Capitulo 18. Ataque en la Cumbre de los Kages.
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Naruto Hokage tenía un terrible dolor de cabeza después de ver y escuchar los argumentos que daban tanto sus shinobis del futuro como los líderes de clanes y demás convocados.
-eso sería problemático Naruto- hablaron a la vez Shikamaru adulto y Shikato su padre.
-sí, lo sé, pero también sé que es la única forma de vencer en la guerra que se avecina…-
Hace algunos momentos habían estado discutiendo con los demás el destino de los demás bijus que en este tiempo debían de tener todavía jinchurikis, en ese instante, gracias a Akatsuki, tenían a Gobi (5 colas) y Shichibi (siete colas). Naruto Hokage había diseñado un ritual que permitía separar a los contenedores del biju sin matarlos y estaba seguro que, a excepción de Killerbee, los demás estarían deseosos de dejar de ser jinchurikis. Gaara menor ya se había puesto de voluntario, saber que con eso por fin podría dormir en paz fue lo único que se necesitó para convencerlo. Por otro lado, para llevar a cabo esta empresa se tenía que hablar y convencer a los Kages de las respectivas aldeas donde se encontraban los demás bijus y si se negaban debían tomarlos a la fuerza, ninguna aldea permitiría que Konoha se volviera tan poderosa y eso causaría otra guerra…
-yo creo que debemos intentarlo, aunque nos cause más riesgos si esto llega a oídos de Kenji y se desatara otra guerra- comentó Minato padre- es más riesgoso permitir que ese bastardo nos tome la delantera y entonces no se podrá hacer nada…-
-entonces está decidido- habló clara y fuerte Tsunade, la quinta y actual Hokage gobernante- enviaré mensajeros para reunirnos en un lugar neutral para hablarlo, necesitaremos ir al país del acero, tierra de los samuráis…- la mujer rubia se levantó de su asiento- iremos mi sensei, Minato-kun, Naruto-kun y sus guardaespaldas, para seguridad dejaremos a tus ninjas- se dirigió a su sucesor.
-por supuesto Tsunade-baa-chan- a la mujer le salió una vena en la frente con el sufijo- pero también llevaremos a los niños, a Sasu-chan, Neji-chan y mi yo de este tiempo con Itachi-kun de niñera-
-¡papá, no necesitamos niñeras!- dijo ultrajado Jiraya-chan.
-claro que lo se pero los conozco y son muy capaces de hacer de las suyas si se aburren e Itachi-kun es alguien a quienes ustedes respetan, Kakashi irá con sus hijos también y nuestros yo de esta época…-
-¿no crees que son demasiados Naruto-kun?-preguntó algo inquieta Sakura adulta.
-no, ellos irán como visitantes y no como shinobis, no me siento tranquilo si no los tengo cerca, Kenji puede utilizar esta oportunidad si sabe que no estaré ahí para detenerlo y soy el único que puede contra él, y no debo quedarme porque me necesitan para convencer a los demás Kages…-
- pero aun así… sería demasiado hostil que fueran tantos ninjas de Konoha- aseguró la peli rosa.
-Sasuke y Neji van como mis guardaespaldas, yo soy, después de todo un Hokage extranjero de un tiempo futuro y…-
-yo también voy, como Kazekage, llevare a Temari y a Kankuro conmigo- Sai adulto quiso protestar en ese momento- Sai-kun, no puedes ir, la orden de tu Hokage es quedarte a proteger la aldea y además Naruto vendrá con nosotros todo el camino, recuerda que él es el más poderoso de todos y Kenji no se arriesgará a ir en contra suya mucho menos con tanto ninja de nivel Kage cerca-
El moreno asintió a regañadientes y se cruzó de brazos - Naruto-kun, te encargo a mi esposo - el rubio aludido le sonrió confortante.
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Llegaron a la ciudad del Acero sin ningún inconveniente, los chicos, Itachi, Kakashi y el trío y menor se alojaron en un hotel esperando a que todo transcurriera sin problemas en la cumbre Kage.
Tsunade fue recibida con hostilidad por la inesperada llamada, la tensión se hizo mayor cuando aparecieron más personas con el Hitai-ite de Konoha pero el sonido de una voz asombrada de Baki, actual regente provisional de Suna y sensei del equipo de la arena los distrajo de sus intentos de agresión al vislumbrar a un Gaara, un Kankuro y una Temari adultos.
La explicación después de esto fue alucinante y quisieron oponerse pero la presencia del tercer Hokage rejuvenecido y el cuarto revivido bastó para acallar las protestas y escuchar hasta el final. El Raikage fue el primero en resistirse alegando que no estaba seguro de que su hermano estuviera a salvo pero Naruto Hokage entonces indicó a Sasuke que activara su Tsukuyomi para que los demás Kages vieran lo que deparaba el futuro y la amenaza que se cernía sobre ellos.
