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Tres mundos cruzados por Shiochang

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Notas del capitulo:

Va con lemon incluido

Tres mundos cruzados

 


Espero que les guste también este capítulo, rara vez he tenido tantos comentarios con una historia en tan pocos capítulos, quizás sea culpa de los votos XP.


Por cierto, para Pervertida Yaoista va este capítulo, lemon o intento de este, incluido, de HeeroxDuo, esperen un poco más para el de las otras parejas.


Una aclaración antes de comenzar Fei Won Reed le pertenece a CLAMP, a la serie Tsubasa Chronicles, la misma en que aparecen Sakura y Shaoran adolescentes.  No es precisamente un crossever con esta serie porque solo aparece el malo y Clow está muerto desde el principio de esta. 


 


La historia de Dúo

Harry y Draco voltearon la mirada hacia el ninja sorprendidos.


- ¿Hablas parsel? – dijo el otro rubio sin poder ocultar su sorpresa.


- ¿Qué es eso?


- El idioma de las serpientes, Harry es el único mago conocido que lo habla.


- Lo dices por la serpiente – dijo Naruto y todos los demás casi se van de espaldas – sé de quien es porque las conozco, pertenecen al pacto que Sasuke tiene con ellas.


- Mi amo quería decirle algo importante, dijo que lo esperaría en el país del Maíz – le dijo y desapareció.


- ¿A dónde se fue? – dijo Dúo sorprendido.


- Es como mi rana, aunque pertenece a otro mundo – le dijo Naruto.


- Dice que su amo te esperará en el país del Maíz – le dijo Harry relajándose de nuevo – supongo que nos podrá esperar un día más.


- Si se cansa de esperar, enviara otra serpiente, esta vez mucho más grande para que me lleve – dijo Naruto riendo relajándose también – sería mucho más rápido ¿no creen?


- Naruto-niisan – dijo un muchachito tímidamente.


- ¡Oh, eres Machiro! – dijo Naruto reconociéndolo – pero mira como ha crecido, la última vez que te vi tenías seis años.


- Pero han pasado casi cuatro años, niisan – le dijo este.


- Le dice cariñosamente hermano mayor – dijo Heero al ver que los demás no entendían la expresión.


- Dime ¿acaso estás encargado de atendernos.


- Bueno, las chicas se pelearon por ser ellas, pero okasan dijo que no, porque todos ustedes son hombres y no es bueno para una dama verlos desnudos – dijo frotándose la nuca – fue lo mismo cuando vino el otro joven, dijo que era amigo tuyo, ellas se lo pelearon pero él les dijo que su corazón tenía dueño.


- Ese Sasuke es un caso perdido – dijo Naruto.


- Las chicas lloraron a mares, pero no les quiso decir quien era esa persona especial – sonrió – y te dejó algo, yo lo dejé entre tu cosas.


- Gracias – le sonrió tranquilo – después del baño…


- Okasan dijo que la cena estaría servida y que después los acompañara a la feria de la aldea vecina.


- ¿De qué trata la festividad de este país? – le dijo Dúo curioso.


- Se dice que hace cientos de años seis jóvenes guerrero se sentaron a beber el té en la gran montaña, tres de ellos eran luz y tres de ellos, sombra, en cada aldea en que estuvieron dejaron sus semillas y al año siguiente brotaron enormes las plantas de té trayendo la prosperidad a nuestro país.  Los recordamos porque debido a ellos la primera guerra ninja no afectó a esta zona, es más, se dice que ellos ocultaron la Isla del Té de los que querían usarla como bastión de guerra.


- Vaya – dijo Heero haciendo un gesto para que los demás no comentasen nada – creo que sería interesante saber algo más.


- Se cree que su historia se encuentra narrada en las paredes de un templo perdido en el país del Viento.


- Ah, bien, pero primero preocupémonos de comer – dijo Dúo.


Los demás asintieron y salieron del agua.


 


El festival era muy rural, lo podían ver a simple vista, y Dúo se quedó sentado en un escaño en silencio, algo que a Heero le pareció totalmente raro.  Se sentó junto a él con una bola de arroz en una mano y un vaso de té en la otra.


