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El ascenso por Seiken

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Megatron.

Dynamo pensaba que Megatron había mentido, ocultando sus verdaderos motivos de llegar al planeta y mucho más importante, traicionando el honor que como guerrero debía tener.

Optimus Primitivo, no parecía un maximal deshonesto como le había dicho Megatron, en realidad parecía un gran líder y un robot culto, aun así respondió como un guerrero leal a su señor haría – Como tú ordenes Megatron – y partió tan rápido como había llegado.

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Megatron le observo detenidamente, sonriendo al mismo tiempo que comenzaba a recorrer la base del caído Barricade. ¿Cuál era su lema? Famoso entre todos los Predacons. Castigar y Esclavizar. No cabía duda del porque ellos eran los mayores personajes históricos de su raza, fuertes, letales y astutos. Si acaso no existiera el factor humano, para ser preciso el factor Sam Witwicky, hubieran derrotado a los autobots. El futuro sería algo completamente distinto, mucho más placentero que pelearse por las sobras maximales.

Que decían los discos dorados, la corrupta unión de un carnoso y un autobot trajo la nefasta alianza que los derrotaría. Por culpa del humano de nombre Sam y aparentemente su guardián, Bumblebee, fueron derrotados. Si liquidaban a Sam o a Bumblebee antes de que eso ocurriera, debían cambiar el destino de la guerra que los hundió. El odioso factor humano en su historia. Pero, cambiando el factor humano de la historia de su gente, no existiría el tratado de paz entre las dos razas por lo que jamás se habría rebelado contra sus superiores y no habría robado el disco dorado, en pocas palabras, él no existiría tal como lo hacía en esos momentos, conformándose con ser un simple general en el ejercito Predacon. Tantas opciones y solo podía tomar una de todas ellas, realmente era una lástima.

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Sam Witwicky se encontraba en su casa, mirando la televisión, preguntándose qué harían sus amigos alienígenas y por qué se habían preocupado tanto. Los decepticons debían tener algo que ver en ese alboroto, pero como preguntarles, si Bumblebee había partido sin decirle siquiera.

Repentinamente escucho el sonido del timbre de su puerta, no lo había escuchado por lo que sus padres le dijeron, más bien le gritaron antes de salir en una cita para tratar de encender la chispa nuevamente, la que para ya estaba suficiente prendida. — ¡Sam, te busca abajo un profesor!

Al observar al completo desconocido se pregunto qué demonios quería, no era un maestro, tampoco un conocido, ni siquiera parecía una maquina y ningún decepticon se presentaría tocando a su puerta, tratando de aparentar ser un carnoso – ¿Quién diablos eres?

- Eres… ¿Ladiesman197 o mejor conocido como Sam Witwicky? – pregunto el que seguramente era un robot o un viajero del futuro, amablemente arqueando una ceja de forma interrogativa.

- Sí y mi nombre no es Ladiesman197, es Sam Witwicky – respondió el joven, observando a Optimus con desconfianza, podía ver algo que parecían partes mecánicas entre las coyunturas de su cuerpo, casi como una muñeca.

Optimus primitivo pareció sorprendido por unos momentos y después le respondió imitando a la perfección a su Homónimo – mil perdones… parece que nuestros archivos del primer contacto están un poco erróneos… Sam Witwicky –

- ¿Quién eres tú y porque me conoces? – pregunto el chico, tratando de indagar un poco más sobre su visitante, el cual una vez debajo de las luces de su entrada se veía mucho menos humano de lo que pensó al principio.

- Mi nombre es Optimus Primitivo, soy líder de los maximales y como decirlo… sin dar demasiada información… conozco tu nombre porque serás parte de nuestra historia y un factor en el desarrollo de la gran guerra – respondió Optimus Primitivo.

El antiguo gran gorila, ahora con la piel de un humano, comprendiendo la sorpresa del joven pensó que lo mejor era mostrarle su verdadera apariencia ya que nunca debió haber visto a uno de los suyos, los primeros autobots eran organismos de metal, no criaturas tecno-orgánicas.

Sam se rasco la cabeza, estaba un poco nervioso por el tono de respeto que utilizaba el que pensaba era un robot con camuflaje humano y estaba a punto de responderle cuando dos rayos láser lo golpearon en la espalda, provocando que cayera al suelo casi ileso.