Después de largos minutos, la primera en reaccionar fue Mei, la Mizukage a la que le temblaron las manos de la impresión, el Tsuchikage tuvo que sentarse y el Raikage se levantó de golpe azotando las manos en la mesa con rabia.
-¡¿Qué truco es este?!- aseveró enfadado.
-ninguno- aseguró tranquilo Naruto Hokage mientras Sasuke y Neji se paraban frente a él en posición de defensa, un gesto de Naruto bastó para calmarlos- puedo ofrecerte pruebas…- acto seguido invocó a los nueve bijus en miniatura y ahí nadie pudo negar los chakras tan peculiares de esos demonios con colas.
-Raikage, gusto en verlo-comento Hachibi dejando sin habla al hombre pero antes de que siguieran una fuerte explosión se oyó a lo lejos, justo donde estaba el hotel donde se hospedaban los demás.
Naruto Hokage quiso ir hacia allá pero Kenji Uchiha hacía acto de aparición impidiéndole el paso, varios ninjas como los que atacaron la aldea se interpusieron también y la batalla se desató.
-¡Kyuubi ve con ellos!- gritó desesperado Naruto que vio como su padre se desaparecía en un flash de luz tras el zorro en busca de sus nietos.
- Naruto-kun, tenemos algo pendiente- el hombre pelinegro no iba a dejarlo ir así que se preparó para pelear.
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Itachi miraba a sus sobrinos, a su hermanito y a sus cuñados en una guerra de almohadas, Kakashi en un rincón leyendo junto a sus hijos e hija, suspiró cansado, todo esto ya le estaba superando pero haría lo que fuera para salvar a su familia, y hablando de ella, el reguero de plumas le estaba haciendo estornudar, cuando querían, esos críos y el trió joven de sus padre hacían más ruido y desastre que un contingente entero de ninjas en guerra, al menos Sasuke y Neji ya no se encerraban en esa concha de frialdad y reían y disfrutaban más de la vida, parecía milagro lo que su rubio cuñado podía lograr.
Con esos pensamientos en su cabeza estaba cuando un kunai pasó rozando su mejilla lo que lo puso alerta, tres Kenji Uchiha aparecían frente a ellos.
Mierda.
Kakashi en un segundo estaba lanzado golpes cuando le llegaron por atrás otros ninjas vestidos con mono gris que lo mantuvieron ocupado, los chicos Hatake se abrieron formando los puntos de un triángulo y sacando de sus manos hilos plateados de corriente eléctrica.
-¡campo Raikiri!- gritaron los tres a la vez que se formaba un triángulo cubierto de electricidad y se deshacían de por lo menos cinco ninjas que quedaron carbonizados.
Los Namikaze se enfrentaban a un Kenji y a él le atacaba otro, un tercero iba contra Itachi-chan y Minato-chan pero en un instante sus jóvenes padres les cubrieron, Naruto menor lanzó, aunque con dolor una técnica que reconoció como el Fuuton Rasen Shurinken que chocó contra un ataque de fuego haciendo una gran explosión que seguro se escuchó hasta la fortaleza donde se celebraba la reunión de los Kages.
Esa onda de energía logró disipar uno de los clones pero el otro ya estaba sobre el rubio e Itachi se lanzó a atajar el golpe de espada con su cuerpo, cerró los ojos en espera del dolor que no llegó, en cambio, un Kyuubi del tamaño de un caballo les cubría, Minato padre se apareció a su lado ayudando a levantarse a su hijo, la mirada del cuarto era hielo y rabia pura.
Otro clon fue contra los Hatake pero Kakashi lo atajó y entre los cuatro peli plateados lo destruyeron, el mayor de ellos colapsó debido al gasto de chakra y a heridas algo serias, pero Itachi sabía que ese hombre preferiría estar primero muerto que dejar a sus hijos a su suerte.
Minato padre lanzó vario tri- kunais con un sello sobre papel en ellos cerca de sus oponentes, el moreno nunca, desde los del futuro, estuvo tan impresionado con un ataque, el hombre se movía como un haz de luz mientras cuerpo sin vida caían al suelo. Kyuubi por su parte le plantaba cara al último clon que era el más fuerte y el que más pelea daba.
Lo que pasó después fue demasiado rápido, un ninja enemigo que por suerte sobrevivió a Minato padre lanzó un pergamino al clon de Kenji que tomó en sus manos en el momento que Kyuubi cargaba contra él, Kakashi salió despedido con el fuerte viento que provocó el choque del poder del zorro contra un jutsu desconocido, el pergamino comenzó a arder y el clon gritó de rabia cuando se disipó.
