Tiempos cruzados. por LADY_YAGAMI

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Capítulo 9. Se corrigen algunos errores.

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Las voces de la multitud de ninjas reunidos mas los líderes de clanes y el consejo desesperaban, Sarotubi creyó que tendría la migraña por el resto de su vida cuando los desagradables cuchicheos no se hicieron esperar, los shinobis alertas, no debía culparlos, en poco tiempo, Konoha había recibido dos ataques y el causante del primero se paraba al lado de Jiraya y Tsunade, ambos protegiéndolo, después de recuperar los recuerdos del ataque estaban aprensivos por Orochimaru.

Y otro asunto era que Uchiha Itachi custodiado por el que reconoció como el Sasuke adulto también se encontraba en esa reunión donde todos los niveles de shinobi se concentraban, se celebraba en la plaza del monumento a los hokages siendo convocada por quien sería su sucesor.

Sasuke menor silencioso, con la cabeza baja y apretando los puños se agrupó con su equipo más Sai, incluso Rock Lee llegó aún con muletas, solo debía esperar que este enredo tomara forma o él mismo terminaría loco.

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Neji Hyuuga se separó de su esposo Sasuke para ir a la abandonada mansión Namikaze y recuperar un importante pergamino, el chakra de sus hijos y marido se concentró en un punto a donde se dirigió sin demora, aterrizó al lado de Sasuke mayor, Naruto el Rukoidame y sus hijos que se separaban un poco del grupo, incluso Kisame atado con cuerdas de chakra sentado en el suelo esperando saber de qué va todo esto. Sonrió, ese era el estilo de su Naruto, haciendo las cosas liosas a más no poder.

Su rubio comenzó a hablar haciéndose oír entre la multitud.

-Shinobis de Konoha, presten atención a mis palabras, quiero que sepan que no soy ningún invasor ni nada por el estilo, solo deseo el bienestar de Konoha… sonará a locura pero tanto el Hokage como el sannin Jiraya y Hatake Kakashi lo han comprobado, soy el sexto Hokage de la Hoja, he venido de un tiempo futuro junto con varios de mis mejores ninjas para prevenir catástrofes que acaben en destrucción-

Como imaginó no pocos comenzaron a reírse del anuncio, eso le molestó más de lo debido, su seño se frunció y de la misma forma que Sasuke activaron su barrera de sangre, el sharingan del moreno era fluorescente como sus ojos blancos que brillaban, esta forma era la manera perfeccionada que kyuubi les regaló por ser cónyuges de su jinchiriki.

La reacción a su inmenso intento asesino resultó en un silencio sepulcral, los despreciables ancianos gritaron exigiendo saber inmediatamente todo, casi pierde su férreo control a mirarles, de seguro el involuntario paso que retrocedieron se debió a la increíble fiereza expresada en sus ojos y los de Sasuke, el rubio solo sonrió de esa manera que solo significa que está a punto de hacer algo que disfrutaba.

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- por supuesto que si respetables ancianos- dijo con sorna.

Este futuro Hokage quería despedazar a los miserables pero todavía no estaba en sus planes, lo que si se permitió fue la sonrisa de victoria.

- Jiraya-chan, Minato-chan- pidió a sus hijos, ellos se presentaron ante él con una reverencia y entregaron paquetes de papeles y pergaminos, esta era la misión de ellos, recopilar información de las fechorías de los del consejo- aquí tengo la prueba de su mal proceder y los crímenes que cometieron…-

Los ancianos retrocedieron palideciendo, los papeles fueron distribuidos entre los ninjas que miraban con incredulidad lo presentado, de pronto solo se sintieron asqueados y les dedicaron las más virulentas miradas mientras otros como los líderes de clanes exigían una explicación.

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Uchiha Itachi no lo podía creer, la verdad detrás de la masacre de su clan se dio a conocer, incredulidad era su rostro, cuando fue llevado por Sasuke mayor creyó que este lo odiaba pero si era así, ¿Por qué llamar a su hijo con su nombre?, la voz calmada de su hermanito le hizo comprender que ya sabía todo.

‘No te preocupes, no dejaré que te hagan daño.’

Esa frase le dijo cuando los alarmados ninjas que se encontraban a su paso hicieron amago de atacar pero Kakashi, Kurenai y Asuma también les custodiaban más para dar apariencia que nada.

El que ahora sabía era el sexto Hokage hizo que se descubriera al llamar a unos chicos clavaditos a Kakashi, ellos extendieron carpetas con el número de la misión fatal para su clan; su hermano del pasado le buscó con la vista y la rabia que contenía quería decir que antes de esto fue puesto al tanto, y apostaba su vida a que sucedió en el momento que tanto Sasuke futuro como Sasuke pasado cruzaron miradas.

