No puedes comprar mi amor por zandaleesol

Título: “No puedes comprar mi amor”


Personajes: Harry Potter/Draco Malfoy


Disclaimers: Los personajes no me pertenecen, son de propiedad de J.K. Rowling, sólo los tomo prestados para divertirme con ellos, no percibo ningún beneficio económico.


Advertencia: Post Deathly Hallows, sin Epílogo. Esta historia comienza a desarrollarse justo cuando faltan dos días para el primer aniversario del enfrentamiento final entre Harry y Voldemort.


Capítulo 9. El Sacrificio Parte II


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Los integrantes de la familia Weasley estaban al tanto de la salida que había hecho Harry durante la noche. Aunque nadie había tocado el tema durante el desayuno, la curiosidad estaba patente en la mayoría de los rostros. Ron era uno más de ellos, sabía que Harry había ido a entrevistarse con Lucius Malfoy, pero luego del regreso de su amigo no había podido sacarle ni una sola palabra, y eso lo temía de evidente mal humor, el chico no había querido decirle nada sobre lo que había tratado con Lucius. Sin embargo, el mal humor de Ron se disipó en el mismo instante en que Harry le pidió que lo acompañara a dar un paseo.


Dejaron la casa y cuando ya estaban lo suficientemente lejos por fin Ron pudo preguntar aquello que tanto deseaba saber.


——Por favor ya dime que pasó anoche con Lucius Malfoy, ¿te creyó eso de la profecía?

——No hablé con él de eso Ron, no estoy tan loco como para entregarle a ese hombre semejante información.

——Pero… yo pensé qué… No entiendo.

——Ron, tú y yo conocemos demasiado bien la naturaleza de Lucius Malfoy, que él se entere de esa profecía es tan peligroso como que lo sepa Umbridge.

——No te entiendo Harry, si no hablaste con él de la profecía, entonces como piensas impedir que Umbridge se salga con la suya, ¿cómo harás para impedir esa boda?

——Adelantándome a Umbridge.

——¿Qué significa eso?


Harry guardó silencio un momento como para tomar fuerzas para decir lo siguiente.


——La única forma de estropearle el plan a Umbridge es que sea yo quien se case con Malfoy.


Ron parpadeó unos segundos y después soltó una estrepitosa carcajada. Harry lo observó con paciencia, pronto su amigo comprendería que no bromeaba.


——Harry si no estuviera seguro de que bromeas te juro que hasta podría creerte, suenas muy convincente.

——No es broma Ron, hablo muy en serio.


Al pelirrojo se le borró la sonrisa de golpe y miró a su amigo con el ceño fruncido.


——Déjate de tonterías Harry, debemos hablar en serio.

——Ron, no estoy jugando, si tengo que casarme con Malfoy para impedir que llegue a concebir ese hijo lo haré.

——¿Estás demente Harry? ——preguntó el pelirrojo ya sin asomo de sonrisa.

——No Ron, no estoy demente, sólo estoy dispuesto a hacer lo necesario para impedir que esa bruja miserable de Umbridge concrete su maravilloso plan.

——¿Eso fue lo que le dijiste a Lucius Malfoy anoche?

——Casi… bueno al principio sí, le dije que deseaba fastidiar a Umbridge.

——Casi, al principio, ¿de qué hablas?

——Ron, no podía decirle a Lucius cual es el verdadero plan de Umbridge. Entonces debía inventar algo que fuese creíble, le dije que deseaba fastidiar a esa bruja, pero luego comprendí que era un argumento débil, al final le dije que estaba enamorado de Draco.

——No puede ser.

——Ron, el único modo de impedir esa boda es que yo me case con Malfoy antes.

——Harry… no puedes, el matrimonio en el mundo mágico es un lazo indisoluble, si te casarás con Malfoy estarás casado hasta el último día de tu vida.

——Lo sé Ron.

——No Harry, debes olvidar todo esto, no puedes sacrificarte de ese modo, a ti no te gustan los hombres.

——Ron eso no tiene importancia.

——Claro que la tiene, Malfoy es hombre.

