Capitulo 2. Un encuentro imprevisto. Una persona del pasado.
-¡Oto-chan!, ¡oto-chan!- llamaba un pequeño pelinegro bajando las escaleras
-Estoy en la sala- se escucha una voz
-Nee oto-chan- decía estando ya en frente del rubio
-¿Qué pasa Kyosuke?- preguntó con una sonrisa.
-¿Gaa-nii va a venir hoy?- preguntaba emocionado el menor.
-Hai- dijo desordenando los cabellos del menor -Debe venir mas tarde- dijo esbozando una sonrisa.
-¡Que bien!- dijo emocionado mientras se sentaba al lado del rubio.
-Jajaja- rio dulcemente, mientras miraba a su pequeño -¿quieres ver televisión?- pregunto mientras cogía el control
-Hai- dijo colocando una sonrisa y el rubio encendió la televisión.
-<>- pensaba mientras lo miraba dulcemente -<>- suspiro hondo -<>—
-Tadaima- dijo al entrar a la casa -Ohayo Naru-chan- dijo al entrar a la sala
-Ohayo Dei-chan- volteó a verle con una sonrisa en labios.
-¡Tío!- dijo el pequeño mientras corría hacia el
-Ohayo mi pequeño Kyosuke- dijo agachándose hasta quedar a la altura del niño para darle un abrazo –Toma, esto es para ti- decía entregándole una caja -son unos chocolates muy sabrosos- dijo con una sonrisa
-Arigatou oji-san- dijo dándole un abrazo y sonriendo.
-Jajaja… Kyosuke ¿cuántas veces te he dicho que no me llames así? Me haces sentir viejo- dijo dulcemente
-Hai- sonrió el menor.
-Nee onii-chan, no deberías consentirlo tanto, lo vas a volver un niño malcriado- dijo divertido desde el sillón.
-Jajaja… ya cállate- dijo levantándose y dirigiéndose al sillón donde estaba Naruto. -¿qué tiene de malo un regalo de vez en cuando? Además, bastante que te consentí cuando eras pequeño y no pasó nada- dijo desordenando los cabellos de Naruto
-Si tú lo dices- bufo el menor de los rubios
-¿Nunca piensas cambiar verdad?- dijo sarcásticamente
-Nop- dijo infantilmente
-Jajaja, creo que si te consentí demasiado- se burlaba el mayor.
-Hump… ¿Apenas te das cuenta de eso nii-san?- preguntó con burla y en eso suena el timbre.
-¡Yo voy!- dijo el pelinegro muy emocionado
-¡Kyosuke!- llamó el rubio menor levantándose del sillón -no vallas a abrir la puerta- decía ya cerca del chico.
-Demo- dijo triste
-Demo nada, tú todavía eres muy pequeño mi amor- dijo con una sonrisa dulce
-Hump- volteó la cara y puso un puchero y el rubio solo rodeo los ojos y abrió la puerta.
-Ohayo Gaa-chan- saludó el rubio. -pasa- dijo quitándose de la puerta para que este pasara.
-Ohayo Naru-chan- dijo el pelirrojo dándole un dulce beso en los labios al rubio
-¿Como amaneciste hoy?-
-Muy bien- dijo con una sonrisa -¿y tú?-
-Bien, ahora que estoy contigo- dijo el pelirrojo haciendo que el rubio se sonrojara
-Gaa-nii- dijo el pequeño mientras se acercaba a este.
-Ohayo Kyosuke-kun- dijo con una sonrisa desordenando los cabellos del pequeño.
-Nee mira, mira- decía mostrándole la caja de chocolates -mi oji-san me los trajo- dijo con una sonrisa.
-Que bueno- dijo tiernamente el pelirrojo
-Comámoslo juntos- dijo el pelinegro
-Kyosuke- llamó en tono reprobatorio. -¿qué te he dicho sobre comer dulces antes de comer?- dijo Naruto con un leve tono de regaño
-Demo… oto-chan-
-Kyosuke-kun, hazle caso a tu oto-chan, él lo dice por tú bien- dijo agachándose hasta quedar a la altura del menor.