Todo eso desencadenó muchas cosas, como la absolución de los cargos, una disculpa general para que volviese a la aldea pero lo que lo convenció fue que Sasuke menor se le abalanzó en un abrazo fuerte, cuando su hermanito ocultó su cara en su pecho humedeciendo con lágrimas el recién pudo corresponderle mientras los demás les observaban conmovidos.

-nunca vuelvas a dejarme Itachi- la voz quebrada del moreno más joven le removió el corazón que creía muerto.

-nunca más Sasuke- solo atinó a contestar.

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Neji se encontró con una sensación agradable con el reencuentro de hermanos, era su Sasuke después de todo, apenas comenzaba a procesar todo lo ocurrido, todos los ninjas fueron convocados a una reunión urgente y ahí se enteró de un nuevo ataque donde su otro amor casi muere, apretó sus puños de ira que desapareció con los anuncios del sexto Hokage, ¡el sexto Hokage!, eso era increíble, luego todas las revelaciones le sacudieron pero lo que sí le dejó con la boca abierta era un hombre que activó el byakugan más extraño, era idéntico a él o más bien, ¡ese era él!

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Digerir todo eso era mucho trabajo, Orochimaru e Itachi, ambos criminales de rango S fueron restituidos como ninjas de Konoha, resultó que después de todo eran inocentes, ser un chunin sensei de la academia le dio varias pistas para reconocer quienes eran los que custodiaban al sexto Hokage…

Eso suena raro, más porque apenas se ha nombrado la quinta Hokage.

Los hombres, el moreno y el castaño eran Hyuuga Neji y Uchiha Sasuke, y por las miradas de hambre de muchos y muchas ya habrían conjeturado lo mismo que él, lo que nadie lograba identificar era el futuro Hokage, ese rubio al igual que sus acompañantes eran bellísimos, él tendría una edad aproximada que los recién ascendidos a chunin, entonces era seguro que fue su maestro en la academia. No fue hasta que una frase pronunciada y esa sonrisa que la realización llegó a su mente.

‘- … y desde ahora pueden contar conmigo para lo que necesiten… ¡luego que vaya a Ichikaru por mi ramen!, ¡de veras!-‘

La sonrisa y esa actitud que hizo que casi todos se fueran de espaldas por su ocurrencia, ja, no había duda de que es poderoso y te impone pero… ese comportamiento es típico de Naruto…

Sus ojos se abrieron cual grandes eran.

¡Imposible!

- ¡Na-Naruto!- la frase incrédula y balbuceante hizo que el rubio hermoso se girara a la par que su homólogo joven.

-¿Qué sucede Iruka –sensei?- preguntó inocente Naruto menor con sus cejas juntas.

-¿Qué sucede Iruka –sensei?- preguntó al mismo tiempo Naruto mayor con su sonrisa zurrona.

Comprobado, es él…

Shock general.

- ¡¿NARUTO, ERES EL SEXTO HOKAGE?!- y su pregunta hizo que muchos exclamaran en asombro y otros tantos, sobre todo aquellos que más daño le hicieron le miraron con horror.

Su mente llegaba a los recuerdos donde el rubito imperativo que no daba una en clase gritando a todo pulmón: ¡seré el futuro Hokage y entonces todos me reconocerán! Y después la escena donde Naruto era la imagen de la desolación cuando volvía a suspender el examen en aquel columpio, creyó que su rostro desencajado hizo aún más pronunciada la sonrisa del rubio mayor.

-¡yo le dije que me convertiría en Hokage y bien sabe que siempre cumplo mis promesas!-

Ahora Iruka quiso gritar de emoción pero un nudo en la garganta se lo impidió.

Mi pequeño Naruto, ¡qué lejos has llegado!

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-¡Ese demonio no puede ser Hokage!- gritó enfurecido Danzou para exaltar a la multitud, al momento varios ninjas empezaron a reclamar, nadie quería que ese chico fuera alguien de autoridad, mucho menos su líder, la agitación creció tanto que el tercero como la quinta fueron insuficientes, varios ya tenían kunais en pose de ataque, el viejo maldito sabía lo que ocasionaría e inesperadamente Naruto Hokage no dejaba de sonreír, hizo una seña para que sus ninjas no atacasen, todos ya se encontraban dispuestos a pelear pero él no hacía nada más que un par de sellos, la técnica de invocación que a su vez no lo parecía pues el chakra para hacerlo se moldeó diferente.

Su respuesta a ese jutsu fue la aparición de nueve colas, el poderoso zorro parándose sobre la montaña de los Kages, aunque su tamaño era apenas más alto que su invocador, como un caballo purasangre, su chakra enorme y amenazante no daba margen de error.

