Capitulo 22. Cambiado el futuro IV: Sacrificio.
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Aquellos niños salieron huyendo de miedo de aquel cementerio cuando a sus ojos el imponente zorro demonio, tan gigantesco y aterrador se mostraba agitando sus nueve colas con sus ojos rojos brillando y gruñendo dejando ver sus afilados colmillos.
Iruka, al oír los alegatos de sus alumnos mientras huían por sus vidas le bastó para tomar su kunai y entrar al cementerio, vio la gran bestia y apretó los dientes sacando otro kunai de su bolsa antes de que la imagen oscilara y desapareciera para revelar a un risueño Naruto acompañado de Itachi cruzado de brazos.
-¿estuvo mejor Itachi-kun?-preguntó el rubio.
-has mejorado tu genjutsu…- contestó simplemente.
Iruka se dejó caer de alivio al reconocer la ilusión antes de que en su frente tuviera una venita palpitando y su rostro se pusiera rojo tomate.
-¡NARUTO!-rugió y el pequeño fue arrastrado por Itachi antes de que su sensei de la academia lo alcanzara.
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Neji todavía no creía que Naruto hiciera enojar tanto a Iruka sensei, el hombre gritó por más de una hora sin detenerse y su voz se escuchaba en toda la academia, su compañero de práctica que no era otro que Uchiha Itachi, el nuevo que se encogía tapándose los oídos porque el chunin amenazaba con dejarlos sordos.
-pobre de Obito, Sakumo y Rin…- comentó con verdadera lástima el moreno.
El castaño no tenía idea que a quienes se refería pero no le importó mucho, con tanto escándalo no se podía practicar.
-mejor me voy a las colinas a entrenar- dijo el moreno con bigotes en las mejillas saltando por el cercado.
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Naruto por fin yacía sentado aburrido en su asiento, Sasuke a su lado tratando de ignorarlo pero de Itachi-chan ni rastro.
-Sasuke ¿sabes dónde está tu primo?- el morenito negó agitando sus mechones de pelo al hacer su cabeza de un lado a otro.
-estaba practicando con Neji… eso fue lo último que supe- el chunin asintió y salió del salón, Naruto se levantó al mismo tiempo que Sasuke, para ambos, algo no estaba bien.
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Iruka corría rumbo a las colinas, esperaba que el joven Uchiha estuviera bien, había reportes de espías y posiblemente más equipos vinieran de refuerzos para sacar como sea la información de la aldea.
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Neji, Sasuke y Naruto iban también rumbo a las colinas, tras ellos Chouji, Shikamaru, Ino, Kiba, Lee, Hinata y hasta Shino, la razón era pues que Shino informó a los preocupados niños de la situación en ese lugar tras preguntar del paradero del chico nuevo al Hyuuga, Itachi-chan se ganó el cariño y respeto de muchos, en especial de Neji y Naruto, este último afiló la mirada ante el peligro inminente y a paso decidido se alejó en busca de Ita-chan, Sasuke que no iba a dejar por nada del mundo a su futuro hijo decidió acompañar al rubio y Neji que no se quería quedar atrás, los demás tuvieron su momento valiente y hasta la tímida Hinata quiso ir en busca del niño simpático que le decía lo fuerte que era y podía lograr ser, que le ayudaba y era su amigo recordándole siempre al alegre Naruto.
Se internaron en la espesura del follaje entre altos árboles, Naruto se subió a un árbol tras dejar una zona regada de armas y descubrió en un nido un extraño kunai con un papel atado, lo tomó y lo resguardó en sus ropas.
-¡Neji!, ¡Hinata!, ¿pueden usar su byakugan para buscar a Itachi-chan?- dijo el rubio del grupo, ellos asintieron y escanearon la zona.
-enemigos al frente a unos quince metros- dijo Neji preparándose a pelear, los otros niños no estaban tan decididos como él pero Sasuke entornó los ojos dispuesto a dar batalla y Naruto sacó una cara seria que nadie le conocía hasta ahora. Del follaje salieron tres shinobis descubriéndose como mujeres.
-mira que tenemos aquí, son unos enanos- la líder reparó en el kunai que buscaban saliendo de las ropas de Naruto- si nos dan ese kunai- señaló el arma- no sufrirán mucho- luego la mujer de izquierda reconoció los ojos blancos y el símbolo Uchiha en los niños.
-esta es una agradable sorpresa, mira que estos chiquillos tiene una línea de sangre que le interesa a nuestra aldea- y esa mujer sonrió perversa, lo niños tragaron saliva.