- ¿Qué es lo que pasa, Dúo? – le dijo preocupado.


Naruto y los magos se sentaron alrededor de ellos preocupados también.


- Me acordé de cuando era pequeñito – dijo con cierta tristeza comiéndose la bola de arroz – desde que recuerdo era huérfano, vivía en la calle cuando Solo me encontró, nadie se preocupaba de los huérfanos de nuestra colonia, sólo estaban preocupados de construir bases militares y reprimir a los subversivos.  Éramos como doce niños los que vivíamos en una barraca, generalmente robábamos para poder comer, hasta que apareció una epidemia, las vacuna que traían desde la Tierra no bastaban para la colonia, muy pocos civiles tenían para comprarlas y aún así se les daba privilegio a los soldados – bebió un poco de té – Solo se las agenció para protegernos de la epidemia, pero él se contagió y la medicina no le hizo efecto, murió y los soldados lo incineraron para que no contagiara a los soldados, ni siquiera pudimos poner una plaquita con su nombre dado que, para la sociedad, ninguno de nosotros existía.


- En eso te pareces a mí – dijo Draco comprensivo asombrando a Harry – ¿Qué, acaso no puedo ser amable con alguien?


- Simplemente me extraña en ti – se encogió de hombros.


- Por favor, sigue contándonos – le animó Naruto.


- Varios meses más tarde llegó una congregación religiosa y se enteró de nuestra presencia, así que trato de rescatarnos, yo debo haber tenido como seis o siete años, pero para la mayoría de los chicos era tarde, el mal que había matado a Solo los mató uno a uno a todos, excepto a mí.  El Sacerdote encargado con una hermana trataron de buscar quien me adoptara, pero nadie quería tener a su cargo a un rapaz que tenía antecedentes de rata callejera – cerro los ojos – el padre Maxwell y le hermana Helen fueron los únicos padres que yo tuve, durante un año viví con ellos y comencé a ir a la escuela, pero yo era un chico problemático, solían burlarse de mi cabello y decirme que parecía niñita, por ello peleaba mucho.


- Cada cual ha vivido lo suyo – lo animó Naruto.


- Una tarde, luego da salir de la escuela, llegué a la iglesia y encontré que varios terroristas tenían prisioneros al Padre Maxwell y a las hermanas, querían que les entregaran armas, yo prometí llevárselas pero ellos no esperaron mi regreso, los mataron a todos e incendiaron todo – lágrimas corrieron por su rostro – me volví a quedar solo, robando para comer y viviendo escondido, hasta que el profesor J me encontró y me entrenó como piloto.


- Tranquilo – le dijo Heero dejando a un lado el vaso vacío abrazándolo – debes dejar aquello atrás, revivir cada día esos amargos recuerdos hacen que sientas que ellos ocurrieron tan sólo esta mañana y no hace diez años – le acaricio el cabello – sé que es difícil, pero nuestro peor enemigo siempre somos nosotros mismos.


- ¡Tu que sabes, nunca has sentido nada! – le gritó molesto separándose.


- Dúo, igual soy un ser humano – le recordó – es cierto que desde que tengo memoria que soy soldado, un arma en una guerra ridícula que para mi nunca tuvo sentido hasta que viajamos a la Tierra y te conocí a ti – lo atrajo de nuevo – Recuerdo el laboratorio, se me encargó destruirlo para que Oz, que apenas se formaba, no encontrara mis antecedentes y apenas tenía seis años.


- ¿Eras tratado como un arma asesina siendo tan chico?


- Si, incluso después me enteré que pude haber cambiado muchas cosas si hubiese seguido la ordenes al pie de la letra – suspiró – el líder de la base de Oz era ni más ni menos que el entonces teniente Traize Kusrenada.


- ¡Eras solo un niño! – dijo Harry exaltado.


- Un arma es un arma – dijo Naruto – conozco a alguien a quien cuyo padre quiso convertirlo en ello desde bebé, tanto así que cuando se dio cuenta que en realidad no podía controlarlo, mandó a matarlo.


