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El ascenso por Seiken

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Hola, espero que si les gusta la historia dejen un comentario o un jalón de orejas, como ustedes gusten, solo que no sea ofensivo.

Disclaimer: yo no gano dinero con esto, no tengo nada que ver con la franquicia transformers y simplemente lo hago por puro entretenimiento, y porque me gusto mucho la primera película que sacaron, la segunda estuvo interesante, pero no estará enfocada mi historia en ella… como decía en los capítulos anteriores, estas películas tienen la cual tiene la culpa de revivir memorias del pasado.

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Anuncios: Habrá Slash robótico entre mis personajes favoritos de todos los tiempos, (ya sé que soy una pervertida) ustedes adivinaran quienes son, después el sexo entre los robots es cuando sus chispas se unen momentáneamente (mas perversión), y es más o menos una continuación de beast machines y beast wars, solo que Optimus no murió y Megatron se hizo el muerto… y no tiene nada que ver con los comics que no he comprado ni tengo oportunidad de hacerlo…

Ha, por cierto… Si lo leen y me dejan reviews, se los agradeceré muchísimo.

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Por cierto, otro anuncio, esto es ligeramente AU, aunque intentare mantener a los personajes intactos en sus personalidades. Responderá una inquietud que siempre he tenido conforme porque Megatron 2 se dedicaba a clonar a Dinobot en la serie Beast Wars y probablemente, se mescle con el universo de la película que acaban de sacar.

Eso es todo, mil gracias.

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Capitulo 9: Memorias.

Pero Megatron tuvo otros planes, lo asesino poco después en esa selva, separándolos, robándose parte de su chispa con la muerte de su guerrero, el que ahora caminaba del brazo de su némesis, una versión joven, indefensa y manipulable de su amor perdido.

Debía salvarlo, no importando como, Dynamo no sufriría el mismo destino que su guerrero, esta vez no podía permitirlo — ¿Optimus?

Parecía que se había perdido en sus recuerdos, un líder no permitía que sus sentimientos se apoderen de sus sistemas, pero en este caso no podía hacer nada más — ¿Qué me decías, Cheetor?

Cheetor arqueando una ceja le respondió cruzando sus brazos — Te decía que encontraremos una forma de ayudarle…

Optimus asintió, realmente necesitaba creer que había una forma de ayudarle, sin embargo, sus esperanzas estaban casi perdidas. — Eso espero, Cheetor, realmente espero que exista alguna forma de hacerlo.

Nightscream pregunto en ese momento con esa avidez guerrera de un Cybertoniano de aquella edad, una actitud que muchas veces las chispas conservaban consigo aun después de fundirse con la Matrix y lo descubriría muy pronto cuando los dos jóvenes impetuosos se conocieran. — ¿Cuándo patearemos el gran trasero de Megatron?

Optimus no respondió al principio, cruzo sus brazos sobre su pecho y trato de convencerse que comenzar las hostilidades era una mala idea, no debían seguir el juego de Megatron, aun así deseaba arrancarle con sus puños esa sonrisa del rostro, era demasiado verlos juntos, por lo que respondió — Espero que pronto Nightscream, aun así… no debemos ser nosotros quienes rompan esta tregua.

Cheetor no esperaba escuchar esa respuesta del gran simio, no obstante, de encontrarse en la misma situación que él haría lo posible para que Blackarachnia fuera libre, ella lo hizo con Lobo Plateado y ahora Optimus se esforzaba por recuperar a su amor perdido.

Aunque Optimus Primitivo estaba seguro que Nightscream no podría mantener la calma en presencia de Megatron, lo que le hacía preguntarse qué haría Dinobot cuando escuchara cualquier clase de insulto proveniente de sus labios, si su primer encuentro era una prueba, los dos jóvenes impetuosos comenzarían demasiadas peleas inservibles. — Por lo que debemos meditar nuestras palabras antes de pronunciarlas.