- ¿Dinobot? – pregunto el robot herido al mismo tiempo que observaba atónito a un robot tecno-orgánico cuyos ojos verdes brillaban en la oscuridad con cierta malicia.

Para su sorpresa, aunque no demasiada, Dynamo le respondió acercándose un poco más – mi nombre no es Dinobot… es Dynamo y tu, maximal traicionero, estabas haciendo justo lo que Megatron dijo que harías.

Optimus se levanto para responderle a Dynamo, no, Dinobot porque no utilizaría el nombre que Megatron le había dado – ¿Advirtiéndoles a mis antepasados del peligro? Supongo que Megatron está haciendo lo mismo en este momento, Dynamo.

Dynamo había utilizado una forma humana para poder pasar desapercibido entre los humanos, sin embargo al ser un clon poseía remanentes de su antigua forma, el velociraptor aun estaba presente, su cabello tenía franjas azules, al igual que partes de su piel, sus dientes parecían afilados y sus uñas una especia de garra humanizada.

Dynamo en esos momentos no podía controlar a la bestia en su interior, no por nada había pasado demasiado tiempo siendo un Velocirraptor, tanto tiempo que no recordaba ser otra cosa y aun en esos momentos, su cuerpo seguía como el de Optimus y Megatron mesclado con la primer apariencia que tuvieron, creando una quimera orgánica en su cuerpo mecánico– no lograras enredarme en tus mentiras… Megatron me ha dicho suficiente sobre ti para creerte.

- La mitad de las palabras que pronuncia Megatron son una mentira y la otra una historia delirante – fue la respuesta tranquila de Optimus, quien trataba de acercarse lo suficiente a Dinobot como para inmovilizarlo.

- ¡Mentiroso! – Respondió Dynamo antes de rugir - ¡Aterrorizar! – y transformarse en un robot, parecido a los autobots más que a los decepticons que había visto, solo que su tamaño era menor, casi tan alto como su guardaespaldas.

- No quiero enfrentarme a ti, Dinobot, pero si tengo que hacerlo…— Comenzó a pronunciar Optimus Primitivo, tratando de hondar cuanto de su viejo camarada quedaba en ese apuesto fuselaje.

Los ojos de Dynamo brillaron de color verde y dos laser, uno por cada pupila fueron disparados en contra de Optimus, quien apenas pudo esquivarlos. Por fortuna sus padres se habían marchado un poco antes, sin embargo, el robot al que llamaban Dinobot parecía ser peligroso. ¡Maldición! ¿Dónde se encontraba Bee cuando lo necesitaba?

Optimus esquivo la mirada del robot de fuselaje oscuro, desenvainando un par de cimitarras, realmente su noche iba de mal en peor. En ese momento el combate comenzó realmente, con los dos esquivando y dando golpes de igual forma.

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Megatron espero paciente la presencia de Barricade, la cual no se hizo esperar y al verlo en su base provisional se transformo inmediatamente. Megatron escucho el sonido mucho antes de que la patrulla hiciera su aparición y cuando se transformo le comento tranquilo, pausadamente – Barricade… un honor poder conocerte por fin.

Barricade se detuvo por unos momentos observando al extraño personaje de fuselaje rojo y demasiado orgánico para ser un decepticon. Megatron volteo tranquilo comentándole – castigar y esclavizar… un lema muy interesante que los absurdos primates no han siquiera percibido.

- ¡Quién diablos eres carnoso! – preguntaron apuntándole con sus armas primarias.

Megatron se detuvo momentáneamente respondiéndole – ¿mi nombre? Yo fui nombrado de la misma forma que uno de los más grandes Decepticons de la historia… mi nombre es Megatron, Megatron 2 y aunque suene ridículo – en ese momento aun para él su respuesta sonaba increíble por lo que trato de permanecer inmutable – vengo del futuro.

- ¿Del futuro? – pregunto Barricade furioso, caminando en dirección del extraño robot de color rojo para después gritarle en la cara – ¡Me piensas un estúpido!

Megatron respondió con los modales refinados que lo caracterizaban y esa tranquilidad innata de los lideres astutos – Eres violento e intempestivo… perdiste a tu compañero por culpa de los humanos… pero no eres estúpido.

- Frenzy… - pronuncio con un dejo de tristeza en su tono de voz el robot que se pensaba invencible, el monstruo disfrazado de patrulla policiaca.

