Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El mayor secreto de la tribu kuruta por Karura

[Reviews - 109]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

hola de nuevo, muchas gracias por sus reviews, bueno que disfruten este capítulo.

 

 

 

Estos personajes no me pertenecen, son del autor Yoshihiro Togashi 

 

Cap 3: una suave melodía que enternece.

 

 

Se despertó con sus ya habituales nauseas matutinas, nada más incorporarse en la cama y olisquear el aroma de la habitación, se tapó la boca corriendo velozmente al inodoro, donde volvió a vaciar lo que su estomago contuviera… se sorprendió de que, aquello que le hubiera provocado tanto asco fuera la loción de Leorio, no es que no le agradara, pero últimamente sentía repugnancia por olores y sabores que antes le hubieran parecido de lo más normales.

 

-kurapica ¿estas bien?

 

-creo que si… si no fuera por tu loción…

 

-¿qué tiene de malo mi loción?-preguntó el castaño indignado, oliéndose a si mismo.

 

-¿Cómo que qué tiene de malo? ¡Es asquerosa!-le dijo desde el cuarto de baño mientras en la cara del Dr. se vislumbraba el desconcierto y el enfado.

 

-¿¡asquerosa!? ¿¡Dijiste asquerosa!? ¡Esta loción está entre las mejores del mercado y además huele increíblemente bien!-decía el moreno mientras revolvía enérgicamente la mezcla del omelet que estaba preparando para su paciente.

 

-pues a mi me parece horrible, de solo recordarlo me dan nauseas-dijo volviendo de cabeza al inodoro.

 

-hasta ayer no te parecía para nada asquerosa-dijo entre dientes con un ligero rubor en el rostro, recordando como el rubio se había quedado dormido tiernamente en sus brazos.

 

-pues ahora no tengo el estomago para soportarla-dijo jadeando mientras se apoyaba en la puerta del tocador…

 

-está bien, tu ganas… trataré de sacarme el perfume, sé que estás así por el embarazo, es normal-recapacitó Leorio en voz alta, el rubio se tapó la nariz con desagrado mientras lo veía pasar hacia la ducha con una sincera sonrisa.

 

-oye Leorio, no es por ti, no apestas… es… solo que…-se disculpó avergonzado.

 

-no te preocupes, no eres el único que ha protestado por mi loción, algunas de mis pacientes embarazadas incluso decían que olía a pescado podrido.

 

-bueno, es así más o menos-dijo pensativo el rubio mientras intentaba contener una carcajada, después de mirarse unos segundos ambos se echaron a reír.

 

Desde hace casi tres semanas que Leorio iba a visitarlo cada mañana para prepararle un nutritivo desayuno y ver el desarrollo de su embarazo, también Gon y killua iban a visitarle para ver como se encontraba y en parte para investigar más acerca de los antiguos escritos que el kuruta había mencionado, sin embargo, había otra razón importante por la que ambos jovencitos querían pasar más tiempo con su amigo… Gon tenía el don de la intuición y podía detectar inmediatamente cuando algo no andaba bien…

 

Flash back…

 

-Killua, no quiero irme de la ciudad todavía-dijo el muchacho sobre la cama del cuarto de hotel en la que se hospedaban.

 

-lo has sentido también ¿verdad?

 

-si, como olvidar su olor… ¿me estará buscando para que pelee con él?

 

-tú sabes que él espera a que te vuelvas muy fuerte, por que si no sería muy aburrido, eres un capricho, un juego para él…

 

-la verdad es que me da mucha curiosidad por saber si esta vez puedo ganarle-dijo mirando su puño de manera sonriente, recordando la vez que luchó con él en la torre del cielo.

 

-pero ¿no crees que es extraño? De haber querido pelear contigo ya hubiera aparecido.

 

-si killua, por eso te digo que no deberíamos irnos tan pronto.

 

-¿y si tiene otros planes en mente?

 

-¿como cuales?

 

-……………. Emm… olvídalo no tiene importancia-dijo con una gota en la cabeza pensando que se sentiría estupido si tratara de explicarle a Gon que Hisoka además de sádico y demente era un completo pervertido, se quedó mirando su semblante reflexivo e instintivamente supo que había otra cosa que preocupaba al moreno.

 

Fin del Flash back…

 

Ahora se encontraban caminando por las calles de la ciudad rumbo al departamento de su amigo embarazado, Killua seguía observando al joven de ojos ámbar percatándose de que a ratos no dejaba de voltear hacia atrás… francamente él también tenía la misma sensación y eso lo incomodaba de sobremanera.

 

 

En el departamento de kurapica…

 

 

-¿adonde vas?

 

-a la azotea, necesito un poco de aire puro ¿me acompañas?

 

-de inmediato te alcanzo, lavaré los platos.

 

-de acuerdo-dijo el kuruta encaminándose hacia dicho lugar.

