La alarma del despertador sonaba con insistencia en la habitación que ahora comparten Duo y Heero; este ultimo frunció el ceño y, sin abrir los ojos, intento moverse para hacerlo callar, pero le fue imposible; algo lo había inmovilizando, hizo un nuevo intento, aun medio dormido y sin querer abrir los ojos y fue en vano, en ese momento fue que despertó por completo y se dio cuenta de que tenía un peso extra sobre su pecho; abrió los ojos asustado, lo primero que vio fue unos ojos violetas y una sonrisa
-¡Buenos días Hee-chan!- Duo le saludó sonriendo, estaba encima de Heero, con una pierna a cada lado y con su cara a centímetros del rostro de Heero.
-¡¿Duo?! ¡Quítate!- Gritó Heero, su primera reacción fue aventar a Duo lo mas lejos posible, este fue a dar a la orilla de la cama- ¿Qué se supone que hacías trepado encima mío? ¿No conoces lo que significa respetar el espacio vital delos demás?
-No te enojes- Duo se acomoda sentándose en la cama-Déjame que te explique desperté demasiado temprano porque todavía no salía el sol, después de un rato de mirar el techo me aburrí y como nunca había visto dormir a alguien no quise desaprovechar la oportunidad- Duo sonrió acercándose a Heero gateando hasta que sus rostros de nuevo estuvieron a milímetros uno del otro- ¿Sabes? Te ves tan tranquilo cuando duermes, incluso tu ceño deja de estar fruncido- Con el dedo índice lo toca entre sus cejas- Te ves muchísimo mejor, incluso pareces feliz- Duo no puede evitar besar su mejilla- ¿Qué es lo que te haría feliz Heero?- Susurra
-Duo estúpido-Heero murmuró antes de tomar sus mejillas y besarlo, fue un beso corto, apenas rozándole los labios, pero el trenzado es tan tierno y seductor a la vez que le fue imposible reprimir sus deseos de probar sus labios; y ahora que se separa y ve a Duo con sus mejillas completamente rojas y sus ojos cerrados, se ve en verdad hermoso- Yo lo lamento- Susurró desviando su mirada, aunque no es del todo honesto, ya que no se arrepiente de haberlo besado.
-¿Por qué me besaste?- Duo logra pronunciar, su corazón late como un loco y le arden sus mejillas; ese beso fue diferente a todo: fue como si una corriente eléctrica recorriera su cuerpo y una extraña alegría le invadió, aunque no entiende lo que esta pasando ¿No se supone que Trowa le había dicho que los humanos no se besan ni se abrazan?
-Por nada, solo olvídalo ¿Quieres?- Heero se pone de pie, le hubiera gustado decir “Porque creo que me gustas” pero esas palabras estaban fuera de su alcance mientras siguiera con Relena y mientras no descubriera la relación entre Duo y Trowa-Mejor apúrate que vas a llegar tarde, yo me voy a duchar- Heero se dirigió al baño, pero unos brazos alrededor de su cuerpo lo detienen
-Por favor no estés enojado conmigo-Duo no puede permitir que se vaya molesto, le duele que Heero actué como si no fuera importante en su vida, sin olvidar que tiene una misión que cumplir y hasta ahora no se ha ganado ni un poco la confianza de Heero- Por favor no te alejes de mi, yo solo quiero ser tu amigo, prometo hacer lo que tu quieras solo no estés enojado conmigo, no me gusta…- Esto ultimo lo dice temblando, si Heero decide abandonarlo a su suerte sería casi imposible cumplir con su cometido y no hay peor tormento para un ángel que ver a su protegido infeliz…
