Cuando me desperté vi que había un chico en la otra cama, se veía un poco más joven que yo, tenía el cabello negro y despeinado, la piel muy blanca, era realmente guapo, pensé en despertarlo pero decidí que era mejor bañarme y alistarme para la primera clase .En el salón busque Cesio pero todos los lugares a su alrededor estaban ocupados y solo me saludó con una cabezada, un poco extrañado por esa actitud fui a sentarme en un lugar alejado, a mi lado había un chico que se parecía a mi compañero de habitación, después de un rato llegó mi compañero me miró y tímidamente se sentó detrás de mí, pensé en preguntarle su nombre pero empezó la clase.
En el pequeño receso vi que Cesio estaba muy ocupado hablando con otros tipos así que me preparé mentalmente para preguntarle su nombre al chico pero antes de que lo hiciera el otro me miró.
-No le preguntes nada, está traumado no habla
Miré al traumado y me causó gracia que él y yo fuéramos compañeros, me sonrió muy tímido.
-Momo no me agrada la gente habladora-le dije
El otro se rio y comprendí que eran hermanos y que me había sentado en el lugar del chico traumado.
-Creo que le agradas-el otro volvió a reírse-Soy Europio
Yo no tenía ninguna gana de decirles mi nombre pero ellos no me preguntaron nada.
A la hora de la comida me serví un poco de puré de papa, unos tipos me invitaron a sentarme con ellos pero Cesio ni siquiera me dirigió la mirada, además se notaba su intención de ser corteses, decliné su invitación y me senté solo, al poco tiempo se sentaron conmigo dos chicos rubios que se presentaron como Rainer y Mihael, Mihael hablaba mucho.
-¿David es tu compañero de cuarto?-me preguntó Rainer
Me miró muy fijamente, con mucha intensidad, me dio miedo.
-No se
-El chico que no habla
Asentí y pensé que si ya sabía como se llamaba mi compañero de habitación ya podía irme, me levanté y pasé la tarde conociendo el campus.
El día siguiente transcurrió con normalidad, aunque Cesio me ignoró y en la comida conversé con David, bueno yo le hablé de Cesio y él escuchó, más tarde fui a conocer a los caballos, uno me agradó bastante, se llamaba Agni. Estaba realmente muy molesto porque nunca creí Cesio pudiera comportarse de esa forma, siempre quise ser bueno para él, tal vez él como mis padres deseaba que yo fuera diferente ¿no era suficientemente qué? En él día ni siquiera se había dignado a mirarme, todo era tan fantástico, mi único amigo me ignoraba y mi compañero de cuarto era un huérfano traumado, muy enojado no pude dormir y me puse a leer.
Pasaron los días (2 o 3) sin que la situación cambiara en absoluto, eso me ponía cada vez de peor humor excepto en los momento que pasaba con David que no eran tan malos, él no exigía nada.
El viernes en el receso Cesio me abordó.
-Hola Andrew
-Hola- contesté con cautela
-Ten te lo manda tu madre-me dio un paquete
Antes de que pudiera decirle algo me sonrió y se dio la vuelta, su sonrisa parecía la misma de siempre pero no me había dado cuenta de que era una sonrisa falsa y condescendiente.
-Cesio-susurré
Quise estirar la mano y llamarlo pero ya estaba muy lejos.
En la canasta había un pastel de fresas, algunas frutas y vino, el vino era de parte de Gonzalo, me sentía mal y en un impulso me bebí 2 de las 6 botellas y me puse bastante ebrio (era champagne) no recuerdo nada pero soñé que David me besaba, no como en los sueños que tenía con Cesio claro.
El sábado me desperté con muy tarde y con un terrible dolor de cabezal, me sorprendí porque estaba en mi cama y con mi pijama, tenía hambre y me comí un pedazo del pastel.
Después de un rato llegó David.
-Hola-dije con desgano
No contestó y miró el pastel.
-Si quieres puede comértelo
Me miró con los ojos muy abiertos, sonreí, era como un niño.