- Es el problema de tener un arma que piensa – dijo Heero – puedes enseñarle a destruir, pero habrá un momento en que razone acerca de lo que le mandan a hacer y disparará en otra dirección.


- Una persona no puede ser un arma – dijo Dúo – uno siente, sufre, se ríe, canta, baila, piensa, no puede andar matando a diestra y siniestra sin pensar en lo que ello a la larga va a significar en su futuro.


- Precisamente por eso me modificaron genéticamente, para ser tan perfecto que nada me conmoviera, que tomara las mejores decisiones en fracción de segundos y que nada me mortificara – movió la cabeza – pero no podían evitar que tuviera mi corazoncito ¿sabes?


- ¿Corazoncito? Si en vez de ello tienes una piedra.


- Idiota – le dijo Heero disgustado.


- Niisan, vienen los fuegos artificiales – les llegó diciendo Machiro – Okasan dice que vayan a verlos con nosotros o las chicas se los robarian para violarlos ¿qué es eso? – miró a Heero.


- No querrás saberlo, tenlo por seguro.


 


Dúo estaba sentado en la cama sin poder dormir, Heero había tenido razón, el revivir esos momentos de la infancia habían traído de vuelta aquellas pesadillas que tanto le había costado superar.  ¡Había visto tanta sangre derramarse por nada!  Pero no podía despertar a Heero, no quería que él supiera lo que sufría ¿Cómo iba a conquistar al soldado perfecto si tenía miedo?


- Dúo – le dijo Heero sentándose en la cama a su lado – ¿te pasa algo?


- Estoy bien, solo que no tengo sueño.


- Mi querido Dúo, nunca has sabido mentir – le dijo – no trates de engañarme, a ti algo te pasa, cuando no puedes dormir me atosigas a preguntas hasta que te aburres y te duermes ¿es por lo que recordaste en la fiesta?


- Ves que me acuerdo tengo pesadillas – le dijo al fin apoyándose en su pecho – veo a la gente que he querido morir, siempre hay cadáveres regados por todos lados, cubiertos de sangre, y yo tengo el arma que los mató, siento que sus muertes son mi culpa.


- Venga, olvida las pesadillas – le dijo acostándose en la cama arrastrándolo con él – yo me encargare que no perturben tu sueño.


- ¿Y cómo pretendes hacerlo? – le dijo recostando su cabeza sobre su pecho.


- Pues es lógico – le soltó el cabello – cansándote a tal punto que ni ganas de soñar tenga tu cerebro.


- No nos vamos a pone a hacer ejercicio a estas horas – le dijo Dúo – hace frío.


- Con el ejercicio que vamos a hacer ni frío te dará aunque no tengas ropa – le dijo malicioso extendiendo el cabello de Dúo a su alrededor.


- No te entiendo ¿vamos a ir a practicar a las termas que no necesitamos ropa?


- Mi querido Shinigami – dijo Heero tomando su rostro entre sus manos – no creo que seas tan inocente ¿verdad?


Dúo levantó la mirada hacia los ojos cobalto de Heero y aterrizó al sentir algo duro sobre su pierna.  Abrió los ojos como platos y levantó la pierna ¡Su soldado perfecto estaba excitado! Y eso que pensaba que el hombre era de hielo, pero lo más seguro era que…


- Vamos a jugar un rato – interrumpió Heero su línea de pensamiento – pero sin hacer escándalo, no queremos molestar a nuestros anfitriones ¿verdad?


Dúo asintió aún aturdido y se dejó hacer mientras Heero lo recostaba contra la cama levantando la camiseta que usaba de pijama mientras sus dedos rozaban levemente la piel.


Heero mantenía la mirada fija en los ojos violetas, retándolo a pedirle que se detuviera, pero la mente de Dúo estaba entre aturdida y extasiada ¿Cómo pedirle que se detuviera si todo su ser clamaba porque continuara, porque dejara de ser un simple roce y se volviera de forma definitiva en una caricia?  Y Heero asintió dejando la camiseta a un lado comenzando a dar pequeños besos por la cara del trenzado mientras sus manos se encargaban de acariciar el torso desnudo.  Pero él no se quedaba tranquilo y extendió sus brazos alrededor del cuello de su amante, buscando su boca hasta encontrarla, permitiendo que su lengua se enredara con la suya en una dulce batalla por el control del beso.


