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Sacrificio por ukai_noriko

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Notas del capitulo:

Nos leemos abajo (:

 

-¡¡¡YUKI!!! ¡¡Yuki no me dejes!! Por favor, por favor… yo... ¡¡yo te amo!!! Te prometo que haré lo que sea para complacerte, no te molestare mientras trabajas, no te avergonzaré con mis niñadas y prometo esforzarme en la cama, pero por favor Yuki… no me dejes, te lo ruego. ¡Yuki! -gritaba desesperado Shuichi al ver como su amor se iba con una chica sacada de revista, alta, delgada, bellísima.

Estaban en medio de una ciudad solitaria rodeada de altos edificios y parques grises, no había nadie más que ellos y no se escuchaba sonido alguno más que las pisadas de la pareja que se alejaba y los gritos del pelirrosado.

-¡¡Yuki!!!- volvió a gritar mientras intentaba alcanzar a su amante que le sonreí tiernamente a su acompañante, una sonrisa que nunca había utilizado para con él durante sus casi dos años de relación.

Mientras seguía intentando en vano alcanzarlos escucho un suave sonido, parecía el sonido de un despertador o una alarma, detuvo sus gritos y volteo para ver de donde provenía aquel ruido mas no pudo encontrar nada mirase por donde mirase, se volteo nuevamente para detener a Eiri de que lo abandonara pero no encontró nada salvo una calle vacía siendo cubierta por una ligera llovizna que hacia su aparición. Antes de poder decir  o hacer algo todo se volvió negro, encerrándolo y despertó sobresaltado y cubierto por un sudor frío en la sala del departamento que compartía con el escritor de novelas románticas más famosas de todo Japón.

A su lado, en el suelo, se encontraba su reloj en forma de perro que sonaba sin descanso indicándole con su molesto chillido de que eran las seis y media de la mañana y tenia que preparase para ir al trabajo. Rápidamente lo apago, ya que no quería que Yuki se despertara y lo echara de casa por escandaloso. Eso era lo último que deseaba.

Se levanto desemperezándose y al hacerlo se deslizo la chaqueta negra de Yuki, que había utilizado la noche anterior, desde su regazo hasta el suelo. Extrañado la levanto como si de una prenda de cristal se tratase y la observo durante unos momentos...

-¿Como llego esto hasta aquí?- pensó y una idea golpeo su cabecita - ¿Yuki.... podría ser que tú.... que tú quisiste protegerme del frío con tu chaqueta…?

Negó frenéticamente con su cabeza intentado alejar esos pensamientos de su mente. Era imposible que el rubio  se preocupara por él,  sencillamente imposible pero aun así entonces, ¿por que estaba esa chaqueta cubriendo su entumecido cuerpo?

Shuichi la atrajo hasta su rostro aspirando su dulce aroma mientras seguía buscando una explicación lógica.

-Que delicia- pensó el cantante. Ese aroma tan varonil con el leve olor a cigarro hacía una mezcla perfecta embriagando cada uno de sus sentidos, aturdiéndolo y actuando como un afrodisíaco. -Como  desearía poder sentir este aroma directamente de tu cuerpo… Yuki

No supo cuanto tiempo estuvo sintiendo como esa fragancia envolvía sus sentidos sino hasta que escucho unos pasos que se detenían a sus espaldas. Sin siquiera tener la necesidad de voltear ya sabia que era Eiri quien lo miraba, podía sentir la frialdad de esos ojos dorados como el sol observando cada rincón de su pequeña figura.

- ¿Se puede saber que haces con MI chaqueta?- pregunto con voz fría y remarcando la palabra ‘mi’,  el escritor.

-Y-yo solo..... Es que....- balbuceo Shuichi parándose y volteándose lentamente y con cierto temor  hacia a él pero sin saber que decir. No podía decirle que estaba disfrutando de su aroma con su chaqueta ya que no podía hacerlo con el mismo. Eso definitivamente no podía hacerlo.

-¿Tú que?- pregunto agresivamente arrebatándole la chaqueta de sus manos.

