Habían pasado tres meses desde que Tezuka y Sanada habían tenido que hacer su prueba de lealtad, en la cual tuvieron que ir en contra de sus principios y valores. Los cuales fueron enseñados por sus familias cuando los dos eran unos pequeños, dulces e inocentes niños.
Gracias a esta prueba ninguno de los dos se siente digno de volver a ver a su familia y mucho menos de volver a cumplir su función de oficiales respetados por sus compañeros. Ya que les daba vergüenza asumir lo que habían tenido que hacer para pasar esa prueba, por ese motivo los dos comenzaron a tenerles un gran odio a los dos jefes de la mafia.
No paso ni una semana de la prueba lealtad cuando obligaron a los dos chicos a comenzar con su enterramiento de segundo año y al igual que al anterior, los dos lo dominaron en muy poco tiempo, tan solo tres meses les bastaron para ser dos mafiosos entrenados.
Pero esta vez no hicieron el entrenamiento por cumplir la misión de atrapar a esos dos sujetos si no que para a conocer las caras de los dos seres que más odian. Por a verles quitado no tan solo su dignidad como oficiales de la policías, si no también su orgullo de hombres y eso lo pagarían muy caro esos dos jefes de la mafia.
Cuando los dos terminaron su entrenamiento en el respectivo lugar donde se encontraban, fueron llamados por nada más y nada menos que las manos derechas de los jefes de la mafia.
(Nota de la autora: ahora solo vamos a seguir con Tezuka)
El chico de lentes escucho su nombre por el alta voz, además le decía donde debía dirigirse y se apago el alta voz. El rubio se encamino al lugar escuchado hasta que llego a una sala, donde había dos sillones negros de tres piezas cada uno, una mesa de madera de roble en el centro y una persona sentada en unos de los sillones.
Esta persona era un chico, tenía los cabellos rojizos, los ojos azules y una vendita en la mejilla derecha.
- Por favor siéntate- dice el chico pelirrojo con una sonrisa
- ...........- Tezuka no dice nada solo se sienta en frente del otro chico
- Mi nombre es Kikumaru Eiji y soy la mano derecha de Fuji-san nya, mucho gusto, ¿Cuál es el tuyo?- dice Eiji presentándose, a la vez que hace una reverencia
- Kunimitsu y el gusto es mió Kikumaru-san- dice el chico de lentes imitando al otro chico
- He escuchado mucho de ti y en verdad te admiro, eres sorprendente- dice el pelirrojo con una mirada llena de ilusión
- Se lo agradezco - dice el chico rubio seriamente
- No tienes nada que agradecer- dice Eiji con una linda y tierna sonrisa
- ...........- Tezuka no dice nada solo asiente con la cabeza
- Bueno, bueno basta de platica aquí tienes tu titulo y tu licencia de mafioso de recién graduado - dice el pelirrojo pasándole en un diploma y una tarjeta a Tezuka
- Muchísimas gracias - dice el chico de lentes haciendo una reverencia
- Por nada, ahora sígame- dice eiji parándose del sofá comenzando a caminar
- Disculpe ¿A dónde va llevarme?- pregunta el chico rubio con algo de desconfianza y miedo en su mirada aunque no se lo notara
- A done Fuji-san- dice el pelirrojo con una sonrisa y una mirada gatuna
- Comprendo- dice Tezuka a la vez que traga saliva duramente y su mirada cambia una llena de odia e ira
- ¿Nos vamos?- pregunta Eiji de una manera muy inocente
- ...............- el chico de lentes no dice nada solo sigue al pelirrojo
Y asi los dos caminan en silencio hacia una gran puerta negra de metal, al llegar a ella esta es abierta por el pelirrojo para seguir caminado por un puente echo de cerámica blanca y cemento. Los dos lo cruzan y llegan a una clase de estacionamiento donde hay una limosina negra con azul, en la cual los dos suben y son llevados a una hermosa pradera donde hay una linda casita azul con blanco.
