Pareja: Harry/Draco
Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a J.K. Rowling. Sólo los tomo prestados para divertirme y espero que también para entretener a los lectores, no percibo ningún beneficio económico por este trabajo.
Capítulo 24.
Harry no pudo evitar sentir una gran tristeza al ver a Draco de esa manera, suplicándole al desquiciado de Lucius, que parecía disfrutar en grande con el espectáculo.
”Eres un maldito Lucius, ¿cómo es posible que disfrutes el sufrimiento de tu propio hijo? ”dijo Harry con tono dolido.
Lucius se volteó para enfrentar la mirada esmeralda.
”Potter… tú eres el único culpable de todo esto, no debiste poner los ojos en mi hijo, debiste continuar casado con esa traidora a la sangre.
”Ninguno de los dos planeó nada… sólo sucedió ”fue la respuesta de Harry.
”No debió suceder. No eres digno de mi hijo Potter, no lo eres.
”¿Por qué no? Porque soy mestizo. Por años fuiste el sirviente de un mestizo Malfoy, al que estabas feliz de llamar «amo».
Lucius entrecerró los ojos con rabia por un segundo, pero luego miró a Harry con sorna.
”Sí, el mismo mestizo que mató a tu madre «sangre sucia».
”No me ofendes al decir eso Malfoy, el valor de un mago no se mide por su sangre, sino por sus actos, y los tuyos te reducen a la mínima categoría.
”¿Y tú Potter, estás orgulloso de lo que eres? ”preguntó Lucius con tono malicioso.
”Por supuesto que lo estoy, mi conciencia está tranquila.
”Sí, sí te supones moralmente superior a mí.
”Lo soy Malfoy, y lo sabes.
”No eres superior a mí Potter, te lo aseguro…
”¡Él es mil veces mejor que tú! ”gritó Draco.
Lucius miró a su hijo.
”¿Mejor que yo? Oh claro que no Draco… no lo es…
”Draco tiene toda la razón, tú Lucius sólo has hecho daño siempre ”intervino Narcisa de pronto.
”Mira Potter… has conquistado hasta la simpatía de mi esposa ”dijo Lucius sin dejar de mirar a Narcisa.
”Porque no terminas de una vez con todo esto ”dijo Harry.
”No te preocupes Potter, terminará pronto. Aunque no me atrevería a decir como saldrás tú de esto.
”No te preocupes por mí Lucius, eres tú el que está en grandes problemas.
El hombre rubio no respondió sólo se limitó a mirar a Harry de un modo que a éste le resultó molesto.
”Siempre me causaste problemas Potter. Desde que eras un mocoso y te gustaba inmiscuirte en los asuntos de los demás. Ese es un grave defecto. Si me hubieses dejado en paz ahora no estaríamos aquí y tú tal vez podrías seguir teniendo una buena vida.
”Mi vida está perfectamente, eres tú quien posiblemente termine en Azkaban.
”Desde hace tiempo tu vida es una mentira Potter, y lo peor es que tú ni siquiera estas consciente de ello ”dijo Lucius sin cuidarse de las palabras de Harry.
”¿De qué demonios estás hablando? ”masculló entre dientes el muchacho moreno.
”Tienes suerte Potter, a tu lado siempre hay gente que haría cualquier cosa por protegerte, es una lástima que el jefe de Aurores se haya tomado tantas molestias en vano.
Harry arrugó el ceño. Conocía demasiado bien a Lucius como para saber que no estaba alardeando, ese hombre estaba enterado de algo sobre su persona.
”¿El jefe Larkin? No entiendo, qué tiene que ver él en todo esto.
”Hace algún tiempo atrás, exactamente año y medio en este mismo lugar sucedió algo que muy fue importante Potter…
Lucius se vio interrumpido repentinamente tras la aparición del jefe Larkin. Cosa que le sorprendió un poco, pero en el fondo se alegró de que estuviera presente el hombre que estaba directamente implicado en lo sucedido aquella lejana noche.
”Vaya, vaya… Miren a quien tenemos aquí, al mismísimo Jefe de los Aurores. Buenas noches jefe Larkin ”dijo Lucius inclinando la cabeza.
”Acabe con este juego y entréguese de una vez Malfoy, no tiene salida.