——No importa Ron, jamás me interesaría por Malfoy, si me casara con él sólo sería para impedir que se cumpla esa profecía. Umbridge dijo que poseía el don de la fertilidad, y que al cumplir veinte años concebiría un hijo; y eso no debe suceder, ni el hermano de Umbridge ni nadie puede embarazar a Malfoy. Yo jamás lo tocaría, primero porque es demasiado peligroso que nazca un niño con tanto poder mágico, segundo porque no tengo interés alguno en gobernar al mundo y tercero, jamás podría sentir atracción por Malfoy, no siento por él ese odio de antes, pero sigue sin agradarme y eso no cambiará.

——Harry entiendo eso y te creo, pero un matrimonio es un matrimonio, y si más adelante conoces a una chica y te enamoras de ella.

——Bueno tendría que casarme por las leyes muggles, no me quedaría otra.

——Además hay otras cosas en las que debes pensar Harry, nadie entenderá que te cases con Malfoy, un Mortífago que, aunque no haya matado a nadie fue seguidor de Voldemort igual que su padre. Tú no eres el hermano de Umbridge, eres Harry Potter, el mayor enemigo de Voldemort, como se entenderá que te cases con Malfoy.

——También pensé en eso Ron te lo aseguro.

——Pues me parece que no has pensado lo suficiente Harry, casarte con Malfoy te arruinará la vida, ¿cómo crees que te mirarán todos?

——Pues quizá eso sería mejor que tener que soportar la forma en que me miran ahora, como si fuese lo más extraordinario que pueda existir, estoy arto de eso, antes lo primero que miraban todos cuando escuchaban mi nombre era mi frente para ver la marca que había dejado Voldemort, ahora me miran de pies a cabeza preguntándose que poder tan extraordinario tengo que acabé con Voldemort.

——¿Entonces ideaste esto para que la gente ya no te mire como el héroe que eres?

——Por favor Ron, tú no, odio la palabra héroe, dejé de leer el Profeta por lo mismo, era más divertido cuando me llamaban chiflado y mentiroso.

——No digas tonterías Harry eso no fue agradable y lo sabes.


El chico de ojos esmeraldas guardó silencio.


——Harry no me parece justo que quieras asumir esta responsabilidad. Ya cumpliste con tu destino, no le debes nada a nadie, nosotros te debemos a ti.

——Tú no me debes nada Ron, estuviste a mi lado y me ayudaste para que acabara con Voldemort.

——Te abandoné…

——Olvida eso, ya ha pasado más de un año.

——Nunca podré olvidarlo.

——Vamos amigo ——dijo Harry abrazando a Ron ——, me salvaste la vida en ese lago congelado no me olvido de eso.

——Bueno creo que sólo te devolví el favor, tú me salvaste en sexto cuando me envenené con ese licor del profesor Slughorn.

——Creo que voy a ponerme celosa ——dijo Hermione de pronto.


Los muchachos se separaron, abruptamente algo avergonzados. Hermione sonrió.


——Hermy, no te escuchamos llegar ——dijo Ron.

——Es muy lindo verlos así.

——Hermione… no me avergüences por favor ——respondió Harry.

——Qué par de tontos, no tiene nada de malo ——dijo la chica. ——. ¿Cómo te fue anoche con ese hombre Harry?


El rostro de Ron se puso serio y le dio una mirada preocupada a Harry.


——Bueno… la verdad no lo sé…

——Harry dile de una vez, cuéntale de esa gran idea que has tenido.


Harry miró a Ron seriamente.


——¿Qué idea Harry? ——preguntó Hermione.

——Anoche hablé con Lucius Malfoy, pero no le dije nada de la profecía.

——Estoy de acuerdo Harry, no es conveniente que ese hombre maneje semejante información, sería tan peligroso como Umbridge. ¿Pero entonces de qué hablaste con él, cómo evitarás esa boda sin revelarle lo que pretende esa bruja?

——De la única forma que me parece posible Hermione, siendo yo quien me case con Malfoy.


Hermione abrió los ojos espantada, jamás imaginó que esa era la solución que pretendía su amigo para ese asunto.


——¡Tú casarte con Malfoy! ——exclamó la chica incrédula.


