Capitulo 21. Cambiado el futuro III.
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Fugaku, los tres Itachi, el equipo Minato y el Hokage se debatían sobre qué hacer, Sarotubi tenía las manos cruzadas apoyadas en su mentón pensativo.
-ya ha pasado esto antes que ustedes vinieran- declaró haciendo que los morenos del futuro le miraran confusos así que continuó- cuando Jiraya era sensei de Minato, mi sucesor se encontró con unos chicos de una edad como la tuya-señaló al moreno menor- dijeron llamarse Minato y Hizashi Uzumaki, he de deducir que los conoces ¿no es así?-
-sí, somos del equipo siete de Konohamaru-sensei…- el Hokage abrió los ojos con asombro- me refiero a su nieto, que debe de ser muy pequeño ahora…- Itachi-chan no decía que eran hermanos pues podrían interferir debido a sus parecido con sus otros padres, el joven moreno tenía la ventaja de parecer un Uchiha.
-ya veo… pero esa no fue la única aparición… durante la tercera guerra ninja también vinieron unos chicos que eran trillizos, se aparecieron ante el equipo Minato salvando a Obito y Rin Uchiha-ante la mención del primero Fugaku frunció su ceño- y hace un año, el cuarto Hokage, que de verdad no sé como lo logró, llegó en la villa acompañado de un pelirrojo de aura siniestra pero tranquilo y otro chiquillo llamado Jiraya-
Los venidos del futuro se miraron entre sí- es Minato-sama, Jiraya-chan y Kyuubi-sama…- susurró Itachi de Akatsuki haciendo que sus escuchas se exaltaran ante la mención del zorro.
-¿Qué quieres decir? ¡Explícate!- exigió su padre del pasado, su hijo solo le miró pero eligió contestar por el Hokage más que nada.
-Kyuubi-sama adquiere forma humana, y antes de que pregunten, es liberado por medio de una invocación especial por Rukoidame Hokage-sama, quien es su jinchuriki y al cual obedece sin rechistar además que tiene prohibido atacar a menos que sea para proteger o en defensa propia-
-¡¿Rukoidame Hokage?!- era la voz incrédula del Itachi pasado.
-así es, ita-chan es de un tiempo más adelantado que el mío, ahí gobierna la quinta pero en el de mi sobrino es el sexto quien, a mi parecer y sin ofender, es el más poderoso Kage y shinobi de la historia –
-pero pero… si dices que es el jinchuriki del Kyuubi entonces se trata de Naruto Uzumaki, ese chico que no es más que un paria bueno para nada- Itachi-chan se puso como erizo ante la voz desdeñosa de su abuelo refiriéndose así de su tan amado y admirado padre.
-estas en lo cierto Fugaku-teme- el aludido tuvo una venita palpitante por su irrespetuoso nieto que lo fulminaba con sharingan encendido- Rukoidame-sama es el Hokage que ha llevado a la prosperidad a nuestra aldea, es muy hábil en la política y temido por todas las naciones, su voz es escuchada por todos y NO ES UN PARIA, debes estar agradecido que encarcela al zorro furioso y que no los devora a todos, Naruto-sama es capaz de sonreír y amar a esta aldea que no hace nada más que herirlo, es perseverante y NUNCA se rinde, es un verdadero héroe que tuvo que mejorar con todas las adversidades y por ello se ganó a pulso el respeto de Bola de pelos, digo, Kyuubi-sama- terminó con los puños apretados el moreno.
El Hokage escuchaba incrédulo lo dicho, ese rubiecito bromista de tan malas notas no parecía el que describía el chico enfurecido y que desataba un instinto asesino impresionante…
-ya basta de hablar, Hokage-sama, no podemos revelar más o pondríamos en peligro a nuestra aldea- el hombre maduro asintió comprendiendo y tomando decisiones mirando a Itachi-mayor.
-tomarás tu lugar como jounin mientras aviso a los del consejo, esto no debe de salir de aquí-mirando a Fugaku- porque es demasiado peligroso, ustedes pueden quedarse con Obito –señaló al equipo que se había quedado al margen de la situación.
-¿y yo qué?, también soy un jounin- Sarotubi se giró a Itachi-chan, le parecía un poco increíble la afirmación porque de hecho el chico no parecía mayor de los doce- no me mire así, en mi generación ha habido muchos genios, y modestia aparte soy uno, me convertí en jounin a los nueve…- los demás se sorprendieron y el chico continúo- mi papá Sasuke me entrenó, Neji-sensei y Rukoidame sama también, Tsunade-oba-chan se encargó de enseñarme sobre control de chakra y venenos y hasta Kakashi-sensei, además soy experto en sellos…- el viejo Hokage parpadeó impresionado y meditó unos segundos, este joven con tal historial y lealtad a Naruto le sería útil.