”Veo que vino por segunda vez a rescatar a su auror favorito ”respondió Lucius.
”¿Segunda vez? ”preguntó Harry.
”Sí Potter, segunda vez. Hace un año y medio vino hasta aquí para salvarte.
Harry miró a Lucius sin comprender, pero luego dirigió su vista hacia Larkin y notó que el hombre tenía la mandíbula apretada y estaba visiblemente nervioso.
”Por aquel tiempo estabas investigando un tráfico de pociones Potter, estabas recién llegado a la oficina de Aurores. Como siempre te ha gustado ser héroe decidiste cazar tu solo al jefe de la banda de traficantes, o sea a mí ”explicó Lucius con aire satisfecho.
Larkin observaba atento a Lucius. No se dejaba intimidar por ese loco. Lo único que deseaba era una oportunidad para matarlo, ese era su secreto deseo luego de saber que había sido el hombre rubio quien personalmente había lastimado a Harry dejándolo en condiciones tan deplorables hacía tiempo atrás.
Tampoco permitiría que Lucius dijese más de lo que ya había dicho. Lucius no lo había sospechado siquiera, Kingsley había entrado junto con él a la mazmorra. El plan era que el hombre se deslizara hacia donde estaba Draco para liberarlo. Venían preparados con Trasladores de emergencia, deberían utilizarlos en cualquier momento pues Lucius seguía hablándole a Harry de lo sucedido y muy pronto querría soltar aquella verdad espantosa.
”No recuerdo eso, estás equivocado Malfoy, jamás he investigado un tráfico de pociones, de ser así lo recordaría perfectamente.
”No lo recuerdas porque tu jefe te hizo el gran favor de borrarte la memoria, Potter ””susurró Lucius con evidente placer.
”¿Qué? ”preguntó Harry confundido mirando a Larkin, esté por su parte se mostró casi indiferente ante la mirada del muchacho de ojos esmeraldas.
”Sí, lo hizo. No deseaba que recordaras Potter.
”¿Recordara qué? ¡Demonios Malfoy habla de una maldita vez!
”Pues no quería que recordarás que aquella noche fue la más…
Lucius no pudo seguir hablando porque sin que el se diera cuenta Narcisa se había levantado del piso hacía un rato y ahora se había abalanzado sobre él, enredando su brazo en el cuello del hombre para evitar que siguiera hablando. Lucius se vio tan sorprendido por la acción que casi se le cae la varita que sostenía en la mano. Sin embargo, con rapidez se desentendió de Narcisa, pero en ese momento Draco ya no era presa del hechizo que lo mantenía suspendido a unos centímetros del suelo e inmovilizado, Kingsley lo había liberado aprovechando la acción temeraria de la mujer rubia.
Sin previo aviso los hechizos volaron en todas direcciones. Uno golpeó a Narcisa y la dejó sin sentido. La confusión fue total, pero Lucius comprendió enseguida que estaba en desventaja numérica. Fue Draco esta vez quien se le echó encima de Lucius. Sin embargo, el hombre logró desentenderse de su hijo dándole un golpe con el puño en pleno rostro, sin varita no era mucho lo que el muchacho rubio podía hacer, cayó el piso gimiendo pues Lucius le había roto la nariz.
Aunque ahora estaba libre otra vez, el mayor problema en realidad eran Harry y el jefe de Aurores. Tanto Harry como Larkin habían reaccionado al mismo tiempo enviándole hechizos que apenas podía esquivar. Era hábil, pero estaba en desventaja. Cruzó por su cabeza la idea de huir, pero había sólo una entrada, era el momento de activar el traslador. Sin embargo, cuando lo intentó, no pudo. Comprendió que Kingsley le había hechizado para que no pudiera escapar. Sus opciones se habían terminado, eran tres Aurores contra él. De pronto se sintió fatigado y perdido. La sensación no era para nada agradable. Pero aún tenía una última carta que jugar.
”No tiene opciones Malfoy, será mejor que se entregue si desea vivir ”advirtió Larkin.
Lucius lo miró con odio.
”No me importa morir ”respondió Lucius, se volvió a mirar a su hijo que aún estaba en el suelo y muchísima sangre le salía de la nariz rota ”. Tú jamás estarás con Potter.