- ¿No… crees… que… nos… sobra… algo? – dijo Dúo entre beso y beso.


Heero se separó un poco y le quitó la ropa al trenzado antes de sacarse la suya que fue a caer a cualquier parte.


Ambos se sentaron en la cama y comenzaron a acariciarse lentamente, pero Heero era más hábil, al parecer de Dúo, porque sabía a ciencia cierta donde y cuando tocarlo para que el placer lo hiciera perder la cabeza de tal forma que ni supiera lo que le estaba haciendo.


- Ah, Heero – gimió al sentir que le atrapaba una ya sensible tetilla entre sus labios, la misma que había sido torturada por sus dedos mientras se besaban.


- Shhhhhhh – le dijo Heero dejando un reguero de besos en su pecho – no queremos despertar a los otros ¿verdad? – le dijo pervertido y Dúo asintió – recuéstate y disfruta – lo empujó levemente y él obedeció.


Heero sonrió al verlo tan entregado, era la hora de la verdad, ya vería si todos esos libros que se había leído acerca de cómo debía hacer sentir más placer valían su precio.  Se inclinó sobre Dúo poniendo sus rodillas junto a las caderas del trenzado y lo besó en los labios, pero sus manos no se estaban quietas, acariciaban los pezones humedecidos por sus besos mientras rozaba su sexo con el suyo levemente.  Sin dejar de frotarse contra él, comenzó a bajar dando suaves besos y mordiscos, yendo de un costado al otro.  Tan pronto su lengua rozó una tetilla, sus manos bajaron al sexo de su amante comenzando a frotarlo de arriba abajo en un ritmo suave.


Dúo no fue capaz de contener el gemido de placer, Heero parecía un gran experto con sus caricias.


- Sin ruidos, amor – le dijo con voz sensual deteniendo su tarea.


- No puedo evitarlo – se quejó.


- Muerde la almohada – le sonrió entregándosela.


Dúo no tuvo tiempo a replicar porque una nueva ola de placer lo inundo y se cubrió la boca con ella.


Heero siguió su descenso hasta detenerse en el ombligo, allí se detuvo un segundo hundiendo su lengua en él, lo que provocó que Dúo contrajese los músculos abdominales.  Sonrió y bajó aún más sin detenerse, sus manos no habían dejado de moverse en toda la longitud del sexo de Dúo, frotándolo cada vez más rápido, así que cuando lo besó en la punta no se sorprendió por el grito ahogado que escuchó de Dúo. Siguió con su tarea dando besos por los muslos sin dejar de frotarlo, separando las piernas del trenzado que estaba tan a gusto que ni cuenta se daba de lo que le estaba haciendo.


Heero sonrió perverso, la otra mano tenía una botellita y de ella extrajo algo resbaloso con lo que frotó la entrada de Dúo suavemente por fuera.


Dúo respingo al sentir algo extraño en su interior, pero Heero no le dio tiempo a reclamar porque había atrapado entre sus labios su miembro mientras sus dedos preparaban al trenzado para lo que seguía.


- ¡Heero! – escuchó que gemía a través de la almohada.


Era el momento, Dúo estaba a punto de acabar, sentía como apretaba sus dedos en su interior, así que se detuvo dando una suave mordida a esa punta gozadora y escuchó un nuevo gemido.


- Dolerá – le dijo – pero sentirás placer, esa es mi misión.


