terminar con todas esas peleas sin sentido y lo sabes-
-¿Y era necesario montar todo este circo?-
-¿Me negarás que te divertiste?-
-No, pero nadie imaginaría a la correcta Gryffindor planeando todo esto-
-La oportunidad se presentó sola, Merlin sabe que ya estaban insufribles; y no actué sola, conté con el apoyo del Director-
-¿Y los vestidos?-
-Un toque-
-¿Y grabarlos con la cámara mágica oculta en el moño delantero del vestido?-
-Está bien, lo confieso, quería verlos vestidos así y amo el yaoi ¿Contenta? –
-Solo si me los enseñas y me dices donde compraste esos vestidos-
-¿De qué te sirve saber eso?-
-Quiero saber donde lo conseguiste para así regalarte uno-
-¿A mí?-Hermione frotaba su mejilla contra el cuello de Pansy como solo se permitía en privado.
-Sí, quiero que me sirvas tu cuerpo para toda la vida-
Ambas se entregaron a un beso que fue subiendo de tono, tenían lo que restaba de la tarde para demostrarse su amor.