”No tienes el poder para decidir eso ”respondió Draco que intentaba detener la sangre utilizando su túnica.
El hombre rubio sonrió.
”Me cuesta creer que seas mi hijo. Estoy muy decepcionado Draco ”dijo acercándose al muchacho le apuntó con la varita.
”¿Qué harás, vas a matarme para evitarlo? ”preguntó Draco desafiante.
”No, aunque me hayas traicionado eres mi sangre. En cuanto lo sepa todo no querrá volver a verte, porque eres mi hijo…
Pero Lucius no terminó la frase porque antes de que pudiera hacerlo una luz verde salió de la varita del jefe de Aurores, alcanzó a esquivarla y el hechizo dio en el muro. A pesar de la sorpresa Lucius reaccionó. Usó a su propio hijo como escudo. Su rostro pálido sólo dejó escapar una mueca de triunfo.
”Jefe Larkin, ¿está dispuesto a matar a su Auror con tal de acabar conmigo?
”Deja a Draco cobarde ”le espetó Harry.
”Yo el cobarde ”repitió Lucius burlón ”No, Potter, no lo soy. El único cobarde aquí eres tú, trajiste al jefe de Auror y al Ministro para que te ayudaran, no tienes valor para enfrentarte a mí sin ayuda.
”Esta bien Malfoy, arreglaremos esto nosotros. Ellos se marcharan, pero se llevaran a Draco y Narcisa.
”Es una propuesta interesante Potter. Pero la verdad es que deseo que mi hijo se quede, quiero que esté presente, quiero que lo veas a los ojos Potter ”dijo Lucius mientras hundía su varita en las costillas de Draco ”, sí míralo atentamente, veremos si sigues amándolo tanto después de saber que yo…
La frase de Lucius quedó suspendida. Narcisa había recuperado la conciencia y golpeó a su marido en la cabeza con un trozo de madera, pero sin hacerle mucho daño realmente. Los hechizos volaron en dirección a Lucius que logró esquivarlos a tiempo. Draco aprovechó el momento para intentar zafarse de su padre y lo logró, pero un hechizo lo golpeó, antes de perder el sentido lo último que vio fue el rostro de Harry pálido y lleno de horror. El muchacho no comprendió hasta que notó la sangre que salía de su cuerpo, luego de eso todo se oscureció para él.
Al ver esto Larkin, no dudó ni un segundo y le lanzó la maldición asesina a Lucius. El rubio no lo esperó, una mueca de sorpresa se dibujó en su rostro, la fuerza del hechizo lo lanzó por el aire y se golpeó contra el muro de piedra. Finalmente su cuerpo cayó inerte. Estaba muerto.
Harry y Narcisa en un segundo estuvieron junto al cuerpo de Draco. La sangre no dejaba de salir, aquello era magia oscura. Kingsley sin perder el control, cargó el cuerpo de Draco y activó el traslador que llevaba preparado.
Harry con el miedo reflejado en el rostro los vio desaparecer.
Un pesado silencio se prolongó por varios segundos. Era como si repentinamente las tres personas que estaban en aquel sitio hubiesen perdido la capacidad del habla.
Harry miraba el cuerpo sin vida del padre del muchacho que amaba sin poder creer lo que veía. Muerto. Lucius Malfoy, estaba muerto. Confuso levantó la vista hacia el jefe Larkin. El hombre tenía los ojos fijos en el cuerpo de Lucius.
”Jefe… ”murmuró Harry.
”Azkaban no era suficiente para un miserable de esta calaña.
Harry estaba impactado. Nunca había visto al jefe de aurores actuar llevado por el odio. Y era más que evidente que por Lucius lo sentía poderosamente. Se fijo en Narcisa esperando encontrar en la mujer alguna señal de pesar. Sabía que ella siempre había sido una incondicional de su esposo. Por eso se asombró al ver que en la mirada de ella no había otra cosa que alivio.
La situación era más que confusa para él. Lucius podía estar completamente desquiciado, pero seguía siendo el esposo de Narcisa y padre de Draco. Comprendió que aquella expresión de alivio en el rostro de la madre de Draco era debido a lo que el hombre había sido capaz de hacerle a su propio hijo, matarlo.