Las luces azules como luciérnagas salidas de ese pergamino se tornaron cerca de ellos y Kakashi gritó tratando de alcanzarlos mientras se desvanecían en un torbellino luminoso, Itachi solo logró tomar de la mano a su sobrino del mismo nombre.
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Los ataques de los enemigos en ese bosque iban y venían y el trío avanzaba tratando de evitarlos, un ninja apareció de la nada lanzando un kunai que esquivó por los pelos cuando una luz azul se formó de la nada y aparecieron tres chicos iguales a él, incluso con las ropas de jounin.
-¡Obito cuidado!- fue el grito desesperado de uno de ellos. El aludido, que por cierto se llamaba igual que su escandaloso compañero de equipo dio un salto esquivando un kunai que iba directo a su ojo izquierdo y que si no fuera que lo aplastó cuando apareció habría sido en contra suya.
El otro chico que tenía el cabello un poco más largo que los otros dos contrarrestó el ataque de rocas lloviendo en su contra con un dragón de agua, al instante, los dos restantes se unieron en una elaborada pelea de equipo muy sincronizada que terminó haciendo huir a sus agresores intentando llevarse a su compañera de equipo pero fue rescatada por el que gritó en primer lugar al caer detrás del tipo que cargaba forcejeando a la chica y hundiendo su kunai en la base del cuello dejándola libre.
-¿Quiénes son ustedes?-exigió su otro compañero pelinegro con gafas para la nieve y el símbolo del clan Uchiha en sus ropas.
Los desconocidos le miraron asustados antes de responder.
-yo soy… Obito, el mayor de mis hermanos, él es Sakumo y ella es mi hermana Rin- la boca del pelinegro se desencajó lo mismo que la de su compañera-¿y- y ustedes?- el peli plateado también preguntó con una voz teñida de miedo.
- yo soy Uchiha Obito- contestó enérgico el moreno- el teme de allá- señaló a un joven peli plateado impactado- es Hatake Kakashi y ella es Rin, somos el equipo Minato antes equipo siete de Konoha-
Los recién llegados dejaron caer los hombros en señal de derrota.
-¡no puede ser!, regresamos más en el tiempo y estamos en le tercera guerra ninja junto al antiguo equipo de papá y además hemos cambiado el futuro, Hokage sama no estará feliz - exclamó dramático Sakumo tomándose la cabeza.
-¿Qué están diciendo?- Kakashi joven pudo interpretar todo y armó las piezas del rompecabezas, llegando a la conclusión- ¿ustedes son… mis futuros hijos?- la voz se le quebró de la emoción de incertidumbre, los otros peli plateados asintieron de forma lenta.
-¡imposible!- gritó la chica castaña con marquitas rojas en las mejillas de nombre Rin y que en honor a ella fue llamada así la hija de Kakashi.
Obito Uchiha simplemente tuvo que sostener a un desmayado Kakashi.
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Minato aterrizó sobre una callejuela de un barrio bajo de Konoha, a su lado su nieto Jiraya que se levantaba frotándose las rodillas.
-¿Dónde estamos abuelo?-
-no lo sé Jiraya-chan, creo que es Konoha pero…- en eso escuchó voces, eran las de una muchedumbre insultando. Se acercó al lugar para descubrir ninjas y aldeanos golpeando salvajemente a alguien en el suelo y se acercó a tratar de saber de quién se trataba con un nudo en la garganta por un mal presentimiento, no le importó que no supiera donde ni cuando se encontraba ni que pudieran verlo igual que a un fantasma.
Su vista se empañó de pena al ver a un rubito de unos cinco o seis años, difícil de saber su edad porque era muy pequeño, cubría con sus bracitos su cabeza, tenía cortadas y moretones en todo el cuerpo sangrando y la gente no tenía intensiones de detenerse, pudo percatarse de un par de ambus que no parecían querer intervenir, todo lo contrario, se veían satisfechos con el espectáculo y el niño solo lloraba para que lo dejaran en paz.
Una ira irrefrenable creció en su pecho, sintió como el chakra salvaje de su nieto se arremolinaba en torno a él, ese chakra rojizo era una línea de sangre de Kyuubi que sacaba lo más salvaje de ellos haciéndolos más fuertes, rápidos y resistentes y Minato sabía que era peligroso pero no quiso detenerlo, en cambio su propio chakra explotó saliendo a raudales por su cuerpo en una sensación aun más dolorosa que cuando su alumno Obito fue asesinado, frente a sí, su pequeño hijo, al que sacrifico haciéndolo jinchuriki para salvar su aldea era cruelmente lastimado en vez de reconocerlo como un héroe.