-tú puedes ingresar en la academia- y se apresuró a agregar antes de que dijera algo el joven del futuro- es para que puedas estar cerca de tu padre Sasuke y de tu futuro Hokage, a ver si de paso cuidas que no haga tantas travesuras…- si bien Itachi-chan quería protestar aceptó la decisión porque estaría cerca de todos eso ninjas de la generación de sus progenitores llamados héroes en su libro de historia y aunque ahora no eran más que niños, por sobre todo, conocería a sus padres peques.
-muy bien, está decidido, iras al último año de academia, y como misión especial debes de vigilar y cuidar a Naruto mientras estés aquí- el moreno asintió conforme.
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Itachi menor pensaba en lo que escuchó mientras caminaba por la aldea, su yo futuro y su sobrino se hospedaron con su tío segundo Obito y su esposa, el primero ya no pertenecía oficialmente al clan pues fue desterrado por su padre cuando hizo algo imperdonable a los ojos del clan al intercambiar su ojo izquierdo con Kakashi Hatake pero al hombre le importó un pepino el asunto, de hecho, gustoso se fue del complejo para comprar su departamento y más tarde casarse, Itachi menor le admiraba porque él hizo lo que él quería, librarse de todo y vivir libre pero… Sasuke era su razón, no podía abandonarlo y dejarlo a merced de su padre, seguro terminaría por forzarlo y herirlo y primero se arroja al infierno de cabeza antes que su hermanito sufra por su culpa.
Sasuke, tonto hermano pequeño, serás padre de un gran ninja con carácter, no dejes que las tonterías Uchiha lo dañen, no sabes lo orgulloso que estoy de verlo retar a padre y defender sus ideales, sin duda tiene mucha voluntad.
Entonces reparó en unos comerciantes que empujaron a la calle a un rubiecito de la edad de su hermano, el pelinegro le conocía desde hace mucho y justamente hace un año, en el aniversario del ataque del Kyuubi, entabló una acercamiento con él antes de aparecer el legendario cuarto Hokage de entre los muertos para estar unos meses en la aldea.
Venía de una misión difícil, traía un brazo vendado atendido en casa de su tío Obito por su esposa Rin que era medinin pero eso no impidió que de pasada fuera a una tienda a comprar chocolates para su otuto, siempre que regresaba tras una larga temporada le llevaba obsequios a su pequeño bebé como llamaba a Sasuke en su mente pero en esta ocasión atravesó un parquecito lleno de niños cercano a la casa de su tío exiliado que jugaban alejados de otro de cabellos dorados sentado en un columpio y un bracito cubriendo su rostro, el pequeño lloraba con verdadera pena y algo en su pecho se removió inquieto, por alguna razón se imaginó a su hermanito en esa situación cuando su padre lo despreciara una vez más y no importando que ese niño fuera el jinchuriki del zorro de nueve colas se acercó directo a él, después de todo Obito y Rin no le tenían manía y el respetaba sus ideales.
-¿Qué tienes?- su voz estoica sonó raramente suave y medio le sonrió, algo increíble pues solo lo hacía con Sasuke- ¿te encuentras bien?- el rubiecito sorbió sus mocos y le miró fijo tratando de encontrar la razón para que ese niño grande (para Naruto era un niño aunque ya fuera shinobi) le estuviera hablando y no evitando como los demás.
-yo… es mi cumpleaños… nadie se acodó y ni siquiera me dejan jugar con los demás, ¿es que soy malo?- los ojos de un azul increíble extrañamente familiares le calaron profundo al prodigio Uchiha y sin pensarlo contestó al pequeño.
-no lo eres, solo que la gente es ignorante, tú eres buen niño- Naruto le sonrió como un sol e Itachi se sintió mejor con esa sonrisa, era como si toda la carga que tenía se hiciera pequeña con este rubio, le revolvió los cabellos y sacó un gran chocolate de su bolso de kunais.
-ten, por tu cumpleaños, felicidades…- no supo cómo llamarlo porque solo lo conocía por sobrenombre despectivos.
-me llamo Naruto Uzumaki ¡y seré un gran ninja!- se presentó mientras sostenía con reverencia ese chocolate que fuera el primer regalo de su vida, el Uchiha entonces se desprendió de sus muñequeras de color negro con el símbolo de la hoja grabado en hilo de plata y se las colocó al niño sorprendido por sus acciones.
-entonces estas- refiriéndose a las muñequeras- son para que este futuro gran ninja entrene…- e Itachi le sonrió plenamente esta vez. Se despidió del pequeño y siguió el camino a su casa.
