Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No puedes comprar mi amor por zandaleesol

[Reviews - 47]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Título: No puedes comprar mi amor


Personajes: Harry Potter/Draco Malfoy


Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de propiedad de J.K. Rowling, sólo los tomo prestados para divertirme con ellos, no percibo ningún beneficio económico.


Advertencia: Post Deathly Hallows, sin Epílogo. Esta historia comienza a desarrollarse justo cuando faltan dos días para el primer aniversario del enfrentamiento final entre Harry y Voldemort.



Capítulo 27. Planes de venganza


Dolores Umbriedge se paseaba nerviosa por su despacho. De pronto la puerta de la oficina se abrió dando paso a la figura de su hermano.


”¡Por fin llegas! ¿Se puede saber dónde demonios te habías metido?

”Es cosa mía.


Dolores miró a su hermano con enojo.


”Esta mañana estuvo aquí Lucius Malfoy.

”¿Y qué quería? ”preguntó Magnus con tono apagado.

”Restregarme en la cara el matrimonio de su “hijito” con Potter. Pero no es todo, tuvo el descaro de exigir que le devolviera los Galleons que me dio.

”¿Se los devolverás?

”Ni muerta. Pero creo que nos hay nada más que hacer, el matrimonio ya está hecho, creo que tendremos que resignarnos a que hemos perdido.


Magnus miró a su hermana con incredulidad.


”No puedo creer que digas algo semejante.

”¿Y qué puedo hacer, vengarme de Potter?, ahora es intocable el muy miserable.

”“El niño mimado de la comunidad mágica” ”dijo Magnus con tono enfadado ”. Siempre hay un modo, Dolores.

”No pienses que haré algo estúpido que ponga en peligro mi posición dentro del Ministerio. Me ha costado mucho trabajo recuperar la confianza de esta gente, todavía hay muchos que esperan que de un paso en falso para lanzarse sobre mí.

”No tienes que hacer nada, yo me encargaré de todo.

”¿Tú?

”Sí yo, ¿o es que me consideras demasiado idiota como para hacer algo sin tu ayuda?

”No he dicho tal cosa Magnus. Pero debes saber que si vas en contra de Potter, tendrás a todos los admiradores del “Salvador” en tu contra.

”No soy ningún idiota Dolores, jamás iría contra Potter, no estoy tan loco como para hacerlo.

”¿Y se puede saber entonces en qué estás pensando?

”Mi objetivo es Draco.


Umbriedge miró a su hermano como si acabara de decir la estupidez más grande del mundo.


”Para qué te sirve ese mocoso ahora, para nada. Se casó con Potter, obviamente ya no es virgen, te lo dije antes Magnus, es muy probable que si es fértil ya esté embarazado de Potter.

”Eso no tiene ninguna importancia.

”¿Ah no? ¿Y para qué se supone que quieres a un mocoso que carga en su cuerpo al hijo de otro?

”Dolores entiéndelo de una vez, amo a Draco. Es cierto que en un comienzo sólo pensaba en la profecía, pero luego de verlo no pude evitar amarlo, hasta creo comprender un poco a ese Potter.

”Lo que me faltaba ”dijo Umbridge elevando los ojos al cielo.

”Es imposible verlo y no sentir amor por él, es tan hermoso, es como un sueño.

”Tu sueño está en este momento feliz en los brazos de Potter.

””Estas demasiado segura de que Draco ama a ese Potter, ¿y si no fuera así? Tú misma dijiste que se odiaron desde el primer día en la escuela, que Draco lo detestaba y le hacía la vida insoportable.

”Es cierto así era.

”No se te ha ocurrido pensar que tal vez Draco sólo ha fingido amarlo porque es el «Salvador» y le conviene estar a su lado.

”Claro que lo he pensado, esos Malfoy son unas serpientes muy astutas.

”Ves Dolores, estoy seguro que Draco no ama a ese Potter sólo se está aprovechando de su fama.

”Pues lo ame o no, a nosotros ya no nos sirve de nada. Así que por tu propio bien olvida todo esto. Estoy segura que encontrarás un mejor partido que ese mocoso engreído.


