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Tres mundos cruzados por Shiochang

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Tres mundos cruzados

 


Quisiera dales las gracias por sus comentarios, tengo una votación de 10 votos, situación que podría cambiar para el capítulo siguiente, así que aún tienen tiempo para votar por sus parejas favoritas:


Heero x Dúo 8 votos; Dúo x Heero: 2 votos


Sasuke x Naruto: 6 votos; Naruto x Sasuke: 4 votos


Draco x Harry: 5 votos; Harry x Draco: 4 votos.


Les doy un plazo de una semana para decidir las parejas definitivas, aunque no prometo que no las vaya invertir si el caso lo requiere.


 


El loco mundo de Harry

 


Heero miro la isla preocupado ¿había un volcán cuando se estrelló allí con anterioridad? No recordaba haberlo visto, quizás porque había estado más preocupado por no destruir la nave en ese momento.  Miró por enésima vez por encima del hombro a los tres locos antes de señalarles que estaban por llegar, así que se sentaron.


Luego de descargar sus cosas de la nave y ponerlas en sus mochilas, los cuatro se encaminaron por el bosque.  Heero sentía algo extraño en el paisaje, pero no podía decir a ciencia cierta qué era lo diferente, tal vez sólo fuera su idea, después de todo en ese sentido había transitado casi a oscuras ayudado por una linterna, hasta que llegar al punto en que se encontraron con Naruto.


Dúo, luego de dejar sus suspicacias con Naruto, había hecho muy buenas migas con el rubio y con Harry y Heero no sabía si ponerse celoso o alegrarse por ello.  Lo cierto era que ellos se parecían bastante en varios aspectos, sólo que el rubio, pese a los 18 años y a los problemas que había vivido, no había perdido la inocencia, cosa que Dúo había dejado atrás incluso antes de conocerlo.


- Con Heero nos conocimos en una base naval – les contaba Dúo a Harry y a Naruto – él ya era un experto en armas y sistemas computacionales a los catorce años.  Claro, yo también puedo hacer lo mismo, pero no soy tan bueno.


- Ustedes son muy amigos – le dijo Harry – pero son muy diferentes, como el día de la noche.


- Por eso a Dúo le gusta Heero – sentenció Naruto.


- Si, por eso… ¡Oye! – reclamó Dúo ruborizado al darse cuenta de lo que había dicho – yo no he dicho eso – miró a Heero – solo somos muy unidos, yo no he dicho eso.


Heero sonrió para sus adentros deteniéndose junto al árbol que Naruto había derribado.  Estaba seguro que el rubio lo había hecho a propósito aquello para demostrarle que su cariño era correspondido.


 - La copa del árbol señala el lugar contrario al del que yo llegué – dijo Naruto dando por terminado el tema anterior – en realidad me estrellé – ya antes en el viaje le había explicado al trenzado todo acerca de lo que él era en su mundo y los prodigios que podía hacer – no conseguí frenar a tiempo.


- Soberana velocidad traías – dijo Dúo mirando las raíces que habían sido arrancadas del suelo – realmente eres peligroso corriendo.


- Bueno, en batalla puedo controlarla sin mucha dificultad – se rascó la nuca – mi maestro solía decir que no lo conseguía en estado de calma porque mi concentración era demasiado limitada.


- Pero para poder manipular tanto poder necesitas estar concentrado – dijo Harry – o sale disparado para donde menos piensas.


- No necesariamente – dijo Heero – los descontroles suelen venir, tanto en su caso como en el tuyo, en momentos de extrema tensión o de ira.


- Especialmente cuando tienes exceso de chakra – asintió Naruto – Heero sabe de todo un poco, es genial.


- Pero es mío – le gruñó Dúo.


 Naruto le cerró un ojo a Heero y este apartó la mirada, al parecer el rubio intentaba hacer de casamentero entre ellos y Dúo estaba cayendo redondito.


- Es mejor que vayamos a tu mundo – intervino Harry divertido – antes que se empiece a oscurecer el bosque.


