Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

My really cliche first love story... por Leia-chan

[Reviews - 175]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Awwww... Hay personas que lo leyeron... E incluso me dejaron agradables comentarios... Gracias, en serio... Esa si es una buena bienvenida... Bueno, mi internet es una mierda, asi como la facultad y posiblemente todo lo que me resta de vida... Pero trataremos de ser felices!!

No es tan bueno como me hubiera gustado... justo despues de publicar el primer cap, decidi que queria hacer un guion y trate de hacerlo... y no pude sacarme la mania de los dialogos largos... Hay muchos dialogos... No me gustan los dialogos, pero por mas que lo intente no pude sacarlos...

Es horrible tener una idea y no poder expresarla... En fin, espero que lo disfruten, que disculpen los errores y los interminables dialogos...

Un rayo de luz cayó sobre sus ojos. Mathew gruñó molestó. Se revolvió en la cama y terminó acomodándose con el rostro enfrentando la pared, para evitar los rayos de sol… “Mmm… No recuerdo que mi cama estuviera cerca de una pared”, pensó Mat, mientras tomaba la ligera manta y se cubría mejor con ella. “Ese olor… Que raro…”, se dijo, aún sin abrir los ojos ni ser totalmente consciente de su situación. “¿A qué hora llegué anoche? Recuerdo que estaba en la casa de Dan… Me acosté y luego…”.


-     ¿¡Eh!? – el sueño desapareció sin dejar vestigios. Mathew se levantó como impulsado por un resorte.


-     Ah… - Daniel dio un gemido resoplado, incorporándose en la silla donde había pasado la noche. Nunca le había gustado despertarse. Se frotó los ojos con las manos y luego procedió a buscar sus lentes – Buenos días, Mathew… - articuló mientras bostezaba.


-     ¿Daniel? ¿Qué…? ¿Por qué…? ¿Hoy es… sábado?


-     En efecto… Te quedaste dormido anoche…


-     ¿Y por qué no me despertaste? ¡He perdido toda la noche sin estudiar! – se desesperó Mathew – Tengo que pasar ese examen o me sacaran del equipo… Oh, Dios… Esto no puede estar peor…


-     Tranquilízate… Si tienes las energías para ponerte a gritar de esa forma, de seguro tienes las energías para estudiar todo el día – Daniel se levantó, con los lentes ya puestos – Vamos a desayunar y luego nos pondremos a estudiar. Y, ya que eres tan escéptico, ni siquiera te cobraré…


-     ¡Pero es sábado! Se supone que los sábados deberíamos salir y divertirnos… ¡Y mira que glorioso día! No podemos estar todo el día encerrados como ratones de laboratorio… O sea, eso funciona para ti, pero para mí…


-     Fingiré… - interrumpió Daniel, algo molesto – que no escuché eso… - Mathew se encogió y murmuró un ligero “lo siento” – No estaremos todo el día encerrados, eso hasta a mi me volvería loco. Repasaremos algo aquí y luego podríamos ir a visitar al grupo de estudios para que nos ayuden… Será sólo un sábado, Mathew, eso no te matará. Y te prometo que no necesitarás nada más que un rápido repaso el jueves, antes del examen para aprobarlo…


Mathew aseguró que lo haría “sólo porque es gratis”, pero Daniel sabía que el chico tenía miedo de fracasar si estudiaba por su cuenta. Pasaron al comedor a prepararse un desayuno algo rebuscado ya que ninguno era muy hábil en la cocina. Mientas comían, Daniel hacía algunas preguntas para saber el grado de conocimiento de Mathew y tratar de entender como asociaba mejor las ideas. En eso, se oyeron unos pasos acercándose a la cocina.


-       ¿Y eso? – preguntó Mathew.


-       Es mi padre… - respondió Daniel, degustando un pan tostado con mantequilla - Debe tener el día libre hoy…


-       ¡Hola, corazón! – el hombre entró a la cocina, vestido tan sólo con unos pantalones holgados. No se veía muy viejo, aunque Daniel le aseguró que tenía casi cuarenta. Se acercó a Daniel con los brazos extendidos y lo abrazó muy fuerte – Buenos días, orgullo de papá… - tenía una voz muy alegre y siempre sonreía. Era una persona… llena de vida - ¿Qué tal si te preparo algo para el desayuno? – ofreció, muy emocionado.


-       Pa, no es buena idea… - rechazó Daniel – además, ya estoy desayunando…


-       Ooouuu… - lloriqueó el hombre y luego notó a Mathew - ¡Daniel, no me dijiste que teníamos visitas! Y vaya que visitas… - exclamó, sonriendo con picardía.