-Demo- dijo triste el pequeño
-No te preocupes, te prometo que los comeré contigo luego ¿vale?-
-Arigatou Gaa-nii- dijo con una sonrisa
-Tú también lo malcrías demasiado Gaa-chan- dijo el rubio soltando un suspiro.
-Jaja- rio el pelirrojo mientras se levantaba -¿como no hacerlo si es el hijo de la persona que más amo en este mundo?- preguntó agarrando al rubio por la barbilla haciendo que este se colocara muy rojo.
-Gaa-chan… ve que está el niño presente- dijo nervioso el rubio.
-Está bien- dijo soltando la barbilla del ojiazul -pero me la debes- le sonrió.
-Ha-hai- dijo mientras sus mejillas regresaban a su color original
-Nee Gaa-nii ¡vamos a jugar!- decía el pelinegro agarrando la mano del pelirrojo y empezando a caminar, más bien remolcarlo.
-Hai- dijo siguiendo al pequeño
-Hump- suspiro el rubio colocando una sonrisa de medio lado para luego seguir al pelirrojo y al niño.
-Nee oji-san- llamaba el pequeño entrando a la sala -mira quien está en casa-
- Con una venita en la frente -Kyosuke ¿cuántas vec-ah... Buenos días Gaara-kun- saludó un poco serio el rubio mayor.
-Buenos días Deidara-san- respondió fríamente.
-Onii-chan- dijo en forma de reproche el rubio menor que venía entrando a la sala
-Hai, hai- dijo levantándose del sillón.
- Suspiro hondo para acercarse hasta donde estaba el pelirrojo -¿y bien? ¿Qué van a jugar?- le pregunto al pequeño.
-Bueno- dijo pensativo -¡x-box!- dijo con una gran sonrisa.
-Jaja… Por mi esta bien- dijo dulcemente Gaara.
-Oto-chan ¿puedes traer el x-box?- pregunto el menor con unos ojitos de cachorrito.
-Hump… Hai, hai, ya lo traigo- dijo con una sonrisa para dirigirse a las escaleras.
_Después de unos minutos._
-¿No vas a jugar Naru?- pregunto el pelirrojo.
-No, jueguen ustedes. Yo voy a ir a ayudar a Dei-chan a hacer el almuerzo- dijo con una sonrisa.
_En la cocina._
-Nee onii-chan nunca piensas dejar quieto a Gaara ¿verdad?- pregunto el rubio menor revisando el refrigerador.
-Hump- bufo el mayor de los rubios.
-Ya han pasado más de 7 años y todo sigue igual- dijo sacando unas cosas del refrigerador.
-No fue mi culpa- dijo encogiéndose de brazos.
-¿Seguro?- preguntó enarcándole una ceja.
-Bueno está bien- dejó lo que hacía y volteó a ver a su hermano. -tal vez si tengo un poquito de culpa, pero no fue solo mía, también fue culpa de Akatsuki-
-Si, pero eso no es ningún consuelo-
-…-
-Ya que eso no me quita la idea de que ayudaste al final poco o mucho ayudaste- dijo empezando a picar las cebollas.
-Hai, hai, lo que tú digas- dijo dándole la espalda a Naruto.
_Después de unas horas._
-Chicos- llamaba entrando a la sala -la comida ya está lista- decía el Naruto.
-Hai- decía el pelinegro -ya vamos oto-chan-
-Los espero en la mesa- dijo el rubio dándose la vuelta para dirigirse al comedor y más atrás venían los otros dos.
-Qué rico se ve- decía el pelirrojo sentándose a la mesa.
-Kyosuke ¿ya te lavaste las manos?- preguntó el rubio mayor.
-Nop- dijo infantilmente
-Pues ve a lavártelas- dijo el rubio menor
-Hai- dijo pesadamente mientras se paraba de la mesa para irse a lavar las manos con rapidez y luego regresar a la mesa. -ya- decía mientras se volvía a sentar
-Itadakimasu- dijeron todos al unísono
_Después de comer_
-Naru, nuestro turno comienza en una hora- decía el pelirrojo
-Hai- decía levantándose de la mesa -deja me baño y me cambie- y se fue a las escaleras para subir hasta su habitación.
-Hai- dijo este levantándose de la mesa.