- Si… Frenzy, el mejor espía de la historia, a quien ellos mataron… - recalco Megatron con un siniestro motivo, si Barricade pensaba que se encontraba de su lado, que compartía su dolor estaría mucho más dispuesto a escuchar sus palabras.

Barricade reacciono en esos momentos, sujetando a Megatron del cuello preguntándole – ¿Cómo lo sabes?— Nadie más lo sabía, porque se pensaba una debilidad compartir esa clase de unión con un compañero de nivel inferior.

- Creo que ya te lo dije Barricade, vengo del futuro a cumplir una misión encomendada por mi ancestro… Megatron Primero… Grande entre los grandes – respondió Megatron perdiendo un poco de su quicio al mismo tiempo que se soltaba de las manos del histórico decepticon sin mucha dificultad.

- ¿A qué?

- Prefiero hablar cuando Scorponock y Starscream estén presentes, para no repetir la historia dos veces y los autobots no tengan oportunidad de escucharla – respondió Megatron, sonriendo para sí mismo.

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Bee nunca pensó que al llegar a la casa de su amado Sam encontraría dos extraños Cybertonianos peleando a muerte frente a su casa. Mucho menos que los padres y vecinos despreocupados de su amado hicieran caso omiso a los sonidos provocados por los dos guerreros.

Al verlos por un momento estuvo a punto de atacar a los dos, pero al ver como el que tenía dos cimitarras a parte de protegerse intentaba hacer razonar al guerrero de fuselaje atigrado y evitar que Sam sufriera cualquier clase de daño, disparo sin pensar en las consecuencias en contra del guerrero de los laser en sus ojos verdes.

Dynamo escucho el disparo a sus espaldas y volteo sorprendido, recibiendo el golpe de lleno, para chocar en contra de uno de los autos estacionados en la calle, accionando la sirena contra robo del mismo.

Optimus volteo sorprendido al ver a un joven Bumblebee, quien en el futuro seria el comandante supremo de la inteligencia maximal Cybertoniana dispararle a Dinobot, provocando por lo que podía ver alguna clase de daño serio.

Dynamo se levanto del suelo con algunos rasguños, maldiciendo en voz baja al ver a Bumblebee, sospechando que dentro de poco los demás autobots regresarían a la base como lo hizo el guardián de Ladiesman197.

Sus censores ópticos oscilaron del maximal al autobot tratando de decidir a quién atacar primero –Dinobot, detén esta estupidez en este instante… no debes confiar en Megatron, él es un embustero.

- Eso dices tú… Maximal… y eres tú quien ha encontrado un aliado que me ataque por la espalda, abandonando cualquier clase de código de honor existente en Cybertron y en la tierra – respondió Dynamo, señalando a Bee, quien de haber sido humano hubiera mostrado un mar de preocupación al escuchar siquiera ese nombre, justo como lo hizo Sam Witwicky.

Era imposible que a pesar de todos los intentos que Megatron había hecho, su honor y parte de su personalidad permanecieran intactos, pero, aparentemente la Matrix estaba de su lado, porque Dinobot seguía debajo de ese fuselaje, mesclando su pasado con su presente, dándole una oportunidad para que viera la realidad y las mentiras de Megatron.

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Ironhide estaba cerca y al escuchar o más bien presentir la preocupación del menor de sus camaradas decidió dirigirse a la casa de Sam, sólo para asegurarse que no hubiera ocurrido un ataque decepticon o lo que Optimus pensaba que ocurría.

Al llegar pudo ver a dos Cybertonianos enfrente del jardín de Sam, uno de ellos sostenía un par de cimitarras y el otro una espada en la mano derecha y un escudo en la izquierda. Sin más, le disparo con sus enormes cañones al que parecía ser un decepticon, ya que Bee no permitiría que Sam sufriera cualquier clase de daño.

Esta vez Dynamo si pudo esquivar los disparos de Ironhide y estaba a punto de atacar cuando escucho a través de su comunicador como Megatron le ordenaba – Dynamo, retírate…

Dynamo por un momento dudo en hacerlo, ya que consideraba que retirarse era falto de honor, sin embargo, no hacerlo era falto de inteligencia. Por lo que cambio de forma por uno de sus disfraces y se alejo tan rápido como un relámpago de la base Autobot.