Heero tomo las manos de Duo y se separó del abrazo con toda la delicadeza que pudo ¿Acaso Duo no se da cuenta lo que provoca con sus acciones? Va a protestar, pero al encararlo, sus reclamos se olvidan cuando ve los ojos inmensamente tristes de Duo con las lagrimas a punto de caer- No estoy enojado- Acaricia la mejilla de Duo al ver que este le mira incrédulo- Tu deberías ser el que este molesto conmigo…
-¿Yo?- Duo no comprende a lo que Heero se refiere, este asiente con la cabeza- Yo nunca podría estar enojado contigo- Sonríe- Entonces aun podemos ser amigos ¿Cierto?- Duo le ofreció su mano
-Amigos- Heero pensó molesto, no era lo que en realidad quería, Heero quería mas que su amistad, mas que un simple roce de labios, quiere que Duo sea suyo, pero por ahora solo puede conformarse con su amistad- Cierto- Toma la mano de Duo, prometiendo mentalmente hablar con Relena para aclarar muchas cosas…
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Aunque quisiera, Trowa no puede ser de mucha ayuda para Duo, como guardián solo puede interferir para evitar ser descubiertos, valiéndose de cualquier medio cabe decir, y su otro deber es no dejar que el ángel a su cuidado haga cualquier tontería que cambie el destino del ser humano en cuestión, tiene estrictamente prohibido interferir en las decisiones que tome el ángel y el humano solo puede aconsejarles, como si fuera la voz de su conciencia materializada; y es en este punto donde Trowa tiene el mayor problema, Duo parece empecinado a no escucharlo y a hacer todo lo contrario a sus consejos- Y lo peor es que a Heero Yuy parece gustarle- Piensa molesto, desde el primer momento se dio cuenta como se miraron, como si se conocieran de muchos años, Duo aun no se ha dado cuenta de la atracción que siente hacia Heero y es lógico por que es la primera vez que se convierte en humano y que tiene sentimientos humanos, pero Heero si se dio cuenta y es un problema- Todo se esta saliendo de control y Duo no hace nada para evitarlo- Murmuró todavía mas molesto, mientras se dirige a la clase que comparte con Heero, ya que es su turno de “vigilarlo”
-Ese pequeño ángel es difícil de controlar ¿Verdad?- Se escuchó una voz
-¡Maldición!- Masculló Trowa al reconocer, de nuevo a Quatre, el demonio que le profesa un odio inimaginable; fue grande su sorpresa cuando al intentar mover sus pies estos permanecieron pegados al piso, inmóviles, miró a su alrededor, todo vacio, ni una sola persona, ya no se encuentra en la escuela, es otra “dimensión”- Estúpido- Trowa se recriminó, había bajado la guardia lo suficiente para que el maldito de Quatre lo inmovilizara y lo llevara a otro lugar
-Tiempo sin verte Trowa- En un parpadeo, Quatre se encontraba frente a él, como siempre con una tierna sonrisa en su rostro
-Quatre- Trowa “saluda” con indiferencia, sabe que esta a su merced, pero aun así no piensa hablar con un demonio, mucho menos si se trata de él.