- Me pregunto si alguien se habrá dado cuenta que no estoy en Konoha – se rió Naruto y comenzaron a caminar por en medio de los árboles.


Heero lo escuchaba narrar la historia de cómo había llegado a ser uno de los reconocidos ninjas de su aldea, que muchos decían que era una leyenda viviente, hablaba de su maestro, de la hokage borracha, de sus amigos, de todo un poco.  Dúo y Harry hacían comentarios y preguntas acerca de su vida personal y entre los tres reían, pero una bruma pareció cubrir el bosque.


- Que extraño – dijo Naruto – que yo sepa, lo único que no hay en el Bosque de la Muerte es bruma – miró a Heero – esto no puede ser Konoha.


Heero bajo su mochila y sacó una brújula, pero esta estaba vuelta loca y no señalaba hacia ninguna parte.


- Esto es mas que extraño – le mostró a Dúo – se supone que no fallan a no ser que estés en el polo norte.


- Veamos – dijo Harry sacando la varita poniéndola sobre su mano izquierda – oriéntame – le dijo y la varia dio un leve giro apuntando hacia una salida – vamos, es por acá.


Naruto seguía pensativo  finalmente y en silencio, los cuatro salieron del tupido y oscuro bosque.


- Esto, definitivamente, no es tu aldea – le dijo Heero al separar una gruesas ramas de sauce.


- Nunca vi este tipo de árboles en el bosque de la muerte. Regresemos – los cuatro se dieron media vuelta y vieron sorprendido que el camino había desaparecido a sus espaldas y en vez de él estaba un cementerio.


Harry se detuvo un momento, el ya había estado allí, reconocía las lápidas y los nombres que allí estaban.


- Estamos en el valle de Godric – les dijo – en este cementerio están sepultados mis padres y muchos otros magos que murieron en la primera guerra – avanzó un par de pasos – quisiera saber por qué llegamos aquí.


- Por tu alma gemela, tal vez – dijo Naruto.


- No digas barbaridades – le dijo Harry – salgamos de aquí, con el frío que hay en Inglaterra en esta época del año nos vamos a congelar.


- Estamos muy lejos de donde debiéramos estar – dijo Heero preocupado – tú, tal como yo, entraste al mundo de Naruto por aquella isla ¿no? – Harry asintió sin comprender – entonces ¿Por qué salimos por otro lado?


- Tienes razón, es muy extraño – dijo el moreno.


 


Caminaron por el pueblo en silencio, bastantes miradas curiosas había sido dirigidas hacia ellos, en especial hacia Naruto por su forma extraña de vestir. 


- Tenemos que regresar a la isla – dijo Harry – sólo que no sé cómo.


- Podríamos tratar de tomar una nave – dijo Dúo.


- Tendríamos problemas, aquí la tecnología será menos moderna pero la seguridad es mejor – le dijo Heero – y no podríamos acercarnos siquiera, somos ilegales en este país.


- Menudo lío – dijo Harry – ninguno de ustedes tiene papeles que los identifiquen siquiera, así que si alguien los detiene lo más probable es que los encierren sin opción a nada.


- ¿Entonces, qué podemos hacer? – dijo Naruto – mi dinero no sirve aquí.


- Ni mucho menos el nuestro – dijo Dúo – dudo que los dólares de nuestra época los podamos usar.


- Y yo no tengo demasiadas libras a mano y no quisiera buscar un lugar de magos para comer, no me dejarían en paz.


- ¿Eres alguna especie de celebridad?


- Soy dos cosas importantes en mi mundo – le dijo Harry – detuve tres veces a un mago muy poderoso y muy malo en sus ambiciones de poder, en la primera tenía poco más de un año, la segunda vez con once y la tercera y definitiva a los diecisiete.  Me conocen como “el niño que vivió”, el campeón de Howgart y el “gran salvador del mundo mágico”. Soy una leyenda viviente a la que no dejan en paz.