Cheetor no pensaba que Nightscream pudiera meditar sus palabras antes de pronunciarlas, Megatron era un predacon infame, justo el tipo de criatura que no podías más que odiar, él desde su juventud no sentía más que desprecio por el tiránico líder predacon, Optimus le odiaba si esa palabra podía describir la desgárrante furia grabada en el rostro de un líder amable y compasivo — Aun así Gran Jefe, tal vez debamos esperar la misma cortesía de nuestros aliados.

Optimus no respondió al principio, seguro que Megatron fingiría condescendencia pero que de ningún modo controlaría a su joven discípulo, Dynamo hablaría en su contra, atacaría e intentaría comenzar riñas con ellos, no esperaba menos del joven guerrero si su versión pasada nunca pudo controlar su temperamento, tal vez su objetivo sería Nightscream, el único maximal que no podría controlar sus impulsos, sus deseos de venganza y que no conoció a Dinobot para sentir respeto o siquiera pena por su situación. — Megatron fingirá condescendencia, pero no controlara a Dynamo, esperara que él comience riñas por las cuales culparnos a nosotros.

Nightscream pronuncio entonces con ímpetu, con esa chispa que lo caracterizaba — Dynamo suena como todo un mocoso insoportable…

Cheetor riéndose de su expresión molesta le comento, revolviendo su cabello con su mano derecha con la intensión de cambiar el rumbo de aquella conversación — Dynamo tiene tu edad… yo diría que es la versión predacon de ti.

El joven murciélago se soltó del brazo de Cheetor, el que había rodeado su cuello y respondió diciéndole con un ceño fruncido — No me compares con un sucio Predacon…

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De camino a la base humana Megatron en lo único que pensaba era en la forma en la cual podría romper la tregua, asegurando el odio de Dynamo por la causa Maximal, su desconfianza ante cualquier clase de tratado y subsecuentemente su desprecio por Optimus Primitivo.

Dynamo conservaba dos características de su antiguo amante, una de ellas era su amor por la raza humana, la otra su desesperante sentido del honor, utilizándole debía convencer a su pupilo que sus aliados eran unos mentirosos, que su líder realizaría cualquier clase de sacrificio para lograr que su meta se cumpliera.

¿Pero cómo lograr que Dynamo observara los dones que Dinobot odiaba de su persona en Optimus Primitivo?

Optimus Primitivo en ese momento seguramente planeaba como ganarse la confianza de Dynamo y en un campo neutral su némesis lograría engatusarle, hacerlo suyo, conquistaría con demasiada facilidad su mente, debía haber alguna forma, algún punto ciego que ninguno de los dos había visto, pero lo que no sabía en ese momento era que dos viajeros inconscientemente le servirían en sus propósitos.

Dynamo caminaba a su lado en silencio, parecía estar cohibido por su nueva ropa, tal vez pensando que ningún guerrero se vestía de aquella forma, que sus piernas no tenían porque delinearse en sus pantalones, ni su camisa blanca debía transparentarse ligeramente sobre su pecho.

Megatron al verlo de reojo podía notar una ligera tonalidad rosada en sus mejillas, Dynamo estaba molesto, podría decir furioso, sus labios apretados en una mueca seria, sus nudillos comenzaban a ponerse blancos por culpa de la fuerza con la cual cerraba sus manos a sus costados, sus pasos eran lentos, su joven amante era la viva imagen de la cólera juvenil.

En ese momento Megatron comenzó a preguntarse qué edad humana tendría Dynamo, a juzgar por su cuerpo delicado y rostro ligeramente andrógino debía tener entre los diecisiete y los diecinueve años de edad.

No estaba seguro si Dynamo era un adolecente para los cánones humanos, pero para un Cybertoniano estaba en un punto entre la niñez y la madures, era apenas lo suficiente maduro para ya no ser un niño pero incapaz de tomar decisiones por su propia cuenta.

Dynamo precisaba de un líder que le mostrara que hacer, como moverse en un universo en guerra constante, un guardián que resguardara sus intereses enseñándole las finas artes de un guerrero y sólo era cuestión de tiempo para poner a prueba su lealtad.