Harry guardó silencio, sabía que su amiga comenzaría a decir miles cosas y tardaría un buen rato en detenerse. Pero la reacción de ella no fue la que Harry esperaba, mucho menos Ron.


——Sí, creo que esa sería una solución, pero sólo si Malfoy te aceptará y eso es imposible, él te odia.


Harry se sintió aliviado de ver que su amiga había decidido tomar una actitud de razonable comprensión, eso facilitaría las cosas.


——No me importa si me odia, si convenzo a su padre de que un matrimonio conmigo es más conveniente para ellos que con el hermano de Umbridge todo estará solucionado.

——¿Serías capaz de casarte con Malfoy aunque él no quiera? ——preguntó Ron.

——Tú crees que Malfoy se casa con ese tal Magnus por su propio deseo, te aseguro que no, su padre debe estarlo obligando, si se casa conmigo tendrá más garantías.

——¿Cuáles garantías? ——preguntó Hermione.

——La más importante de todas, que yo jamás voy a tocarlo, así que no quedará embarazado.

——Harry ese punto me parece importante, tú jamás lo vas a tocar, pero y si él decidiera tener un amante ——dijo Hermione.

——Es cierto Harry, a puesto que no habías pensado en eso ——dijo Ron.

——Ya lo había pensado. Utilizaría algún hechizo que me garantizara su fidelidad por lo menos hasta que cumpla veintiún años, después de eso podrá hacer lo que le de la gana, a mí no me importaría con quien se meta en la cama después; la profecía dice que concebirá un hijo a los veinte años, si se embaraza después no habrá problemas, el peligro habrá pasado.

——Harry y si le has dado una interpretación equivocada a esa profecía de la profesora ——dijo Hermione.

——¿De qué hablas? No te entiendo.

——Recuerda la profecía que se hizo sobre Voldemort y tú, él sólo la escuchó a medias porque así la había oído Snape; un niño que era un peligro para él, podía haber elegido a Neville que era un mago de sangre pura, pero te eligió a ti, un mestizo, eso prueba que una profecía puede ser algo subjetivo…

——No Hermione, la elección de Voldemort no fue subjetiva, me eligió a mí porque se identificó conmigo, un mestizo igual que él; lo demás sucedió porque a pesar de que ya se había convertido en un mago poderoso aún había demasiadas cosas que su arrogancia no le dejaban comprender, como que el sacrificio de mi madre me protegería y él que ya había dividido su alma pretendió matarme para que se cumpliera la profecía. No hubo nada de subjetivo en esa profecía, y no lo hay en esta tampoco, tienes que aceptar de una vez que la profesora Trelawney acierta en las profecías aunque hasta ahora sólo ha hecho tres.

——Y es un alivio no, se imaginan si fuese haciendo profecías cada dos por tres ——repuso Ron con tono jocoso.

——No es el momento de bromas Ron ——reprochó Hermione.


El pelirrojo sólo se encogió de hombros.


——¿Harry y has pensado que pasará si Lucius no acepta tu propuesta? Su hijo te odia y quizá él respete ese odio después de todo ——dijo Hermione.

——Lucius Malfoy está arruinado por eso casa a su hijo, estoy seguro que acabará por concluir que yo soy mejor partido para Draco que ese hermano de Umbridge, cuento con eso Hermione, no quiero pensar en otra posibilidad.


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Draco esa mañana mientras se encaminaba hacia el comedor donde ya debían estar sentados a la mesa sus padres, se decía que ese verano al que aún le quedaban cinco semanas había resultado más aburrido de lo que imaginaba. Lamentaba no haber podido aceptar el ofrecimiento de su amigo Blaise Zabini de ir a pasar ese verano a Italia; de no haberse presentado ese estúpido compromiso con el hermano de Umbridge, él estaría en ese momento tomando baños de sol o paseando por algún callejón mágico de Venecia.


Cuanto detestaba toda esa situación, odiaba estar en esas circunstancias, teniendo que depender de un matrimonio por conveniencia para que su familia siguiera a lo menos en apariencia manteniendo algo del estilo de vida que acostumbraba. Cuando llegó al comedor saludó a sus padres como siempre, sin embargo, les pareció que su madre estaba nerviosa y su padre preocupado.