- Tengo algo que quizás nos pueda servir – dijo Heero sacando una bolsa de su mochila – Quatre trató de engañarme a la hora de pagar la apuesta dándome esto – sacó un grueso fajo de billetes – creo que se llaman Euros ¿no? – Harry asintió – son del año 2008, así que deben ser válidos.


- Déjame verlo – Harry los tomó y se quedo asombrado – esto es una pequeña fortuna ¡diez mil euros! Hay familias que viven al mes holgadamente con sólo quinientos.


- Con eso podremos comprar ropa, este lugar es terriblemente helado – dijo Dúo comenzando a temblar.


- Y comprar pasajes para ir a Londres – dijo Harry pensativo – quizás pueda conseguir, en la tienda en que me mandaron a la Isla una forma de volver allí.


Caminaron por el pueblo buscando una posada o un lugar donde almorzar, pero, como la mayoría de los pueblos pequeños, no había un lugar donde comer dado que solo funcionaban en las épocas festivas y en verano, y no estaban en ninguna de esas épocas.


- Quizás en la estación haya algo abierto, jóvenes – les dijo una anciana que caminaba rápidamente rumbo a su casa.


- Vaya, o sea que esto es algo que ha pasado siempre – dijo Dúo asombrado.


- ¿Es que en tu mundo también ocurre?


- Especialmente en los lugares turísticos – aseguró.


 


La estación parecía ser de un pueblo fantasma, al menos ese fue el comentario que hizo Dúo y Naruto se estremeció.  Estaba llena de locales, pero casi todos estaban vacíos, pero al menos el restorán estaba abierto y podían comer tranquilamente dado que no había más comensales.


- Van a tener que traducirme este – dijo Naruto sentado junto a Harry – entiendo el idioma, pero no seré capaz de leerlo.


- Ni de entender las comidas – le sonrió – es mejor que pidamos algo que sea común, quizás pastas a la bolognesa sea lo más adecuado para ti, dado que dudo que por estos lados sirvan ramen, o que lo conozcan siquiera.


- ¿Otro fanático del ramen? – dijo Dúo – Heero, cada vez que va a Japón se atiborra con eso – hizo un gesto – es picante.


- A mí ni siquiera me lo advirtieron antes de dármelo a probar.


- Son un par de lloricas – les dijo Naruto y sonrió – serán entonces fideos.


La mesera, que era la misma dueña, les tomó el pedido y sonrió diciendo que había sido una buena elección, dado que esa comida estaría más rápido porque los fideos estaban listos y que sólo debían preparar la salsa.


- Hace frío en estos parajes – comentó Naruto coqueteándole a la mujer – perdí gran parte de mi ropa en el camino y me gustaría, no sé. Comprarme algo de ropa abrigadora.


- Mi hermana tiene una tienda de ropa, ahora está cerrada, pero después de comer podría hablar con ella para que les venda algo.


- ¿Aceptará euros a pago? – dijo Heero.


- Claro que sí, los euros son escasos por estos lados y valen mucho – le sonrió ella feliz y desapareció por la cocina.


- Lo que es tener encanto – sonrió Naruto.


- Presumido – se rió Dúo divertido.


- Mi maestro me enseñó a usarlo con las mujeres, aunque hay muchas que son inmunes a él, a favor de nuestra causa, a algunas es fácil tocarles el lado maternal y consigues que te den lo mejor, pero a otras hay que darles por la vanidad y verás que se desviven por complacerte.


- Pues debes tener muchas “amigas” – le dijo Harry.


- Que va – se rió Naruto – con Sakura de por medio, ellas se hacen humo antes que me pueda siquiera acercar – miró hacia la cocina – es una muchacha extremadamente violenta, todo lo responde así, a golpes, yo creo que por eso no tiene novio, pobre del tipo que quiera intentarlo.


- ¿Es tu amiga o tu enemiga?


- Cuando era un niño, andaba loquito por Sakura, pero con el tiempo me di cuenta que era sólo admiración – suspiró – perdí todo el interés en su persona porque estaba totalmente encaprichada con Sasuke, poco le importaba lo que yo sintiera por ella siempre que él pudiera estar a su lado.