 

Al llegar el viento jugueteó con sus cabellos, el cielo estaba claro y azul sobre su cabeza mientras la ciudad se desplegaba con sus enormes rascacielos, cerró los ojos sintiendo como su espíritu se calmaba, mientras tomaba conciencia de que ese pequeño ser que habitaba en su interior desde hace casi cuatro semanas, le estaba dando un completo giro a su vida… todo parecía tan onírico, tan increíble…  así y todo aceptó la existencia de ese bebé que casi en ocho meses habría de nacer, se llevó una mano al pequeño bultito que se asomaba en su vientre y lo acarició con ternura.

 

-que bella y tierna melodía…-dijo una voz muy conocida para él.

 

-senritsu…  que sorpresa ¿qué te trae por aquí?-dijo alegre el rubio saludando a su amigo.

 

-estaba caminando cerca del parque y escuche una suave tonada que enterneció mi corazón, con curiosidad la seguí y…a medida que llegaba a este lugar fui dándome cuenta que había más de una canción siendo entonada,  muy idénticas entre si, verdaderamente me sorprendió que aquellas melodías provinieran de ti  kurapica-dijo senritsu emocionada viendo como el joven lanzaba un suspiro y miraba hacia el cielo cubriéndose los ojos del sol con su brazo.

 

-a mi también me sorprendió saber eso senritsu-dijo el joven con mirada serena y vidriosa, el embarazo le estaba dando un aire encantador.

 

-mm… su latido aún es muy suave, tanto que mis oídos no logran escucharle con claridad, sin embargo, su melodía es tan dulce y bella que asemeja a la tonada de un pétalo floreciendo en primavera-Senritsu había puesto su oreja en el vientre del pelirubio para escuchar con claridad al nuevo ser-enhorabuena kurapica, me da gusto que vayas a ser padre-declaró sonriente.

 

-Muchas gracias Senritsu, la verdad es que hay un favor que necesito pedirte-dijo el kuruta mirándole directamente.

 

-puedes pedirme lo que necesites, con gusto lo haré.

 

-necesito que busques información sobre el paradero de algunos objetos preciados de mi pueblo, esta vez no se trata de los ojos rojos, se trata de los escritos de los antiguos sabios, traté de encontrar información en la red, pero no tuve éxito, mañana iré a las ruinas…

 

-pero kurapica… ese lugar es… tal vez, no sería buena idea que fueras, los horribles recuerdos que allí tuviste podrían alterarte y eso le haría daño al bebé-habló de manera preocupada.

 

-estaré bien Senritsu, ya es hora de que supere eso de una vez, lo que requiero saber es… sobre el ritual de iniciación de la tribu kuruta, hay cosas que nunca supe sobre mi pueblo como, que pudiera embarazarme a mi mismo…

 

-entiendo, te ayudaré… iré contigo, no estarás solo kurapica-dijo tomando sus manos en señal de apoyo.

 

-no te preocupes, mis amigos estarán allí también-nada más decir eso entró Leorio viendo como senritsu tomaba sus manos con cariño y amistad, claro que el Dr. mal interpretó las cosas y arrugó el entrecejo con descontento, ante esa violenta tonada en el corazón de Leorio Senritsu se giró a mirarlo, lo mismo hizo el ojiazul.

 

-vaya que demoraste, pensé que ya no vendrías-dijo kurapica.

 

-pues ya estoy aquí, perdón por haberte hecho esperar-le dijo abrazándolo por la espalda, pasando sus manos por su cintura y acariciando su vientre de una manera tan posesiva que al rubio se le crisparon los nervios, Senritsu los miró de manera divertida y se alegró al ver que ese joven moreno no había cambiado sus sentimientos de amor por el kuruta, realmente hacían buena pareja.

 

-Leorio… ¿harías el favor de quitarme las manos de encima?-kurapica estaba más rojo que un chile, una venita se le acentuaba en la frente mientras empuñaba la mano para impactarlo en la cara del Dr., pero senritsu lo que escuchaba era en realidad un corazón latiendo a mil por hora con una melodía de fuego apasionado, lanzó una pequeña risita y decidió que lo mejor era retirarse de escena.

 

-hasta pronto Sr. Leorio, cuídate kurapica y felicitaciones por el bebé.

 

-descuida, infórmame si descubres algo-dijo sobándose el puño tras haberlo estrellado contra la mandíbula de Leorio… este último yacía en el piso casi inconciente.

 

-por supuesto que lo haré, adiós.

 

Una vez que el invitado se hubo marchado, el joven rubio se acercó al moreno para ver si no se le había pasado la mano.

 

-¿por qué rayos me golpeaste? Lo único que hice fue abrazarte como otros días.

 

-lo siento, supongo que no estoy acostumbrado a que me llenen de abrazos tan posesivos y sugerentes como ese.