——¿Sucedió algo? No tienen buen aspecto esta mañana ——dijo Draco dirigiéndose en especial a su madre.

——Nada de eso querido, sólo me costó conciliar el sueño, pero ya es algo a lo que me he habituado ——respondió Narcisa.

——Sí, desde que estamos arruinados. Bueno me casaré pronto madre, no tendrás que preocuparte por asuntos de dinero, jamás permitiré que te falte nada.


Narcisa sonrió entre alegre y apenada.


——Hijo ojala no tuvieras que sacrificar tu vida de esta manera.


A Draco le extrañó que su padre no dijese nada ante el comentario de su madre, generalmente se enojaba cuando ella decía algo con respecto a la boda que pudiera menguar su ánimo.


——No te preocupes, como dice padre he sido afortunado dentro de todo, quien querría casarse con un Mortífago.

——Aunque te parezca increíble Draco, apenas anoche recibí carta de un nuevo pretendiente ——soltó Lucius sin más.


Draco estaba tan asombrado de oír eso, que se quedó con el tenedor a medio camino.


——Qué… un pretendiente para mí, supongo que lo rechazaste enseguida, no creo que pueda existir un mejor partido que Magnus.

——La verdad me atrevería a decir que este nuevo pretendiente inclusive es más conveniente para ti que el hermano de Dolores.


Draco arrugó el ceño casi sin comprender. Todo el mundo lo odiaba por ser quien era, quién podía haber puesto los ojos en él, una ligera sensación de satisfacción lo invadió.


——Creía que no existía nadie más conveniente que Magnus, padre. De quién se trata, ¿algún anciano viudo con una cámara en Gringotts repleta de oro?


Lucius tardó en responder.


——Tiene una herencia que no es para nada despreciable y… no es ni anciano ni viudo.

——¿Es joven? ——preguntó Draco con asombro.

——Sí, es joven.

——¿Y dices que me pretende?

——Eso me dijo anoche.

——¿Y tú cómo responderás a esa carta que te envió?

——Contesté enseguida y, en realidad me envió dos cartas, la primera vez creí que se trataba de una broma y no fui muy amable en mi respuesta, me escribió por segunda vez pidiéndome una entrevista.

——¿Y cuándo lo recibirás, cómo se llama, lo conozco?

——Ya hablé con él… anoche.

——Anoche… ¿A qué hora? No pudo ser cuando estaba Magnus.

——Por supuesto que no, fue después de que tu prometido se marchó. Recibí esa carta y acepté verlo, vino hasta aquí mismo, hablamos…


Draco miró a su madre y notó que ella no se veía nada feliz.


——¿Quién es padre? Supongo que un sangre pura.

——No es sangre pura.

——¡Qué! Si no es sangre pura pues no hay nada que hacer tú jamás lo aceptarías.

——Creo que a pesar de no ser un sangre pura debo admitir que tiene otras “cualidades”.


El muchacho rubio volvió a mirar a su madre que tenía la vista fija en su taza de café.


——Por favor deja el misterio y dime de una vez quién es.


Lucius apartó su taza y miró fijamente a su hijo.


——Harry Potter.


Draco miró a su padre como si no hubiese entendido. No era posible que su progenitor dijese ese nombre, no, era un error de seguro que él había oído mal, muy mal.


——Padre… No has dicho… No puedes haber dicho ese nombre, escuché mal, es eso.

——Oíste perfectamente Draco, y sí dije Harry Potter, él es tu pretendiente.


Draco esta vez miró a su madre como deseando que ella le dijese que su padre no había mencionado el nombre de Harry Potter.


——Estoy sin poder creerlo igual que tú hijo ——fue la respuesta de Narcisa.

——Padre, no puede ser cierto, alguien que usó la apariencia de Potter te jugó una broma.

——Créeme que llegué a pensarlo también, pero Potter hizo aparecer su Patronus, un ciervo… para probarme que realmente era él.


Draco fijó la vista en su taza de café a medio vaciar.


——Supongo que lo enviaste de paseo, le dijiste que no.

