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El presente es lo importante. por Kaikai
Notas del capitulo:
Hola gente linda!!~
agradezco todos los revs que me dejaron... por que sé que lo hicieron a pesar de que la pag estuvo mala ^^
Por cierto, ahora mismo colgaré el primer cap de este fic, en mi journal~
Después de esto, me iré a responder los revs, pero ya los leÃ.
Neee... duda~
¿alguno de ustedes fue a Jrock Scene?
me hubiera gustado conocer a alguno de mis lectores...
En este cap...
Kai y Ruki se van de celebración, mas el alcohol es algo que Ruki nunca habÃa consumido.
El alcohol comienza a dominar las acciones de Ruki.
Kai se deja llevar por sus instintos.
¿Comenzará algo después de esta noche?
Finalmente Ruki al verse sin salida decidió apoyar en su nuevo proyecto a Kai, presentándose al día siguiente en la oficina de este.
-ni te imaginas como me hace feliz trabajar contigo.
-gra-gracias.
En ese proceso que duro varios días, Kai no sólo descubrió en Ruki a un chico extremadamente tímido, sino que también a un apasionado por su trabajo, detallista a morir y extremadamente profesional.
-¡vamos Ruki!, ¡¡debemos celebrar!! –exclamaba feliz Kai. Habían aceptado la propuesta de publicidad que habían hecho en conjunto Ruki y él.
-pe-pero…
-nada de peros… ¡te pasaré a buscar a las 8!
Ruki lo vio salir de su departamento y se sintió nervioso, sin quererlo se había enamorado tontamente de Kai. Se sentía avergonzado al estar frente a él. Siempre que le había gustado un chico nunca se lo había dicho, se consideraba muy poca cosa, para estar junto a un chico guapo. Por esta misma causa nunca había tenido novio y el único beso que había recibido había sido por parte de Uruha.
-Ruki-chan, ¿qué pasa si un día viene un chico y se te declara y no sabes besar?
-y-yo nunca ha-había pensado en eso –se sonrojó.
-sabes… hoy vino un chico y se me declaró.
-¿de verdad?
-sí y me beso.
-¿cómo se sintió Uru-chan?
-¡fue genial!... ¿quieres probar?
Después de eso nunca más se volvió a repetir y eso había ocurrido cuando él tenia 16.
Con Kai la situación no era distinta, su corazón se aceleraba cada vez que estaba con Ruki, había comenzado a acercarse a él nada más que por que se parecía a su ex-novio, mas con el paso de los días, al comenzar a trabajar con él se había comenzado a enamorar de su personalidad tímido, inocente. Siempre dispuesto a ayudar a quien necesitase de su ayuda y jamás pidiendo el ayuda.
Pero Kai sabía perfectamente que no era sólo eso… no, claro que no, Ruki también le atraía físicamente, lo frágil que se veía por lo delgado que era, la forma grácil en que caían por su cuello y nuca sus cabellos rubios cuando se lo tomaba para que no le molestase al ilustrar, por cada gesto y actitud, se había enamorado.
La hora en que Kai pasaría a buscar a Ruki llegó rápidamente. Ruki estaba hecho un manojo de nervios, se había pasado todo ese tiempo buscando que ponerse. No tendía a ir a bares y por lo tanto no sabía que usar. Sólo se decidió por unos jeans oscuros, una camisa gris y una chaqueta negra. Estaba terminando de arreglarse cuando vio un lápiz de ojos negro, le llamó la atención, ¿de dónde habría salido?, no supo responder esa pregunta, pero le pareció buena idea usarlo.
Se dirigía al baño para maquillarse cuando escuchó la puerta, miró la hora – de seguro es Kai –dijo para sí mismo y procedió a caminar hasta la puerta y abrirla.
-¡hola!, ¿estás listo? –preguntó Kai alegremente, mientras lo miraba de arriba a abajo.
-so-sólo me falta una cosa… pasa y así me esperas, ¿está bien?
-claro –y entró al departamento, siempre se sorprendía de lo limpio y ordenado que tenia Ruki siempre.
-¡ya vuelvo! –le dijo Ruki mientras corría al baño.
Pasaron unos minutos y volvió Ruki, Kai no podía creerlo, Ruki se había delineado suavemente los ojos con lápiz negro, lo que hacía resaltar lo oscuro de ellos. Le encanto, se veía aun más hermoso.
Más delicado.
Fue así como llegaron los dos a un bar que propuso Kai.
-es un lugar bastante tranquilo, donde podremos beber algo y conversar.
Ruki estaba muy nervioso, él sólo había ido una vez a un bar junto con Uruha, quien lo había hecho beber y se había emborrachado a la primera copa. No quería que eso pasara estando con Kai, le daba mucha vergüenza. Miró en todas direcciones y vio más de un rostro girarse en la dirección de ambos, se notaba que miraban a Kai… y ¿quién no lo miraría?, si era tan guapo.