- Y Sasuke se fue de todas maneras.


- Sasuke puede ser muy inteligente, pero es muy cerrado, quería ser un vengador para su clan, y lo único que consiguió, pese al tremendo poder que ahora tiene, es haber sido un peón más del juego que pretendió ganar Madara.


- La venganza nunca es buena, quema el alma y la envenena – dijo Harry.


- Nadie puedo hacérselo entender – asintió Naruto – a mí la aldea me trató mal toda mi infancia y jamás quise destruirla por ello, al contrario, cambie el odio por cariño y no estoy solo, tengo muchos amigos.


La dueña llegó con una bandeja y sirvió a los cuatro jóvenes que le sonrieron antes de empezar a comer.


- ¡Itadakimasu! – dijeron Heero y Naruto a la vez y atacaron los fideos.


Dúo sonrió y los imitó, a él le encantaban las pastas, en casa Hilde no lo dejaba comer esa tipo de cosas porque “son altas en carbohidratos y te hacen engordar”, o al menos eso alegaba ella.


- Una delicia. Creo que a Sasuke le encantaría, en especial la salsa, ese es loco por cualquier cosa que contenga tomates.


- Hablas mucho de él – dijo Dúo haciéndose el inocente – ¿no será acaso que te gusta?


- Gustar de gustar, no – dijo Naruto sin dejar de comer – pero es un lazo que se estableció con gran fuerza entre los dos.  Él, en muchas ocasiones, salvó mi vida, es más, casi murió protegiéndome, por eso quiero salvarlo de su propia oscuridad, quiero que vuelva a creer en si mismo.


- Es difícil salvar a quien no quiere ser salvado – le dijo Harry.


- Ni que lo digas, pero no me voy a dar por vencido, ése es mi camino del ninja.


Heero se volvió al sentir una mirada extraña sobre ellos, pero no pudo ver a su dueño, sin embargo, ello alerto a Naruto, quien movió levemente la cabeza.


- Es alguien bastante poderoso – murmuro Naruto – pero su poder es como el de Harry.


- ¿Crees que sea un mago?


Dúo los miró intrigado ¿Por qué estaban hablando el japonés? De un momento a otro habían cambiado, incluso el tono de voz y las maneras habían cambiado ¿no que entre ellos no había nada?


- ¿Qué pasa? – dijo Harry desconcertado mirando a los otros jóvenes, de pronto el ambiente se había puesto tenso.


- Sentí que alguien nos vigilaba, pero cuando me volteé no vi a nadie, pero Naruto dice que es un ser con el mismo tipo de poder que tú.


- Investiguemos luego – asintió Harry, fuera quien fuera, ya se había ido porque no podía sentirlo.


 


Después de comprar algo de ropa, que la hermana de la dueña tan amablemente quiso atenderlos, especialmente después de ver los Euros, y lego fueron a la boletería a comprar los pasajes rumbo a Londres. 


- En serio que esto parece desierto – dio Dúo metiéndose las heladas manos en los bolsillos – debe venir muy poca gente a estos lugares.


- El valle de Godric es famoso sólo entre los magos y ellos suelen venir sólo en verano o vísperas de Halloween – miró el lugar  y se dirigió hacia una bodega abandonada – yo conozco este poder – dijo y se echó a correr detrás del encapuchado, lo persiguió por toda la estación andes de darle caza.


Naruto sonrió y lo ayudó a levantarlo.


- ¡Draco Malfoy! – dijo Harry asombrado.


- ¿A quien esperabas?  ¿A papá Noel?


- ¿Se conocen? – dijo Dúo divertido por la mirada que el rubio le daba a su captor.


- Este rubio idiota fue compañero de curso – le dijo Harry – sólo que él pertenecía a otra casa.


- ¿Otra casa?  ¿No que eran compañeros de curso?


- El colegio estaba dividido en casa, Gryffindor, Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuff, cada uno con las enseñanzas de un fundador y sus ideologías.  Yo fui Gryffindor y él era Slytherin, un león y una serpiente, así que te puedes imaginar como nos llevábamos.