Larkin por otra parte le había enviado el Avada sin el menor remordimiento. Y él había comprendido que aquello era un asunto personal entre el jefe y Lucius. ¿Qué sería eso? Estaba seguro que no había sido sólo porque había usado magia oscura en su propio hijo, había algo más. Debía ser algo muy malo, como para que Larkin actuar con semejante odio, tenía la impresión de que el jefe de Aurores, desde el comienzo había tenido la intención de que Lucius no saliera con vida de aquel lugar.
Sí, Lucius estaba muerto. Harry tenía la impresión de que se había llevado con él un secreto muy importante, y ese secreto que se relacionaba con su persona. Era extraño, pero por primera vez en su vida no sentía curiosidad, no quería conocer aquel secreto que era más que evidente conocía el jefe de Aurores. Algo le decía que era mejor no saber. Lucius había dicho: “la ignorancia no es inocencia, sino pecado”. En su caso particular prefería ser un pecador. No deseaba conocer la verdad, con el hombre muerto en realidad había dejado de importar.
”Jefe Larkin, si tuviera que atestiguar ante el Wizengamot, no tendré problema en decir que usted no tuvo otra opción ”dijo Harry.
Larkin miró al muchacho por algunos segundos.
”Váyanse Potter, Draco los necesita ”dijo Larkin con voz serena.
Harry asintió, se acercó a Narcisa que aún estaba conmocionada y la llevó fuera de la mazmorra.
~**~
Cuando llegaron a San Mungo supieron que Draco ya estaba siendo atendido por los sanadores.
”¿Cómo está mi hijo? ”fue la primera pregunta que hizo Narcisa cuando vio a Kingsley.
”Aún no se sabe, perdió bastante sangre y eso lo debilitó, pero la herida que provocó el hechizo ya sido curada, ahora sólo hay que esperar.
”Pero que dijeron, ¿mi hijo se recuperará?
”Draco es un muchacho joven y fuerte, saldrá de esto, no lo dude ”dijo Kingsley a Narcisa.
”Kingsley tengo que verlo, por favor ”pidió Harry.
El hombre comprendió la angustia de Harry. Miró a Narcisa.
”Si existe alguien que pude ayudar a mi hijo en este momento ese es Harry. ”dijo Narcisa.
”Hablaré con los sanadores, pero no puedo garantizar nada ”dijo el Ministro y luego se dio la media vuelta.
Harry se sentía confuso y asustado. Todo lo sucedido le había dejado aterrado. Lo único que deseaba en ese momento era estar junto a Draco.
Narcisa se había dejado caer en un sillón. Estaba más pálida que nunca. Las lágrimas caían silenciosas, pero abundantes de sus ojos. Harry se acercó a ella y le tomó la mano.
”Harry, mi hijo tiene que vivir, él no puede morir… No puede.
Harry sintió que su corazón se desgarraba con la sola idea de perder a Draco.
”No, él resistirá porque es fuerte. Nos ama y jamás nos dejará.
~**~
Para Harry, su mundo se había detenido. Aunque sabía que fuera de San Mungo la vida continuaba su curso normal, la suya se encontraba inmersa en otra realidad. En ese momento se sentía más ajeno que nunca a todos quienes le rodeaban. Habían llegado hasta San Mungo para acompañarlo en ese momento de angustia, Ron y Hermione.
Sentía total agradecimiento por aquel gesto. La espera era dolorosa y casi asfixiante. No había sido posible ver a Draco aún. Los sanadores lo mantenían dormido y cada una hora le administraban una poción que contrarrestara el efecto causado por el hechizo de magia oscura que había recibido de parte de su padre.
Harry no quería pensar en Lucius, no ahora. Le tranquilizaba saber que estaba muerto. Pero como hasta el momento no sabía con certeza qué tipo de hechizo de magia oscura había utilizado aquel loco contra Draco, tenía mucho miedo de las secuelas que aquello podía dejar en el rubio.
Habían transcurrido ya dos horas desde que Draco había sido ingresado y todavía nadie decía nada. Kingsley no había conseguido que dejasen a Harry estar junto a Draco. Era monitoreado por los sanadores y Harry sólo hubiese sido un estorbo en lugar de una ayuda.