-Kyosuke, ayúdame a levantar la mesa- decía el mayor de los rubios.
-Hai- decía mientras se paraba y llevaba su plato al fregadero.
_Al rato_
-Naru-chan apúrate, vas a llegar tarde- decía el mayor de los rubios.
-Hai, hai- decía bajando las escaleras.
-¿Nos vamos?- pregunto el pelirrojo
-Hai- dijo tomando su celular de la mesa -Sayo Dei-chan, nos vemos mas tarde- dijo dirigiéndose a la puerta.
-Oto-chan- llamó el pequeño antes de que este saliera -iterashaii- le dijo con una sonrisa.
-Arigatou- dijo agachándose a la altura del menor -te me cuidas mucho- decía dándole un dulce abrazo -le haces caso a tu tío Deidara ¿si?- le besó la frente.
-Hai- dijo con una sonrisa.
-Nos vemos más tarde- dijo mientras soltaba al pelinegro y se levantaba
-Nos vemos mañana Kyosuke-kun- decía el pelirrojo desordenándole los cabellos al menor.
-Hai- dijo sin cambiar la expresión
-Te quiero mucho- dijo el rubio menor antes de salir.
-Y yo a ti oto-chan- decía mientras el rubio salía de la casa junto al pelirrojo.
_Ya en la cafetería._
-Konnichiwa Naruto-kun, Gaara-sama- decía un castaño con una cicatriz en la nariz
-Konnichiwa Iruka-san- decía el rubio mientras se dirigía a los vestidores
-Konnichiwa Iruka-san- dijo el pelirrojo mientras seguía al rubio
_En los vestidores_
-Naru- llamaba el pelirrojo abrazando al nombrado por la espalda
-¿Qué pasa Gaa-chan?- pregunto dándose la vuelta para ver la cara del pelirrojo
-Tú me debes algo- dijo con voz maliciosa
-¿Ah? ¿Qué?- dijo inocentemente
- Sonriendo de medio lado -tal vez esto te ayude a recordar- dijo cazando los labios del rubio comenzando un apasionado beso
-Oigan chicos- dijo un chico castaño entrando a los vestidores interrumpiendo el beso de los chicos quienes al verse descubierto se separaron rápidamente.
-Shi… Shikamaru- dijo nervioso el ojiazul y Gaara solo veía con algo de fastidio al que les acababa de interrumpir.
-Que problemático- dijo llevando sus brazos tras su cabeza -yo solo venía a decirles que los clientes esperan y me encuentro con esto… hump- bufó.
-Jejeje- rió nervioso el rubio con una gota en la cabeza
-Apúrense o Iruka-san se va a molestar- dijo saliendo de los vestidores
-Ha-hai- dijo nervioso -ya vamos- le dijo a Shikamaru quien bufó y salió de los vestidores. -vamos Gaa-chan- le tomó de la mano para así salir de los vestidores -Por cierto Gaa-chan. ¿Qué es lo que te debo?- pregunto inocentemente mientras esbozaba una pequeña sonrisa
-Hump- bufó rodeando los ojos. -Nada- dijo sin mucho ánimo.
-….umm, ok. Bueno, suerte- dijo no muy convencido pero luego se acercó a Gaara y le dio un fugaz beso en los labios para luego irse, sin ver como el pelirrojo se había tapada la boca con la mano y un leve carmín aparecido en sus mejillas.
-“Tilín-Tilín”- suenan las campanas de la puerta, mientras por esta entraba un joven de pelo negro y reflejos azulados, con unos lentes oscuros que no dejaban ver el color de sus ojos y una piel tan blanca como la leche, quien se sentó en una de las mesas del lado sur de la cafetería, mientras era observado y escudriñado, prácticamente violado por la vista, por todas las chicas que se encontraban en ese lugar
-Bienvenido- dijo al llegar a la mesa -¿qué se le ofrece señor?- preguntó el pelirrojo cortésmente
-¡Oh! Sabaku no Gaara- decía el joven mientras afincaba sus brazos en la mesa con total sorpresa y una delgada silueta de una sonrisa burlesca se dibujaba en sus labios.