Dúo se apoyo en los antebrazos viendo como Heero lo levantaba por las caderas apoyándolo sobre sus muslos para hundir su miembro en su prieta cavidad.  Dolía ciertamente, pero era un dolor delicioso, en especial cuando toco algo en su interior, el roce allí lo hizo olvidarse de todo.  Heero lo obligó a enderezarse y sentarse sobre él, entrando y saliendo de su interior, tocando aquel punto una y otra vez, cada vez mas rápido y fuerte, tanto era el placer que sentía que comenzó a masturbarlo nuevamente, a tal punto que tuvieron que unir nuevamente sus bocas para evitar el grito de placer al sentir el potente orgasmo que los inundó a ambos.


Dúo se dejó caer sobre la cama, agotado, luego que Heero se saliera de su interior, sentía que tenía lava por dentro de su agitado cuerpo, desde allí donde su amado se había derramado hasta la última molécula de su cuerpo.


- Gírate – le dijo Heero a su lado y sin pensarlo se dio vuelta dejando su lindo traserito a la vista – te daré otra dosis – le advirtió y volvió a levantarlo por las caderas quedando esta vez en cuatro patas.


- Heero, no – le dijo, pero era demasiado tarde, en esa posición, y con su entrada ya dilatada por la vez anterior, fue más fácil deslizarse en su interior.


Dúo se quedó sin aire, en esa posición la penetración era mucho mas profunda, más placentera y le costaba menos moverse a Heero cuya manos inquietas, una lo masturbaba y la otra le acariciaba por todos lados donde alcanzaba a llegar.  Cada vez que entraba y salía una nueva y profunda oleada de placer lo inundaba, tanto que ya ni pensamientos tenía, solo sentía que Heero le daba duro y le gustaba, el tipo era perfecto hasta como amante, sus dedos lo tenían prisionero y sólo se dejó ir una vez más.


Heero se dejó ir un segundo mas tarde en el interior de su trenzado y luego se salió, colocándose al lado del agotado shinigami que ni fuerzas para volverse tenía.


- Así borrare todas tus pesadillas – le dijo besándolo en el oído.


Lo último que pensó Dúo antes de caer dormido fue que querría tener pesadillas todas las noches para que su soldado perfecto le diera ese tipo de remedios para siempre.


 


Los cinco se reunieron en el comedor del hotel de las termas a desayunar y si bien Dúo sentía un ligero malestar en la parte baja de su espalda, no era tan grande como para que cojeara al caminar, al menos los otros no habían parecido notarlo.


- Parece que pasaste buena noche – le dijo Harry sin asomo de malicia.


- Si, dormí muy bien – le sonrió tratando de no sonrojare ante la mirada maliciosa de su amante.


- No hemos decidido a donde iremos ahora – dijo Draco sirviéndose una generosa porción de fruta – tu amigo nos dijo que te esperaba en el país del Maíz, pero los motivos por los que estamos aquí están en el país del viento.


- Estuve conversando con mi padre anoche…


- ¿No que estaba muerto? – dijo Dúo sorprendido.


- Déjalo terminar – lo regañó Heero.


- Yo tengo la extraña facultad de comunicarme con los muertos – le dijo Naruto – ellos me aconsejan que hacer y como hacerlo – le explicó – así que le pregunte a mi padre al respecto.  Dijo que el país del Maíz fue destruido hace muchos años durante la segunda guerra ninja y que sus ruinas se encuentran perdidas en algún rincón del país del Viento, que allí se encuentra un templo muy especial que habla de los seis guerreros de luz y de sombra.


- ¿No te dijo nada sobre esa leyenda? – le dijo Harry.


- Dijo que él, desde el lugar en donde se encuentra, no puede darme esa información porque la desconoce, pero que si sabe de una persona que nos puede ayudar, pero para ello debemos ir a la Aldea de la Arena.


- Al menos hablaremos con una persona viva – dijo Draco.


- Lo siento, pero ella está muerta – le dijo Naruto – pero el enlace es un vivo, siempre y cuando sus hermanos estén dispuestos a dejarnos hacer el enlace.


- ¿Y por qué no iban a permitirlo?


- Gaara es el kasekage de Suna, y la técnica que vamos a usar es prohibida porque te arriesgas a que la persona que estás usando de médium quede en coma si no tienes cuidado o si la entrevista es demasiado larga.