Magnus guardó silencio. No le agradaba que su hermana se hubiese resignado así de rápido, era claro que lo único que le importaba era la estúpida profecía y sus sueños de grandeza. A él le valía todo eso, quería a Draco y no renunciaría a él así nada más. Buscaría el modo de tener a Draco y aunque no le agradaba del todo la idea de que ya estuviera esperando un hijo de Potter, pero inclusive estaba dispuesto a pasar ese detalle por alto. Lo importante era tener al chico rubio.


~**~


En cuanto los dos muchachos se encontraron frente a la casa de el Valle de Godric, comprendieron que todo los sucedido no era más que un «intermezzo» en la vida que habían iniciado apenas unos días atrás. Se cumplía una semana desde que se habían reunido en la Madriguera para hablar de matrimonio. Sin embargo, esa semana había sido tan intensa que parecía un año entero. Estando juntos, se sentían tan vivos que parecía que el día no tenía veinticuatro horas, sino muchas más.


Draco lo primero que hizo fue ir al baño para darse esa ducha que, más temprano en su casa, no había tenido ánimos de tomar. El agua tibia resbalando por su cuerpo se llevó todo lo malo, su miedo de perder a Harry. El sentimiento de culpa por haberle ocultado su conocimiento de la profecía que había dado por cierta al igual que el chico de ojos esmeraldas. Y otra cosa en la que antes no había pensado, su familia no estaba en la ruina, su decisión de aceptar a Harry no perjudicaría el futuro de su madre.


Por Magnus y Dolores Umbriedge no pensaba preocuparse. No eran adversarios que estuvieran a la altura de Harry ni de la suya. Además contaba con que su padre tuviera la sensatez de decirle de una buena vez a esa bruja que no había profecía alguna y que todo era mentira, ese par de ambiciosos en cuanto supieran que no ganarían nada se olvidarían de él para continuar con sus patéticas vidas.


~**~


Harry no podía esperar ni un segundo más para volver a sentir a su rubio adorable cerca de él, así que se quitó la ropa y se deslizó sigiloso dentro de la ducha. Fue recibido por Draco con alegría e intenso deseo. Ahora sin secretos de por medio, los besos, las caricias y demás tenían el dulce sabor que sólo pueden otorgar un amor que no esconde nada y que se entrega confiado y sinceramente, sin artificios ni dobleces.


En aquel momento Harry experimentaba una alegría sin precedentes. Sintiéndose libre de amar al chico rubio sin reservas de ningún tipo y el sentimiento le resultaba maravilloso.


Draco por su parte sólo deseaba entregarse por completo. Anhelaba que Harry dejara aquella huella imborrable en su cuerpo. Quería hacerle vivir y él mismo experimentar el momento más sublime de su vida, y aunque ya conocía la sensación de estar estrechamente ligado a su cuerpo, sentía que esa unión sólo estaría completa cuando finalmente sintiera el éxtasis de tener al muchacho dentro de él, invadiéndolo, llenándolo a plenitud, sintiéndole atrapado dentro de su cuerpo ardiente.


Después que Draco cerrara la llave del agua, sólo se escucharon gemidos, suspiros ahogados. El vocabulario de los dos chicos se redujo a palabras entrecortadas, susurradas a media voz, ahogadas por los besos sin tregua. La frase más repetida era «te amo» con diferentes entonaciones: a veces tierna, otras veces lujuriosa, con frenesí, luego con dejadez, pero repetida sin pausas.


Harry sabía que ese epílogo carnal deseaba llevarlo a cabo sobre la cama. Porque de ese modo tendría a Draco entregado a plenitud; sin más dilación salieron de la ducha y sin dejar de besarse hicieron lentamente el camino hasta el lecho que les prometía la felicidad.


~**~


Aunque podía decirse que ya conocían sus cuerpos de memoria, un dejo de nerviosismo les recorría, mezclado con el deseo impetuoso de sentirse unidos.


”¿Estás nervioso? ”preguntó Harry en un susurro sobre los labios del rubio.

”¡Joder sí! ¿Y tú?