-¿Disculpe? ¿Acaso le conozco?- preguntó un poco confundido
-¿Acaso no te acuerdas de mí Gaara-kun?- preguntó con sarcasmo y el pelirrojo solo le enarcó una ceja y se le quedó mirando a la cara.
-Disculpe pero— en eso se cayó la boca al caer en cuenta de quien era, haciendo que de un instante a otro su desagrado se mostrara en su rostro.
-Por lo que veo ya te acordaste de quien soy- dijo burlonamente
-Vaya, vaya, nunca pensé que Sasuke Uchiha vendría a una cafetería como esta- dijo con voz burlona.
-Y yo nunca pensé encontrarme con nada más y nada menos que Sabaku no Gaara trabajando en una cafetería como esta- dijo con mucha burla y retórica ironía.
-Con su permiso, me retiro- decía con un tono de voz molesto, ya que ese comentario de verdad le había sacado de sus casillas.
-Disculpa Gaara-kun, pero aquí soy un cliente- dijo sarcásticamente el azabache.
-Hump, me retiro, uno, porque ando muy ocupado como para estar perdiendo mi tiempo con alguien como usted “señor cliente”, además, de que no soporto verte- dijo con una venita en la frente. –pero no se preocupe, “señor cliente” mandaré a alguien más para que tome su orden- dijo con mucha molestia y rabia contenida para luego retirarse.
-Jaja- soltó una pequeña carcajada haciendo que el pelirrojo se pusiera más molesto
-Naruto- dijo acercándose hasta donde se encontraba este.
-¿Qué pasa Gaa-chan?- pregunto el rubio
-¿Podrías atender la mesa siete por mí?- decía todavía molesto
-Hai- dijo un poco confundido -pero… ¿por que estas tan molesto?- preguntó el ojiazul un poco intrigado
-Te lo digo después- dijo para luego dirigirse a la barra –Shikamaru, dame dos cafés y unas rebanadas de pastel de chocolate para la mesa cinco-
-Ok, enseguida- respondió el castaño, mientras Gaara iba a tomar la orden de otra mesa que acababa de llegar.
-<<¿Que le habrá pasado?>>- se preguntaba a sí mismo mientras se dirigía a la mesa donde se encontraba el azabache -Bienvenido- dijo ya enfrente de la mesa -¿qué desea ordenar señor?- pregunto cortésmente esbozando una sonrisa, y el joven solo levantó la mirada y se quitó los lentes al ver al rubio frente a él, dejando ver así ese intenso color negro de sus ojos como la noche.
-¿Qué me recomiendas tú?- pregunto interesado viendo al rubio a la cara, quien desvió la mirada al sentir esa intensa mirada oscura sobre la suya.
-Bueno… yo le recomendaría el pastel de fresas o el de chocolate. Él de chocolate es mi favorito, así que si fuera por mí pediría ese- dijo infantilmente esbozando una sonrisa zurrona.
-Hump- sonrió un poco. -Entonces dame uno de esos y también me das un café latte mediano- dijo el azabache
-Ok, enseguida se los traigo- dijo dando media vuelta para retirarse -Shikamaru-san, dame una rebanada de pastel de chocolate y un café latte mediano- dijo en la barra, y luego de unos minutos regresa a la mesa con la orden. -Aquí tiene señor- dijo colocando el pastel y el café en la mesa -¿va ha desear algo más?- pregunto cortésmente
-Umm… Hai.- dijo dándole una sorbida a su café. -¿Me puedes traer otra rebanada de pastel?- pregunto amablemente
-Hai, ¿La va a querer para llevar?- preguntó el rubio
-Si por favor-
-Enseguida se la traigo- dijo el rubio
-Por cierto- llamó el azabache antes de que el rubio se fuera
-¿Si diga?- dijo viendo al rostro del azabache
-¿Cuál es tu nombre?- preguntó interesado el azabache, pero el rubio le miró un poco extrañado antes de responder.
-Mi nombre es Naruto Uzumaki señor- sonrió y luego se retiró hasta la barra. –Shikamaru, dame una rebanada de pastel de chocolate para llevar para la mesa siete- se sentó en una de las sillas de la barra.