- Bueno, si queremos saber por que fuimos traídos a este mundo, debemos arriesgarnos – dijo Heero – pero ¿Por qué debe ser él?


- Ella entrego su vida a cambio de la de Gaara, la anciana Shiyo había sellado dentro de él a Shukaku, así que se sentía culpable.


- Este mundo es muy extraño ¿Por qué encerrar a un ser dentro de una persona? – le dijo Draco.


- Mm, supongo que es un tanto complicado de entender para quien no es ninja – dijo Naruto – se supone que si tienes un Bijou te harás mucho más poderoso y él no atacará a quien no debe, es una de las armas más poderosas de los ninjas, pero hay un problema, no siempre se deja controlar por las buenas.


- ¿Eso te pasa a ti? – le dijo Dúo.


- Me pasaba, pero ya no, hice un entrenamiento especial para lograrlo – sonrió con el recuerdo – casi mato del susto a mi guardián.


- Bueno, no nos queda de otra que partir, no creo que tu amigo tenga la paciencia suficiente de esperarnos eternamente – dijo Heero.


- Creo que no – dijo Naruto poniéndose de pie – le preguntare a la señora si alguien nos puede vender o arrendar un medio de transporte, Suna está bastante lejos de aquí como para caminar hasta allá.


- El muchachito amigo tuyo dijo que este era una isla ¿no? – dijo Draco.


- Así es, la vez anterior que estuve aquí viajamos en barco.


- Será divertido volver a navegar – dijo Dúo.


 


El barco que le regalaron a Naruto era bastante rústico al parecer de Draco, pero Heero y Dúo se habían entusiasmado con la idea de controlar ellos la nave arrastrando a Harry con la idea.  Claro, el de ojos cobalto había asumido el mando y Naruto no le había discutido, pero él prefería quedarse sentado en un rincón y disfrutar del viaje que disfrutar del trabajo de la nave.


- Eres un dragón muy aburrido – le dijo Harry moviendo una vela para que el viento la hinchara y avanzaran hacia el norte – así no vas a encontrar pareja.


- Ja, como si mi padre me fuera a dejar casarme con alguien que no sea de mi categoría – le replicó.


- Ah, los estirados Malfoy, me pregunto si alguien le permitiría a su hija casarse con el hijo de un ex mortifago – le dijo este.


- Pues, pese a ello, cuanto con un gran respaldo financiero.


- Un matrimonio debe ser algo más que dinero – le dijo Dúo.


- En el círculo mágico en el que se mueve mi padre es una de las cosas más importantes – le dijo – la otra es el poder, especialmente si es mágico.


- Entonces te dejará casarte con Harry – le dijo Naruto y ambos se pusieron rojos – él es muy poderoso ¿no?


- Naruto, los mortifagos eran  seguidores de mi peor enemigo – le dijo Harry – yo les quite el poder ¿cómo crees que Lucius, el padre de Malfoy, va a aceptar una unión entre nosotros?


- ¿Y que importa su opinión si ustedes se gustan?


- ¡A mi no me gusta Potter! – dijo Draco molesto.


- ¡A mi no me gusta Malfoy! – dijo Harry de la misma manera.


- Si, claro, y Heero y Dúo no son pareja – les dijo sarcástico y Dúo se tropezó en la cubierta.


- ¿Cómo sabes eso tú? – le dijo el trenzado poniéndose en evidencia.


- ¿Así que es cierto? – dijo Harry sorprendido.


- Bueno – le dijo rojo hasta las orejas – Heero no he dicho que me ama, pero ha sido muy bueno conmigo y yo sí lo quiero a él – admitió al fin – pero quiero saber cómo lo supiste.


- Bueno, el Bijou que yo contengo es un zorro y cuando finalmente conseguí controlarlo absorbí varias de sus habilidades naturales, entre ellas el olfato – le explicó – y tu tienes en tu esencia el olor de Heero, lo que sólo puede significar una cosa, ustedes dos son pareja y tienen intimidad entre ustedes.


- Diablos, y nosotros que no quisimos… - una mano lo silenció.