- Pero ¿es el mismo que nos espiaba en el restorán? – dijo Dúo.


- ¡No los espiaba! – dijo el rubio platinado molesto – sólo que no esperaba toparme con el niño dorado por estos lados – suspiró – yo era feliz pensando que finalmente alguien lo había borrado del mapa.


- No creo que alguien pueda, menos si nosotros estamos a su lado – dijo Naruto mirando al otro rubio – además, eres muy venenoso.


- Veo que formaste un nuevo fan club, Potty.


- Ellos no son mis fans, son mis amigos – le dijo cruzándose de brazos.


- Espero que no como la comadreja y la sangre…


- ¡No uses esa palabra! – lo amenazó molesto.


- No te sulfures, que se te puede caer la aureola – se burló.


- En serio, Malfoy, me arrepiento de haberte salvado el pellejo en el pasado.


- Ni yo estoy feliz de que lo hayas hecho, los lazos mágicos formados no me permiten matarte – gruñó.


- En mi tierra, cuando alguien te salva – dijo Naruto poniendo ambas manos en la nuca – estás obligado a cuidar de por vida a tu salvador, sea quien sea – miró a Dúo – sin embargo, ello no te convierte en su esclavo, especialmente cuando esa persona quiere hacerte daño.


- A mí, que a Potter se lo lleve…


- Silencio, alguien viene – dijo Heero y vieron cuatro tipos mal encarados caminado con algo que a Dúo le llamó mucho la atención.  Cuando era pequeño, mientras vivía sólo en las calles luego de la destrucción de la Iglesia de padre Maxwell, la muerte del mismo y de la hermana Helen, merodeaba alrededor de los puestos de guardia, muchos de los hombres mataban por esas bolsas, al principio le pareció extraño que dos de ellos se pelearan a muerte por aquel polvo blanco, pero él se los robaba y vendía para comer.  Un poco más grande supo que era droga, COCAINA para ser más exactos, y dejó de robarla.  Claro, pasó hambre, pero no quería ser quien llevase a la perdición a más hombres.


- Son traficantes de droga – dijo Dúo luego de un rato – creo que en este mundo ya era ilegal en esta fecha ¿no, Harry? – este asintió.


Naruto expandió sus sentidos y los escuchó hablar acerca de que el comprador debía de estar por allí, pero que si no se presentaba ya tenían otro cliente para la costosa droga.  Con sus sentidos así, detectó que el otro rubio se removía inquieto, podía sentir en su magia los desniveles, era como si…


- Alejémonos de aquí – dijo Naruto apoyándose contra el muro – creo que no es gente buena si andan vendiendo droga.


Harry arrastro a Draco fuera de las barracas y lo llevó a la boletería donde compró otro pasaje para él rumbo a Londres, fuera lo que fuera, tendría al rubio loco ese bien vigilado.


 


El tres iba casi vacío, así que tenían el vagón completo para ellos.  Draco había gruñido que no quería regresar a Londres, alegando que tenía cosas que hacer, pero ellos no lo habían escuchado.  Es más, naruto había amenazado con dejarlo inconsciente y seguía con la misma y al final había tenido que subirse al famoso tren muggle en silencio.


Miraba por la ventana sin ver el paisaje, bastante le había costado evitar la vigilancia de su padre para contactarse con aquellos muggles y había fijado ese punto de encuentro porque muy pocos magos iban allí fuera de las fechas establecidas, pero nunca se imaginó que iba a toparse con, ni más ni menos, que el salvador del mundo mágico.  Siempre había pensado que tenía mala suerte, pero ahora se pasaba de la raya. Descansó su cabeza contra el cristal, de un tiempo a esta parte su mundo no tenía sentido sin las drogas, por ello las consumía, pero ahora iba a tener que buscar otra forma de conseguirlas.  Casi sin sentirlo, su mente se fue adormeciendo y se quedó totalmente dormido.