”También. Si al menos hubiese tenido experiencia con chicas ”se lamentó Harry.

”No te preocupes yo te ayudaré.

”Hazlo, porque si no esto será un gran desastre.

”No lo será, lo harás muy bien ”dijo Draco con una sonrisa para animar al moreno.

”Es lo que más deseo.

”Harry te amo, no espero que la primera vez te comportes como un dios del sexo, es lo que menos me importa. No estamos compitiendo por quien lo hace mejor o peor, no te angusties pensando que debes cumplir con mis expectativas, no es lo que quiero.

”Entonces dime que es lo que quieres de mí.

”Quiero que me ames y te dejes llevar por eso. Es todo lo que pido, nada más ”dijo el muchacho rubio.

”Te prometo que lo haré.


Los besos lentos y suaves fueron el comienzo de aquella especie de cortejo que ha Draco no le desagradaron en lo más mínimo. Sentía que se derretía su piel con cada roce de los dedos de Harry, y en ese instante recordó el sabio consejo que le diera su madre aquella tarde en que la acompañó al jardín y se dejó convencer de oír la propuesta de Harry.


”Mi madre fue la que me convenció de escuchar tu propuesta ”dijo Draco de pronto.


Harry le miró con algo de confusión.


”Sí, eso ya lo sabía. Ella me lo dijo.

”Ella sabía que yo te amaba desde hacía tiempo. Y sin embargo fingió no saber; me dijo que me sería más fácil enamorarme de ti que de Magnus.

”Tu madre es una mujer muy sabía.

”Pero yo te amaba, aún no entiendo porque ella y mi padre fingieron todo este tiempo.

”Ellos te conocen y sabían que ni en mil años aceptarías así nada más que me amabas.

”Pero es muy raro porque cuando pensaba en ti sentía mucho odio. Detestaba que fueras el héroe y que me ignoraras.


Harry sonrió comprensivo.


”No creo que te molestara que yo fuera un héroe, creo que lo segundo era lo que más rabia te hacía sentir.


Draco se quedó pensativo un segundo.


”Sí, creo que es cierto.

”Pero ahora no puedo ignorarte por más que lo desee.

”No, nunca dejaré que me ignores otra vez.

”Antes me insultabas para llamar mi atención, ¿qué técnicas utilizarás ahora?

”Una categórica e infinitamente más agradable que los insultos.

”Entonces puedes comenzar de una vez.



Draco sonrió. Aunque ya había aprendido como despertar el interés de Harry, estaba dispuesto a poner en práctica nuevas técnicas.


Harry hacía esfuerzos por disimular su nerviosismo, pero era muy difícil. Le alegra mucho que Draco estuviera dispuesto a entregarse a él, la verdad es que lo venía deseando con intensidad. Pero su inexperiencia le preocupaba mucho.


Draco con la perspicacia que siempre le había caracterizado comprendía los temores del chico de ojos esmeraldas, pero él iba a poner todo de sí para que la experiencia para Harry fuera memorable. A pesar de los poco días que tenían de estar juntos, Draco contaba con que la confianza que ya habían alcanzado hiciera todo más sencillo.


Harry no manifestó otra cosa que placer cuando Draco lentamente lo despojó de la ropa, esa sensación de vulnerabilidad ya había quedado en el olvido, así como la vergüenza.


El rubio después de observar a Harry en toda su esplendorosa desnudez la que jamás dejaría de asombrarle y mucho menos cautivarlo; se dedicó a quitarse la ropa sin prisa ayudado en algunos tramos por Harry. Cuando finalmente estuvieron desnudos, sintiendo el roce de sus cuerpos jóvenes y ardientes tal como hicieran la primera vez que olvidaron los nervios. Era el momento de vivir intensamente el imperio de esa pasión que traspasaba de un cuerpo a otro.


Draco inició un juego de besos con los que llenó el cuerpo de Harry, sin dejar ni un tramo de piel sin besar. La impetuosidad de tal pasión que se despertaban en forma reciproca, no demoró en encender la hoguera, que ardió intensamente en ambos cuerpos. Draco sintió que la urgencia crecía dentro de él, pero como aquel debía ser el momento de Harry, hizo a un lado sus necesidades, estaba seguro que el ser pasivo no le impediría disfrutar porque el solo toque de las manos del muchacho moreno bastaban para enloquecerlo.


