Stormwind por zandaleesol

Título: “Stormwind”


Pareja: Harry/Draco


Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a J.K. Rowling. Sólo los tomo prestados para divertirme y espero que también para entretener a los lectores, no percibo ningún beneficio económico por este trabajo.




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Draco no quiso mostrar delante de los dos hombres ni la más mínima seña de dolor, pero esa necesidad imperiosa de esconderlo no hizo, sino aumentarlo. La llegada de varios integrantes de la familia de pelirrojos Weasley no le causó asombro, pero si le pareció una desfachatez que viniera Ginny, no tenía derecho a estar ahí, ella había dejado a Harry hacía poco más de diez días. La frustración y la amargura eran como fuego en su piel e iban a consumirlo como no hiciese algo para extinguir las llamas. Se apartó del lado de ellos y buscó un rincón, cerró los ojos, aspiró una bocanada de aire y lo exhaló mientras intentaba encontrar su propio punto central, el núcleo de la calma profunda, en cuyo interior había pasado tanto tiempo y había desarrollado con gran esfuerzo. Había trabajado mucho para controlar la ira del pasado, Harry había estado a punto de morir, notó un ramalazo de frío que se deslizaba a través de su cuerpo.


El saber eso ya lo había descontrolado y, mucho más tener que ver a su ex esposa ahí y que todos mostrasen congoja por su aparente pena. Cuál pena se preguntaba Draco, de seguro que ni siquiera le importaba, sólo estaba ahí fingiendo. El ver aquella escena tan familiar de esposa y cuñados queriendo saber del estado de Harry y dirigiéndole a él miradas sospechosas le irritó aún más, cómo se atrevían esos Weasley muertos de hambre a sospechar de él. Una terrible sensación de vacío le bostezó en el estómago cuando escuchó a una enfermera llamar desde la puerta a la "señora Potter", decidió salir de ahí antes de perder el poco control que le quedaba.


Se acercó a su jefe y discretamente le dijo que volvería a la oficina. Le encargó que si veía a su compañero le dijese que había estado ahí, luego se marchó.



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Ron Weasley se acercó a Kingsley luego de ver marcharse al rubio le preguntó si era cierto que era el nuevo compañero de Harry. Fue Larkin quien se adelantó a responder que así era. Ron desde su sitio le dirigió otra mirada al rubio que ya llegaba a la chimenea, le parecía demasiado sospechoso que justo con la llegada de Draco Malfoy comenzaran a sucederse aquella seguidilla de hechos que afectaban a Harry, primero la desaparición de Teddy, ahora lo habían atacado y había estado a punto de morir.


Hacía días que le había escrito a Harry y éste ni siquiera había tenido la delicadeza de enviarle una respuesta para decir por último que estaba muy ocupado. El no era lo suficientemente ingenuo como para no comprender que Harry no quería hablar con él. Seguramente temía que preguntara por qué el matrimonio con Ginny había acabado.

Su hermana le había advertido que no se le ocurriera en ese momento importunar Harry con el asunto, como si él necesitara de tales advertencias.


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Draco no tenía ninguna intención de regresar a la oficina después de lo ocurrido no tenía cabeza para el trabajo. En ese momento había una sola cosa que deseaba hacer, ir hasta la mansión y encarar a su padre, estaba seguro de que había sido éste quien había atacado a Harry, no tenía la más mínima duda.


Hizo su aparición fuera de la mansión. Caminó con prisa todo el trayecto mientras esa furia que sentía crecía de forma vertiginosa dentro de él. Aunque no conocía a cabalidad los detalles del ataque que había sufrido Harry, sólo lo que había comentado el Ministro en forma vaga con respecto a que habían utilizado la maldición Cruciatus.


Una vez que estuvo frente a la puerta y esta se abrió, como un bólido se dirigió al despacho de su padre, por el horario sabía con certeza que lo encontraría ahí leyendo el periódico.


