(Edward's POV)
Abro pesadamente los ojos, aun me siento cansado, tanto, que el adormecimiento aun me golpea con fuerza, reclamándome volver a la almohada y dormir, pero, hay algo que me llama, diciéndome que me despierte.
Veo borroso incapaz de darle forma a las imágenes frente de mí, cierro los ojos y los tallo con mis manos, ahora veo peor, pero rápidamente cobra forma todo lo que todo ante mí, levemente iluminados por la luz que entra por la ventana. Vaya, aun es de noche, incluso la luna sigue, casi desapareciendo de la cuadrada forma de la ventana. Dentro de unas cuantas horas y amanecerá.
La habitación tiene un aroma raro, pero agradable, toco más ropas que cubren mi pecho y las siento mojadas.
¿Acaso tuve fiebre?
Puede ser probable...
Con una de mis manos alejo uno de los mechones de mi cabello echándolo hacia atrás y suspiro. Extrañamente me siento cansado y satisfecho. Aunque no tengo ninguna razón para estarlo, bueno, más bien lo segundo... porque de lo primero sí que tengo motivos. Veo en silencio la habitación, hasta toparme con algo que creí imposible.
.-Taisa.-
Susurro quedo, mirando el suave perfil de su rostro tan pálido, está dormido, descansando su espalda contra el sofá para dos personas en la habitación, sus pernas relajas sobre él mismo, los brazos ligeramente doblados sobre su pecho, mientras respira calmado con los labios entreabiertos.
¿Se habrá quedado para cuidar de mí?
¿Cómo los demás, por lastima?
Yo no necesito de eso...
Taisa...
.-No de ti...-
.-Roy.- Murmuré quedo, acercándome hasta ti.
¿Me pregunto si alguna vez podré llamarte así?
De la misma forma en que lo hice hace unos segundos, con tanto cariño y... amor.
Sí, amor...
Yo te amo, en silencio y desde lejos lo hago.
¿Por qué?
Eso ni siquiera yo mismo lo sé.
¿Desde cuándo?
Tampoco y la verdad no me importa.
Solo me duele no poderlo decirlo.
No poder gritarlo a los cuatro vientos y amenazar a cualquiera que desee poner más que su mirada sobre ti.
Suena un poco enfermo, pero así lo siento
¿Soy un poquito posesivo no crees?
Paso mis piernas a cada lado de tu cuerpo, doblando mis rodillas y quedando sentado sobre tu regazo. Mis dedos dibujan cada uno de los pliegues de ese uniforme azul del ejército, lo odio tanto, pero me encanta como se ve en ti.
Coronel...
¿Me castigaras por estar así, mirándote y tocándote apenas como lo hago?
¿O te gustaría que hiciera algo más?
Como si fueses a responderme...
Bueno, supongo que eso me deja a mí la elección
¿No?
Taisa...
Hace unos minutos tuve un extraño sueño, uno donde estaba contigo y...
Siento mis mejillas calientes, seguramente estoy sumamente sonrojado y como no estarlo.
Taisa, en ese sueño tu... yo...
Demonios ni siquiera soy capaz de procesar con claridad la idea...
Pero... Puedo volver a recrear ese sueño...
Aquí... ahora... contigo...
Tomo tus brazos con cuidado, dejándolos cerca de mis piernas, para después con mis dedos comenzar a desabrochar la gruesa tela azul que cubre tu pecho y de paso la blanca camisa que usas debajo de ella, dejando al descubierto parte de tus trabajados pectorales.
Taisa...
Si despiertas...
¿Me dejaras continuar con esto?...
Quiero creer que sí, no sabes cuánto me gustaría repetir ese sueño.
Mis labios besan tu cuello, saboreando esa suave piel, mientras mis dedos te regalan algunas caricias sobre tu pecho, trazando con cuidado algunas figuras por tu piel.
¿Te gustara como se siente?
Ser tocado tanto por mi brazo de metal como por el otro.
¡Claro que sí!
Si incluso estas gimiendo.
¿Pensaras en mí mientras hago esto?...
Sí... tienes...
Debes de estar pensando en mí.
Dios! Adoro tus gemidos Roy, siento que he comenzado a sudar y es eso mismo que hace que un pensamiento estúpido cruce por mi mente, tal vez lo que viví en ese sueño, no fuese un sueño en realidad. Tal vez tú si me hiciste desfallecer con tus caricias.
No... no puede ser verdad... tu no...
Respiro agitadamente, después de haber dirigido mis ojos hasta la puerta que separa la habitación del corredor del hospital. El seguro puesto. Suelto un audible jadeo al darme cuenta que no fue un sueño.
Mhmmp... ¡Qué perverso eres Roy!
Aprovecharse de alguien que no estaba en sus cinco sentidos...
Pero eso me encanta.
Beso tu cuello, lamiendo y bajando. Muerdo ligeramente la piel en tus clavículas, halando la piel, misma que se pone roja después de hacer aquello. Has echado la cabeza ligeramente hacia atrás, dándome más piel para saborear y que no pierdo segundo alguno en hacerlo. Gimo con fuerza al echar más mi cuerpo sobre el tuyo, presionando entre tu cuerpo y el mío mi entrepierna.
.-Ah! Roy, Roy!.-
Pero lo hago de forma más escandalosa cuando siento tus manos cerrarse en mis glúteos, bajando mis caderas, haciéndome sentir golpeando mi trasero tu hombría más que despierta.
.-Despierta! Por favor! Despierta!.-
Susurro contra tu oído, moviéndome cadenciosamente sobre ti, cierro los ojos y busco tus labios, uniéndome a ti en un beso que, desearía que fuera... correspondido, un momento, estas correspondiendo al mismo, con fuerza y dulzura mezcladas, abro mis ojos y descubro tus pupilas negras observándome.
No sé con exactitud, como interpretar tu mirada...
Solo puedo pensar en algo...
Roy...
¿Te atreverás a continuar este sueño?
-o-o-o-o-