Tiempos cruzados. por LADY_YAGAMI

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Notas del capitulo:
Aqui la explicación del porque secuestrar a Itachi y tendran a un Naruto super fuerte.

Capitulo 4. Explicaciones II. El recuerdo de una Batalla Decisiva.

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Naruto sonrió sobre su lecho a abrazar a los cuerpos que tenía a cada lado, todo lo que había planeado estaba saliendo a la perfección. Primero que nada les dio una misión a cada uno de sus hijos, ellos tenían algo que hacer en este tiempo, esperaba que tanto Hizashi como Itachi pudieran salvar al tercer Hokage que era como su abuelo.

Bien.

Comenzó con este proyecto esperando evitar mucho dolor en el futuro y desbaratar los planes de una nueva amenaza, no que hubiese alguien más poderoso que él pero si uno con conocimiento suficiente para volver a una época donde él fuera vulnerable y si el moría… mejor no pensar en eso, la realidad es que, modesta aparte, sin su presencia en el mundo, simplemente no existiría.

El segundo paso de su plan ya lo había comenzado, pensaba hacer un regalo a su amado Sasuke, quería que tuviera la oportunidad de tener a su hermano de nuevo, aquel shinobi que dedicó su vida entera a protegerle a él y a su querida Konoha. Uchiha Itachi, de quien tomó el nombre para su hijo más joven, que aunque tanga la apariencia de Sasuke y unos ojos sin pupila como su otro amado Neji, no había sacado el carácter frío de ninguno sino el extrovertido y ruidoso de él mismo, en sí, todo sus niños, en cuanto al carácter eran iguales y sus esposos maldecían una y otra vez por cada travesura que sus retoños hacían, -los malditos genes tuyos-, alegó alguna vez el mayor de sus maridos.

En cierta parte cada niño que tenía era una mezcla de los tres, Kyuubi se encargó de hacerlo, combinar la genética para tener unos cachorros fuertes, ese zorro se preocupaba mucho de que tuviesen los dos dojutsus de sus otros padres y por supuesto, sus propios poderes distintivos más lo que la bola de pelos (como le decía de cariño a su inquilino) le hubiera otorgado.

Volviendo a sus pensamientos iníciales, su cuñado, en su época asesinado por propia mano de uno de sus maridos, Itachi, era su prioridad una vez que llegase a este tiempo, no imaginó que tanto sus parejas como él terminaran aterrizando en medio de la guarida Akatsuki pero casi y se suelta a reír como loco solo de ver la expresión sorprendida de Pein pero se detuvo a tiempo al admirar el dolor en las facciones de Sasuke, que caprichoso era el destino, de todos a los que hubiese podido caer encima precisamente lo tenía que ser sobre su hermano que en todos los años que le siguieron a su muerte, lo añoraba y a veces, cuando se caía esa máscara de frialdad que siempre usaba frente a los demás, derramaba lágrimas de verdadero sufrimiento, sufrimiento que era amortiguado por la presencia de sus hijos, de Neji y él mismo; pronosticaba que tal vez, siendo la primera vez que le veía en mucho tiempo, actuaría sin pensar.

- Que irónico que fuese yo el que debía de vigilar a Sasuke para que no actuase precipitadamente-

Por eso, usando la técnica que le heredase su padre llegó al lado de ambos hermanos y primero inutilizó el chakra del mayor para después desmayarlo y sostenerlo en brazos, creó dos clones para llevarse a sus esposos no sin antes dejar con la incertidumbre a Nagato tras los ojos del cuerpo de Pein.

Llevó a su familia a un bosque alejado sin dejar rastro de chakra, sería imposible que les siguieran, utilizó un jutsu que le enseñara Yamato- sensei para crear una hermosa casa de madera de dos plantas y alojó a su inconsciente cuñado secuestrado en una habitación, ni Neji ni Sasuke le preguntaron nada, ya estaban acostumbrados a que él hiciera cosas sin explicación, luego ellos se enterarían. Sin más, el moreno y el castaño comenzaron a desvestir y cambiar al mayor de los Uchiha para acomodarlo en un futón y estuviera más cómodo, luego les dejaron.

-muy bien cuñado, vamos a sanar esos ojos y a fortalecer tu chakra, ya no tendrás más problemas de vista y lo mejor, tendrás el sharingan perfecto, tal y como lo tiene tu hermanito- le dijo al durmiente mientras se mordía el pulgar y comenzaba a dibujas kanjis con su propia sangre alrededor, esa técnica eran conocimientos de kyuubi que en su momento le permitió evolucionar las líneas sucesorias de sus cónyuges, el único inconveniente es que dejaba el cuerpo exhausto y sin poder utilizar el chakra durante un tiempo.

Al terminar su labor, lo que seguía era dejar que Itachi se fuera y para que no sospechara debía de estar distraído…

Ronroneó cual gatito y salió a la sala donde Neji y Sasuke estaban conversando, les dio esa mirada cargada de lujuria que decía todo y sin más ambos se acercaron quitándole la gabardina y él les arrebató la prenda exterior de sus trajes guiándolos a su propia habitación donde siguieron desnudándose y arrojando las ropas por doquier, sus guantes que representaban un pacto salieron despedidos, recuerda que la yukata de Neji la lanzó muy fuerte y fue a parar afuera, después tendrían que ir a buscarla.