”Harry… me gustaría que me prepararás, ¿recuerdas como lo hice yo la primera vez?

”Oh sí… Merlín como podría olvidarlo, solo con eso aluciné.

”También quiero que me alucines, Harry ”dijo Draco con tono marcadamente excitado.

”¿Puedo hacer lo mismo que tú? Es que de verdad me gustó y quiero probar como se siente.

”Haz lo que tú quieras Harry, soy todo tuyo, estoy aquí solo para ti, amor.


Harry sintió que se mezclaban las sensaciones en su cuerpo y corazón. Estaba loco por Draco.


El chico rubio se volteó para dejarle a Harry acceso libre a la parte baja de su anatomía. El moreno sintió una punzada en la punta de su miembro cuando tuvo el trasero de Draco completamente predispuesto para él. Aferró las caderas para acomodarlo entre sus piernas y luego comenzó esas caricias cargadas de lujuria sobre el trasero blanco y respingón del rubio. La sensación de sentirlo suyo era maravillosa. Apenas podía creer que aquello fuera real. Draco completamente expuesto para él, deseándolo con tanta intensidad que con cada rocé que le prodigaba el muchacho rubio gemía deliciosamente, volviéndolo loco.


Sabía que no era un experto y, su excitación ya estaba en su punto más álgido, no demoraría mucho en correrse. Aún le faltaba la experiencia para controlar mejor sus eyaculaciones, así que debía darse prisa, no quería decepcionar a Draco de ningún modo. Tuvo la intención de utilizar lubricante, sería lo mejor para que esa primera etapa fuera menos molesta y dolorosa, pero lo cierto era que el ver aquella entrada pequeña y tan apretada hacía que se despertaran en él intensas fantasías sexuales. Estaba seguro que a Draco no le molestaría en absoluto; así que dejó de acariciar con su mano para luego bajar su boca hasta esa zona tan íntima y su lengua húmeda y ardiente hizo la primera tentativa.


Para Draco la sensación fue tan sorpresiva que tuvo que aferrarse con fuerza a algo. Sus dedos se enredaron en el edredón y sólo pudo gemir totalmente sorprendido por la sensación tan exquisita que era el sentir esa misma lengua que, usualmente jugueteaba con la suya, ahora deslizarse depredadora y lasciva entre sus nalgas, humedeciendo justo ahí.


”Aaaahhhh… Harry ¡Por Merlín! Eso que haces es delicioso.


Harry sonrió con infinita satisfacción. El también se lo pasaba en grande haciendo aquello. No se dio prisa, el momento era demasiado satisfactorio como para apresurar las cosas.


Sin embargo, para Draco las cosas eran diferentes. Su propia erección había despertado con semejante estímulo, pero intentaba concentrarse en la idea de que ese momento era para Harry, así que con su propia mano se encargó de sí mismo, esto sumado a la estimulante lengua del moreno sentía que enloquecía de puro placer.


A pesar de su inseguridad, Harry creyó que aquel era el momento perfecto. Su propia erección estaba en su punto álgido y deseaba sentirse de una vez recibido por aquel cuerpo ardiente que debía ser lo absolutamente maravilloso. Tanteó la entrada con un dedo y al notar que la respuesta era positiva, se animó a más.


Lo único que sintió Draco ante esa intrusión fue incomodidad y, algo un poco extraño por ser tocado en aquella zona, pero le hacía muy feliz que fuera Harry quien llevara a cabo esa tarea. Cada toque del moreno le agradaba. En realidad adoraba que esas manos algo torpes e inseguras fueran las primeras en descubrir sus íntimos secretos. En ese instante se juró que jamás en la vida otras manos que no fuesen las de su amado Harry le tocarían. Solo el muchacho de ojos esmeraldas conocería los secretos de su cuerpo.


