Capítulo 7: Verdades
~2 años después~
Con nueve años y medio, Harry Potter era un chico listo y muy guapo, el cabello rebelde, una estatura adorable y unos enormes ojos verdes en los que todos se fijaban. De apariencia angelical, el niño era de sonrisa fácil y la persona favorita de Tommy Riddle de 7 añitos. En ese momento estaban caminando en el callejón Diagon con Tommy y James, cuando Tommy se fijo en una parejita de chicos que compraban útiles escolares, estos llevaban unas bandas en sus brazos y no eran los únicos. Tommy había visto a varios jóvenes asi.
-Harry-llamo a su hermano mirando a su lado para verlo, a pesar de que Harry era mayor el y Tommy tenían la misma estatura, Harry era pequeño mientras que Tommy se notaba seria tan alto como su padre el Dark Lord.
-¿Si?-le preguntó el oji-verde.
-¿Por qué esa gente usa esas cosas en sus manos?-preguntó Tommy con inocencia.
-Por que son sangre sucia-dijo Harry simplemente con cierto toque inocente. Para el no era una palabra mala, Draco la decía todo el tiempo por que su padre Lucius la usaba, y el había escuchado a su propio papá Tom usarla. Por eso se sorprendió cuando James se volteó hacia el y levantó la mano deteniéndola a pocos centímetros de su rostro sin llegarle a dar, pero Harry no era estúpido, su papi había estado apunto de pegarle… sin razón ni motivo. -¿Papi?-su voz tenía un ligero temblor de confusión y asombro cuando hablo.
-¿Dónde escuchaste esa palabra?-preguntó con los dientes apretados.
-De papá, y de Draco y el señor Malfoy-dijo confundido.
James agarró a sus hijos cada uno de un brazo.
-Vamos a casa-dijo molesto.
-Pero ¿Y las compras, papi? -se quejó Tommy.
-Luego-dijo James sin admitir replicas y activó el trasladador apareciendo en el recibidor de la mansión. -Vete a tu habitación, Tommy -ordenó al menor de sus hijos-. Y tú… ven conmigo -jaló a Harry a la biblioteca para hablar con él seriamente.
-¿Papi… que hice mal? -Harry no entendía que pasaba.
-Siéntate -le ordenó James señalando el diván y respiró hondo varias veces para tranquilizarte-. La palabra que usaste -habló al fin cuando recuperó el control sobre sí mismo- es demasiado ofensiva. Esos chicos son nacidos de muggles, no sangre sucia. Su sangre es tan roja como la tuya y la mía, esas burradas de sangre sucia o sangre limpia o sangre mestiza son una bobada.
-Pero… papá dice que los sangre sucias no son tan inteligentes como nosotros -dijo Harry sin entender.
James suspiró y se sentó junto a su hijo.
-Tu padre se equivoca. La inteligencia nada tiene que ver. Los hijos de muggle tienen la mala suerte de no conocer nuestro mundo hasta que cumplen 11 años así que llegan a el sin saber nada de ante mano, eso no significa que sean brutos o idiotas. Los Nacidos de magos crecen conociendo este mundo y la magia por lo que tienen una base más fuerte, eso no quiere decir que sean mejores, sólo que nacieron en diferentes circunstancias, pero ambos son mágicos y tienen los mismos derechos. Y Ambos merecen respetos. Y por sobre todas las cosas… tú deberías respetarlos -aseguró.
-¿Por qué?
-Harry eres un niño inteligente, mucho -dijo tocando su cabello. Tom se enojaría mucho por esto, pero su Harry merecía la verdad y Lilly también.– ¿Sabes por que tu eres Harry Potter y no Harry Riddle como Tommy?
-Por que yo soy el heredero Potter y Tommy el heredero Riddle -dijo con lógica, su padre Tom se lo había explicado.
-Sí, eso es cierto, pero no es lo único. Tu nombre completo es Harry James Potter Evans. Antes de conocer a tu padre Tom, papá amo a una mujer, una gran bruja, fuerte, poderosa e inteligente, su nombre era Lilly, Lilly Evans, una bruja de primera generación, una nacida de muggles, una mujer como los que tú llamaste hoy sangre sucia, ¿Lo entiendes Harry? Tú eres un mestizo, un brujo de vigésima generación por mi línea y de segunda generación por la de tu madre. –le explico.