Harry miró al rubio preocupado, al parecer tenia más de un problema, se le veía demacrado, el cabello había perdido sus tonalidades doradas, tenía ojeras y su piel tenía un tono ceniciento.


- Tu amigo está metido en las drogas – le dijo Naruto convencido – se puso nervioso cuando Dúo dijo que esos tipos eran traficantes, de seguro estaban allí para reunirse con él.


- Pero él es un mago de sangre pura, ellos no se mezclan con los muggles.


- La drogadicción es una enfermedad que no mira clases sociales – le dijo Dúo – son los jóvenes y niños ricos los que caen con mayor facilidad ya que ellos cuentan con recursos para adquirirla.


- He escuchado muchas veces – dijo Naruto – que quienes las consumen se deterioran, nunca he conocido a nadie que sea dependiente de ellas, sin embargo, he visto muchos alcohólicos y lo van perdiendo todo hasta que al final ni la decencia les queda.


- Y este rubio es lo bastante idiota como para haber caído en ellas – suspiró Harry – debe de haber alguna forma de ayudarlo.


- Pues lo primero que hay que hacer es desintoxicarlo – dijo Naruto – y luego alejarlo de cualquier posible tentación, al menos durante un par de meses mientras fortalece su fuerza de voluntad.


- Pero necesitaría internarlo en un centro especializado para ello.


- No, el chakra circula de forma paralela a los conductos de sangre, por lo tanto al circular limpio por los de otra persona desintoxica la sangre de una forma más rápida y certera, es más, de esa manera no hay efectos secundarios – recitó de memoria – Sakura estaría feliz de saber que al fin me lo aprendí.


- ¿Y conoces la manera de hacerlo? – dijo Dúo intrigado.


- En teoría, sí, pero necesitamos un lugar lo bastante grande como para que el chakra no se escape y el chakra eliminado no afecte a aquellos que no saben usarlo.


- ¿Afectarlos? – dijo Heero – si ellos no saben ni pueden detectarlo.


- Todo ser vivo tiene chakra, es una esencia vital incluso en las plantas, sin embargo, el ser humano tiene un sistema más complejo de este, y el chakra intoxicado va a tratar de entrar en otro ser humano para no perderse – dijo mirando hacia arriba – pá rana me lo dijo.


- Entonces, creo que tengo el lugar adecuado – dijo Harry – nos bajaremos en la primera estación de Londres, hay una caleta abandonada a la salida del Támesis en donde podremos hacerlo.


- Bien, aunque dudo que el quiera cooperar, sería mejor mantenerlo dormido, la circulación de chakra, cuando uno no está acostumbrado a usarla, duele bastante, lo sé por experiencia, te deja los músculos entumecidos y sin fuerza, y supongo que lo ha de ser más cuando no es el tuyo el que te recorre.


Harry asintió y le tocó el hombro al rubio, pero este no se despertó.


 


El lugar que había escogido Harry era como hecho para lo que pretendía Naruto.  Y tal como él había predijo, sucedió con Malfoy, no quería desintoxicarse, mucho menos admitir que era un drogadicto, así que Harry se vio obligado a desmayarlo y llevarlo al lugar al que iban.


- Bien, primero que nada revisamos que tipo de chakra tiene – dijo Naruto y ellos vieron como una especie de llamas azules surgían de sus manos, tomó la diestra del otro rubio y se sorprendió – mi chakra no le sirve.


- ¿Qué quieres decir con eso?


- Bueno, siendo él un mago, necesita un chakra que contenga magia – explicó Naruto – además, mi chakra está contaminado con el poder demoníaco de Kyuubi, aunque yo no lo quiera.


- Pero yo no sé producir chakra – le dijo Harry.