Ante ese gesto Shuichi se asusto aún más si era posible… acababa de hacerlo enojar.

-Lo siento muchísimo Yuki-san – susurro a la vez que hacia una pronunciada reverencia, inclinando su cuerpo. Espero alguna respuesta o gesto del rubio mas este no  hizo ni dijo nada, así que levantó la manta rosada, que había caído al suelo en el momento en el que se levanto, y el despertador. Metió todo en un bolso con torpeza que mantenía siempre al lado del sillón y sacó su característico shampoo con olor a fresas, una pequeña esponja y su toalla. Se volvió nuevamente a Yuki que lo miraba aún sin decir nada y con otra reverencia, esta vez solo de  cabeza, se perdió por el pasillo  camino al baño.

Ahora solo, Yuki relajo su mirada mostrando una profunda tristeza en sus ojos dorados.

-Yuki-san...... es así como me llama ahora, ¿¿por que?? ¿¿Por que pasa esto??- se recrimino. Apretó con fuerza la chaqueta aun en su mano y se dirigió a la cocina aguantando los deseos de llorar.

Coloco el café y mientras esperaba que este hirviera miro la taza de Shuichi sobre la mesa...

- No me cuesta nada hacerle un café y unas tostadas ¿verdad? A este ritmo no tendrá tiempo suficiente para prepararse algo para desayunar- pensó.

Estaba a unos pocos centímetros de tomar la taza cuando una voz retumbo en sus oídos haciendo que se detuviera en seco...

“No lo toques... no te le acerques ni tampoco seas amable con el sino quieres que tú ángel se valla al cielo..."

Sintió la rabia y el miedo crecer dentro de sí, encerró su mano en un puño y golpeo la pared repetidamente intentando descargar toda su ira.

 Más tranquilo, con la respiración entrecortada y los nudillos rojos y cubiertos de sangre, tomo su café y se fue al estudio  a terminar una novela no sin antes echarle un último vistazo a la taza de shuichi.

 

-♥-

 

Dejo que el agua recorriera libremente  su cuerpo mezclándose con las lágrimas que escapaban de sus ojos. Desde aquella noche todo se había vuelto así, una verdadera pesadilla.... no cruzaban palabra y si lo hacían era solo para discutir o por que Shuichi había hecho algo que Eiri consideraba malo. Muy lejos habían quedado esos días de relativa paz en la que podía sentarse en el salón a conversar con Yuki de cualquier cosa o  peleaban por una tontería y al momento siguiente ya estaban besándose como si en eso se les fuese la vida. ¿Acaso esos días nunca volverían? ¿O solo eran recuerdos que se quedarían en el pasado?

Abrió sus ojos mostrando unas bellas gemas amatistas, que no tenían comparación, y miro el techo soltando unas cuantas  lagrimas más que rodaron por sus mejillas.

Apagó el agua y se vistió rápidamente con un pantalón  blanco forma pitillo que se amoldaba a su cuerpo apretando y haciendo resaltar su trasero y que contrastaba con su piel bronceada, una polera roja lisa de mangas largas que caía por uno de sus hombros y unos botines negros con cordones y un aspecto un tanto desgastados que le daban a su atuendo un toque de punk, que mezclado con su sensualidad innata resultaba irresistible para cualquiera. Más aún para cierto escritor.

Ya vestido y peinado salió del baño  y se dirigió a la sala donde tomo su mochila y sus llaves para dirigirse a NG. Estaba a punto de abrir la puerta de entrada cuando escucho que sonaba el teléfono. Sabiendo de antemano que Eiri no contestaría corrió hacia la sala y contestó.

- ¿Hola?- dijo tiernamente pensando que seria Hiro para regañarlo por que se le hacia tarde y K comenzaba a impacientarse.

-Hola pequeño-dijo la voz de un hombre                          

-¿Quien es?- pregunto asustado por el tono que había utilizado el  hombre al otro lado de la línea  que definitivamente no era Hiro. Era entre sensual y provocativa

-No tienes por que asustarte, mi Ángel, no quiero hacerte daño.

-¿¿Ángel??