Harry estaba en shock, su corazón latía dolorosamente y sus ojos se llenaban de lagrimas.
-¿Mi padre no es mi padre? -preguntó con voz temblorosa.
-Claro que es tu padre, el te ha cuidado, criado y amado tanto como a Tommy- le aclaró-. Tú eres un chico con suerte, una bruja que te amo mucho te tuvo, luego ella se fue al cielo y Tom y yo te criamos juntos -le explicó.
Pero Harry no lo podía entender, sólo entendía que Tom Riddle, el lord Oscuro, no era su padre y el era hijo de una sangre sucia; sin poder evitarlo comenzó a llorar. En ese momento Voldemort, quien había sido avisado por su hijo de la situación, se apresuró a la biblioteca, pero cuando llegó ya era tarde, al ver a Harry llorando supo que James le había contado lo que el había prohibido saber, aquello por lo que había asesinado a Evan Marcus para que los demás aprendieran. Acercándose a zancadas al diván agarró a James del brazo con fuerza y lo paró a la fuerza mirándolo a la cara.
-¿Como te atreves? ¡Estaba prohibido!
-Es mi hijo y merece saber de su madre -le dijo James firme.
Tom nunca había tenido la necesidad de pegarle a James, pero en este momento sintió el impulso que a duras penas contuvo mientras se inclinaba frente a Harry.
-Harry -llamo a su hijo, ignorando a su consorte-, mírame -le pidió, los ojos verdes rojos por el llanto en una carita congestionada le miraron-. Harry, tú eres mi hijo -le dijo tocando su rostro.
-Papá dijo que mi mamá se llamaba…
Tom silencio el sollozo poniendo un dedo en los labios de Harry.
-Yo te crié Harry, eso te hace mi hijo. De quienes nacemos… eso es sólo ADN, lo que nos hace hijos de alguien es el amor y cuidado que nos dan. O acaso… ¿ya no quieres que yo sea tu papá? -le preguntó astutamente.
El cachorro de león no tenía ninguna oportunidad contra la serpiente alfa. Se arrojó sobre su padre y lo abrazó con fuerza.
-No, no -negó-. Yo no quiero dejar de ser tu hijo -aseguró.
-Entonces no se diga mas, tu eres mi hijo -le recordó acunándolo en los brazo. -No tenemos que volver a mencionar a la bruja-le aseguró.
-Lilly…-James calló ante la mirada de Voldemort sabiendo que esa noche tendría problemas. Pero no importaba, su hijo merecía saber la verdad.
…
Algunas semanas después, Harry se atrevió a preguntar sobre Lilly más calmado, James que ya había aguantado el castigo a cambio del permiso le habló de la bruja e incluso conjuró una imagen para su hijo. Pero esa fue la única vez que Harry preguntó por ella, nunca más lo volvió a hacer. Pero también nunca más volvió a decir sangre sucia, las personas de las bandas se convirtieron en nacidos de muggles en su vocabulario y no era extraño escucharle corregir a su amigo Draco cuando usaba la desagradable palabra.
Pero lo de Harry fue como la bola de nieve que inicia la avalancha, pronto muchas verdades salieron a la luz. Para Draco no fue un problema, él siempre supo que era hijastro de Sirius, y sus padres siempre le hablaron de Narcisa. Entre sangre limpias, cuando alguien como su madre moría, no era raro que alguien de la misma familia ocupara el lugar y Sirius era un Black como su madre.
Para Neville fue un poco más duro y chocante enterrarse que entre Rabastan y él no había lazos de sangre.
Otro tanto para Ronald Weasley quien tuvo que caer en la realidad de que él y Theo no eran siquiera hermanos de sangre. Por una vez los gemelos no se burlaron de las lágrimas de los más jóvenes. Pero como bien tuvo a recordarles Ethan Nott, ellos eran familia, los lazos de sangre no podían cambiar eso.
Continuara…