En medio de su pasión, sintió cuando Itachi se movía y también su presencia en el balcón, la idea de que alguien los observara le excitó más, aceleró el ritmo y se dejó llevar por el orgasmo perdiendo toda atención en el pelinegro, después de todo, su cuñado no podría hacer nada, todavía debía estar débil del jutsu que le practicó y el que se fuera era parte del plan, además, ¿de verdad creía que era capaz de dejar a sus dos amores en ese momento?

Por supuesto que no.

Ahora que ya era de mañana y ninguno de sus acompañantes despertaba decidió sumergirse en su mente para hacer una visita…

Caminó por pasillos que estaban ricamente decorados, con murales, arreglos y demás, propio de un palacio, llegó a lo que era una gran sala redonda que comunicaba a nueve entradas más que eran cubiertas por cortinas enormes y finas, de exquisitos diseños orientales, cada una con el grabado de Ichibi, Nibi, Sambi, Yombi, Gobi, Rokubi, Sichibi, Hachibi y por último Kyuubi.

-¡Hey chicos, salgan!- dijo con voz alegre y cantarina y tras su llamado se oyeron pasos retumbar en el lugar y de las cortinas aparecieron las nueves bestias con colas.

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El tercer Hokage no cabía en su asombro por lo que escuchaba de los chicos frente a él, todo era impactante pero por el bien de Kakashi preguntó lo que este quería saber.

-¿cómo es que pueden, en su tiempo, los hombres embarazarse?- tras esa pregunta los muchachos se miraron entre sí y asintieron.

-para que comprenda todo, necesita saber algunas cosas, usaré mi Tsukuyomi en ustedes para mostrarles lo que papá me mostró- dijo Minato, la mirada interrogante de los tres mayores (Sarotubi, Kakashi y Jiraya-sennin) se apresuró a explicar brevemente de que se trababa su técnica antes de ver los ojos rojos con un sharingan muy diferente al que conocían.

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Kakashi agradeció el que el Hokage preguntara lo que quería saber, cuando uno de los muchachos aceptó explicar se encontró con más interrogantes pero no pudo pensar en más cuando al ver esos ojos dejó la oficina para encontrarse con un paisaje desolador, la tierra estaba arrasada, había trozos de construcciones en todos lados, el suelo quemado y más allá cuerpo regados, al tratar de saber donde estaban giró su cabeza y ahí encontró su respuesta, la montaña de los Hokage estaba aún en pie pero los rostros severamente dañados y el que en mejor estado quedaba era el de una mujer que hacía años que no veía: Tsunade. Se paralizó, ¡Este lugar no podía ser Konoha!, ¿Cómo había ocurrido esto?

Buscó entre las ruinas y llegó a donde se desarrollaba una batalla, ante él se erigía una bestia formidable, mil veces peor que Kyuubi, el miedo le sobrecogió el corazón, su cuerpo se paralizó de terror, el monstruo frente a él era aterrador, tras de sí movía diez colas y su chakra era maligno sin precedentes, ¡Esto era una horrible pesadilla!

Naruto, mayor a lo que era ahora se paraba frente a la bestia y enfrentaba a un hombre que empezaba a sellar a esa criatura, el Naruto mayor se tomaba el estómago con una mano mientras oía como el otro se refería a él como resistente, digno del clan Uzumaki e igual que su madre de testarudo.

Neji y Sasuke crecidos a su lado heridos gravemente le sostenían para que no cayese y en su rostro una desesperación y preocupación por el rubio era dibujada, de toda la villa eran los únicos ninjas que aún combatían pero definitivamente jamás podrían contra algo así, era el fin.

Oh, por Kami-sama…

Su cuerpo no pudo soportar la impresión de su último pensamiento y cayó de rodillas, solo así, sin esperanza, ¿Qué podría ser capaz de detener eso?

Entonces el hombre de cabello largo, negro, alborotado con refulgentes ojos rojos de un sharingan superior se acercó a su estudiante más ruidoso.

-Ya no tienes esperanza, ya no puedes más Naruto, nunca fuiste nada, no pudiste proteger esta aldea, si al menos hubieras permitido a Sasuke matarte, él sobreviviría pero al traicionarme morirá como los demás, pero primero, te enviaré con Shinigami -

Una técnica devastadora que no llegó a golpear a Naruto pues Neji y Sasuke se interpusieron cayendo a sus pies agonizando, ambos le dirigieron una mirada antes de cerrar los ojos y finalmente morir.

Naruto dejó ir un grito desgarrador y sumamente dolido, en sus mejillas corrían lágrimas de impotencia mientras abrazaba ambos cuerpos amados y el otro se acercaba para acabar el trabajo mientras se burlaba de la estupidez de los recién caídos.