——No quiso que le respondiera enseguida, me pidió que lo pensara.

——No hay nada que pensar ——dijo Draco cortante.


Narcisa miró a Lucius con expresión de “te lo dije”.


——Draco ——llamó Lucius.


Ese tono el chico rubio lo conocía muy bien, levantó la vista y miró a su padre fijamente.


——No puedes pedirme eso padre, ni siquiera concibo que lo pienses, Potter es un mestizo.

——Lo sé, pero no es cualquier mestizo es… Potter… es…

——Que vas a decir padre, Potter el héroe.


Lucius guardó silencio, Draco se levantó de la mesa y salió del comedor.


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Draco pasó la mayor parte de ese día encerrado en su habitación, estaba demasiado enojado, confundido y asombrado tras la conversación a la hora del desayuno con su padre. No entendía que estaba sucediendo, no terminaba de creerse que Potter fuese pretendiente suyo. Era imposible que le dijera a su padre que deseaba casarse con él, lo odiaba; se odiaban, el final de la guerra y el que Potter le hubiera salvado la vida no había cambiado esa circunstancia, serían rivales hasta el final de sus días.


Aquello tenía que ser una broma del “héroe”, sólo una treta para humillarlo. No podía ser de otro modo. Sin embargo a su parecer había algo que no encajaba. Para que Potter hacía eso, si ese último año en que habían regresado a Hogwarts, no se habían mirado ni una sola vez, ni siquiera para insultarse. Habían convivido en la más absoluta indiferencia, parecía que el que Potter le salvara la vida había abierto una brecha más pronunciada entre ellos.


Durante ese año él había tenido muy claro que Potter estaba demasiado ocupado siendo famoso como para prestarle atención a su antiguo rival. Quería pensar que todo era una trampa para humillarlo a él y su familia, pero reconocía que estaba confundido, porque aquello no encajaba con la forma de ser de Potter. La estupidez del Gryffindor era palpable, pero también era noble y eso de humillar a los derrotados no era su estilo, entonces surgía otra vez la duda, por qué.


El héroe del mundo mágico quería casarse con él. Ni en la más loca de sus fantasías hubiese previsto algo semejante. Sin querer se encontró imaginando como sería eso, toda la comunidad mágica le miraría con asombro y quizá envidia. Un montón de chicas de seguro quedarían decepcionadas al saber de los gustos de Potter, ahora se revelaba el misterio de porque no había reanudado su noviazgo con la Weasley, a Potter no le iban las mujeres, tan sencillo como eso.


Pero él tampoco le iba a Potter, eso lo tenía claro. Sería que de algún modo se había enterado de su compromiso con Magnus y quería estropear su boda sólo por venganza. El conocía el odio tan grande que sentía Potter por Dolores Umbridge, quizá su único objetivo era arruinar su boda para vengarse de ambas familias. Era muy extraño, a él le había parecido que Potter lucía bastante tranquilo y feliz durante ese último año en Hogwarts. Sin la sombra del Señor Tenebroso parecía que Potter vivía sólo para ser feliz, había vuelto a jugar Quiddich para Gryffindor y había ganado la copa. Siempre lo había visto alegre, sin duda disfrutando de la libertad que había logrado.


Los golpes en la puerta de la habitación cortaron de golpe el hilo de los pensamientos de Draco. Sabía que era su madre, su padre jamás entraba a su cuarto, cuando deseaba hablar con él, lo llamaba al despacho. No se tomó el trabajo de responder, pues sabía que su madre de todas formas entraría a la habitación.


——¿No bajarás a tomar el té, hijo?

——No tengo hambre madre ——fue la respuesta del muchacho rubio.

——Te comprendo querido.


Draco aguardó en silencio, sabía que su madre pretendía hablarle del asunto de Potter.


——¿Draco, no has pensado siquiera en considerar la petición de Potter?

——No madre, está fuera de toda discusión.

——¿Por qué?

——¿Y todavía lo preguntas? Porque es Potter madre, mi rival, la persona que más odio…

——Salvó tu vida.

——Yo no se lo pedí.

——Esta bien, no se lo pediste, pero estoy segura de que no deseabas morir quemado dentro de ese lugar al igual que tu amigo.


