Tiempos cruzados. por LADY_YAGAMI

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Notas del capitulo:
les tengo un omake de regalo!

Capítulo 14. Un poco del futuro II.

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Naruto del pasado no podía creer lo que vio, la muerte de sus amigos fue muy dolorosa, sintió incluso al Kyuubi excitarse en su interior durante la extracción, al parecer su propio zorro interno se agitó con las acciones de su futuro, pero que Neji y Sasuke terminando sus vidas en sus brazos fue lo peor que hubiese experimentado nunca, tenía en sus ojos lágrimas contenidas y ganas de golpear, el chakra rojo le rodeo por impulso y sus ojos se volvieron escarlatas, las garras de pies y manos crecieron al igual que sus caninos y las marcas en sus mejillas se pronunciaron más, lo único que lo calmó en ese momento fue observar el desenlace favorable y un futuro próspero y feliz.

El no era muy listo pero sabía que Sai no era muy expresivo, así que verlo frente a la actual Hokage llorando era muy extraño, que Shino estuviese sentado con su cabeza sepultada en sus brazos y rodillas tampoco era normal, Sakura también lloriqueaba, lo mismo que Tenten y Hinata yacía recién repuesta de un desmayo sollozando, Temari apretaba fuerte su abanico muy pálida, Ino estaba en shock, Karin tenía una mano sobre su boca paralizada, esto NO era normal.

Había más shinobis en la sala, Gaara adulto tuvo que sentarse de la impresión, Kankuro también, Kiba se derrumbó sobre Akamaru, Lee tenía sus ojos cual grandes eran, Suigetsu congelado en su sitio, Yuugo se volvió color fantasma, Shikamaru tenía una expresión de horror y Chouji dejó de devorar sus patatas fritas.

-se que la noticia debería decirla individualmente pero ustedes son de confianza y se lo buscaron después de todo, así que por lo pronto tendrán que hacerse responsables de sus acciones, y también, creo que era menos problemático para mí- esto último lo dijo muy bajito pasa sí Tsunade- ¿no les parece muy buena Noticia?, ¡van a ser padres por todos los cielos!-

Y esa fue la frase que armó la catástrofe, tuvo en un momento la ofician en el hospital llena de ninjas desmayados más un Kazekage en el suelo.

Ok, Naruto casi les acompaña de la impresión, lo que siguió fue a Sai dando a luz a una bebita, al parecer Shukaku dejó una fuerte impresión de chakra en Gaara, el padre de la niña, y solo pudieron tener una en vez de más como aseguró Kyuubi en un principio, la beba era de piel blanquísima, labios sonrojados, cabello negro oscuro como Sai y los hermosos ojos verde azul de su padre pelirrojo, otro rasgo especial era que la arena del Kazekage parecía reaccionar a la presencia de su hija. Hubo muchas bodas después de las noticias, los muchachos dispuestos a formar una familia con sus respectivas parejas que en algunos casos eran solo amantes.

Shino, por decoro contrajo nupcias con Kankuro el mismo día que Temari con Shikamaru y Gaara con Sai, el experto en insectos tuvo un desahogo con el marionetista que terminó con un par de gemelos, su clan declaró que era impropio y se ordenó una boda, al principio parecía impuesta pero al paso de los meses antes de que nacieran el par de niños castaños de ojos color café obscuro, la pareja parecía muy feliz juntos.

Era muy interesante ver a Temari gritarle a Shikamaru que cuidara de sus trillizas castañas de ojos verde azules heredados de su hermano, mientras hacía malabares en la cocina y todo un caos cuando los primitos se juntaban, se hacían coros de lloriqueos que terminaban con una rubia acompañando a los bebés en su llanto.

Shino, a pesar de ser tan estoico, era muy buena madre, tan metódico y perfeccionado que sus gemelos no eran gran lio ni para él ni para su esposo, Gaara era otro que sorprendió junto con Sai, el par se la pasaban leyendo libros para mimar a su nena, y era muy común ver sonreír a la pareja cuando paseaban juntos con su niña en brazos del Ambu.

Suigetsu fue otra sorpresa, a todas horas se le podía ver en el supermercado comprando pañales o leche u otras cosas necesarias para infantes, su esposa Karin aún no le perdonaba que la hubiese embarazado con cuatrillizos, dos nenes y dos nenas de cabello celeste como él y ojos castaños con muy buenos pulmones, pero no se podía negar su cariño por sus retoños.