- No te pongas más en evidencia – le dijo Heero – pero te diré algo, yo también te quiero – lo besó en la mejilla – sigamos con lo nuestro, debemos aprovechar el viento y llegar al pais del viento lo mas pronto posible.


- ¡Si, mi almirante! – le dijo Dúo cuadrándose feliz.


 


Habían llegado a puerto y se habían dirigido inmediatamente a Suna cruzando el desierto a pie, el viaje los había agotado dado que tuvieron que apura el pao antes que los retuviera una tormenta de arena.  Pero al llegar fueron muy bien recibidos y llevados a la presencia del Kasekage que se alegró bastante de ver a su amigo de nuevo y en “buenas circunstancias”.


- Espero – le dijo una chica rubia – que no nos traigas problemas.


- Temari – le dijo Naruto divertido – ¿cuado te he traído problemas yo?


- ¿Y ellos, quiénes son? – lo ignoró olímpicamente.


- Siempre es lo mismo – murmuró Naruto – pasas de mí por cualquier chico guapo, pero te lo advierto, son pareja – agregó y los presentó – Ellos son Heero y Dúo, son oficialmente novios, y ellos son Draco y Harry. Aún no se deciden, pero yo sé que van a terminar dándose…


- ¡NARUTO! – le reclamo Harry totalmente rojo.


- Jeje, yo tengo buen ojo al respecto.


- Si, claro, como no – le dijo Temari.


- Venga, si tú haces muy bonita pareja con Shikamaru.


- El que estemos comprometidos no significa que no pueda admirar a otros chicos guapos ¿no?


- Sólo que le erraste el palo al gato – se burló.


- Tienes razón, volví a fallar – se lamentó ella.


- ¿Y con quien fallaste antes? – le dijo Dúo divertido.


- Sasuke Uchiha, el también es gay – aseguró.


- Venga, Sasuke es un poco raro, pero no creo que sea así como dices ¿Qué tiene de malo ignorar a las chicas?  A lo mejor ya tiene la suya y le es fiel.


- Le es fiel a quien ama, si, pero dudo que sea mujer.


- Naruto, me enviaste una nota diciendo que tú y tus amigos necesitaban hablar conmigo ¿Por qué no pasamos a la sala de juntas y me explicas el motivo?


- Claro – accedió Naruto – pero debe ser a solas.


- Temari ¿Por qué no revisas si Kankurou les preparó lasa habitaciones a nuestras visitas en casa? – le solicitó.  Ella asintió y desapareció en una ráfaga de viento – pasen.


Había una mesa redonda en el medio de la sala y los seis se sentaron alrededor de ella.


- Siendo tú el kasekage de la Arena, pensé que sabrías algo acerca de una leyenda y un país cuyas ruinas se encuentran en el país del viento – empezó Naruto – mis amigos llegaron aquí a causa de esa leyenda.


- ¿Cuál sería? En el mundo ninja hay muchas.


- Acerca de los guerreros de luz y de sombra – le dijo Heero.


- Algo he escuchado sobre ellos, su leyenda está escrita en las paredes del templo del Sol, el mismo que se encuentra alineado con el templo del Fuego, oculto en una alta montaña cerca de la frontera con el país del Fuego.


- ¿Y qué has escuchado? – intervino Harry.


- Es la leyenda de los hijos de Shinigami, uno de ellos se enamoró de un ángel hermoso y tuvieron tres hijos, pero ellos fueron separados por su abuelo de sus padres, ellos fueron conocidos como los guerreros de sombra.  El dios Sol se enamoró de una mortal y también tuvo tres hijos, pero ellos no podían habitar su reino, así que se quedaron en la Tierra para dar luz a los hombres.  Ellos se encontraron con los guerreros de sombra, tuvieron un violento enfrentamiento que dio por nacimiento a las naciones ninjas, y la luz conquistó las sombras enamorándose perdidamente entre ellos.  Viajaron por todo el mundo entregando sus dones a la humanidad, sin embargo, Shinigami buscó venganza contra los guerreros de luz y tuvieron una batalla final en el templo del Sol, en donde murieron con sus amados.  Se dice que ellos fueron dispersos a distintas dimensiones, pero cada cual con su pareja, quien consiga reunirlos podrá exigir una recompensa, ya sea a Shinigami ya sea al dios Sol.