-¿En serio? - dijo muy bajito
Me quedé viéndolo, se suponía que no hablaba.
-SÍ - contesté sin darle importancia
-gracias
Tomó el pastel y se sentó a mi lado.
-¿tomas muy seguido?-dijo con un matiz de burla
-no
Se rio y se comió el pastel, me dolía demasiado la cabeza como para hacer algo por lo cual me quedé con él.
Al día siguiente me desperté muy temprano y decidí tomar una taza de café, él comedor etaba vacío y me serví con toda tranquilidad, empezaba a percatarme de que lo que sentía por que Cesio me ignoraba era un poco anormal, tal vez yo era lo que decían los sirvientes de la casa, tal vez era gay.... Pero no era imposible, estaba cavilando sobre eso cuando choqué con Rainer.
-ay!.... perdón -me sentí estúpido
-no importa .. Andrew ¿cierto?
-si- no veía el momento de alejarme de ahí -tú eres Rainer- afirmé
Me miró un poco incómodo por el modo en que afirmé.
-tienes un acento extraño ¿de dónde eres?
-Francia-respondí mecánicamente
-¿Francia?- me miró con curiosidad y tuve que devolverle la mirada
Sus ojos me miraban profundamente como si solo mirándome pudiera averiguar todo sobre mí, dio un paso hacia adelante y yo uno para atrás pero choqué con la mesa, él colocó sus manos sobre ella inclinándose sobre mí.
-déjame- gruñí y lo empujé
De regreso a mi habitación me tomé todo el café de un trago, el comportamiento de Rainer había sido muy incómodo, me ardían las mejillas. Cuando llegué al cuarto David me miró inquiridoramente aunque no dijo nada.
En la tarde fuimos con Europio y un tal Estroncio, Europio se veía muy sorprendido de que su hermano hablara.
-¿Qué le hiciste que ahora habla?-me preguntó aparte
-me embriagué y le ofrecí pastel, eso siempre funciona
.no, en serio, llevaba años sin hablar, creí que ya no podía
-ah- no se me ocurrió que decir
-gracias Andrew
Pensé que era un poco tonto que me agradeciera a mí pero no dije nada.
A las 3 semanas de clases nos hicieron exámenes, Cesio, Rainer, Osmio, Europio, Mihael, David y yo fuimos los primeros en terminarlos todos, también éramos los que teníamos beca, ellos salieron a festejar pero yo no quise, en parte porque me resultaría muy difícil parecer enojado con Cesio y en parte porque estaba muy confundido, fui con Agni y me quedé ahí hasta muy tarde, de regresó me sorprendió la lluvia y me empapé totalmente, en la entrada a los dormitorios me encontré a Rainer.
-Deberías secarte Andrew te enfermarás- dijo amablemente
-ah sí- me sentí incómodo con sus ojos fijos sobre mi ajustada ropa
-por cierto Cesio te estaba buscando
Sentí como una sonrisa afloraba a mi rostro, sin embargo pensé que mi aspecto era un tanto indecente (mojado, sonrojado y despeinado) y dejé de sonreír.
-toma - Rainer me extendió su saco - por lo menos quítate eso
Busque a mi alrededor un sitio donde esconderme pero no había ninguno, tomé el saco y muy avergonzado me quité mi empapada camisa, me sequé un poco y me lo puse.
Quería ver a Cesio inmediatamente pero era obvio que nadie me tomaría en serio si vestía un pantalón mojado y un saco prestado, fui a vestirme.
-Cesio vino a buscarte- dijo David
Saqué un cambio a toda prisa y me desvestí, David me observaba sin expresión alguna pero no me sentía incómodo, estaba poniéndome de nuevo los zapatos cuando alguien llamó a la puerta. Abrí.
-Hola- Cesio no me dejó contestar- Ven tengo que avisarte algo
Salimos, yo esperaba el momento para confrontarlo pero él hablaba con prisa.
