Capitulo 9 Solo un alma igual de vacía, puede llenar la soledad.
Chibi Ginji chillaba mas que llorar, tratando de ablandar el duro corazón de Mido.
-Quiero salir Buaaaaa!!
- Eres malo Ban. Continuaba llorando mientras daba vueltas y vueltas alrededor de Ban que estaba dando los últimos toques a la maqueta que iba a enviar por DHL.
Mido rodó la mirada para centrarse en el molesto y escandaloso de su compañero. Y exhalo el humo del cigarrillo.
- Ya te dije que no, estas castigado.
- Por favor, por favor. Exclamaba Chibi Ginji derramado a los pies de Mido.
-NO, ESTAS CASTIGADO. Respondió en forma enérgica y de una patada mando a volar al pequeño.
- Te parece poco haberme asustado como lo hiciste?
Ginji bajo la vista. Sabía que Mido tenia razón.
- Pero Ban yo en ese momento ignoraba que Akabane era un....
- Un asesino psicópata. Exacto Ginji, Un asesino psicópata.
- Eres afortunado que a pesar de que te drogo, con tanto que comiste tardo en hacer efecto y en que su patrón de asesinato, era que la victima accediera.
-Cuando te fuiste, dejaste de ser su victima potencial.
- En verdad Ban, me invito a tomar un café...
- Si serás idiota.
- Desde que te conoció te escogió eras perfecto...
- Guapo, inocente, amigable y un idiota de primera.....
- Y estas castigado y no saldrás hasta que haya terminado maqueta.
- Ban...
- QUE?
- Gracias Ban ,por salvarme y por estar a mi lado. Externo el rubio con los ojos húmedos a punto de explotar de nuevo en un llanto.
El castaño continúo mirando la maqueta sin hacer ningún movimiento. Y Después susurro en voz baja.-Te amo idiota, solo es eso.
El rubio se lanzo hacia Mido y se abrazo a El y empezó a llorar.
- Anda ya deja de llorar. Externo mientras le levantaba la cara por la barbilla. Y aunque había estado muy molesto con El, ya no pudo más y le planto un beso.
-Pero eso si Ginji, si le vuelves a aceptar de nuevo un café mezclado con cuatro tabletas de valium y te quedas dormido otra vez por dos días. Allí te abandono, entiendes?
-Perdón Ban no le volveré a aceptar un café de nuevo a un asesino.
-Un asesino psicópata Ginji.
Esa tarde Mido término el proyecto y lo envío por mensajería. Como había prometido.
El rubio le acompaño a dejar la maqueta a la oficina de correos y ayudarle a empaquetarla.
Una vez que quedo listo, no cabía en si por la alegría de haber salido y además desde ese momento su castigo daba por finalizado.
-Ahora si pequeño idiota, a las cinco de la tarde de hoy jueves veintidós de julio empieza nuestro verano. Externo el castaño con energía después de ver la hora en su celular.
- Genial Ban! y se abrazo a su compañero frente a la oficina de mensajería.
Mido no era fanático ni del melodrama y menos de la exhibición y después de cinco segundos se separo del joven.
- Pasa algo Ban?
- IDIOTA ESTAMOS EN PLENA CALLE!
-Lo siento Ban.
-Anda no te deprimas, vamos a la zona comercial y al cine, te invito una pizza.
Después de un viaje de unos quince minutos en autobús, llegaron a la zona comercial de Chou- Ku, era un hermoso barrio, en todo su esplendor a pesar de la hora que aun no anochecía algunas marquesinas empezaban a brillar.
Ambos entraron a un lugar que se especializaba en pizzas y satisficieron su hambre.
Siguiente paso seria ir al cine, pero el verano es una época de vacaciones escolares y la cartelera tenia un noventa por ciento películas infantiles, algo que emociono realmente al rubio que se veía tan animado y lleno de energía como un cachorro que lo sacan a pasear, en cambio lo que para uno era emocionante y divertido para otro el pensar compartir la sala con una bola de niños le hacia recorrer un escalofrío en la columna.
- Anda Ban, vamos al cine lo prometiste. Externaba Chibi Ginji mientras arrastraba a su pareja.
Mido alcanzo a observar la marquesina de un local ubicado en la esquina y que estaba seguro su pequeño no se resistiría a visitar.
- Ginji mejor vamos allá. Dijo señalando la esquina.
El rubio se paro en seco, abrió los ojos como platos, no podía creer que Mido le invitara a un lugar así. Era la primera vez que lo invitaba a un Bar.
El rubio giro el rostro hacia ambos lados y se preguntaba película o bar, película o bar?
Por fin la curiosidad pudo más y cambio la dirección arrastrando a su ojiazul al bar.