Abrió la puerta sin siquiera golpear, con sorpresa vio que su madre también estaba en el despacho en ese momento. Pasando por alto los buenos modales de los que siempre había hecho gala, se dirigió directamente a su padre que al verlo entrar de ese modo mostró algo de sorpresa, pero de todas formas se mantuvo sentado en su sillón tras el escritorio.


——¿Tú lo hiciste? ¿Fuiste tú no es así?


Lucius mostró extrañeza en su rostro y Draco no pudo juzgar si era genuina o fingida, pese a eso volvió a preguntar:


——¿Tú atacaste a Harry anoche no es así?


Lucius miró fijamente a Draco por un par de segundos.


——Por lo que veo has olvidado tus buenos modales. Antes de entrar a mi despacho se debe golpear la puerta y saludar una vez que estás dentro ——dijo con frialdad el hombre rubio.

——No estoy de humor para tus peroratas de buenos modales, sólo quiero que me respondas.

——¿Draco que está sucediendo? ——intervino Narcisa ——. ¿Qué clase de pregunta es esa?

——Madre te suplico que me disculpes, pero en este momento deseo que mi padre me responda.


Narcisa miró a Lucius con temor. El hombre rubio se había levantado de su asiento.


——Recién estaba hablándole a tu madre de la mala influencia que estaba ejerciendo sobre ti ese trabajo de Auror y tu cercanía con Potter.

——Alguien anoche atacó a Harry… utilizaron la maldición Cruciatus, según recuerdo muy bien… esa maldición era una de tus favoritas ——repuso Draco.


Lucius miró con furia a su hijo.


——¿Cómo te atreves a acusarme de esa forma? No voy a permitírtelo por muy Auror que seas ——susurró Lucius con tono peligroso.


Sin embargo Draco no se arredró por ello.


——No he olvidado tu amenaza. Francamente no pensé que la llevarías a la práctica tan pronto.

——Eres un traidor en todos los sentidos. Primero te enredas con Potter y ahora vienes a acusarme de que lo ataqué. Jamás he estado cerca del “héroe Potter”, prácticamente vivo enclaustrado en esta casa. En todo caso me encantaría saber quien lo hizo… lo felicitaría personalmente…


Draco perdió la poca cordura que le quedaba y sacó su varita y apuntó con ella a Lucius.


——¡Draco no! Es tu padre… ¿Has enloquecido? ——exclamó Narcisa acercándose a su hijo precipitadamente.

——Por supuesto que tu hijo ha enloquecido Cissy, sino como explicas que esté enamorado de Potter ——siseó Lucius.

——Te lo advierto… si pruebo que fuiste tú… personalmente me encargaré de llevarte a Azkaban para que jamás vuelvas a salir.


Narcisa se quedó muda de horror al oír a su hijo. Lucius arqueó la ceja haciendo gala de ese gesto amenazante que Draco tan bien conocía.


——Has cometido el peor error de tu vida ——dijo Lucius tranquilamente mientras se acomodaba en su sillón otra vez ——. Nadie me amenaza… menos un miserable y mal agradecido como tú… me das asco…

——¡Lucius por favor, es tu hijo!

——Ya no desde que se metió con ese desgraciado mestizo ——dijo Lucius sin apartar su mirada del muchacho —— ¿Tan bueno es Potter en la cama? ¿Cuántas veces fue preciso que te follara… o fue al revés y por eso traicionas a tu familia?

——¡Lucius! ——exclamó Narcisa con enojo.

——¡No intervengas! ——advirtió Lucius a su esposa con tono amenazante, levantándose otra vez de su sillón ——. Esto es entre tu hijo y yo.

——No le hables a mi madre de ese modo ——respondió Draco en el mismo tono.

——Tú no me das órdenes ——siseó Lucius.

——No te acerques a Harry… te lo advierto…


Lucius se levantó otra vez con la cólera ardiendo sin control dentro de él.


