Tiempos cruzados. por LADY_YAGAMI

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Notas del capitulo:
tnia planeado explicar lo de los embarazos masculinos pero me gano mi musa y termine en otro lado, en el siguinte ahora si que lo tienen.

Capitulo 5. Explicaciones III. El recuerdo de una Batalla Decisiva II.

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Jiraya temblaba tanto de miedo, pena y orgullo, era muy contradictorio, miedo porque si esto le esperaba a su aldea… no sería nada agradable, pena por las vidas perdidas y orgullo, por Naruto, sin duda alguna era el chico de la profecía, se había convertido en un ninja inalcanzable, el mejor y más poderoso, su fuerza era igual o más que el mismo Rikodou Sennin, el primero en usar el chakra.

Se decía que Rikodou buscaba la máxima expresión de chakra: el chakra puro, el que provenía del corazón, el que tenía tal poderío capaz de purificar el alma y cambiar a las personas desde el fondo de su ser, ese que podía incluso conmover a Shinigami como para liberar las almas selladas como notó que sucedió con Minato, el primer y segundo Hokage.

El símbolo que caracterizaba esta fuerza era la hoja, símbolo de su aldea y que en la antigüedad, como ejercicio en referencia a esto, se colocaba sobre la frente para meditar, adoptado más tarde por el primer Kage de Konoha.

Y había aparecido en la frente de Naruto.

Su estudiante, su ahijado, el hijo de Minato y Kushina, el mismo que era, en este tiempo el shinobi más patoso y el paria de la aldea…

Una lágrima traicionera se escurrió sobre su mejilla, al fin y al cabo logró entrenar al que verdaderamente cambiaría al mundo ninja y aunque sabía que allí él ya habría muerto estuvo feliz porque su meta fue lograda, lástima que ya no existía una Konoha que le reconociera a su último alumno sus logros.

Y el sannin seguía en estos pensamientos cuando de entre las almas Nagato se separó de Yahiko y Khonan que incluso después de muertos permanecían juntos y se acercó a Naruto.

-Cuando morí, cuando tú me cambiaste y me liberaste de mi dolor, yo te dejé algo de mí- y sus manos incorpóreas tomaron el rostro del rubio y mientras un destello surgía del contacto, los ojos calmos azules y atormentados fueron cambiados por los violáceos con círculos del Rinnengan.

Jiraya estaba confundido, ¿cuando habían combatido esos dos?, ni idea pero sí que le sorprendió que Nagato le heredara su dojutsu a Naruto aunque ¿de qué serviría?, su respuesta llegó un momento después, su primer alumno tomó el control del cuerpo del rubio cuando este se lo permitió e hizo una invocación que nunca había visto, era una figura humanoide extraña que empezó a devolver las almas de los muertos recientes que comenzaron a revivir.

La boca del sannin se fue al suelo, no todos regresaron pero sí los caídos en ese día, los ninjas y Kages extranjeros que vinieron a Konoha a la batalla definitiva, consientes que sería el fin para todas las naciones si perdían se vieron levantados y confundidos, la mayoría de quienes no eran de Konoha reaparecían de los escombros, eran muchísimos, cientos de ninjas de las grandes naciones y otros tantos de villas pequeñas que se unieron a la lucha como Amagakure, de donde era originarios sus primeros alumnos y la única razón lógica para que Khonan estuviera ahí, entre las almas de los ahora revividos.

Naruto cayó de rodillas, su cuerpo desgarrado, sin fuerzas, herido sin el chakra de kyuubi para sanarle le estaba pasando factura, jamás, en ninguna de sus luchas estuvo así, se encontraba gastando incluso su energía espiritual pero se negaba a rendirse, faltaba su aldea, su amada Konoha, sus amigos, sus amores… ¡no iba a rendirse! Y dolorosamente el ermitaño del sapo lo supo, Naruto iba a sacrificarse con tal de restablecer a la Hoja, los recién revividos se volvieron hacía él con los ojos como platos, una cosa era ver el grandioso poder del shinobi número uno en sorprender a la gente como almas traslúcidas y otra con un cuerpo donde sus sentidos hiciesen que su piel se erizase, sus músculos sintieran la fuerza atronadora, avasallante que despedía y que sus corazones se abrieran para llorar, llorar de pena y dolor al sentir también la desesperación del héroe que les salvó, del hombre que en instantes moriría por su pueblo y su frustración porque su débil cuerpo humano no podría resistir más…

¡No Naruto!