- Así que es por eso que estamos aquí – dijo Harry – ese hombre cree que somos esos guerreros de luz y de sombras.


- Y le falta al sexto guerrero – dijo Heero volviéndose hacia Gaara – dices que ellos fueron separados por parejas ¿no?


- Así cuenta la leyenda – asintió él – en las paredes del templo del sol aparecen las descripciones de los guerreros, pero muy pocos se atreven a entrar allí, dicen que cuando una pareja, porque debe entrarse así, entra allí sin amarse el uno al otro, se quedaran sin su otra mitad para siempre.


- ¿Acaso es un templo para los enamorados? – dijo Draco.


- Así es, allí se casan sólo los que están convencidos que su amor será eterno.


- Sería bonito saber que ese amor será para siempre – dijo Dúo soñador.


- Dúo, es para siempre – le dijo Heero.


- Por cierto, Naruto – dijo Gaara cambiando de tema – mis ninjas creen haber visto por la zona al Uchiha, no he querido mandar un comunicado a Konoha como lo exigen los tratados hasta averiguar algo más, pero no ha hecho nada sospechoso, parece que esperara a alguien.


- Gracias, Gaara, mañana partiremos allá.


 


Fei Won miraba a los hombres que Chronos había reclutado, eran varios magos y ninjas de dos de las dimensiones de los guerreros, de la dimensión de los soldados no había reclutado a nadie porque ellos no conocían el poder que estos guardaban.


- Bien, quiero que tengan claro a lo que van – les dijo sentado en un sillón de alto respaldo – quiero y necesito que me traigan a esos seis jóvenes a como de lugar, a quien consiga traerlos hasta aquí vivos se le dará un incentivo.


- Señor Reed ¿para qué los necesita?


- Con el poder que ellos ocultan obtendremos el dominio total no sólo del mundo ninja, sino de todas las dimensiones en que de alguna u otra forma la magia exista – le dijo.


- Es bueno saber que aún existen tipos con verdadera ambición – dijo un mago.


- Por supuesto – sonrió.


 


Heero estaba recostado junto a Dúo, el pobre estaba tan agotado que apenas había apoyado la cabeza en la almohada se habia dormido y lo único que le quedaba era esperar que tuviera una pesadilla para “consolarlo” como la noche anterior en el hotel.


Suspiró en medio del silencio, él también estaba agotado, pero estaba necesitado de sexo ¿tanto se podía volver dependiente de algo con solo probarlo?  Quizás el sexo fuese como las drogas y provocase adicción, pero ¿sería tan malo?


Menos mal que a Dúo se le había dado por preguntar cosas incómodas, como por ejemplo de donde sabía como complacerlo o si antes lo había hecho con alguien más, como cuando interrogaba a un avergonzado Quatre.


Lo único malo si de todo esto, es que se iban a tener que esperar al otro día, le iba a proponer a Dúo que se casaran en el templo del Sol, así su amor sería eterno y ya nadie podría romperlo por más que lo intentaran, ni Reelena ni Hilde podrían separarlos nunca.


Suspiró una vez más y abrazó a su dormido trenzado por la espalda, por esa noche se quedaría con las ganas, ya después que estuvieran casados se desquitaría por haberse quedado dormido sin permitir su dosis diaria.


 


Continuará…

 


Bien, tengo esto listo en menos tiempo del que esperaba, hoy ha sido un domingo provechoso y me he puesto al día.


Por favor, el lemon o lime o lo que haya resultado, no me lo critiquen demasiado, soy más del tipo del sexo implícito que explícito (preferiría haberlo dejado a su imaginación), sin embargo he intentado recrearlo.


Ya se viene el HarryxDraco y la aparición de Sasuke, un poco de paciencia, que sólo podré actualizar hasta el próximo sábado.


Esperamos sus comentarios.


Shio Zhang y Wing Zero


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