Yuugo también se casó con Sakura que de alguna manera controlaba su otro yo lo que hizo que al igual que Gaara solamente tuvieran un bebé, un niñito de cabello rosado y ojos verdes, idéntico a su madre y qué decir del hombre, feliz y satisfecho de su vida junto a su mujer donde ambos se desvivían por su niño.

Ino y Chouji trajeron al mundo a un par de gemelos, lo único que les diferenciaba era que uno era castaño y otro rubio, ambos de ojos azul celeste con rasgos finos como su madre pero rellenitos, los abuelos estaban felices y eso hacía aún más consentidos a los críos.

Kiba y Hinata se casaron con la condición de que el renunciara a que su hijo llevara el apellido Inuzuka por el Hyuuga, no podía ser de otra manera porque la kunoichi fue designada nueva líder del clan, ella tuvo a un niño y una niña, los dos de ojos blancos y cabellos azulados, clavaditos a ella pero con los pulmones de un Inuzuka pues eran tan llorones e imperativos como fue su padre cuando bebé. Hiashi y Hanabi estaban contentos por Hinata que radiaba con alegría por sus hijos.

Lee que siempre estaba lleno de energía por su ‘fuego de juventud’ ahora caminaba como zombi en la aldea, él y Tenten tenían noches largas de insomnio con sus escandalosos trillizos, lástima por ellos, al menos no heredaron las enormes cejas del padre, pobre de él, pues lo que sí fue la energía desbordante y su voluntad de no claudicar en vencer el récord del llanto más largo o él más ensordecedor con sus hermanos. Al menos era amados y Lee no se daba por vencido por un trío de bebés.

Naruto menor sonrió cálidamente, en su casa (que no era otra cosa que una enorme mansión), se hacía una reunión de sus amigos, ahí se hizo fotografías grupales de ellos con sus hijos, síp, valía la pena tanto problema para lograr esto.

Juro que protegeré este futuro, quiero ver felices a mis amigos y quiero ser feliz con Neji, Sasuke y mis niños.

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Itachi no sabía qué hacer, pestañeó… y volvió a pestañear en señal de incredulidad, la causa era su hermano en el recuerdo junto a su esposo castaño tejiendo un gorrito, mientras tenían yukatas sueltas siendo evidente un avanzado embarazo, al frente, en una mesa de centro un par de portabebés donde dormían un dúo de rubitos chupándose el pulgar.

Naruto, Sasuke y Neji no pierden el tiempo.

Apenas una semana de nacidos y ese trío estaba de encargo de nuevo, se veía que tenían una buena vida sexual.

Y yo fui testigo de sus pasiones.

Pensó con burla Itachi, bien, Naruto en un sillón individual leía unos informes aunque daba miraditas de vez en cuando y el moreno no lo culpaba, ver a ese par haciendo algo tan ‘No ellos’ que te hacía crispar los nervios.

Y la razón de esto fue que Sai llegó a la oficina, mientras recibían un informe el sacó un par de agujas y comenzó a tejer un gorrito muy mono con orejitas de oso en tono rosa para su nena, muy bien hecho y con velocidad, una de las grandes virtudes del pintor era su innata habilidad para las manualidades, Sai leyó que las madres siempre tejían para sus hijos y él se dedicó a aprender de revistas acerca del tema, su hija ya tenía un conjunto completo que usaba cuando llegaba la noche fría de Suna, solo hacía falta ese gorrito coqueto que tan esmeradamente hacía el pintor.

Y bien, Sasuke era Muy competitivo, que la copia barata, según él, de Sai hiciese eso para su hija y él no, era algo que no podía tolerar, activó su sharingan y copio los movimientos sin que nadie se diese cuenta, más tarde compró el material de tonos celestes, verdes, rojos, amarillos y blancos, ¡ningún hijo de uchi-es decir, Namikaze Sasuke iba crecer sin que su padre le diera una prenda hecha por él mismo!, Neji al principio fue curioso, luego terminó intentando, ambos, al final, estaban logrando bonita ropita de bebé, tanto para sus hijitos en sus portabebés como lo que estaban por nacer.