-¡SASUKE!, ¡NEJI!, ¡NO, POR FAVOR, NO, NO QUIERO PERDERLOS TAMBIÉN!-

El demonio de diez colas rugió furioso y hacía temblar la tierra, pero antes de que el moreno pudiera golpear al rubio se detuvo al mirar sus ojos, azules, brillantes, cristalinos, profundos, con la pupila rasgada cual gato, con una expresión de infinita paz, contrastante con la anterior y si no tuviera las marcas de lágrimas jamás se imaginaría que había llorado.

- ¡Me das lástima Madara!- Naruto dijo con una voz propia pero cargada de algo que te hacía pensar que él sabe algo que el otro no mientras veía al Uchiha ancestral, su mirada parecía traspasar hasta la propia alma de este.

El mencionada Madara cuestionó:

-¿Cómo puedes tenerme lástima si tengo el mayor poder que pueda existir?, ¿te has visto tú? ¡Ya no existe Konoha, por alguna extraña razón sobreviviste a la extracción del Kyuubi y ya no tienes a Nadie, tus dos Zorras están MUERTOS!-

-¿realmente no te has dado cuenta?, ¡no tienes nada!, solo una venganza vacía, el sacrificio de tu hermano fue en vano, destruiste lo que él amó, el poder del que me hablas no es el mayor que puede existir, el Amor sí lo es-

-¿amor?, hablas de mi hermano como si le conocieras, del amor es nada y acaba en nada-

-¿acaso no sabes por qué sigo vivo?, mis esposos murieron protegiéndome porque me amaban, mamá sobrevivió solo para salvarme y yo me puse de pie nuevamente porque yo quería proteger lo que amo, ciertamente me lo quitaste pero al dar sus vidas por mí me legaron la responsabilidad de vivir para derrotarte… ¡NUNCA ME RENDIRÉ! ¡SOY NARUTO NAMIKAZE UZUMAKI, PRÓXIMO HOKAGE DE KONOHA, HIJO DEL FLASH AMARILLO Y LA ABANERO SANGRIENTA!, ¡NUNCA VOY DETRÁS DE MIS PALABRAS!, ¡ Y TE DERROTARÉ, DE VERAS!-

Tras decir esto se puso de pie acomodando cuidadosamente los cuerpos de sus esposos y en su frente descubierta donde hacía mucho había caído su Hitai-ite apareció dibujándose con un trazo luminoso el símbolo de la Hoja.

El chakra de Naruto se visualizó alrededor de él como una luz blanca hermosa, el viento mismo se arremolinó en torno suyo y su presencia era realmente poderosa, como ninguna otra, el mismo Jubi (diez colas) retrocedió, la energía que exteriorizaba era totalmente pura, llena de bondad y amor y esto le lastimaba.

-¡NO TE IMPORTA LASTIMAR A LOS DEMÁS!, ¡NO TE IMPORTAN NINGUNO DE LOS BIJUS!, ¡ME QUITASTE A MI AMIGO!, ¡KYUUBI ERA MI AMIGO!, ¡COMO UN PADRE PARA MI Y LO MATASTE!- el rubio no dejaba de gritar conforme avanzaba.

Jubi emitió un sonido agónico mientras el chakra blanco formaba una barrera y Madara retrocedía asombrado. No daba crédito a lo que sucedía. De pronto, el cielo oscurecido sin estrellas se iluminó con lo que menos se imaginó el Uchiha.

Varias siluetas luminosas y traslúcidas aparecieron en el campo de batalla, Sasuke, Neji, Jiraya, Tsunade, Kushina, Minato, todos sus amigos, los aldeanos, los Akatsuki muertos, los kages y ninjas de las aldeas devastadas, los Hokages anteriores, hasta Orochimaru y por último una interminable legión de Uchihas, al frente Itachi acompañado de un joven de la edad de Sasuke, cabello corto y alborotado.

-¿I-Izuna?- Madara retrocedió y luego se dejó caer de rodillas ante la visión, con los ojos de su hermano menor no podría equivocarse, aquello no era ninguna ilusión. Todas eran las almas de aquellos muertos.

- mira Madara, todos lo que están conmigo, todos ellos respondieron a mi súplica, vinieron a vencerte- Naruto estaba irreconocible, tenía un aura de sabio, con una mirada tranquila, sin odio…

-hermano… ya no sigas más, he estado viendo como haces y te haces daño, ya déjalo y ven conmigo, ven a tener la paz que tanto deseas-

Izuna, el alma del hermano menor de Madara suplicó y le extendió la mano, haciendo eso él mayor perdió el control del Jutsu de sallado, Naruto entró en el campo lleno de Kanjis y gritó fuertemente.

-¡KYUUBI!, AMIGO, VENGO POR TI- Jubi emitió un alarido mientras era absorbido por Naruto, una vez que se encerró dentro de él, nueve luces salieron de su cuerpo separándose por fin en los nueve bijus.

Madara Uchiha al perder el control del sellado le pasó lo mismo que le pesase a un jinchuriki, murió justo cuando tomó la mano de su hermano y su alma se separó de su cuerpo para después desaparecer para siempre.

- Lo has logrado cachorro- fue la voz de Kyuubi sonando como trueno que por primera vez estaba libre…

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Continúa…

Esto ya lo tenía planeado desde el principio, esperen más la próxima semana, nos leemos y espero les haya gustado y por cierto…

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