Se sentaron en una mesa más bien apartada y Kai pidió por los dos. Supuso que Ruki bebería lo mismo que él por lo que pidió una buena botella de champagne digna de la celebración que tenían.
Miró detenidamente a Ruki y lo vio algo nervioso.
-¿estás bien? –preguntó preocupado tomando su mano entre las de él.
Ruki levantó la vista avergonzando.
-¿eh?, s-sí descuida – y le sonrió amablemente.
-quizás no querías venir aquí – dijo Kai.
-n-no, aquí está bien… descuida.
Fue así como les sirvieron y brindaron innumerables veces. Veces en las cuales Ruki bebió más de lo que en su vida había bebido, por lo que al paso d algunas horas Ruki apenas podía mantenerse en pie.
-Ruki… ¿estás bien? –Kai que estaba acostumbrado a beber estaba en perfectas condiciones, mas no notó el estado de Ruki, hasta que este ya estaba completamente borracho.
-¡¡Kaish!!... i-io… estoy pershfersto – y comenzó a reír tontamente.
Kai se alarmó y decidió irse.
-vamos Ruki, ponte de pie… nos vamos – se puso de pie y trató de poner de pie a Ruki.
-ñooo… ¡¡Lluqui no quelle irshe!!!
Kai sonrió y no le hizo caso, lo tomó por los hombros y caminó con él así, medio tambaleándose por la inestabilidad en el caminar de Ruki.
Con dificultad lo metió dentro del auto.
-¡¡ñoooo!!!, ¡ño me quello irsh! –gritaba Ruki, mientras miraba por la ventana y Kai hacia partir el auto, dejando atrás el bar.
-vamos Ruki… bebiste demasiado.
-ño esh sherto – y amurrado cruzó los brazos sentándose bien en el asiento y comenzando a mirar por la ventana.
Kai lo miró y negó con la cabeza, le daba lo mismo lo que pensase Ruki, había bebido demasiado y él era culpable de eso, Ruki era su responsabilidad y no dejaría que nada le ocurriese.
Ruki había estado muy callado el resto del viaje y Kai supuso que era por el berrinche que le había dado por hacer al más bajo, mas cuando estacionó en el edificio se dio cuenta que Ruki se había quedado dormido.
Se acercó sigilosamente e intentó despertarlo, mas con un movimiento brusco de Ruki los rostros de ambos quedaron muy juntos.
El corazón de Kai latía rápidamente. Sus labios estaban muy cerca. Era una oportunidad única para determinar de una buena vez que era lo que verdaderamente sentía por ese chico.
Se acercó y posó suavemente sus labios por sobre los del bajito. Una extraña sensación de hormigueo recorrió sus labios apartándose bruscamente asustado por lo que aquello le había generado.
Se bajó y se dio la vuelta… su cabeza era un caos, no sabía que pensar. Abrió la puerta del copiloto, lo tomó en brazos y lo sacó del auto, el frio del aire de la noche tendió a despertar un poco a Ruki.
-Kai… ñ-ño me shiento bien – apoyó su cabeza en su hombro.
-descuida… te acostarás y te sentirás mejor.
-Kai... ño me llejesh sholito – y se acomodó más en Kai, colocando su cabeza en el hombre del más alto.
-descuida… no te dejaré solo.
Kai subió con él así en el ascensor, prefirió no dejarlo en ese estado en su departamento, temía que algo pudiese pasarle y aunque no le gustara la idea el estado de ebriedad de Ruki era en gran parte su culpa.
Entró con él y fue directamente al cuarto, sin siquiera prender las luces a su paso. La claridad de la luna se filtraba a través de los ventanales permitiéndole ver bien.
Dejó a Ruki sobre la cama delicadamente.
Ruki quedó tendido con los brazos levemente abiertos y sus ojos comenzaron a despertar, como si frente a él estuviera su príncipe azul.
Kai lo observó detalladamente y miles de ideas corrieron por su mente.
-¿K-Kai?
-descansa Ruki –le dijo acercándose un poco para ponerlo bien en la cama.
Inesperadamente Ruki cruzó los brazos en torno al cuello de Kai acercándose peligrosamente a él.
Kai se tensó, no sabía qué hacer, Ruki estaba extremadamente cerca de su cuello.
A Ruki el viento helado de la noche lo había despertado bastante, quitándole un poco la borrachera y aunque no estaba completamente sobrio, si lo estaba en buena parte y sabía que una oportunidad como esa con Kai en ese momento no se volvería a dar.
Se acercó más aun y dejó un suave beso en el cuello de Kai. No se atrevió a besarlo en la boca por el miedo a arruinar el momento.
Kai estaba helado. Jamás pensó que Ruki fuese tan atrevido, pero después recordó el estado etílico del bajito y trato de deshacerse del agarre de Ruki, por mucho que ese pequeño beso le hubiese encantado.
Ruki notó la intención de Kai y apretó más su agarre.