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Mikaela cuando supo que Dynamo se marcharía en cuanto llegara a la base autobot decidió esperarle, decirle al que ya sentía como su amigo que podía confiar en ella y que si algún día necesitaba ayuda ella estaría allí para socorrerle.

Cuando los vio Dynamo parecía cohibido y el predacon que caminaba a su lado lo hacía con presunción, como uno de esos viejos acaudalados con una esposa trofeo de su brazo en las revistas.

Megatron fue el primero en verla y por un momento pensó que le negaría la oportunidad de hablar con Dynamo, sin embargo, fingiendo condescendencia y agrado que no sentía pronuncio — Dynamo, parece que tu amiga humana desea conversar contigo.

Los ojos de Dynamo se iluminaron por algunos instantes e ignorando por momentos a Megatron caminó en su dirección diciéndole — Mikaela.

Mikaela lo tomó del brazo y lo alejo un poco más de Megatron diciéndole — Luces muy bien, no sabía que los predacon tenían sentido de la moda.

Dynamo se observo momentáneamente antes de pronunciar con un ceño fruncido — Megatron lo eligió… yo pienso que los guerreros no deben vestirse de esta forma.

Mikaela tenía dos opciones en ese momento, criticar la ropa que Megatron había elegido para Dynamo o decirle que se veía bien con esa ropa nueva, fingiendo indiferencia por el líder predacon, así que pronuncio con la intensión de responder una duda que surgió tras observar la posesividad del predacon de mayor edad — No sé nada acerca de los guerreros predacon, pero los guerreros humanos a veces utilizan ropa de esta clase para honrar a sus parejas.

Las mejillas de Dynamo se sonrojaron un poco y después respondió observando algún punto detrás de la mujer humana — Tal vez, pero esta ropa es demasiado impráctica.

Megatron les observaba fijamente, escuchando sus palabras con esmero, esperando el momento oportuno para separarlos, ese momento sería cuando ella pronunciara su ofrecimiento de ayuda en cualquier momento que Dynamo lo necesitara.

Como si el líder maximal conociera sus planes su voz se escucho al otro lado del pasillo, Primitivo estaba molesto o más bien celoso si es que esa chispa que brillaba en sus ojos cada vez que veía a Dynamo era lo mismo que brillaba en los sensores ópticos de Bumblebee cuando veía a Sam.

Observándolo con detenimiento, su cuerpo y rostro, aun en su postura regia, él maximal se parecía mucho a Optimus Prime, al enorme tráiler de carrocería azul y rojo, tal vez se trataba del mismo modelo, si es que acaso se tratara de un vehículo cualquiera, o más bien se podría decir que tenían un linaje similar, cómo si fueran de la misma familia. — Megatron.

Cada vez que escuchaba ese nombre su piel se erizaba, ella no era la única que parecía visiblemente nerviosa, sin embargo, era la única cuya piel la delataba, Dynamo lo noto en un instante y le pregunto susurrando, sus pupilas cerradas enfocadas en su rostro — Estas nerviosa… ¿Por qué?

Mikaela aprovechando la momentánea distracción de Megatron alejo a su amante todavía más y le dijo tratando de tranquilizarlo — El nombre de Megatron no me trae buenos recuerdos…

Dynamo estuvo a punto de negar aquella aseveración, el nombre de Megatron era el de un líder digno de seguir, pero Mikaela colocando sus dedos sobre sus labios le dijo — El Megatron de este tiempo le ha hecho mucho daño a la humanidad… no tengo nada en contra de tu amante, te lo aseguro.

Dynamo asintió tratando de asegurarle a la chica humana que Megatron jamás le lastimaría, pero aun así, debía saber porque parecía que nadie apreciaba a su amante, tal vez Mikaela pudiera decirle — Aun así tu no aprecias a Megatron, parece que solamente yo le tengo estima… ¿Por qué?

Esa pregunta era difícil de responder y Mikaela pudo haberle dicho la verdad, o lo que había escuchado a Ratchet decirle a Prime, pero eso sólo se ganaría la desconfianza de Dynamo por lo que meditándolo un poco le respondió — Estamos en guerra con los decepticons, ellos son los ancestros de los predacon… tu como guerrero puedes comprenderlo.