Narcisa al igual que Harry vivía una mortal angustia. Pero en el caso de ella no contaba con amigos que estuvieran a su lado para darle consuelo. Harry se apartó un momento de sus amigos y fue a sentarse junto a la mujer rubia. Esta le respondió con una mirada agradecida y apretó su mano. En un momento como ese las palabras estaban demás.
~**~
La noticia de la muerte de Lucius Malfoy se expandió en forma vertiginosa. El jefe Larkin se encontraba sentado en su oficina mientras que Kingsley daba explicaciones a la prensa sobre lo sucedido. Y pretendía que la versión oficial de lo sucedido fuera lo más apegada a la realidad posible. Por lo tanto, la noticia que aparecería en el diario El Profeta del siguiente día confirmaría que el secuestro del pequeño Teddy Lupin había sido obra de Lucius Malfoy, así como también el ataque que había sufrido Harry. En la declaración se dejaba totalmente claro que Lucius Malfoy, jamás había superado su odio por Harry Potter, y por tal motivo había secuestrado al ahijado de éste.
El nombre de Draco también aparecía en la declaración. Era el muchacho rubio quien había descubierto a su padre y cumpliendo con su deber de Auror, había pretendido arrestar al hombre. Lucius había puesto resistencia y utilizado a su propia esposa para evitar que su hijo cumpliera con su obligación.
También la versión oficial hablaba de que Draco Malfoy había sido alcanzado por un hechizo de magia oscura durante el enfrentamiento de su padre con el jefe de Aurors. Pero en definitiva había sido el jefe Larkin quien en su intento por liberar a Narcisa Malfoy, había provocado la muerte de Lucius. El nombre de Harry también se mencionó, pero sólo como la persona que acompañó a Larkin y Draco para intentar liberar a Narcisa.
Larkin hubiese preferido que el nombre de Harry no figurara en lo absoluto, pero el muchacho había insistido en que se dijera que él también había participado en el rescate de Narcisa, apoyando a quien era su compañero. Larkin se sentía tranquilo pese a todo. Los detalles más escabrosos del asunto jamás saldrían a la luz. Kingsley, había estado de acuerdo en que el tema del tráfico de pociones que había liderado Lucius, quedara en silencio. El padre de Draco lo había mencionado mientras estaban en aquella mazmorra intentando liberar al muchacho y su madre.
El jefe de Aurores confiaba en que Harry olvidaría aquello. Eso era lo que le daba tranquilidad dentro de todo lo escabroso del asunto. Lucius había muerto sin lograr su miserable propósito. Esperaba sinceramente que la preocupación de Harry se centrara únicamente en Draco. Por otra parte el muchacho rubio creía la versión de que un sujeto mandado por su padre había abusado de Harry, no imaginaba que la verdad era mucho peor. Narcisa Malfoy tampoco era una preocupación. Por supuesto que había comprendido que, mientras permanecieron en aquella mazmorra la mujer había actuado de ese modo porque había deseado evitar que su hijo y Harry supieran la verdad. Para fortuna de Harry y Draco, el padre del muchacho no había logrado su objetivo, él por su parte se llevaría el secreto a la tumba, tal como lo harían las demás personas que lo conocían.
~**~
Draco abrió los ojos lentamente. Tardó un poco en comprender que se encontraba en una habitación de hospital, la luminosidad así lo indicaba. La tenebrosa mazmorra había quedado atrás. Experimentó una sensación de alivio. Todo había terminado, pero no sabía cómo, pues en el instante más crucial había sido alcanzado por un hechizo, había imaginado que ese sería su final. Pero no, parecía que después de todo la vida le daba otra oportunidad. Las brumas de su mente se despejaban lentamente. El recuerdo de lo acontecido en aquel sitio comenzó a regresar con toda su lucidez. Apretó los ojos fuertemente, mientras dos lágrimas rodaron por sus mejillas.
Fue en aquel momento en que supo que había alguien más en la habitación. Aquella persona, acudió presta, a cercar sus lágrimas. En el primer instante pensó que se trataba de su madre. Sin embargo, escuchó otra voz.
”Draco, soy yo, por favor abre los ojos ”pidió la voz con un tono suave, cálido, pero también con un dejo de ansiedad.