-me gustas –le confidencio bajito Ruki a Kai en su oído, ocultando su rostro en el hueco entre el cuello y el hombro.
Kai abrió muy grandes sus ojos.
-¿q-qué?-exclamó sorprendido.
-me-me gustas... muuucho –dijo bajito y con algo de dificultad, comenzando nuevamente a besar el cuello del más alto.
-n-no Ruki… no –se le estaba haciendo difícil controlarse, las caricias de Ruki le gustaban.
Ruki no tomó en cuenta esto y prosiguió.
-¿te arrepentirás?-le dijo Kai cerrando los ojos e intentando no dejarse llevar.
-no… no me arrepentiré.
-estas ebrio.
-no lo estoy.
Kai lo miró a los ojos.
-bueno... quizás un poquito - admitió avergonzado –pero sé lo que hago y… no me arrepentiré.
Se arriesgó, no pudo evitarlo… lo deseaba, deseaba más contacto con él y se acercó a su boca. No lo besó de inmediato, los nervios querían jugarle una mala pasada, suspiró sobre ellos y se decidió.
Lo besó.
Juntó sus labios con los de él, no fue más que un rose, juntar sus labios con los de Kai. Estaba en eso cuando el raciocinio llegó a él y se separó rápidamente sonrojado.
Kai lo vio separarse, lo que había pasado no había sido más que un topón de labios, pero le había generado más sensaciones que ningún otro beso en su vida.
No lo soportó más, dejó la cordura de lado, el raciocinio, el sentido común y se lanzó sobre Ruki comenzando a besarlo desesperadamente, mientras el pequeño intentaba responderle lo mejor posible en medio de su inexperiencia.
Sus lenguas se entrelazaban, se saboreaban mutuamente, mientras las manos no se quedaban quietas. Las de Kai ya estaban intruseando debajo de la camisa de Ruki, mientras que este masajeaba la espalda del más alto aun por sobre la ropa.
Con algo de dificultad la ropa voló por el aire, volviéndose parte de la decoración de la habitación, permitiéndole que la piel de los dos amantes se tocara por completo, obnubilados en una nube de placer absoluto, Kai besaba y lamia el cuerpo de Ruki, tan pequeño y delicado como se veía vestido, se deleitó con los gemidos que salían de la boca del pequeño cuando lamia por aquí o por allá, cuando lo besaba y tan obnubilado estaba que no notaba el nerviosismo del pequeño.
Ruki por su parte trataba de controlarse, intentaba que los nervios no lo dominaran. Sentía como Kai recorría su cuerpo tocándolo, lamiéndolo, besándolo… jamás se imagino estar así alguna vez con un chico y mucho menos con Kai.
No podía evitar gemir frente al contacto del otro, su cuerpo junto al de él.
Kai no lo soportaba más, sentía el miembro excitado de Ruki cerca de sus caderas y su propia excitación pedía ser atendida a gritos.
Tocó, las piernas del otro separándolas lentamente, con devoción, repartiendo pequeños besos en ellas. Ruki dio un respingo e intentó cerrar las piernas frente a lo que hacía Kai, mas éste siguió sin notar lo obvio.
Se acercó a su entrada y un grito entremezclado con gemido llenó la habitación, no podía creer cuanto placer le generaba aquello, no podía creer que su primera vez fuese a ser con un chico como Kai.
Un dedo se adentró suavemente en la entrada de Ruki, quien gritó por el dolor.
-du-duele Kai…duele –dijo bajito casi sollozando.
Fue allí cuando a Kai se le cruzó una idea por la mente… ¿primera vez?, no podía ser posible… o ¿si?, siguió introduciendo los dedos en el interior de Ruki, mas este seguía quejándose, fue allí cuando decidió quitarlos y detenerse.
Se acercó a Ruki que ahora lo miraba entre sorprendido y asustado.
-¿es tu primera vez?…-le preguntó Kai.
Ruki avergonzado giró su rostro asintiendo.
-lo-lo siento.
-no tienes porque sentirlo… ¿aún quieres seguir?
Las palabras no salían, por lo que sólo atinó a asentir con su cabeza.
Kai lo miró tiernamente y se acercó a él para besarlo suavemente y así ayudarle a relajarse. Lo tendió bien en la cama y se subió sobre él, volviendo a abrirle delicadamente las piernas, mientras lo acariciaba íntimamente.
Fue así como comenzó a introducir nuevamente los dedos en su entrada, uno primero y después dos más, lo hizo con cuidado, sentía contraerse la entrada entorno a ellos, necesitaba dilatar aquella entrada, lo hizo con cuidado no quería dañarlo por nada del mundo.
-¡K-Kai!, y-ya… ¡por favor!... ¡entra ya!
-pero te haré daño.
-n-no… hazlo, por favor.
Notas finales: en fin, el prox lunes 15 de enero es la actu!
besitos~... dejen revs, porfi!!
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