-Si.... tú eres mi ángel, desde que te vi en tu primer concierto no he dejado de pensar en ti....

-...-shuichi no dijo nada

- Vamos... no seas tímido, el hecho de que Eiri sea cruel contigo no significa que yo si....- al no tener respuesta continuo- Solo llamaba para decirle a Eiri que el juego recién comienza y que no puede romper las reglas como estuvo a punto de hacer esta mañana, si lo hiciese cosas muy feas podrían pasar. Le das el mensaje por mi ¿ángel?

-Yo...

-Lo tomare como un si..... Adiós mi Ángel-colgó

Shuichi sin saber que hacer se quedo ahí parado con el teléfono en la oreja escuchando el constante piteo hasta que Yuki apareció en la sala sacándolo de su ensoñación.

-¿Quien era?

-....-

-Te estoy hablando ¡Shuichi!

-...- el menor se sobresalto y se volteo mirándolo con un claro gesto de confusión.

- ¿Que te pasa? ¿Quien era?- pregunto nuevamente haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad para no ir a abrazarlo, se veía tan pequeño e indefenso.

- Un sujeto llamo.... y dijo que el juego acaba de comenzar y que no puedes quebrar las reglas....- dijo en susurro- y que si lo hacías pasaran cosas muy feas…

Yuki no alcanzo a contestar cuando vio como un láser rojo apuntaba al suelo del departamento justo  en medio de ellos  seguido de un profundo y fuerte sonido. Se miraron a los ojos y luego al pequeño hoyo que había dejado el disparo en el suelo.

-Yuki.... 

 

-♥-

 

-¡Me duele!- se quejo Shu haciendo pucheritos

 

-No vuelva a llegar tarde por favor-le dijo suguro desde atrás de su teclado, tan serio como siempre- No tenemos tiempo para andar perdiendo, estamos repletos de cosas por hacer.

-Pero….pero yo….

-Vamos Suguro, no seas tan duro con Shuichi- intervino un chico de larga melena pelirroja.

-¡Hiro!

 -Ya sabes que este mocoso no puede hacer nada bien, y eso incluye llegar temprano.

-Se supone que eres mi amigo- le reclamo el cantante- pensé que al menos me defenderías. 

-¡¡Basta de hablar!!-dijo K apuntándole con su arma a su rosada cabecita- Si vuelves a retrasarte esta vez apuntare a tu cabeza y no al suelo ¿OK?

-Si- suspiro resignado

 

-Flash back-

 

-¿Q-que fue eso?- pregunto entrecortadamente shuichi

-…- Yuki no dijo nada. El borrador de su nueva novela había caído al suelo y el permanecía quieto mirando el suelo donde un pequeño hoyo se podía distinguir a causa de la bala.

-¡Yuki-san!... ¡Yuki-san!

- ¡¡No me llames Yuki-san!!-le grito el escritor temblando levemente

 -¿Que ocurre? Yo…

El teléfono volvió a sonar por segunda vez esa mañana sorprendiéndolos a ambos.

 El sonido del aparato era lo único que se escuchaba en todo el departamento. Ninguno de los dos amantes dijo una palabra, ambos miraban como hipnotizados al teléfono. Con el nerviosismo a flor de piel, Shuichi lo tomo y contesto, produciendo por una milésima de  segundo un silencio aterrador y sepulcral en la sala.

-¿D-diga?

-¡¿Que demonios crees que haces?!- le pregunto una voz ya conocida con un extraño acento americano

-¡K!-suspiro aliviado el pequeño pelirosa dejándose caer contra la pared. 

-¡¿Nada mas me dices?!- le gritó, era más que obvio que estaba enojado- ¿Por qué no mueves tu lindo trasero? Tienes que llegar al trabajo, ¡son mas de las diez!              

 

-¡No me grites!- se quejo shuichi con voz infantil, dejando atrás el miedo de minutos antes.

- Como quieres que no te grite Pink boy, hace más de una hora que Hiro y Suguro te esperan en NG.