 

-¿disculpa?-dijo atónito.

 

-…no sé para que haces esas escenas de celos, solo somos amigos ¿cierto? ¿Cierto Leorio?-quiso saber el joven sonriéndole con tristeza, mientras el hombre al que llamaba amigo lo miraba desconcertado.

 

-tienes razón, soy un tonto… es estúpido estar celoso de un amigo, debe ser el hecho de que solo deseo protegerte, ya que estás encinta y… eso… es todo-dijo titubeando por que lo que en realidad quería decirle era algo muy distinto a eso.

 

-me dio algo de frío, voy a entrar-el tono que uso el kuruta fue lo bastante cortante como para darle a saber al moreno que se había enfadado por lo dicho, la verdad es que no lo entendía, a ratos le agradaba que lo mimara y de pronto todo se iba al caño… “debe ser el embarazo y esos cambios de humor”, pensó abatido.

 

Los muchachos llegaron por la tarde al departamento de kurapica, para irse todos juntos a la clínica de Leorio, pues iban a tomarle un eco sonido para ver donde se estaba gestando el bebé, durante todo el trayecto el par notó como ninguno de los dos se hablaba si no era estrictamente necesario, el ambiente estaba denso y aunque dentro del coche importado Gon y killua hicieran lo posible para borrar esa espesa sensación de enojo, nada resultó…

 

Una vez en la sala de ecografías, el Dr. lo trató tan común como a cualquiera de sus pacientes, con profesionalismo y objetividad se puso unos guantes aislantes blancos y le pidió subirse a la camilla, luego le pidió que se levantara la camiseta, a continuación vertió una pequeña cantidad de gel en su mano y comenzó a esparcirla por el vientre níveo del kuruta que se contrajo un poco ante la sensación de frío.

 

-¿Qué están haciendo killua?-preguntó el chico de mirada ámbar con suma inocencia.

 

-se supone que debemos ver la imagen del bebé por la pantalla-señaló el pelicanoso.

 

-haaa-dijo asombrado y entusiasmado por ver al bebé de kurapica.

 

-¿listo?-preguntó el moreno sin dirigirle la mirada, de alguna manera el joven rubio no soportaba su trato distante.

 

-si-dijo en un susurro, luego sintió como las máquinas captadoras de sonido que el Dr. tenía en sus manos se posaban con suavidad en su diafragma y en la pantalla negra poco a poco se fueron vislumbrando unas borrosas imágenes blancas mientras otra máquina reproducía el eco de un suave latido sucesivo, la máscara de enojo resbaló de Leorio, sonrió al ver como el ojiazul esbozaba una expresión entre asombro y felicidad.

 

-¿lo escuchas verdad? Son sus latidos…-dijo Leorio conteniendo la felicidad.

 

-¡wow! Miren muchachos hay una mancha blanca en la pantalla-indicó viendo como esa mancha vibraba con cada latido.

 

-no Gon, no es una mancha, es el bebé-dijo Leorio maravillado haciendo un zoom para tratar de verlo mejor, cuando giró a ver a kurapica, éste estaba con la mirada absorta en la imagen, viendo como el retoño en su interior daba muestras de vida, sin poderlo evitar, una lágrima rebelde cayó de sus azules ojos mientras una extraña felicidad lo embargaba, el moreno sonriendo ante esa expresión se sentó a su lado en la camilla, con una mano acariciando suavemente su cabeza y con la otra captando el eco del bebé.

 

-senritsu… tenía razón, es una melodía hermosa-susurró escuchando esos pequeños latidos, Gon y killua estaban iguales de felices, para ellos era su pequeño sobrinito el que estaba en el vientre de su amigo.

 

Rato después los ánimos parecían haberse suavizado entre Leorio y kurapica, ahora conversaban animadamente sobre las ecografías, llegando a la conclusión de que el bebé se estaba gestando en lo que parecía ser una matriz perfectamente femenina, a excepción de que esta estaba formada por un ovario y un testículo, en lugar de que hubieran dos ovarios en sus extremos, y que además poseía un par de testículos normales como cualquier chico, solo que estaban ocultos tras esta matriz… y así seguían conversando en el coche refutando hipótesis según los exámenes y muestras que le había tomado.

 

Una vez que Leorio llegó al departamento de kurapica, le ofreció cocinar algo para que se alimentara, últimamente el joven rubio no tenía apetito y eso podía perjudicar al bebé, sin embargo, el ojiazul rechazó la propuesta y se despidió de todos, solo quería descansar, habían sido muchas emociones para un solo día, tras caminar hacia la entrada del edificio comenzó a sentirse mareado y de pronto sin más cayó desmayado, afortunadamente en los brazos de Leorio que había estado atento a cada uno de sus movimientos, lo cargó en sus brazos y se lo llevó edificio adentro en compañía de Gon y killua que también estaban preocupados.