-tus padres vendrán el fin de semana, yo me encargaré de todo pero necesito que vayas a comprar algunas cosas, si no es mucha molestia
El tono humilde y engreído a la vez me desconcertó "¿si no es mucha molestia?" ¿Cuándo se había vuelto tan fríamente educado? Esa actitud empezaba a molestarme mucho.
-Cesio ¿Estás enojado?-traté de sonar despreocupado
-No joven Maunier-su voz ya ni siquiera era amable-su madre no sabe que comparte habitación, probablemente estará molesta
-Cesio- ¿joven Maunier?
-¿Qué sucede?- su voz sonaba irritada
Lo miré y noté que me miraba con frialdad
-eso es todo- se dio la vuelta y se fue
Me quedé mirando el pasillo por el que se había ido, tiempo después noté que estaba llorando, me sequé los ojos con rudeza, hace mucho que no lloraba u no iba a hacerlo ahora por una tontería así, entré al cuarto y David me miro con sus aniñados ojos muy abiertos pero sin decir nada, después de todo era un buen compañero, no soporto que la gente haga preguntas y él nunca lo hacía, podría volverse mi amigo, me senté en la cama y me comí un chocolate, después de un rato David se sentó a mi lado, me sentía reconfortado de cieryo modo.
-yo estaba enamorado de él... lo estoy
No sabía porque lo hacía, ni siquiera había aceptado frente a mi mismo lo que sentía y mi posible homosexualidad y ahora se lo estaba diciendo a un chico casi desconocido .Se recargó en mí, me recordó a un gatito.
-pero estoy bien, no te preocupes
Esas palabras salieron sin que las pensara, sentía que debía protegerlo, que debía estar bien por él que estaba indefenso.
En la comida del día siguiente mientras David engullía por 3 y yo comía una ensalada le conté cosas sobre mi familia, nos quedamos callados.
-Magister mundis sum- dije de repente
Nos reímos.
En la tarde fui a comprar cosas para mis padres, lo único bueno que hacen es mandarme mucho dinero, me estaba muriendo de nervios porque no es fácil complacerlos compré todo lo que les gusta y regresé a la escuela.
Cesio y yo recibimos a mis padres, ellos ni siquiera parecieron notar que yo estaba de un pésimo humor, él e encargó de acomodarlos, yo me retiré a mi habitación a tocar un rato.
En la cena mi madre hizo notar su descontento porque mi compañero era huérfano y becado.
-¡no puedo creerlo! No saben con quién tratan, ordenaré que te cambien inmediatamente
-no, no vas a hacer eso-contesté
-no hables así - me reprendió mi padre
-dime Cesio ¿tiene una novia o algo parecido? Lo noto algo alterado
-no lo creo, el joven todavía no esta preparado para eso
Decidí que ya no aguantaba más, podía ser que ellos no percibieran su tono de burla pero yo sí y no me gustaba en absoluto.
-tengo que irme
Me levanté y me fui de ahí, no pensaba soportar esa actitud, era demasiado cruel, yo podría hacer que le retiraran su beca que lo echaran de la escuela e incluso que su madre perdiera el trabajo, aunque sea una decepción soy el único heredero de los Maunier y cualquier capricho mío es una orden, sin embargo no lo hacia porque lo quería y quería que él me quisiera.
-Cesio... yo...
Era una tontería que aún lo amara pero ya no podía dejar de hacerlo.
Cuando me despedí de mis padres mi papa me jaló la coleta.
-a ver si algún día te haces hombre
No hice nada y me metí a la escuela de nuevo, sentí a unas inaguantables ganas de reir.
Pasaron algunos días y y decidí ya no buscar a Cesio, no le haría nada pero ya no quería verlo, no me disgustaba pasar el tiempo solo, además ahora tenía a David, en ese poco tiempo había forjado una buena amistad, sentía que tenía que resistir por él y protegerlo, pero no era desagradable porque estaba acompañado, David pasaba mucho tiempo con su hermano y Europio tenía a sus amigos así que se podría decir que ya tenía un "grupo", lo cual siempre da seguridad, sobre todo aquí, en un internado para chicos, pasábamos las tardes juntos, sin hacer nada especial pero juntos,