Harry creía que ese momento era el más asombroso e irreal que podía existir. Su dedo estaba atrapado dentro del esfínter de Draco y lo sentía maravilloso. Su excitación que ya estaba muy crecida punzó con fuerza, quería sentirla atrapada por esa estrechez cálida del rubio.


”Draco, ¿estás listo? Porque yo creo que…

”Oh por Merlín, Harry estoy más que listo… Por favor, solo hazlo ya.


Harry tembló de emoción y de miedo, era su primera vez. De seguro las expectativas de Draco eran muchas y esperaba no decepcionarlo. Sentía que estaba más nervioso ahora que aquella vez que había sido el pasivo, pero ya no pensó más la sensación de urgencia de su entrepierna ya no le permitió ni un pensamiento coherente. Solo se posesionó en la entrada del rubio y lentamente fue adentrándose en aquella estrecha calidez. Gimió y a la vez escuchó el gemido de Draco, por un segundo le paralizó el miedo, pero luego comprendió que si bien el dolor para el rubio era inevitable también experimentaba placer y, eso era posible porque esa unión era producto del amor, tal como lo había advertido él mismo unos días atrás.


La sacudida de placer no se hizo esperar. Una vez que el ritmo de las embestidas se hizo más certero los dos chicos se sintieron transportados a otra realidad. Nada existía que no fueran las sensaciones placenteras, las palabras tiernas mezcladas con otras llenas de lujuriosa pasión se oían entre gemidos ahogados, quejidos que sonaron deliciosos a los oídos de los jóvenes amantes.


Draco se encargó de su propia erección, pues Harry estaba demasiado ocupado embistiéndolo una y otra vez sin descanso y él no pretendía distraerlo por nada del mundo. La doble sensación de placer no demoró en llegar, sintiendo a Harry llegar cada vez más certeramente a su interior; y pese a esa inexperiencia aquello no fue impedimento para que en varias oportunidades le rozara la próstata y le provocara estremecimientos descontrolados. En aquel momento cuando ambos llegaban a la cúspide del placer, palabras de toda naturaleza salieron de sus bocas. Los «te amo» de Harry se multiplicaron y Draco dejó escapar palabras inusitadamente tiernas; inclusive por ahí al chico de ojos esmeraldas le pareció escuchar varias veces la palabra bebé; pero no le avergonzó en absoluto en el momento, cuando recobrara la cordura de seguro que sería diferente.


~**~


Aquella noche había sido otra de insomnio. El coraje le quemaba por dentro. No era justo que Harry Potter estuviera disfrutando de lo que se suponía debía ser suyo, el amor de Draco. Si antes no había tenido razones de mucho peso para odiar al Salvador del mundo mágico, pese a todo el veneno que destilaba su hermana en contra de él, ahora sí las tenía. Ese muchacho le había robado a Draco. Magnus sabía que era muy probable que se enfrentara a un rival que estaba por encima de sus habilidades de mago, y tampoco estaba tan loco como para arriesgar la vida.


Conocía la casa del Valle de Godric, donde estaban viviendo los muchachos. Contaba con los medios como para vigilar sus pasos y en cuanto se descuidarán, Draco sería suyo. Él nunca había sido un hombre de violencia, pero en este caso estaba decidido a usarla. Le daba igual que el chico rubio ya se hubiera entregado a Potter, porque luego de que él actuara por mucho que el héroe estuviera enamorado no podría olvidar que Draco había sido poseído por otro. Inclusive si la cosa era tan mala como había vaticinado su hermana. Si Draco ya estaba embarazado, porque una cosa era la mentira de la profecía, pero otra muy distinta el asunto de que el muchacho realmente era un mago fértil, aquello había sido corroborado por el Medimago al cual habían sobornado en San Mungo para que les facilitara el historial médico del chico rubio.


Unas cuantas pruebas a la sangre del muchacho habían bastado para comprobar que con la poción adecuada podía concebir un hijo. Magnus había soñado con ser el padre de ese niño, al comienzo ciertamente seducido por la idea de ser poderoso, pero luego de ver a Draco, deseó ese hijo que lo ligara para siempre a ese muchacho tan hermoso.