Y cuando el rubio estaba por explotar de incertidumbre, primero Neji dejó caer las agujas, luego Sasuke y se doblaron de dolor.

¡Los niños ya están por nacer!

Itachi observaba los recuerdos entrando ya en pánico, recordó, en sus años de niñez, cuando su madre entro en labor, una de las razones por las que al principio no quería a Sasuke era porque él tuvo que, prácticamente asistir a su mamá a traerlo al mundo, cosa que hasta la fecha le traumó y no superaba. Y tenía que olvidar en esos momentos esto ya había pasado para su hermano del futuro.

Naruto Hokage convocó unos clones que trajeron a sus esposos al hospital mientras sus otros hijos eran atendidos por otro par que dejó en la casa, al llegar Tsunade corrió a encontrarles y los atendió.

Sasuke despertaba después que Neji en una cómoda cama del hospital, su otro esposo les sonreía feliz.

-buenos días dormilones, saben, como ustedes nombraron a nuestros primeros nenes, yo ya les puse nombre-

Les entregó un par de pulseritas en las que anotaban el nombre del recién nacido, al instante, ambos se pusieron pálidos y luego una peligrosa venita palpitó en la sien de ambos. El rubio comprendió que no les agradó la noticia y lentamente fue retrocediendo para dar media vuelta y correr por su vida, tanto Neji como Sasuke se levantaron dolorosamente para perseguir y hacerse viudos por propia mano, bajaron escaleras hasta llegar al ala donde los bebés reposaban en cunitas y podían ser vistos a través del cristal.

Pero Itachi no los culpaba, en las pulseritas decían Namikaze Ramen que le fue dada a Neji y en la otra Namikaze Dango, y cobardemente el rubio entró en la salita donde los bebés reposaban, donde sabía que sus maridos no harían nada y se colocó en medio de dos cunitas con mantitas celestes que tenían a un nene regordete, piel blanquecina, una matita de pelusita castaña en su cabeza y unos ojos claros que lloraba con desconsuelo, en la otra a un bebito de piel lechosa, cabello negro azulado y ojos obscuros sin pupilas que acompañaba a su hermanito en el llanto.

Al instante, ambos se calmaron al saber que esos niños eran suyos pero lo que los hizo sollozar conmovidos fue lo que decía la base de las cunas:

‘Namikaze Hizashi’ en la del bebé castaño y ‘Namikaze Itachi’ en la del bebé moreno.

Naruto les había hecho una broma, no llamó a sus hijos ramen y dango sino como uno de sus seres más queridos que ya no estaban con ellos.

Y Uchiha Itachi estaba muy conmovido, sus sobrinos, esos niños que había aprendido a querer desde el momento que supo eran su familia.

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Los presentes se volvieron a la realidad, los muchachos de esta época estaban muy sorprendidos de lo que les deparaba el futuro pero era igualmente shockeante enterarse de todo lo que a sus versiones futuras les pasó.

Los miembros de los clanes tenían la espalda erguida mientras saludaban a los visitantes del futuro, la frente en alto ante representantes tan dignos de su clan.

El tercer Hokage y Asuma abrazaron a Konohamaru, era ya un joven muy fuerte, guapo y digno de la familia Sarotubi, tanto abuelo como tío rebosando orgullo por el chico.

Y sobre todo, tenían que saber que era lo que hizo que ellos vinieran del futuro, una duda que Orochimaru tenía y presentía no era nada bueno.

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Continúa….

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Omake: El primer Amor de Itachi.

Itachi, un niño de casi siete años era el prodigio del clan Uchiha, hacía apenas un día que su madre dio a luz y el experimentó la situación más traumática de su corta vida, ni siquiera el haber presenciado parte de la gran tercera guerra ninja lo marcó tanto, había decidido no ser padre jamás.

¡Pobre de las mujeres!

En este momento hacía algo que consideraba lo mejor para la familia, desde el principio su padre demostró indiferencia ante otro hijo, el ya tenía un digno heredero y el otro crío era nada más un error de cálculo. El pequeño Itachi cargaba a su otuto que le encargaron vigilar pues su mamá aún reposaba del parto y su papá no tenía tiempo para tales estupideces, ni siquiera lo había nombrado.