Sam apenas podía pronunciar alguna clase de sonido al ver como parte de su vecindario estaba destruido, no solo eso, que sus padres y sus vecinos hubieran ignorado que una pelea entre dos robots se desarrollaba enfrente de sus narices, adjudicándole seguramente como ya lo habían hecho en el pasado los destrozos a una inexistente banda de pandilleros que asolaba según ellos el vecindario.

Bee se acerco a Sam preguntándole apenado – ¿Estás bien?

Sam le sonrió un poco sonrojado respondiéndole – claro… no paso nada… Bee, no te preocupes.

Ironhide, que era un robot de acciones y no palabras se acerco a Optimus preguntándole – ¿Quién eres tú y que haces aquí? – apuntándolo con un par de cañones de gran tamaño de los cuales parecía estar enamorado.

- Mi nombre es Optimus Primal… necesito hablar con Optimus Prime, es un asunto de suma importancia – respondió guardando sus cimitarras cambiando de forma, por la de un humano de cabello oscuro, alto y fuerte, la versión humana de su antigua forma maximal.

- Te llevare con él, Bee, cuida de Sam – pronuncio Ironhide antes de regresar a ser una especie de camioneta y comenzar a moverse, seguido de Optimus Primal, quien comenzó a correr a un lado del vehículo mostrando que sus capacidades maximales no se habían perdido con la nueva apariencia.

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Bee se agacho recargándose sobre sus nudillos pronunciando con un tono de voz apenado, acariciando su mejilla con la punta de su dedo índice – lo siento tanto Sam, no estuve cuando me necesitaste.

Sam acaricio su mejilla mecánica respondiéndole, comprendiendo que para Bee él era su mundo y su preocupación era tan grande que había decidido utilizar su voz en vez de alguna extraña canción de la radio – pero no me paso nada.

- ¿Y si hubiera ocurrido algo? Jamás me lo perdonare, mi Sam… tu podrás hacerlo – respondió hablando con su voz en vez de las canciones de radio.

Sam sonrió y golpeo juguetonamente la cabeza de Bee con el puño cerrado diciéndole – tengo un guardián fabuloso y lo único que hace es comportarse como un tonto y viejo Camaro…

Bee no pudo hacer otra cosa más que reírse, Sam tenía razón, en esta ocasión no había ocurrido nada y no permitiría que hubiera una siguiente – te amo, Sam

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Dynamo regreso a donde habían acordado transformándose nuevamente cuando vio el fuselaje rojizo de su señor. Barricade por el momento era el único visible de los tres decepticons y al verlo le comento a Megatron – este es tu segundo al mando… Dynamo, no pareces demasiado impresionante si me lo preguntan, en realidad dudo mucho que seas la mitad de bueno de lo que Megatron-2 menciono.

Dynamo permaneció tranquilo observando a Megatron, preguntándole al decepticon de nombre Barricade con sorna – ¿Tú debes ser Barricade? Quién perdió en manos de un autobot inexperto según recuerdo decían en los archivos de historia… Bumblebee, si es que no estoy en un error.

- ¡Como te atreves! – pronuncio Barricade furioso.

Megatron al ver eso, en cierta manera se disculpo con Barricade diciéndole colocando un brazo enfrente del pecho de su amante para evitar, que atacara en un movimiento intempestivo y no tanto que fuera lastimado por el decepticon, ganándose la furia de uno de sus posibles aliados – Dynamo es demasiado impetuoso, en ciertas ocasiones… no mide sus palabras… pero no ha tratado de ofenderte… no… en realidad Dynamo sabe la valía de su empresa, de todos ustedes y la importancia de traer de regreso a sus camaradas caídos – termino de pronunciar, colocando una mano en el hombro de su segundo al mando tratando de controlar su creciente molestia.

Era toda una sorpresa escuchar los nuevos planes de Megatron, ya que según había leído, había sido su antecesor quien destruyo Cybertron la primera vez, sin embargo, no era nadie para dudar de sus palabras. Todo por Cybertron y su gente oprimida bajo el yugo maximal – de regresarle la gloria a Cybertron y no permitir que los humanos interfieran en asuntos que no les corresponden.

- Eres demasiado instruido Megatron 2, demasiado sigiloso… y eso no me da confianza – le menciono tranquilamente Starscream, quien no deseaba la resurrección de Megatron sino el poder que su muerte le había traído – ¿Por qué debemos confiar en ustedes?