-Oe, las sillas de la barra son para los clientes- le dijo fastidiado mientras guardaba la rebanada de pastel en un envase.
-Si, si- se levantó de la silla. -por cierto, ¿has visto a Gaara?-
-No, hump, que problemático, ese se metió hace un rato a los vestidores y no ha salido- dijo pesadamente -Aquí tienes- le pasó el envasé de la torta al rubio quien la tomó algo pensativo y se dirigió de nuevo a la mesa del azabache.
-Aquí tiene señor- dijo colocando la caja en la mesa
-Arigatou- dijo el azabache –bueno, toma- le pasó el dinero. –y guarda el cambio- dijo levantándose de la mesa.
-Arigatou- dijo feliz. -vuelva pronto señor- dijo el rubio con una sonrisa y el azabache solo hizo un ademán con la mano para luego salir del local. -<> Uff oh bueno- suspiró y regresó la vista a la mesa donde se encontraba la taza del café vacía y el pastel de chocolate intacto. -¿eh? ¿Are? ¿No se lo comió?- tomó el plato del pastel. -¿será que no le gusto?- en eso vio la servilleta debajo con algo escrito: “lo siento, no me gusta lo dulce, cómetelo tú” –hump- sonrió un poco. –oh bueno, normalmente diría que no, pero… no se puede desperdiciar- sonreía.
-¡Naruto! ¡Aquí esta el pedido de la mesa quince!- decía el castaño desde la barra
-¡Hai! ¡ya voy!- dijo el rubio
_Después de un rato._
-Nee Shikamaru, ¿puedes llamar a Gaara?, esto está a reventar y yo no puedo solo- decía el rubio que no daba abasto para toda la gente.
-Tsk, Que problemático- dijo dirigiéndose a los vestidores
-Arigatou- agradeció para dirigirse a una de las mesas
_Mientras tanto, en un lugar muy lejano a la cafetería._
-Tadaima- Decía el pelinegro entrando a una gran mansión
-Okkairi- decía un joven con cabellos de igual color y ojos, y una piel blanca, muy parecido a Sasuke, con la diferencia de que este tenía el pelo mucho más corto -Sasuke-
-Toma, esto es para ti- dijo colocando la caja que traía en la mesa
-¿Qué es?- preguntó intrigado.
-Veneno- dijo con molestia.
-¿Oh? ¿Enserio? ¿Acaso quieres envenenarme?- preguntó con exagerado dramatismo.
-Solo cómetelo- dijo sentándose en uno de los sillones de la sala, colocando los pies sobre una pequeña mesa que se encontraba ahí.
-Ok, ok, pero no te estreses, te saldrán arrugas- decía tomando la cajita de la torta y la cucharilla plástica para acercarse al azabache
-¿Con que Naruto Uzumaki eh?- dijo en un susurro esbozando una pequeña sonrisa al recordar al rubio aquel de ojos azules como el cielo.
-Al parecer hoy tuviste un gran día- decía sentándose en el sillón de al lado de donde estaba Sasuke -¿Se puede saber por que estás tan feliz?-
-No fue nada, solo que conocí a alguien- dijo levantándose del sillón
-¿Oh enserio?- preguntó con sorpresa. -¿Y cómo—
-No es de tú incumbencia- aclaró antes de que el otro terminara si quiera la pregunta.
-Hump, ¿A donde vas?-
-Pues a mi habitación- dijo con ironía rumbo a las escaleras. -¿A dónde más?-
-Hump- rodeó los ojos. –Ah… antes de que se me olvide…- hizo una pequeña pausa al recordar algo.
-¿Si?-
-Bueno- decía nervioso
-¿Qué pasa Sai? Dilo de una vez- dijo un poco molesto
-Lo que pasó es que Itachi llamó-
-¿Y eso a mí que?- dijo empezando a caminar nuevamente
-Dijo que llegaba mañana en la mañana- dijo el moreno de pelo corto y Sasuke se detuvo de golpe al escuchar eso.
-¿Qué?- le volteó a ver con sorpresa.
-Lo que oíste querido-
-Tsk, Ese bastardo- dijo con obvio enojo. -… y no me llames “querido” idiota- dijo para luego comenzar a caminar rumbo a su habitación.