Mientras daba vueltas en su cama sin encontrar paz ni alivio para su corazón roto, su mente fantaseaba una y otra vez con la idea de poseer a Draco. El héroe del mundo mágico no soportaría que su esposo fuese tomado a la fuerza por otro, sin duda que algo así rompería el matrimonio de cualquiera. Y era eso lo que él deseaba romper ese matrimonio, el lazo mágico permanecería, pero le amor no. Harry Potter no seguiría amando a Draco después de que él actuara. Y un Draco despreciado, humillado y abandonado por el héroe del mundo mágico sería una presa fácil para él.


Mientras más lo pensaba se convencía de que era un plan perfecto. Después de que hubiera consumado la primera parte de su plan, seguiría con la segunda. Se llevaría al chico rubio muy lejos, al extranjero. Para un mago las posibilidades eran ilimitadas; podía usar un hechizo que modificara la memoria del rubio y otro para borrarle recuerdos.


Magnus sonreía ante la maravillosa perspectiva de tan brillante plan. Sin embargo, de pronto una nueva idea le provocó inquietud. Recordó las palabras de Dolores. Podía ser que Draco siendo un mago fértil ya estuviera embarazado. Aquella idea lo desalentó un poco, no era muy agradable pensar en la posibilidad de que el rubio ya cargaba en su cuerpo al hijo de Potter. Pero si el consumaba su plan y tomaba al muchacho por la fuerza, era muy probable que el héroe jamás aceptara a ese hijo como suyo, al menos no hasta que naciera, sólo después del nacimiento podía establecerse con certeza la herencia mágica y saberse con exactitud quien lo había engendrado, pero para cuando eso sucediera la relación de Potter y Draco estaría hecha pedazos.


Cuando ya amanecía, Magnus había tomado la decisión de secuestrar a Draco y hacerlo suyo. Daba igual si ya estaba esperando un hijo. Pero si la buena fortuna, esa que hasta el momento le había sido esquiva se ponía de su parte, podía ser él quien embarazara al muchacho. Potter por mucho que lo amara jamás aceptaría que “su esposo” llevara en su cuerpo al hijo de otro.


Magnus finalmente estaba ansioso de poner en marcha el plan trazado, y por supuesto que actuaría por su cuenta, ya sabía de sobra que no contaría con la ayuda de su hermana, y tampoco la necesitaba. El era lo suficientemente inteligente como para llevar a cabo con éxito aquel plan. Sólo debería recurrir a la ayuda de algunos personajes de dudosa reputación que había conocido poco tiempo atrás luego de regresar del extranjero. Por lo general esos sujetos, con los que su hermana trataba muy a menudo por un poco de oro eran capaces de cualquier cosa. Eso sí que estaba seguro de que el asunto le obligaría a desembolsar grandes cantidades de oro, pues en cuanto le mencionara a esos sujetos que uno de los involucrados era ahora esposo del héroe del mundo mágico que había acabado con Voldemort, no sería fácil que participaran, peor confiaba en el efecto tan seductor que tenía una bolsa repleta de galleons.


Magnus estaba alojando en la casa de su hermana. Para cuando salió de la habitación, Dolores ya se había marchado según le comunicó el elfo doméstico. Le pareció mejor, estaba molesto con la mujer y además temía que con solo mirarlo adivinara los planes que había trazado. Lo más sensato sería fingirse molesto el mayor tiempo posible para evitarla, de ese modo tendría más libertad para ordenar paso a paso la estrategia de su plan.


~**~


Cuando salió de la casa decidido a ir al callejo, Knockturn, sentía que el peso en su corazón se
había aliviado bastante. Saber que después de todo no sería el perdedor que había sido siempre le hacía sentirse más confiado y seguro. Si era cuidadoso en su plan dentro de muy poco tiempo estaría muy lejos de Inglaterra, en un sitio remoto donde nadie le conociera y tendría a su lado al muchacho rubio que era su delirio. Draco sería muy feliz a su lado, y lo mejor era que nunca recordaría el nombre de Harry Potter.



_____o0o_____

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).