-       Papá, él es Mathew. Vino a estudiar… - Mat se preguntó que tan normal era que un padre te sonría de esa manera y qué tan normal era el estoicismo de Daniel ante esa situación.


-       Mucho gusto, Mathew… - saludó el padre, ampliando su sonrisa, aún con ese aire de picardía.


-       Emmm… Mucho gusto, señor… - saludó Mat, poniéndose de pie.


-       ¡Qué señor! Llámame Will, Mat… - corrigió… Will, acercándose al fregadero para tomar un vaso y llenarlo de agua.


-       Lo siento, se… Digo, Will… - Mat volvió a sentarse.


-       ¿Sabes, Mat? No te escuché llegar esta mañana… - se acercó a Daniel por la espalda y lo rodeó con los brazos. Descansó su cabeza sobre el hombro del chico y puso el vaso sobre la mesa – Debo asumir que pasaste la noche aquí… - parecía que el gato Cheshire le había prestado su sonrisa a Will – Eres un picarón… - dijo, divertido, refiriéndose a su hijo – Siempre tan callado, pero mira lo que has traído a casa… No soy el único que se ha divertido, al parecer…


-       Papá – Mathew se moría de la vergüenza -, no es lo que piensas. Mathew se quedó dormido…


-       ¿Y qué lo habrá agotado tanto?


-       ¡Papá! – regañó Daniel, sacudiendo los brazos para liberarse del abrazo del mayor.


-       Will, deja en paz a Daniel… - advirtió un hombre muy alto, entrando a la cocina. Tenía la piel oscura y un torso bien trabajado que podía ser apreciado desde cualquier ángulo ya que el hombre no llevaba camisa. Y su voz… tan agradablemente grave, como un ronroneo. Mathew se quedó boquiabierto.


-       Tú eres… tú… - balbuceaba Mat, totalmente incrédulo.


-       Pues… Sí, hasta donde yo entiendo yo soy yo y tú eres tú… - respondió el recién llegado.


-       ¡Pero no eres sólo tú! – exclamó Mat, levantándose y acercándose al hombre – el hombre se señaló a sí mismo, con cara de confusión - ¡Eres Mihael Kaligaris! ¡Eres mi ídolo! – Mat lo tomó de la mano y empezó a estrecharla muy emocionado – Soy Mat Starr. Tengo todos tus discos, y el último… ¡El último es una obra de arte de principio a fin!


-       Excepto el tema siete, que es una total perdida de tiempo… - comentó Daniel, sorbiendo algo del café que su padre se rehusó a no prepararle. Hizo una mueca de desagrado al tragarlo, pero trató de no hacérselo notar a su padre.


-       Daniel, no seas maleducado con mi novio… - regañó Will.


-       ¿Novio? – preguntó Mathew, mirando asombrado al trío – Daniel, ¿tu papá es novio de Mihael Kaligaris? ¿Es esto algún sueño raro? – Mathew observó a su alrededor, como tratando de contestarse a si mismo. Los demás lo observaban, esperando a que Mat obtenga su revelación. Al final, se cansaron y Mihael se encargó de darle un reverendo pinchazo.


-       ¡Auch! Eso dolió…


-       Entonces, no es sueño – explicó MIhael.


-       Me… Me… - Mathew se puso rojo y parecía estar a un paso de explotar de la ira. Pero de repente, todo cambió  - ¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios! ¡MIhael Kaligaris acaba de pincharme! ¡Este es el mejor día de mi vida!


(Nota: Ok, lo único que debía hacer en esta primera parte era presentar a Will y hacer bastante obvia su inclinación sexual… Lo de Mihael… Esta inspirado en mi hermano, el todo machito y maduro que critica mis gritos de fangirl… Resulta que se encontró con un artista local y se puso eufórico y… Bueno, eso. Mostró su lado fan… Lamento haberme extendido, pero espero que se hayan reído como yo me reí de mi hermano).


 


Y después de un rápido desayuno, una llamada a casa de Mathew para tranquilizar a su madre y una larga, larga charla acerca de la discreción y de los muchos problemas que le causaría a Mihael y a la familia de Daniel si es que Mat suelta la lengua… Daniel lo llevó a una biblioteca, donde consiguieron los libros que necesitaban y luego recorrieron las casas de cada uno de los amigos de Daniel. O sea, Mathew se pasó un día sábado visitante a todos esos raros que no le caían bien. Pero fue productivo y, como había predicho Daniel, bastante llevadero. El constante movimiento lo mantenía atento y sus sucesivos tutores sabían de qué hablaban y todo se hizo muy agradable. Al final del día, se sentaron en un pequeño café para aclarar algunas dudas y ver que hacer luego.