- Es bastante fácil – le dijo Naruto – ustedes también pongan atención, con esto comenzaremos nuestro entrenamiento ninja – miro a Harry – siéntate lo más cómodo que puedas y relájate, siente la respiración llegar a tus pulmones, respira profundo, suelta el aire, eso es.  Ahora imagina que algo tibio corre por tus venas, no es la sangre, es algo más ligero, te hace cosquillas levemente al encontrarse en un cruce con otras venas, lentamente comienza a recorrer tu cuerpo iluminando, abriendo caminos desconocidos hasta ahora – Naruto miró a Heero, al parecer el castaño de cabellos desordenados era más hábil de lo que parecía porque estaba consiguiéndolo con relativa facilidad – llega a la punta de tus dedos y regresa por otro camino, ahora sube por los hombros y te llega a la mandíbula, allí te cuenta uno a uno los dientes de abajo y luego los de arriba antes de comenzar a ascender, llega a los ojos, recorre tus sienes y finalmente e instala en el cerebro entrando por la frente entre las dos cejas.


Dúo abrió los ojos de golpe, estaba mareado y con ganas de vomitar, el mundo le dio vueltas, pero tenía el cuerpo pesado, como de plomo.  Nunca se había sentido tal mal, ni siquiera cuando piloteó al Zero.


- Esta bien, pueden abrir los ojos – dijo Naruto acercándose a Dúo – te sientes muy mal ¿verdad?


- Es una sensación asquerosa – se quejó.


- Es porque nunca antes lo habías hecho – le sonrió tomando sus manos – pero tienes mucho potencial – miro a Heero que aún no abría los ojos – ¿Heero, te sientes mal tú también? – él asintió – yo creo que lo hiciste fenomenal, tu nivel de concentración es enorme, será fácil para ti controlarlo y en poco tiempo – miró a Harry, a el parecía no haberle afectado en nada – creo que Heero tenía razón cuando decía que el chakra y la magia era iguales.


- Intentemos desintoxicar a Malfoy, entonces.


- Lo intentaremos, pero no te esfuerces demasiado, podría ser perjudicial para tu salud física y mental – le advirtió – ¿sabes si es diestro o es zurdo?


- Siempre lo vi tomando la varita con la mano derecha.


- Bien, entonces lo que vas a hacer es lo siguiente – miró a Dúo y a Heero – descansen, chicos, esta noche dormiremos y mañana emprenderemos nuestro intento de regresar a la Isla.


Harry siguió al pie de la letra las indicaciones de Naruto y comenzó a traspasarle el chakra mágico a Malfoy, quien gemía de dolor mientras expulsaba una especie de humo gris oscuro de su cuerpo.  Naruto detuvo a Harry cuando parecía no salir más y este se retiró agotado.


- Lo ha hecho muy bien – le sonrió Naruto – quizás debiéramos dormir la siesta un rato – no alcanzó a terminar de hablar cuando los otros tres jóvenes ya estaban dormidos – jeje, creo que se me paso la mano con ellos – sonrió – cerraré los ojos un momento yo también.


 


Heero se despertó sobresaltado, algo raro había pasado.  Ciertamente estar en la playa en que desemboca un río no es nada grato, pero el agotamiento lo había vencido, pero allí había algo raro, la temperatura era demasiado agradable para encontrarse en el norte de Europa, menos para mediados de noviembre.  Se sentó y miró el agua  ¿no era terreno cenagoso?  Se puso de pie y se quedó asombrado, estaban en medio de una playa tropical, podía ver desde allí los altos árboles que se agitaban con la tibia brisa de la tarde.  ¿Dónde diablos estaban? Se acercó un poco más hacia la orilla de la playa y distinguió el volcán, quizás mirado desde otro ángulo, pero el mismo que vio cuando aterrizaron de vuelta de las colonias.


- Ocurre algo malo – dijo Naruto enderezándose, al parecer se había quedado dormido sin querer.


- Estamos en la Isla – le informó y Naruto se acercó a el asombrado – ese es el mismo volcán que yo vi desde mi nave.


- Que extraño, pero nos hemos ahorrado un problema – miró a los demás – despierta a Dúo, yo me encargo de Harry y de ¿Draco? – Heero asintió – debemos buscar el camino de regreso a mi mundo.


Harry se despertó al primer toque de Naruto, igual que Malfoy, pero ninguno de los dos entendía donde estaban.