_En la cafetería._
-¡Al fin!- decía el rubio sentándose en una de las sillas de la barra
-Naruto, ¿por qué no tomas tú descanso de una vez aprovechando que no hay muchos clientes?- decía el pelirrojo
-Pero—
-Solo ve, yo me ocupo de los clientes que quedan-
-Ok, gracias Gaa-chan- dijo con una sonrisa
-Toma- decía entregándole una rebanada de pastel
-¿Y esto?- pregunto confundido
-Es para ti- decía Shikamaru
-¿Para mí?- pregunto aun más confundido
-Hai, que problemático- dijo con fastidio. -un chico de cabellos oscuros dijo que te lo diera-
-¿Eh? ¿Cabellos oscuros?- preguntó pensativo por un momento –umm, bueno- se encogió de hombros -ya que fue tan amable, lo menos que puedo hacer es comerlo- dijo infantilmente.
_Mas tarde, 7:30 PM._
-Hasta mañana Shikamaru, Iruka-san- se despedía el ojiazul
-Hasta mañana Naruto-kun - decía el castaño de la cicatriz en la nariz
-Hasta mañana- decía el pelirrojo dirigiéndose a la puerta para luego dirigirse a su coche siendo seguido por el rubio.
-Waa! estoy muerto- decía con cansancio el ojiazul montándose al coche.
-Hoy hubo mucha gente- decía el de ojos aguamarina encendiendo el coche
-Mmm- se estiraba para luego recostarse en el asiento -que bueno que mañana es mi día libre- decía con una sonrisa -por cierto Gaa-chan- llamó la atención del nombrado. -hay algo que me intriga-
-¿Uh? ¿Qué cosa?- pregunto sin quitar la vista del camino
-¿Por qué temprano estabas tan molesto?- pregunto dulcemente el ojiazul
-No era nada importante, solo que me encontré con una persona desagradable- dijo un poco tenso
-¿Te refieres al moreno de la mesa 7?- preguntó volteando a ver al pelirrojo
-…- apretó el volante
-¿Acaso se conocían?- preguntó intrigado
-Uff- suspiró hondo antes de responder –Si, el estudiaba conmigo en la secundaria y no nos llevábamos muy bien que digamos- dijo seriamente –es un tipo engreído, pedante, calculador, odioso y sobre todo se cree el dueño del universo y sus alrededores- decía con una venita en la frente.
-A mí me pareció una persona muy amable y gentil- dijo dulcemente haciendo que el pelirrojo frenara y lo volteara a ver un poco desconcertado –<> pero si tú lo dices es por algo ¿no?, además, tú lo conoces desde la secundaria, yo apenas y lo vi hoy por unos minutos- dijo mirando la cara del pelirrojo con una sonrisa haciendo que este volviera la vista al frente y siguiera con el camino.
_Después de eso el coche se inundo con un silencio abrumador, hasta que._
-Ya llegamos- dijo el pelirrojo estacionando el coche en frente de una gran casa blanca con un gran jardín lleno de muchas flores
-Ha-hai, que pases buenas noches- dijo para luego tratar de bajarse del coche, pero no pudo ya que fue detenido por el brazo y le jalaron hasta atraerlo hasta sí.
-Buenas noches- dijo agarrándole por la barbilla y dándole un demandante beso, dejando al rubio un poco confundido por la acción tan brusca y repentina del pelirrojo, pero en cuestión de segundos terminó rodeando el cuello de Gaara con sus brazos para así profundidad el beso. -te amo- dijo suavemente.
-Y… y yo a ti- dijo alejándose del rostro del pelirrojo –nos vemos mañana- dijo para luego bajarse del coche
-Hai- dijo tiernamente
-Sayo- decía despidiéndose con la mano mientras el coche emprendía su marcha. Después que el coche desapareció a la distancia entro a la casa –tadaima- dijo al abrir la puerta y colocó las llaves en una mesita al lado de la puerta.