Una vez dentro se acomodaron en una pequeña y alta mesa. Y se acomodaron en banquillos igual altos. El lugar se encontraba a media luz. Y el rubio recorría con la mirada, todo el local no se quería perder de ningún detalle, después de todo era la primera vez que asistía a un lugar así.
Una linda joven vestida con ropa ajustada, corta y un amplio escote se acerco, le entrego una carta y después de saludarles se retiro con la promesa de regresar para pedir la orden.
- Estas bien Ginji?. Pregunto Mido ya que el rubio no dejaba de recorrer el lugar. Fijando finalmente la mirada en una de las enormes pantallas que se encontraban repartidas por todo el local y repetía un video de una canción de moda, ambientando el lugar.
-Si Ban, respondió distraído.
- Relájate Ginji.
El castaño le pidió a la joven si les traía una botella de sake.
- Nunca has tomado verdad Ginji? Pregunto con curiosidad y un poco de malicia.
- No la verdad no.
La joven regreso con vasos una botella y un plato con algo de frituras de harina.
Mido le sirvió al rubio.
.Salud Ginji y sin mas chocaron los vasos y de un golpe lo bebieron, bueno uno de ellos casi muere en el intento. Pero el otro disfruto lo novato de su pareja.
Después de tres vasos ambos estaba mucho mas relajados, bueno uno estaba un poco mas relajado que el otro y se reía un poco mas de lo normal.
Ambos empezaron a compartir sucesos de sus vidas, hechos ocurridos en su niñez o adolescencia que de alguna manera o los habían olvidado o simplemente nunca habían compartido.
De esa forma Mido confirmo que el primer beso que Ginji le dio a alguien fue con el capitán del equipo d futbol Reiji Masame, y después se entero como en un intento por modificar su preferencia sexual. En el secundario intento andar con una chica de cabello rojo, llamada Maya, pero ella nunca tuvo interés en El, En cambio había otra chica que era su mejor amiga llamada Hokona y que estaba enamorada de El. Pero el joven arruino la relación. En realidad no tenía interés por las jóvenes y El lo sabía.
Así que su vida era realmente solitaria, tenia temor de hacer amigos íntimos por el miedo a enamorarse, y evitaba las amistades estrechas.
El joven compartía con una tristeza en la mirada como su vida antes de conocer a Mido había sido catalogado como un perdedor.
Ban le oía sin escuchar su vida comparada con la de El tampoco tenia nada de que jactarse fuera de su brillante record escolar, era igual de solitario, había estado con una que otra joven pero eran relaciones superficiales en las que se involucraba mas sexo que amor o que amistad.
El era un joven atractivo y brillante y muchas chicas eran capaces de acostarse con El solo para presumir que lo habían hecho. Eso le daba etiqueta de joven valioso y deseado, pero nada más lejos que eso. No había nada de que enorgullecerse. En realidad era un tipo, con una inmensa soledad en su corazón, un tipo que deseaba poder sentir amor, enamorarse, sentirse valioso para alguien, pero en el fondo de su corazón se auto convencía pensando que esa persona nunca llegaría, El no merecía una relación así, y evitaba ser lastimado endureciendo sus sentimientos y corazón, y en esa forma y se jactaba de no tener amigos, de no necesitar absolutamente de nadie. Estaba solo lo sabia y nadie tenia por que enterarse de lo miserable que se sentía
Esa noche el rubio hablaba y hablaba de lo patética que había sido su vida antes de conocer a Mido.
Ban se hundía en esa mirada color miel, llena de melancolía. Y se daba cuenta que solo alguien cuya alma había estado tan vacía como la suya, era capaz de complementarlo y de llenarlo.
El joven rubio que estaba frente a El le había dado sentido a su vida, le había hecho sentirse vivo.
Le hacia sentirse especial, amado, único y valioso, siempre le hacia sentir cuan orgulloso estaba de El. Cuanto lo necesitaba.
Ginji era la persona que, en su corazón anhelaba encontrar.
Ese chico frente a El era su Ginji.
Mientras escuchaba al rubio una sensación de calor lleno su corazón, se sentía muy dichoso.
Aunque a la vez también estaba más que conciente que nada es para siempre y su Ginji, su pequeño y amado Ginji tenía los días contados.
La mirada de Mido se humedeció, aunque con la penumbra no fue notada por el menor.
Esa noche fue una noche en que uno abrió su corazón y compartió momentos dolorosos que no quería recordar, El otro aparentemente escucho, y medito en momentos dolorosos que no valían la pena recordar y en cambio valoro lo que tenia y disfrutar lo que le quedaba, pero también estaba conciente de que cada día era un día menos.
Abandonaron el bar a eso de la media noche, y cuando llegaron a casa Ban tomo al rubio entre sus brazos, lo beso con pasión y le hizo verdaderamente el amor.