-¿Preocupado por tu angelito?- Quatre se acerca a su rostro, levanta su mano y acaricia su mejilla, apenas tocándolo, pero de inmediato Trowa mueve su cabeza evitando el contacto
-¡No me toques maldito!- Trowa siseó, era inconcebible que un demonio siquiera pensara en tocarlo, ya que el contacto con cualquier demonio le quemaba de forma terrible
La sonrisa de Quatre se borró y fue reemplazada por una mirada de odio- No estas en posición de darme ordenes- Sujetó el mentón de Trowa con fuerza- Es mas deberías estar suplicando porque te deje con vida- Quatre lo soltó con desprecio- Vamos quiero oírte suplicar
-¡Nunca!- Trowa lo mira con odio, es extraño pero no siente dolor alguno por el contacto con Quatre- Jamás voy a suplicarle a mi peor enemigo, prefiero que me mates- intenta deshacer el dominio del rubio sobre su cuerpo, no puede permitirse perder ante él
Este lo mira por un segundo para después sonreír con superioridad ante los intentos inútiles del otro por liberarse- Nunca lo conseguirás, solo podrás moverte cuando yo quiera- Y de forma brusca tomó sus mejillas y lo besa salvajemente, invadiendo su boca con la lengua, dejando que el sabor de Trowa invada cada uno de sus sentidos; solo cuando el aire se hizo inexistente Quatre se separó no sin antes morder el labio inferior de Trowa hasta hacerle sangrar- Me perteneces, y ni siquiera Dios puede negarlo- Quatre se acercó a su rostro y lamió la sangre- No lo olvides- Le susurró en su oído y antes de que el otro pudiera decir una palabra, el rubio desapareció y Trowa regresa a la escuela en un instante, todo sigue igual, como si todo se hubiera detenido hasta su regreso
-Debo encontrar a Duo- Masculló Trowa limpiándose la sangre del labio; molesto porque sus piernas tiemblan y su corazón esta acelerado, como ocurre cada vez que se encuentra con ese demonio rubio y eso le molesta demasiado, y esta vez Quatre fue muy lejos al atreverse a besarlo. El rubio es peligroso y si decide atacar a Duo de frente, el trenzado no tiene ninguna posibilidad- ¡Maldición!- Susurra molesto para después correr en dirección del edificio de los dormitorios…
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Relena llegó hasta la puerta del salón y desde ahí localizó a Duo, con un movimiento de mano lo llamó; le tomó toda la noche planear como quitarlo de su camino y ahora todo estaba muy claro
-Heero no esta en esta clase- Duo le comentó cuando llegó donde esta la chica
Relena sonrió- No lo busco a él, ¿podría hablar contigo? Solo un momento…
-Claro- Duo la siguió, sintió el mismo malestar que cuando la conoció, Relena no le inspira confianza, es como un mal presentimiento- Si pudiera usar mis habilidades, sabría que es- Piensa apretando los puños, era una lastima que sus habilidades desaparecieran cuando adquiría su forma humana- ¿De quieres hablar conmigo?-No pudo evitar que su pregunta sonara demasiado brusca.
Relena sonrió al ver la tensión en Duo, sería sencillo convencerlo- Yo… yo quiero que te alejes de Heero- La voz de Relena fue apenas un susurró y esta mirando al suelo, tiene cada una de sus palabras y movimientos estudiados, su actuación debe ser impecable si quiere convencer a Duo de que esta sufriendo por su presencia
-¿Perdón?- El trenzado no entiende a lo que quiere llegar Relena, ¿Por qué tendría que alejarse?
Relena lo sujeta de un brazo- Por favor no me quites a Heero, no podría vivir sin él- Comienza a llorar, hará cualquier cosa por quedarse con Heero, por lo menos hasta que se aburra de él
-No se de que hablas, no te quiero quitar a Heero- Duo responde nervioso, las lagrimas de los humanos es algo con lo que nunca podría luchar
-¡No mientas!- Relena lo sujeta con mas fuerza- A ti te gusta Heero y a él le gustas; incluso están en la misma habitación- Limpia sus lagrimas con el dorso de su brazo- Por tu culpa me va a abandonar, por favor regrésamelo
Duo no sabe que contestar, no sabe si lo que dice Relena es verdad o no, aun así le lastiman sus palabras, lo que menos quiere es herir a un ser humano, tiene una sensación extraña en el pecho, como si de repente le faltara un poco el aire; de un jalón se suelta del agarre de la chica- ¡Yo no he hecho nada! ¡No tengo porque alejarme de Heero si el no me lo pide!
-Tengo razón, te gusta Heero ¿O miento?
Duo retrocede un paso, sonrojado- Tengo que ir a clase, si me disculpas- Y antes de que lo pudiera detener, huyo a su salón, no quiere volver a ver a Relena, cuando estuvo lejos de ella, paso los dedos por sus labios sonrojándose aun mas, ahora creía entender el beso de Heero -¿Amor?- Susurró para después sacudir su cabeza negándolo, es imposible, sin embargo, su corazón late como un loco por aquel pensamiento y una sonrisa aparece en su rostro.