Dynamo no le creyó por completo y pronuncio apretando el puño enfrente de su rostro, en lo que parecía una postura estudiada, un melodramático gesto de teatro — Pero eso no es todo…

Mikaela colocando una mano en su hombro observando a los dos líderes discutir se acerco a su oído pronunciando — Lo que yo deseaba decirte era que si alguna vez necesitabas ayuda, no importando que, utilices el comunicador que te di y yo te ayudare… no importando que ocurra, aun en defensa de tu amante.

Dynamo exhalo sorprendido, estaba perplejo, su ayuda se extendía a su amante, un predacon que ella no apreciaba y aun así les brindaría socorro si él lo solicitaba, sin duda alguna esta era una raza magnifica si Mikaela era parte de ella — Lo tendré en mente… Mikaela.

Mikaela antes de regresar al lado de Ironhide quien les observaba con desconfianza, le dio un beso en la mejilla diciéndole con una sonrisa y un guiño coqueto — Para eso somos los amigos.

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Megatron deseaba escuchar lo que la mujer humana tenía que decirle a su amante, sin embargo, como una plaga Optimus Primitivo decidió interrumpirlos, de que deseaba conversar ese primate no lo sabía. — Megatron.

Megatron a regañadientes le dijo con cierto grado de condescendencia al maximal que se aproximaba con decisión — Optimus Primitivo…

Optimus cruzando sus brazos enfrente de su pecho le dijo arqueando una ceja, esperando escuchar lo que Megatron tenía que decirle cuando supiera que ahora, los maximales, los superaban en número — Nuestro trato ha cambiado Megatron.

Megatron al escuchar esas palabras le dijo, sorprendido, ya que nunca hubiera pensado que Optimus sería el primero en romper su trato — Si no te conociera mejor Optimus pensaría que ya no eres ese glorioso líder maximal.

Optimus respondió con sorna apretando el puño enfrente de Megatron, sosteniendo la solapa de su traje rojo con su mano izquierda — Llevo mucho tiempo con ganas de discutir contigo sobre heroicos sermones maximales Megatron, si sabes a lo que me refiero.

La última vez que Megatron hablo sobre los heroicos sermones maximales con Optimus Primitivo, quienes hablaron por el maximal fueron sus puños — Dices que nuestro trato ha cambiado Primitivo… ¿De qué forma?

Optimus Primitivo sonrió por unos momentos antes de decirle a Megatron, tratando de clasificar cada uno de los microgestos del rostro humano del Tiránico líder predacon — Tus esfuerzos por realizar este viaje solo, Megatron, han sido en vano, porque han llegado refuerzos maximales, Cheetor y Nightscream serán parte de nuestro heroico grupo de aventureros.

Ahora en su pequeño grupo de exploradores eran tres Maximales y dos Predacones, ellos los superaban en número, cualquier guerrero se daría cuenta que estaban en desventaja, especialmente uno muy joven, como Dynamo, quien los vería como una amenaza.

Se preguntaba si Nightscream seguía siendo el mismo joven manipulable que conoció en Cybertron, con la mitad del ímpetu que mostro cuando fingió ser el amable Noble podría convencerlo de comenzar riñas sin ninguna razón con su joven pupilo y conociendo a su amante, sabía que Dynamo tenía la misma clase de arrebato juvenil que el murciélago maximal.

Sería cuestión de minutos o tal vez horas para que las primeras riñas comenzaran y con ellas una forma de romper la tregua en el momento oportuno, utilizando una excusa provista por el joven maximal. — No le veo ningún inconveniente Primitivo, no…

Primitivo arqueo una ceja y camino un solo paso en su dirección, no creía sus palabras, ningún líder sabio lo haría, pero tomando en cuenta que no había forma alguna para que pudiera percibir en donde comenzaba su mentira o que lograría con la presencia de los jóvenes maximales no podía hacer nada, ni siquiera dejar que sus puños hablaran por él — No te creo, Megatron.