——Te repito que no me he acercado a tu “querido” Potter. Pero si por casualidad atrapas al que lo atacó… ten la amabilidad de decírmelo para darle mis felicitaciones.

——Entonces insistes en que no fuiste tú, por tu bien espero que sea cierto…


Lucius movió la cabeza en señal de negación.


——Cómo es posible que hayas caído tan bajo… Potter tiene esposa ——dijo Lucius.


Draco estuvo tentado a decir que ya no, pero se contuvo.


——No te acerques a Harry otra vez ——repitió el muchacho.


Lucius sonrió de forma burlona.


——Sí realmente lo hubiese atacado te aseguro que ya estaría muerto.


Draco miró fijamente a su padre.


——Tendrás que matarme a mí primero si quieres volver a hacerle daño ——dijo el muchacho rubio y dándole una última mirada a Narcisa salió del despacho.


Narcisa miró a su esposo con ojos furiosos.


——Lucius ahora soy yo la que te dice que espero por tu bien no hayas atacado a ese muchacho. Potter es un Auror de alto rango, además el que destruyó al… tú sabes a que me refiero. Deja a Draco en paz con su vida, no tienes derecho a intervenir, es lo suficientemente adulto como para saber lo que hace.

——¿Saber? Narcisa es que no lo escuchaste… está enamorado de Potter, se atrevió a enfrentarme como nunca antes y todo por ese mestizo vulgar.

——Lucius no estoy sorda, también lo escuché cuando lo dijo hace dos días.

——Potter está casado Narcisa.

——Ya no.

——¿Cómo? ——preguntó el rubio sin ocultar su sorpresa.

——Esa muchacha Weasley… lo dejó, Potter ahora es soltero otra vez.

——Ah… entonces es por eso… el idiota de tu hijo se ha hecho ilusiones con el héroe.

——Lucius... estás enojado por nada, estoy segura de que “tú” hijo sólo quiso molestarte, lo trataste bastante mal el jueves por la noche y volviste a hacerlo ahora.

——¿Entonces realmente crees que dijo aquello sólo para molestarme?

——Sí Lucius… sólo para hacerte enojar, ya sabes como es Draco, no quiere ser tratado como un niño pequeño, es un hombre adulto y muy independiente.

——Bien… me quedó más tranquilo si tú dices que sólo deseaba molestarme.

——Es así te lo aseguro, él sabe que a ese muchacho le atraen las mujeres, tiene claro que no hay posibilidades para él a pesar de que Potter ya no está casado con esa chica Weasley.

——Bien confiaré en ti Narcisa… ya es bastante tener que soportar que sea Auror y deba servir a esos idiotas del Ministerio, pero sería muy diferente saber que está enamorado del héroe.

——Quédate tranquilo Lucius, confía en lo que te he dicho, conozco a nuestro hijo.


Lucius asintió con la cabeza, ahora se arrepentía de haber sido tan duro con su hijo el jueves por la noche reconocía que lo había tratado bastante mal. Parecía que iba a tener que disculparse con Draco, ahora lamentaba haber perdido tanto el control.


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Draco después de salir de la mansión no regresó a San Mungo aunque deseaba hacerlo. Estaba seguro de que Potter estaría rodeado de sus amigos y todo ese montón de Weasley, pero además estaría ella, Ginny. Imaginaba que la pelirroja actuaría el papel de esposa dolida. A ella le importaba un bledo lo que le sucediera a Potter, era él quien se sentía realmente mal por todo eso. No podía dejar de preguntarse si Potter habría preguntado por él, no se enteraría de nada si no hablaba con su jefe. Al llegar al Ministerio de inmediato fue en busca de Larkin.


Al llegar a la puerta vidriada de la oficina de su jefe llamó con suavidad, no quería mostrar ansiedad. Larkin sabía, o por lo menos creía, que su compañero y él no tenían una relación muy cercana.