Ahora Jiraya creía que agonizaba junto con su ahijado, su garganta tenía un nudo y trataba de llegar a él, su mente mandó al carajo el hecho de que estuvieran viendo un recuerdo del Naruto del futuro, unos pasos más y le alcanzaría hasta que una corriente de chakra poderoso y terriblemente familiar cubrió a Naruto, su rostro mostraba una muy franca incredulidad, si bien era un ninja muy experimentado y casi nada le sorprendía ahora todo le sobrepasaba, es que Kyuubi…

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Hiruzen Sarotubi ya se sentía muy viejo pero ver lo que su querida aldea sufriría, sus shinobis, su pueblo, casi le mata cuando identificó el desolado campo de batalla como Konoha, su corazón apretado en un puño y cuando vio a la bestia erguida… su desesperación creció a la par de su miedo, el horror mismo era presa de él, el tercer Hokage, deseó haber muerto ese mismo instante justo cuando un momento después un rayo de esperanza creció en él.

Naruto.

El chiquillo imperativo, desastroso, torpe, el que siempre era ramen esto o Hokage aquello, el de los sueños inalcanzables, el excluido de la aldea por los mismos de los que protegía de la furia del kyuubi, el siempre sonriente bromista y último de la clase se encontraba de pie sin temor, desafiando al destino al ir contra el poderoso enemigo, haciendo caso omiso a los únicos que se encontraban con él, reconoció a Sasuke y a Neji y tras ver cómo eran asesinados gritó con furia y verdadero dolor, el rubio era la última defensa y realmente creyó que ahí sería el final.

Inesperadamente contempló lo que juzgó como una leyenda, solo algo que nuca creería si no lo estuviese viendo, el chacra definitivo, Naruto lo emanaba a raudales y con ello el mismo demonio Jubi retrocedía, luego las almas y después la derrota del Uchiha ancestral, sus piernas no le respondían y se desplomó de puro alivio y luego dicha cuando los caídos fueron devueltos y entonces se percató del problema, el cuerpo del chico no soportaría y sin duda el último esfuerzo le acabaría, sus manos se cerraron en puños, no tenía ni nunca tuvo el poder de realizar aunque sea una mínima parte de lo que el hijo de Minato logró en esos momentos y se sentía impotente de no poder ayudarle y casi se larga a llorar de pura rabia cuando Kyuubi no Kitsune comenzó envolver con su inmenso chakra a Naruto mientras decía con una voz firme y decidida que su cachorro no moriría.

Su cachorro

El más temible de los nueve biju le daba su fuerza a su antes jinchuriki, la resolución del zorro era sorprendente, estaba ayudando a revivir a los que le encerraron y con su ayuda los faltantes revivieron.

Konohamaru, su nieto ya grande corrió a abrazar al que llamaba ‘jefe’ Sasuke y Neji se abrazaron a él mientras la aldea hacía lo propio con sus seres queridos y conocidos, amigos se cerraron en torno a él pero el rubio les señaló las almas de los que no podrían regresar.

-aprovechen esta oportunidad de hablar con sus seres queridos que no volverán- y aldeanos, shinobis y extranjeros, llorosos y aún temblando de dicha hablaron con su familia y amigos perdidos.