-  Bueno,  Mathew, eso completa el programa… No creo que estés para un diez, confiaba en que supieras al menos lo básico… - Mathew se sonrojó avergonzado por su irresponsabilidad – pero has hecho un gran avance en poco tiempo y te aseguro que pasarás el examen… Si quieres, antes del jueves podríamos reunirnos una o dos horas para reforzar algunos puntos…


-  Si tú lo crees necesario… - interrumpió Mathew – Pero no puedo entre semana… ¿Qué tal mañana?


-  Mathew, debes entender que para ponerte a estudiar debes estar atento y tener energías, anoche estabas tan cansado que te quedaste dormido…


-  ¡Fue la lluvia! Me encanta dormir acunado por el sonido de las gotas… - Mat se llevó una mano al pecho e hizo una pose dramática.


-  Ni tú te lo crees – interrumpió Daniel.


-  ¡Que sí! – rebatió Mat.


-  Lo que digas – bufó Daniel -, lo que quiero que entiendas es que debes dormir esta noche para estudiar mañana…


-  Ok… - respondió Mat.


-  Y no salir a ninguna fiesta ni tomar alcohol… - puntualizó Daniel, algo incrédulo. La mayoría de sus clientes no aguantaba quedarse un sábado sin farra.


-  Lo que quieras. Necesito pasar ese examen para estar en el equipo… Además, soy un deportista, no acostumbro beber ni alocarme mucho en las fiestas…


-  ¿En serio? – Mat asintió. Guardaron silencio por algunos instantes, Mathew por no saber que decir y Daniel tratando de entender lo que el otro le había dicho. Al final, Daniel volvió a hablar, después de darle un trago rápido al café que había pedido – Lo siento, Mathew…


-  ¿Mh? – preguntó Mat, con un pedazo de pastel en la boca.


-  Creí que eras una persona distinta. En verdad, no creí que… Bueno, pensé que… Eras tan sólo un engreído más, sin mucho cerebro y bastante descortés… Eres sí un tanto engreído y te encanta dar órdenes, pero dentro de todo eres agradable… Y me disculpo por…


-  No hace falta – interrumpió Mat – Yo también pensé que eras un insufrible cerebrito sin vida social, comelibros aburrido y un asqueroso nerd… - Daniel frunció el ceño, pero no dijo nada – ¡Pero no eres así! Para nada… - se apresuró a corregir Mat – He aprendido muchas cosas hoy… - una sonrisita pícara se formó en el rostro de Mat, mientras agregaba – y conocí a Mihael Kaligaris… Mick se morirá de la envidia cuando le cuente…


-  Sabes que no se lo puedes contar a nadie…


-  ¡Sólo le diré que lo vi, sin detalles ni nada!


-  No, Mathew…


-  ¡Pero es Mick! Es mi mejor amigo…


-  Mathew…


-  ¡Y no me llames Mathew! Suenas como mi madre…


-  ¡Mathew, no le cuentes a nadie! No sólo arruinarías la vida de Mihael, sino la de mi padre… - Mat se asombró y preguntó a qué se refería – Si los medios se enteran… MIhael se verá obligado a dejar a mi padre… y yo no quiero verlo solo otra vez… Nunca deja de sonreírme, es cierto, pero sé que no estaba completo hasta que…


-  Es en serio lo de ellos, ¿verdad? – interrumpió Mat – Lo entiendo… No diré nada… - Daniel se lo agradeció y ambos comenzaron a guardar sus cosas en silencio. Estaban a punto de salir cuando Mathew comentó: - Daniel, tu padre es un ídolo… Imagínate estar con Mihael Kaligaris… No es que me gusten los hombres… Pero… ¡Es Mihael Kaligaris, por favor! – y Daniel no pudo evitar soltar una estruendosa carcajada.

Notas finales:

Pueden creer que estoy intentando hacer comedia??? Dios mio, que mal estamos... En fin, si a alguien le agrada o al menos no le repugna mi forma de escribir... quiero publicar algo en fanfic.net tambien... algo sencillo, pero mas oscuro... Mas de mis origenes... para practicar nada mas...

No me hagan caso, solo... si les sobra un minuto o dos... podrian dejarme un comentario, verdad??


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).