Naruto mayor chasqueó los dedos y el zorro saltó para aterrizar a su lado con sus colas ondulantes y envolviendo protectoramente al rubio.

-¡MISERABLES HUMANOS! ¿CÓMO SE ATRAVEN A AMENAZAR A MI CACHORRO?-la voz retumbó en aquel silencio reinante producto de la sorpresa, la misma voz de aquel ser hizo que un escalofrío recorriese a los presentes.

- ¡no vayas a atacar!- fue la orden del rubio, el kyuubi se erizó pero se mantuvo en su sitio, Naruto mayor hizo una semi sonrisa típica de su esposo Sasuke para después agregar – a menos que ellos comiencen-

Lo admitía, ya sabía que el rubio era un jinchuriki de todos lo bijus pero no se imaginó que el más poderoso de ellos actuase como un perro dispuesto a sus órdenes. Jiraya tomó una pose defensiva por si acaso pero no fue necesario. Las palabras de aquel biju pusieron en su lugar a aquellos imbéciles.

-¿Por qué me llamas Naru-chan?, ¿es que acaso no quieres molestarte con estos insectos?- se oyó la risa burlona de kyuubi- uno solo de tus guardaespaldas son capaces de deshacerse de la aldea entera en un segundo- refiriéndose a Sasuke y Neji- y… bueno… ni los nueve bijus somos suficientes para vencerte, ¿es que acaso esta turba de idiotas no saben que no deben de desafiar al único shinobi al que nosotros respetamos, protegemos y tememos?- las colas se azotaban en el suelo en señal de irritación quemando a su paso, aunque la mueca burlesca dijera lo contrario.

Ese mini discurso fue suficiente para poner a temblar a todos los shinobis en general, ¿kyuubi admitiendo que el sexto Hokage es más fuerte que él y obedeciéndolo?, ¿los demás bijus le temen?, ¿Qué tan poderosos son esos visitantes que hasta kyuubi lo reconoce?

-naaa, no alardees tanto Bola de Pelos, sé que es cierto pero yo no tengo intenciones de atacar a ninguno ustedes…- la voz franca y tranquila le aterró más que kyuubi mismo, ese era propio de su pupilo Minato cuando estaba a punto de hacer una batalla donde muchos enemigos caerían.

La bola de pelos… es decir… kyuubi salto de nuevo hacia Naruto reduciendo su tamaño drásticamente, cayó sobre su cabeza de la misma forma que Akamaru sobre Kiba.

Eso fue todo, shinobis bajaron sus armas y relajaron su pose de batalla, tampoco era locos suicidas, además el sexto Hokage mostró su poderío, controlaba a kyuubi y eso era suficiente… por ahora.

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Naruto Uzumaki no podría gritar aunque lo golpearan, él estaba seguro de sus sueños y se creía muy capaz de logarlos aunque los demás opinaran lo contrario pero asegurarse que sucedería de verdad fue muy sorprendente.

Cuando Iruka-sensei pronunció su nombre se volvió hacia él extrañado pero cuando el sexto Hokage respondió lo mismo y al mismo tiempo que él se impresionó, tardo en asimilar lo sucedido y casi rompe en llanto hasta que el viejo de vendajes gritó que era un demonio, apretó los puños de pura rabia y creyó que sería atacado por la espalda pero en menos de un parpadeo cuatro chicos le rodeaban y sus ojos rasgados como pupilas de gato, rojos y llameantes despedían un chakra y un intento asesino que rayaba en lo sobre humano, por medio segundo pensó que iban contra él solo para comprender que no era su furia hacía sí mismo sino a los shinobis aterrados por la aparición de su inquilino del futuro, casi se desmaya de la emoción que le trajo las implicaciones de las palabras del kyuubi pero no le dio tiempo de pensar cuando los mismos cuatro chicos le tomaron, un par rubio le jalaron de los brazos mientras unos clavaditos a Sasuke y Neji le cubrían la retirada.

Lo siguiente que supo es que se hallaba en una enorme mansión donde los chicos sonrientes le instaron a entrar mientras le acompañaban y el castaño gritaba:

- ¡YA LLEGAMOS PAPI!, MUERO DE HAMBRE, QUIERO RAMEN, ¡DE VERAS!-

Cuán grande fue su sorpresa cuando en la sala les recibía su versión futura con su típica sonrisa zurrona, ¿le habían dicho papá?

-bienvenidos mis niños, buen trabajo…- dijo el mayor.

-¡¿QUÉ…?!- solo atinó a gritar.

Continúa….

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