Vio a Kakashi con sus padres y su equipo Obito y Rin, por otro lado a Iruka con sus padres también, a su nieto saludando a él mismo y a su tío Asuma mientras se acercaba Kurenai con un bebé en brazos y el equipo diez al completo, en otro rincón Tsunade con Nawaki su hermano y su fallecido novio Dan, Orochimaru y Jiraya reuniéndose a su compañera para un último adiós como los legendarios tres sannin, también Hinata tomada de la mano de Hanabi y Hiashi mientras se reunían con la madre y esposa respectivamente , a Neji abrazado por un costado a Naruto mientras su madre y padre Hizashi le hablaba y en el otro lado Sasuke hacía lo mismo con su hermano y padres mientras Minato y Kushina le sonreían a su hijo enternecidos y orgullosos.

-ya es tiempo de irnos- dijo el primer Hokage mientras los espíritus se reunían y los ahora vivos no querían dejarlos ir - pero aún nos falta algo que hacer-

Del primero al cuarto, se reunieron y Tsunade se acomodaba en la fila de almas para tomar su lugar como la quinta Hokage, todos se posicionaron y el fundador de la aldea alzaba la mano formado una esferita que tocaron todos sus predecesores sin importar que su nieta estuviese viva y la colocó sobre el pecho del héroe para que su cuerpo la absorbiera.

-es solo un regalo- dijo el segundo Hokage mientras Neji y Sasuke le miraban con recelo.

-Por tu actuación de hoy- dijo el primero.

-Por tu valor- dijo el segundo.

-Por tu voluntad de fuego- dijo el tercero.

-Por tu amor a Konoha- dijo el cuarto.

-Por tu poder- dijo la quinta.

-¡HOY TE NOMBRAMOS RUKOIDAME HOKAGE DE KONOHAGAKURE NO SATO!- los cinco Kages hablaron al unísono dándole el puesto que tanto ansiaba a Naruto mientras se inclinaban con profundo respeto siendo imitados por la aldea entera de vivos y muertos y también los extranjeros incluidos sus Kages y sorprendentemente desde Ichibi hasta kyuubi dejando en shock a Naruto.

Neji se soltó de su marido seguido de Sasuke para imitar a los demás mientras en sus ojos caían lágrimas de felicidad y orgullo. El shinobi que curiosamente seguía siendo genin abrió los ojos los cuáles se volvieron acuosos.

¡Le reconocían!, por fin le reconocían, no solo los aldeanos sino todas las naciones y los imponentes bijus que se alzaron y sus voces retumbaron:

-¡Eres el primero que no busca nuestro poder para sí sino que además nos has salvado a nosotros!- pronunció el Kyuubi- Por eso, decidimos hacer un pacto donde tú seas nuestro templo y nosotros tus huéspedes para hacer la paz con los humanos-

Minato y Kushina se acercaron a su hijo e hicieron posiciones de manos para restablecer el sello anterior que poseía el rubio menor pero modificado mientras los anormalmente sonrientes bijus eran arrastrados dentro del cuerpo de Naruto para formar en el suelo una espiral que conforme avanzaba hacia el centro los kanjis de cada uno aparecían hasta llegar al de Kyuubi.

- no vamos hijo- Kushina se despidió mientras Itachi e Hizashi le encargaban el bienestar y la felicidad de su hermano e hijo respectivamente.

- Se feliz Naruto, cuida de Konoha y tu familia, te lo encargo- fueron las últimas palabras de Minato mientras todas las almas se convertían en destellos que se fueron al firmamento ahora claro e iluminado con estrellas mientras la paz se hacía en las naciones.

Sarotubi conmovido no soportó las ganas de derramar lágrimas mientras cientos de personas estallaban en vivas, aplausos y los rugidos felices ensordecían y gritaban:

-¡VIVA NARUTO!, ¡VIVA EL NUEVO HOKAGE DE KONOHA!, ¡VIVA NUESTRO HÉROE!-

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CONTINÚA….

Hasta aquí por hoy.

Este capítulo era lo que siempre quise para Naruto, espero haya expresado bien mi idea desde el punto de vista de Jiraya-sennin y el tercer Hokage.

Espero le haya gustado.

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