Megatron pronuncio con una sonrisa, clara señal de que pensaba había ganado aquella discusión y que las piezas de ese tablero de ajedrez invisible se movían hacia donde él lo deseaba — Lo que tu creas Primitivo es irrelevante.

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Esa noche Dynamo estaba inquieto, Megatron leía informes codificados que ni siquiera a él le había enseñado, información que según decía su amante no comprendería, por supuesto que no si no recordaba ni una decima parte de quien fue en lo que su maestro llamaba su vieja vida.

En momentos como ese lo mejor era dejarlo solo pues no se percataba de su presencia, lo ignoraba por una meta mayor, la libertad de los predacon, en otras ocasiones el joven raptor hubiera aceptado con impaciencia ese retraimiento, sin embargo, esta noche su cabeza zumbaba en busca de respuestas.

Respuestas que Megatron jamás compartiría con él, por lo que ignorando su orden de permanecer encerrado en su habitación provista por los autobots decidió caminar un poco, estirar sus piernas.

Sus ojos aun mantenían ciertas características animales, al igual que su olfato, por eso a pesar de salir a un pasillo alumbrado apenas por una tenue luz a unos siete metros de distancia caminó sin indecisión pensando en las palabras de Mikaela, en la insistencia de Optimus Primitivo.

Dynamo suspiro cansado, estaba arto de pensar, de tratar de recordar lo que su chispa seguía gritándole incansable, algo estaba mal, había una ligera torcedura en la historia que Megatron le había contado y sin embargo, allí estaba él, la única criatura en la cual podía confiar plenamente, a quien se entregaba en las noches y cuyas caricias no le daban el placer que debían darle.

Porque todos los poetas de Cybertron y de la Tierra no podían estar equivocados, el dulce placer de entregarse plenamente al Cybertoniano que amabas debía ser supremo, debía consumirte y sin embargo, en compañía de su maestro, de su amante y líder, ese placer supremo no lo maravillaba con su dulzura ni lo cegaba con éxtasis durante el punto máximo de la conexión, ni lo dejaba agonizante con las descargas residuales de lo que debía ser algo indescriptible.

Tal vez lo que sentía por él no era amor y sin embargo, sintió que hubo una conexión la última vez que se unieron en la dulce danza de la pasión, la esencia de Megatron se introdujo en su ser y lo hizo sentirse feliz por un momento imaginándose un par de brazos plateados rodeando su cuerpo.

Dynamo se detuvo junto a una ventana y observo la luna con pesar, pronunciando las palabras que su mente le dictaba pero no así su corazón — Los guerreros no piensan en estas torpezas…

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Optimus Primitivo vagaba de igual forma en los pasillos de la base autobot, el tenerle tan cerca y tan lejos al mismo tiempo no le permitía conciliar el sueño, su mente seguía pensando en su amado, su corazón, su chispa seguía latiendo repiqueteando su nombre, sus ojos anhelando su silueta bajo la luz de la luna, sus oídos el escuchar su voz, aunque fuera una queja, no importando que fuera lo necesitaba a su lado.

Pero su amado no compartía ni sus sentimientos ni sus recuerdos y en ese momento yacía en los brazos de su rival, le servía a él, a su causa, una causa sazonada con la victoria en nombre de los predacon, servida con la sangre de sus seguidores, los predacon que seguían ignorando las guerras pasadas, la paz que habían alcanzado, todo por una vacía promesa de gloria.

Acaso no recordaban lo que Megatron segundo había hecho, como intento arrebatarles sus chispas, su conciencia, todo aquello que los hacia un individuo pensante para reinar en un mundo en el cual sólo existieran él, como único cuerpo, mente y chispa.

Repentinamente una voz hermosa y joven lo trajo de vuelta a su presente, Dynamo yacía observando la luna, sus ojos verdes perdidos en el infinito — Los guerreros no piensan en estas torpezas…

Su belleza era tal que Optimus no pudo evitar ser visto por Dynamo, quien al verlo intento marcharse con tanta calma como pudo, evitando así que su retirada se viera como una derrota — Espera… Dynamo.