A partir de ese momento, Naruto le buscaba cada vez que lo veía en la aldea, Sasuke no sabía de esto, su otuto era muy celoso y no quería que se peleara con Naruto por ganarse las atenciones de él, así que cuando se encontraban le enseñaba trucos como lanzar kunais y shurinken y a veces le invitaba ramen, aunque le recordara que debía comer mejor para su sano crecimiento, para Naruto era Itachi-ni-chan y lo que no sabía el rubio era la razón del Uchiha para aceptarle, cada vez que veía esos ojos de verdadera admiración y cariño se sentía más ligero, con Naruto podía dejar parte del dolor que siempre llevaba en su corazón y que solo Sasuke y ahora Naruto mitigaba.
Antes que sus recuerdos, le trajeron de vuelta a la realidad, ahora sabía del potencial de Naruto que sería un Kage muy poderoso y que los mediocres y estúpidos aldeanos le maltrataran era algo que no iba a permitir, no señor, Naruto era también importante para él y lo sería para su sobrino del mismo nombre.
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Para Naruto la vida era difícil, solo el que su papá viniera junto a Kushino-zorrito-chan y Jiraya-ni-chan y estuvieran con él hace ya casi un año mitigó un poco su dolor pero los aldeanos seguían sin quererle y como en ese momento le trataban mal o más bien le golpeaban, esta vez porque se acercó a mirar una máscara de zorro para asustar a esos niños que lo despreciaron pero solo logró que lo empujaran y cayera de posaderas al suelo, Shikamaru y Chouji estaba mirando y tenía unos deseos enormes de salir corriendo, los ojos de los transeúntes tenían esa mirada que odiaba mucho, el hombre de la tienda tomó la máscara y la arrojó hacía él, esperó el golpe pero no llegó, a unos centímetros de su cabeza era sostenida por Itachi-ni-chan.
Itachi-ni tenía los ojos rojos con una cara que asustaba- ¿por qué haces eso imbécil?- el comerciante iba a contestar pero los ojos rojos y el símbolo del abanico era de un Uchiha, ni más ni menos que el primogénito y heredero de su líder le dejó callado- toma, no son bienvenidas tus porquerías, ni para Naruto ni para el clan Uchiha- el comerciante se horrorizó de la declaración, los Uchiha eran buenos clientes y si ellos dejaban de comprarle, los demás harían lo mismo, Itachi le lanzó de nuevo la máscara con demasiada fuerza porque al recibirla, aquel hombre despreciable se fue de espaldas. Itachi se giró sobre sus talones tomando la mano de Naruto y dejando a los aldeanos asombrados atrás.
Naruto se dejaba llevar sintiéndose protegido, era la primera vez que Itachi-ni-chan lo defendía en público pero era feliz por eso.
-¿Por qué querías esa máscara Naruto-kun?- la pregunta repentina le sacó de sus pensamientos.
-quería asustar a unos niños que se burlaron de mí, van a ir a hacer una prueba de coraje al cementerio…- el moreno se detuvo a mirarle y en sus ojos se encendió un brillo travieso que no sabía que tenía el mayor.
-entonces te acompañaré, porque hoy practicarás genjutsu, que por cierto no se te da bien, y a ver si ya dejas de actuar como tonto y sacas esas habilidades tuyas…- dijo Itachi sonriendo apenas.
-entonces será divertido- sentencio Naruto chibi con su típica sonrisa zurrona.
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Iruka Umino tenía frente suya a un joven que a simple vista era una copia mayor de su alumno Sasuke quien por cierto estaba tras la puerta tratando de oír la conversación.
-entonces Hokage-sama te envió a que te pusiera donde creyera adecuado- el moreno asintió, en realidad debía de ir a último año pero estaba mintiendo descaradamente para cumplirle el capricho a su padre joven de estar con él en la clase… aunque Sasuke apenas inició el segundo periodo.
Iruka le hizo pruebas fallando los tiros al blanco, no contestando bien las preguntas y haciendo cara de tonto, a decir verdad, al chunin le pareció que trataba con Naruto, solo en una prueba de taijutsu salió más que bien, pero no fue intencional, el profesor de academia lo sometió a ataques sencillos que esquivó y contraatacó por inercia, al menos se contuvo de hacer algo muy elaborado como cuando entrenaba ( y terminaba en el piso) con su hermano Hizashi que era el experto en taijutsu de su familia y muy alabado por Gai y Lee sensei.
-bien Itachi Uchiha- el apellido no les gustaba al jounin futuro pero no le quedaba de otra- irás a las clases con tu primo Sasuke, al segundo periodo pero en taijutsu avanzado en el cuarto periodo- Iruka le condujo hacia el salón de clases dándole la espalda, en cuanto Sasuke fue al encuentro de su hijo futuro y ambos suspiraron, a Itachi-chan le costó trabajo fingir pero lo haría de nuevo por ver sonreír a su muy joven padre.
Entraron al salón y se acomodó al lado de Sasuke y al instante tuvo a varias niñas viéndolo fijo por su parecido a su ídolo.