- Porque de no hacerlo perderán la gran guerra y los autobots gobernaran Cybertron y por lo tanto, obtendrán todo el Energon del universo, junto con el poder… Sí… – respondió Megatron.

Cuidando cada una de las palabras que pronunciaba, esperando por lo menos aplacar la curiosidad de uno de los mayores traidores de la historia y convencer a los otros dos leales miembros de la tripulación de la Némesis de que su único camino era seguirlo a él – aunque claro, quien desea pasar a la historia como uno de los grandes de Cybertron, cuando pueden ser humillados, odiados y calumniados en vez de eso.

Starscream guardo silencio pensativo al mismo tiempo que Barricade y Scorponock parecían apreciar la idea de resucitar al dormido Megatron, después de todo, habían llegado a la tierra con ese propósito en mente – ¿Cómo se supone que resucitaremos a Megatron y Cybertron sin la Chispa suprema?

- La chispa suprema no está destruida, yace dentro del cuerpo de Megatron primero y si logramos sacarlo de las profundidades del mar, lograremos traerla de regreso con un poco de tecnología del futuro – respondió el tiránico líder Predacon.

- ¿Tecnología del futuro? ¿Por qué no confió en una sola palabra de lo que dices? – pregunto Starscream nuevamente.

- ¿Qué Decepticon que se aprecie a si mismo confiaría en otro? No… ninguno que tenga un poco de amor propio – le respondió Megatron, demasiado tranquilo – tu y yo no somos muy diferentes Starscream… olvidas que vengo del futuro y conozco tus verdaderos motivos para desconfiar de mi…

En ese momento, Starscream perdió un poco de su compostura para después responderle a Megatron – pongamos que confiamos en ti, Megatron 2, ¿Qué obtendremos a cambio?

Realmente Starscream preguntaba que obtendría él si acaso le ayudaba a recuperar la chispa suprema – el poder… sí… el poder que siempre han soñado con poseer – respondió Megatron, provocando que los censores ópticos de quien estaba seguro se convertiría en un gran dolor de cabeza brillaran – un poder que ni siquiera Megatron primero ha soñado con poseer.

- Me gusta cómo suena eso.

- A los dos Starscream, sí… a los dos.

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- No me gusta cómo suena esto…

- A ninguno de los dos, por eso me arriesgue a interferir con el pasado en compañía de Megatron 2, aunque sé muy bien que sus planes no son los que nos ha manifestado a Dynamo y a mi – respondió Primal con respeto.

- Pareces pensar que este Dynamo está siendo engañado por Megatron 2… como si lo conocieras – le manifestó Primus agachándose para poder ver la expresión de su homónimo mucho mejor.

- le conocí bien, sé que es un guerrero honorable… sin embargo… - pronuncio Primal tratando de encontrar una forma de ocultar sus emociones del gran héroe, esperando encontrar una forma de convencer a Dynamo, antes de que resultara lastimado, de abandonar las filas de Megatron.

- Se convirtió en un Predacon… - aventuro Primus consiente del dolor en el rostro del Maximal, recordando uno parecido en un tiempo muy remoto, cuando era joven e inexperto.

- No, él era un Predacon desde un principio – esto ultimo sorprendió a Prime.

- Cuando ocurrió la Guerra de Bestias… encontró su lugar bajo mi mando como un maximal, murió en ese entonces… dos veces – Primal termino riendo amargamente, sonaba demasiado descabellado aun para sus propios sensores auditivos.

- ¿Dos veces? – Prime realmente no comprendía lo que estaba pasando y el maximal no le decía demasiado por el temor de cambiar la historia.

Comprendía su temor y el dolor en sus facciones le era parecido, semejante al que sintió cuando… no importaba, no en esos momentos que la historia corría peligro. Sin embargo, debía saber qué hacer con Megatron 2 y su segundo al mando, Dynamo.

- Dio su vida para que otros vivieran… cada una de esas ocasiones Megatron 2 cegó su chispa y la trajo de regreso – Las dos luces azul cielo en los censores de Primus mostraron demasiada sorpresa.

Megatron 2 había encontrado la forma de regresar una chispa de la Matrix y si acaso se lo proponía podría regresar la del recientemente fallecido Megatron Primero, o a Unicron, esperando no equivocarse le pregunto a Optimus Prime, quien había regresado a su forma tecno-orgánica — ¿Qué sugieres que hagamos?

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