Dynamo se detuvo unos instantes y le dijo con molestia — No veo porque hacerlo Optimus Primitivo, no hay nada de que podamos conversar y tu compañía no me parece agradable.

Optimus sintió esas palabras como una daga en sus sistemas primarios y sin embargo no podía dejar que se marchara, una oportunidad como esa no se volvería a presentar jamás — No veo porque mi presencia te sea tan desagradable, Dynamo…

Dynamo frunció el ceño, tal vez una muestra de que el joven guerrero tampoco comprendía las ordenes de su maestro de no acercarse a él por lo que continuo diciéndole al joven Predacon, intentando no ahuyentarlo — Estabas viendo la luna… parece que no puedes dormir, yo tampoco Dynamo… si te quedas te prometo que no te distraeré de tus pensamientos…

Dynamo por un momento pensó en quedarse pero sus órdenes eran claras, Megatron no lo deseaba junto a Optimus y el último intentaría confundirlo, hacerlo flaquear en sus lealtades, ya lo había hecho antes, por su culpa había muerto por lo que respondió — No.

Dynamo intento marcharse inmediatamente cuando súbitamente dos brazos demasiado familiares rodearon su torso y Optimus le dijo a su oído — No te vayas… por favor.

El predacon al principio, al sentir los brazos de Optimus alrededor suyo sintió que su chispa se regocijaba, como si el destino quisiera que fuera de esa forma, pero sólo fue un instante porque inmediatamente lucho por liberarse apretando los dientes, sus ojos esmeralda brillando con enojo.

Optimus al sentir la molestia de Dynamo lo dejo ir maldiciéndose mentalmente, preguntándose porque había sido tan tonto, porque no había esperado, y pronuncio cerrando los ojos, apartándose del guerrero — Perdona…

En un principio cuando por fin fue libre Dynamo rodeo su cintura con sus brazos, sentía frío sin Optimus a su lado y sacudiendo su cabeza negó aquellos pensamientos, era imposible, sólo un sueño ridículo, no obstante el dolor reflejado en aquellos censores ópticos era tan real que no pudo ignorarlo y pronuncio sin más. — No soy él…

Optimus le observo sereno, sus ojos azules fijos en los suyos, antes de preguntar — ¿Cómo lo sabes?

Dynamo retrocedió dos pasos respondiéndole con enojo — Mi nombre es Dynamo, no soy Dinobot, yo soy mi propio ser… Megatron… él me dijo…

Optimus le respondió sin intentar acercarse con una verdad tan cierta que Dynamo no supo como contradecirla — Aun así tu sabes que Megatron no te está diciendo toda la verdad… aun así sabes que te miente, que no puedes recordar la verdad…

Dynamo no contradijo sus palabras, así que tenía razón, la chispa de su amor perdido seguía siendo una parte vital del joven guerrero — No existe ningún motivo por el cual debas confiar en mi Dynamo, pero por favor… por el honor en el que crees, no confíes en Megatron…

Dynamo inmediatamente lo ataco sin fuerza, intentando derribarlo, silenciar esa voz que no decía más de lo que él mismo pensaba, que únicamente plasmaba sus temores — ¡Mentiras! ¡Todas son mentiras!

Optimus recibió el daño sin responder físicamente mas allá de sostener sus muñecas, intentando tranquilizarle con la madures alcanzada después de las guerras, susurrando a su oído — Ahora estas confundido pero sabes que tengo razón.

Dynamo cerró los ojos respirando hondo, sintiendo como su chispa guerreaba con su mente, con sus circuitos de memoria que comenzaban a dolerle, pequeñas descargas eléctricas recorriendo su ser obligándolo a utilizar una de sus armas primarias cuando se transformo sin pensarlo, atacando a Optimus.

Optimus Primitivo cayó al suelo con una herida leve en su pecho, apenas una quemadura sobre su fuselaje — Dynamo…

Dynamo al darse cuenta de lo que había hecho recobro su forma humana, su ropa estaba destruida, y huyo, regreso a los brazos de Megatron por culpa de su torpeza.