Al llegar a esta los dos bajan del la limosina, entran en la casa y el chico de ojos azules oscuros, lleva a Tezuka hasta el despacho de el jefe de la mafia, ambos entran en el y cierran la puerta.
- Gracias Eiji puedes retirarte - dice Fuji-san con una sonrisa falsa
- Si Fuji-san, con su permiso - dice Eiji haciendo una reverencia y se va
- Siéntate por favor Kunimitsu-kun - dice el ojiazul mirando al chico nuevo
- .................- Tezuka no dice nada, solo se sienta
- Es un honor para mi conocer a alguien tan habilidoso como tu -dice el castaño abriendo sus ojos con una mirada triste y mientras sonríe falsamente
- El honor es para mi Fuji-san - dice el chicos de lentes mirando aquellos ojos con una mirada aun de rabia pero no tanto de ira
- ¿Por qué quisiste ser mafioso?- pregunta Fuji con curiosidad, a la vez que cierra su ojos
- Por que quise - dice el rubio de forma cortante
- Bueno ¿Qué quieres hacer?-dice el castaño a la vez que se para de su silla
- ¿A que se refiere?- pregunta Tezuka confundido
- Me refiero a que si ¿Quieres ser un vigilante o un entregador o un comerciante o mi mano izquierda?- dice y pregunta el castaño mirando de reojo a Tezuka
- Lo que usted quiera- dice el de lentes seriamente a la vez que se maldice por a ver dicho semejante estupidez
- ¿Seguro?- pregunta Fuji con una mirada de desconfianza
- Si - dice el rubio de manera cortante
- ¿No te vas arrepentir?- pregunta el castaño de forma de juego
- No - dice Tezuka de la misma manera anterior
- Entonces serás mi mano Izquierda- dice el ojiazul con una sonrisa juguetona
- ¿Qué es lo que debo hacer?- pregunta el de lentes seriamente
- Primero que nada vamos a brindar por tu graduación - dice Fuji sacando dos vasos de vidrio de un mueble
- .................- el chico rubio lo mira extrañado mientras le corre una gotita en la cien
- ¿Qué licor bebes?- pregunta el ojiazul mientras abre otro mueble donde hay muchos licores y de distintos tipos
- Ron en las rocas- dice Tezuka de manera cortante
- Buena elección - dice el castaño sirviendo ambas copas y entregándola la otro chico
- Se lo agradezco y después de hacer eso ¿Qué quiere haga?- pregunta el chico rubio con intriga mientas toma el vaso en sus manos
- Nada por hoy, yo te llevare a tu habitación donde podrás descansar por hoy y mañana comenzara el verdadero trabajo, salud- dice Fuji con una sonrisa a la vez que levanta el baso
- Comprendo, salud - dice Tezuka siguiéndole la corriente al jefe de la mafia bebiendo con desconfianza
Después de beber Tezuka y Fuji salieron del despacho hacia la habitación del chico de lentes, al llegar a esta, el rubio comenzó a mirar su nuevo cuarto con algo de asco.
- Bueno esta es tu nueva habitación, espero que la disfrutes- dice Fuji abriendo la puerta de una habitación muy elegante como la de un príncipe
- ......................- Tezuka no dice nada solo sigue mirando la habitación con asco y sorpresa
- Y ya me voy te dejo descansar, te veré mañana- dice y se va como si nada
- ........................- el rubio iba a decir algo pero el otro chico se había ido
Tezuka se sentó en la cama mientras se sentía como idiota por haber aceptado ser la mano la izquierda de ese sujeto pero lo que no podía quitar de su cabeza era la mirada triste de Fuji de su cabeza, el se preguntaba el ¿por que de esa mirada? y no sabia el por que pero el no descansaría hasta averiguarlo ya que nunca pensó que en la mafia hubiera alguien asi que no fuese un bruto y a la vez malvado.
Continuara