-¡MALDITOS!- y entonces un rasengan golpeó al ninja que tenía cerca, era de pelo azul blanquecino, uno de los que lo acompañaban gritó ¡Mizuki!, cuando este cayó muerto con las entrañas deshechas por su ataque.
Los otros al girarse vieron lo que consideraban una aparición, su héroe el cuarto Hokage les miraba con odio profundo en sus ojos azules, luego otro que se le parecía mucho con un aura espantosa. Los ambus aterrizaron a su lado dispuestos a aprender al impostor pero el otro chico desapareció de vista y luego apareció de nuevo con sus manos saliendo de los estómagos de los dos ambus, estos se deslizaron al suelo sin vida sorprendidos por el ataque.
-Shinigami me regresó de entre los muertos… y solo me topo a ustedes para ver como tratan a Naruto a quien sacrifiqué por su bien, por salvar a los aldeanos que hoy le pagan su sacrificio con golpes e insultos…- Minato escondió su mirada tras su flequillo pero las lágrimas eran evidentes en sus mejillas- ahora…-voz peligrosa- será mejor que desaparezcan de mi vista antes de que los mate…- eso bastó para que la muchedumbre corriera en estampida para huir del rubio.
Jiraya se acercó cuidadosamente al cuerpecito tirado en el piso que se hizo un ovillo tratando de cubrirse.
-ya no me peguen, solo quería un pastelillo por mi cumpleaños- dijo con una vocecita infantil quebrada- nadie me quiso vender así que lo tomé, pero lo devolveré…- eso hizo que en los otros rubios algo les apretase el corazón y apareciera un nudo en la garganta.
-y dicen que yo soy un desalmado demonio- dijo Kyuubi apareciendo de la nada con tamaño chibi moviendo sus colas azotándolas en el suelo con ojos destilando odio.
-yo no quiero herirte- le habló bajito Minato ignorando al zorro, con esto el rubito le miró receloso- solo quiero ayudarte y festejarte tu cumpleaños-
-¿de verdad?- en la mirada azulina apareció un brillo esperanzado y aunque la cara estaba toda mallugada y con rastros de sangre sonrió cálidamente. Minato quería tomar a su hijo y abrazarlo fuertemente pero temía que eso lo lastimase más.
-claro que sí, te daremos un regalo- contestó Jiraya sonriéndole tratando de ignorar las punzadas de dolor y rabia que aun tenía contra esos desgraciados.
Kyuubi sin embargo, se acercó al pequeño Naruto usando su hocico y lamiéndole la cara mientras despedía un aura roja que lentamente iba sanando el cuerpo maltratado del menor.
-me haces cosquillas zorrito-chan- rio de buena gana hasta que notó que este animal tenía varias colas en vez de una.
-no les hagas caso a las colas- habló el zorro asustando al niñito- soy especial y mientras pueda voy a cuidarte cachorro y ellos- miró a los otros- también lo harán-
La cara del pequeño Naruto era toda de incredulidad al principio y luego esperanza, vio al zorro transformarse en un hombre pelirrojo guapo que lo cargó en brazos y luego se lo tendió a Minato.
-¿cómo se llaman?- preguntó con curiosidad el pequeño.
-me llamo Jiraya- dijo un rubio con marquitas en las mejillas como él pero mayor.
-yo soy kyu…- el cuarto de dio una mirada de advertencia al zorro- hum, este… es decir, Kushino- dijo a la rápida cambiando un poco el nombre de su anterior jinchuriki y madre de Naruto. El otro le vio como diciendo ‘¿no pudiste inventarte otro nombre mejor?’.
- mi nombre es Minato, pequeño Naruto- el mencionado abrió los ojos asombrado.
-¿cómo sabes mi nombre?- el mayor tragó saliva.
- porque yo… yo soy tu papá mi niño- y el rubito empañó sus hermosos ojos para aferrarse al cuerpo musculoso y llorar hasta quedarse dormido.
-gracias Kyuubi- el zorro le miró interrogante- por curarlo, por estar con él siempre, porque tú has sido, a pesar de ser un demonio, mejor padre para mi hijo de lo que yo fui alguna vez-
-pues… de nada, supongo, también el cachorro me ha dado muchas cosas y aunque me cueste reconocerlo, le tengo un gran cariño…-
Minato cargando a su niño, Jiraya-chan a su derecha y Kyuubi a su izquierda como un humano se dirigían a la torre Hokage causando que lo que les vieron comenzaran a asustarse por ver un muerto caminado entre ellos cuando un Jiraya sannin que estaba en la aldea para dejar un informe y Sarotubi les dieron alcance tras buscarles ellos mismos al escuchar los rumores que empezaron a circular en la aldea rápidamente.
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Continúa…