- Lo siento, de verdad no quería…

Mientras el norte americano y Shuichi seguían conversando, un cierto rubio se dejo caer pesadamente sobre el sillón. Busco los cigarrillos y el encendedor en sus bolsillos y encendió uno con manos temblorosas, dándole de inmediato una profunda calada. ¡Cuánto necesitaba la nicotina! Bendito fuese el que la había inventado.

Cerro los ojos y recordó lo recientemente ocurrido, por un momento su corazón se detuvo… si esa bala hubiese sido de… ¡No!

 El no había faltado al acuerdo en nada, no había razón para que se le acercaran a Shuichi, ¡Ninguna!

Alzo la vista y vio como el cantante lloraba ahora por el dichoso aparato. No pudo evitar una sonreír  con ternura al verlo así, como extrañaba ese comportamiento tan infantil para alguien de su edad. Se levanto del sillón y con paso lento y seductor se le acerco a Shuichi, le quito el teléfono de las manos  y lo acerco a su oreja ante la curiosa y tímida mirada del pequeño.

-K… ¿Puedes tranquilizarte?… Si, yo lo llevare… OK, adiós- y colgó

-Bien… arréglate- le dijo a un sorprendido Shuichi- yo te llevare a NG.

-Yuki- dos lágrimas cayeron por sus mejillas

- ¿Que tienes ahora?- le pregunto el rubio escritor con frialdad a pesar de por dentro se estaba muriendo por abrazarlo y borrar esas lágrimas con sus labios.

- No… no es nada- le contesto con una sonrisa de lo mas adorable.- voy a buscar mis cosas.

Fue por su mochila que había dejado sobre el sillón al contestar el teléfono la primera vez que sonó y se volvió hacia Yuki. 

-Ya estoy listo.

-Bien, vamos- tomo las llaves del mercedes y se dirigió a la puerta acompañado por un feliz Shuichi.

El camino a NG se hizo prácticamente en silencio, pero no ese silencio incómodo o tenso que se suele colocar a las personas en aprietos, sino ese silencio que solo dos personas enamoradas pueden disfrutar… aún si estas no saben que su amor es más que correspondido.  

Mientras el rubio conducía el cantante, rojo hasta las orejas,  no dejaba de mirarlo de reojo siendo ignorado olímpicamente.

Tras diez minutos, menos de la mitad de lo que un conductor normal tardaría en llegar desde el departamento de la pareja hasta NG, Yuki detuvo su coche frente a la enorme disquera de su cuñado y se volteo hacia Shuichi.

-Bien, ya llegamos- le dijo

- S-si- dijo entrecortadamente- Gracias Yuki-san

Abrió la puerta del vehiculo para bajarse pero antes de poder hacerlo sintió que alguien lo tomaba del codo obligándolo a voltearse hacia atrás. Sin decir nada Eiri acerco sus labios a los del pequeño provocando un suave e inocente roce separándose de inmediato. Se miraron a los ojos por un momento y volvieron a unir sus labios en un arranque de amor y pasión. Las manos de Shuichi volaron al cuello de Yuki atrayéndolo hacia su cuerpo para intensificar el beso, mientras el rubio  ya comenzaba a acariciar su vientre por debajo de la polera.

“Que delicia-pensó Eiri- me encanta su piel suave, es exquisita.”

 Subió un poco mas, sin dejar de devorarle la boca, hasta alcanzar uno de los rosados botones y lo pellizco. Un gemido, cortito y bajito, se escapo de la boca del cantante cortando le beso…

Antes de que Shuichi dijera o preguntara algo, que sabia de antemano no podría contestar, le pregunto:

- ¿No tienes que trabajar? 

-Si- respondió el cantante que no dejaba de mirarle, esta vez a los ojos y sin pudor- Adiós- deposito un suave beso en su mejilla y se fue.

Se acomodo en el asiento de conducir y vio como su pequeño entraba corriendo a NG y saludaba a todos con esa sonrisa que hacia tanto que no veía pero que tanto necesitaba. Se toco con las yemas de los dedos sus labios y sonrió recordando el beso anterior…

-Idiota- dijo y arranco

 

- Fin flash back-

 

-¿Entonces te beso?- pregunto Hiro.