- ¡váyanse de aquí!- gritó Naruto a sus compañeros congelados en su sitio- ¡bunshin no jutsu!- dijo y salió un patético clon que causó la hilaridad de las kunoichis que respingaron cuando un grupo de cuatro shinobis les llegaba por la espalda, el equipo de refuerzo enemigo.
-¿jugando con críos?- sonrió uno de ellos alto y de mal encarado.
Las mujeres explicaron la situación y cuando Naruto se volvió a negar a dar el kunai un tipo le lanzó un shurinken gigante. El rubio se vio en el piso con Iruka sobre él y el arma clavada en la espalda.
-huyan lejos de aquí- ordenó entrecortado quitándose el shurinken y encarando a los enemigos- yo tengo que luchar-
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Kakashi tenía una reunión de varios shinobis y líderes de clanes, precisamente el grupo salía de la sala de reuniones cuando Inoichi Yamanaka reconoció a una niña peli rosa amiga de su hija.
-Sakura-chan, ¿no deberías estar en clase?- preguntó afable, ella negó y relató todo hasta la huída de sus compañeros hacia la zona de peligro, el rubio Yamanaka, el Nara y el Akimichi junto a una mujer con un perro negro crisparon de nervios, Hiashi que escuchó todo también y por supuesto Fugaku que en seguida emprendieron el camino en busca de sus retoños, Kakashi les acompañó preocupado por Naruto e Iruka y cómo iban muy alterados el Hokage también envió a Asuma, Kurenai y Gai con ellos mientras el peli plata invocaba a sus perros rastreadores y Kuromaru, el perro de Tsume Inuzuka iba a la cabeza tras esos niños traviesos y sin sentido común.
Se toparon en el bosque con sus rastros llegando donde los críos e Iruka gravemente herido pero no pidieron pasar, una barrera invisible no les dejaba avanzar, de inmediato Asuma y Kurenai comenzaron a desbaratarla pero no lo suficientemente rápido para los padres preocupados ni para los pequeños en peligro, solo podía ver y escuchar lo que pasaba.
-¡no te voy a dejar que los lastimes!- ese era Naruto y los demás gruñeron por eso, si ese crío estaba involucrado, sería culpado de todo.
-¿y cómo piensas detenerme?, ¿vas a sacrificarte por ellos?- preguntó mordaz el más alto del grupos enemigo, Fugaku y Hiashi estudiaban cada detalle, este último con byakugan activado, el rubito tenía una mirada decidida sin vacilar, esa misma mirada que no correspondía a un niño sino a alguien como un shinobi experimentado o un Hokage como Hiruzen Sarotubi o Minato Namikaze.
-desde que nací he sido sacrificado para salvar mi aldea- detrás de la barrera los escuchas soltaron un jadeo y los demás niños más Iruka le miraron desconcertados- el cuarto Hokage me eligió para esa tarea, así que respondiendo a tu pregunta, sí, yo daría mi vida por mis compañeros, por mi aldea, y por eso no voy a entregarte a ninguno de ellos, ni a mi sensei, ni el kunai con la información que buscan- se colocó en una pose de taijutsu que nada tenía que ver con la chapucera que usaba como máscara en la academia.
-¿Por qué haces esto?- cuestionó el mismo ninja espía dejando de lado su sarcasmo.
-porque es mi sueño ser Hokage y ser reconocido, ¿cómo puedo aspirar a tal sueño si no hago lo que cualquier maestro Hokage hace, sino proteger a la aldea y a su gente?- la mirada azulina y sincera desconcertó a los shinobis atacantes.
Los que observaban tras la barrera de pronto se sintieron muy pero muy miserables, ¿este era el monstruo jinchuriki del Kyuubi?, ¿ese rubio era el patético sin cerebro paria de la aldea?, no, no lo era, sus palabras era sabias y profundas y les hirió en lo profundo del alma, ese no se trataba del chico Kyuubi sino de Naruto Uzumaki, un pequeño que no pidió lo que hicieron con él, un niño que los salvaba de la furia del zorro demoniaco.
Su sorpresa se agrandó cuando el mismo chico que antes no pudo hacer un clon decente ahora gritara a todo pulmón:
- ¡Kage Bunshin no Jutsu!- ante los azorados invasores aparecieron dos clones de sombras por cada niño que rodeaba y otro par que sostenía a Iruka herido con la quijada desencajada del asombro.