Para el joven Uchiha, su hermanito era solo bebé o cosa, como se refería a él con desdén, se perdió en sus pensamientos mientras llegaba a la puerta del orfanato de Konoha dispuesto a dejar al niño y salir corriendo para no volver a verlo nunca.

Es lo mejor, en casa nadie lo quiere y solo es un estorbo para el clan.

Iba a hacer lo que planeó cuando una voz le hizo saltar de su lugar, un hombre rubio, alto, con unos ojos azules preciosos y una sonrisa cálida le estaba hablando.

Ese hombre es muy hermoso.

El heredero de los Uchiha se sonrojó por sus pensamientos y más aún porque se dio cuenta que ese era el cuarto Hokage y rival de su padre.

-¿Qué haces con ese bebé y cómo te llamas chibi?- dijo Minato Namikaze.

-eto…, y- yo- he, este… pues ¡el bebé tiene hambre y quiero que me enseñen a darle de comer!, si eso, en ese lugar atienden a muchos niños y deben de saber- dijo a la carrera el moreno para salir de esa situación.

-¡qué bien!, eres buen hermanito, debes de amarle mucho, ¿quieres que te cuente un secreto?- se acercó cómplice al menor, el niño Uchiha asintió curioso- yo también vengo a aprender, mi esposa está embarazada y tengo que estar preparado cuando llegue mi hijo-

Esas palabras, no sabía porque pero le entristecieron, el hermoso rubio ya estaba casado. Debió de notarse en su cara porque de nuevo Minato le pregunto si estaba bien. El asintió y fue acompañado en el interior del orfanato donde ambos fueron instruidos y practicaron con el bebé.

Ya atardecía, el rubio mayor le había hablado al Uchiha muy cálidamente, le expresaba que a un ser querido se le debería amar y el esperaba con ansias conocer a su hijo al cual llamaría Naruto como al héroe de una novela que escribió su sensei.

Itachi escuchaba atento y no se dio cuenta como sus pensamientos cambiaron, de cómo poco a poco aferraba más el cuerpecito de su hermanito más para sí, ponía interés a cada mohín mientras se grababa sus rasgos, sus gestos, cada detalle de su hermanito, Su hermanito, suyo, una criaturita que no pidió nacer en ese clan de amargados, y lentamente una ira irrefrenable se volcó a sus indiferentes padres por no querer al bebé.

Algo ya había cambiado en su corazón y sus pensamientos se perdieron, Minato le trajo de nuevo a la realidad.

-¿en qué piensas pequeño?- inquirió el Hokage.

-en que mi hermanito no tiene nombre aún-

Minato le volvió a sonreír y sacó un libro de su bolsillo, era el mismo que escribiera su maestro, en el narraba las aventuras de Naruto, el personaje principal, de Tsume, su amiga y su amigo, casi hermano, del personaje que se llamaba Sasuke.

-¿Qué te parece este nombre?, así cuando crezca, tu hermano y mi hijo puedan ser grandes amigos como en el libro-

El moreno sonrió complacido- Sasuke se llamará entonces-

El sol ya se ponía y por fin tenían que despedirse, el rubio le dio una pulserita con el símbolo de la hoja de regalo y el Uchiha se sonrojó y mucho más cuando el mayor se inclinó a su altura para besarle la mejilla.

-gracias, gracias por enseñarme mucho hoy, y espero que protejas y quieras a tu hermanito siempre-

Itachi asintió rojo a más no poder, tomó al pequeño y se retiró, ya iba llegando a casa cuando reflexionó, Nunca le dijo su nombre, el Hokage ya no sabría que él era Itachi.

En casa su padre le miró llegar y enseguida le interrogó.

-¿Dónde te habías metido?-

-Fui a pasear a Sasuke- fue su respuesta escueta.

Fugaku, su padre arqueó una ceja- ¿quién es Sasuke?-

-mi hermano- dijo y se encerró en su habitación con él bebé, ya había alguien que sí quería al pequeño, el ya amaba a Sasuke y siempre cuidaría de él, con su vida de ser necesario, como le dijo el primer hombre que le besó y al que su joven e inocente corazón se entregó.

-.Owari.-

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Notas finales:
este capitulo es para explicar algunas cosas del futuro, el siguientew capitulo ya empieza algo mas de accion, entre uno y otro pondre omakes que explique cosas que no puedo acomodar en la historia y espero les guste.

sayonara. ^u^.

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