——Buenas tardes jefe.

——Ah… señor Malfoy adelante me imaginé que vendría por aquí. Este ha sido un día muy agitado para esta oficina.

——¿Cómo se encuentra Potter, señor?

——La verdad no pude verlo, pero dijo su esposa que se encontraba de buen ánimo a pesar de todo.

——No me extraña, se necesitaría mucho más que unos Crucios para acabar con él.


Estas palabras asombraron mucho al jefe de Aurors.


——Espero que lo diga en el buen sentido.

——¿En qué otro sentido lo diría? Potter es mi compañero, no le deseo ningún mal, al contrario estoy decidido a encontrar al que lo atacó.

——Compartimos el mismo objetivo señor Malfoy, también estoy decidido a encontrar al miserable que le hizo esto ——dijo Larkin con tono duro provocando el asombro de Draco.

——Tenía la impresión de que a usted no le agradaba Potter.

——Es extraño, yo tenía la misma idea con respecto a usted señor Malfoy.


Draco sonrió de forma casi imperceptible.


——Mientras estuvimos en Hogwarts siempre fuimos rivales.

——Lo sabía.

——¿Y sabiendo eso me lo asignó como compañero?

——Sí señor Malfoy. Mi política en esta oficina siempre ha sido mantener este cuerpo unido, si lo hubiese puesto con otro Auror, usted y Potter no hubiesen logrado superar aquellas viejas rencillas de estudiantes.


Draco bajó la vista al suelo por un instante. Tuvo ganas de reír, Potter y él habían superado las diferencias. Y lo habían hecho de la forma menos ortodoxa que podía existir. Potter hacía dos días le había dado la mejor follada de su vida, después de eso era imposible tener algún sentimiento negativo con respecto a él.


——Jefe estoy seguro que este ataque está relacionado con la desaparición del pequeño Teddy.

——Pienso lo mismo señor Malfoy. Esto complica mucho las cosas, el que hizo esto ha demostrado que está dispuesto a todo, temo por la vida de ese niño.

——Lo peor de todo es que no tenemos ni una sola pista.

——La única pista es esa nota tan enigmática que en realidad da para pensar cualquier cosa.

——Ya son seis días y no tenemos nada ——dijo el rubio con pesar ——. Jefe yo sé que usted ya había tomado una decisión al respecto, pero no cree que sería mejor que Potter regresara a la oficina.

——Presiento que Potter volverá de todas formas, aunque yo no lo autorice… este asunto ya se ha transformado en algo personal.

——Sí estoy seguro de que así será ——dijo Draco pensativo.

——¿Señor Malfoy usted sabe por qué Potter iba a la casa de los Tonks?

——Creo que deseaba explicarles personalmente porque iba a tomarse vacaciones.

——Entiendo.


El jefe de Aurors ahora no podía esconder la culpa que sentía por mandar a Harry de vacaciones, sin necesidad de que dijese algo al respecto Draco así lo había comprendido.


——Señor, ¿cuándo Potter se recupere regresará a la oficina?


Larkin dejó escapar el aire de los pulmones.


——Supongo que será lo correcto. Es demasiado evidente de que hay alguien que realmente desea lastimarlo. Lo que aún no puedo entender es para que secuestraron al nieto de los Tonks si la intención al final es asesinar a Potter.

——Es un asunto que no tiene ninguna lógica ——respondió Draco ——. A no ser que los dos hechos no estén relacionados entre sí.

——¿A qué se refiere?

——Bueno podría ser que el que secuestró al niño no sea la misma personas que anoche atacó a Potter.

——Dos personas actuando por separado ——dijo Larkin con tono reflexivo ——. No sé, la verdad yo creo que las dos situaciones están entrelazadas, pero claro no tengo pruebas de eso.

——¿Pudo hablar con Potter señor?

——No pude verlo, además creo que en un momento así lo que él necesita es a su esposa.