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Trowa va en dirección del edifico de los dormitorios, con un poco de suerte Duo aun se encuentra ahí y puede advertirle de Quatre, va corriendo y no se fija por donde va, por lo que obviamente tropieza con la persona que viene en su dirección igual de distraída que él- Disculpa- Levanta la mirada para disculparse apropiadamente- Heero- Pronuncia al verlo
-Trowa- Heero masculla, justo la persona que no quiere encontrar, no puede evitar sentirse celoso, no es de amigos el trato que tiene Trowa con Duo y eso le molesta sobremanera.
-¿Duo aun esta en los dormitorios?
Heero frunce el ceño, pero aun así responde- No, se fue antes que yo- Le dice fríamente atravesando a Trowa con la mirada, pero este ni se inmuta.
-Gracias- Trowa iba a irse cuando tuvo una idea- ¿Cómo puedo obtener una autorización para que Duo se cambie de habitación?- Le preguntó, si Duo seguía en el mismo dormitorio que Heero y Quatre le atacaba sus posibilidades de sobrevivir eran escasas, además Heero los descubrirían y estarían condenados a vivir aislados en el lugar mas remoto del cielo por la eternidad.
Heero apretó los puños mas que enojado, si le quedaba alguna duda sobre la relación que mantenían Trowa y Duo esa pregunta le confirmaba todo, era obvio que Trowa quería a Duo a su lado y que él se estaba entrometiendo entre ellos- Solo tienes que hablar con el encargado, no necesitas ningún permiso especial- Contestó
-Perfecto- Susurró Trowa- De nuevo gracias- Se alejó rápidamente, aun tenia que encontrar a Duo
-¡Demonios!- Heero farfulló, cuando Trowa se fue, por primera vez en su vida no sabe lo que debe hacer.
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Quatre se encuentra aparentemente descansando bajo la sombra de un árbol en uno de los tantos jardines de la universidad. Esta vez nadie le molesta, nadie le observa fascinado, no llama la atención, porque ninguno sabe que esta ahí, se ha vuelto invisible para el ojo humano, una de sus tantas habilidades.
Tiene una sonrisa tranquila en el rostro y sus ojos permanecen cerrados, hoy ha sido un día bastante productivo, ganó una batalla a Trowa- Aun debe de estar confundido- Piensa satisfecho, su mayor deseo es destruirlo de forma lenta y dolorosa y esta a punto de conseguirlo. Por otro lado esta Relena y su magnifica actuación, que logró sembrar la duda y la culpa en Duo- Entre mas lejos este de Heero mejor- Su sonrisa se hizo mas grande- Ahora el ultimo detalle- Piensa divertido abriendo los ojos. Susurra algunas palabras indescifrables mientras pone las palmas de las manos en el suelo.
Relena cruza la calle para llegar a donde esta estacionado su auto, no sabe de donde salió la camioneta que esta a punto de atropellarla, intenta moverse pero sus piernas no le responden por lo que inevitablemente el auto la golpea, ella va a dar contra la banqueta dejándola inconsciente por el golpe, algunas personas que pasan por ahí corren a auxiliarla y llaman a una ambulancia…
Duo va bajando las escaleras de la biblioteca acompañado de Heero, de la nada un chico aparece subiendo las mismas escaleras a gran velocidad, Duo lo logra esquivarlo cuando pasa a su lado y lo empuja, el ángel cae rodando escaleras abajo hasta el descanso, se forma un pequeño charco de sangre que surge de su cabeza; Heero grita por ayuda, mientras correa su lado
-¡Todo esta listo!- Quatre ríe divertido separando las manos del suelo, ese tipo de “accidentes son su especialidad, se pone de pie volviéndose de nuevo visible para el mundo- Quiero ver como detienes esto Trowa- Murmuró serio, para después ponerse en camino a la oficina, su trabajo apenas empieza…