-Okkairi oto-chan– decía un pequeño pelinegro mientras se acercaba
-Hola mi pequeño Kyosuke- dijo con una sonrisa desordenando dulcemente los cabellos del pequeño –¿y Dei-chan?-
-Amm… oji-san está en la cocina-
-Umm, ok- dijo el mayor con una sonrisa –ya es tarde ve, así que ve a bañarte y yo subo en un momento-
-Hai- dijo dando media vuelta y dirigiéndose a las escaleras
-Ya llegue onii-chan- dijo entrando a la cocina –¿te ayudo?-
-Hola Naru-chan– dijo el mayor con una sonrisa –¿cómo te fue hoy?- preguntó mientras enjuagaba los platos
-Me fue bien, solo que hubieron muchos clientes- se quejó el menor.
-¿Mañana es tu día libre verdad?
-Hai-
-Nee Naru-chan, ¿qué te parece si mañana en la tarde vamos a la feria?- preguntó el mayor
-¿Eh? ¿De verdad?-
-Hai, tenemos tiempo que no vamos, además sería bueno llevar a Kyosuke para que se divierta un poco-
-Jejeje, me parece bien- dijo con una sonrisa mientras se dirigía a las escaleras. Ya en el segundo piso, entra a una habitación de un color azul cielo con una cama en el centro –Kyosuke- decía mientras se sentaba en la orilla de la cama
-Ya voy- se escuchaba desde el baño. Después de unos minutos – Ya- dijo el menor con una sonrisa, vestido con un pijama del mismo color de la habitación -oto-chan – dijo mientras le daba un abrazo
-¡Vamos! A dormir, ya es tarde- dijo el mayor
-Hai- dijo para luego acostarse para que Naruto le arropara.
-Mañana vamos a ir a la feria, así que descansa- dijo con una sonrisa mientras se sentaba a su lado.
-Siiii- dijo emocionado el pequeño. –¡la feriaaa!-
-Si, pero ya duérmete- le besó la frente. -Oyasumi na sai Kyosuke-
-Oyasumi na sai oto-chan- dijo con una sonrisa para luego cerrar sus ojos hasta quedarse dormido, y una vez que el pequeño estuvo completamente dormido es que Naruto se levanta con mucho cuidado de la cama para no despertarle.
-Hasta mañana mi pequeño Kyosuke– dijo apagando las luces para luego salir de la habitación -<>- pensaba caminado por el pasillo y luego entrando a una habitación de color naranja, con la decoración en un color Beige, una cama matrimonial en el centro, al lado un gran escritorio con una computadora y un poco mas haya se encontraba un estante con muchos libros, en frente de la cama un gran espejo de cuerpo completo, y diagonal a este había una puerta de cristal que daba justamente al balcón, desde el cual se veía todo el jardín. Después de ducharse se dirigió a la cama acostándose boca arriba y colocando un brazo sobre sus ojos -¿por qué siento esta punzada en el pecho?, estoy con ella desde esta tarde- se dio la vuelta quedando con la vista al balcón –no se porque, pero siento la impresión de que conozco a ese chico desde hace varios años– y con esto dando vueltas en su cabeza cayó dormido por todo el trajín de la tarde.
_En la mansión Uchiha._
-“Toc-toc-toc”- tocaban la puerta –nee Sasuke, ¿puedo entrar?- preguntaban del otro lado de la puerta
-Hai- se escuchó una voz seria
- Abriendo un poco la puerta –solo quería avisarte que la cena ya está lista-
-Ok, ya bajo-
-Te espero abajo- dijo con su acostumbrada sonrisa falsa.
-Lo que tú digas-
_Después de unos minutos_
-Sírvete, la comida está en la olla- decía el moreno de pelo corto.
-Aja- dijo para luego servirse la comida y sentarse en la mesa.
-“Ding-dong”- suena el timbre.
-¿Quién podrá se a esta hora?- pregunta el de pelo azulado.
-No sé. Kelly, antes de que te vayas ve a ver quien es- ordenó el moreno de cabellos cortos.
-Hai- y se encaminó a la puerta. –Oh- dijo con sorpresa al abrir la puerta. -Bienvenido a casa-
-Arigatou- dijo desde la puerta.
-Por favor pase- dijo la señorita quitándose de la puerta.
-Kon ba wa- saludó a los que se encontraban en la cocina.
-Tú…