Naruto cargó con golpes certeros lanzando piedras a falta de shurinken, los ninjas enemigos esquivando y acercándose a los niños Hyuuga. A Hiashi se le paralizaba el corazón pero Neji inspirado por Naruto tomó la iniciativa, los proyectiles que iban en su contra fueron alejados por algo parecido a una esfera blanca que formó el castaño girando sobre sí mismo, una kunoichi se le fue encima en cuanto dejó de girar solo para ser recibida por una Hinata con fuego en la mirada y su indecisión muy atrás con una seguidilla de golpes Juken, en total 32, una técnica menos avanzada del campo de 64 golpes pero muy impresionante para ella siendo tan pequeña.
Sasuke por su parte contestó con una bola de fuego haciendo arder al otro que se acercaba a los Hyuuga, Lee, que no tenía nada de control sobre chakra arremetía con taijutsu veloz, Ino, Shikamaru y Chouji se hicieron cargo de otra kunoichi y Kiba y Shino de la última mujer.
Quedaban tres pero Naruto hacía sudar al líder, el rubito se desconcertó cuando otro más lanzó su espada contra Sasuke y no se le ocurrió otra cosa más que sustituir su clon por el mismo y detener la katana con su propio cuerpo haciendo que Neji, Iruka y Kakashi gritaran, todos ellos desde su posición por el macabro espectáculo, el arma salía de un costado del rubiecito y Sasuke tuvo la cara teñida de rojo con la sangre salpicada de su compañero a escasos centímetros de donde terminó en el suelo al ser empujado por él.
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Sasuke dejó caer una pequeña lágrima negando la realidad, Naruto, de quien siempre quiso ser amigo y por quien se enojaba mucho cuando perseguía a Sakura estaba herido, casi muerto ante él, algo dentro suyo se hizo trizas y sus ojos quemaron, todo se volvió rojo y muy claro, las risas del desgraciado que había hecho eso, los gestos burlones y el rostro lleno de dolor de Neji también.
Todo su chakra se bombeaba desde cada rincón de su cuerpo y se agolpaba en sus manos, lleno de rabia hizo de nuevo el sello del tigre liberando una gran bola de fuego que se alzó contra el burlón y las llamas lo devoraron al no poder escapar.
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Naruto, su único amigo agonizaba con esa katana atravesada en su costado, Neji no quería perderlo, eso era demasiado doloroso, no quería verlo irse como a su padre, esta vez no podría soportarlo, su byakugan exaltó más las venas de sus ojos, estos destilaban odio hacia los invasores y ante su visión apareció un campo con kanjis luminosos, veía cada punto de chakra del enemigo y entonces arremetió contra él centellando sus manos a velocidad imposible de ver por ojos humanos, solo eran borrones luminosos de chakra que iban cerrando cada punto hasta bloquearlos todos y eliminar al desgraciado.
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Riyao era el nombre del líder de escuadrón, tras enviar a las kunoichis que fallaron su misión fue ir en su busca con su propio grupo, a su vez, un equipo de jounin de élite de tres eran sus refuerzos en caso de ser capturados, él envió el llamado de auxilio, se dio cuenta de los shinobis de la hoja que pronto desbaratarían la barrera eran su sentencia y aunque de ahora en adelante fuera la burla de su aldea porque sus equipos fueran derrotados por niños era preferible a enfrentar la furia de Konoha o los padres de los chiquillos que esperaban poder tenerlo en sus manos, si el parecido de estos con sus hijos los delataba.
El par de niños, un Hyuuga y el otro Uchiha que tenía unos ojos rojos impresionantes le encararon cuando iba por Naruto, el rubio enano que desató toda esta catástrofe.
-el ya está muerto- dijo para acrecentar su rabia, los pequeños se volvían volubles con esas declaraciones y esa sería su ventaja.
Algo en su espina dorsal le recorrió, era una sensación de temor, un chakra maligno emanaba del cuerpo caído que poco a poco se incorporaba retirándose la espada clavada y ensangrentada hasta tirarla lejos, la herida vaporaba en rojo regenerándose por completo y los ojos antes azules eran rojos con pupilas rasgadas delineados en negro, el rubio llamado Naruto tenía las uñas de manos y pies crecidas como garras, sus colmillos le sangraban los labios de lo largos que eran, y las marcas de sus mejillas acentuadas con el cabello erizado, tras el pequeño una cola de chakra roja agitada quemando el suelo.
-¡¿qu-qué eres?!- dijo asustado de la visión.
-soy Naruto Uzumaki, heredero de la voluntad de fuego, jinchuriki de Kyuubi no Kitsune y por osar meterte con mi aldea… también soy tu peor pesadilla…- mostró sus dientes como fiera- vamos Bola de pelos, a jugar…-el hombre miró a un costado donde poco a poco se formaba una figura de un mini zorrito con nueve colas y la mirada más siniestra que hubiera visto.