Draco temía abrirlos y encontrarse con los de Harry. No sabía como había concluido aquello, ¿habría Lucius revelado al muchacho que amaba aquel terrible secreto?
Por algunos segundos deseó quedarse para siempre en ese estado de semiinconsciencia. Pero no era posible, debía enfrentarse a lo que el destino había escrito para él y Harry.
Harry experimentó una emoción indescriptible cuando se percató de que Draco finalmente comenzaba a despertar. Los sanadores habían dicho que no estaban seguros cuanto duraría ese estado de inconsciencia. Había trascurrido una semana desde que se habían sucedido los hechos.
Ni él ni Narcisa se habían apartado del lecho del muchacho rubio. Aquella interminable espera por fin llegaba a su fin. Ahora sólo esperaba encontrarse con aquellos ojos grises y hallar en ellos los sentimientos de siempre, amor.
Draco deseaba con toda su alma comprobar cual sería su futuro con Harry, ¿existiría un futuro para ellos aún?
Finalmente abrió los ojos.
La mirada esmeralda se posó sobre la suya cargada de júbilo, emocionada, feliz. Draco dio gracias a todo lo existente por concederle aquel minuto. Los ojos de Harry decían que no había llegado a conocer aquel sombrío secreto, no sabía que había sucedido con Lucius, pero Harry estaba a salvo.
”¡Gracias a Merlín! ”susurró Harry, cuando Draco le miró con el amor de siempre.
”¿Me extrañaste? ”preguntó Draco con tono cansado y susurrante.
”Nunca más vuelvas a hacerme algo semejante ”respondió Harry con tono repentinamente molesto ”, me has tenido durante siete días al borde de la locura.
”Siete días ”repitió el muchacho rubio, sin embargo no se atrevió a preguntar más.
”Tu madre está aquí afuera, estará feliz de saber que por fin has despertado.
”¿Qué pasó con él?
Harry sabía que el muchacho preguntaba por Lucius. Tardó algunos segundos en responder, aunque Lucius fuese un criminal era el padre de Draco.
”Está muerto.
Draco se quedó en silencio.
”Draco… yo sé que a pesar de todo…
”No Harry, por favor. No quiero hablar de él, y menos contigo.
Harry interpretó de un modo diferente las palabras de Draco. Justo cuando se apartaba del rubio, éste le tomó la mano con firmeza.
”Te hizo daño Harry ”dijo Draco con más resentimiento del que pretendía.
Harry comprendió.
”Harry prométeme que jamás volverás a mencionar el nombre de Lucius otra vez.
El muchacho moreno le miró con bastante asombro.
”No quiero volver a oír ese nombre en tus labios jamás, debes jurarme que nunca lo mencionarás otra vez, aunque yo no esté presente.
Harry no comprendía del todo aquella petición de Draco, sin embargo estaba dispuesto a cumplir su ese deseo.
”Te juro por mi vida que nunca mencionaré su nombre otra vez.
”Gracias Harry.
”Supongo que deseas ver a tu madre.
”Sí, ¿cómo está?
”Es muy fuerte, más de lo que yo imaginaba. Durante estos días ha sido ella quien me ha dado confianza y ánimos.
Draco sonrió.
”Me alegra saber eso. Quisiera verla.
”Iré a buscarla ”dijo Harry, haciendo ademán de apartarse, sin embargo el muchacho rubio lo detuvo.
”Espera… antes necesito que hagas algo por mí.
”¿Qué cosa?
”Necesito que me beses para estar seguro de que esto es real.
”Claro que es real ”dijo Harry mientras posaba sus labios encima de los del rubio.
Los besos de Harry siempre tenían algo especial para Draco, pero este en especial le parecía que reafirmaba ese nuevo comienzo para ellos. La oportunidad de alcanzar esa felicidad por tanto tiempo anhelada y que le había sido esquiva desde hacía años. Pero aquello formaba parte de ese pasado que moría con Lucius.
La vida para él y Harry recién comenzaba. Tenían esa oportunidad que tanto habían esperado, el futuro se veía brillante y esperanzador. Nada se interponía ahora entre ellos ahora, porque de algo sí estaba seguro Draco, jamás permitiría que recuerdos amargos perturbaran su existencia. Cerraría voluntariamente los ojos a todo aquello que pudiera impedirle ser feliz.