 

-chicos yo me quedaré con él, pueden retirarse-decía el joven doctor arropando a su paciente.

 

-vámonos Gon, dejemos descansar a kurapica…

 

-Leorio llámanos si nos necesitas-dijo el pelos pincho con preocupación, despidiéndose de su dormido amigo kuruta con un beso en la frente y una caricia en su poco abultada pancita.

 

-hasta mañana chicos-dijo cerrando la puerta y dirigiéndose al cuarto del joven… se sentó en una silla cercana y tomó una de sus manos acariciándola con delicadeza entre las suyas, besándola con ternura.

 

-*si supieras lo enamorado que estoy de ti, pero es mejor así, siendo tu amigo siempre podré tener razones para abrazarte, para mimarte, para acariciar tu rostro mientras duermes…-pensaba el moreno soltando un profundo suspiro.

 

 

Mientras eso ocurría Gon y killua iban bajando en ascensor desde el piso 25.

 

-¿pasa algo malo Gon?

 

-no killua, solo pensaba que esos dos se quieren bastante, me alegro de que hayan hecho las paces.

 

-ese par de tontos, deberían de confesar lo que sienten el uno por el otro de una buena vez-dijo hablando por él mismo mientras se refería a sus amigos, Gon no supo que decir al respecto, miró a su amigo que tenía la mirada en los números del ascensor que descendían en una cuenta regresiva.

 

-oye killua… ¿me das un beso?-soltó el moreno con las mejillas rojas y el nerviosismo pintado en la piel, su receptor dejó de ver automáticamente los números para mirarlo sin poderse creer lo que acababa de escuchar.

 

-que… ¿Qué tipo de beso Gon?-preguntó intentando mantener la calma, pasó la saliva por el apretado nudo que había en su garganta.

 

-ya sabes como esos que aparecen en las películas… de esos que se dan en los labios-dijo timidamente.

 

-¿y por qué quieres que te de uno de esos?-curioseo intentando comprender el comportamiento extraño de su amigo… la idea de un beso no le parecía mala en absoluto, pero tampoco quería aprovecharse de su inocencia…

 

-es que… es… nada solo, curiosidad-dijo nerviosamente, no había querido mencionar que en realidad había leído una revista con uno de esos tontos quiz que hacían para saber si uno estaba enamorado o si le gustaba esa persona.

 

-mmmmmm……. está bien-dijo el peliblanco acercándose lentamente a Gon, cuando estuvo frente a él tomó su rostro entre sus manos con una sensualidad que desconocía, el corazón de ambos no dejaba de latir fuertemente como si hubieran corrido una maratón, la luz del ascensor era tan tenue que ayudaba a darle ese ambiente mágico y especial a la situación… cuando killua finalmente sintió los labios de su compañero, se sintió en la gloria, pero esperaba su reacción, los ojos del moreno comenzaron a cerrarse señal de que se estaba dejando llevar y entonces dejó que la lengua del peliblanco se adentrara en su boca, explorándole con una exquisita ternura provocando que el otro joven moreno suspirara de placer, killua lo tomó de la cintura apegándolo más a su cuerpo, sus hormonas estaban al borde del arranque y pensó que debía detenerse, pero no podía, menos Gon que temblaba entre sus brazos.

 

Ding dong-hizo el sonido del ascensor… uf… salvado por la campana, pensó el albo.

 

-Gon ya se detuvo el ascensor…-susurró en su oído con un jadeo.

 

-¿qué? Ah… si… vamos killua-dijo algo mareado, como si se hubiera emborrachado del más delicioso licor…

 

-¿eres conciente de lo que haces cierto Gon?-dijo el ex asesino con el corazón casi en taquicardia…

 

-killua, hablaremos en el hotel…-fue lo único que dijo y eso dejo a su amigo con más nerviosismo del que sentía… definitivamente Gon no tenía idea de lo que le provocaba…

 

Iban caminando por la transitada calle nocturna, cuando de pronto Gon se detuvo en pleno cruce, sintiendo que alguien lo estaba observando.

 

-¿Gon? ¿Qué ocurre?

 

-Killua ¿lo sentiste?

 

-el que…

 

-alguien nos está siguiendo Killua.

 

-¿Isoka?

 

-no, no es él… es un olor distinto… pero a la vez muy parecido.

 

-¿y en qué dirección se fue? tal vez podamos encontrarlo.

 

-ya no está, desapareció…-dijo el moreno con los ojos cerrados intentando encontrar la esencia.

 

-¿Cómo que desapareció?

 

-Killua, es muy rápido.

 

-o tal vez es bueno haciendo desaparecer su presencia…

 

 

 

Continuará…

Notas finales:

¿les gustó? ojala que si, bueno trataré de subir lo antes posible, dejen reviews, bueno bye!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).