Draco sintió un malestar en el estómago. Decidió salir de la oficina.


——Bueno supongo que el resto de nosotros sigue trabajando en lo de Teddy.

——Por supuesto, aunque ahora debemos investigar también lo que ha sucedido con Potter.

——Adelantaré un poco del trabajo que pensaba hacer Potter, iré a la casa de los Tonks.

——Es una buena idea. Pase por San Mungo cuando pueda… Potter quería hablar con usted.


Otra sacudida en el estómago del rubio. Asintió silencioso y salió de la oficina. Caminó por el pasillo preguntándose para qué querría Potter verlo, sería posible que su compañero hubiese visto la cara de aquel sujeto, ¿a caso le diría que la persona que lo había atacado era su padre?


Decidió pasar por San Mungo antes de ir a la casa de los Tonks.


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Estaba molesto de que todos hubiesen exagerado tanto lo que había sucedido en la noche. Aunque si lo pensaba detenidamente el asunto no era menor. Estaba seguro que ese sujeto que le había atacado tenía como fin último matarlo. Debía odiarlo lo suficiente como para arriesgarse de esa manera. Ahora que le permitían estar más tranquilo podía analizar mucho mejor la situación vivida durante la noche.


Ese sujeto realmente lo odiaba y para atreverse a usar la maldición Cruciatus no podía tratarse de nadie más que de un Mortífago. Pero todos ellos, los que habían sobrevivido, estaban en Azkaban, aunque no todos. Conocía a uno que vivía en una gran mansión y cuyo hijo también llevaba la marca y, ahora era su compañero, sin mencionar que había sido su amante por una noche.


Había bastado encontrarse en esa situación tan extrema para que él se diera cuenta de que estaba enamorado de su compañero, se había equivocado. Había deseado creer que todo lo sucedido entre Malfoy y él sólo había sido la locura de una noche demasiado solitaria. Pero ahora ya sabía que no era sólo eso, estaba enamorado de Draco. El comprender eso lo llenaba de un sentimiento cálido y feliz, pero luego pensaba que contra todo lo que era normal se había enamorado de un hombre y esa calidez y felicidad perdían intensidad.


Se preguntaba como reaccionarían todos aquellos que lo habían conocido siendo “normal”. No sería fácil para todas esa personas que de un día para otro el dijese que estaba enamorado de otro hombre ¿Qué diría Ginny? ¿Qué diría el resto de la familia Weasley? Aunque ninguno de ellos podría reclamarle nada, había sido Ginny quien había acabado el matrimonio. Pero de seguro que muchos dirían que seguramente ella lo sospechaba y por eso lo había dejado. Y si era así, ¿sería por eso que Ginny lo había dejado? Las mujeres tienen un sentido especial que puede detectar ese tipo de cosas. Después de todo él mismo sentía que nunca había logrado amar a Ginny como se suponía que debía.


Dejó de pensar en Ginny, esa historia estaba acabada. Ahora era su compañero Auror el que se había hecho dueño de su corazón. Sí era así, ya no tenía dudas, las nebulosas de su mente se habían disipado en el mismo instante en que creyó que vivía los últimos segundos de su vida. Podía ver cosas que antes no había visto, de haber puesto más atención no hubiese cometido la tremenda estupidez de decirle a su compañero que no era gay y que lo ocurrido sólo había sido producto de la soledad y todas esas demás tonterías. Ahora sabía que había lastimado al rubio, sí porque para Draco todo lo sucedido no había sido sólo una aventura, estaba seguro de ello.