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No paso mucho tiempo antes de que Megatron se percatara de la ausencia de su guerrero en su alcoba, Dynamo estaba molesto por la ropa que había elegido para él y cuando se enojaba por algo su joven pupilo salía a caminar, buscando algo que destruir, alguien a quien retar.

Era demasiado pronto para eso, si deseaba que ellos tuvieran una excusa para rehuir de su trato, aunque no la necesitaba realmente, debían esperar a que Nightscream comenzara las agresiones.

Megatron se cubrió con una bata de color rojo y comenzó a recorrer los pasillos en busca de Dynamo, pero no fue a este a quien encontró sino a Nightscream, el joven murciélago estaba sentado en el marco de una ventana.

Si se aventuraba a conjeturar el maximal extrañaba su planeta natal y las alas que en otro tiempo eran parte de su cuerpo, una de las desventajas de tener un cuerpo humano era que la mayor parte de las ventajas de su forma bestia se habían perdido. — Ha pasado mucho tiempo…

Nightscream al escucharle dio un brinco y le respondió molesto, con tanto ímpetu que competía con el de Dynamo — ¡No el suficiente Megatonto!

¿Megatonto? Así que al joven impresionable lo dejaban juntarse con el roedor, los maximales nunca dejaban de asombrarlo con su ineptitud.

Megatron fingió estar adolorido por ese insulto y le comento — Es demasiado pronto para las hostilidades Nightscream…

Nightscream le respondió molesto, recordando como Megatron le utilizo y como casi logra su objetivo de esclavizar las chispas de Cybertron por que se dejo engañar — Nunca es demasiado pronto para eso…

Megatron se acerco un poco más al joven maximal diciéndole con un tono de voz que parecería añorar la época de la cual estaba hablando — Y pensar que antes éramos amigos Nightscream… ¿Me pregunto que habrá pasado para que lo olvidaras?

Nightscream apretó los dientes furioso cuando Megatron prosiguió con su discurso — O acaso ya no recuerdas a Noble…

Y acariciando su mejilla finalizo — Nosotros fuimos muy unidos.

El joven murciélago le respondió furioso a punto de atacar al tirano predacon — ¡Tú me engañaste!

Antes de que Nightscream lo atacara Cheetor pudo detenerlo diciéndole, sujetándolo de los brazos, calmándolo con éxito — No lo escuches Nightscream… Megatron es un mentiroso y si intenta que lo ataques obviamente espera lograr algo con eso.

Megatron haciendo un ademan indiferente con su mano izquierda le dijo a Cheetor antes de retirarse, dejándolo a solas con un joven maximal a punto de estallar. —Controla a tu amigo, no queremos que la tregua se rompa por culpa de un joven impetuoso…

Megatron no pudo escuchar lo que Cheetor le decía a su joven aliado, sin embargo, había logrado constatar que Nightscream tenía tanto control sobre sus emociones como Dynamo, ambos se desquiciarían mutuamente.

Aun así, a pesar de que una parte de su deducciones eran correctas y sería demasiado sencillo poder orillar a sus jóvenes Cybertonianos a cancelar la tregua, todavía tenía que encontrar a Dynamo, quien estaba perdido en una base autobot, una base en cuyo interior estaba el mismo maximal que se había robado a su guerrero la primera vez y que en esos momentos planeaba con su estúpida mente primitiva como hacerlo de nuevo.

En ese momento Megatron pronuncio presa de la ira que sentía cada vez que recordaba esa ridícula noche antes de su gran derrota, cuando Dinobot se despidió de Optimus Primitivo, poco después de haberlo hecho creer que regresaría, que su segundo al mando, el predacon destinado a ser suyo había vuelto a sus filas, a su cama. — Pero no volverá a ocurrir… no.

Primero lo destruiría antes de verlo en los brazos de Primitivo una segunda ocasión, es lo que haría cualquier predacon enamorado, es lo que haría Optimus si los recuerdos de su guerrero no emergían de la chispa que le daba vida a su joven amante, quien ya lo esperaba en su habitación, agitado, furioso y desnudo.


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