Estaban en la cafetería del edificio, tomándose un pequeño descanso tras cuatro horas de arduo trabajo. Shuichi estaba contándole a su amigo del alma, que acababa de perdonar por no haberlo defendido antes K, todo lo ocurrido esa mañana en el auto con su amante. 

-Si…

-¿Y tu le respondiste?

-Si…

-Vaya- fue la única respuesta del pelirrojo ante la confesión de Shuichi- La verdad es que no entiendo a ese idiota-

-Hiro, no lo llames así…

-Todas las noches sale y no vuelve sino es hasta la mañana- continuo Hiroshi sin  hacer caso a la interrupción de su amigo- Y no solo eso, sino que vuelve con evidentes muestras de que ha estado con una mujer y ahora de la nada te besa… es extraño ¿no?

-Mm...- sorbió un poco de su bebida y cambió de tema- Además hoy recibí una llamada muy extraña…

-¿Una llamada extraña?

-Si…

-Y bien… ¿?

-¿Qué?

 - ¡¡La llamada!!-le grito Hiro

-¡Ah! Lo siento – dijo Shuichi sacando la lengua graciosamente a la vez que se rascaba la cabeza.

- ¡Por dios habla de una vez!

-Esta bien, no tienes porque enojarte… Bueno, era un hombre el que hablaba, me dijo que el juego recién comenzaba y que Yuki no podía desobedecer las reglas como estuvo a punto de hacer esta mañana, aunque no sé a que se refiere.

- ¿Eso fue lo único que te dije?

- No, también dijo que si desobedecía esas reglas cosas feas pasarían. La verdad me dio un poco de miedo, espero que Eiri no este metido en nada malo.- Dijo Shuichi preocupado.

 -Mm… suena como amenaza- concluyo Hiro también con semblante preocupado.

- ¿Amenaza?

- “No puede desobedecer las reglas”-cito- suena un tanto aterrador.

-¿Crees que Eiri este metido en algo malo?

- No lo sé…- admitió- también puede haber sido solo una broma, ya sabes cuanto locos andan sueltos por ahí. ¿Por qué no intentas hablar de esto son Yuki-san?

-Si tienes razón, intentaré hablar con él, ojala me escuche.- dijo bajando la mirada en señal de tristeza. Al percatarse de eso Hiro se le acerco y lo abrazo de forma fraternal.

En el momento en que su cabeza toco el hombro de su amigo no pudo hacer nada mas que llorar e intentar calmar el dolor que sentía en su corazón.

-Ya… ya no sé… q-que más hacer- decía entre sollozos

-Shhh… tranquilo 

-¿Por que? ¿Por qué?... ¿Por qué… no me… ama?

 

-…- Hiro  no supo que decir, ver así a su amigo de la infancia, aquel que con tantas tristezas y alegrías había vivido y que consideraba el hermano menor que nunca tuvo, le destrozaba el alma. El sabia cuanto amaba a Yuki Eiri  pero también creía saber que este jamás lo ha amado.

- El no te merece…-dejó escapar

-¿Qué?- le pregunto levantando su rostro para poder mirarlo.

- El no te merece…- volvió a decir enfadado- lo único que hace es jugar contigo…. Se acuesta con otras chicas a pesar de tener un amante que lo adora y que hace todo para hacerlo feliz…Podrías tener a alguien a tu lado mil veces mejor que él, eres hermoso, dulce, famoso, no te costaría nada.  ¿Por qué? ¿Por qué Shuichi? ¿Por que te aferras a vivir una fantasía?

- Por que vivir una fantasía es menos doloroso que vivir la realidad.

 

Notas finales:

Hola! :D Bueno, primero agradecerles a todas las personas que dejaron su review, no saben lo feliz que me hicieron. & como les dije intente actualizar lo más pronto posible. 

Segundo capitulo saliendo calentito de mi cabeza xD ! 

Espero les guste, intentaré terminar el 3 para la próxima semana pero ya saben, no aseguro nada. 

Saludos :D 


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