Le había visto en esos días actuar con frialdad y hasta con indiferencia con los demás compañeros de la oficina, nada más allá de un saludo y una que otra conversación sólo en el ámbito del trabajo. Pero con él había sido diferente desde el primer día, hasta le había parecido que Malfoy disfrutaba de su compañía y claro esa teoría quedó totalmente probada la noche en que lo había invitado a su apartamento. Ahora tenía la certeza de que Malfoy no invitaba a nadie a su departamento y, mucho menos metía a cualquiera en su cama, eso suponía demasiada intimidad, aunque a él tampoco lo había invitado a la cama exactamente, pero estaba seguro que aquello se había debido sólo a un asunto urgencia, él nunca había hecho el amor sobre la alfombra y la experiencia había sido sencillamente sublime. En todos los demás aspectos Draco había mostrado realmente interesado en él, no en el “héroe” que había salvado al mundo, sólo en Harry Potter la persona que sentía tan solitaria como lo estaba él mismo.



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Había obtenido un permiso especial del medimago para visitar a su compañero. Estaba seguro que le pondrían alguna objeción por el horario, pero no fue así, su estómago revoloteó cuando le escuchó decir a la enfermera que Potter había preguntado por él en varias ocasiones a lo largo del día. Eran casi las ocho de la noche el hospital estaba muy silencioso. Caminó hacia la habitación con paso calmado, era el único modo de controlar ese leve temblor que se había apoderado de sus piernas de modo tan repentino. Cuando estuvo frente a la puerta de pronto le asaltó el temor de que estuviese dormido, sin embargo igual entraría, necesitaba verlo y tenía la esperanza de que Potter también quisiera verlo a él, todavía.


Empujó la puerta con suavidad. Sus nervios se acrecentaron al comprobar que Potter no dormía, en cuanto había escuchado la puerta había vuelto la vista hacia él.


Se observaron en silencio por un par de segundos, luego fue Draco quien habló primero.


——Hola… es un poco tarde… pero de todas maneras quise venir, imaginé que desfilarían por aquí todo el día tus admiradores y no tenía intención de privarlos de la felicidad de estar con el… “héroe” ——dijo Draco con tono casi frío.


Harry lo miró por un par de segundos en completo silencio.


——Pues es cierto vino gente, pero no tanta… por fortuna.

——¿Y eso Potter? Yo creía que estarías fascinado de que todos te visitaran ——dijo Draco con un tono marcadamente mordaz ——. Esta mañana estuvieron todos los Weasley aquí, incluida tu esposa.

——Ex esposa Malfoy.

——Ah… sí es cierto… había olvidado que ya no eras casado.

——Idiota ——murmuró Harry.


Draco alzó la ceja en su estilo, ese que Harry detestaba.


——Eso no es muy cortes Potter.

——Acércate un poco más y te demostraré todo lo cortes que puedo ser.


Draco arrugó el ceño.


——Te lo agradezco Potter, pero ya conozco tu cortesía.

——Malfoy deberías ser un poco más considerado, estuve a punto de morir.

——Hmm… ¿Chantaje emocional Potter?

——No, pero deberías preguntarte que hubiese sido de ti si yo ahora estuviera muerto.

——Estaría cumpliendo con el desagradable deber de darle las condolencias a tu viuda.


Harry no pudo evitar sonreír.


——Estás de suerte Malfoy no tendrás que hacerlo.

——Sí soy muy afortunado.


Tras estas palabras se miraron a los ojos con la intensidad de todo lo que se agitaba dentro de cada uno y que parecía querer estallar en ese preciso momento.


——Anoche… creí... que moriría ——dijo Harry dejando el tono de broma que había utilizado.


Draco bajó la vista.


——¿Sabes qué pensé en ese momento?


Draco volvió a levantar la vista y miró al moreno con intensidad.


——No lo imagino Potter.

——Pensé en que… no volvería a ver tus ojos, no volvería a besarte, no volvería a hacerte el amor.


Draco sintió que su cuerpo se estremecía.


——Bueno Potter… siendo así lo único que puedo aconsejarte es que… aceptes que sí eres gay…

——Lo acepto ——interrumpió Harry ——. Soy gay… si no lo fuera no estaría enamorado de ti.