- como quieras cachorro…- Kyuubi mini desapareció de la vista para después sentir como sus piernas eran cercenadas por filosas garras y antes de que pudiera gritar, el rubio estampó una esfera de chakra comprimida en su cara que hizo que cabeza estallara.
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La barrera por fin se desbarató tras la muerte de su creador, los shinobis cautelosos se acercaron a sus hijos por miedo a Kyuubi mini.
-no les hará nada- dijo el rubiecito sosteniendo al zorro en brazos- bola de pelos es gruñón pero no a comerse a nadie- los demás tenían serias dudas de eso.
-¿Cómo es que tú… es decir… todo esto?- cuestionó Fugaku con su hijo en brazos.
-el cuarto Hokage, hace un año me dijo todo, me enseñó muchas cosas e incluso llegué a un acuerdo con zorrito-chan- apretujó al Kyuubi-peluche- desde entonces he trabajado para que no me controle la furia de bola de pelos y hace una semana terminé el rasengan… si no me mostraba tal cual soy es porque… a ustedes les asustaría y querrían matarme y entonces zorrito-chan muy enojado se liberaría y entonces sí que se los como a todos y yo no quiero que eso pase-
¡Qué tan equivocado estaba con el chico zorro!, con esos niveles de fuerza y control a esta edad era de imaginarse que llegaría tan lejos como su nieto Itachi dijo, además Sasuke había despertado su sharingan a la misma edad que su primogénito y era muy conveniente que este se ganara al rubio.
- cuando quieras era bienvenido a jugar con Sasuke en el complejo- a Sasu-chan se le agrandaron los ojos de la impresión.
-y lo mismo con Hinata y Neji- dijo Hiashi llegando a la conclusión de que era beneficioso tener la simpatía de Naruto a su desprecio.
- estoy de acuerdo- Tsume Inozuka asintió con las manos en las caderas.
-creo que sería problemático pero Shikamaru podría aprender de ti- dijo Shikato y Chouza, padre de Chouji estuvo de acuerdo, incluso Inoichi el papá de Ino- pero ¿porque vinieron aquí?- eso hizo de Naruto jadeara recordando.
-¡Itachi-chan!- y se giró para ir corriendo con el moreno cuando un cuerpo cruzó al claro donde se encontraban, era un ninja invasor con varias heridas.
Itachi Namikaze apareció al alcance de su vista combatiendo con dos a la vez de forma magistral, creó un par de clones de sombras que estamparon una corriente eléctrica a uno de lo que peleaba y terminó igual que el otro.
El último en pie se vio acorralado por demasiados shinobis tratando de huir pero Ita-chan, de uno de sus brazos pasó su mano por encima vislumbrándose un tatuaje que no era más que un sello que activó sacando su arma preferida, era a simple vista una especie de espada corta que armó por completo en una shurinken gigante como la que usara su padre Sasuke desde genin, la lanzó y esta, como un boomerang giró en torno al shinobi en huida atándolo con un hilo casi transparente que tenía atado el gran shurinken clavándose por último a un árbol.
-y eso les pasa por meterse conmigo…- dijo altivo el joven moreno sacudiéndose las palmas como si nada. Entonces se percató de muchos pares de ojos viéndole alucinados.
-heee, ¿hola?- Iruka sintió sus venitas palpitar.
-¡me engañaste!, fingiste ser un tonto cuando es obvio que superas el nivel genin- dijo el castaño enfurecido- ¿tienes idea de lo preocupados que estábamos por ti?- Itachi Namikaze bajó la cabeza avergonzado y más al ver las heridas de sus padres peques.
-lo siento mucho, en realidad soy un jounin a cargo de proteger a Naruto-chan- esta vez Iruka se tuvo que callar, si el niño era jounin significaba que acababa de gritarle a un superior.
-no es que sea a propósito Iruka-sensei, pero Itachi-chan tiende a meterse en problemas- habló una voz desconocida, ahí un hombre de cabello negro, largo y ojos como hielo mirado desde una rama, a su lado otro castaño de rasgos hermosos esculpidos como en alabastro.
-¡Padre!- ante ellos aterrizó Sasuke Namikaze y Neji Namikaze esposos de Naruto Hokage-¿cómo es que llegaste aquí?-
-hace algo que entre Neji y yo aprendimos a manejar el jutsu del dobe pero nos gasta mucho así que solo lo usaríamos en caso de emergencia, venimos por ti y tu tío, no podemos esperar a que Naruto llegue o podría ser fatal…-
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Continúa…