Draco guardó silencio, sabía que mentía, pues sí había pedido la ayuda de Potter, tal vez no de forma expresa, pero aquella vez en que Potter había regresado por él mientras todo en derredor se quemaba, no había dudado en aceptar la mano que le había tendido para ayudarle a subir a la escoba, y él se había aferrado con fuerza a la espalda del héroe porque deseaba vivir.


——Mi padre te pidió que vinieras a hablarme, ¿es que a caso cree que yo sería capaz de aceptar a ese loco de Potter?


Narcisa no respondió, se acercó a mirar por la ventana, luego de unos segundos habló.


——Sabes Draco, aquella vez cuando vi a Potter enfrentarse al Señor Tenebroso, con un valor que sólo el mismísimo Dumbledore habría sido capaz, todos los malos sentimientos que alguna vez había tenido por ese muchacho desaparecieron, comprendí en ese momento que él era la salvación, fue valiente al momento de ir hasta el bosque prohibido a enfrentarse a la muerte, estaba dispuesto a morir por todos. Soy honesta al decir que me ha confundido su petición, sin embargo estoy segura de que no la ha hecho con la intención de humillar a esta familia.

——Madre que significa todo esto, ¿es que a caso pretendes que lo considere?

——Deberías hacerlo, pero no por las razones que esgrimió tu padre. Sé que no amas a tu prometido, has aceptado esa boda sólo por nosotros y veo muy lejana la posibilidad de que puedas amar a ese hombre.

——Gracias a esa boda mantendremos nuestra posición madre o puede que hasta la mejoremos.

——Potter es joven y dicen en el Profeta que se ha vuelto un joven muy atractivo, deseado por muchos.


Draco no contestó, su gesto era de fastidio.


——Si tienes que casarte obligado tal vez sería mejor hacerlo con un muchacho de tu edad que con un hombre que te aventaja por veinticuatro años. A Potter lo conoces, al hermano de Dolores no.

——Madre cómo puedo pensar en casarme con alguien que he odiado por años y que sigo odiando.


Narcisa lamentó que su hijo fuese tan orgullo y terco.


——Esta bien Draco, le diré a tu padre que le escriba a Potter diciendo que tu respuesta es no ——dijo la mujer mientras se encaminaba hacia la puerta ——. Espero que no te arrepientas después.


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Lucius escuchó bastante decepcionado el resultado que había tenido la conversación de su esposa con Draco.


——Simplemente habrá que olvidarlo Lucius, nuestro hijo se casará con Magnus, detesta a Potter.

——Es una verdadera lástima, un matrimonio entre Draco y Potter hubiese sido un golpe maestro.

——Draco lo odia y contra eso no hay nada que hacer.

——Es una pena que Draco no quiera ni considerarlo siquiera, Potter es el héroe del mundo mágico, estoy seguro que a su lado esta familia podría recuperar el prestigio que perdió por mi culpa.


Narcisa se quedó bastante asombrada por el comentario de su esposo. Era la primera vez que Lucius reconocía que era responsable del mal momento que pasaba la familia.


——La verdad Lucius, yo también preferiría que nuestro hijo se casara con Potter. Ese hombre Magnus no me agrada; tiene algo malo, creo que Draco no será feliz con él.

——¡Demonios! ¿Cómo es posible que Draco se tan idiota y no comprenda la tremenda oportunidad que se le ha presentado?

——No puedo creerlo, has sido tú quien a presionado a nuestro hijo para que aceptara ese matrimonio que le has impuesto.

——Sí es cierto. Pero cómo no comprende que esta nueva oportunidad que se le presenta es mucho mejor que la otra ——dijo Lucius dando un suspiro——. Bueno no hay remedio, le escribiré a Potter informándole de la respuesta que ha dado Draco.


Narcisa salió del despacho lamentando que su hijo fuese tan orgulloso. Ella no entendía porque Potter había deseado casarse con su hijo, pero estaba segura de que Draco hubiese llegado a amarlo, era una pena que estuviese dejando ir la oportunidad que tenía con Potter de conocer el verdadero amor y ser feliz.


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