- Bueno, ahora emprenderemos el camino de regreso – dijo Heero – esperando que no haya mas sorpresas.


- Siento la cabeza pesada y tengo sed – se quejó Malfoy.


- Cuando lleguemos a nuestro destino nos podremos tomar todos los líquidos que queramos – le dijo Naruto – y darnos un buen baño en unas deliciosas aguas termales, especiales para relajar los músculos.


- Quisiera saber cómo llegamos aquí – dijo Heero caminando con Dúo, quien aún estaba medio dormido, de su mano.


- Quizás no sea bueno saberlo – dijo Harry – pero me da la impresión que alguien está jugando con nosotros.


Caminaron por el bosque y se detuvieron junto al árbol caído, ahora Naruto se aseguro que era el camino correcto antes de comenzar a regresar al bosque de la Muerte, lugar que alcanzaron cuando anochecía.  Los volvió a llevar a la cabaña de la primera visita y se acomodaron a descansar, ya al otro día decidirían qué hacer.


 


Ruidos de pasos se escucharon por el bosque despertando de golpe a Heero, a Dúo y a Naruto, al parecer la casa estaba siendo rodeada por el enemigo y pretendían tomarlos prisioneros, al menos al parecer de los primeros.


Naruto gruñó fastidiado, al parecer habían descubierto su paradero y planeaban llevarlo de regreso a la aldea así fuera necesario usar la fuerza bruta.  Cerró los ojos cansado, eran diez, no doce ambus, entre ellos varios conocidos.


- Esos viejos nunca me van a dejar en paz – dijo Naruto y miró a Heero y a Dúo que habían sacado sus armas – tranquilos, yo me hago cargo – miró al trenzado – ¿porque no mientras tanto se hacen cargo del desayuno?


- Son como doce ¿podrás con todos?


- No voy a pelear, los voy a espantar – se sonrió al ver que ambos alzaban las cejas – pierdan cuidado, nadie saldrá lastimado.


Salió por la puerta principal y luego de conversar con uno de los ninjas que hacia las veces de jefe, ellos se regresaron a la aldea levantando el sitio y Naruto regreso adentro a tomar desayuno.  Sonrió al ver a Harry y a Dúo preparando el desayuno, de seguro volvería a probar esos deliciosos hot cakes, a ese paso iba a hacerse un vicioso de esas masitas.


- ¿Qué pasó allá afuera?


- Los convencí que no pretendía salir de aquí, que tendrían que chantajearme con algo que me gustara – sonrió – pero en grandes cantidades.


- Pero me imagino que ellos conocen lo que a ti te gusta – le dijo Harry.


- Si, pero el abuelo no va a preparar veinte tazones de ramen a esta hora, porque debe entregar muchos pedidos a domicilio durante la mañana – sonrió.


- Así que te sientes seguro.


- Los ninjas de Konoha me van a proteger de los viejos del consejo – se encogió de hombros – ellos me quieren porque jamás respondí con mal el odio que ellos me mostraron y comprendieron que habían estado equivocados.


- Y si nos van a mantener vigilados ¿Cómo vamos a ir a buscar a tu amigo?


- Tengo mis formas de evadir la vigilancia de los viejos – miró a Harry y este sonrió – ellos no sabrán cómo me fui de aquí y no nos buscaran porque no saben de su presencia en la aldea.


- Eres un zorro ladino – le dijo Dúo divertido.


Naruto sonrió divertido también.


 


No muy lejos de allí alguien tramaba algo malo, tendría los poderes que necesitaba de los ninjas más poderosos de Konoha y de los extranjeros que había atraído a este mundo con tanto trabajo.  Soltó una carcajada satánica y desapareció entre las sombras…


 


Continuara…

 


Les doy el tiempo mencionado al principio para entregar sus votos, si de aquí al próximo lunes no lo han dado, lo sentiré en el alma, pero las parejas estarán decididas por votación popular.


Por cierto, mientras más comentarios tenga más rápido tendré el que continúa de ese.


Nos leemos.


Shio Zhang


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