-hola a todos, buenos días, les presento a su nuevo compañero Itachi Uchiha, es primo de Sasuke, tal vez lo vean mayor pero no ha tenido entrenamiento ninja así que sean buenos con él y… ¿Dónde está Naruto?, si se volvió a ir a hacer sus bromas…- masculló el chunin cuando la puerta se abrió dando paso a Itachi Ambu de esta época con Naruto de la mano.
-lo siento chunin-sensei pero se ha retrasado por mi culpa, Hokage sama me hizo buscarle…- y el Ambu desapareció en un remolino de hojas.
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Las clases eran aburridas, todo eso lo aprendió casi casi desde que comenzó a caminar pero ni que hacer, hasta Iruka le regañó por quedarse dormido, su papá Naruto en versión niño le acompañó al castigo fuera del salón sosteniendo un balde de agua en las manos.
-hey tú, no pareces pariente de Sasuke-teme, ese se cree muy chulo y todo y tú no das una como yo- los ojos de Naruto miraban fijo a Itachi-chan- no sé si quieres quedarte aquí pero yo me voy- y el rubio dejó su cubeta con agua y se fue saltando por una ventana al final de pasillo, el venido del futuro le siguió.
Itachi-chan no sabía que tan travieso y bromista era su padre, el respetable Rukoidame Hokage cuando niño, creyó que eran exageraciones de Iruka-sensei pero ya veía por si mismo que no… y eso era genial, incluso le ayudó a hacer bombas de harina donde los pobre incautos terminaban blancos como fantasmas del polvo.
Se rió como hacía mucho, desde que supiera de Kenji Uchiha, no hacía y era muy bueno hasta que el chunin los atrapó y los arrastró de regreso a la academia gritando todo el camino.
-aunque sean primo de Sasuke-teme me caes bien- le dijo Naruto para ir al patio a observar como lección a los mayores en su taijutsu, para Itachi-chan no era solo observar, eran de su clase.
El joven del futuro se sorprendió cuando vio en el grupo avanzado a Neji que se suponía debía ir en el tercer periodo y en taijutsu estaba en cuarto con él.
Rumiko era la kunoichi-sensei de esa clase y lo emparejó para las prácticas precisamente con Neji que le miraba despectivo.
- será mejor que no te esfuerces, al final perderás, es tu destino caer ante gente como yo- la arrogancia de Neji-chan le era molesta y comprendió porque sus padres eran agua y aceite, eran tan distintos y obviamente el Hyuuga escuchó la reprimenda de su chunin sensei al llegar arrastrando a Naruto y a él por el patio tras su huida del castigo.
-si estás tan seguro…- Neji tomó la posición del Juken y él la imitó desconcertando al otro, si esta versión miniatura del castaño era buena, de lo cual no tenía duda, él era mejor pues Neji mismo le enseñó a manejar el puño suave y su byakugan desde que tenía casi tres.
El castaño que era más bajo que Itachi-chan se lanzó tras activar su byakugan en una secuela certera de golpes perfectos y estéticos desconcertando a los senseis por su velocidad pero Itachi-chan bloqueaba igualando uno tras otro y contestando sin mucha fuerza, las manos de ambos se entrelazaban y parecía que danzaban en vez de pelear hasta que decidió acabar con la contienda e hizo unos movimientos muy rápidos dando un golpe cerca del hombro del castaño paralizando un brazo, luego repitió su acción y le paralizó el otro.
-ganador: Itachi Uchiha- exclamó monótona por la sorpresa la kunoichi.
-nosotros hacemos nuestro destino Neji-chan, nadie decide por ti, si yo quiero tomo lo que quiero y trabajo duro para alcanzar mis sueños- le comentó mientras le desentumía los brazos y lo levantaba del suelo donde le miraba sin creer que hubiese sido vencido con técnicas de su clan y menos a manos de un Uchiha.
-¿do-dónde aprendiste el Juken?- entonces Itachi-chan se mordió el labio preocupado, se dejó llevar por un impulso, ¿cómo lo explica ahora?
-es que, es… ¡mi abuelo!, sí, eso, mi abuelo era un Hyuuga, por eso mis ojos- se señaló las orbes negras sin pupila- y mami me mostró como defenderme del Juken- el castañito mostro duda pero terminó asintiendo, el moreno agradeció que Neji adulto no oyó que le decía mami o seguro lo dejaba sin ramen un mes y eso si que era una gran tragedia.
-¿no tienes byakugan?- el del futuro negó, si se sabía que tenía dos líneas de sangre llamaría mucho la atención.
Vaya día, de jounin degradado a crío principiante de academia, acompañó a Sasuke a clases, a Naruto con las bromas y se enfrentó a Neji… ‘papá tenía razón, como Namikaze me meto en más líos de los puedo salir’ pensó abatido.
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Continúa…